Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Ojalá el amor bastara por StellSuJu

[Reviews - 1]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Por si a alguien se le hace conocido el titulo lo tome de una obra de teatro, y si no, este es un dato, creo que quedaba mejor este titulo que cualquier otro, sin mas, espero lo disfruten.

Notas del capitulo:

Este fic lo tenia desde hace un tiempo pero por alguna razon nunca lo subia, espero les guste. *No se si es muy largo pero recuerden que solo son dos shots*

Podría comenzar recordando todo esto desde el inicio y siempre lo haría con una sonrisa, siempre. No importan los malos momentos, ni los más amargos, ni como acabe...
                  Cho Kyuhyun

  
Recordar era para mí una tarea nada difícil, recordar de principio...hasta ahora.

Esto comenzaba de una forma un tanto distinta a otras historias, de hecho muy extraña.

Habíamos sido obligados a estar juntos por un deseo de la gente, ahora, cuando lo pienso, creo que fue el capricho de la vida y de nadie más ponernos a Sungmin y a mí juntos.

One True Pairing (OTP), eso era lo que éramos al inicio, una pareja ficticia formada dentro de un grupo de chicos, cuyos fines no eran terminar involucrados tal como lo hacía parecer precisamente el termino, pero de eso se trataba, solo una pareja que solo por el hecho de estar juntos, hablarnos, mirarnos o tocarnos, provocábamos todo tipo de emociones.

¿Para quién? Si, para ellas, las encargadas de formar esta pareja, fans (ELF o incluso algunas otras que no lo eran).

En este caso se trataba de Sungmin y yo, éramos Sungmin y yo los que causábamos todo tipo de sentimientos y emociones, así que esto lo habíamos tomado solo como un cumplido y nos sentíamos agradecidos, claro, cuando no sabíamos exactamente hasta qué punto llegaba este raro concepto.

Aunque al decir esto puede que se piense que después de saber exactamente lo que significaba esto para las fans se convirtió en algo incómodo para Sungmin y para mí, eso no sucedió; dentro del grupo a todos los integrantes nos gustaba competir entre nosotros mismos con las demás parejas que habían formado las fans, a veces para saber quiénes eran de los que hablaban más o quiénes robábamos más la atención, era algo divertido cuando no se tenía nada que hacer o incluso cuando se tenía.

Cuando competíamos, Sungmin y yo creíamos tener muchos puntos, pues a pesar de que ya había dicho que como nosotros habían otras parejas, nosotros siempre íbamos un paso más allá y no necesitábamos mucho de fanservice, creíamos que lo que hacíamos era notado en especial por la conexión que existía entre nosotros que por cosas meramente físicas.

Era gracioso, los demás con sus miles de trucos para intentar acaparar la atención de las fans y Sungmin y yo, con una mirada ganábamos.

Amistad pero sobretodo cercanía era lo que nos hacía seguir haciéndolo.

Hasta aquí las cosas iban bien, todo estaba bien y todo iría mucho mejor.

Sungmin y yo nos dimos cuenta que hacer esto nos divirtió cada vez más. ¿Y por qué no? Éramos jóvenes, lo teníamos todo, queríamos todo. Y sobre todo, ellas lo querían todo. Así que difícilmente nos quedaríamos en el camino.

¿Cómo no querer estar juntos, si cuando lo estábamos nuestro pequeño mundo nos hacía pensar que eso estaba más que bien y nos sentíamos felices? Eso era lo mejor, estar juntos y saber que muchas personas sonreían solo por ese simple hecho. Por lo general, para hacerlas felices teníamos que hacer un montón de cosas; esfuerzo, dedicación y mucha práctica para las coreografías y el canto, pero para esta no, esta era una que al parecer salía naturalmente (algo que favorecía a nuestra empresa, pues obtenían un poco más de nosotros como grupo).

Como dije, esto con el único fin de satisfacerlas a ellas, por lo tanto, no sabíamos que el cumplir sus fantasías nos llevaría a proporcionarnos a nosotros mucho mejores, así que todo esto dio un giro muy interesante cuando lo descubrimos.

-Aléjate-decía pero hacia todo lo contrario para que quisiera alejarme de él, hacía tiempo que le encantaba provocarme.
-Te recuerdo que somos una pareja-dije pegándome más a él, tener su trasero cerca de mí no se acercaba ni a la mitad de todas esas fantasías que de vez en cuando leíamos o veíamos (solo para nuestra diversión, claro, pues no parábamos de reír con cada situación en que nos ponían).

Sungmin detuvo su débil intento de querer salir de nuestro dormitorio, volteándose en la cama para mirarme.

-Te he dejado tocarme cada vez que quieres-lo miraba con profundidad esperando que con esto llegara toda la curiosidad que sentía de ir por más.

-Pero tú eres mío-decía repitiendo las líneas de la historia que habíamos leído aprovechando las circunstancias.

Comenzó a reír como queriendo hacer que seguíamos con el mismo juego de siempre, pero yo esta vez quería llegar a algo más y, aunque tratara de resistirse, a estas alturas sabía que él también lo quería, el mismo me lo decía con cada acción, con su mirada, con su cuerpo. Desde hacía tiempo él quería lo mismo que yo. Pero tal vez necesitaba un incentivo. Él quería hacerse el difícil, pero con esta idea lo terminaría convenciendo.

-Sungmin-lo llame-¿cuánto quieres a tus fans?

Me miro sonriente, maldición, parecía casi inocente.

-Haría todo por ellas-y también su contestación parecía inocente.

-Entonces ellas serian felices, sin duda-dije a modo de chantaje porque eso era.

Esta vez nos quedamos mirando el uno al otro por largo tiempo; era una especie de curiosidad (con esta quizá la acompañaba un poquito de miedo), pero sobretodo de provocación y burla por lo que se suponía estábamos haciendo los dos antes de acercarme para poner mis labios en los suyos.

¿Quién iba a pensar que estas palabras se harían mis mejores aliadas? Bueno, eso y también un poco de vino.

Después de jugar con nuestras lenguas se me ocurrió pedirle que esperara en la habitación mientras yo iba por un par de copas; Sungmin asentía sin moverse de su lugar hasta que me veía regresar con mi cometido en manos acechándome divertidamente con una sonrisa.

Una copa, dos copas, tres copas más y todo había resultado perfectamente como lo había calculado.

Sungmin estaba debajo de mí mientras yo comenzaba a repartir besos en su boca, alrededor de su mejilla, su quijada y cuello.

-¿K-Kyuhyun?-de pronto escuchaba decir con tono alarmado cuando mis besos se hacían más prolongados.

Justo me sentía como en esa historia donde decía que estaba hirviendo mi sangre por el hombre que tenía debajo de mí.

-Kyuhyun, esto es un juego-comentó intentando no perder su sonrisa, echándose un poco atrás y alejándose de mis manos que ahora tocaban su cuello, pues parecía como un vampiro sobre él.

-¿Entonces porque le tomas importancia?-preguntaba más que entretenido por lo que estaba haciendo entre su cuello cuando un movimiento hizo que llamara mi atención en la parte baja de mi entrepierna y pare de nuevo. Cuando lo mire, Sungmin pasaba saliva como si fuera una tarea difícil.

-Q-Quítate-me pidió torpemente apartando mis manos. Lo mire pues su cara decía lo contrario, e ignorando lo que decía regresaba mis manos a su lugar acercándome de nuevo a él-Kyuhyun, ya-volvió a decir.

-Pero tú también lo quieres-lo veía confundido cuando negaba con una risa nerviosa-¿Por qué no?-preguntaba subiendo hasta quedar de nuevo a su altura pero el esquivaba mi mirada.

Aunque hacia momentos parecía que todo iba bien tuve que resoplar un poco por lo que tenía que hacer antes de apartar mis manos poniéndolas a los costados.

Es decir, me gustaba que jugáramos, ¿pero ya cuanto teníamos con esto? Además no era como si fuera a suceder algo más allá de lo único que pretendíamos, él y yo lo sabíamos, solo un juego.

No quise decir más pues al parecer esto se había puesto un poco incómodo así que solo me preparaba para levantarme de la cama ya que si seguía quedándome de esta manera me costaría mucho más separarme. Sin mirarlo me eche atrás sobre mis brazos pero antes de que lo hiciera, Sungmin se dio cuenta de mi intención y fue el mismo quien tomo mi camiseta deteniéndome.

Bastó otro segundo mirándonos para decidirlo todo.

Aunque Sungmin y yo sabíamos que esto acabaría algún día, para este tiempo no era momento de preocuparse sino simplemente disfrutarlo, y hacer felices a las fans por supuesto.

¿Y que en cuanto a los miembros? Eso era algo que no les incumbía, pero nunca nos ganamos miradas reprobatorias ni nada por el estilo pues cada quien hacía de su vida lo que quería, además de que seguramente sabían que nosotros no íbamos a hablar sobre ello, es decir, ¿que teníamos que decir? A Sungmin le tenían cierta consideración pues él no se metía tampoco en sus asuntos y esa ley se respetaba por conveniencia de todos, en cuanto a mí, yo era el maknae del grupo; sería yo el que menos se lo tomaría en serio.

Después, un hecho que cambio algunas cosas y aunque al principio pensábamos que solo era en la pareja para las fans, esta vez fue distinto, pues esto parecía nos estaba afectando más a nosotros que a ellas, un cambio de dormitorio.

Esta idea había sido de la misma empresa, habían decidido separarnos para no hacer tan obvio lo que ocurría dándose a especulación para los medios, si, solo lo que podía significar una especulación y esta vez las fans no importaban. Ahora que ya no solo teníamos fama en el oriente, habían también muchos otros ojos nuevos interesados en nosotros.

Esto era el mundo de la vida real, no nuestro pequeño mundo. Ya para este entonces no lo habían advertido.

-Te extraño en mi cama-le decía un día en el salón de ensayos cuando llevábamos una semana en diferentes habitaciones.

Sungmin con pesar regresaba su vista a los demás. Desde esa vez también teníamos que ser más cautelosos con lo que hacíamos dentro del edificio.

-No entiendo por qué lo hicieron-soltaba enojado.

-Lo entiendes-me decía.

Si, desde que ya no estábamos en la misma habitación comenzaron a cambiar ciertas cosas, y no importaba si nos separaba un dormitorio; Sungmin iba a mi habitación o yo a a la de él y a veces nos quedábamos más tiempo en la sala de ensayos cuando los demás se despedían. Tratábamos de buscar tiempo para recompensar lo que ya no podíamos tener en nuestra antigua habitación.

De nuevo, sabíamos que era un juego, pero solo queríamos seguir haciéndolo. Al menos eso era lo que pensábamos una noche cuando nuestros compañeros habían dejado el departamento.

-Estamos solos-avisaba mientras de una me tumbaba en su cama.

-Lo sé-sonreía mientras seguía acomodando algunas cajas en su armario-¿Qué quieres hacer?-terminaba con la última mientras yo lo observaba sin apartar mi vista de él cuando su rostro me devolvía la mirada.

-...Me hubiera gustado aprovechar el tiempo juntos en nuestro dormitorio-mencionaba cuando se acercaba para sentarse a mi lado.
-Era mejor nuestra habitación-decía esto último levantando la comisura de sus labios.

Después de mirarnos por un largo rato se recostaba dándome la espalda, yo ponía mis brazos a su alrededor para acercarlo más antes de quedarnos dormidos.

Ya no se trataba de vernos y platicar, o estar metidos en la cama, era el simple hecho que ya no estábamos juntos y ahora teníamos que ingeniárnosla para poder estar un momento a solas, solo eso.

-Así que seguiremos con esto-de repente escuchaba su voz sobre mi pecho después de haber despertado de nuestra siesta.

-Si-asentía bostezando, mirando firmemente el techo mientras ponía una mano detrás de mi cabeza.

Escuchaba su risa ahogarse entre mi pecho.

-¿Qué pasa?-preguntaba tratando de ver bajo de mí.

-Pensé que solo lo haríamos por las fans-bajaba su mirada alzando sus cejas todavía con la sonrisa.

-Y lo hacemos-sonreía cuando sentía un golpe en mi pecho para después poner su brazo y dejar su mentón ahí-¿Pero acaso no podemos seguir haciéndolo?

Asintió sin dejar de mirarme.

-No podrá ser para siempre, ni tampoco podemos tomarlo tan en serio-seguía sin apartar sus ojos de mi-Pero disfrutemos todo lo que dure-decía alegre esta vez.

-Disfrutémoslo-asentía con él mientras acercaba una mano a su rostro para apartar los cabellos de su frente.

Así fue, durante muchos días y meses, no diría que mucho ni lo suficiente pero fue tiempo que nos dedicamos a disfrutarlo realmente como compañeros, amigos y amantes. Tanto, que incluso las fotos y videos de aquel entonces no podían sugerir menos de lo que estaba sucediendo pues no era muy fácil ocultarlo frente a las cámaras ni mucho menos para las personas que les gustaba vernos juntos y sonrían con nosotros. No es que nos importara poco lo que dijera la empresa pero tampoco puedes tapar el sol con un dedo, todos sabemos que eso es imposible.

Era tanta nuestra alegría y aun así tenía que decir que si hubo momento en que nos dejamos llevar por la felicidad momentánea, tampoco pudimos dejar que la fantasía nos impidiera ver la realidad.

Una mañana después de otro pesado día en la sala de prácticas, Sungmin y yo observábamos a uno de nuestros compañeros ocupado en el celular.

-¿Sera su novia?-le preguntaba mientras mirábamos atentos lo que hacía.

-Solo espero que esta vez no le cause problemas-apartaba mi mirada para verlo a él-Jamás imagine que una cosa así le causaría todo un problema.

-Nos hemos convertido en algo así como celebridades en el mundo-alzaba los hombros-Es normal que hayan hecho todo un escándalo.

-¿Dices que es normal?-me observaba también.

-A veces-comenzaba-me gustaría que tuviéramos más libertad, pero esto es lo que tuvimos que pagar para convertirnos en lo que somos ahora y ni él ni nadie aquí-señale a todos en el grupo-estoy seguro se arrepiente de eso, créeme.

-Amas demasiado lo que haces, ¿no es así?-esta vez me dedicaba una sonrisa juguetona.

-Amo cantar, eso es lo único que se hacer mejor y si tengo que dejar todo para seguir con mi sueño lo haría con gusto-le decía totalmente convencido y esta vez su sonrisa se ensanchaba más.

-Te escuchas tan seguro, eres tan apasionado-suspiraba levantando sus cejas traviesamente.

-Igual que tú-contestaba sin prestar realmente mucha atención.

-Tienes razón-asintió levantándose de su lugar, alzaba sus manos para estirarse-Aunque a veces esto me sobrepasa-ahora se sacudía mientras yo lo miraba-Pero como dices, no podemos echarnos atrás, seguimos hacía delante.

-¿Qué quieres decir?-lo alcanzaba desde mi lugar tomándolo de la mano antes de que hiciera otro movimiento. El miraba esta acción un poco sorprendido-¿Acaso quieres decir que...?-dejaba el resto sin pronunciar.

-¿Qué?-levantaba su cabeza sin entender a lo que me refería.

-Con...esto-me refería a lo que sea que tuviéramos.

Me miraba sin ningún signo de emoción y me sentí intranquilo, pero al instante una sonrisa lo descarto y sonreí con él.

-Más adelante-trataba de alzar los hombros sin importancia-todavía no.

Esta vez lo mire con ojos entrecerrados y viéndolo así, pensé en lo cobarde que éramos por no decir más. Después de aquello seguimos tomados de la mano pero apartamos nuestras miradas viendo el suelo.

Aunque hubo otras veces igual a esta, donde la misma incertidumbre se cruzaba en nuestra cabeza hostigándonos de a poco, seguimos prolongándolo, pues parecía que ningún de los dos quería su fin todavía.

Y era aquí donde apenas nos dábamos cuenta que ya no solo se trataba de nosotros dos, sino que por medio estaba un sentimiento, el mismo que había hecho que siguiésemos juntos por todo este tiempo. Entonces solo seguimos, sin saber que el tiempo se vendría en contra, seguimos sin pensar que pronto otras circunstancias se presentarían y que Sungmin ni mucho menos yo estaríamos preparados para ello.

-Mi padre quiere que vaya a cenar con ellos-nos encontrábamos en mi habitación, parecíamos escondidos. Sungmin estaba sentado entre mis piernas en una esquina del dormitorio.

-¿No quieres ir?-preguntaba como él viendo a la nada, sintiendo la calidez de quien tenía cerca cuando volvía mi mentón a su hombro.

-No lo sé, estarán visitas.

-Siempre tan antisocial-comentaba con una sonrisa.

-No es eso-decía sin ningún juego esta vez.

-¿Entonces qué es?

Un silencioso suspiro lo hacía removerse.

-Es solo que...-esperaba un momento para decidirse a hablar-Sungjin tiene novia, y no me gusta que hagan las mismas preguntas de siempre-terminaba casi en un susurro.

-Entonces no vayas y quédate aquí-ladeaba mi cabeza apretándolo más contra mí.

-¿Acaso no estas escuchando?-preguntaba.

Aunque aquella vez lo miraba como si no hubiera comprendido su reacción, ahora sé que solo quise ignorarlo.

-Bien-dije tratando de calmarlo intentando buscar una solución, una solución que se alejaba demasiado a lo que en realidad debía ser. Pero como si decir la verdad fuera tan fácil cuando te ves en los ojos de todo el mundo-Diles que tienes a alguien, podría ser alguien de la empresa...

Sungmin suspiraba deshaciéndose de mis brazos para dejar nuestro lugar.

-Yo veré que hago-movía la cabeza antes de tomarse la nariz con dos dedos.

A veces como él decía, parecía haber situaciones que lo sobrepasaban. Y aunque quizá buscaba contralarse para que esa idea no lo hiciese, pronto lo haría, como una bomba sabía que estallaría, pero aun así esa vez no quise decir nada al respecto. A veces solo necesitamos que las cosas buenas estén allí haciéndonos de la vista gorda con las cosas malas. Engañándonos.

Al principio solo comenzamos a irritarnos por lo que sucedía, después las tensiones vinieron en aumento sin poder deshacerse de ellas, y aunque en ese entonces pensaba que quizá el trabajo y la presión que sentíamos de la empresa, nuestra familia, fans, incluso la gente que no lo era pero siempre estaba ahí para observarnos, la vida que soñábamos tener, nuestros ideales...quizá un poco de todo era lo que iba interponiéndose en nuestro camino; ahora sé sobre todo que fue nuestra indecisión, cada que volvía a preguntarme que había sucedido sabía que más que tratarse de un problema se trataba de nuestra indecisión de siempre, nuestras inseguridades, nuestro miedo de cambiar lo que ya estaba establecido. Nuestros miedos se fueron interponiendo en nuestra cabeza. Haciendo que cada momento que podíamos pasar juntos comenzáramos a usarlo solo para pelear poniéndonos en situaciones verdaderamente difíciles.

En realidad hubo muchas peleas, tantas, que llegue a pensar que peleábamos por cosas sin sentido hasta que estas terminaron por volverse tan relevantes, pero para este entonces ninguno de los dos tendría la paciencia suficiente para pasar por alto otro reclamo por las circunstancias de siempre. Termine dándome cuenta que Sungmin no era el único, yo también estaba cansado y era mejor tomar la decisión que cualquiera hubiera tomado, la decisión más sencilla.

-Siempre lo tomas de esa manera-contestaba irritado otro día en una situación parecida-Mi familia me hace preguntas todo el tiempo, todo el tiempo-repetía como si le estuviera hablando a un estúpido.

-Tú también dijiste que decirles la verdad no era una opción-le recordaba pues siempre parecía como si solo yo tuviera la culpa en todo esto.

-Y nunca será una-me miraba aún más enojado.

-Tienes razón-le decía-jamás lo será.

-Para ti todo es tan fácil-me respondía moviendo la cabeza-pero para mí no, ya no lo es.

Esta vez me aseguraba de mirarlo bien para saber cuál era su expresión.

-¿Entonces que sugieres?-era yo quien proponía, simplemente no soportaba verlo así-Por qué no quiero que siempre estés mirándome como si me odiaras. ¡Ya no quiero que lo hagas!

Parecía sorprendido por lo que acaba de escuchar como si no se hubiera dado cuenta de lo que había estado haciendo entonces.

-Es...-titubeo mientras deshacía su expresion-no lo sé-trato de relajarse poniendo su vista en el suelo-quizá-me miraba otra vez intentando parecer menos enojado pues podía ver que mi expresión esta vez era diferente, entonces con ansiedad parecía pensar en alguna solución-quizá, podríamos...

Pero nunca supe que quiso decir esa vez, porque en ese momento yo aun así decidí que quería deshacerme de una vez por todas de esa pesada carga que sentía cada que él me miraba de esa manera.

Lo sabía, yo era el más cobarde.

-No podemos hacer nada-lo interrumpía para que no siguiera-tú mismo lo has dicho. Cualquier idea queda descartada, así que ya no quiero que sigas como si esto fuera mi culpa, como si...-trataba de pensar para poner en palabras lo que me provocaba cuando el me miraba de esa manera, con toda su desesperación, su enojo, su rabia-Esto no tenía por qué ser así...-decía.

-Entonces simplemente acabemos con esto.

Decidía darme la espalda, aun así me daba cuenta como su respiración parecía alterada mientras trataba de no temblar. Seguramente trataba de contener todo su cólera que sentía contra mí otra vez.

Pasaron un par de minutos sin decir nada pero ahora era yo quien me sentía más irritado y no lograba entender por qué. ¿Acaso esto no era lo que quería?

-Está bien-asentía sin ganas-De acuerdo.

-Entonces, eso es todo, ya no hay más-continuo pues yo no tenía nada más que decir.

-Está bien-repetí sin apartar la mirada de su espalda.

-Bien, desde ahora cada quien es libre-asentía para irse primero.

Pero si esto hubiera terminado tal como lo habíamos acordado no estaría si quiera contando esto. Poco después de haber tomado nuestra gran decisión habíamos intentado seguir con nuestra vida como si nada hubiera pasado, pero ese era el problema, ya había pasado todo e ignorarnos sería una tarea demasiado difícil, después de todo seguíamos siendo compañeros de trabajo.

En el mismo salón de ensayos finalmente me acercaba a la persona que tenía a unos cuantos metros. Cuando llegaba a donde seguía frente al espejo cubrí su reflejo con el mío. Apenas me mostraba interés con el rabillo del ojo decidía hacerse a un lado para continuar con sus calentamientos finales.

-Sungmin-veía al techo suspirando por su reacción-basta...

-Basta tú de insistir-lo escuchaba decir-cada quien tomo su decisión.

Resople. Esa estúpida decisión me estaba afectando demasiado, aun así trataba de pasar aquello por alto y evitar así enojarnos, lo último que buscaba era una pelea más.

Cuando mire de nuevo alrededor, y vi que los chicos ya estaban saliendo me sentí con suerte.

-¿Para qué estás aquí?-lo escuchaba preguntar cuando secaba el sudor con una toalla colgada de su hombro, aunque no conteste tampoco apartaba mi vista-No voy a adivinar lo que quieres-intentaba ignorarme todo lo que podía viendo alrededor suyo, e inmediatamente se daba cuenta de lo que ya sabía, habíamos quedado completamente solos.

-Sungmin-lo llame de nuevo.

-No hay nada que decir-contestaba con aparente prisa tratando de irse primero pero en seguida lo alcanzaba con mi brazo, Sungmin retrocedía pronunciando mi nombre y yo lo seguí hasta chocar contra el espejo. Trataba de evitar mi mirada, aun así no me di por vencido y cuando sus ojos me respondían podía notar como había estado conteniéndose. Bajo su mirada por un segundo volviéndose a encontrar conmigo.

Evitando pronunciar cualquier palabra, sin decir nada que al otro no le gustara escuchar nos aproximamos.

¿Por qué no podíamos hacer siempre las cosas de la manera más sencilla?

-No seas egoísta-junto al mismo espejo, ahora estábamos acostados en el piso, deje mi posición para poder verlo mejor y que él también lo hiciera. Pase un par de dedos entre sus labios entrecerrados llevándolos después hacia su mejilla sin dejar de acariciarlo.

-¿Egoísta?

-No eres el único que tiene problemas, tampoco eres el único que no sabe qué hacer con ellos-decía-no tomemos decisiones apresuradas.

-Kyuhyun-suspiraba-mírate, miranos donde estamos-me tocaba el brazo con gentileza lo cual provocaba que me disgustara, a veces trataba de hablarme como a un niño-Cuando iniciamos sabíamos que esto algún día tendría que pasar-sonreía-el mundo donde vivimos, lo que hemos logrado, esto era lo que teníamos que pagar, ¿no lo dijiste?

Me fue imposible resoplar, odiaba que recordara lo de aquella vez para defenderse y negaba en mi terquedad.

-No sabíamos que iba a pasar esto.

-No lo sabíamos porque ni siquiera esa es la razón por la que estamos aquí-me recordaba tratando de no perder la calma-Kyuhyun, nuestro destino lo tomamos hace mucho, y a partir de aquí no podemos hacer nada para cambiarlo.

Después de mirarnos nadie dijo nada quedándonos en silencio, pensando en la realidad amorfa que esas palabras tenían para nosotros.

-No sabes que cansado es soportarlo, cuidar que nadie sospeche ni te cuestione, las personas que conoces, tus amigos, tu familia-Sungmin susurraba y cuando lo escuchaba no podía evitar sentirme mal.

-...Si esa es la razón, entonces...-aun así continuaria, haría lo que fuera para intentar que lográramos de nuevo aplazarlo un poco más-Podemos, después de que acabe...

-¿Y cuándo acabara?-me miro de nuevo-Es que Kyuhyun, yo no quiero que acabe, amo lo que hago-trataba de sonreirme-y sé que incluso tú lo amas más que yo.

Aquella vez el encuentro se dio de una manera mucho mejor de lo que venía siendo en la última temporada y termino así, porque los dos éramos muy egoístas para cambiar siquiera un poco nuestro destino por el otro.

Lo cierto era que lo queríamos todo sin dar nada a cambio de nada. Tarde sabríamos que ese sería nuestro peor error.

Estaba de más decir que el tiempo fue cambiando, conforme los meses y también nosotros cambiábamos un poco más, las responsabilidades se volvían más fuertes, teníamos más compromisos, más años.

Fue aquí donde comenzaron a meterse esas ideas en su cabeza.

¿Qué habría provocado tales ideas? Si no hubiera sabido que pasaría esto, quizá le hubiera dedicado la misma importancia que le di en aquel entonces, sin embargo, las cosas ahora eran tan distintas. ¿Qué era entonces lo que había sucedido para que Sungmin comenzara a presionarse de tal forma? Sencillamente era que él había nacido para ser el hijo predilecto; el hermano mayor, el talentoso, el reconocido, el artista, entre otras palabras; la persona que no podía decepcionar a nadie.

-El simple hecho de que hables sobre esto como si se tratara de cualquier asunto me deja claro que todavía te falta madurar-aparecía otra pelea más. De nuevo estábamos enfadados.

-Por favor, que quieras tener una familia no quiere decir que tengas más madurez que yo.

-Precisamente por eso, ¿cuántos años tienes?-al escucharlo decir lo mirara con cara de pocos amigos.

-En la cama nunca te importo-respondí sintiéndome atacado, como si comenzara de nuevo a exponer todas las cosas que no le gustaban de mí.

Sungmin suspiraba, seguro estaría pensando en lo idiota que me estaba comportando y aunque odiara admitirlo era así.

-Tienes razón, eso jamás importo hasta ahora.

-Piénsalo bien-trataba de convencerlo con todo lo que se me ocurría. Aunque al inicio solo pensaba que era una estúpida idea, también sabía que él era muy obstinado-Solo...

-Kyuhyun, ya tome mi decisión.

Cuando Sungmin comenzó a salir con un sinfín de personas eso llego a irritarme bastante pero no pude exigirle nada, esta vez él no era el único en tratar de buscarse una vida después de lo sucedido con una relación que no podía ser al final de todo, además de que buscar compañía tampoco era tarea difícil en esta carrera y el tema lo podíamos cubrir bastante bien cada uno.

La única diferencia entre ambos fue que a mí no se me ocurrió ninguna idea de ningún tipo, quizá logre volverme más independiente de él pero realmente nada que representara un cambio. Aunque referente a mi carrera, un álbum en solitario cada que alguien lo mencionaba no podía pasarlo inadvertido. Esta idea siempre me había hecho ilusión, todos los que me conocían sabían que este era mi sueño desde el inicio de mi carrera.

No fue hasta que la misma empresa me dijo que podía hacerse realidad más pronto de lo que pensaba cuando gracias a esto comencé a enfocarme solamente en mi carrera, así era, ya no me preocuparía por lo que Sungmin quisiera hacer con su vida pues yo también tenía una, y algo verdadero era que mi vida era muy buena a pesar que él decidiera o no estar en ella.

Cantar era una de mis grandes pasiones estaba de más decirlo, y me tome de esto para así lograr por fin sacar este inservible sentimiento que no podía ofrecernos nada a ninguno de los dos, limitándome a prepararme con dedicación para este gran suceso en mi vida, dar todo mi potencial en ello nada más.

Pero tratando de olvidarme de un pensamiento que estaba siempre en medio de todos los demás no puedo decir que siquiera logre el cometido un poco. Lo cierto es que nunca pude sacármelo de la mente cuando justo en el proceso todo tomo un giro.

Había tratado de ser fuerte y alejarme de él, sin embargo, me fue inevitable no hacerlo pues desconocía que era justo lo que pasaba por su mente cuando se encontraba cabizbajo en la sala de siempre.

-¿Sigues con tu mismo plan?

-¿Sigues molestándome?-apenas pronuncio sin dejar de seguir pensativo-Yo no digo nada sobre lo que haces con tu vida.

-Solo estaba bromeando-conteste algo irritado por su manera tan a la defensiva de responder.

-¿Cómo va lo de tu disco?-me pregunto. Aunque no pase por alto que había decidido cambiar de conversación si no eran referentes al grupo ya no eran muchas las conversaciones que teníamos.

-Bien-respondí dejándolo pasar-Me está gustando la selección de temas.

Esta vez note como aparecía una pequeña sonrisa.

-Lo vas a hacer bien-lo escuchaba decirme en forma de apoyo antes de dar por terminada nuestra conversación.

Cada vez fuimos alejándonos más, convirtiéndonos solo en espectadores de lo que vagamente podíamos darnos cuenta que pasaba en la vida del otro, ya sin acércanos ni dedicarnos más tiempo para hablar ni mucho menos para estar juntos, pues eso parecía era lo que él más evitaba hacer y lo veía tan distante...parecía ya tan difícil ver lo que había en él, de quien antes había sido mi mejor compañía.

-¿Crees que es la indicada?-me gane una mirada reprobatoria cuando me dirigí a él días después. Desde que había aparecido tarde para los ensayos parecía algo tenso y yo ya no podía seguir un día más sin saber que era lo que le pasaba si no me lo decía.

-Lo es-cuando lo escuche casi hubiera comenzado a reír sino hubiera sido por su cara tiesa, ¿qué no se suponía que tenía que estar contento por lo bien que la estaba pasando? Últimamente no llegaba a los dormitorios.

Aquí quizá tendría que aceptar que al menos siempre intentaba estar al tanto de los acontecimientos generales que pasaban en su vida. Aquí, quizá debía reconocer que no había dejado de estar atento a ninguno de sus asuntos, pues creo que aunque lo quisiera involuntariamente mi atención siempre estaba puesta en él.

-Ella...ha sido muy buena conmigo, comprensiva.

-Sí, muy comprensiva-pensé esto irónicamente volviendo a los enormes espejos mientras hacía movimientos para comenzar.

Pero sin pasar por alto como todas las personas con las que había estado saliendo de pronto se convertían en una sola persona, "ella".

-Pedí su mano-decía rápidamente, no sabía si se trataba de verdaderos nervios o si era solo porque todo esto se trataba de una retorcida broma.

Pare lo que hacía, lo mire de nuevo suponiendo lo de la broma pero en su cara no había ningún atisbo de que lo fuera. Negué regresando al espejo.

De esta manera también se enteraron los demás miembros, todos igual de sorprendidos pero ninguno más que yo, y no sé por qué si se suponía que era yo quien sabía todo sobre él y sus planes.

-Un momento, dijiste que solo querías una familia no tienes por que hacer esto-movía la cabeza-No puedes hacerlo-negaba fervientemente sin comprenderlo.

-Entiendo que no comprendas mi insistencia, pero aunque lo veas como algo estúpido, es lo que quiero-seguía mirándolo-Mis ideales son otros, Kyuhyun, entiéndeme, quiero una familia ahora.

-Entonces solo...-esta vez no sabía que decir para que parara con todo esto.

Realmente no entendía por qué Sungmin quería tener una familia, pero si, él quería exactamente esa clase de familia convencional.

-No necesitas casarte...

-Claro, ¿y qué dices de los medios?-otra vez la misma pregunta. Esto ya se había convertido en un ciclo constante donde no hacíamos más que recordarnos las debilidades de uno y otro.

-No tendrían por qué enterarse, así como con lo nuestro, así como con muchas cosas-me adelante a decir, ni siquiera sabía por qué seguíamos teniendo la misma conversación de siempre; ¿cuantas veces hablábamos del porque teníamos que callarlo? La empresa, nuestros compañeros, nuestra familia y si, ahora entendía que era por nosotros, principalmente por nosotros-Espera solo un poco más...

-Sabía que esto no sería fácil pero tú lo estás haciendo más complicado-miraba a otro lugar-Entiéndelo, nuestras vidas han cambiado, tu y yo buscamos algo distinto ahora, y yo no puedo...No puedo seguir aplazándolo.

-¿No puedes hacerlo porque así te lo dicta tu capricho?

Sungmin me miro atónito, yo siempre había dicho de todo pero jamás había hablado de aquel tema con tanto desdén.

-No es ningún capricho, yo siempre...

-¿Y podrás vivir feliz de acuerdo a eso?-lo interrumpía-A lo mejor tienes razón, y esto jamás termina, dime, ¿serias capaz de mirarme todos los días como si esto nunca hubiera pasado?

-Yo, yo podría-Sungmin contestaba tranquilo lo cual hacia que me quedara incrédulo.

-¿Y qué hay de mí? ¿No lo has pensado?-quería seguir insistiendo, solo un poco más-Crees que soportaría cuando esa persona...por que dime, es correcto estar con un persona que no quieres...

Sungmin se encargó que no siguiera poniendo una mano en mi boca y sin perder tiempo decidía terminar la discusión poniéndose en marcha cuando ignoraba todos mis movimientos para impedirle que lo hiciera.

-¡¿Dime, porque esto nunca pudo ser suficiente?!-gritaba mientras se iba. Sin darme cuenta que para mí tampoco lo había sido.

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).