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Frontera. por Naeh

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Notas del fanfic:

Hola!~

Bien, este es un oneshot que escribí en muy poco tiempo, y sinceramente me gustó, no así de "oh woooow que grandiosa obra de arte!!!" pero me gusto:B xdd

 

Notas del capitulo:

Yoongi rubio con uniforme y un adorable Jimin de pelo naranja ¬w¬

Gracias por elegir leer esto, espero que les guste!

El trabajo policial en la frontera del país es bastante pesado si tomamos en cuenta a todos los traficantes, personas sin papeles e incluso "colados" que quieren pasar desapercibidos, los oficiales debían de no tener misericordia aún cuando la persona aparentemente era la más buena, porque podía ser un total peligro para la ciudadanía, por eso era tan complicado.

En especial para un cansado Yoongi que no había estado durmiendo el tiempo suficiente que necesita su cuerpo por tomar dobles turnos y ganar más dinero. Por lo menos, aquella brillante mañana nada estaba saliendo fuera de lo normal. Con su compañero de trabajo, Taehyung, revisaban los autos de las personas y en pocas ocasiones salían a tomar un poco de aire, atentos en todo segundo a los peatones que llegaban. El único caso que habían tenido en estas horas era el de un pobre chico que conducía bajo los efectos del alcohol, por supuesto que le negaron la entrada.

Y pues, la mañana era tranquila.

Yoongi siguió a regañadientes a su hiperactivo compañero a la zona de control del lugar porque había visto una linda chica que le llamaba la atención. Si, muy genial.

Con lo cansado que estaba ni siquiera se dio cuenta de cual de todas las chicas que pasaban por allí era la que había encantado a su compañero, incluso creyó quedarse dormido por unos segundos. Se dio un fuerte golpe mental, si lo veían en esas condiciones podría tener problemas.

Ni siquiera se dio cuenta en qué momento se volvió a dormir cuando la alarma comenzó a sonar fuertemente y Taehyung lo tomó del brazo alertándolo aún más. El fuerte sonido provenía de la zona de control, donde podían ver a un pálido chico completamente congelado al ver como los guardias llegaban al lugar de inmediato. Yoongi y Taehyung todavía no debían actuar, pero si estar atentos.

De los bolsillos del joven sacan bastantes elementos de metal, como llaves, pulseras, un encendedor y cosas así que debería haber sacado si no quería problemas, pero como ambos podían escuchar, era su primera vez viajando y todo era bastante nuevo. A Yoongi le llamó mucho la atención.

El joven no medía más que él, tal vez un centímetro más, pero sólo eso. Su piel estaba bronceada, combinaba a la perfección con su sorpresivo tono naranja en el pelo, muchas veces había visto tonos fantasía en el cabello de otras personas pero a Yoongi le parecía extrañamente encantador sólo en él. 

El chico pasa innumerables veces por el detector de elementos extraños, siempre consiguiendo que otra cosa apareciera. A Yoongi no le molestaría para nada ir y explicarle todo lo que debería saber, en especial porque los guardias no tenían ni la más mínima intención de hacerlo. El chico estaba pálido del miedo y a veces temblaba, era como ver a un campesino en el metro. Pero eso también era sumamente sospechoso.

Cuando el chico finalmente termina con todo aquello y está dirigiéndose a la salida, uno de los perros antidroga comienza a olfatearlo sin parar, al principio era tranquilo, pero luego de unos segundos el perro le dió un tirón a su amo dándole a entender que el chico que quería salir rápido del lugar estaba escondiendo algo. Ah, Dios, Yoongi de verdad esperaba que fuera un buen chico.

Con Taehyung pudieron interceptar inmediatamente al joven quien, abriendo los ojos de sobremanera no entendía qué estaba pasando ahora. Diablos, era más lindo de cerca que de lejos. ¿Por qué todos los chicos lindos que Yoongi veía caían tras las rejas? malditos.

- ¿Me da su pasaporte por favor?

Su voz debió sonar más fría de lo que la había hecho sonar, pero inconscientemente todavía no podía molestarse tanto por la inocente mirada que el chico le daba. En cuestión de segundos el pasaporte estuvo en sus manos y por fin pudo ver su nombre, Park Jimin, era un nombre muy lindo para un delincuente.

- ¿Estás escondiendo algo, Park Jimin?

Negó sin siquiera dudarlo, y su reacción nerviosa hizo que pareciera más sospechoso de lo que ya parecía.

- Me temo que vas a tener que acompañarnos, vamos a revisarte.

Escoltado por los dos oficiales, el perro y su oficial personal, el pobre de Jimin caminaba a duras penas pidiendo perdón a su abuelita por no llegar a la hora que le había dicho antes. Fue escoltado hasta llegar a una habitación que conocía bastante bien por las películas, y sin esperar que se lo pidieran entró, quería que todo terminara rápido. El perro seguía poniéndolo nervioso, saltandole encima y ladrando, estaba tan exaltado que tuvieron que llevárselo para que se calmara e hiciera bien su trabajo.

A causa de la pequeña distracción de su compañero, Yoongi sin decirlo se ofrece de inmediato para revisar al pobre, no iba a perder una oportunidad como esa.

Ah, Yoongi estaba molesto, de verdad le había interesado el chico.

Pidiéndole que se sacara la chaqueta y todas las cosas que tuviera en el bolsillo la interrogación comenzó y con ella la revisión.

Jimin era un chico de pueblo, era primera vez que viajaba porque no tenía el dinero suficiente y ahora lo hacía para poder ver a su abuela, conocía el país sólo por fotografías y la televisión, no sabía con exactitud cuánto había durado su viaje porque se había quedado dormido de inmediato y se había asustado con el despegue y aterrizaje del avión. Era bastante información no necesaria e "inocente" para un traficante de drogas, Yoongi se preguntaba quien le había enseñado a mentir tan bien y verse tan adorable mientras le terminaba de revisar la afortunadamente limpia chaqueta.

- Por favor, sacate la ropa.

Jimin parpadeó un par de veces antes de obedecer, pensó que escucharía esas palabras en algún bar de la ciudad o algo, no de parte de un oficial. En especial cuando era rubio y bien parecido.

Jimin quedó completamente desnudo de la parte superior de su cuerpo, ni siquiera tocó la inferior, lo cual a Yoongi le molestó porque si se negaba a algo como eso, quería decir que estaba escondiendo algo y era demasiado lindo como para ser malo. Ah, Yoongi no terminaba de convencerse.

A pesar de estar limpio en la parte superior, debía ser revisado en la inferior y en eso el chico no estaba cooperando. No quería, se negaba rotundamente. Estaba a un pelo de sacarle de las casillas a Yoongi.

Afortunadamente para los dos, Taehyung entra a la habitación de inmediato. Por unos segundos se detiene a observar la situación y al captarla en seguida - porque Yoongi no sabe como siempre entiende todo sin siquiera decirle algo - le dice al rubio que simplemente lo termine de revisar con sus manos, y si encuentra algo sospechoso no podrá negarse a quitarse los pantalones.

Era algo justo y cómodo para todos, en especial porque Yoongi iba a vengarse por cuestionar su autoridad.

La revisión comienza a ser más rigurosamente que antes, los traficantes de drogas muchas veces esconden tan bien los paquetes que con las manos es difícil, así que con sólo sentir algo fuera de lugar le ordenaría la completa eliminación de esa prenda de inmediato.

Puede sentir a la perfección como Jimin se tensa cuando toca sus piernas. Chiquillo puberto. Sus manos tocan y aprietan ligeramente cada sección de cada una de ellas, subiendo con lentitud, esperando que no se le escape ningún rincón.

Desde lejos Taehyung estaba disfrutando la escena por dos cosas, nunca había visto a Yoongi revisando tan arduamente a un sospechoso, y segundo, la cara de nervios que tenía Jimin era única. Le gustaría sacar una foto de la situación, pero él era un oficial profesional, cuando quería.

Yoongi no era de los que manoseaba en la primera cita, así que le pareció un poco incómodo cuando comenzó a llegar a los muslos superiores y finalmente tocar su trasero.

Bingo.

Había algo allí, en... su trasero.

Quería comenzar a reír pero no podía, no debía y no correspondía. Pudo notar como al levantarse del suelo y mirar fijamente al chico a los ojos este comenzaba a palidecer más que antes.

- Sácate los pantalones.

Pidiendo ayuda con la mirada Jimin observa a Taehyung, pero este asiente con su cabeza dejándolo caer en su perdición. Las manos del chiquillo comienzan a temblar al momento de tocar su cinturón, avergonzadamente baja la mirada esperando que su flequillo esconda el sonrojo que pintaban sus mejillas, pero la mirada de águila de Yoongi pudo verlo perfectamente.

Ah, el maldito chiquillo traficante puberto era más lindo de lo que debería.

Se lo comerían en la cárcel.

El pantalón cae al suelo y junto a él la risa explosiva de Taehyung inunda el silencioso lugar, no podía parar ni evitarlo, incluso se ayudó con sus manos para frenar la descontrolada carcajada pero fue en vano al notar la avergonzada cara del sospechoso mirarlo pidiendo piedad. Dios, necesitaba salir de la habitación, no podía verlo a la cara sin seguir riendo.

Y en el caso de Yoongi, extrañamente no puede hacer otra cosa más que sentir como sus mejillas se sonrojaron ligeramente, si su piel fuera un poco más morena no se hubiera notado, quien le manda a ser tan papel.

Jimin no puede ver ya a ninguno de los dos oficiales a la cara, está totalmente avergonzado. Se golpeó mil veces en la cara y en todo su cuerpo por haber elegido ese tipo de ropa interior ese día. ¿Pero quién iba a imaginarse que lo detendrían justo en la frontera? incluso le había dicho a su madre que no quería ocuparlos pero ella insistió en que debía estar cómodo en su primer viaje, ¿y que más cómodo que sus calzoncillos de Bob Esponja favoritos? ah, Jimin quería morir.

Y lamentablemente para él también, no había necesidad de que se haya sacado lo pantalones porque no tenía nada.

Yoongi comenzó a sospechar enseguida que era uno de esos traficantes extraños que esconden los paquetes en... ah, no quería que Jimin fuera de esos.

- Oficial Min, los pantalones. - Vaya, iba a aplaudirle a Taehyung por dos cosas, parar de reir y hablarle como corresponde por primera vez. Igual lo quería.

Entre los dos, bloqueando la salida y observando de igual manera al sospechoso revisaron sus pantalones tres veces, y lo único que pudieron encontrar, fueron unas malditas croquetas para perro sabor jamón. Eso sí que no podía ser.

Volvieron a revisar todas sus ropas, incluso sus zapatos, pero no encontraron nada más. Jimin temblaba del frío y la vergüenza, en especial porque el rubio oficial no le sacaba la mirada de encima, le hubiera gustado poder conocerlo en otro lugar que no sea esa sala de revisión. El oficial Min era mucho más de lo que Jimin buscaba, y tenerlo en esa posición lo hacía sentirse débil.

Cansados de buscar algo más que no sean las tontas croquetas, Yoongi llama por fin a Namjoon para que traiga al perro de vuelta, se había demorado unos minutos pero por fin el oficial personal del perro llega, observando seriamente la situación y preguntando que mierda estaba pensando el sospechoso para ponerse esos calzoncillos si estaba traficando drogas.

Sin poder controlarlo, el perro nuevamente corre directo a Jimin, Yoongi ya pensaba lo peor.

Pero inesperadamente, el perro lo evade, dirigiéndose directamente a la mesita donde habían dejado toda su ropa. Namjoon lo sigue al verlo sentado y le da una mala mirada al par que permanecía allí, pensando que ni siquiera habían revisado bien las ropas.

Pero el perro no quería las malditas ropas, quería las malditas croquetas que estaban en la mesa.

Namjoon las toma sin poder mirar a la cara a sus compañeros y al pobre e inocente joven que no quería que más personas lo vieran así. El perro salta encima de su dueño esperando poder comer las croquetas y Yoongi por fin puede entender qué diablos estaba pasando.

Se sentía tan avergonzado.

- Park Jimin, ¿no es así? - el mencionado asiente mirándolo temeroso - lo lamento mucho, pero estás... croquetas son las favoritas de Sally y ella todavía es nueva en el trabajo. Le pido nuestras más sinceras disculpas joven, espere una buena compensación por esta mala experiencia.

Ah, Yoongi de verdad quiere morir.

Pero también, quiere celebrar como Dios manda porque su chico es puro, bueno e inocente y no tiene un paquete de drogas metidos por el culo.

Jimin por fin siente que todos sus pecados fueron pagados y jura mentalmente que nunca más se comería los bollos que hace su mamá para su padre. Suspira aliviado dejando salir unas cuantas carcajadas nerviosas alivianando el ambiente.

- Disculpe joven - ahora es Taehyung quien habla - ¿me podría decir por qué lleva eso en los pantalones? claro, si no es mucha molestia.

Jimin les explica que se dirige a la casa de su abuela, y ella tiene bastantes perros que conoció cuando sólo eran cachorros antes de que ella se cambiara de país, por ello planeaba darles alguna especie de regalo y como lo compró a última hora lo había olvidado por completo con todos los nervios que pasó.

Los tres oficiales se disculparon en reiteradas ocasiones con el joven quien les decía que no había problema, no podía estar molesto porque en parte fue su culpa y ellos sólo estaban haciendo su trabajo, además, de esa manera pudo conocer a ese guapo oficial de cabellera rubia, pero claro que nunca les diría eso.

Los tres oficiales junto a Sally salieron de la habitación para que Jimin pudiera vestirse tranquilo, se encargaría de quemar esa ropa interior apenas pudiese.

Al cabo de unos minutos, Jimin sale de la habitación y, aún cuando no paran de lloverle disculpas, los tres hombres lo acompañan para que no tuviera más problemas, luego de eso, Namjoon se despide al tener más trabajo que hacer y Taehyung decide seguirlo porque conoce a la perfección a Yoongi y sabe que le había interesado el chico.

Jimin le sonríe a Yoongi despidiéndose y se va, pero al rubio le sigue rondando en la cabeza que lo había tocado por literalmente todas partes por nada y por ello debía disculparse aún más con el pobre chiquillo no traficante puberto, por ello, no le tomó ni cinco minutos llegar nuevamente a su lado - si, Yoongi corrió - y sujetarlo del brazo suavemente para llamar su atención.

Jimin debía admitirlo, era como una mini fantasía que el guapo oficial rubio te detuviera por otra razón que no sea nuevamente llevarte por sospecha de drogas, así que no supo otra cosa que hacer que mirarlo sonriente esperando que su sonrisa no se borrara por lo anteriormente dicho.

- Park Jimin, lo lamento mucho, en serio. - la mirada penetrante de Yoongi actuó en seguida poniendo nervioso al mencionado.-

- Sólo Jimin, por favor - soltó una ligera y encantadora sonrisa, su amigo Hoseok le había dicho que nunca fallaban.- Además, el único real problema que hubo fue que apretaste muy fuerte mi trasero cuando sentiste las croquetas.

Es oficial, Yoongi ahora quería morir.

Sentía su cara hirviendo y sabía que con su pálida piel se notaría más de lo que debería, malditas manos en busca de venganza y placer de tacto, quería cortarlas.

Jimin comenzó a reír fuertemente por la reacción del otro lo que alivianó el ambiente para el mayor, quien no pudo evitar unirsele. Ah, la risa de Jimin era tan linda.

Yoongi se disculpó por su - como él mismo lo dijo - toqueteo excesivo, pero ambos debían admitir que el menor se veía netamente sospechoso.

Aunque a Jimin le encantaba estar al lado del oficial Min, su teléfono comenzó a sonar, dandole a entender que ya era hora de irse.

Jimin agitó su mano despidiéndose oficialmente y Yoongi no pudo hacer nada más que devolverle el infantil gesto sólo porque sí, estaba agradecido de que Tae no estuviera por allí husmeando.

La anaranjada cabellera comenzó a alejarse de él, perdiéndose entre todas esas personas y finalmente saliendo a la libertad. De todo lo que había pasado, Yoongi sólo podía arrepentirse de no haberle pedido su número de teléfono por estar muy ocupado viéndole a él.

~

Habían pasado dos semanas desde el incidente, Taehyung llegaba a su lado con una taza caliente de chocolate para despertar, la mañana era fría, en especial para el pobre de Yoongi quien no podía abrigarse más por tener que ocupar uniforme.

La alarma de seguridad nuevamente había comenzado a sonar sobresaltando al mayor quien estaba a punto de tomar su primer sorbo de chocolate, estuvo a un pelo de quemarse y morir. Dejaron el chocolate en una mesa cercana y se aproximaron inmediatamente a la zona, donde Yoongi pudo ver nuevamente a un asustado Jimin quien era sorprendido por dos perros policiales que saltaban a su trasero.

Yoongi comenzó a reír fuertemente llamando la atención del aliviado chico.

Ver esa cabellera rubia fue magnífico, valía la pena ser un olvidadizo si era por eso.

Pobre Jimin, había olvidado nuevamente las croquetas.

 

Notas finales:

Holi ¬w¬ ¿qué les pareció? ay que preguntas más frecuentes... 

Les voy a comentar algo si llegaron hasta el final, cuando tengo ideas para escribir o fanfics o oneshots tengo que escribirlas de inmediato porque si no se me pueden olvidar, y así fue con esta idea, la había guardado en wattpad y hoy en la mañana revisando mis historias de borradores me encontré con esta idea, pero tenía este resumen escrito:

"Yoongi es un oficial de policía en la frontera, Jimin llega de turista y tiene una wea en el poto que calienta a los perros, Yoongi lo manosea entero pensando que son drogas"

Para que se rian un rato:vvvv

Alakdaslkd bueno, gracias por leer! espero que les haya gustado o aunque sea no piensen que perdieron el tiempoxddd

Nos leemos <3


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