“Que vida la mía ¿no? Bueno, primeramente me presentare, soy Syuichiroh Oishi, estoy en tercer año y soy sub-capitán del equipo de tenis de la Seishu Gakuen, mi fuerte son los dobles y mi compañero es mi amado Eiji Kikumaru, hace mucho que siento algo por él, estaba planeando decirle lo que sentía pero… Sin importar cuanto lo intentase, me daba… ¿vergüenza? No, no era eso, supongo que en realidad, era miedo, pero esos ojos, inocentes y puros, me daban la fuerza necesaria para estar a su lado y soportar la idea de que tal vez… jamás me correspondería… pero si no arriesgas no ganas, eso es lo que dicen, pero mejor léanlo ustedes y sepan si gane o no”.
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Prácticas de tenis
Syuichiroh se encontraba al lado del capitán Tezuka viendo a los principiantes y a los de segundo años hacer sus ejercicios respectivos, mientras los titulares ya estaban jugando en las canchas, de repente su mirada se cruzó con una mirada felina, una que lo cautivaba desde hacía mucho.
Si, es muy obvio que lo adora, pero es bastante lento, es decir, siempre que tiene la oportunidad y el ambiente es el adecuado, nunca le dice nada, bastante idiota de su parte.
Viendo tus ojos
Puedo descifrar el universo
El viento suave, el azul del cielo
Al fin lo entiendo
Que este mundo gira
Que algún día he de morir
Pero contigo...
Syuichiroh: Eiji… -susurró, no era la primera vez que lo hacía, muchas veces, en todo momento, en todo lugar, siempre su nombre, siempre él-
Tezuka: ¿Hasta cuándo vas a seguir así?
Syuichiroh: Yo… no lo se…
Tezuka: El que no arriesga no gana, deberías habérselo dicho hace mucho tiempo
Syuichiroh: pero… -no sabía que decir, pues eso que había dicho el capitán era completamente cierto- … pero ¿si no me corresponde?
Tezuka: Debes aceptar ambas realidades, tanto el bueno como el malo
Syuichiroh: Puede que tengas razón
Y claro que la tenía, ni bien terminaron las prácticas Eiji se acerco Syuichiroh ya que como siempre se irían juntos, Oishi gustoso se apresuro a guardar todo y se fue con Eiji mientras en su mente se encontraban las palabras del capitán, así que con todo el valor que le llego, tomo la mano de Eiji, noto que él se sonrojaba ligeramente y sintió que él mismo también se sonrojaba.
Y en esta historia...
No existe el tiempo
Porque en tus brazos
Te inventé el universo
Al fin entiendo
Que el pasado y el futuro
Solo existen hoy
Caminaron en silencio un buen rato, llevó a su gatito al parque, luego se dirigieron al lugar más alejado, se sentaron bajo la sombra de un árbol y por primera vez desde que se habían tomado de las manos, se miraban a los ojos.
Eiji: Oishi… yo… quiero decirte que… -pero no termino la frase, pues el dedo índice de su compañero se poso en sus labios-
Syuichiroh: Shh… Eiji, déjame decirte algo primero… hace mucho siento algo por ti… -al escuchar esto primero, él pelirrojo se sonrojo de golpe, ante eso Syuichiroh se arriesgo a continuar- Eiji… yo… ¡yo te amo!
Viendo tus ojos
Puedo descifrar el universo
El viento suave, el azul del cielo
Al fin lo entiendo
Que este mundo gira que algún día
He de morir
Pero contigo...
La respuesta que recibió por parte del pelirrojo, podemos decir que si era la esperada, pues acto seguido de su confesión, el pelirrojo se arrojo a sus brazos restregándose tiernamente en su pecho como si fuera un gato de verdad.
Eiji: ¡¡¡Nya!!! ¡¡¡Yo también te amo!!!
Oishi se sentía en el paraíso, estrecho a Eiji tiernamente entre sus brazos, pero luego con una de sus manos levanto suavemente él rostro de su gatico y así verlo a sus ojos.
Y en esta historia...
No existe el tiempo
Porque en tus brazos
Te inventé el universo
Al fin entiendo
Que el pasado y el futuro
Solo existen hoy
Eiji se sonrojó ligeramente, al sentir como Oishi lo acercaba lentamente a su rostro, ambos se fundieron en un beso tierno, cálido y un tanto profundo, ¡¡¡ESOS DOS SE AMAN, SE ADORAN, SE IDOLATRAN, ETC, ETC!!!... No es nada difícil de notar ^^
Y hoy te amo...
Y hoy te amo...
Y hoy te amo...oh oh ohh ohh
Y hoy te amo...oh oh ohh ohh
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FIN