Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

NOCHE DE VERANO por Eiri_Shuichi

[Reviews - 5]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Jejejeje... Decima historia q publico!!!!!!!!!!! ^O^ Mi primer One-shot Original ^///^ y poco menos d 3 meses 1/2 Logando

Ojala les guste y cualquier amenaza, bomba, queja, critica y demas... no, los virus no u_u  sera bien aceptado ^-^

NOCHE DE VERANO

Es inútil, lo se, cada año ocurre lo mismo, ¿desde cuándo?... ya ni siquiera estoy seguro, quizá toda mi vida.
Nuevamente doy la vuelta y quedo justo en la orilla de la cama sin poder conciliar el sueño, con pesadez dejo que mi brazo cubra mis ojos y me impida ver la luz del televisor aún encendido y sin nada en particular; que irónico, son justamente esta clase de momentos en los que uno, sin poder evitarlo, comienza a añorar el pasado, ¿añorar?... no, más bien no puede evitar suspirar sin fin de veces al recordar los momentos que jamás volverán porque, si algo he aprendido en este tiempo, es que todo aquello que llega tarde o temprano se irá y es muy poco probable que regrese algún día exceptuando estos instantes en que, sin desearlo, nos dejamos llevar por el pasado transportando nuestra mente a sucesos de los que ya no somos concientes…
¿Cuándo ocurrió aquello?... maldito el tiempo que no podemos retener ni en horas; no, el tiempo es infinito y libre, indomable y cruel, calido y frió… como estas noches de verano en que no se si desfallezco o pago los muchos crímenes y errores de mi vida.
Si he de ser franco (por lo menos alguna vez debo serlo), las ideas de que “No robar, no matar y ser una persona de provecho nos hace buenos” me vienen importando lo mismo que si es hoy o mañana… no puedo cambiarlo, pero al menos, en lo más hondo de mi ser, no le presto atención.
A mi parecer las personas buenas son aquellas que te tienden la mano con una calida sonrisa, aquella que te dice buenos días sin siquiera saber quien eres, aquella que. De alguna inexplicable manera, con un simple gesto consiguen que un día terriblemente jodido se anime un poco; he ahí uno de mis tantos defectos: no consigo una conversación larga sin decir por lo menos alguna palabra “no muy grata”, omitiendo claro esta, estos extraños monólogos que se me hacen rutina y de los cuales hablaría con mi psiquiatra… si fuera con alguno.
Y así llego al momento decisivo donde no tolero un instante más las mantas y, sin muchas alternativas, me dirijo a la cocina para prepararme una taza de café y pasar el resto de la noche en el balcón de mi departamento con la única esperanza de disfrutar un bello amanecer.
No se como, pero al abrir he sentido un frío terrible que solo la cafeína pudo apaciguar; café, noche fría, luna… y es ahora cuando mi memoria se apodera de mis sentidos dejándome ver tu rostro nuevamente, Dios, tal y como el día en que te conocí…
Era verano y, tal como ahora y ya mucho tiempo en que no conseguía dormir, pero no me importo así que elegí vagar un poco por las calles de esta ciudad nueva para mí; llevaba apenas dos semanas viviendo aquí con el propósito de ir a la Universidad, vaya sueño, vaya realidad…
Transcurrieron las horas y el clima, sin tregua alguna, dejo caer una terrible lluvia; esos son los detalles que me hacen creer en un destino caprichoso al cual se puede adorar o aborrecer. Busque desesperadamente refugió y caí entonces en ese café viejo y sin mucha gente, vire el rostro y ahí estabas tú, mirando como el agua caía.
Notaste mi presencia y me dedicaste una sonrisa sincera que no supe corresponder mas que con asombro; mi reacción era comprensible ante tu figura: alto, tu cabello de un negro que jamás había visto y tus ojos entre azules y grises, piel clara pero no demasiado y tu semblante, sonará irónico pero parecías santo. Dicen que la vida de una persona se marcan en el rostro y, el tuyo, era tan tranquilo y sin remordimientos que casi me muero ahí mismo…
“Que cambio tan repentino, el cielo se veía muy limpio apenas hace cinco minutos y ahora no parece que vaya a parar de llover… ¿qué opina?”, y yo sintiéndome completamente mudo, tan solo pude asentir y nuevamente me dedicaste una sonrisa.
Esperamos un poco ahí, los dos frente al cristal de la puerta y las cosas no mejoraban; suspiraste con cierta resignación y nuevamente me hablaste; “¿Le gustaría tomar un café?”… fuimos a la mesa en la que supuse habías estado antes y la mesera se acerco con claro enfado, me parece que su turno había terminado pero por la lluvia no podía irse. Tan solo una mirada y su furia se transformo en sonrojo, nos tomo la orden y en menos que lo cuento teníamos las bebidas frente a nosotros…
Bebimos un tanto dejándonos llevar por aquella música vieja que amenizaba el ambiente hasta volverlo casi bohemio, yo no dejaba de mirarte furtivamente y tú fingías no notarlo; lleve la taza a mi boca y me permití perderme en tus facciones finas y coordinadas, tu nariz alargada acompasada con tus labios y tu vista perdida en el satélite romance… no se como o cuando fue que nuestras miradas se cruzaron profundamente, hablando en un lenguaje nunca escrito y más antiguo que la palabra misma y sin darnos cuenta conversábamos sobre nuestras vidas.
Aquella era tu última noche en la ciudad, te marcharías para cumplir tu sueño de ser pintor y yo llegaba para estudiar derecho; reímos y sin más pasaron las horas una tras otras.
¿Cuánto debía faltar para el alba?... no mucho, lo se, pero a mitad del calido aroma y bajo las estrellas terminamos interesados en un “nosotros” que la vida no quería permitir.
Llegamos a un lugar que apenas recuerdo para entregarnos cuanto pudimos; una caricia, un beso y un abrazo sin decir jamás adiós, tan solo te acompañe a la estación del tren y te vi abordar en vagón, nunca antes sentí tanta tristeza mezcladas…
Ahora aquí, dejando a un lado el tiempo y el espacio me dejo perder en tus ojos; tan solo una alucinación, el más dulce espejismo… me pregunto si habrás conseguido tu meta y sonrió a la par que mi alma se ahoga en una lágrima solitaria así como la noche se escapa de mis pupilas.
Cierro los ojos sintiendo el viento y un ruido en mi puerta me hace reaccionar de mis cavilaciones, tomo el pomo de la misma, giro y la abro hallando frente a mí una silueta de piel clara, cabello negro y ojos entre azules y grises regalándome la más bella sonrisa del mundo. No se si mi cuerpo yace inerte sobre mi cama y yo aquí disfruto como un fantasma aquello que más deseo o la realidad me obsequia una oportunidad invaluable… me viene importando lo mismo que si es hoy o mañana.
Me dejo de cuestiones y empiezo a afirmas que te amo.

Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).