Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Una vez más. por Ddai

[Reviews - 15]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Renuncia: Todo le pertenece a ONE, este fic no se realizó con fines de lucro, fue solo por hobby (en serio xD)

Bueno ¿Qué puedo decir? No hay quien no shipee a este par, son perfectos.

Obviamente saitage (saitamagenos) y alguna otra pareja que se me ocurra por ahí. No será un fic muy largo, al final es una especie de instrucción o intermedio alternativo justo después de la zaga de Garou. (Espero no tardarme mucho en actualizar)

Notas del capitulo:

Bueno como lo puse antes, espero no tardar tanto en actualizar, quizás solo tenga unos 4 o 5 capítulos, y no garantizo ningún leemon, pero si informo que Genos será un poco diferente ¿Qué tan diferente? Pues eso lo sabrán después.

I

Pasado

 

La alarma de la ciudad sonaba constantemente, en esta ocasión se trata de una alerta “Nivel Demonio”, las personas alrededor del centro estaban evacuando, un enorme pájaro era quien los atacaba y estaba gritando algo sobre reclamar el suelo para los “volantes”. Honestamente no tenía nada que ver con él, no más. Su turno en la tienda de conveniencia ya había terminado y era momento de volver a su departamento, pensar en lo que haría para cenar y tal vez miraría alguno de esos tontos programas que ponían a media noche, solo para acallar el silencio. Lo que más detestaba era el silencio.

Lo siento mucho…

Seguía viviendo en un apartamento pequeño, con apenas lo suficiente para vivir, después de todo la frugalidad siempre había sido el eje de su estilo de vida. Cenó ramen instantáneo y luego se acostó a dormir, cayó en un sueño profundo mientras oía, a lo lejos, que la alerta nivel demonio seguía repitiéndose.

Él estaba mirando el cielo, el cual estaba completamente oscuro, no importaba, estaba corriendo porque tenía un lugar al cual necesita llegar sin demora. Una alerta nivel demonio había sido lanzada y en poco tiempo ascendió a nivel dragón.

Un ciborg avanzado y con gran poder de ataque había aparecido en ciudad K, por medio del celular, Genos, se había comunicado con él para informarle que estaba de camino para pelear contra el ciborg, durante la corta llamada hubo estática y después se cortó la comunicación, no pudo volver a comunicarse con él y no supo si el problema era la señal o si le chico había sido sorprendido por un enemigo, lo único que sabía con certeza era que tenía que darse prisa.

ÉL corrió un largo tramo, se sentía como estuviera corriendo por varias horas, mirando la oscuridad del cielo en todo momento, no había nada más que él y la negrura en un camino sin final.

Sintió que había pasado tanto tiempo que en algún momento consideró el detenerse ¿A dónde estaba yendo? A luchar con un monstruo seguramente pero ¿Qué caso tenía apresurarse a correr si no llegaba a ningún lado? No habría ninguna diferencia…

Sensei…”

Oyó el suave murmullo de aquella voz. No iba a detenerse, él lo estaba esperando, tenía que apresurarse. Sintió como si hubiera corrido durante una eternidad hasta que finalmente llegó, la ciudad estaba destruida, solo habían los pedazos de edificios y casas por doquier, el monstruo no debía de estar lejos.

“Sensei… Yo quería decírtelo antes…”

No se trataba de un monstruo, se acordó en ese momento, era un ciborg, no era tan grande ya que no llegaba a los tres metros de altura, era bastante robusto y parecía moverse frenéticamente para luego quedarse completamente quieto por unos instantes y después comenzar a moverse de nuevo.

¿Por qué se estaba comportando así? Tal vez era una falla, un virus tal vez, Genos había mencionado en algún momento que eso podía llegar a suceder algunas veces, en especial cuando el cerebro tenía más implantes electrónicos que materia orgánica, él pensó que debió de prestar más atención a lo que el joven rubio le había dicho sobre los ciborgs y sus limitaciones.

Pero no tenía tiempo para eso, tenía que detener al ciborg y luego buscar a Genos, así podrían volver a casa y quizás hallaran alguna oferta interesante en el camino.

—     ¡Maestro! — aquella voz lo estaba llamando y Saitama abrió los ojos, sorprendido al darse cuenta de que Genos estaba sobre el otro ciborg — ¡No tenemos tiempo que perder! — su pupilo estaba aferrado al ciborg asesino, pero de él sólo quedaba la mitad de su cuerpo y uno de sus brazos, estaba sujeto del ciborg loco mediante varios cables que salían de su cuerpo e incluso su Core — ¡Si no lo destruye ahora, sensei, destruirá la ciudad y todo lo que está cerca! — durante su intercambio de palabras el ciborg loco no había dejado de intentar moverse, abriendo sus paneles frontales y cerrándolos repetidamente.

—     ¿Genos? —no podía creer que su joven alumno estuviera sugiriendo eso ¿De verdad quería ser aniquilado junto con el otro ciborg? — ¿De qué estás hablando? —

—     ¡La secuencia de autodestrucción ya inició! — estaba tratando de detener al ciborg loco con su mera fuerza de voluntad — ¿Con su capacidad de ataque destruirá todo a cincuenta kilómetros a la redonda! — por unos momentos ellos cruzaron sus miradas — ¡Todas las personas van a morir! —

—     ¡Pero tú también serás destruido! — tenía que haber otra forma, seguro que podían hallar otra forma, desgraciadamente el robot finalmente se detuvo, abriendo sus paneles por completo, brillante intensamente.

—     Lo sé… — Genos le mostró una sonrisa suave y triste — Esta bien yo sabía que pasaría… Lo siento mucho sensei —

Saitama corrió a toda su capacidad, golpeando al ciborg hacia el cielo, la explosión iluminó el firmamento de tal forma que dio la ilusión de que era medio día.

—     ¡Genos! ¡Genos! — lo llamó desesperadamente, había sujetado el torso de su discípulo para que no fuera arrastrado con el otro ciborg, pero nunca lo había visto en tan mal estado, estaba destrozado por dentro, su Core estaba muy dañado y la grita en su rostro dejaba ver su calavera metálica — ¡Genos! —

—     Lo sien…to sen…sei — se las arregló para hablar al tiempo que su energía se iba consumiendo — Si no… lo hu…biera de…tenido — su voz se estaba mellando con la estática — Él… hubie…ra.. vo..lado la ciudad… — movió sus orbes para poder ver el rostro de su maestro.

—     ¡No gastes más energía! —Saitama lo sujeto con fuerza, tenía que llevarlo de inmediato con el científico, aún tenía tiempo.

—     Sensei… —sonrió suavemente de nuevo — No iba… a decírtelo… —se esforzó para que sus palabras salieran lo más nítidamente posible — Porque… Solo quería venganza… contra el ciborg… Pero yo… quiero que… lo sepas… —

—     ¡Solo cállate, demonios! — no podía orientarse con todo destruido, no conocía esa maldita ciudad y no tenían ningún punto de referencia.

Lo siento mucho, sensei… Por todas las molestias que te causé. Todo lo que quería era llegar a ser digno de ti, Saitama sensei… Te amo…

—     ¡Genos! — Saitama se levantó sobresaltado, respirando agitadamente, de nuevo sus recuerdos se habían mezclado con sus pesadillas, lo perseguían constantemente para no dejar que lo olvidara.

Saitama tranquilizó su respiración y volvió a acostarse, apenas iban a dar las tres de la mañana. Ya habían pasado dos malditos años y nada había cambiado, el dolor solo había disminuido un poco, pero nunca se iba del todo, no había hallado consuelo en ninguna parte de su mente, se dio cuenta de que nadie podría ocupar el lugar que el ciborg rubio había tenido en su vida.

“Saitama sensei… Te amo…

Esas palabras lo perseguirían hasta el final de sus días, lo que más lo carcomí a por dentro fue no haber podido contestarle. Le tomó casi seis meses comprender porque su pérdida lo agobiaba tanto, seis meses después de su muerte se dio cuenta de su propia idiotez. Ahora, a dos años del incidente, se daba cuenta de que los fantasmas del pasado jamás lo dejarían tranquilo hasta que volviera a ciudad Z y le diera un cierre al capítulo más doloroso de su vida.

Miró por la ventana, no quería fijar su vista en el calendario que estaba justo a un costado del marco, el aniversario sería en pocos días y tendría que hablar con su jefe, necesitaría un par de días libres para poder volver y despedirse apropiadamente de él…

Ciudad Z tenía menos habitantes que dos años atrás, gracias a las constantes amenazas de monstruos que iban apareciendo. También habían llegado nuevos héroes, entre ellos dos de clase “A” que residían en la ciudad, pero no era suficiente para mantener la seguridad. La defensa de la ciudad había quedado a cargo, en gran medida, de Silver Fang y de Fubuki, quien aún era la máxima en la clase “B”. Sencillamente era imposible salvarlos a todos, pasaba exactamente como el monstruo humano, Garou, lo había dicho, él estaba cumpliendo su condena en una cárcel de máxima seguridad, vigilado de cerca por Pri Pri Prisioner,  no se le permitiría salir de ahí en al menos cincuenta años.

Fubuki se había quedado ahí para ayudar en lo que pudiera, se sentía obligada a hacerlo después de ver a Saitama derrumbarse y alejarse de todos, él simplemente había dicho que no volvería a ser un héroe y desapareció. Ella no podía ir detrás de él, era de las poquísimas personas que sabían la verdad, aparte de ella solo Bang y King supieron de la muerte de Genos.

Para el resto del mundo Demon Ciborg simplemente había desaparecido, al igual que Capped Baldy, los rumores de que abandonaron su “misión” como héroes había corrido por un tiempo, otros rumores, como el que habían salido en una misión secreta para la Asociación de héroes, también se escuchó, al pasar de los meses la gente se fue olvidando del héroe ciborg poco a poco, dejándolo en el olvido poco después de un año. La asociación de héroes borró a los dos del registro sin notas adicionales, para ellos ambos héroes habían muerto o habían abandonado porque nunca se comentó que fueran vistos ningún sitio.

Saitama llegó a la ciudad bastante temprano, no quería vagar por los alrededores, solo habían pasado dos años y existía la posibilidad de que alguien pudiera reconocerlo aun cuando ya no usara el traje amarillo. No quería visitar a ninguno de sus conocidos del lugar. Fue directo al lugar que quería visitar.

El cementerio estaba casi a las afueras de la ciudad, en la parte más antigua y olvidada él había colocado una gran piedra, de dos metros de alto, perfectamente redonda. La piedra solo tenía el nombre de su alumno justo por arriba, en dónde no fuera fácil leerlo y con una letra pequeña, así no sería fácilmente reconocible.

Se puso justo delante de la piedra, sin moverse. No había llevado nada con él, ni ofrendas o flores siquiera, todo eso se sentía irreal para él pero estaba muy consciente de que estaba despierto, eso no era una pesadilla suya. Permaneció de pie en ese lugar por casi treinta minutos, sin moverse. No sabía que hacer o decir, tal vez se portaba así porque sabía que ahí solo había una roca, no había nada enterrado en ese lugar, ni siquiera cenizas, el cuerpo del chico se había quedado en el laboratorio del científico que realizó sus reparaciones en el pasado ¿Qué sentido tenía hablarle una roca de todos modos? La sirena de alerta comenzó a sonar, pero él iba a ignorarla, ya no era un héroe y no volvería a serlo.

—     Sabía que te encontraría, pero no creí que de verdad estuvieras aquí — Fubuki estaba caminando hacia él, ella parecía que había corrido por un largo tramo o quizás simplemente había estado peleando contra algún monstruo — ¿Qué es lo que estás haciendo en este lugar? — la pregunta era estúpida, pero ella no lo decía en el sentido literal, simplemente no comprendía como es que ese tipo calvo podía ser tan idiota — No esperé verte aquí este año, es estúpido — Saitama la miró con ese mismo semblante sin emociones que mostraba todo el tiempo, él parecía impelente aburrido de todo – Te hemos estado buscando, Saitama — ella se detuvo a unos pocos pasos de él, sosteniéndole la mirada.

—     No importa, sea lo que sea no tiene nada que ver conmigo — él metió las manos en las bolsas de su pantalón, ahora no usaba bermudas, solo pantalones de vestir y se las arreglaba para verse bastante informal. Él no le debía nada a ella, no le debía nada a nadie, a la única persona a la que le debía algo era a quien ya no estaba ahí.

—     El año pasado King estuvo muy grave, estuvo hospitalizado por casi seis meses — el hombre frente a ella permaneció impasible — ÉL no podrá volver a caminar, Saitama —

—     ¿Y que con eso? —se había enterado casualmente en una noticia de una revista que vio mientras iba a trabajar, si King le hubiese hecho caso y se hubiera vuelto fuerte sus posibilidades hubieran mejorado — No tiene nada que ver conmigo — ese asunto de ser héroe no le incumbía nunca más

—     ¡Es tu amigo! ¡Todos los somos! ¿Es que acaso eso no te importa ya? — ella estaba perdiendo la paciencia, ella fue la única que logró hablar con él después del incidente, pero fue hacía año y medio, cuando él se perdió por completo de vista — ¡Bang casi muere hace unos meses! — otro demonio marino apareció, pero ese podía utilizar la electricidad como arma principal, catalogado como amenaza nivel dragón, el número de bajas llegó lejos entre los civiles y entre los héroes ocho quedaron gravemente heridos, uno de ellos falleció camino al hospital.

—     Ya te lo dije, no tiene nada que ver conmigo — ¿Por qué tenía que ir a decirle eso? Ya se sentía bastante mal sabiendo que no pudo proteger lo más preciado que había tenido, las pérdidas de otros no eran su problema.

Te amo…

El recuerdo de sus últimas palabras era doloroso siempre, le hacía ver su peor fracaso una y otra vez. Ella no tenía derecho a quejarse, ella no tenía ningún derecho de reprocharle.

La sirena sonó de nuevo, otra amenaza nivel demonio estaba previniendo a todos evacuar las cercanías de la parte oriente.

—     ¡Tú fuiste quien dijo que te convertiste en héroe porque querías! — ella le gritó, dejando que su ira sacara lo mejor de ella — ¡Él no es el único que te necesita y de todas forma son te importa! —

—     ¡No te atrevas a hablar de él, Fubuki! — su semblante era amenazador, no se lo permitiría ¿Qué podía saber ella de cómo se sentía? Ellos no podía entenderlo para nada ¡Era al revés! ¡Era él quien lo necesitaba! ¡Era él el que quería con toda su alma que Genos estuviera a su lado!

—     ¡Hablaré lo que se me venga en gana, Saitama! ¡La gente está muriendo y no te importa! — ella no se dejaría asustar, no lo dejaría perderse de nuevo, con todo ese poder las vidas que pudo haber salvado en esos dos años eran muchas, no era justo — ¡Estas tan sumido en tu autocompasión que no vives en la realidad! ¡Pensé que cuando lo vieras en las noticias volverías! ¡Pero nada de eso te importa! ¡Sólo eres un tipo egoísta! — el calvo estúpido no parecía estarla escuchando, él no había cambiado su postura para nada.

—     Es cierto lo que dices, Fubuki, Genos está muerto y nada me importa ahora — su memoria, sus pesadillas y la piedra clavada en el piso justo detrás de él era na prueba de ello.

LO que fuera que ella iba a gritarle quedó en el olvido, un enorme monstruo se estrelló a unos pocos metros a su izquierda, había sido impactado a causa de un potente rayo de fuego. Una silueta a gran velocidad llegó justo para caer sobre la amenaza, un borrón de colores blanco, naranja y negro…

—     ¡Machine gun blow! —unas serie de rápidos y potentes golpes redujeron al monstruo a una masa de moretones y sangre.

Saitama se quedó petrificado en su sitio, no podía ser verdad…

Genos había estado en sus brazos ese día, Genos había muerto en sus brazos, lo había escuchado dedicarle sus últimas palabras…

“Saitama sensei… Te amo…

Lo había escuchado en sus últimos momentos y cada lágrima que no había derramado en esos dos años se habían clavado dolorosamente como dagas en su corazón ¿Quién demonios era él? ¿Por qué se estaba burlando de esa manera de sus recuerdos?

—     ¿Saitama sensei? — ese tipo tenía el cabello rubio también, los ojos dorados tal como los recordaba y ese mismo tono de voz acompasado y sereno.

—     No es posible — Saitama murmuró más para sí mismo que para los otros — Tú estás muerto, tú… Moriste en mis… —

Los tres se quedaron quietos, sin respirar siquiera.

Fubuki había creído que Saitama sabía, no se le pasó por la cabeza que el otrora héroe no supiera sobre ello. Ella nunca le dijo a Genos sobre ese lugar porque creyó que cuando esos dos se reunieran pretenderían que esa tumba no existía.

Ahora ellos dos se habían vuelto a encontrar inesperadamente después de la muerte y desaparición de Demon Ciborg.

Notas finales:

Es todo, nos leemos pronto.

Gracias por leer.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).