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Singularidades por Dtzo

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Notas del fanfic:

Yu-gi-oh y sus personajes no me pertenecen, son total propiedad de su autor Kazuki Takahashi.

Esta historia es totalmente de mi autoría.

Notas del capitulo:

Holi, este es el primer fic que me animo a escribir y publicar, espero les guste.

Sin más ^^ disfruten.

Cuando tengas la capacidad de enfrentarme… me volverás a ver”.  Fueron las últimas palabras que recuerdo de ese sueño.

Naturalmente me encanta la ciencia ficción, no soy del lema “Ver para creer” mi lema lo podría definir así “No necesito ver para creer”  y da el caso que en verdad puedo creer en lo que existe y en lo que no. Suelo ser curioso, esto no trata del todo de mis sueños - soy alguien aparentemente normal como tú -sino de los sucesos más extraños que me han sucedido.

¿Cómo se supone que deba empezar?

Miles de veces me hice esa pregunta, nunca había considerado la opción de tener un diario, no el típico diario donde escribimos cuando estamos enamorados o tenemos un mal día. Pero ahora me doy cuenta que aunque no fuera un diario, debí de tener siempre un cuaderno a la mano y un lápiz o pluma. Ahora me encuentro con este pequeño lío…

Bueno comenzare con lo básico, ya poco a poco iré recordando cómo fueron ocurriendo las cosas.

Sé que nada es eterno pero creo en ese momento no era lo que más me importaba,  no comprendía las palabras de papá pero de algo estaba más que seguro y es que nada es eterno; el café se enfría, el humo se disipa el tiempo pasa y la gente cambia. Quizá no tuve eso en mente durante mucho tiempo y puede que aún no le tome la importancia necesaria.

 

Mi nombre es Yugi Mutou, tengo dos hermanos mayores: Tea y Tristán, mis padres son doctores casi nunca los veía pues trabajan todo el tiempo en el hospital, ocasionalmente los llegaba a ver en fines de semana y periodos vacacionales.

En la escuela mi mejor amigo Joey, era el único con quien podía tener una conversación aparentemente estable. En aquellos tiempos era demasiado inseguro y callado, mis vínculos familiares y sociales eran muy pobres, quizá por la falta de contacto con mis hermanos y mis padres, como mencione, se la pasaban día y noche en el hospital trabajando ya que siendo jefes de distintas áreas  tampoco entre ellos se frecuentaban, amaban su trabajo y no los culpo la paga era buena pero al menos me hubiera gustado convivir más con mi familia. Debido a esto contrataban nanas para cuidarnos a todas horas, una para cada uno prácticamente desde que nacimos, aislados por completo de ellos y nosotros mismos. 

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.

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Desperté con la respiración agitada y un par de lágrimas en los ojos realmente fue algo tonto ya que desde hace tiempo no me ocurría, llámenme paranoico pero cuando despierto de esta manera es porque se avecina un incidente extraño, puede ser desde un accidente, una catástrofe y viceversa aunque no siempre ocurrían y solo era mi mente jugándome malas pasadas. Sin tomarle mucha importancia me levante dirigiéndome hacia el cuarto de baño abriendo la llave de agua caliente mientras buscaba en mi armario el uniforme y ropa interior limpia, entrando bajo el chorro tibio de agua deje que mis preocupaciones se las llevara la ducha. Me vestí y arregle como de costumbre para ir al colegio ya por fin era viernes, la etapa de evaluaciones diagnosticas había concluido para muchos de manera insatisfactoria pero en mi caso solo basta decir que soy un alumno regular, baje a la cocina husmeando en el refrigerador por alguna sobra de la cena para recalentar. Como de costumbre cuando despertaba la casa estaba en calma total puesto que mi hermana mayor asistía a cursos para entrar a la universidad,  y mi hermano, asistía a la preparatoria, mis padres emprendían a su oficina, prácticamente la casa era mía por las mañanas y parte de las tardes, había sobrado algo de estofado de cerdo y un par de rebanadas de pizza. Mi desayuno fue el estofado, tome las rebanadas en una bolsa de plástico para el refrigerio en la escuela, tome mi mochila y salí rumbo al colegio, no era tarde pero tampoco era como que tuviera mucho tiempo margen para llegar a tiempo sin correr.

Llegue cinco minutos antes de empezar clases ya estaba el día un poco más claro así que mientras esperaba decidí observar por la ventana, poco después llego Joey quien como de costumbre al llegar corría a mi lugar y me despeinaba, bueno no es como si fuera con el cabello arreglado del todo simplemente bastaba con acomodarlo pues no le tomaba demasiada importancia a su aspecto pues no importara que hiciera no lograba acomodarlo de un modo distinto no me quedaban muchos peinados con mi cabello acorde a mi persona. Tomó su lugar al lado de mí y comenzamos una plática casual como de costumbre, las clases transcurrieron normales  hasta el receso. Estaba por concluir un año más, bueno realmente estábamos a mediados de agosto pero ya  no quería dejar pasar más tiempo para declararle mis verdaderos sentimientos al chico que tanto me tenía con la cabeza en las nubes. No recordaba desde cuando me comenzó a atraer de esa manera lo cual era raro que me gustara un hombre; afloraba muchas emociones en mí que no sé identificar, me inquietaba estar cerca de él o hablarle, sin embargo era difícil acercarme a pesar de que estábamos en el mismo salón de clases y no frecuentaba estar solo sino seguido de su manada de admiradoras y amigos pero de todos él era el más atractivo para mí, muchas veces platicaba sobre él con Joey quién no entendía porque me desvivía tanto por alguien tan patético y arrogante pero lo que yo respondía suspirando era “él es especial“  no importaba cuantas veces me lo mencionara jamás le hice caso.

-Joey, hoy le diré- Estábamos a pocos minutos de terminar el receso y quería tener el apoyo de mi mejor amigo para animarme y no retractarme como siempre, aunque casi termina atragantándose con un trozo de pizza que me había convencido de darle… Corrección. La rebanada que logro robar de mi bolsa.

-¿A quién?- Preguntó tratando de recuperar el aliento, mientras le daba un par de palmadas en la espalda

- Ya sabes… a Seto- Al mencionar a este, agache la cabeza y sentí mi rostro tibio- ¿Tu qué opinas Joey?

-… Pues ya te estabas tardando-

-No crees que ¿se vería mal que un chico se le declarara a otro chico?- Al mencionar esto último me dedico una mirada sarcástica y agrego  muy efusivo– Yugi estamos en otros tiempos ya las cosas cambiaron, espabila. No tengas vergüenza de tus sentimientos ¿Qué los humanos no pueden sentir?

-Bueno en ese aspecto concuerdo contigo pero… ¿Y si me rechaza?

-Ya habrá más oportunidades Yugi, pero es mejor que lo averigües, o la angustia te carcomerá.

-Bien pues, hoy a la salida le diré.

Termino el receso y regresamos a clases en las cuales no preste mucha atención puesto que estaba pensando en Seto quien era un chico de lo más “cool” que me pudiera imaginar  hasta esos momentos, alguien de melena castaña y lacia , un poco más alto que yo por 10 centímetros aproximadamente, ojos color azul zafiro a juego con su piel y una voz grave pero firme sin mencionar que era un alumno de excelencia académica, un chico prodigio popular en todo el colegio aunque no socializaba mucho con la gente, yo no había cruzado palabra con él, bueno eso de “no cruzar palabra” está un poco exagerado. Si había hablado un par de veces con él y ya me tenía hipnotizado en su totalidad así que me decidí. Enviando una carta anónima lo cité al terminar la escuela en el parque y el día estaba más que precioso, hacia un clima excelente y aparentemente el cielo lucia despejado así que naturalmente intente no ponerme demasiado nervioso. Joey me acompaño hasta el lugar de encuentro después el me deseo buena suerte y se retiró pero por más que lo intentara mi cara me delataba, sentía como el calor me inundaba tanto la mente como el cuerpo que por unos instantes me sentí sofocado, dude que realmente fuera a venir, ya que por lo que sé es futuro heredero de la compañía de su familia así que probablemente no tuviera mucha disposición de tiempo sin embargo fue entonces cuando alcé la mirada y le vi venir hacia mí. Al instante las piernas me temblaron y sentí la urgente sensación de salir huyendo pero no, ésta vez no sucederá, hoy todo pasaría como lo había planeado o al menos eso pensé.

-Hola ¿Fuiste tú quien me ha enviado esta carta?– Me saludó un poco cortante con la carta en mano pero pensé que quizá era mi imaginación – Ho-Hola…si, fui yo - devolví tímidamente el saludo y escondí la mirada abrazándome a mí mismo mientras el cabello me cubría el rostro intenté articular algo más pero la voz me temblaba demasiado como para decir algo que se pudiera entender.

-¿Qué sucede? Querías hablar conmigo ¿no es así? – Ante su respuesta reaccione y supe en ese momento que no debía vacilar y decir las cosas claras

-Etto… pues veras si, si quería hablar contigo- decía mientras aún mantenía la cabeza baja. –Vamos tengo algo de prisa por favor di lo que tengas que decir – Sus palabras me sonaron demasiado demandantes y podía ver un poco de frustración en su voz, no quería hacerlo enojar y mucho menos esperar así que reuní un poco de valor y le solté casi gritando – ¡T-TU-TU ME GUSTAS MUCHO! – Lo dije, por fin lo dije aquello que calle durante los últimos meses, sentí como mi cara se tornaba aún más roja que antes y no me atreví a levantar el rostro para ver su expresión aunque hubo por unos minutos un silencio demasiado incómodo. Al fin simplemente escuche:

-Lo lamento pero no te conozco, apenas y te cruzo la palabra. Sólo somos compañeros, no puedo corresponderte me tengo que ir- Mis ojos se abrieron como platos por su respuesta tan tosca. Hubiera querido cambiar todo en ese mismo instante aunque por ahora me alegro demasiado de no haberlo hecho. Admito que como a todo ser humano me dolió su rechazo, hacía varios meses que me llegaba a imaginar algunas situaciones pero volé demasiado cerca del sol. Aunque hubiera sido de una manera u otra todo hubiera resultado igual.

En ese preciso instante varias lágrimas rodaron desde mis ojos por mis mejillas hasta mis labios y por ultimo caían al suelo, no me atreví a levantar el rostro para admirar el suyo y mucho menos permitiría que  viera mi patética expresión, pocos segundos pasaron cuando noté que se alejaba dejando un momento totalmente agrio. Curiosamente después de quedarme solo el cielo se oscureció acompañado de vientos azotadores soltándose una tormenta y el clima se tornó gélido, la gente corría a refugiarse de la lluvia por mi parte aún me encontraba lejos de casa, así que lo tome con calma y camine cabizbajo por las calles, con las ilusiones por los suelos quise gritar cuán dolido y decepcionado me sentí ¿Qué hice mal? Tiene razón, quise apresurar las cosas cuando aún no había nada sólido de por medio. Recordé que una de mis nanas me dijo alguna vez que, cada caída, sin importar de que tipo sea te vuelve más fuerte no obstante justo entonces no me pareció que fuera la mejor frase para la situación, a mi punto de vista, no por caer tanto te harás inmune al dolor; el resultado es que continúes sin importar que. Llegué a casa, caí en cuenta de que somos fácilmente engañados por aquellos a quienes creemos amar... comprendo que la vida es una constante decepción. Con pesadez entre y deje mi mochila de lado mientras me sacudía el cabello y esperaba escurrirme el exceso de agua lo cual se veía imposible puesto que estaba hecho una sopa. No era muy tarde pero mamá y papá seguramente aún estaban laborando mientras mi hermano sin duda alguna debería estar en su habitación con la música a todo volumen a modo de que muy seguramente ignoro mi llegada, posiblemente mi hermana estaba ocupada estudiando en su habitación y la comida ya estaba lista, camine con desánimo a mi habitación, al pasar por el comedor comprobé que mi teoría sobre mis hermanos fue totalmente errónea ya que yacían sentados en la mesa comiendo, al verlos me congele por unos instantes más la voz de mi hermana me saco del trance

-Yugi… ¿Qué paso?- preguntó con cierta preocupación al verme. Le devolví una expresión morosa y respondí – Solo un mal día, descuida iré a cambiarme y bajo a comer, con permiso.- Subí a mi habitación, entreabrí las persianas de la ventana y volviendo a la puerta la cerré recargándome sobre ella mientras me deslizaba hasta el suelo, con la cabeza en un vorágine de pensamientos que no me dejaban tranquilo de seguro solo era una alucinación, decidí esperar al final del día para comprobar. Me quite la ropa húmeda y tomé un baño caliente, cuando baje mi hermana estaba aún sentada en el comedor esperándome.

- ¿Vas a comer? – Preguntó

- Si, no tenías por qué esperarme deberías estar estudiando como siempre ¿no?- le respondí de un modo un poco grosero, pero Tea solo se levantó de la silla y sirvió un plato con pasta. Posándolo sobre la mesa frente de mí junto con cubiertos, volvió a tomar asiento y me miro de una manera que jamás lo había hecho hasta ahora. Tome el tenedor y jugueteando un poco con la pasta sin dirigirle la mirada pregunté - ¿Te sientes bien? – Más no me respondió así que degusté el platillo, el cual me sabía demasiado insípido, posiblemente tenía la boca seca o ella lo había cocinado. Durante la comida Tea estuvo en silencio, los únicos sonidos de la casa eran mis cubiertos chocando contra los platos de cerámica y la música rock de mi hermano hasta que finalmente se rompió el silencio del comedor.

-Deja los platos, yo los lavare- Menciono Tea de una manera ¿imperativa? lo cual me dejo un poco preocupado puesto que después de que crecimos lo suficiente para ya no necesitar nanas normalmente cada quien lavaba lo que utilizaba pero hoy fue una excepción fuera de lugar.

-No tienes por qué hacerlo yo siempre lo hago, deberías estar estudiando-Cualquier persona que me escuchara en esos momentos se daría cuenta de inmediato que mi voz era apagada y sin emoción alguna, Tea lo detecto de inmediato y sin discutir conmigo tomo los platos y los llevo hasta el lavabo mientras me quedaba sentado  con la mirada oculta. Me levante y volví a mi habitación cerrando con llave la puerta con las luces apagadas y me tumbe bocarriba sobre mi cama con el antebrazo sobre la frente intentando procesar todo el día de hoy tan… ¿Cuál sería la palabra que estaba buscando? Posiblemente “raro y sin sentido alguno” ¿Razón? Bueno solo son que mi hermana hoy no estuvo encerrada como de costumbre en su habitación estudiando, ya eran pasadas de las 19:00 hrs y mis padres aún seguían en la oficina -siempre llegaban a las 16:00, justo después de que yo llegaba de la escuela- no parecen ser muy justificables pero cuando ya estás acostumbrado a un ritmo de vida tan monótono, el más mínimo cambio te deja sorprendido.

En seguida el teléfono sonó y Tea tocó a mi puerta

-Yugi… – No me moleste en contestarle y mucho menos en abrir la puerta – Yugi te llaman-

-¿Quién?- respondí algo fastidiado y molesto.

-Es Joey– Escuchar esto último me dio un poco de ánimo para ir a tomar la llamada, tan rápido como abrí la puerta arrebatándole el teléfono a Tea, la cerré y de inmediato me pegue la bocina al oído.

-Hola

-Yugi ¿Todo bien?

-Sí, Joey ¿A qué viene la pregunta?

-Normalmente no tardas tanto en contestar y tu voz se escucha absolutamente diferente ¿Estabas dormido?

-Algo así pero descuida todo anda bien - hice una ligera risita para disimular mi verdadero estado de ánimo.

-Hmmm…

-¿Pasa algo? – Ya algo me decía que sospechaba mi mala racha.

-Para serte honesto… no te creo en absoluto que estés bien, sabes que no es así, te conozco y sé que paso algo. Siempre me cuentas de todo. Ya suéltalo Yugi – Suspire ya sabía cuan bien me conocía, dude un par de segundos antes de responder. El no hacerlo significaría dejar a Joey con la preocupación y a mí como un desconfiado.

-Ok disculpa, bueno… las cosas no salieron tal cual imagine o planee je todo fue totalmente opuesto.

-Descuida, continua te escucho.

-Después de que te fuiste el llego con la carta en la mano y fue directamente hacia mí, me pregunto si fui yo quien le había mandado la carta y si así era ¿Qué se me ofrecía? El llevaba aparentemente prisa, le dije que me gustaba mucho, a lo que me respondió que no me podía corresponder entonces… -hice una pequeña pausa respirando hondo, intentando contener las lágrimas, ese día ya no quería llorar. No más- bueno no importa tiene razón, no nos conocemos, quise apresurar las cosas, apenas y sabe que voy en la misma escuela que él y mi nombre, creo que ni eso.

-¡Ay¡ Yugi… Al menos lo intentaste, descuida mereces alguien mejor que él.

-Realmente no sé si merezco siquiera algo, gracias por llamar Joey, tenía que platicar con alguien.

-Por nada, para eso están los amigos ¿está bien? Debo irme, descansa, tómalo con calma y cualquier cosa me llamas ¿vale?

-Está bien, gracias buenas noches.

Devolví el teléfono a la sala, de cierta manera ya me sentía mucho mejor después de haberle contado a Joey, a fin de cuentas él es mi único amigo de la vida, la única persona que quien hasta ahora puedo confiar puesto que vivo casi aislada de mis hermanos y mis padres, no tengo primos ni primas, mi padre fue hijo único así que mi única tía es materna la cual sólo conozco su nombre, sé que nunca le fue posible engendrar hijos; tampoco tengo mascotas, a mamá no le agradan los animales. Por ello es que Joey es prácticamente mi hermano, al menos él lleva una mejor convivencia con su familia.

Lo que más me tenía absorto era el rechazo de Seto ya que era la primera vez que alguien me rechazaba de esa manera aunque sigo pensando que me precipite demasiado, debí de haber comenzado por una amistad algo así como Joey y yo.

Esa platica realmente me ayudo moralmente, me sentí apoyado.
23:00 en punto y mis padres seguían sin aparecer, conociéndolos ya hubieran avisado que llegaban tarde o que pasarían la noche en casa de la abuela o algo por el estilo pero no se dio el caso, sin más que pudiera hacer prendí la calefacción, conecte los audífonos al reproductor mp3 subiendo a tope el volumen relajándome con el suave sonido de vals clásico, hundiéndome en el piano y el violín me quede profundamente dormido. Escapando a mis sueños en donde cualquier cosa que quisiera la podría hacer mientras que despierto no.

Un sábado muy gris nos recibió en toda la ciudad de Dominó, el viento rugía azotando los árboles y postes de luz, por mi parte no sentí mucho el cambio de clima puesto que contamos con calefacción en toda la casa. Baje a desayunar y de nueva cuenta encontré a mis hermanos como anoche, ambos sentados en el comedor y mis papas sin aparecer; presentía que algo raro estaba pasando y de ser así Tea ya no tardaría en contarme.

-Buenos días Yugi, despertaste temprano, sírvete aún está caliente-El tono tan tranquilo de mi hermana me preocupo aún más, siempre es tan tranquila pero hoy lo era aún más.

-Si ya voy-Tome asiento y me abastecí de lo que sobraba, había un par de tostadas con mantequilla y azúcar, salchichas en forma de pulpo, sincronizadas y en la cafetera sobraba café. Tea no tiene aptitudes culinarias así que solo hacía de lo más sencillo. Finalmente termine el desayuno y me tocaba lavar los platos como conciliación de anoche más de nueva cuenta mi hermana no me lo permitió.

-Oye ¿Qué te traes?- ya no me conforme con no hacer mis deberes que me correspondían, no hubo respuesta sólo silencio. Tristán se retiró a su cuarto sin dirigirme la mirada.

-Tea ¿Qué pasa? ¿Por qué tan repentinamente haces mis labores y papá y mamá no vuelven?

-Yugi… ¿Alguna vez has pensado en la posibilidad de vivir sólo?-Confieso que al escuchar así a mi hermana me quede helado.

-Amm creo que no pero ¿Por qué lo dices?-Intente disimular mi preocupación pero adivinen, no lo logre.

-Bueno papá y mamá no han regresado, no están con la abuela ni en la oficina al parecer no se presentaron el día de ayer. –Esa punzada en el pecho y el cuerpo pesado de nuevo ya decía yo que algo no andaba bien.

Titubee un poco antes de responder.

-Pero no es posible que nos hayan abandonado– mi risa fue nerviosa- Y de haber sufrido un accidente en los noticieros estaría el incidente ¿no? Además, tenemos la casa, el fondo en los bancos y hay muchas provisiones en la bóveda y no viviría sólo sino con Tristán y contigo ¿No? ¿Tea? – Y era verdad, viviría con mis hermanos de ser el caso.

-Conoces a la hermana de mamá ¿cierto?

-Si ¿Por qué?

-Quiere que ahora vivas con ella.

 

Continuara...

Notas finales:

Creo que el reparto de personajes en lo que respecta a Tea y Tristán es un poco extraño, sin embargo me agradan más ambos de esta manera. Espero les haya gustado.

¿Qué les parecio? ¿Les gusto? ¿No les gusto? 


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