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Problema por Topo

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Notas del capitulo:

Nos leemos abajo :D



Jongin tenía un problema. Serio. Muy serio.

Su novio Do Kyungsoo, quien por cierto apenas cumplía la mayoría de edad, era cinco años menor, y era con quien tenia dos años y medio de relación formal y otra mitad de año de relación en que ninguno sabía qué estaba pasando allí.

No podía evitarlo, no podía prohibirle a su cuerpo que reaccionara tan violentamente cuando Kyungsoo se sentaba en su regazo y daba brinquitos al compás de la música cuando estaban todos juntos en el karaoke. No podía prohibirle a su cabeza que creara películas muy subidas de tono cuando su pequeña pareja comía piruletas de esa manera. No podía prohibirle a su traidor pene que se acordara de ponerse como roca cuando su novio hacia sonidos eróticos mientras lo besaba. Nada, no podía evitarlo.

Estaba frustrado sexualmente, porque Jongin tenia una salvaje mitad animal en su interior, y no quería ser tan rudo con Kyungsoo, no quería que su novio se enterase y se sintiera forzado a nada. Por eso, lo ocultaba lo más que podía, llorando como alma en pena en su interior cuando se separaba gentilmente de un beso que subía revoluciones demasiado rápido, cuando animaba a Kyungsoo a pararse de su regazo y cantar con los demás en el karaoke, cuando lo regañaba suavemente de los dolores de tripa que podían darle si comía muchas piruletas. Todo cuando en realidad quería montarlo sobre sus caderas y tomar a Kyungsoo duro contra la primera superficie plana.

Quería con todas sus fuerzas que esa mirada confundida de los ojos grandes y límpidos de Kyungsoo fuese de desilusión, de un ruego para que lo tocara y manchara su piel de mordiscos y chupones. Pero no, Kyungsoo lo miraba confuso y luego asentía y obedecía.

Jongin lloraba internamente con la docilidad de su pareja, aquello lo mataba, y sentía que en algún momento iba a acabar matándose a pajas en la ducha por culpa de su dulce Kyungsoo.

Estás frustrado sexualmente, le dijo Sehun con una risa y su sorprendentemente nulo tacto en situaciones graves. Como esa, por ejemplo.

La solución, sin embargo, vino de su ya mencionado amigo falto de tacto y delicadeza, quien arrastró al sufrido Jongin hasta el centro comercial cuando anochecía, y lo escondió debajo de una mesa apartada en un pequeño y simpático café, a pesar de sus protestas.

Cuando estuvo a punto de salir, unas voces se escucharon, y dos pares de piernas tomaron asiento en las dos sillas de la mesa en donde se escondía, unas enfundadas en jeans y converse y otras en pantalones de vestir y zapatos caros. Jongin maldijo a Sehun con todas sus fuerzas, esperando que sus maldiciones tuviesen la suficiente fuerza para hacer que su traidor amigo se machaque dolorosamente un dedo, por lo menos.

-¿Qué has hecho con lo de Jongin? -una voz masculina, conocida, pero que no pudo identificar, mencionó su nombre y Jongin se quedó quieto, olvidando sus planes para salir de allí sin que lo pillaran.

-Lo he intentado... -la voz de Kyungsoo llegó a sus oídos y ahogó una exclamación.

¿Qué hacía su novio hablando de él con otra persona?

-Bueno, ¿y qué tal? -cuestionó el otro.

Kyungsoo empezó a hablar, pero se interrumpió, y segundos después la camarera les llevó su pedido y se marchó.

-Lo he intentado, Lu. -Jongin odió la tristeza en la voz de su pareja- Jongin no me ve como quiero que me vea también. Yo... creo que no soy lo suficiente bueno para él. -dijo tan bajo que a Jongin le costó escucharlo- Tenemos tres años, Luhan, y nunca ha intentado tocarme, nunca me ha mirado como Sehun a ti. No me desea. -su voz tembló, y Jongin estuvo a punto de salir impetuosamente y llevarse a Kyungsoo lejos.

-¿Lo has hablado con él? -preguntó Luhan, condescendiente.

-No, ni lo haré. No quiero que se entere de que quiero estar con el pero que soy un incompetente. No quiero que lo haga por pena. Tengo que dejarlo ir, Lu. -murmuró, moviendo las piernas por debajo de la mesa.

Jongin tragó fuerte.

-No puedes dejarlo así por así, Soo. Lo amas, ¡por amor a Jesús! Es una estupidez que lo dejes sin un motivo válido. Solo es hacerle saber que necesitas que se ponga bestia de vez en cuando. No es tan difícil.Es posible que no quiera tocarte porque apenas eres mayor de edad. No puedes decir cosas como esa a la ligera. Si yo fuera Jongin tampoco te hubiese tocado a menos que me lo pidieras, porque ¡vamos, que te ves frágil y quebradizo, no puedes culparlo por eso!-Luhan le reclamó, y Jongin lo bendijo con toda su alma.

-Luhan, Jongin es muy inocente, no puedo corromperlo así, por favor, no me pidas que le diga eso. Me invitaste aquí para hablar solo de esto, ¿no? Lo siento, no hay nada más para decir. Si solo era eso, ¿podemos marcharnos, por favor? Ya no tengo apetito. -murmuró, y el suspiro derrotado de Luhan fue la única respuesta.

-Bueno. Vete a lavarte la cara, Soo. Se nota que estás cansado.

Las piernas que le correspondian a Kyungsoo, enfundadas en unos pantalones jeans y unas converse rojas con la franja inferior color negro se movieron y se levantó, dirigiéndose a los baños.

-¿Escuchaste todo, no, pedazo de idiota? -Jongin casi gritó del susto cuando a una velocidad supersónica, Luhan se asomó hacia abajo de la mesa- Te daré una hora para que estés en el apartamento de Kyungsoo mientras yo lo entretengo y lo hago darse un baño en mi apartamento para que suelte algo del cansancio de la universidad. ¡Convéncelo y olvídate de tu frustración, carajo! ¡Hablo en serio, no lo arruines! -cuchicheó, volviendo a sacar la cabeza.

Luhan se levantó cuando Kyungsoo apareció y le hizo una seña para que salieran. Un par de minutos más tarde, Jongin salió discretamente de su escondite y salió por la puerta, ganándose un par de risitas por parte de la camarera que sirvió antes en la mesa, quien parecía saberlo todo.

“Esa chismosa entrometida... apuesto que le parecerá todo muy gracioso...” pensó avergonzado mientras caminaba a su auto, bendiciendo a Sehun y a Luhan con toda su alma por salvar su trasero de una inminente ruptura dolorosa por una estupidez que ninguno quiso hablar. Condujo hasta el apartamento de su novio, sacando las llaves de repuesto de debajo de las macetas de la entrada.

Entró. El lugar estaba en penumbras y encendió la luz para saber donde sentarse sin tropezar con nada. Apagó la luz, cerrando la puerta tras él nuevamente y se dirigió a uno de los sillones que se daban justo a la puerta de entrada, de modo que en cuando Kyungsoo encendiera la luz, lo primero que saltaría a la vista sería Jongin en el sillón.

Se acomodó, quitándose el saco y colocándolo en el espaldar del sillón, aflojándose el nudo de su corbata, cruzando las piernas y repantigándose hacia atrás, con las yemas de los dedos juntas a la altura del mentón, esperando con paciencia la llegada de su pareja.

No más Jongin lindo y dulce por el resto de la noche.

Media hora más tarde, el cerrojo crujió y la puerta se abrió lentamente. La silueta de Kyungsoo, recortada contra las luces del pasillo, hizo su aparición; la mochila colgada en su hombro, la cabeza gacha y arrastrando los pies. La puerta del apartamento fue cerrada con suavidad, y en la penumbra Jongin distinguió a Kyungsoo con la espalda apoyada de la puerta y el rostro bajo, suspirando ruidosamente.

Su pareja encendió la luz, y al alzar la mirada, soltó un débil grito de susto, retrocediendo hasta la puerta y agarrándose el pecho, los ojos muy abiertos.

-¡Jongin! ¡Vas a matarme del susto!

Jongin sonrió. Kyungsoo era tan violable.

-¿Jongin? -preguntó el chico, algo nervioso por la sonrisa que surcaba el rostro de su novio- ¿Qué pasa?

Jongin se acomodó, aflojándose un poco más el nudo de su corbata. Kyungsoo pareció encogerse y enrojeció bajo la mirada de Jongin.

-Creo que hay algo que quieres decirme, Soo. -habló bajo, su voz baja y grave atravesando el espacio- Dímelo, Soo. Sabes que lo sé.

-Jongin... yo... -Kyungsoo se trabó, paralizado junto a la puerta.

-Bien -terció serio-, te ayudare un poco, dado que ahora no puedes hablar. ¿Que quieres de mí, Kyungsoo? -miró complacido el visible estremecimiento de su pareja.

Kyungsoo estaba mudo y miró al suelo, su rostro y sus orejas de un feroz tono escarlata.

-Kyungsoo. -le llamó, la advertencia en la voz.

-Yo... -Kyungsoo gimió bajo- Todo... quiero... estar contigo. -farfulló, encogiéndose.

-Aw, bebé. -rió ronco, con suavidad- ¿Esa es la razón por la que estuviste a punto de tirar tres años de relación por la ventana sin decirme el por qué? -se levantó al fin y su novio alzó el rostro, la ansiedad en sus rasgos- Presionaré tu límite, bebé, ¿crees que estas listo? No tengas miedo de contestarme, Kyungsoo.

Kyungsoo tembló y Jongin rió con suavidad.

-Yo... -su encantadora pareja estaba demasiado aturdido, pero asintió.

-Bebé, elevaré la temperatura, te haré de todo hasta que los vecinos sepan mi nombre y no puedas hacer nada mas que intentar respirar. No hay escape cuando comience y deberás aguantar hasta que termine, ¿quieres seguir? -preguntó con ligereza, levantándose y acercándose lentamente al muchacho que inspiró violentamente y se estremeció ante las palabras viniendo de la voz grave de Jongin acercándose progresivamente.

-Jongin... por favor... -gimoteó.

-¿Sabes con quién te metiste, bebé? ¿Pensaste que era todo lindo y tierno? ¿Que un ángel te había conquistado? -se burló con suavidad ante la ingenuidad de Kyungsoo y se situó ante él, alzando su barbilla con un solo dedo, obligándolo a mirarlo- ¿Aguantarás lo que te haré? Me pondré algo brusco. Pero aceleraré tu ritmo, esta bien. Lo lamento por tus vecinos. -sonrió torcidamente.

-Jongin... -rogó el menor cuando el mayor se deshizo de su corbata con un perezoso tirón que alboroto su pelo, dándole un aspecto entre sexy y salvaje.

-Shh, bebé, no tienes permitido protestar, ¿queda claro? Solo tienes permitido gritar. -lo interrumpió, callándolo con un dedo sobre los labios gruesos del menor.

Camiseta, zapatillas juveniles, pantalones jeans, camisa, pantalones de vestir, zapatos caros, cinturón, calcetines y boxers volaron como pequeñas banderas al viento, yendo a parar a cualquier lugar durante el trayecto de la pareja hasta la habitación, y dando comienzo a una de las más largas y engorrosas noches que pudieron pasar los vecinos del muchacho universitario en sus cortas vidas como vecinos.



 

Notas finales:

No me maten, eh

El lemon/smut esta temporalmente fuera de mi alcance lol

¿Alguna duda, queja o sugerencia? xD

Chau xD


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