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Pink Cocktail por LovingTales

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Notas del capitulo:

Hola queridas ;)

Aquí me tienen nuevamente, entregada completamente a ustedes xD

Les comento que como suele sucederme me he extendido mucho en este cap, por lo que espero perdonen mi avaricia jajaja.

¿Piensan que debería cambiar el resumen de esta historia?... si alguien se anima a responder se lo agradecería.

Y como siempre miles y miles de gracias a quienes siempre me dejan sus comentarios: Mero-mero san, Zabura_800, Eysan, Momo y Rainiu_soykawaii... y si se me pasa alguna perdonen y me dejan un review para golpearme!!!!

No olvidaré a agradecer a mis lectoras también, un beso y muy pronto nos leemos queridas :)

Bye bye

 En el capítulo anterior...

-Así que Trafalgar Law es un chico que gusta beber en solitario- exclamó aquel sujeto sentado a su lado-

Sin darle mucha importancia volvió su rostro para ver de quien se trataba y qué sorpresa se llevó al distinguir, a pesar de las luces de aquel lugar, una cabellera roja y unos intensos ojos ambarinos.

-Hola- se limitó a decir- Así que Eustass Kid recuerda mi nombre… que honor- exclamó con frialdad-

-¿Eh? No suenas como un verdadero fan- rio el pelirrojo- eh ¡aquí un vodka!-

-A decir verdad no lo soy-

-Ya veo… es un alivio porque entonces podremos emborracharnos-

-Eso suena interesante- sonrió Law mientras bebía y examinaba de vez en cuando a aquel sujeto-

 

 

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Capítulo XI

 

-¡Dos vodkas más por acá!- gritó Kid al barman-

Había salido de la mesa donde se encontraban todos bebiendo con la intención de ir a la barra a pedir un trago, al llegar se percató que junto a él se encontraba Trafalgar Law sin más compañía que un vaso en su mano. A decir verdad aquel chico estaba bastante silencioso, cuando le dijo que se emborracharan el pelirrojo pensó que sería en medio de una amena conversación, sin embargo apenas el moreno había abierto la boca.

-No sabía que los modelos eran tan callados- musitó Kid un tanto divertido con la actitud reservada de Law-

-No lo son, pero no soy la clase de modelo a la que debes estar acostumbrado-

-¿Acostumbrado? Jajaja explícate-

-Me refiero a qué probablemente los modelos que conoces son todos egocéntricos, graciosos y suelen ser el  centro de atención… un ejemplo perfecto sería Cavendish-

-Sí, tienes razón- sonrió Kid- creo que estoy acostumbrado a esa clase de modelos, aun así solo es un detalle-

-Bueno la vida está llena de detalles… ahora creo que es mi turno preguntarte algo-

-Lo que quieras- dijo al tiempo que daba un sorbo a aquel fuertísimo vodka-

-¿Qué se siente estar en una banda de  rock tan famosa?-

-Te mentiría si te dijera que mal, es divertido, especialmente tocar en vivo-

-Puedo imaginármelo, aunque a decir verdad nunca he ido a un concierto-

-¿Hablas enserio?- preguntó sorprendido-

-Sí, pero supongo que algún día lo haré-

-Cuando quieras puedes ir a vernos, te daría un pase vip para que estuvieras adelante-

-Te lo agradezco…. Bien ¿qué te parece si vamos a fumar a la terraza?-

-Vamos-

Ambos chicos pagaron sus cuentas y salieron en dirección a la terraza del bar, la cual se encontraba en la parte posterior y tenía una hermosa vista al parque de la ciudad. A Kid  no pareció importarle dejar a sus amigos esperando puesto que ni siquiera se molestó en avisarles. Avanzaron por entre el gentío que a esas horas se congregaba en Dressrosa, apenas salieron sintieron una fresca brisa que desordenó sus cabellos.

Luego de haberse ubicado en un extremo de la terraza Law sacó una cajita metálica de su bolsillo.

-Eso luce bien- exclamó Kid al ver los caños que el moreno tenía- que suerte la mía, hacía días no fumaba-

-¿problemas en el aeropuerto?- preguntó Law encendiéndolo-

-No puedo arriesgarme-sonrió a la vez que daba una primera calada, aspirando profundo para luego exhalar a los pocos segundos- delicioso-

-Bueno entonces has tenido mucha suerte Eustass Kid, no suelo compartirlos con nadie-

-Además de callado eres tacaño, quien lo diría-

-¡No soy tacaño!, es sólo que los chicos no suelen fumar esto, prefieren otras cosas-

-A estas alturas es probable que tu amigo rubio esté bailando sobre las mesas con aquellas pastillas que tomó-

-Ese idiota está loco-

-Jajaja ¿y tú no?-

-No, no lo estoy… ¿y sabes qué es lo peor?-

-¿Qué cosa?- inquirió curioso el pelirrojo-

-Ni siquiera me siento tan ebrio-

-Entonces has fallado completamente esta noche-

-Eso parece… bien creo que es tiempo de que me largue, tú deberías hacer lo mismo- dicho esto el moreno cedió todo aquel cigarrillo al sujeto que tenía en frente - al menos para ti ha sido una noche con suerte-

-No podría quejarme- tomó el caño y sonriente aspiró mientras veía como el moreno se perdía entre la multitud- Así que Trafalgar Law…- pensó dando una última calada-

En esos momentos el grupo organizado por Cavendish se encontraba conversando y divirtiéndose en una mesa, al parecer estaban tan ebrios que ni siquiera habían notado la ausencia del pelirrojo, por lo que al volver este todos se extrañaron.

-¿En qué momento saliste Kid?- exclamó Killer tratando de sonar serio-

-Pues hace apenas cinco minutos- bromeó a la vez que se sentaba y arrebataba el trago de las manos de su amigo- ¡Delicioso!... vaya hasta Luffy se encuentra ebrio, qué le diré a tú padre cuando lo vea-

-¡Yo no estoy ebrio! Pero tengo mucha hambre… ¡POR AQUÍ TRAIGANME UNAS PAPAS FRITAS!- gritó el pelinegro haciéndole una seña a la mesera- Vamos Kid ve a buscar mis papas-

-¿Estás loco niño?.. Aun así iré por unas cervezas-

-Vamos Zoro…. Vamos a bailar- decía un emborrachado Cavendish al peliverde mientras se abalanzaba de forma coqueta sobre él- solo será un rato-

-¿Qué dices?... yo no sé bailar-

-¡Venga vamos vamos vamos!- exclamó a la vez que se acercaba aún más al cuello de Zoro estando a pocos centímetros de su piel-

El peliverde parecía nervioso por la cercanía de aquel rubio. A pesar de haber bebido bastante no se encontraba ebrio por lo que comenzó a sentirse sumamente incómodo, más aún al notar como su colega acercaba sus labios para besarlo. Rápidamente le detuvo con suavidad viendo como el otro hacía un gesto de tristeza.

-Vamos Zoro… ¿por qué no me quieres?... nadie me quiere- exclamó abrazándole, realmente se sentía frágil en el cuerpo del peliverde-

Zoro por su parte sintió aquel esbelto cuerpo sobre él y sin saber muy bien que hacer puso su mano en la espalda del rubio, tratando de consolarle de alguna forma.

-¡Hey Cavendish! Yo bailaré contigo- dijo uno de los chicos de la banda-

El rubio dio un respingo y poniéndose de pie en el acto, tomó al chico del brazo y lo arrastró hasta la pista de baile.

-Oi Luffy creo que mejor nos vamos-

-¿Eh? Pero mis papas fritas aún no llegan…- reclamó el menor-

-Vamos a pagar  la cuenta y las esperamos allá, puedes comerlas de camino-

-Está bien- suspiró y ambos se pusieron de pie-

Una vez se despidieron de todos caminaron con dificultad hacia la caja donde pagaron sus tragos y esperaron las papas fritas del pelinegro. La noche estaba fría y dada la distancia que había desde el bar hasta la casa de Zoro optaron por tomar un taxi.

-No me has contado como te fue en tu primera clase-

-Bueno pues la verdad me fue bien, aunque me falta mucha práctica aun-

-Ehhh ¿entonces por qué no te compras un auto?-

-Oi Luffy ¿acaso estas demente? No tengo dinero para un auto, además solo estoy haciendo esto por esa mierda de trabajo que tengo-

-Jajaja es cierto aun debes trabajar más… pero podríamos sacarle el auto al cejillas de vez en cuando- rio con malicia el pelinegro al tiempo que se recostaba sobre el asiento del taxi y miraba la única estrella visible en el cielo de aquella urbe-

-Que te jodan- rio divertidamente el peliverde-

Tras cruzar prácticamente toda la ciudad finalmente llegaron a la casa de Zoro, por suerte aquel local de hamburguesas se encontraba cerrado pues de lo contrario Luffy hubiera insistido en comprar una y eso les habría significado media hora más esperando la comida. Entraron en la  casa y como ya se había vuelto costumbre Luffy se abalanzó sobre la cama durmiéndose a los pocos segundos.

-Vaya que estaba cansado- pensó el peliverde mientras caminaba al baño para  cepillarse los dientes-

Antes de acostarse en el sillón recordó que tenía aquel molesto móvil en su bolsillo e inspeccionándolo descubrió como programar la alarma.

-Bien entonces serán solo tres horas de sueño...- se dijo a sí mismo-

Lo cierto era que había programado el despertador a las 06:30 para alcanzar a ducharse y desayunar y luego tomar un autobús hasta el edificio de su jefe. No quería tener que escuchar los reclamos de aquel exasperante rubio durante todo el día, así que haría un sacrificio y se levantaría a como diera lugar.

-Buenas noches Luffy- exclamó cerrando sus ojos, no obstante no obtuvo respuesta-

Eran alrededor de las 04:00 de la madrugada y Trafalgar Law no lograba conciliar el sueño. Había pensado que si salía y se embriagaba su cuerpo no soportaría el cansancio y caería rendido apenas se acostara, y sin embargo ahí se encontraba, con los ojos abiertos y en plena consciencia, acechado por sus pensamientos y recuerdos.

No hacía más que pensar en Doffy y en aquel beso robado en la mañana.

-Maldito… maldito- se decía a sí mismo, apretando los puños con fuerza-

A decir verdad le era prácticamente imposible sacarse al rubio de su cabeza, no hacía más que pensar y recordar todo lo que habían hecho juntos y para peor, aquel último encuentro.

-¿Qué tan lejos hubiera podido llegar si no hubiésemos sido interrumpidos?- se auto analizó, tratando de aclarar aquella angustia que le oprimía fuertemente el pecho- quizás me habría negado a todo… no me sentí tan excitado como otras veces- cerró los ojos con la intención de dormir sin embargo algo en él le impulsó a abrirlos nuevamente-… ¡a quien quiero engañar!, lo más probable es que me hubiera desnudado apenas sentirlo contra mí… no sé qué hacer… maldito Doffy-

Pensó esto último apretando las sabanas y tomando su móvil comenzó a ver las fotografías que tenía del rubio con la intención de borrarlas, no obstante de nada le sirvió verlo pues a los pocos segundos comenzó a sentir una sensación cálida expandiéndose por su entrepierna. Frunció el ceño y tratando de ignorar aquella necesidad inminente de su cuerpo lanzó lejos el móvil pretendiendo dormirse con desesperación. Como si Morfeo estuviera empecinado en joderle la noche apenas cerró los ojos un recuerdo de Doffy  desnudo llegando al orgasmo sobre él lo hizo despertar y presuroso guiar su mano hasta su miembro, el cual comenzó a atender con dedicación. Maldijo por lo bajo y no pudiendo evitar las imágenes de Doffy que su mente le enviaba terminó por acabar en su mano, susurrando el nombre de su amado, retorciéndose de placer entre su cuerpo exquisitamente sudado y las suaves sabanas bajo él.

 

Apenas había cerrado los ojos y la alarma comenzó a sonar, ¿qué rayos pasaba?, ¿acaso se había equivocado?  Restregó sus ojos en una acción llena de somnolencia, tomó el móvil para apagar ese maldito sonido y fue cuando se percató que ya eran las 06:30.  Con dificultad se sentó en el sillón, observó a su alrededor cayendo en la cuenta que unos débiles rayos de luz comenzaban a filtrarse por las ventanas. Como suele pasar a aquellos con dificultad para levantarse por las mañanas, permaneció con la mirada fija en el piso y aun tratando de asimilar el comienzo de su jornada.

-Ahhh que demonios, desearía seguir durmiendo- exclamó en voz baja dando un bostezo a la vez que se ponía de pie y caminaba en dirección al baño-

Con una asombrosa rapidez el peliverde se duchó y preparó su desayuno comiendo con presteza. El único problema que le quedaba era despertar al moreno, debía acompañarlo para conducir el coche de Sanji de lo contrario todo aquel sacrificio madrugador habría sido en vano y tendría que soportar durante todo el día las quejas del maldito cejillas.

-Luffy… oi Luffy despierta- susurró Zoro mientras zarandeaba despacio al moreno, sin obtener respuesta- Luffy…. Rayos es inútil, parece un tronco- se dijo decepcionado-

Insistió a los pocos segundos sin mayores resultados por lo que dándose por vencido y siendo ya las 07:10 optó por la agresividad. Tomando al menor de los hombros comenzó a sacudirlo bruscamente hasta que el chico abrió los ojos y sobresaltado exclamó:

-¡Ahhh Zoro! Eras tú… pensé que había un terremoto Jajajaja-

-Vamos Luffy levántate, estamos atrasados-

-No quierooooo!! Tengo mucho sueño aún… déjame dormir-

-No puedo, debo ir a buscar a ese idiota del cejillas-

-Entonces ve… yo tomaré el metro más tarde- dicho esto Luffy se enredó entre las sabanas y cerró los ojos sonriendo satisfecho-

-¡¿Ah?! No puedo ir solo, como quieres que conduzca-

-Si puedes Zoro ¡esfuérzate!-

-Ni que lo digas- el peliverde tomó con fuerza las mantas y las hizo a un lado, causando un escalofrío en su amigo-

-Eres cruel-

-¡Vamos!-

Con mucha lentitud Luffy se despertó y dirigió al baño para darse una ducha, tiempo durante el cual Zoro le servía una taza de café con nada más  que cuatro cucharaditas de azúcar y un enorme plato con arroz. Apenas olfateó la comida se lanzó ávido a la mesa, devorándolo todo en pocos minutos. Una vez terminó de comer el peliverde lo tomó del  brazo y rápidamente corrieron en dirección a la parada de autobús, el cual  para su suerte, pasaba cada cinco minutos.

-¿Para qué querías que te acompañe donde Sanji?- preguntó Luffy mientras daba un enorme bostezo-

-Pues para que conduzcas, yo aún no puedo hacerlo… y no quiero escuchar a ese idiota repitiéndome durante todo el día que lo vaya a buscar y que lo despierte y que se yo que mierdas más-

-Ehhh entiendo… bueno despiértame cuando lleguemos- dicho esto el menor apoyó su cabeza en el hombro de Zoro y se durmió-

El recorrido que hacía aquel autobús les daba tiempo suficiente para no atrasarse, puesto que una vez salía de los suburbios tomaba dirección en una sola avenida, de la cual no se desviaba hasta llegar a una intersección, lugar donde debían bajarse y caminar los veinte minutos hasta el edificio del rubio. A decir verdad era bastante agradable todo aquel sector, rodeado por árboles y enormes casas con bellos jardines por lo que el recorrerlo se volvía algo grato, especialmente por las mañanas.

Se bajaron y avanzaron por larguísimas veredas de adoquines sintiendo los rayos del sol sobre sus cuerpos, anunciando que sería un día muy caluroso.

-Luffy necesito que me ayudes a comprar ropa-

-¿ropa? ¿De verdad?- preguntó el menor sorprendido-

-Sí… Nami me dio aquella tarjeta de cortesía y me dijo que debía comprar ropa porque ahora que soy modelo, mi apariencia es importante-

-¡Tienes razón! Entonces no te preocupes, yo te ayudaré, ¿qué te parece si vamos por la tarde?-

-Me parece bien-

 

Luego de caminar  durante un buen rato vieron por fin el edificio del rubio. Zoro tomó su móvil y percatándose que eran ya las 08:00 llamó a su jefe para despertarlo. El tono marcó durante varios segundos hasta que se escuchó la voz de Sanji al otro lado de la línea:

-Aló…-

-Cejillas despiértate-

-Marimo… ¡ME HAS DESPERTADO IDIOTA! ¿Qué te crees?-

-¿AHH? ¿Qué dices? Si ayer me estabas reclamando que no te desperté y te quedaste dormido-

-…. Así es, pero tampoco está bien que me llames tan repentinamente-

-Tsk!- gruñó Zoro- bien entonces date prisa, estoy con Luffy abajo para llevarte a la agencia-

-¡NO ME DES ORDENES!... espérenme en el estacionamiento, bajo en un rato-

Dicho esto el rubio colgó la llamada y ambos amigos entraron al edificio e hicieron tal como les indicó Sanji, sólo que en vez de esperar “un rato” como les señaló, estuvieron alrededor de media hora parados junto a su coche.

-Ese idiota…-

-Ehhh de seguro Sanji ha desayunado mucho… ¡qué envidia!- dijo Luffy, quien se encontraba recostado sobre el capó del auto-

-De seguro Nami ya está preguntando por nosotros-

-¿A qué hora tenías que estar en la agencia?-

-A las 09:00-

-¿y qué hora es?-

-Son las 08:30… no quiero escuchar los gritos de esa mujer-

 De pronto y luego de aquella larga espera el rubio hizo acto de presencia llegando desde el ascensor.

-Bien, ya estamos… ¡¿QUÉ HACES ACOSTADO AHÍ?! BAJATE AHORA MISMO- exclamó Sanji al ver al moreno descansado tranquilamente sobre su coche-

-Jajajaja lo siento pero tardaste mucho y tenía sueño-

-No es asunto mío, ten acá están las llaves. Dense prisa pues tengo sesión a las 09:30-

-¿Qué nos demos prisa? Tú eres quien demoró más de media hora en llegar- exclamó Zoro con el ceño totalmente fruncido -

-¿y eso qué?, es parte de tu trabajo tener que esperarme… mejor acostúmbrate marimo-

-Tsk! Venga Luffy vámonos de una buena vez-

-¡A la orden!- sonrió el pelinegro y tomando las llaves se apresuró en arrancar el coche-

Todos permanecían silenciosos, el rubio quien iba sentado de copiloto se aplicaba una crema hidratante en el rostro y luego arreglaba su cabello con delicadeza, el peliverde lo observó molesto por lo que desvió la mirada hacia la ventana hasta que llegaron a la agencia.

-¿Sanji llegando a la hora? Eso es algo inédito- sonrió maliciosa la pelinaranja apenas vio entrar a los chicos-

-No estoy para bromas Nami, dime bien donde tengo que ir ahora-

-Uhmmm bien, debes ir a  terminar la sesión de Diable Jamble, Caesar te está esperando en su sala-

-Voy para allá- dicho esto el rubio extendió su bolso a Zoro quien lo miró irritado, alejándose en dirección al ascensor-

-¿Qué se supone que tenga que hacer con esto?- preguntó el peliverde-

-Pues llévalo a su camarín… a todo esto ¿a qué hora debes ir a la escuela?- contestó Nami tomando su móvil-

-A mediodía-

-¡Entonces vamos a trabajar ahora mismo! Creo que hoy tienes sesión de Santoryu  nuevamente… le preguntaré a Robin-

 

Luego de organizar el trabajo de aquel día la pelinaranja despachó a ambos chicos donde Robin para que vistiera a Zoro mientras alguien del equipo de Caesar lo maquillaba. Preocupada por la ausencia de Repel y aún más de Law, tomó su móvil y marcó el número del moreno, deseando que contestara.

-¿Diga?- respondió Trafalgar adormilado-

-¡Law! Buenos días… ¿por qué no has llegado aún? ¡Ya son casi las 09:00!-

Hubo un pequeño silencio en la línea.

-Me he quedado dormido… lo siento. Salgo inmediatamente-

-¡Eso espero! Además los chicos de Repel tampoco han llegado aún… ¿qué les ocurre a todos?-

-La verdad anoche salimos a Dressrosa… eso podría explicar la ausencia de varios-

-No me importa que vayan a emborracharse pero ¡asuman sus responsabilidades!... bueno te espero en la sala Law, nos vemos-

-Adiós-

 

Con mucha dificultad se deshizo de las sábanas y levantándose rápidamente caminó directo a la ducha. El agua estaba fría, mas no pareció importarle, tomó una toalla para cubrirse y de paso observó su rostro en aquel enorme espejo que cubría la pared del baño. Unas enormes ojeras surcaban sus ojos y peor aún estos estaban rojos, lucía realmente mal y a ese paso recibiría las críticas de Nami por aquel impresentable semblante.

-Bueno podría ser peor- dijo a la vez que aplicaba unas gotas en sus ojos para poner fin a ese molesto color-

Trafalgar Law sentía un extraño nudo en el estómago que le hacía recordar aquellos días cuando estaba en la facultad de medicina y un importante examen se acercaba, de esos de los cuales depende tu permanencia en la universidad. Trató de respirar hondo y calmarse sin embargo esa maldita sensación no desaparecía. Caminó hasta su armario del cual sacó apenas un buzo negro y una camiseta blanca en la cual se leía “Injected Boy”. Para su mala suerte ese día tendría que conducir a la agencia, lo cual por cierto no le agradaba en lo absoluto y más aún aquel día en el cual tenía los nervios de punta. Pensó en tomar el metro, no obstante ya estaba atrasado y la estación estaba bastante alejada de su edificio por lo que rindiéndose tomó las llaves de su coche y bajó hasta el estacionamiento.

Aunque solía llegar atrasado la pelinaranja nunca lo reprendía, entonces recordó que era miércoles y por ende debía realizar aquella sesión de Injection Shot junto con los chicos de Repel. Llevó una mano a su cabeza, aquella maldita resaca le estaba pasando la cuenta y sin mucha más paciencia aceleró hasta la avenida que lo llevaría directo a la agencia.

-Vaya un poco más y salgo sin zapatos- pensó mirando sus pies, que por el apuro había calzado con apenas unas alpargatas- quien me viera así-

Una vez estuvo en la agencia fue recibido por Nami quien se encontraba al borde de un colapso.

-¿¡Por qué demonios nadie ha ido a buscar a Repel!? ¡La sesión comienza  a las 10:30 y el único que ha llegado es Law! Apresúrense y envíen a alguien- reclamaba por el móvil a la vez que hacía una seña al moreno de que esperase-

-Vaya  Nami creo que necesitas ir a yoga-

-Silencio, es culpa de ustedes que me ponga así… ¡terminaré vieja antes de tiempo!- lloriqueó marcando un número nuevamente- ¡No te quedes ahí parado! Ve a maquillaje-

-Está bien- respondió el moreno con el ceño fruncido. Realmente a veces le irritaba los modos de la manager-

Avanzó por el pasillo en dirección al ascensor, una vez adentro debía presionar el botón al piso donde se encontraba la sala de Caesar no obstante tomó su móvil y percatándose que eran las 08:55  presionó el número del último piso.

-No puedo creer que vaya a hacer esto- se dijo cerrando los ojos y apretando los puños-

Al llegar avanzó por entre los materiales de construcción y fue directamente a aquella sala donde el día anterior había tenido el encuentro con Doffy. Nervioso abrió la puerta siendo recibido por nada más que oscuridad, temeroso encendió la luz del cuarto y mirando tras de sí, para asegurarse que nadie lo estuviera viendo, se encerró.

-Veamos… sólo esperare por unos minutos, si Nami me reclama le diré que fue el mismo Doffy quien me citó… que líos debo pasar para poder ver a este desgraciado- pensó mientras se sentaba sobre una caja-

A decir verdad estaba tan nervioso que de vez en cuando escuchaba los latidos de su corazón, lo cual lo hacía sentirse como un idiota. Tomó su móvil con motivo de matar el tiempo y sin embargo era inútil, cada minuto avanzaba lento y tortuoso convirtiéndose aquella espera en un verdadero calvario.

-No puedo creer que esté aquí… parezco una puta rastrera… aun así no puedo evitarlo, ya quiero verte Doffy porfavor apresúrate en llegar- se decía a sí mismo maldiciendo de vez en cuando-

Transcurrieron alrededor de diez minutos durante los cuales Law no hacía más que revisar la hora y golpear el suelo con sus pies tratando de acelerar el tiempo. Una fuerte sensación le oprimía el pecho haciéndole dificultoso el respirar.

-Vaya así que ahora me he convertido en un imbécil nervioso… lo único que faltaba en mi vida-

Los minutos se volvían cada vez más eternos y los recuerdos con el rubio se le aparecían como alucinaciones producto de la ampolleta de bajo consumo de aquel cuarto. No pudo evitar acordarse de cierta vez que Doffy lo sorprendió con dos boletos para un crucero que recorrería el caribe, fue durante vacaciones de invierno. Zarparon una fría mañana desde un puerto no tan lejano a la ciudad, él nunca había viajado en barco por lo que suponiendo que todo el trayecto sería a pleno sol, sólo había empacado ropa ligera. Apenas puso un pie en la cubierta el frío se apoderó de él causando que el rubio se riera a carcajadas, el moreno molesto recordó que lo empujó y se apresuró a la habitación que habían reservado, un enorme y lujoso cuarto con vista privilegiada al mar. Aquel lugar estaba cálido aun así sintió los brazos de su amado rodearle y besar lentamente su cuello, desabrochando su camisa en el acto.

-¡Aún estoy molesto contigo!, me dijiste que solo trajera ropa ligera y he quedado como un idiota al empacar solo camisetas- dijo frunciendo el ceño-

-Jajaja- rio Doffy- es que ha sido todo un plan-

-¿A qué te refieres?-

-Pues si tienes frío podré abrazarte… y al parecer eso será gran parte del viaje- el rubio se abalanzó quedando Law bajo sus fuertes brazos-

-¡Eso es trampa! Eres un tramposo Doffy- sonrió mientras lo abrazaba y se perdía en aquellos hermosos ojos celestes- (N/A: según yo Doffy tiene los ojos celestes y nadie me quitará esa idea hasta que lo muestren sin lentes xD!)

-Amo verte sonreír y ¿sabes que más amo de ti?-

-¿Qué cosa?-

-La expresión que pones cuando….-

-¿Cuándo qué?-

-¡Cuando te lleno de cosquillas!- exclamó el rubio a la vez que llevaba sus manos al estómago de Law y las movía rápidamente causándole espasmos y una estridente carcajada-

Había sido un viaje realmente increíble, paseaban por la cubierta del barco durante las noches y veían las miles de estrellas sobre ellos reflejadas en las cálidas aguas del mar caribeño que surcaban, pasaban tardes enteras tomando sol y nadando en las enormes piscinas y sin olvidar sus aventuras en los puertos en los cuales aquel monstruoso navío se detenía.

Una lágrima cayó por sus mejillas y para cuando reaccionó ya eran cerca de las 09:30.

-Lo siento Doffy, ya no puedo esperarte más- susurró y refregándose los ojos salió del cuarto en dirección al ascensor-

Una parte de él se sentía aliviada puesto que aquella sensación de angustia y nerviosismo había desaparecido, sin embargo la otra estaba completamente decepcionada y molesta. Al parecer sus días de paz y tranquilidad habían llegado a su fin. Se detuvo en este último punto, sabía que el pecoso tenía razón cuando le decía que debía olvidar a Doffy no obstante le era imposible, si hasta era su jefe y lo veía prácticamente todos los días. Cerró sus ojos formulando una decisión… era momento de retirarse dignamente de Donquixote y emprender hacia nuevos horizontes, quizás Redhawk le pagara mejor  y de todas formas era una empresa mucho más exitosa.

-Creo que ya está decidido… me largaré al finalizar la campaña- pensó sintiéndose un tanto más aliviado-

Por su parte Zoro se encontraba siendo maquillado por un asistente de Caesar quien había seguido las instrucciones dadas por su maestro. Santoryu era una marca bastante popular en el mercado masculino, teniendo en su colección diversos estilos, incorporando una nueva línea de trajes, smokings y americanas de las cuales Zoro sería rostro. Aunque apenas habían pasado unos días desde que el peliverde llegó a la agencia, lo cierto era que sus fotografías cada vez lucían mejor, podría decirse que todo gracias a la ayuda que Bartolomeo, el fotógrafo, le prestaba. Para suerte del moreno durante la sesión se encontraría presente una de las diseñadoras de la marca Diable Jamble la cual le daría consejos y opiniones sobre cómo mejorar sus poses.

 

-Oye idiota, ¿por qué me has aplicado esta sombra? Hace que no resalte mis ojos- reclamó Sanji quien se encontraba sentado en una de las sillas de la sala de maquillaje-

-Perdón señor… lo corregiré enseguida- respondió un joven-

-Detente ahí… no llames idiotas a mis ayudantes- interrumpió Caesar a quien realmente le cabreaba la actitud del rubio a veces- él solo sigue mis órdenes-

-Entonces tú eres el idiota Caesar… apresúrate y cambia este color-

-¿Eh? ¡Tampoco me llames idiota a mí!, no la cambiaré porque así fue estipulada- dicho esto se acercó al rubio tomándole el mentón para examinar bien su rostro- creo que ajustaré un poco por acá… y otro tanto aquí… bien ¿qué te parece ahora?-

-Luce mucho mejor… bien date prisa con mi cabello-

-¡No me des ordenes! Además ¿Cómo es que luces tan bien después de estar tan ebrio anoche?-preguntó Caesar sorprendido-

-Pues resulta que no estaba ebrio-

-¿ah no? ¿Quieres que te repita lo que me dijiste anoche?-

El rubio dio un respingo.

-Deja de joderme… a todo esto me salvaste-

-Sí… creo que me debes las gracias-

-Ni de loco- sonrió el rubio-

-Eso es tan propio de ti- rio el maquillador, sabía que era la forma en que Sanji agradecía-

-¡Caesar! ¿Has visto a Law?- Nami entró a la sala con una expresión de preocupación en el rostro-

-Pues no ha venido-

-¡¿Qué dices?! Ay por dios que rayos le ocurre a estos chicos… ni siquiera he tenido noticias de Repel, terminaré sufriendo un ataque-

En ese momento Trafalgar entró en la habitación.

-¡Law! ¿Dónde demonios te habías metido?-

El moreno quien se encontraba prácticamente al límite de su paciencia contestó:

-Como Repel aún no ha llegado me tomé la libertad de bajar a desayunar-

-Ahhh bueno en ese caso está bien, no quisiera demandas por fatiga o que anden diciendo que los obligamos a comer papel-

-Jajajaj eso es lo que hacía Cavendish- rio Caesar a la vez que peinaba a Sanji-

-¡Ni lo menciones!- respondió Nami, recordando aquel incidente en el cual el supermodelo comentaba a sus fans que para no engordar solía comer papel durante las extenuantes jornadas laborales-

Al cabo de un rato Sanji salió en dirección al subterráneo acompañado por la gente de la sección de vestuario, por lo que fue el turno de Law de ser maquillado. Al maestro le causó curiosidad las intensas ojeras que tenía marcadas el moreno.

-Vaya Law, supongo que no estás durmiendo bien-

- A decir verdad no he dormido mucho estos días-

-No puedo felicitarte por eso y sé que no es mi problema pero trata de no madrugar mucho, no puedo maquillarte esto y luego pintarte ojeras bajo los ojos, debes volver a como estaban antes-

-¿cómo demonios hago eso?-

-Pues es simple…. ¡acuéstate temprano! Y no salgas a beber todos los días-

-Por esta vez solo limítate a cubrir este horrible semblante- respondió cortante Law sintiendo como el maquillador le tironeaba el cabello- ¡Au! Eso dolió-

-Perdón- sonrió sarcástico-

En ese instante Caesar se alejó unos minutos en busca de una paleta con sombras, momento en que el móvil del moreno comenzó a vibrar, se trataba de una llamada entrante de Doffy. Solo bastó leer el nombre de su amado para que su corazón diera un vuelco y los nervios se apoderaran de él nuevamente. Sin saber muy bien qué hacer, optó por silenciar el celular y guardarlo en su bolsillo, después de todo no quería saber más del rubio.

 

Mientras Trafalgar optaba por lo más razonable Doflamingo se encontraba encerrado en el cuarto del piso en construcción. Debido a un problema con Crocodile y una maldita reunión a la cual debía asistir, se había atrasado llegando a la agencia cerca de las 10:00. Esperanzado en que el moreno aún se encontrara esperándolo subió a toda prisa, evitando miradas indiscretas obviamente. Para su mala suerte aquella habitación estaba vacía y a oscuras por lo que apenas entró encendió la luz y marcó el móvil del moreno sin obtener respuesta.

A juzgar por la hora supuso que debía estar en maquillaje por lo que rindiéndose guardó el móvil. La única duda que asaltaba su mente en esos momentos era si el moreno habría llegado a su cita por lo que inspeccionando con cuidado el cuarto cayó en la cuenta de que una de las cajas se encontraba un tanto aplastada, como si alguien se hubiera sentado.  Observó las otras que estaban al lado y se percató que eran lisas, por lo que pensó que efectivamente Law había estado ahí. Esto último no hizo más que desesperarlo y sin saber muy bien qué hacer bajó a su oficina, mientras que planeaba alguna excusa de poder llamarlo sin levantar sospechas de nadie.

-No puedo creer que me sienta acorralado en mi propia empresa- pensó-

Caminó hacia su oficina, todos le sonrían y saludaban por donde pasaba y él, siendo muy cortés correspondía de la misma manera. Si supieran cómo se sentía en esos momentos.

-¡Buenos días mi señor!- exclamó Perona al verlo llegar-

-Buenos días querida ¿todo bien?-

-Sí, ha estado todo muy tranquilo-

-Me alegro… necesito pedirte dos favores- indicó apoyándose en el mesón de la secretaria-

-Lo que usted necesite-

-Eres un ángel… bien lo primero que necesito es que hagas las tarjetas de invitación para el cocktail de cierre de campaña. He decido adelantarme y para no estar en último momento preferí hacerlo ahora- sonrió-

-Bien… entonces lo anotaré ah y debe enviarme la lista de invitados-

-Sí… recuerda que tenemos las invitaciones por correo para los empleados de la agencia y las de papel para externos-

-Sí, no debe preocuparse por nada-

-Gracias, bueno y lo segundo que necesito es que llames a Trafalgar Law a mi oficina, lo más pronto posible-

-Según tengo entendido el señor Law tiene sesión en media hora, ¿interrumpo?-

El rubio pareció dubitativo, no obstante era el único momento en que podría verse a solas con el moreno, antes de que Crocodile llegara.

-Sí, tienes mi autorización-

-Entendido señor, me comunicaré enseguida con la sala de maquillaje-

-Gracias no sé qué haría sin ti- exclamó guiñándole un ojo a la pelirosa quien sintió un pequeño sonrojo en sus mejillas-

-¡es tan guapo!- pensó-

La pelirosa hizo tal y como le pidió su jefe que hiciera, primero anotó en una libreta el encargo de las tarjetas y luego llamó a Nami para pedirle que enviara a Law.

-¡Nami! Siento interrumpirte, Doffy me ha pedido hablar urgentemente con Trafalgar en su oficina en este mismo momento-

-¿Qué dices? ¡Tiene sesión en media hora!-

-Lo sé y lamento interrumpirte pero el señor ha insistido y me autorizó para llamarte-

-Cielos… no sabría que hacer… bueno si insiste tendremos que retrasar todo. Espero no se tome mucho tiempo-

-No lo sé realmente-

-Lo enviaré enseguida… a todo esto ¿has tenido noticias de Repel?-

-Según me informaron hace cinco minutos salieron del hotel-

-De todas maneras comenzaremos tarde ¡sabes cómo odio eso!-

-Sí lo sé, tranquila todo saldrá bien- dicho esto cortó y comenzó a realizar llamados-

 

-Law Doffy te necesita urgentemente en su oficina-

El moreno casi da un salto al escuchar esto, sin embargo trató de disimular su nerviosismo.

-¿Qué hay de la sesión?- respondió tranquilamente-

-Comenzaremos más tarde, de todas formas ya estamos atrasados por culpa de Repel… vaya puntualidad que tienen en Redhawk- gruñó la pelinaranja-

-¿entonces debo ir ahora?-

-Sí, mientras más rápido mejor-

-Está bien…- con seriedad se puso de pie y caminó hasta la puerta sintiendo su corazón latir cada vez más rápido-

Cualquiera que hubiera estado en sus zapatos habría huido a esconderse con tal de no verle la cara a aquel sujeto, ¿qué demonios se creía?, en primer lugar lo hacía desaparecer de su vida y luego lo dejaba plantado en una cita tan importante como esa, realmente el rubio no dimensionaba la gravedad de los hechos, pensaba el moreno caminando a paso lento. Presionó el botón para bajar al segundo piso, iba de camino cuando sintió alguien que le tocaba el hombro, se volteó y vio unos conocidos ojos ambarinos.

-¡Eh! Con que sigues vivo Trafalgar Law-

-¿Qué tal Eustass Kid?- respondió a secas, realmente no tenía paciencia para nadie-

-Todo bien, solo nos quedamos dormidos… a todo esto ¿Dónde vas? Luces muy pálido-

-Es el maquillaje para nuestra sesión ¿recuerdas?-

-Es verdad- rio el pelirrojo- ¿Dónde está esa sala? Debo ir a maquillaje-

-En el tercer piso-

-¡Bien pues nos vemos!- dicho esto el pelirrojo entró en el ascensor, no sin antes dirigirle una última mirada antes de que se cerraran las puertas-

Por su parte Law avanzó despacio hasta que llegó a la entrada de la oficina, siendo recibido por Perona.

-Law que gusto verte, el señor te está esperando-

El moreno tragó saliva.

-Bien… ¿puedo pasar?-

-Sí porfavor-sonrió la pelirosa-

 

Armándose de valor giró la manilla lentamente, a la vez que entraba en el cuarto. Realmente no se sentía preparado  para emitir palabra alguna por lo que desviando su mirada al piso de madera avanzó hasta cerrar la puerta tras de sí. Cuál fue su sorpresa al percatarse que no estaban solos ahí, un hombre alto y fornido se encontraba sentado en un sillón mientras fumaba un puro y leía atentamente algo en su laptop. Cuando entró lo miró de pies a cabezas de forma desinteresada, no obstante Law no pudo evitar fulminar al rubio con la mirada quien a decir verdad tenía una expresión que nunca antes había visto.

-Law buenos días, siento haberte interrumpido- exclamó Doffy-

Los segundos que le tomó llegar hasta el escritorio de su jefe fueron eternos, todo el tiempo de aquella habitación se detuvo para el moreno quien trató de  mantener la compostura a como diera lugar.

-Buenos días… ¿quería verme señor?- se limitó a responder sintiendo que por poco su corazón era arrancado de su pecho-

-Así es… necesitaba que firmaras los papeles de la campaña, al parecer eras el único que faltaba- Doffy sintió la mirada llena de odio que le dirigía el moreno-

-Oh vaya que despistado he sido, porfavor si no es molestia- dijo extendiendo su mano para recibir el montón de contratos y cláusulas que debía firmar-

-Toma, aquí hay una pluma-

Dicho esto Law comenzó a leer detenidamente aquellos papeles, con el único motivo de incomodar al rubio quien no le despegaba los ojos de encima. Para su suerte ese día llevaba sus clásicas gafas oscuras por lo que Crocodile difícilmente se daría cuenta de donde  estaba posando sus ojos. Ese era su esposo, porque a decir verdad Law sentía la mirada del rubio quemándole y torturándole cada vez más.

-Bien creo que he terminado señor ¿está bien?- añadió finalmente regresando la pila de papeles al rubio quien no pudo evitar rozar sus manos con las de Law, causando en este un sobresalto-

-Espera, debo revisar… sí todo parece estar en orden- dijo a la vez que ordenaba todo aquello y lo archivaba en un mueble-

-Bien entonces con su permiso-

-¡Suerte con la sesión!- se atrevió a decir Doffy provocando la ira del moreno quien se limitó a salir en completo silencio-

Doflamingo encendió su computadora y desvío su mirada allí, simulando concentración absoluta para así evitar preguntas de Crocodile, no obstante todo ese esfuerzo palideció cuando escuchó a su esposo preguntar:

-¿Por qué aquel chico se ha demorado tanto en firmar la campaña?... pensé que ya no tenías esa clase de desorden aquí-

Tomó aire y pensó muy bien que responder. Conocía de sobra a Crocodile como para arriesgarse a lanzar palabras al azar, aquel hombre era extremadamente cauto y astuto como para engañarlo con idioteces.

-Bueno generalmente tenemos todo en orden, sin embargo recuerda que te mencioné que Redhawk nos regaló la campaña de Injection Shot con la participación de aquella banda de Rock y además este supermodelo- le dolió decir aquello- así que los contratos apenas han llegado hoy dejándome este tiempo para solucionar todo-

-Ya veo, entonces retiro lo dicho-

No podía hacer más que maldecir y maldecir su suerte. Apenas había entrado a su oficina, luego de pedirle a Perona que mandara a buscar al chico, Crocodile lo llamó para avisarle que iba de camino a la agencia pues la reunión había sido cancelada. Apenas colgó la llamada apretó los puños furioso y comenzó a pensar en qué podría decirle al moreno cuando entrara y fue cuando recordó los contratos que el pelirrojo de Redhawk le había enviado. El mismo los imprimió y apenas estuvieron entró su esposo a la oficina, dejándolo sin un segundo para respirar. Sonrió y actuó lo más normal posible para ahorrarse cualquier comentario, sin embargo su amado apenas pareció tomarlo en cuenta pues llegó y encendió su laptop para ponerse a trabajar.

-Vaya suerte que he tenido- pensó mientras revisaba su correo-

Se sentía frustrado y un tanto nervioso por la situación, lo peor de todo fue la mirada de Trafalgar… seguro de haber podido matarlo lo habría hecho ahí mismo. Realmente no había deseado un encuentro así entre su ex amante y su esposo, aunque al parecer Crocodile no notó nada extraño.

-Supongo que tendré que armarme de paciencia- se dijo a si mismo resignado completamente-

 

Por su parte la rabia de Law había llegado a niveles estratosféricos. Nunca pensó tener que verle la cara al esposo de su amante, y menos en una situación tan incómoda como esa. Debía admitir que si bien antes de entrar a la oficina estaba nervioso, una parte suya deseaba besar aunque fuera por un segundo al rubio, y sin embargo todo se había ido a la mierda, esta vez sí que Doffy había llegado demasiado lejos. Lo dejó plantado esperándole como un idiota encerrado en aquel cuartucho húmedo, y luego lo hace encontrarse cara a cara con su esposo, ¿qué clase de tortura era esa?, ¿acaso el rubio quería arrancarle el corazón?... al parecer esa era su intención pues Law nunca se imaginó en una situación tan incómoda como la que acababa de vivir y ¿qué era lo peor de todo? ¡Lo peor era que ese tal Crocodile estaba guapísimo!! Le dolía admitirlo pero no podía negarlo. Caminó rápidamente de regreso a la sala de maquillaje tratando de  disimular el caos que invadía su ser.  

-Law ¿todo bien?- preguntó Nami al verlo regresar-

-Sí, solo debía firmar el contrato de Injection Shot- mintió evitando el contacto visual-

-Me alegro, bueno mientras puedes ir a vestirte, los chicos de Repel ya casi están listos-

-Enseguida-

Iba de camino a la sala de Robin cuando escuchó la voz de Ace llamándole.

-¡Law! Al fin te encuentro…- exclamó agitado- ¿cómo estás?-

-Ace… todo bien, ahora debo ir donde Robin para cambiarme-

-Ahhh ya veo, bueno entonces no te quitaré más tiempo. Nos vemos en la tarde-

-Nos vemos-

Gracias al cielo que no tendría al pecoso cerca aquel día, aunque le gustaba estar con él, lo cierto era que se sentía terrible y su único deseo era terminar las malditas fotos de una buena vez para irse a casa.

 

En ese mismo momento Sanji ya se encontraba posando para Diable Jamble, lucía unos jeans color borgoña junto a una camisa blanca y un pañuelo rodeando su cuello, el cual caía sobre el pecho del rubio.

-¡Genial Sanji! Siempre es tan rápido trabajar contigo- decía Bartolomeo quien se dedicaba a fotografiarlo-

El rubio por su parte posaba naturalmente, ya acostumbrado a las cámaras y a las miradas de todos en la sala.

-No olvides que soy el mejor- respondió engreído-

-¡Nunca! Eso no se debe olvidar. Bien hemos terminado, te aseguro que será el mejor catálogo que Diable Jamble ha tenido-

-Eso espero- respondió la diseñadora de aquella marca, la cual se encontraba presente inspeccionando la sesión- pues nos has salido una fortuna Vinsmoke-

-Es el precio que hay que pagar cuando quieres al mejor- se limitó a contestar- bien entonces no tengo nada más que hacer aquí-

-Espera Sanji… tengo algo que hablar contigo- añadió aquella mujer-

-Bien pues ando corto de tiempo así que habla de una vez-

-Siempre tan cortés… bueno es simple, resulta que me han enviado para proponerte el catálogo de la colección de invierno-

El rubio la miró sorprendido.

-Me halagas, aun así no puedo evitar preguntar ¿por qué me lo dices a mí y no a Doffy?-

-Él ya lo sabe… el punto es el siguiente: dada la rapidez con la que trabaja la sección de diseño el catálogo de Concasse y Nigiri ya está disponible online y como buenos competidores que somos, no dudamos en revisarlo y fue en ese momento cuando nuestra jefa solicitó un catálogo contigo y el modelo nuevo que posó para Nigiri-

-Espera creo que voy entendiendo, ¿quieren un catálogo conmigo y otro modelo?-

-Sí, y ese modelo es el chico peliverde-

-peliverde… ¿QUÉ? ¿EL MARIMO?-

-¿ese es su apellido?-

-Lo siento pero no estoy dispuesto a trabajar junto a él, creo que eso significaría opacar mi carrera y es algo que no estoy dispuesto a hacer-

-Aun no hablamos de dinero-

-Y no lo haremos, con permiso- dijo el rubio dándole la espalda y saliendo rápidamente del subterráneo-

-Dale tiempo, es más que seguro que terminará aceptando- dijo Bartolomeo a la mujer-

-Sí, lo sé, aun así tenía que intentarlo-

-Una sesión con el marimo… esta agencia cada vez está peor- pensaba Sanji mientras observaba su móvil-

 Era ya cerca de las 11:00 y al parecer su jornada laboral había terminado, bueno al menos las fotografías pues su horario se extendía hasta las 18:00, horario que nunca cumplía. Sin embargo no tenía nada muy importante que hacer por lo que se limitó a volver a su camarín privado y sacando su computadora reprodujo una película.

 

-¡Oi Zoro luces muy bien!- gritaba Luffy al peliverde quien se encontraba posando-

-Luffy no distraigas a Zoro, lo está haciendo muy bien- replicó Robin al pelinegro quien no pudo evitar sonreír-

-Lo siento lo siento… esto… ¿Falta mucho para terminar?-

-Queda al menos una hora más, ¿por qué?-

-Es que tengo mucha hambre-

-Pues ve a la cocina y pide que te preparen algo de comer-

-¡Buena idea! Regresaré pronto- dijo esto mientras corría hasta la puerta causando una sonrisa en Robin-

-Es idéntico a su padre- pensó a la vez que ordenaba el siguiente cambio de ropa del peliverde-

                                                                                  

La hora debió de haber transcurrido demasiado lenta pues cuando Zoro hubo terminado el pelinegro se encontraba durmiendo sentado en una silla bastante incómoda. Con ayuda de un asistente el peliverde se quitó el maquillaje para luego aplicar una crema hidratante en su rostro, porque a pesar de que los productos eran de primera calidad, a veces mucha base terminaba por perjudicar la piel de los modelos, por esta razón era una ley absoluta hidratar el cutis de los chicos después de cada sesión.

Se encontraba atrasado para su clase de conducción por lo que Nami amablemente se ofreció a llevarlo. De no ser por la hora no habría aceptado, no obstante lo que menos quería era ser reprendido por su maestro en la escuela así que tomando a Luffy del brazo salieron a toda prisa.

 -supongo que Sanji aún no te ha enseñado nada- inquirió la pelinaranja-

-No, mañana debería aunque no tengo ningún ánimo de escucharlo-

-Pues no te queda de otra, después de todo hay una marca interesada en que poses para ellos en la campaña de invierno-

-¿marca? ¿Qué marca?- preguntó Zoro intrigado-

-Diable Jamble Jeans… ¡eso es muy bueno!-

-¡Vaya Zoro! Sabía yo que ibas a triunfar- exclamó Luffy emocionado-

-Es cierto Zoro, debes alegrarte… aunque a decir verdad hay algo que tienes que hacer con suma urgencia-

-¿Qué cosa?-

-Un Book-

-¿qué es eso?-

-Escucha atentamente pues será tu carta de presentación  de ahora en adelante. Un Book es una recopilación de fotografías… digamos tus mejores fotografías, en distintos lugares y obviamente con distinta ropa… ¿entiendes?-

-Ahhh ya veo, ¿Bartolomeo podría ayudarme?-

-Sí, yo pienso que sí. Él es muy amable y de seguro que si le pides lo hará-

-¡yo también quiero ayudarte Zoro!-

-Gracias Nami y Luffy-

 

A pesar de los intentos de la manager por llegar rápido a la escuela el peliverde estuvo a eso de las 12:15 iniciando su segunda clase práctica. Luffy optó por volver a la agencia con Nami puesto que no podía acompañar a su amigo, por lo que quedó en volver a buscarlo a eso de las 15:00 para ir de compras.

Según le señalaba aquel maestro, conducir no sonaba muy complicado, sólo debía poner atención y seguir todos los pasos que implicaba encender el coche y pasar los cambios correctamente. Al parecer era cuestión de tiempo, puesto que ya era capaz de mover el auto sin ningún problema.

-Vaya que aprendes rápido chico, ahora bien no puedes relajarte porque aún faltan las clases teóricas- exclamó el profesor-

-Sí, creo que podré acostumbrarme a esto-

Entre arrancadas, frenadas  y unas cuantas rabietas con los cambios, transcurrió la hora  para el moreno. Cuando estaba por terminar la lección distinguió al pelinegro a lo lejos. Se despidió de su maestro, dándole las gracias y corrió hasta donde su amigo.

-¿qué tal la clase?-

-Hola Luffy, pues estuvo bien, creo que ya podría encender el coche del cejillas-

-¿apenas eso?- rio divertido- ¡vamos rápido de compras!-

-No pensé que te entusiasmaran tanto las compras-

-Me encantan las compras, además Nami me dijo que en el centro comercial venden todo tipo de comidas-

-Con que de eso se trataba… ¿cómo llegamos hasta allá?-

-Debemos ir a la estación de metro, creo que el lugar esta de camino al edificio de Sanji-

-Está bien, tú guías capitán-

-¡en marcha!-

 

Solo debían caminar unas cuantas calles hasta llegar a la estación, por lo que no tardaron demasiado en llegar a la entrada de aquel enorme centro comercial.

-Vaya este sitio realmente es enorme- exclamó Zoro impresionado ante la mole de cemento que se erguía sobre ellos-

-¿Piensas que es grande?, yo he visitado unos que parecen ser el triple que este- sonrió Luffy-

-Y bien hay tantas tiendas… ¿por dónde empezamos?-

-En primer lugar tienes que pensar que es lo que quieres usar, digamos algo así como un look-

-Si me lo preguntas creo que lo más cómodo que haya-

-Jajaja es una buena respuesta, pero ¿qué sería lo más cómodo para ti?-

-Pues algo ligero… no tan apretado-

-Ehhh esto será difícil… bueno vamos a entrar a una tienda que te llame la atención, ¿ves alguna?- inquirió el pelinegro emocionado-

Zoro miró a su alrededor, a decir verdad había tanta gente y tantas tiendas que comenzaba a sentirse mareado.

-Uhmmm ¿será necesario entrar  a todas?-

-No lo creo, entonces veamos te ayudaré con la primera… vamos allá- apuntó en dirección a una vitrina-

Avanzaron por un amplio corredor el cual se encontraba adornado con altas plantas en maceteros gigantes, y algunos sillones para que el público descansara. De no ser por el gentío que había, hubiera sido todo mucho más agradable, aunque al menos el aire acondicionado ayudaba bastante.

-¿Nigiri? Yo posé para esa marca Luffy- musitó el moreno al ver el nombre de la tienda a la cual habían entrado-

-Es cierto, aun así veamos que hay-

Entraron  y comenzaron a recorrer el local, era muy amplio y todo se encontraba correctamente doblado y colgado, tanto así que a Zoro le ponía nervioso tomar algo para verlo, por lo que se limitaba a seguir a Luffy.

-Mira Zoro ¡esa camisa te quedaría genial!- tomó una hermosa camisa de franela negra extendiéndola a su amigo-

-Uhmm está bien… digo ¿se me vería bien?-

-¡Pero claro! Creo que deberías probártela-

-No tengo muchos ánimos pero supongo que tienes razón, a todo esto ¿Cuánto vale?-

-Veamos… la etiqueta dice 50.000 berries-

-¡¿QUÉ?! ¿Estás seguro?- preguntó sorprendido al escuchar tan elevada suma para una simple camisa-

-Sí… aquí lo dice- indicó el pelinegro mientras mostraba la etiqueta-

-Pienso que es muy costosa para una simple camisa-

-Aun así debieras probártela-

-¿y si me queda mal?-

-¿y si te queda bien?- sonrió el pelinegro-

-Seguiría pensando que es muy costosa-

-Bueno si la quieres yo te la puedo regalar-

-¿Estás loco Luffy? No digas eso-

-¿Por qué no? Si eres mi amigo… me gusta regalar cosas a mis amigos-

-Pero no una camisa tan costosa como esta-

-Ehh que aburrido eres Zoro… bien entonces vamos a otra tienda-

 

Salieron de Nigiri y cruzaron a un extremo de aquel piso, en dirección a Marine una de las tantas tiendas propiedad de Redhawk.

-Zoro ¡esta tienda es de mi agencia! Seguro tendremos descuento- dijo emocionado el menor tomando del brazo a Zoro, obligándolo a darse prisa-

Dentro se encontraron con diversos estilos de ropa, en una sección los maniquíes lucían todo en blanco y azul, con distintos patrones y modelos, mientras que en otro extremo colores tierra.

-Mira Zoro esta camiseta está genial-

-Pero es muy parecida a la que tengo-

-Sí pero siempre es bueno tener muchos básicos-

-No creo que sea necesario que me la pruebe-

-No, es tu talla… están muy baratas- el menor abrió los ojos como platos al ver el precio- ten, llévate unas cuantas-

-¡¿todas blancas?!-

-Cierto, entonces una negra y una gris… y a ver qué más puede haber… vaya retraso que tienen con la temporada acá. ¡Mira! ¿Qué te parecen estos pantalones?-

-Son blancos, no quiero usar algo blanco-

-Ehh ni modo, bien paguemos eso y vamos a otro lugar-

 

Para suerte del peliverde aquella compra más el descuento de Luffy solo le costó 15.000 berries, así que nuevamente entraron a otra tienda.

-Creo que esta la he escuchado…-

-Sí, también está en la campaña, es Calm Belt Surfers-

-Solo parece haber camisas floreadas dentro- dijo Zoro asomando apenas la cabeza-

 

Pasaron un buen rato entrando y saliendo de las tiendas, no obstante no hubo mayor progreso que unos jeans y pantalones negros, los cuales casi compró por orden del pelinegro. No obstante Zoro pensaba que toda la ropa era excesivamente cara así que dándose por vencido se sentó a la espera de Luffy, quien había ido por un helado.

-¿Quieres?- extendió el cono para que lo probara-

-No gracias… estoy cansado de este lugar, todo es muy caro y además están todas las tiendas repletas-

-Debimos venir por la mañana-

-¿No hay otro lugar más barato y con menos gente?-

-Uhmmm quizás… sí, puede ser-

-¿dónde está?-

-Lejos, es una tienda de ropa de segunda mano-

-¿segunda mano?-

-eso significa que ya fue usada, o sea no es nueva Jajajaja me estaba enredando-

-Ya veo… por eso es más barata, me parece bien, vamos allá entonces-

Antes de salir del centro comercial Luffy insistió en regalarle un bolso, petición a la cual Zoro se negó, no obstante y con la excusa de ir al baño, el menor regresó con una enorme sonrisa y cargando una bolsa.

-Cielos Luffy te dije que no-

-¿Por qué no? Yo solo quería darte algo…-

-Es que me jode que lo hagas, me siento culpable… no deberías gastar tu dinero en mi-

-No me importa el dinero, tú eres mi amigo y punto final- dicho esto el pelinegro llevó su mano al hombro de Zoro-

 

En esos instantes Sanji se encontraba de compras en el centro comercial, venía saliendo de una tienda, cargado de bolsas cuando distinguió no tan lejos de él, al marimo y a aquel crío de Redhawk.

-Esos idiotas que hacen aquí…- pensó- ¿eh? ¿Por qué están tan juntos? Será que acaso esos dos…-

Sin saber muy bien por qué, avanzó con paso firme hasta llegar donde se encontraba Zoro y Luffy.

-¿Qué hacen ustedes aquí?- preguntó irritado-

Ambos chicos se voltearon a verlo.

-¡Sanji!-

-Cejillas…-

-¿Es así como trabajas asistente mierdoso?-

-¿Ah? Ya son más de las 16:00 así que tus reclamos me importan una mierda-

-Sí, es cierto son más de las 16:00… ¡¿SE PUEDE SABER DONDE DEMONIOS ESTABAS METIDO?!-

-¡Pues en la escuela de conducir! Para sacar esa puta licencia y que dejes de lloriquear que te duele el pie cuando manejas-

-¡YA TE DIJE QUE ES TU CULPA LO DE MI PIE! Tú fuiste quien se perdió y me arrastró hasta aquel desenlace-

-¿Mi culpa?... ¿Quién fue el idiota que se le ocurrió sacar fotos?-

-¿Quién fue el idiota que arruinó mis fotos y por cierto mi cámara?-

-Deja eso… admite tus errores-

-Cállate Marimo insolente, ¿acaso olvidas qué soy tu jefe?-

-Tú deberías ser el que cierre la boca de una puta vez-

-Esto está archivado cabeza de alga… no lo olvidaré, así como no olvidaré que arruinaste mi camisa, la cual por cierto he venido a comprar-

-Me importa una mierda-

-JAJAJAJAJA de veras que lucen divertidos peleando- reía Luffy a carcajadas-

-¡CALLATE!- exclamaron ambos al mismo tiempo-

-Jajajajja! Que divertido-

-Bueno y ¿por qué demonios estás acá?-

-Eso no te incumbe cejillas, y de todas maneras ya nos estábamos yendo…-

-¿Irte? ¿Estás loco? Ahora aprovecharé que están acá para que carguen mis bol…- Sanji se dio cuenta que ambos chicos habían salido corriendo a toda prisa en dirección a la salida- esos malditos… me las pagarán- pensó frunciendo el ceño-

 

-Jajaja alcanzamos a huir del cejillas- rio Luffy corriendo aún hacia la salida de aquel lugar-

-Sí, ese idiota… no lo soporto-

-Tranquilo, ya te acostumbrarás- trató de calmar al peliverde-

Para llegar a aquella zona donde estaba la tienda que Luffy decía, debían dirigirse al centro de la ciudad y para eso era cuestión de tomar un autobús cualquiera, ya que todos pasaban por ahí en algún punto de su recorrido.

Debieron caminar unas cuantas calles hasta encontrar la tienda, la cual se ubicaba a decir verdad en un barrio un tanto ajetreado. Sin pensarlo dos veces entraron y Luffy no tardó en comenzar a divertirse con la ropa que allí había. Desde disfraces para noche de brujas pasando por uniformes militares y hasta vestidos de novia había dispersos por aquí y por allá, por lo que el menor no dudaba en escarbar unos enormes cajones llenos de estos.

-Oi ¡Zoro esto es genial!-

-Sí, pero no logró encontrar nada-

-Uhmmm te ayudaré- dicho esto Luffy se internó en esa verdadera selva de ropa que los rodeaba, buscando entre colgadores y repisas llenas de telas dobladas.

-¿encontraste algo?-

-No logro ver nada interesante por acá-

-¿Y al otro lado?-

-¡Déjame ver… oh sí! Creo que aquí hay algo- comenzó a tironear con fuerza  lo que parecía ser un polerón verde-

-¿Qué es?-

-Es un polerón… ¡Vaya que sí es genial!- decía Luffy encaramado sobre un mueble mientras apreciaba aquella pieza encontrada- ten-

-¿EH? ¿Es mi idea o el estampado es del ogro de una película?- inquirió Zoro arqueando una ceja-

-¡Sí! Tienes razón, eso mola aún más… yo también quisiera uno-

-Mira ese que está colgado por allá se parece- indicó con el índice hacia un extremo del local-

-¡Genial!-

Permanecieron en aquel lugar por un lapso de una hora, descolgando y escarbando en los montones de ropa. Para cuando salieron apenas habían comprado aquellas sudaderas y una que otra camisa, para ser exactos la misma camisa negra que vieron en Nigiri.

-Realmente no puedo creer que hayamos encontrado la misma camisa que vimos en el centro comercial-

-A eso llamo tener suerte- sonrió emocionado Luffy- tenía razón ¿no?-

-¿En qué?-

-En qué te quedaría bien-

El peliverde sintió un pequeño rubor en sus mejillas.

-Si tú lo dices…-

-¡Te has sonrojado Zoro!-

-¡Deja eso!...-

-Que divertido… tanto caminar me ha dado hambre ¿vamos al Baratie?-preguntó el menor mientras afirmaba su estómago-

-Está al otro lado de la ciudad, de todas maneras ¿qué te gustaría comer?-

-Uhmmm no lo sé… algo delicioso-

-Yo te invitaré a un buen lugar-

-¡Vamos entonces!- dijo acelerando el paso-

 

Mientras que para ambos amigos había sido una tarde cansadora pero bastante agradable, Trafalgar se encontraba a punto de colapsar. Recién a esa altura de la jornada su cuerpo estaba sufriendo los efectos de aquella noche de juerga e insomnio, sumándole a esto todo el estrés que había sufrido durante el día.

Gracias al cielo era profesional y no dejaba que el cansancio afectara su trabajo, por lo que pose tras pose lució genial. Las primeras fotos grupales estuvieron excelentes, siendo los colores predominantes el rojo, violeta, dorado, borgoña y por supuesto negro. Las fotos junto a Eustass Kid fueron alabadas por todos quienes se encontraban en la sala, provocando más de una sonrisita de complicidad entre las chicas que ayudaban en el set. (N/A: seguro nosotras estaríamos babeando xD)

De alguna manera estaba satisfecho con aquella sesión, puesto que al contrario de la apariencia seria que tenían, los chicos de Repel eran bastante divertidos por lo que el trabajo estuvo agradable, por una horas fue capaz de olvidar la angustia que lo invadía.

-¡Felicidades chicos! Ha sido una sesión increíble- exclamó una de las fotógrafas enviadas por Redhawk-

-¡Esto hay que celebrarlo!- comenzaron a decir, preparándose ya para una de aquellas salidas a beber que tanto disfrutaban-

-Has estado genial Law… hasta podrías volver con nosotros a Redhawk- exclamó el pelirrojo extendiéndole una botella de agua mineral-

-Gracias… quien sabe, quizás algún día-

-¿qué harás ahora?-

-Me iré a casa, ahora estoy pagando las consecuencias por mis acciones de anoche-

-Jajaja ¿de verdad?... rayos yo que pensaba invitarte a que nos vieras tocar esta noche-

-¿Un concierto?-

-No un concierto, más bien iremos a tocar unos temas a Grove 24-

-¿Aquel bar a las afueras de la ciudad?-

-Eso creo, después iremos por unas cervezas… ¿Qué dices?-

 

Antes de responder se detuvo a pensar durante unos segundos, estaba cansado, era cierto, pero realmente en su casa solo le esperaba una noche de depresión, lágrimas y quizás unos cuantos tragos de whisky para pasar sus penurias. Así que tratando de darse ánimos y salir de aquel estado respondió:

-Está bien, iré con ustedes… pero creo que realmente necesito dormir una siesta antes-

-Genial, entonces te esperamos- 

Notas finales:

Jajaja espero que muchas hayan quedado.... digamos sorprendidas con aquel encuentro entre Law y Croco boy ¿se lo esperaban? 

No odien a Doffy porfavor!!!!!, hay un dicho muy popular en mi país que podría identificar como se siente este rubio... Doffy quiere pan y pedazo y marraqueta debajo del brazo xD!

¿Hasta qué punto podrá soportar nuestro rubio?...

Descubranlo en el próximo capítulo!

Nos leemos :D


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