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Preludio a la Destrucción. ::South Park:: por Sakura Akashi

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Preludio a la Destrucción.

La noche de los Cristales Rotos.

 

 

Todo solo empeoraba cada día.

El nuevo modelo político que Hitler dictamino, Hitler es Alemania y Alemania es Hitler. Al principio universal de igualdad entre los hombres y de paridad de derechos y deberes le sustituye la idea de Hitler: la superioridad de raza, una infundada concepción de la selección de las especies y etnias.

Alemania tiene que rebasar sus fronteras y ser la fuerza que domine a Europa, se escucha por todos lados, en la radio, en la calle, en los periódicos. La esvástica nazi y el rostro de Hitler tapizan al país entero.

La persecución de los judíos fue en aumento.

Hace algunos meses atrás Kyle podía caminar sin miedo en las calles de su comunidad, ahora tenía miedo incluso de poner un pie fuera de su casa, prefería quedarse en su cuarto y leer uno que otro libro, no había nada más que hacer, escuchaba el radio que su padre había resguardado en el sótano, deseando en secreto que Alemania fuera por fin derrotada, la invasión podía ser incluso mejor.

Muchos de sus amigos habían dejado de hablarle, así que otra razón más para no salir a jugar aparte del miedo, era esa: nadie quería jugar con él, por miedo o por mandato de sus padres. Kyle no entendía nada, ¿Por qué la puerta de su casa estaba marcada con la estrella de David? ¿Por qué los judíos no podían tener trabajos bien pagados? Su padre solía ser abogado, de los mejores, pero ahora a todos los abogados, los maestros, los ingenieros, doctores y comerciantes judíos se les prohibió llevar a cabo su profesión, a partir de entonces se vieron obligados a trabajar en los puestos de menor categoría, aun por debajo de los no judíos.

Sin embargó, esto solo fue el comienzo de su infierno. Los bueno tiempos quedaron atrás, aquellos días en los que corría junto a sus amigos sin tener preocupaciones, cuando disfrutaba de un tranquila tarde junto a su madre y hermano menor, cuando su padre llegaba de trabajar y les llevaba algunos bocadillos para beber junto al té.

Fue en el año de 1933 que las primeras leyes anti-judíos se promulgaron, pero al principio estas leyes no se aplicaban tan estrictamente.

A principios de mayo de 1935 a los judíos se les prohibió el ingreso a la Wehrmacht (fuerzas armadas) y ese mismo año la propaganda anti-judía aparecería en cada esquina de la Alemania nazi. Cómo los judíos fueron apartados de todos los trabajos políticos y de educación, no hubo nadie que frenara a la Alemania nazi, las leyes anti-judíos se extenderían con rapidez y fuerza.

Kyle rasco con sus cortas uñas la estrella que su abrigo llevaba bordada, incluso si se quitaba esa prenda, su camisa tendría otra estrella igual, observo el reloj que colgaba sobre la pared, eran las tres en punto, seguramente su madre se iría en cualquier momento a hacer las compras, las medidas anti-judíos eran llevadas a cabo al pie de la letra, no solo por los alemanes que apoyaban a Hitler, eran los mismos judíos que también acataban cada palabra, pero ¿Qué demonios se podía hacer en una situación similar? ¿Quejarse? ¿Con quién?

A los judíos se les impuso el uso de la estrella de David en toda su ropa, incluso aunque no se practicara la religión.

Todos los judíos, incluso el hijo de un judío y un ario, dejaban de ser ciudadanos de ese país, por lo tanto todos sus derechos civiles eran revocados. Los judíos que se hubieran convertido al cristianismo (luteranos, católicos o protestantes) eran considerados judíos de todos modos por su origen.

Los judíos debieron entregar también sus bicicletas, Kyle no entendió del todo esta absurda y estúpida ley, mucho menos entendió porque tampoco podían tomar el tranvía o porque no podían viajar de noche.

Su padre había comprado un auto, tuvo que venderlo, porque si, adivinaron a los judíos no se les permite tener un auto, fue una bofetada para su padre tener que venderlo a tan bajo precio, siendo que a él le había costado el triple o quizás más.

Los judíos solo tienen desde las tres hasta las cinco de la tarde para hacer sus compras; por supuesto solo en tiendas judías.

Si Kyle quisiera cortarse el pelo, tendría que ir a una peluquería judía ¿Cómo la reconocería? Por supuesto estos lugares estaban marcados con la estrella de David y los letreros que los nazis dejaban sobre las ventanas, esos mensajes de odio y muerte.

Ningún judío puede salir de casa desde las ocho de la noche hasta las seis de la madrugada, no se les está permitida la entraba a cines o teatros; no se les permitía la entrada a las piscinas, las canchas de tenis o hockey, ni ningún otro deporte, ni siquiera puede estar fuera en su jardín después de las ocho de la noche, mucho menos en el jardín de alguna otra persona, los judíos no pueden entrar en casa de cristianos, los judíos solo pueden asistir a colegios para judíos.

Estaba estrictamente prohibida la unión entre un judío y un alemán.

Si lo sé, quizás ahora mismo te estas riendo de estas prohibiciones tan absurdas, Kyle quiso hacerlo cuando las escucho también, pero… cuando te das cuenta de que todo esto es verdad, de que una simple palabra o un simple acto pueden acabar con tu vida y la de tu familia ya no es tan gracioso.

Kyle al igual que su familia, tuvo que seguir al pie de la letra todas estas indicaciones.

—Tengo miedo incluso de beber agua.

—Pues solo falta que también lo prohíban.

—Ike, no sabía que estabas aquí. – Kyle cerró el libro y lo dejo en una de las repisas del estudio de su padre.

—Lo sé, estuve llamándote por más de tres minutos.

—Lo siento ¿Qué quieres?

—Stan estaba abajo. – Señalo con su dedo el piso, los ojos de Kyle se abrieron con sorpresa, sonriendo levemente al escuchar el nombre de su mejor amigo, Stan, aquel chico que a pesar de todo seguía a su lado, las tardes de risa y diversión lo ayudaban un poco a sobrellevar todo– También Kenny y Eric. – Su sonrisa se borro, escuchar el nombre de Eric Cartman a esas alturas de su vida era un infierno, ese chico le odiaba, ese chico era un perfecto comunista nazi, el chico idolatraba a Adolf Hitler y soñaba con un futuro libre de judíos, libre de cualquier minoría, soñaba con ser el segundo Adolf Hitler y Kyle mucho se temía que Eric Cartman sería un buen sucesor.

Aun no entendía como es que Stan y él mismo seguían siendo amigos de Eric.

..::..

Kyle estaba asustado, pero se mantenía fuerte para no preocupar a su madre. Su padre abrazaba a Ike, las calles esa noche estaban especialmente ruidosas, los vidrios rompiéndose, los gritos y el llanto de todas esas personas inocentes.

Kyle tomo la mano de su madre y la apretó con fuerza, ella temblaba y retenía las lagrimas en sus ojos, secándolas de inmediato cuando estas escapaban, Kyle cerró sus ojos y trato de imaginar que nada de esto estaba pasando, trato de pensar que solo era un sueño que mañana despertaría en su cama, riendo o quizás llorando por la pesadilla, bajaría a desayunar y luego su padre comenzaría con la lección del día, se despedirían de él más tarde y este tendría que irse a trabajar, su madre se pondría a cantar mientras preparaba el almuerzo e Ike se uniría a ella si es que la canción le gustaba.

Ellos aun querían tener esperanzas, aun querían pensar que todo iría bien, que este infierno pronto terminaría y entonces podrían volver a sus vidas normales.

—Shhh, Ike, no llores… — Su padre acaricio el cabello de su hermano, la poca luz que se filtraba lo dejaba distinguir algunas cosas en ese sótano, un mueble viejo de madera que comenzaba a pudrirse, algunos sacos de especies, azúcar y arroz.

Su corazón se detuvo cuando escucharon las pisadas fuertes y resonantes de las botas militares. Tenía miedo incluso de respirar.

Kyle realmente no sabía que es lo que tenía que esperar de esta familia, ¿Se arriesgarían tanto por ellos? ¿Por qué los habían ayudado en primer lugar?

Kyle no lograba entenderlo del todo.

— ¿Ocurre algo? – Escucharon la voz calmada y serena de aquella mujer, Kyle no podía verla pero apostaría el trozo de chocolate que había en su bolsillo a que ella sonreía.

—Solo es una pequeña revisión… Liane Cartman ¿verdad?

—Así es, ¿Cómo puedo ayudarlo?

—Como le dije es solo una revisión. — la voz del soldado resonaba por toda la habitación, Kyle jamás podría olvidar aquella ronca y decidida voz, no había rastro de culpa en ella, solo estaba ese tono de: hago lo correcto.

Liane no lo parecía pero estaba muy asustada, no por ella, no…

Estaba preocupaba por Eric.

Kyle también lo estaba, por ese gordo culón de mierda, si Eric llegaba a abrir la boca…

Pero Eric no podía ser tan hijo de puta, en esa situación no solo ellos perdían, Eric y su madre serian acusados por traición al encubrir y dar alojo a los judíos.

Eric se encontraba junto a su madre, sonriendo levemente, meciéndose de un lado a otro; observando fijamente el piso, incluso Kyle podría jurar que sus ojos de toparon por breves instantes, es como si el piso de madera hubiera desparecido, su corazón latía con fuerza, y Eric lucia complacido.

Estaba en lo correcto, Eric no diría nada, para proteger a su madre y para seguir teniendo esos pequeños momentos de poder, donde sabia que la vida de Kyle dependía de él y aunque estaba consiente de que el judío sabía que no diría nada, aquel olor a miedo, aquella mueca de terror que se imaginaba en su rostro era adictivo.

Cuando los soldados salieron de su casa, Liane se dejo caer sobre el sofá de su sala, Kyle hizo lo mismo solo que él cayó al suelo directamente.

La noche del nueve de noviembre de 1938 seria recordada como: La noche de los Cristales Rotos*, sería también el inicio de todo el infierno que viviría junto a la persona menos esperada, pero que sin embargo sería el más grande apoyo que Kyle pudiera desear.

Aunque claro eso aun no lo sabía.

..::Continuará::..

 

 

 

Notas finales:

 

¡Tenía que escribir esto, tenía que hacerlo! O no podría dormir, he leído algunos fics con la temática nazi, pero en todos ellos Kyle es el judío que va al campo de concentración y Cartman es un general o un alto mando en este… pues bueno, si esperas un fic como ese, entonces no estás en el lugar correcto.

Inevitablemente tendrá OoC por mucho que me desagrade esto, así que lo advierto desde ahora, aunque tratare de mantener sus personalidades.

Bueno este es el inicio de este fic, depende de ustedes si arrancamos este proyecto o no.

*La noche de los Cristales Rotos (en alemán: Kristallnacht o Novemberpogrome) fue una serie de pogromos y ataques combinados ocurridos en la Alemania nazi (comprendiendo Austria también) durante la noche del 9 al 10 de noviembre de 1938 y llevado a cabo por las tropas de asalto de las SA conjuntamente con la población civil, mientras las autoridades alemanas observaban sin intervenir


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