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Kobe. por Thinkthoughts

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Notas del fanfic:

Bien, este One Shot en realidad ya llevaba tiempo en mi cabeza, pero finalmente ayer en la noche, con el ipad en mis piernas y el programa de Word abierto… me decidí a escribirlo. El mismo nombre lo dice, ¿recuerdan lo que dijo Suga hace poco? Pues bien, tiene que ver con eso. Yo imaginé como se habría sentido con ayuda de lo que dijo. 

Estoy orgullosa de él como persona. 

Notas del capitulo:

Espero lo entiendan todo y por un momento, se pongan en los zapatos de Yoongi. 

Un dolor, un maldito dolor de estómago nos había detenido.

No era la primera vez que nos presentábamos en Kobe, sin embargo a diferencia de antes, esta vez el escenario era mucho más grande, había muchos más lugares y en especial, los boletos se habían acabado.

Y todo se arruinaba por una mala leche que V y yo estábamos causando.

A pesar de que los chicos no estaban diciéndonos nada, todos estaban muy serios, sabían lo que vendría durante el concierto.

Hyung —me llamó Jimin mientras yo veía perdido uno de los pósters de promoción que estaban pegados en la sala de espera. Éramos nosotros, posando, caminando por aquella avenida como homenaje a esa banda inglesa que había hecho historia, pero en ese preciso instante, sentía que se burlaban de mí, por ser tan débil y por defraudar a tantos miles de personas que esperaban fuera, en el frío.

¿Mmh? —musité, sin ningún ánimo de hablar con ninguno de ellos, ya sabía lo mal que les estaba haciendo pasar.

Sé que te sientes mal hyung, pero no creo que las fans se enojen si contamos lo que pasó —. Sabía bien que Jimin estaba intentando ser amable y levantarme el ánimo justo como lo haría un buen amigo, sin embargo, mi mal humor no servía de mucho y mi respuesta fue más bien seca aunque no buscaba serlo.

No lo entiendes, Jiminie.

Jimin frunció el ceño, apretó sus labios y luego suspiró o bufó, sea cual fuese su acción, se notaba su molestia y eso sólo me hizo sentir peor. A pesar de ello no dijo nada más y se quedó observando la misma imagen que yo.

Cada quien concentrado en su propio mundo.

Taehyung abrió la puerta de la sala de espera, interrumpiendo el silencio. El ambiente se sintió aún más pesado cuando, tanto Jimin como yo lo vimos con la cara hinchada y los ojos rojos.

Intentó sonreírme pero como resultado solo salió un mueca torcida que le deformó el rostro y entonces se sentó en el sillón de al lado y siguió lloriqueando con el rostro escondido entre sus manos.

La culpa me carcomía vivo. El manager nos había prohibido salir a dar el concierto pues durante los ensayos nuestros cuerpos que no aguantan nada, comenzaron a fallarnos, si, precisamente ese día, especialmente nuestros estómagos.

El doctor dijo que debíamos descansar pero a todo eso ¿que serían dos o tres horas más de esfuerzo? Quería ver las caras felices de los fans, ver su emoción, no pensar en cuanto los decepcionaría y cuan mal se sentirían por ni siquiera darles la cara para expresar yo mismo mis más sinceras disculpas por tener que cancelar el concierto.

Suga, V, ya es hora de irnos —nos llamó uno de los manager. Iríamos al hotel a descansar, bueno no, iríamos al hotel a sentirnos peor y más estresados.

"¡Sólo fue un mareo y un poco de vómito, joder!", quise gritar, quedé sin hacerlo.

Caminé detrás de Taehyung quien se había colocado la capucha de su sudadera, un cubre bocas y unos lentes oscuros. Taehyung también estaba destrozado, sin embargo, él lo demostraba más.

Cerré mis ojos, tomé aire y lo solté. No quería llorar, pero entre más cerca estábamos de la camioneta que nos llevaría de regreso al hotel, más imaginaba los gritos y aclamaciones que harían los fans, de hacerse el concierto con todos nosotros y no solo con tres miserables canciones, no todo el show. No entero, que era para lo que habían pagado y habían estado esperando.

Me senté aun lado de V al llegar al transporte. El manager en el asiento delantero junto con el chofer.

Taehyung recargó su cabeza sobre mi hombro y aunque en otro momento lo hubiera echado a un lado, en está ocasión lo dejé estar. Yo también necesitaba a alguien en quien recargarme y V era perfecto para eso.

...

Al final al estar en un cuarto de hotel, los dos encerrados, enfermos y deprimidos, el aburrimiento era inevitable.

No podía dormir. Ni siquiera podía pensar en dormir aunque eso nos habían ordenado. De todos modos, ya era hora de que el concierto empezara.

Yo haría el intro: Nevermind. Las fans llorarían, sentirían la adrenalina, acompañándome con la emoción, compartiríamos el momento, todos nosotros llenándonos de nuestro esfuerzo, empapando nuestras ropas de sudor y de la energía que emanaban las fans al gritar.

Pero no fue así.

Taehyung estaba tirado en la cama, tapado con la colcha hasta la coronilla de su cabeza, no se movía y desde donde yo lo veía, parecía una oruga flaca. Mejor dicho, una lombriz sin vida.

Suspiré derrotado, llevé mis manos a mi cabeza y alboroté mi pelo. Me coloqué frente al espejo y no me sorprendió lo mal que me veía, todo un asco. Aunque mi pelo se veía tan guay como el de Einstein.

Tomé mi celular y lo comencé a girar en mi mano, la tentación me estaba jodiendo en el hombro, como susurrándome, invitándome a ver Twitter o el Fancafe para saber que pensaban las fans. Como la estaban pasando.

No era una buena idea, imaginaba que los comentarios no serían nada buenos. Tal vez ya tendría a más personas que me odiaran o que me insultaran, a más personas que había defraudado.

Aun así, teniendo eso en mente, lo hice. Entré a internet, y solo puse Suga en una búsqueda en Twitter. Inmediatamente empezaron a llegar miles, tal vez incluso millones de tuits de fans japonesas, no entendía nada y el traductor era una porquería. Pesé a eso, intenté descifrar a que se refería el traductor con lo que decía.

La palabra favorita de la mayoría que nos mencionaban: "tristeza".

Creo que incluso podría llegar a ser tendencia en Japón. O mundial, si las cosas seguían así, seguramente lo lograrían.

Entonces las fans de otros países se darían cuenta y la carga sería más pesada. Para los chicos. Para la empresa. Para mí. No podía quejarme, pues era la vida que había elegido, el camino que había tomado y tener la carga de no defraudar a nadie aun cuando no dejas de ser un humano, era parte de eso. De ser conocido por lo que haces.

A pesar de todo, no me arrepiento. No me arrepiento en lo absoluto por elegirlo.

Me dirigí a la cama al lado de Taehyung, quien me aseguró estar dormido por sus leves ronquidos. Sonreí un poco. Nunca lo había visto tan derrotado. Pero ese día lo entendía por completo. Raro, aunque era verdad.

Los chico llegaron unas horas después, parecían haber corrido un maratón sin haber comido algo antes. Jungkook me sonrió un poco. Parecía completamente desganado, casi lo podía imaginar arrastrándose por el suelo.

Suga hyung —me saludó, era extraño, pero él nunca me llamaba por mi nombre real. Luego se dirigió a la cama en la que estaba Tae y se recostó a su lado después de empujarlo un poco.

¿Qué tan mal estuvo? —pregunté, él solo se quejó, puso su brazo sobre sus ojos y negó.

Lo miré mientras lo hacía, acepté su acción como un "de mierda", es decir, imaginaba lo mal que había sido. Pero sus caras, la cara hinchada de Jungkook me lo dijo, había sido peor de lo que mi imaginación había creado en una escena antes.

Hoseok, por su parte, no dejaba de preguntarme si ya me sentía bien, si seguía sintiendo asco o algo por el estilo.

Hobi, por milésima vez, no, no me siento mal. Sólo fue un mareo. Y tal vez un poco de vómito. No te preocupes —apretó sus labios y luego dejó salir aire de su boca.

Yoongi, sabes que no me refiero a eso —me dijo. Desvié mi mirada. Odiaba que me hablara informalmente porque solo lo hacía cuando estaba intentado llegar al punto sin rodeos.

¿Y qué quieres que te diga? ¿Qué me la pasé de puta madre? —el me miraba sin expresión, seguramente un poco frustrado—. Pues no, no estoy bien, siento como si alguien me hubiera arrastrado por el fango de los cerdos de la granja de la abuela de Tae.

Taehyung gruñó y levantó su mano un poco, sacándola de la colcha en la que estaba escondido.

Yo igual —musitó mientras nos veía a los demás. Su cara asomándose apenas. Su cabello se levantaba por la estética que hacía la colcha, Jungkook soltó una risita mientras intentaba, sin éxito, acomodar el cabello de su compañero de cama... Bien, eso sonó mal. Mejor dicho, de su amigo.

Todos nos veíamos tan patéticamente ridículos. Me fue inevitable no sonreír y luego reír a carcajada abierta. Porque todo era tan extraño, no entendía porque me sentía así, o posiblemente si lo entendía pero no quería pensar que estaba exagerando. Me estaba volviendo loco, todo únicamente por un concierto que no se logró bien. Y otro que ni siquiera sería.

Mi cabeza razonable se esfumó por unos segundos en los que los demás me acompañaron. Me sentí agradecido, por tenerlos, por no ser un solista, por ser parte de un grupo. Por tenerlos como mis compañeros, como mis miembros y por supuesto, como mis amigos.

...

Jimin me despertó por la mañana, ya casi era hora de regresar a Corea. Mientras esperaba a que me duchara y me cambiara, él se entretenía viendo el celular. Para cuando volví mi vista hacía él no parecía contento.

Bueno, el caos apenas comenzaba.

Supongo que mi mirada fue más pesada de lo que esperaba, pues su mirada se dirigió a mí unos segundos después. Tomé la secadora y comencé a secar mi cabello, el tinte verde estaba casi por desaparecer. Seguramente lo teñirían pronto.

¿No son buenas noticias? —me animé a preguntar sin poder ocultar mi curiosidad. Jimin se encogió de hombros y me observo indeciso.

Creo que las fans se están volviendo locas —. Era extraño que les llamará "locas" pero creo que entendía a qué se refería.

¿Qué tanto? —me aventuré de nuevo, sin estar seguro de si quería escuchar la respuesta.

Pues la mayoría están preocupadas, ya hicieron tendencia mundial con sus nombres —"Súper", pensé mientras lo escuchaba—, y están juntando firmas... Para que tengamos un descanso —el soltó una risita incómoda— están realmente preocupadas, hyung, creo que deberías publicar algo en Twitter o en el Fancafe, o les dará un ataque de ansiedad.

Sabía que debía hacerlo, pero no lo haría, entonces todos pensarían que habíamos exagerado —cosa que era verdad, pero no habíamos sido nosotros, sino los managers, y la empresa, y los médicos— me sentiría aún más avergonzado si solo con un día y un par de horas sin horario, milagrosamente, me sintiera mejor después de haber cancelado un concierto para el cual ya había fila y otro que ni siquiera tendría la oportunidad de ser. No lo haría, no por ahora, esperaría un par de días antes de dar noticias mías.

Asentí a lo que me decía Jimin, sin mencionarle que no diría nada en ese momento, no quería defraudarlas más. Ni a los fanboys. Simplemente no quería defraudar a nadie que confiara en mí y en mi trabajo.

¿Los demás ya se fueron? —, él negó.

Están en el restaurante, desayunando. Jin hyung dijo que era extraño que aún no estuvieras despierto así que me pidió que fuera a ver si ya estabas —explicó, yo le sonreí agradecido. Jimin era muy bueno conmigo, al menos la mayoría de las veces.

Siento retrasarte —me apenaba que por mi culpa no estuviera desayunando.

No te preocupes hyung, ayer fue un día muy malo, para todos, pero tú y Tae se siente culpables —se encogió de hombros— no vamos a dejar que carguen esa culpa solos, somos un equipo ¿cierto?

Me sentí aliviado, realmente yo apreciaba a todos ellos más de lo que lo mostraba.

Sí, somos un equipo —él me sonrió y achinó sus ojos aún más, se veía tierno— ¿Nos vamos?

Claro.

Bighit daría un comunicado pronto. Uno con más detalles.

...

Dos días después Taehyung había publicado un video. Realmente la ansiedad no podía con él, así que finalmente dio noticias suyas. Las fans parecían contentas en todos los comentarios que recibió.

Decir que era Superman estaba de más pues en realidad, Tae solía ser débil, a pesar de que no tiene una resistencia física buena como la de Jungkook o Jimin, se esfuerza mucho por resistir. Así que más que un súper hombre, es un súper terco. Justo como yo.

Finalmente, y ya que Taehyung había roto el silencio, decidí publicar una foto mía diciéndoles que estaba bien y cuanto los amaba, bueno, no en medida porque ni siquiera yo sabía. Pero estaba agradecido con ellos y estaba triste por haberlos defraudado de la peor manera.

"No me importa una mierda" recordé lo que decía en el intro. Razoné la letra. Me di cuenta que en realidad solo no me importaba la opinión de quienes me odiaban o de quienes no me habían apoyado, porque la opinión de las fans, a quienes les gustaba mi trabajo, siempre la tenía presente en mente. Siempre.

Y estaba realmente sorprendido por recibir ese amor. Así que me di la misión de entenderles, de saber lo que sentían o mínimo de imaginarlo. Yo quería sentir lo mismo. Liberar mi mente, dejarla abierta y luego centrarme en el mixtape que había dicho que haría desde comienzos del año, podía que antes, ya ni siquiera lo recordaba.

Pero primero, quería regresar a Kobe y ver todo desde la perspectiva en que la veían las fans. Por primera vez en muchos años, deseé ver hacia arriba para comprender y entonces superarme en todo. Deseaba llegar a la cima sin llegar a sentirme superior. Deseaba llegar a la cima pensando en que el esfuerzo solo me había hecho crecer y no subir escalones. Quería ser alto en espíritu. Y para eso, primero debía encontrarme a mí mismo. Si, aunque sonara como un monje budista. Entendía porque los hombres siempre estábamos en busca de ello, era fácil perderse en el camino. Y aunque yo no era creyente, si tenía un templo. Mi templo era la música.

...

Si alguien le hubiera dicho a mi yo de hace cinco años que llegaría un punto en que mi ropa no sería ni negra, ni blanca, que mi cabello tendría colores alegres en tonos pastel o chicle y que me maquillarían para verme bonito... Habría contestado con un rotundo no.

Sin embargo, ahí estaba yo, listo para una presentación antes del descanso que nos darían, peinado y maquillado viéndome al espejo, conforme con lo que veía en él. Listo para tomarme una selfie.

Aunque no había olvidado mi promesa a mí mismo.

Todo parecía volver a la normalidad, era la última presentación. Rap Monnie no estaba pues durante el ensayo para unos premios a los que habíamos sido invitados, había tropezado y caído. Bighit lo llevó al hospital y aunque el líder dijo que no era nada, la empresa —como siempre— no lo dejó participar por una semana durante nuestras actividades. Y se quedó en casa pese que él no quería hacerlo. Por precaución, claro.

Yo imaginé lo que sentía, sin embargo, con él no se estaba cancelando nada, sólo no había participado. Le prometimos que haríamos lo mejor que pudiéramos o incluso más allá de lo que podíamos lograr sin él, cosa que era difícil siendo nuestro líder. Aun así, él dijo que nos vería en las transmisiones, que así nos daría su apoyo.

La última parte de RUN llegó más pronto de lo que esperaba, formamos corazones para las fans en la pose de mariposa y escuchamos gustosos los gritos aclamadores que soltaban. De nuevo mi cuerpo se sentía regenerar con esa energía.

Bajamos del escenario, nos inclinamos y nos despedimos de ellas.

¡Muchas gracias! ¡Los amamos! —gritamos al unísono todos los miembros, y enseguida fuimos al detrás de escenas. A la sala de espera para cambiarnos e irnos a nuestro departamento. El descanso al fin comenzaba. Bueno, después del fanmeeting. Pero ya estaba más cerca.

...

Los primeros en salir fueron los hermanos de Busan, Jimin y Jungkook se despidieron de nosotros con las maletas en mano y sacudiendo la mano de un lado al otro antes de cerrar la puerta.

J-Hope fue el segundo en irse, dijo algo como "que se diviertan" antes de salir. Yo aún acomodaba mi ropa, así que no presté mucha atención. Sólo sabía que él estaba más que emocionado.

Jin también se fue, según lo que me contó mientras acomodaba su ropa de invierno, o para escalar montañas, yo que sé. Iría con compañeros y amigos suyos de la industria a esquiar o algo así. Chicos de su edad. Le dije que tuviera cuidado y que no se enfermara, él me sonrió.

¿A dónde irás tú, Suga? —pensé en decirle, no sabía cómo lo tomaría, pero siendo mi hyung, tal vez podía ayudarme.

A Kobe —respondí y lo observé cuando noté que se detenía, pues dejó de escucharse el rechinido de los cierres de su maleta. Su mirada realmente no me dijo nada.

Pues ojalá encuentres lo que buscas —me ánimo, sus palabras me quedaban como anillo al dedo. Caminó hasta mí y paso su brazo por mi hombro—. Que te vaya bien Yoongi.

Igual, hyung —sonrió guapamente de nuevo y luego salió por la puerta. Lo escuché gritar a Namjoon un "cuídate" y entonces se cerró la puerta.

Taehyung entró a mi habitación, nosotros siempre nos íbamos juntos, como hermanos de Daegu. Pero en esa ocasión no sería así.

¿Vienes hyung? —me preguntó antes de salir. Namjoon se quedaría en el apartamento, dijo que no sabía a donde quería ir, pero posiblemente su madre vendría a verlo.

Negué con la cabeza a V.

Hoy no, Tae —él se encogió de hombros.

Bueno, entonces me voy adelantando, cuídense —se dirigió a mí y a Namjoon.

Tomé la maleta, mi mochila de viaje y me aseguré de no olvidarme del pasaporte. Namjoon me miraba con demasiada atención, mientras le daba un mordisco a una manzana verde que había tomado antes.

¿Iras al extranjero? —curioseo.

Si —contesté sencillamente, Namjoon entendía sin que tuviera que explicarle nada. Se limitó a sisear un "uhm".

Diviértete —aconsejó como los demás y yo asentí.

Eso haré, gracias. Hasta luego —me despedí y por fin salí del apartamento, listo para encontrarme.

...

Lo primero que pensé al llegar fue que soy un estúpido. Pues no llevaba ni un diccionario en el celular. Le agradecí mucho a la chica que se ofreció a ayudarme cuando me vio tan perdido sin saber qué hacer.

Es decir, no era la primera vez que iba a Japón, pero si la primera vez que iba sin un manager que nos dijera que hacer o cómo hacerlo. Al final, me las arreglé para localizarme y luego subí a un taxi, tenía apuntada la dirección del hotel. No era tan estúpido después de todo.

El chofer me dejó frente al hotel, no era lujoso, pero estaba bien pues quedaba cerca del estadio en el que nosotros habríamos dado nuestros conciertos.

Era cómodo y acogedor, y bonito de una forma clásica, sin lujos que lo volvieran caro y no era que yo no tuviera dinero para ir a un hotel mejor, era que simplemente no estaba en Kobe para vacacionar. Al menos no para tomar margaritas y nadar en una piscina en boxers. No de esa forma.

Después de descansar por un rato leve, me duché y me cambié. Iría a ver que concierto había aun si no me sabía las canciones. Esperaba que hubiera un artista que yo conociera, pues me haría más fácil el disfrutar el evento.

Llegué al establecimiento y vi las fechas. La buena suerte estaba de mi lado, le pedí a la señorita de las taquillas que me diera un boleto para el día de mañana. No conocía mucho al grupo que estaría, pero Jungkook y Tae escuchaban sus canciones y yo las conocía por ellos, y me gustaban, aunque no tenía ni una puta idea de que decían. Ella me sonrió, me entregó el boleto.

¿Eres Suga, de BTS? —me preguntó, reconociéndome. No sé qué me delató, si mi cabello verde menta o mi voz.

Sí, soy yo —le aseguré, realmente no me estaba escondiendo de nadie. Era un conocido en Corea, al menos en parte, así que no me molesté en negar algo que soy. Pero prefería que esa búsqueda mía se quedara en secreto, ya les contaría a los demás lo que había hecho durante mi descanso.

Lamento mucho que sus concierto se hayan cancelado, habrían sido un completo éxito —hice una mueca. La miré y ella se disculpó inmediatamente, "lo siento, no quería incomodarte".

Está bien, no me incomoda —me encogí de hombros—, yo también lo lamento.

¿Quieres entrar? —me preguntó luego.

¿Puedo? —ella asintió energéticamente.

Si les digo quien eres, estoy segura que te dejaran —sonreí con gusto.

Sería genial si me dejan pasar —contesté emocionado.

Tal y como dijo se hizo, les avisó a las personas de dentro quien era y unos minutos después estaba caminando por los pasillos del establecimiento. Olía a limpiador y un poco a comida. Me invitaron pero la verdad era que no tenía hambre así que decliné la idea.

Me permitieron caminar al rededor, fui a las sillas, en el frente del escenario y miré hacia arriba mientras arreglaban el escenario. Era extraño verlo como público y no como artista. Sin tener que comprobar el sonido o si funcionaban los micrófonos, o mi vestuario. Solo viendo todo.

Después de un rato de estar por ahí vagando en el lugar, decidí que era hora de irme. Me despedí de la chica de las taquillas y ella me saludó sacudiendo su mano.

Al final comí ramen en algún restaurante que estaba cerca. Estuvo delicioso. Al estilo japonés, sabía completamente diferente. Bueno, no tanto, pero sí que era delicioso.

El día había pasado rápido y no estaba seguro de si había encontrado algo. Pero me sentía un poco mejor. Mientras caminaba y dejaba a mi mente vagar sobre el espacio y el tiempo.

...

El concierto me dejó fascinado. La música era diferente a lo que yo escuchaba, sin embargo, entendí la emoción cuando vas en la fila mientras esperas en el frío. O cuando entregas tu boleto y te dirigen a tu asiento. O cuando la cuenta regresiva comienza y entonces el estruendo del sonido de la música en un volumen alto, suena y el de los gritos de quienes los vemos te hace brincar y empezar a disfrutar el momento. Sientes el corazón en la garganta, se mueve tan rápido. Y luego estás sudando, feliz de la vida, mientras todos cantan junto con el artista y se balancean de un lado al otro al ritmo de la música.

La adrenalina corre por las venas y entonces el momento acaba. El artista se despide, los gritos se van apagando y todos comienzan a moverse fuera, unos riendo, otros solo sonriendo, algunos sin expresión y entonces están los que lloran, los que están tan emocionados, tan llenos de frustración que cuando acaba, sale en lágrimas y se derraman sobre el suelo sucio y entonces parecen aliviados, sin más peso encima.

Lloré, y no habló de llorar de soltar una cuantas lagrimitas y limpiármelas con la mano mientras me veo curioso y las chicas exclaman un "aww". Quiero decir que lloré a lo bestia, con mocos y sonidos extraños saliendo de mi boca. Porque la frustración que había estado sintiendo desde entonces, había explotado y por fin estaba saliendo. Me sentí aliviado.

Por fin había entendido que los fans amaban todos los conciertos no solo por vernos en vivo. Sino que, eran un momento de felicidad que ellas compraban. Un momento de emoción y de alegría. Un momento para gritar todo lo que quisieran y nadie les callaría. Porque para eso eran los conciertos, para divertirse.

Y oré por todos. Pero en especial por mí, por no olvidarme de quien era.

De pronto me encontré inspirado para escribir canciones y mientras estaba en el hotel, con la luz de la pantalla de la laptop iluminándome la cara en medio de la oscura habitación, también revisé nuestras redes sociales.

Los chicos parecían divertirse, incluso cuando algunas fans los acosaban como a Tae o Kook, no creí que ellos se fueran a quejar por eso. Jin en los videos parecía muy tranquilo y me alegré por él. Hobi también parecía estar bien mientras visitaba su antigua escuela de baile.

Por un momento pensé en llamarles a Namjoon o a Jimin, pero olvidé la idea, debían disfrutar el descanso sin interrupciones. A lo mejor ellos también estaban en busca de algo y yo no quería interrumpirlo.

"¿Dónde está Suga?"

También se preguntaban por mí, pero yo no diría mi paradero. Aún no.

Eran las 3 a.m. Cuando por fin me decidí a apagar la laptop y seguir después. Esa noche dormí realmente bien, por fin en mucho tiempo sentía que dormir si hacía descansar a mi cuerpo. Y no dormía solo para evitar el estrés.

...

Debido a que una llamada de imprevisto nos llegó, me vi obligado a cortar mi viaje de encuentro. Tuvimos que regresar a dar una verdadera última presentación como parte de las promociones, está vez con todos los miembros después de lo que se sintió como mucho tiempo. Con la mariposa-corazón de siete al fin completada.

Para mi sorpresa y la de los demás, ganamos el primer lugar. Yo no podía apartar mi vista del trofeo, pues en mis manos se veía aún más brillante y hermoso que en la de los demás.

Hicimos una despedida extraña, bailamos y brincamos por el escenario y las fans parecían alegres. Así que eso nos motivó aún más a seguir con nuestras payasadas.

Grabaron todo para un Bangtan Bomb y luego lo subieron. De nuevo, la respuesta a todo era muy buena y yo me sentía feliz pues si bien lo del concierto no se había olvidado del todo, ya nadie estaba triste.

Así que comencé a escribir en twitter todo lo que había hecho en los pocos días de descanso, como me había sentido y cuan agradecido me sentía con todos. Mostrando una cara que tal vez no había mostrado antes.

No era frío, era honesto. No me gustaba jugar a hacerme el menso. Así que me abrí, no tanto de artista a seguidor. Sino de humano a humano. Esperando que entendieran lo que decía y estuvieran dispuestos a ver una nueva cara mía y de mi música. Trabajaría más duro. Volvía a ser quién era, en versión mejorada, y recordando que había aceptado como parte de mi vida.

No quería dar ese amor por sentado. Así que sabía con toda certeza que me esforzaría más, por todos. Que daría más amor y cosas con mayor valor. Mejor música, hasta llegar a ser la inspiración de alguien más y la mía propia.

Mi espíritu sería más alto con ayuda de todas las personas que me rodeaban, y yo lo agradecía de todo corazón.

Aún lo hago.

Notas finales:

Bien, eso es todo. Solo me quería librar de lo que imaginaba y no lo haría a menos que lo pusiera por escrito. 

Ojalá les haya gustado, a mi si me gustó y claro, no lo olvidó. Galaxy Diamond que incluso cuando no tengo el mejor ánimo me apoya y me empuja a publicar. Lo siento y gracias por todo. 

Los veo luego. 

 


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