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Bajo la luz de la luna por SantiagoGQ

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Notas del capitulo:

Los personajes pertenecen a Masashi Kishimoto 

El día en la aldea de la hoja estaba apenas comenzando, los primeros rayos del sol salían, los pájaros cantaban, las hojas de los árboles se movían con la suave brisa y las personas comenzaban sus días de un buen humor. En la casa de Iruka todo estaba muy calmado, era una de las ventajas de vivir solo se decía el mismo, aunque en el fondo deseaba tener alguien a su lado que llenara sus días, pero no quería acelerar las  cosas, algún día conocería al chico ideal para el, ya que las mujeres no le atraían tanto como los hombres. 

Esa mañana en particular me sentía muy contento, desayune huevo con pan tostado y un poco de café, me di una rápida ducha y me arregle para empezar el día, por las mañanas trabajaba de profesor dando clases en la escuela y por las tardes ayudaba en el edificio de la hogake, tenía ambos empleos porque me gustaba ahorrar dinero, me hacía sentir a salvo. El día transcurrió de lo más normal, di mis clases pero a la hora de salida cuando salía de la escuela Naruto corrió hacia mi, parecía muy emocionado ya que tenía su gran sonrisa característica y movía su mano de un lado para otro para llamar mi atención.

-Iruka-sensei, espere- 
-Naruto, ¿qué sucede?-
-Necesito hablar con usted pero ahora tengo un poco de prisa, ¿podemos cenar en ichiraku mientras hablamos?-
-Claro Naruto, no tengo nada que hacer en la noche-
-Muy bien, usted pagará ¿cierto?- dijo rascándose la nuca.
-Debía suponerlo, bien, nos vemos en la noche- Dijo Iruka despidiéndose.

**
Me dirigí hacia el edificio de la hokage, tome nota de los pendientes que hacían falta y los cumplía uno a uno, cuando cayó el atardecer Shizune me estaba buscando y me comentó que Tsunade quería hablar conmigo y deje lo que estaba haciendo para dirigirme a su oficina.

-Tsunade-sama, ¿hay algo que pueda hacer por usted?- pregunté con propiedad al entrar a su oficina.
-Iruka, pasa y toma asiento... Tengo algo que discutir contigo-
-¿De que se trata?-
-Bien, todos los chūnin de la aldea están ocupados, excepto por ti-
-Así es, necesito tener un control con mis alumnos, por eso no salgo en misiones-
-Eso tendrá que cambiar, hay una persona que pide una escolta para llegar hacia su pueblo, está a más de medio día de camino, es una misión de clase C así que te podrás hacer cargo solo-
-Muy bien, ¿que día va a ser?-
-Mañana a primera hora, tendrás que llevar material para acampar ya que no alcanzaras a hacer el recorrido, dormirás en el bosque ya que en ese camino no hay pueblos aledaños-
-Tendré todo listo para mañana-
-Ya es todo, puedes retirarte, hablaré a la escuela para que suplan tus clases-
-Muy bien,  con permiso-

**
Bien, supongo que tendré que volver a casa para preparar todo, mañana va a ser un largo día, que extraño que no haya ningún pueblo de camino, supongo que por eso pedía que un ninja lo acompañara quizá no se sentirá seguro... Demonios olvide lo de Naruto tendré que darme prisa ya anocheció. Me dirigí lo más rápido posible hacia ichiraku, estoy seguro que Naruto ya estaba esperándome, con lo que le encanta ese lugar haría lo que fuera por no perderse una cena allí, llegando pude escuchar la voz de Naruto dentro, estaba bromeando con algo que le pasó en una misión, me alegra mucho que ya sea todo un ninja.

-Buenas noches- Dije moviendo la cortina del techo de ichiraku.
-Iruka-sensei, hasta que apareció-
-De que hablas, apenas anocheció- 
-Ya se pero ya llevo rato esperándolo, siéntese, ya pedí lo suyo-
-Que bueno porque tengo hambre, y ¿de que querías hablar conmigo?-
-Bien verá es que... Me preguntaba porque usted no tiene una pareja-
-¡¿Que?! ¿Porque piensas en eso?- dije después de escupir el té que tomaba.
-Es solo que a mí me está gustando alguien, y me preguntaba porque usted no estaba saliendo con nadie, digo, puede ser considerado atractivo para muchas-
-Mira, es solo que ahora no me es muy importante eso, quisiera salir con alguien pero no tengo nadie en mente por ahora-
-Entiendo... Espero que encuentre a esa persona- 
-Y dime, a ti quién te gusta-
-Es que... No es que me guste pero últimamente se ah comportado muy extraño conmigo y no me lo puedo quitar de la cabeza-
-¿Eso significa que es un chico?-
-¡¿Cómo?!, no bueno... tal vez- dijo ruborizándose un poco.
-Oye no hay problema, a mí también me gustan los hombres, no hay porque avergonzarse de eso-
-¡¿Usted es gay?!-
-Naruto, quieres no gritarlo, no me avergüenzo, pero no quiero que toda la aldea este hablando de mi-
-Entiendo, lo lamento-
-No hay problema, dime ¿ese chico es Sasuke?
-¿Como lo supo?-
-Me lo imagine, ahora que kakashi los entrena pasan mucho tiempo juntos y puedo ver cómo se preocupan por el otro. ¿Le dijiste lo que sientes?-
-No, ni siquiera se si es gay, bueno aunque nunca ah tenido novia-
-Deberías de decirle lo que sientes, y si él no se siente igual pues olvídalo-
-No creo que sea tan fácil-
-Vamos, ¿Desde cuándo le temes a algo?-
-Tiene razón pero con él es diferente-
-No lo pienses hazlo y te darás cuenta si pueden ser pareja o no-
-Bien, que mal que kakashi aún siga fuera de la villa, no tengo excusa para verlo-
-¿Kakashi está fuera?-
-Así es, lleva dos días en una misión, quién sabe cuando vuelva-
-Ya veo...-
-¿A usted le gusta kakashi?- me preguntó con una gran sonrisa.
-jajaja no es eso, es solo que es un ninja de la aldea y espero que este bien-
-Es una lástima porque usted si le gusta-
-¡¿Qué, él te dijo eso?!-
-No, pero siempre me pregunta por usted-
-Que raro, y ¿porque nunca me habla?-
-Quizá le da vergüenza-
-No creo, supongo que estás confundiendo las cosas... Oye nos vemos después ya es tarde y mañana tengo una misión a primera hora-
-Bien hasta luego Iruka-sensei-

Me despedí de Naruto y pague la cuenta para irme a arreglar todo para mañana estando en mi casa limpie un poco y acomode todo en la mochila de viaje, me dispuse a dormirme cuando me repetía en la cabeza lo que me dijo Naruto, ¿en verdad kakashi le preguntaba por mi?, no creo que sea para tanto, digo si sintiera algo por mí me lo demostraría, por lo menos se acercaría a mi... Pero no lo hace, mejor me olvido de eso, mañana tendré que estar listo.

**
Ni siquiera había amanecido cuando ya tenía el desayuno en la mesa, simplemente cocine dos emparedados de jamón que comí con sopa de miso y un poco de café para terminar de despertarme. Después tome mi mochila de viaje y me dirigí a la salida de la aldea, tuve que esperar allí hasta que llegó un señor mayor que venía que una bolsa de pergaminos, supongo que era información que la hokage le dirigía al pueblo al que se dirigía, pero trate de no ser entrometido y no le pregunte.

De camino solo hablábamos de cosas sin importancia, me comentó que era padre de tres niños y una niña, todos muy juguetones, por eso su mujer se preocupaba por su bienestar y lo obligó para que pidiera un escolta, supongo que tenía sentido. Seguimos todo el camino hasta llegar a su pueblo, era un lugar chico pero bastante acogedor, me despedí del señor amablemente y regrese por el mismo camino apenas comenzaba a atardecer pero preferí a darme prisa, aunque no importaba que tan rápido fuera, debía de acampar en el bosque.

**
Camine todo lo que pude hasta que mis pies comenzaron a dolerme llevaba todo el día caminando y ya era de noche, podía ver todo el firmamento, la luna estaba casi llena y se veía muy grande, supongo que es esa época del año cuando la luna está más cerca de la tierra, me detuve a un lado del camino, dentro del bosque y comencé a sacar todo de mi mochila prepare mi cena que era comida enlatada, y me prepare para dormir cuando escuché un sonido a lo lejos, no le di importancia, me imagine que era un animal que estaba allí cerca pero no se acercaría a mi porque no tenía una fogata. Después escuche el crujido de una rama que ahora estaba casi junto a mí y eso sí me alarmó, me levante y tome un kunai para ver de qué se trataba, no se vía nada, la luz de la luna era lo único que otorgaba visibilidad, después escuche unas risas y me extraño eso.

-Miren que tenemos aquí chicos- Escuche que dijo alguien a mis espaldas y gire para verlo, al parecer eran tres bandido que estaban en el bosque.
-Si es un ninja de la hoja-
-¿Qué hace alguien tan lindo aquí, eh?- dije el que yo pensé que era el líder de ellos.
- Larguense de aquí van a venir mis amigos y entre todos acabaremos con ustedes-
-No te preocupes, llevamos tiempo observándote, estás solo-
-No tienes que temer, no te haremos daño- dijo el bandido junto a él.
"Maldita sea, todas mis armas están en donde estaba acampando, si logro lanzarle el kunai quizá me da tiempo para alcanzar mis armas y darles pelea".
-No hagas esto difícil y deja que te hagamos nuestro, te prometo que te va a gustar-
-Maldito degenerado- dije mientras le lanzaba el kunai al que estaba más cerca y me eche a correr lo más rápido que pude, pero alguien me pego en la cabeza y me tiro al suelo, uno de ellos me amarro los brazos y las piernas mientras me sentía desorientado, pude ver que al que le lanzó el kunai se lo arranco del hombro y se acercó a mí.
-Vas a necesitar más que eso para acabar conmigo, lindura-
-Suéltenme malditos bastardos- grite, pero uno de ellos me abofeteó para callarme.
-¡Lárguense de aquí!, el va a ser mío primero- los otros dos bandidos se fueron molestos.
-Valla... De cerca te ves aún mejor... Que te pasó en el rostro, alguien te corto- dijo mientras pasaba su dedo en mi cicatriz.
-No me toques- dije mientras me giraba a otro lado.
-Bien solo te voy a coger como nadie lo ah hecho en tu vida- dijo mientras comenzaba a rasgar mi ropa y a lamber mi mejilla.
-¡Ayuda!- fue lo único que alcanza a gritar. 
-No hay nadie, grita lo que quieras- me susurró al oído mientras yo sentía asco por cómo me miraba con lujuria y como sobaba su pene erecto en mi muslo, no dejaba de lamber cada parte de mi cuerpo bajando cada ves más hasta llegar a mis tetillas que mordió, no pude resistir a que se escurriera una lágrima por la humillación y la impotencia que sentía.
-¡Por favor, alguien ayúdeme!- seguí gritando esperando que me salvarán pero el bandido no hizo más que quitarme los pantalones y la ropa interior para comenzar a manosear mi trasero, decía que era el trasero más delicioso que había visto y yo seguía llorando ahora ya no tenía esperanzas de que alguien me salvara, ya no había más que hacer, esos malditos iban a violarme, maldecía una y otra vez por lo que me estaba pasando.

Entonces escuche unos gritos ahogados a lo lejos, algo les había pasado a los otros bandidos.


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