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Pink Cocktail por LovingTales

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Notas del capitulo:

!Hola mis amores!

He regresado :D, espero que más de alguna me haya extrañado (xD quizás es mucho pedir). Les cuento que este capi estará lleno de sorpresas y cosillas por el estilo así que espero lo disfruten.

Pido perdón por la demora en actualizar, pero supongo que ahora estarán ansiosas por leer (no fue a propósito la demora ;c)

Les agradezco nuevamente sus lindos comentarios y visitas, realmente me hacen feliz :D

Un beso a todas y les deseo una hermosa semana y que todo les salga boni boni

Saludos y muy pronto nos leemos!

PD: perdón si hay algún error, ya no quise revisarlo más para actualizar rápido.

En el capítulo anterior...

En ese mismo instante y un tanto alejado de aquel edificio, Trafalgar Law observaba, con una moderada distancia, como el pelirrojo cantaba a un público eufórico. Lo cierto era que esa noche apenas llegó a casa moría de ganas por ver a Kid, no habían hablado desde la noche anterior y por alguna razón desconocida para el moreno tampoco se había asomado a la agencia durante toda la tarde. Temiendo ser insistente y aburrir a su nuevo amigo prefirió no llamarlo y salir solo en busca de alguna fiesta o simplemente beber un buen whiskey. Cuál fue su sorpresa al entrar al bar cuando lo primero que vio fue al pelirrojo sobre un escenario cantando y el resto de la banda tocando a sus espaldas.

Sin embargo no quiso que Eustass Kid notara su presencia en aquel lugar, así que trató de ubicarse lo más lejos posible para observar su presentación sin que él cayera en su cuenta. Esa noche lucía fantástico, llevaba su torso completamente desnudo y un ajustado pantalón de cuero del cual colgaban de manera desordenada muchos cinturones de todas las clases, y lo que más llamó la atención de Law, fueron los extraños pero geniales bototos con una pequeña plataforma y púas en su punta que calzaba. Por alguna razón no podía quitarle los ojos de encima, toda aquella atmósfera densa, cargada con los gritos de los asistentes y el sudor recorriendo aquel pálido cuerpo que brillaba a la luz de los focos, se estaba transformando en una verdadera tortura. Cerró sus ojos resignado y se perdió entre la multitud, caminando directo hasta la barra donde pidió un vaso de whiskey y decidió marcharse a los pocos minutos. Por alguna razón se sentía impaciente.

 

 

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Capítulo 14

 

A pesar de todo el escándalo y la exageración con la cual la prensa había tratado el tema de la tormenta eléctrica, lo cierto fue que ni un relámpago se dejó ver en toda la ciudad. No obstante por la mañana los especialistas coincidan en que ese día sí que iba a llover, por lo que era mejor andar preparados para no terminar empapados en medio de la calle.

-Los expertos aquí y allá… nunca dan con el pronóstico y nosotras nos morimos de calor- reclamó Perona sentada en el sofá-

-Ya deja eso… al menos tú hoy no trabajas-

-Tú tampoco Nami… ¿o sí?- preguntó extrañada-

-Que no vaya a la agencia no significa que no trabaje… además recuerda que es mi primer día libre desde hace… desde hace dos semanas-

-No sé cómo lo haces- la pelirosa se frotó los ojos y bostezo- yo aún tengo sueño, volveré a la cama… si llaman de la agencia no estoy-

-¡Perona! Está bien, descuida yo terminaré esto que es muy importante y más tarde vamos a almorzar-

-Despiértame….-

Los días libres para Nami realmente nunca lo eran, a decir verdad la manager se llevaba gran parte del trabajo a casa por lo menos de ahí podía avanzar con tranquilidad, sin tener que lidiar con los dramas que ocurrían a diario. No obstante no podía dejar de preocuparse, estaban aún en plena campaña y lo que menos necesitaba Doffy era que ella se ausentara, pero el rubio había insistido y por no causarle más estrés terminó aceptando.

-Gracias al cielo hoy ninguno de los chicos tenía sesión- se dijo a si misma chequeando el horario y los próximos días que los supermodelos debían posar-

El único favor que le pidió el rubio antes de que se marchase, fue que enviara un correo y llamara a su grupo de chicos para invitarlos a la reunión informativa y participativa sobre el cierre de campaña.

-¿Invitar?- Pensó riéndose- Sí claro, en ese caso solo vendría Ace… llamémosle: reunión informativa OBLIGATORIA- destacó esta última palabra en el correo que estaba escribiendo para todos- A las 20:00 en la sala I del primer piso… ¡no falten!-

Listo, ya estaba, ahora sí que nadie podría quejarse que no le avisaron. Sabía que las llamadas no funcionarían a esa hora por lo que envió un mensaje al móvil de cada uno. Sonrió satisfecha y cerró su computadora, caminó hasta la ventana para observar el cielo. Al parecer sí que iba a largarse la tormenta en cualquier momento, se alegró de estar en casa y sin pensarlo dos veces regresó a su cama.

-Que calor hace…- Sanji se movió inquieto entre las sábanas abriendo los ojos a los pocos segundos-

Estaba vestido y hasta con zapatos tendido en la cama con una manta cubriéndole. Confundido miró a su alrededor dando un bostezo, se sacó los zapatos y levantándose salió de su habitación en dirección a la cocina… ¡qué sorpresa se llevó al ver a Zoro acostado en su sofá durmiendo!.

-¿Marimo?- preguntó primero con la voz muy baja, como aun dudando si se trataba de un sueño o no-

El otro abrió los ojos lentamente a la vez que estiraba sus brazos y le miraba con el ceño fruncido.

-¡MARIMO! ¿QUÉ DIABLOS HACES AQUÍ?... no me digas que pasaste la noche en mi piso- preguntó el otro con una evidente expresión de terror en el rostro-

-Cejillas… hola, sí… pasé la noche aquí pues no tenía en qué regresar a mi casa-

-¿Por qué no tomaste un taxi?-

-Me dio pereza llamar uno… el sofá estaba más cerca-

-Ya veo… me duele la cabeza, prepárame un café- ordenó dándole la espalda para regresar a la habitación- ¡Sin azúcar ni endulzante! - gritó-

El peliverde gruñó molesto y se puso de pie, no sin antes dar un enorme y largo bostezo. Buscó en aquella enorme cocina una taza, mientras encendía la cafetera. Sin ningún miramiento abrió la nevera y encontró un enorme pedazo de pastel que no dudo en engullir por completo aunque no pareció aliviar su hambre. Observó atentamente a ver qué más podía comer hasta que encontró un montón de sándwich ya preparados con diversos ingredientes.

-¡Que suerte!- pensó sacando algunos y comiéndolos- delicioso… están realmente exquisitos, me pregunto dónde comprará esto el cejillas….-

Llenó la taza del rubio y sin importarle que le viera comiendo caminó hasta la habitación.

-¿EHHH? ¿Te estás comiendo mis sándwich?- preguntó irritado el rubio-

-No, los acabo de ir a comprar- dejó el café en la mesita de noche junto a una extraña lámpara-

-¡ERES UN MENTIROSO!-

Zoro se limitó a reír mientras continuaba masticando.

-Marimo…. ¿qué pasó anoche en el casino?-

La seriedad con la cual el rubio lanzó aquella pregunta casi hace que Zoro se trapique.

-¿A qué te refieres?- preguntó nervioso, recordando el incidente del abrazo-

-¡Pues a todo! No recuerdo nada de lo que pasó, ni siquiera sé cuánto aposté…- admitió Sanji evadiendo los ojos del otro-

-¿Acaso está avergonzado?- pensó Zoro- Ehhh pues solo puedo decirte que perdiste casi todo lo que habías ganado-

-¿Gané algo?-

-Sí… bueno lo que ocurrió fue lo siguiente…- el peliverde relató desde que recibió los 3 millones al vender su reloj al casino hasta cuando tuvo que arrastrarlo a la fuerza hasta el coche, omitiendo claro la última parte en el estacionamiento-

-Vaya entonces todo se reduce a ti-

-¿Cómo dices?-

-Que todo es tu culpa… si me hubieras detenido antes de que apostara los 6 millones la historia sería diferente-

-¡¿AHHH?! ¿QUÉ DICES? ¡Cómo mierda puedes ser tan descarado!... yo te insistí en que no apostaras pero no me hiciste caso-

-¡Estaba ebrio!-

-Aun así no es mi culpa, no puedes culparme-

-Rayos…. Con un asistente idiota como tú terminaré en la quiebra…-

-¡No puedes hacerme responsable de tus vicios!... además ¿para qué sigues yendo al casino si siempre pierdes?-

-No siempre pierdo- irritado el rubio negó con la cabeza- la mayor parte del tiempo gano… gano mucho ¿sabes?-

-Pues no parece…-

El sonido del móvil de Zoro interrumpió la discusión.

-Aló… Luffy!.... donde el cejillas… ¡genial! Nos vemos ahí-

-¿Quién era?- inquirió el rubio ganándose una mirada burlona de parte del peliverde-

-¿y a ti que te incumbe?-

-Sólo debo asegurarme que no vayas a olvidar para quien trabajas- sonrojado tomó su móvil y leyó el mensaje de Nami- atención… mandarina nos cita a una reunión urgente a las 20:00… tendrás que venir a recogerme-

-¡Tú no estás cumpliendo tu parte del trato!, le diré a Nami-

-¿Cómo qué no?, anoche aprendiste un montón de cosas sobre cómo tratar con tu fama y sacar provecho de ella-

-No necesito a un profesor idiota para aprender eso-

-¿A quién llamas idiota?, gracias a mí pudiste  conocer a Garp… nunca lo hubieras imaginado-

-No lo había imaginado porque no me interesa ese viejo ni su música, aunque sea abuelo de Luffy-

-Eres un idiota….-

-Bueno cejillas, me largo, nos vemos-

-Espera ¿dónde irás ahora?-

-Eso no te incumbe-

-Claro que sí-

-Claro que no-

-Sólo dímelo-

-Al Baratie- terminó por ceder dejando escapar un suspiro- Iré con Luffy a la hora de almuerzo-

 El rubio no pudo evitar poner una cara de tristeza que Zoro pareció notar.

-Ahhh ya veo, nos vemos entonces… te llamaré-

-Adiós- el peliverde se alejó sin más y a los pocos segundos se escuchó el sonido de la puerta de entrada cerrándose-

Sanji permaneció acostado sobre la cama con aquella maldita resaca haciéndole estragos en su cabeza. Debía arreglarse para aquel condenado evento al cual Doffy le pidió que porfavor asistiera. Con mucha pereza caminó hasta su ducha donde permaneció por un extenso periodo de tiempo hasta que le pareció escuchar el sonido de su móvil.

-¿Un mensaje?- se dijo al desbloquearlo y ver el icono- “Me alegro que hayas perdido la apuesta máxima anoche… ¿no te avergüenzas por haber empeñado tu reloj preferido? JAJAJAJA, nos vemos dentro de 1 semana, cuando regresé de mis vacaciones al caribe… cariños Vergo”- La expresión del rubio cambió de serena a completamente enfurecida-

Sin ningún tipo de consideración lanzó su móvil el cual fue a parar atrás de un mueble, con la pantalla completamente trizada.

-¡NO SOPORTO A ESE IMBÉCIL!- gruñó-

Para el pobre rubio la tarde transcurrió lenta y aburrida, sin mucho qué poder hacer. Le temblaban las manos por tomar su coche y partir rumbo al casino, no obstante sabía que si ponía un pie dentro terminaría sin un solo berrie, era demasiado arriesgado aunque al menos era consciente de que no podía controlarse. Suspiró y luego de haber visto alrededor de tres películas apagó el televisor y se cambió de ropa.

Todo el hall del hotel Red Line lucía hermosamente decorado con arreglos florales en tonos rosa y violeta. Magníficas cortinas caían desde el alto techo  cual velos de novia, bailando entre sí al compás del viento que entraba desde la puerta abierta de la terraza. Ese día era el evento de inauguración de la nueva fragancia de Fleurs para la cual Sanji había posado junto con otra modelo la temporada pasada. Había un caos de gente dentro entre celebridades, diseñadores, medios de comunicación y por supuesto nuestro supermodelo rubio. Apenas ingresó al hall la prensa se le vino encima para fotografiarlo, y él sin hacerse de rogar, comenzó a posar con el típico fondo blanco lleno de patrocinadores en su espalda.

-Bienvenido señor Vinsmoke, deje que lo lleve hasta su asiento- una mujer de baja estatura pero bastante agraciada, lo guio hasta la entrada de lo que parecía ser un auditorio-

Dentro la estancia se encontraba a oscuras, apenas iluminada por unas bajas luces  que señalaban el camino desde la entrada hasta el escenario. Descendieron por una elegante escalera completamente alfombrada hasta llegar a la primera fila. Mucha gente se encontraba ubicada en sus asientos a la espera de lo que parecía iba a ser un show. El rubio sentía todas las miradas escudriñándolo, no obstante con el mentón en el alto ignoró a todo el mundo hasta que llegó a su asiento.

-Ahora sé porque Doffy no quiso venir- pensó al leer la programación del evento- Un show humorístico de Borsalino, ópera con Tsuru y el espectáculo de magia de Buggy el payaso…. Realmente patético, puedo entender por qué no pudieron costear un hotel mejor-

Para su mala suerte estaba sentado en primera fila, lo que quería decir que estaba obligado a quedarse hasta el final de aquel espectáculo. Lleno de ira en su interior, sonreía forzosamente a quien se acercaba a saludarlo, un hombre como él sí que sabía cómo comportarse en sociedad a pesar de estar furioso. Minutos después de haber llegado las luces del escenario se encendieron y un hombre de altísima estatura subió saludando a todos los presentes. Vestía un horrendo terno amarillo con líneas, el cual Sanji comenzó a criticar apenas lo vio.

Una rutina de humor era suficiente para sacar de sus casillas al rubio, quien a pesar de estar aburridísimo aplaudía y reía de vez en cuando. Bueno después de todo no le quedaba de otra, si el tipo se fijaba en él podía hacerlo  una víctima para sus chistes y bromas, así que no dejaría que nadie lo humillara mucho menos un mequetrefe como ese.

Apenas su presentación finalizó con las risas y aplausos del público, Sanji cayó en la cuenta que habría una pausa de 10 minutos para que el público pudiera ir al baño, fumar un cigarrillo o simplemente oxigenarse. ¡Era el momento perfecto para largarse de ahí!. Sin dudarlo avanzó sonriéndole a todo el mundo, dejando ver su blanca y perfecta dentadura.  Así logró salir hasta la puerta donde la gente ya comenzaba a formar grupos de conversación a la espera que pasara el tiempo. Miró a su alrededor y con paso seguro caminó hasta el baño sin que nadie se diera cuenta y se encerró en un cubículo. Gracias al cielo estaba reluciente, aun así sintió nauseas de solo pensar en rozar su pantalón con el retrete por lo que permaneció de pie.

Miró su móvil y al percatarse que ya habían pasado los 10 minutos salió del baño y agudizó el oído. Efectivamente el siguiente espectáculo ya había comenzado y todos estaban dentro, le importó una mierda que notaran su ausencia y regresó a toda prisa al hall por el cual había venido. En caso de que alguien le llamara la atención se defendería diciendo que había surgido algo muy importante, para alguien como él eso era totalmente posible.

Sonrió satisfecho y cuando estuvo a punto de llegar a la recepción le pareció distinguir a lo lejos a aquel insoportable crío de Redhawk junto con su asistente. Según pudo observar iban en dirección a los ascensores.

-¿Qué rayos estarán haciendo esos dos aquí?- pensó y lleno de curiosidad se apresuró en seguirlos-

Cual espía de película barata el rubio se escondía atrás de lo que pillaba para no ser visto, desde una planta hasta una escultura e inclusive agazapado detrás de un mueble. Realmente lucía muy extraño, sin mencionar por aquella elegante ropa que vestía. El pasillo era larguísimo y lleno de puertas, aun así podía distinguir a esos dos caminando tranquilamente. Pensó por un momento que si tomaban el ascensor los perdería de vista, no obstante se dio cuenta que éstos estaban en mantención.

-Así que van hacia las escaleras…- se dijo a sí mismo-

Efectivamente tenía razón, Luffy y Zoro caminaban hacia las escaleras puesto que los ascensores en esa ala del hotel estaban siendo reparados.

 

-Oi Zoro no dejo de pensar en la comida de hoy-

-Estaba buena… pero no se compara a los espaguetis que probé donde el cejillas-

-Ehhh ¡yo también quiero probar esos!-

Ambos chicos ya se encontraban subiendo los escalones hasta el segundo piso, que era donde se ubicaba su habitación. Llegaron hasta el corredor y sacando unas llaves de su bolsillo el pelinegro corrió hasta encontrarse frente a una puerta.

-¡Esta es!- gritó con una enorme sonrisa-

Por su parte el rubio observaba todo desde una esquina de la puerta, con suerte no se habían percatado de su presencia pero desde aquel lugar se le dificultaba muchísimo la visión.

-Me pregunto qué demonios traman estos dos… ¿eh? ¿Dónde han ido?... ¿acaso entraron a esa habitación?-

Presuroso corrió hasta el corredor y sin ninguna vergüenza dio un golpe en la puerta por la cual entraron los otros. Puso una expresión de indignado apenas abrieron.

-¿Se puede saber qué demonios hacen ustedes aquí?- preguntó arrogante-

-¿Cejillas? ¡¿Qué diablos haces TÚ aquí?!- le respondió el peliverde asomando apenas la cabeza-

-¿AH? Yo acabo de hacerte esa pregunta…-

-Oi ¡Sanji! Puedes pasar si quieres- escuchó la voz de Luffy gritando-

-Pero claro que entraré- empujó con fuerza la puerta, abriéndose paso delante de Zoro-

Observó a su alrededor, era una habitación amplia sin ningún tipo de lujo, apenas una cama de dos plazas, un armario, un televisor en la pared y lo que parecía ser la puerta al baño… en simples palabras una pocilga.

-¿Por qué están ustedes aquí?- insistió esta vez hablándole al pelinegro-

-Ya te dije que...-

-¡Nos estamos quedando aquí!- interrumpió Luffy- Bueno en realidad yo me debía quedar aquí, pero Nami se molestó conmigo porque apenas había venido a dormir una noche y luego me fui donde Zoro y ahora regresé con él porque así no me aburro de nuevo- respondió sonriente-

Tanta información pareció marear al rubio.

-Según entendí… ¿los dos están viviendo aquí?-

-Será por unos pocos días- respondió cortante Zoro-

-¡Serán 4 días! ¡Lo mejor es que tenemos derecho a Buffet!- emocionado el pelinegro levantó sus brazos como si aquello fuera lo mejor del mundo-

-Buffet… ya veo- rio sarcástico. Nuevamente recorrió la habitación con los ojos hasta que cayó en un detalle… ¡sólo había una cama!-

Por alguna razón sintió que sus mejillas se sonrojaban, luego miró a los dos tratando de unir el nudo de ideas que su mente había tejido. ¿Acaso esos dos… acaso esos dos dormirían juntos?. Sin querer entrar en detalles aclaró su garganta y se dispuso a salir.

-Esto… bueno solo había venido a saludarlos- nervioso caminó de regreso hasta la puerta-

-Vaya manera de saludar cejillas… por poco y echas la puerta abajo-

-¡CÁLLATE!... no olvides recogerme mañana marimo inepto-

-¿Mañana? ¿Acaso has olvidado que nos citaron a una reunión hoy a las 20:00?-

El rubio se detuvo, sí, lo había olvidado por completo y apenas eran las 18:00, quedaban dos horas y no quería tener que volver al maldito evento de Fleurs, después de todo ya había posado junto a la diseñadora que era lo importante.

-Ehhh… no, no, solo estaba probándote a ver si recordabas-

Zoro arqueó una ceja.

-Aún queda mucho rato para las 20:00 ¿qué te parece si nos acompañas a beber café?- invitó el pelinegro-

Sorprendido abrió los ojos y su expresión era dubitativa.  

-¡Venga vamos! No te dejaremos en vergüenza- rio Luffy-

-Es... está bien- respondió Sanji sin saber muy bien por qué había aceptado-

 

Apenas unas horas antes de aquella situación, Trafalgar Law  miraba indeciso el papel con el número escrito, el mismo que había visto días antes. Sabía que era el móvil del pelirrojo, no obstante se negaba a llamarlo pues pensaba que podría parecer patético a los ojos del otro. Resignado a pasar otro día más de aburrimiento y soledad caminó hasta su sofá y encendió la televisión.

-Mierda y más mierda… me preguntó cómo no he lanzado esta cosa por el balcón- reclamó para sus adentros-

Entró a su cuarto de estudio el cual estaba atestado de libros en su gran mayoría de medicina. Encendió la lámpara y tomó un volumen de anatomía, refrescar conocimientos nunca estaba de más. Inició la lectura en absoluta concentración sin embargo minutos después sus parpados pesaban y terminó por dormirse encima del grueso libro, llenándolo de saliva.

-¡Mierda!- despertó asustado tras escuchar su móvil sonar- ¡Maldita sea! He babeado todo el libro… soy un idiota- pensó a la vez que con la manga de su sudadera secaba las páginas-

Tomó el móvil y revisó con algo de esperanza encontrar un mensaje de Kid, no obstante su decepción fue mayor al leer la invitación a la reunión OBLIGATORIA que Nami había citado para aquel mismo día a las 20:00, ya estaba, al menos tenía un panorama para la noche. Sonrió con esto último y de pronto recordó un gran detalle… hacía días que no pensaba en Doffy, a decir verdad hasta se le había olvidado la causa de su depresión.

-Doffy…- murmuró impresionado de sí mismo. Ya sin hacerse esperar más corrió hasta su mesa y con desesperación marcó el número-

-Aló…-

-¿Kid?-

-Sí… ¿Law?-

-Sí, soy yo…-

-¡Hola! Te oyes bien… ¿cómo estás?-

-Bien ¿y tú?-

-Bien- el pelirrojo sonaba cansado-

-Esto yo me estaba preguntando si tú… si tú… ¿estás ocupado?-

-¿Ocupado? Jajaja para nada, más bien estoy recostado en un sofá viendo una antigua novela mientras bebo cerveza-

-Eso suena como una actividad interesante- rio el moreno-

-Quizás, pero no cuando estas solo-

-¿Y los chicos?-

-Han ido a una sala de billar-

-Entonces si no estás ocupado yo me preguntaba si tú quisieras ir a tomar un café conmigo… conozco un lugar genial-

-¿Un café? Creo que no estaría nada mal… además con esta lluvia que ha comenzado a caer me han dado ganas de abrigarme-

Law miró hacia su ventana para percatarse recién en ese momento que el día estaba nublado.

-¡Genial! Te espero fuera de Dressrosa en 20 minutos-

- Que sean 10, nos vemos…-

Sin entender muy bien la razón, Law tomó su cazadora de cuero negra y salió de su piso con una sonrisa en su rostro. ¿Por qué el pelirrojo lo había apurado?, ¿Acaso él también estaba ansioso por verlo?, lo más extraño de todo… ¿Por qué demonios no se lo había podido sacar de la cabeza en esos dos últimos días?, se sentía como un idiota. Trató de mantener la compostura, aun así no podía evitar que una sonrisita se le escapara de sus preciosos labios. Corrió hasta la vereda y mirando hacia ambos lados de la calle cruzó hasta perderse entre los edificios.

El café Barján era un local muy tranquilo, funcionaba las veces de biblioteca y pinacoteca, sin embargo el único detalle que perturbaba la paz era el bar Dressrosa en la cuadra de enfrente. A pesar de esto en las mesas ubicadas al final había un enorme ventanal cuya vista daba un patio interior con un hermoso jardín y pequeños árboles. Law siempre frecuentaba aquella cafetería puesto que el ambiente era de estudio y reflexión. Cuando hubo estado cerca dudó si era el lugar correcto para ir junto al pelirrojo pero aquella incertidumbre se disipó apenas sintió un fuerte aguacero caer sobre su espalda.

-Quien diría que llovería tan fuerte- pensó poniéndose bajo techo, en la entrada de Barján-

No pasaron ni 5 minutos cuando vio detenerse frente al bar un taxi, del cual se bajó el pelirrojo quien miró a su alrededor. Cubriéndose con la capucha de su sudadera para evitar mojarse el cabello cruzó la calle y sorprendió a Kid por la espalda.

-¡Kid!-

Aquel alto hombre se volteó.

-¡Trafalgar! Eh hombre estás todo mojado… mira lo que traje- indicó mostrándole un paraguas negro el cual abrió en el acto-

-No era necesario tanto detalle, el café está ahí enfrente- sonrió el moreno-

-Aun así no nos mojaremos en este pequeño trayecto-

Ambos cruzaron de vuelta al café.

-¿Esto es… una biblioteca?- preguntó algo sorprendido al entrar-

-Eh…jajaja algo así, solía venir aquí en mis días de estudiante- dijo mientras caminaban hasta la última mesa al lado del ventanal-

Para su suerte todas las personas que se encontraban ahí estaban concentradas en un libro, en su computadora o simplemente conversando, así que no tuvieron que lidiar con miradas indiscretas ni fans viniéndoseles encima.

-¿Días de estudiante?- preguntó extrañado a la vez que se sentaba en la silla, de espaldas a la entrada-

-Sí… no te había comentado pero soy médico-

-¿¿Ah?? ¿Me estás tomando el pelo?-

-¿qué? Jajajaja no, para nada. Sé que suena difícil de creer, pero es verdad. Hace tres años me gradué de la facultad-

-Vaya así que además de tu carrera como supermodelo eres médico… interesante as bajo la manga-

-Podríamos decir que sí-

Luego de revisar la carta, Law ordenó un chocolate caliente con sirope de frambuesa mientras que Kid pidió exactamente lo mismo además de una tarta de frutas.

-¿No será mucho azúcar?-

-Pues si sufro un accidente ya tengo a mi médico personal- dijo esto  fijando sus ojos ambarinos en la mirada de plata del moreno, quien no pudo evitar desviarla-

Hubo un minuto de silencio hasta que por fin Law se atrevió a hablar:

-¿Encontraste hotel junto a tus amigos?-

-Sí, o sea más bien conservamos las habitaciones en el hotel donde estábamos… logramos que nuestro jefe corriera con los gastos de muy mala gana-

-Ya veo- sonrió divertido-

-Y ahora que me lo recuerdas, tengo algo que decirte-

La mirada coqueta que le dirigió el pelirrojo causó estragos en el sistema nervioso del moreno, quien tratando de disimular su sonrojo se precipitó a responder:

-¿Ah? ¿De verdad?... ¿Puedo preguntar que te traes entre manos?-

-Había estado esperando que lo hicieras… te explicaré, en dos meses se estrenará nuestro nuevo álbum titulado Vampiric Touch y el primer sencillo debe tener un video. Al principio Shanks nos indicó que lo iba a dirigir él mismo, sin embargo cuando llegamos aquí supe inmediatamente que el video quedaría mucho mejor si lo grabamos en Donquixote-

-¿Pero entonces quién dirigirá su video?-

-Ese era el gran detalle que tenía mi idea, sin embargo  conocí a aquel chico llamado Bartolomeo, él es fotógrafo pero estudia en la escuela de cine… precisamente dirección y guion teatral, es justo lo que necesitamos- exclamó Kid con una sonrisa de satisfacción-

-Ya veo, Bartolomeo es muy talentoso, estoy seguro que el video les quedará fantástico-

-Sí… ¿y sabes qué es lo mejor de todo?-

El moreno lo miró curioso.

-¡Lo mejor es que tú serás el protagonista de ese video!-

-¿Qué dices?... ¿yo?, yo no puedo… no soy actor-

-¿Y quién dijo que necesitas ser actor?, tienes todo lo necesario, además ya está hablado y apenas tengamos el guion te lo entregaré-

-Al parecer no tengo derecho a negarme-

-Ningún derecho- sonrió Kid recibiendo la taza y dando un primer sorbo-

 

El aguacero se había tornado torrencial, los árboles se azotaban a merced del viento y sin embargo para ambos chicos el mundo transcurría solo en aquella mesa. Aunque Law en un principio temía no tener tema de qué hablar, esos temores se disiparon poco a poco al conversar con el pelirrojo. Lo que más llamaba su atención era que no necesitaba forzar absolutamente nada pues, aunque sonara extraño, sentía como si conociera a ese chico desde hacía mucho tiempo. Hablaron desde trivialidades hasta sus creencias espirituales y metafísicas, e inclusive el moreno se sorprendió al saber que Kid tenía nociones básicas de medicina y un curso de primeros auxilios que Shanks le obligó a tomar.

Ya iban por la tercera taza de bebida caliente cuando el pelirrojo desvió su mirada al ventanal. Las oscuras nubes se estaban abriendo poco a poco dejando entrar un rayo de sol, el cual se filtró hasta llegar a la mesa, iluminándolo cálidamente. El moreno tragó saliva al contemplar la imagen frente suyo. Esa piel pálida lucía ahora brillante y las hebras de cabello que caían sobre su rostro parecían llamas a punto de arder. Se trataba de un hombre realmente magnífico.

-¿Qué te parece si caminamos?... pareciera como si estuviera a punto de  despejarse- lo sacó de su exhaustiva observación-

-Está bien, vamos- respondió el moreno, aun sabiendo que en cualquier momento la lluvia volvería a caer-

Pagaron la cuenta y salieron del Barján, el fuerte viento los forzó a entrecerrar los ojos mientras avanzaban en dirección al parque, el cual se encontraba unos metros más allá. Entraron y cómo era de esperarse estaba desierto, a excepción de uno que otro sujeto que paseaba a su perro aprovechando el cese de la lluvia, sin embargo ya al adentrarse más no vieron a nadie, aunque en realidad poco les importaba.

-Rayos… me hubiera gustado sentarme en el césped pero está mojado- reclamó Kid-

-Quizás si nos sentamos bajo un árbol puede que esté seco-

Se aventuraron a la zona boscosa del lugar y teniendo suerte encontraron el suelo seco bajo la sombra de un enorme y frondoso castaño.

-Debo admitir que esos chocolates estaban deliciosos- exclamó Kid- no soy de comer cosas muy dulces…-

-¿Bromeas? Comiste 3 pasteles y una tarta-

-Jajajajaja es cierto, es que realmente estaban deliciosas-

-Sabes… quería agradecerte por tu visita de hace unos días-

El pelirrojo cambió su expresión, estaba serio lo cual provocó que Law pensara que había dicho algo malo.

-Esto… quiero decir, yo me la pasé muy bien- agregó nervioso-

-¿De verdad? Es un alivio, pensé que dirías que soy un idiota y que fui muy inoportuno, después de todo estabas durmiendo y te desperté- dirigió su mirada al césped mientras jugueteaba con los brotes a tironearlos y enredarlos-

-No, hablo enserio cuando te agradezco… eres muy divertido-

-Genial… debo admitir que ayer tenía ganas de volver pero no quise fastidiarte o que te sintieras agobiado por mi culpa- el pelirrojo tenía una expresión de dulzura en su semblante-

-Así es como me sentía hoy… no sabes cuánto tiempo miré el móvil decidiéndome si te invitaba a o no-

-¿De verdad? ¡ y yo como un idiota esperando tu llamada!-

-¡Eso es mentira! Jajajaja no puedo creer eso que dices- rio divertido-

-¡Lo digo enserio Trafalgar!- sonrió el pelirrojo con alegría-

-¿No te decepcionó entonces mi invitación? –

-Aunque fuera un poco ñoña, para nada-

-¡¿EH?!¿A quién llamas ñoño?!-

-Bueno me invitaste a una biblioteca-

-Jajajajajaja igualmente no parabas de hablar-

-Law…-

-Que divertido… nadie me había llamado ñoño antes- reía trafalgar Law apretando su estómago para no caer sobre su espalda-

 -Law…-

-¿Qué ocurre Eustass?- respondió secándose una lagrimilla producto de su risa-

-Yo… me la he pasado muy bien contigo-

Ambos chicos sostuvieron sus miradas durante pocos segundos que para ellos se les hicieron eternos. Los ojos ambarinos del pelirrojo tenían un leve brillo dorado que no pudo hacer más que cautivar a Law.

-Eustass yo no he podido  dejar de pensar en ti- no supo por qué razón dijo eso en voz alta, casi sufre un ataque al escucharse a sí mismo-

Hubo un minuto de silencio hasta que de pronto sintió el peso del pelirrojo venírsele encima, quedando acorralado entre sus fuertes brazos y el tronco del árbol atrás. Con mucha dificultad y el rostro completamente sonrojado alzó la vista hasta encontrarse con la mirada de fuego que el otro le dirigía. Para su sorpresa estaba totalmente sonrojado y su ceño fruncido, lo cual llamó particularmente su atención. Los segundos transcurrían y Kid no emitía palabra.

Law estaba hipnotizado por esa mirada ígnea que parecía querer quemarle por completo. Apenas comenzaba a tener consciencia de sí mismo ante la necesidad incontrolable que sentía su cuerpo de tocar al otro. Un deseo comenzó a crecer rápidamente en su corazón, y fue este mismo deseo el que le impulsó a los labios de Kid. Una sensación cálida invadió todo su ser, incapaz de controlarlo, estaba totalmente a merced de sus sentidos. Suave, húmeda y con un delicioso sabor a chocolate, así era la boca del pelirrojo, la cual a cada segundo se atrevía a explorar más y más hasta comenzar a perder el aliento y experimentar la locura. La lengua de Kid por su parte no se quedaba atrás, jugueteaba con la del moreno obligándole de vez en cuando a abrir más la boca. Bastó con que toqueteara su paladar para escuchar un delicioso gemido que le hizo perder la razón y apretarlo más fuerte contra sí.

Acalorados se separaron durante unos instantes para tomar aire. La mirada que ambos se dirigieron causó estragos en Trafalgar que recién en esos instantes se daba cuenta de lo que acababa de provocar. Sin decir palabra alguna y estando completamente sonrojados y con el corazón latiendo a mil, continuaron observándose sorprendidos.   De pronto sintió cómo la mano del pelirrojo acariciaba su rostro, ordenándole el cabello. Sus ojos se cerraron en el acto dejándose llevar por completo, sus dedos eran tan suaves y cariñosos.

 -Law… me gustas mucho… demasiado… desde la primera vez que te vi- susurró acercándose a su oído haciendo que se estremeciera-

Aunque la expresión de Eustass Kid era seria, su voz parecía temblar y Law sentía su corazón latir fuerte contra él.

-Kid yo…- Lo había rodeado con sus brazos, el moreno tenía su cabeza apoyada en el pecho del pelirrojo, quien parecía envolverlo de forma protectora-

-Shhh Shhh no digas nada… sé que tu situación es complicada- interrumpió- aun así debía decírtelo o me pasaría otra noche más en desvelo-

El aroma que desprendía era embriagante. Law se encontraba rozando la nívea piel del pecho del pelirrojo, la cual llevaba descubierta por la sentadora camisa abierta que lucía. Cerró los ojos por un momento y por primera vez en muchos días se sintió en paz, presionó su rostro aún más contra el otro queriendo ahogarse en su esencia, provocando que éste le acariciara el cabello.

Kid no necesitaba oír ninguna palabra de parte de Law, para él aquella situación había sido más de lo que hubiera podido desear. A decir verdad hacía días no lograba conciliar el sueño, más bien dicho de la primera vez que vio al moreno en la sala de los supermodelos cuando Nami se los presentó a la banda. ¿Cómo poder describir la extraña sensación que su pecho comenzó a experimentar? Apenas aquellos hermosos ojos de plata se posaron en los suyos supo que necesitaba a ese chico. Vale, vale quizás era muy pronto para decir aquello pero realmente no encontraba otra manera de explicarlo. Lo cierto era que Eustass Kid solía tener romances pasajeros y de apenas unos días, unas cuantas chicas por acá y uno que otro muchacho por allá y ya estaba, después de todo nunca había tenido necesidad de afecto, con follar una noche le bastaba, pero esto era totalmente diferente… era como si se hubiera olvidado del resto del mundo y sólo existiera Trafalgar Law.

Si alguien le hubiera preguntado “¿Y qué ocurre con su amante? ¿Acaso olvidas que se acostaba con el jefe?” de seguro lo habría mandado a la mierda. ¿Acaso eso importaba?, él no era quien para juzgar y menos a sabiendas de que lo había pasado muy mal por culpa de aquel sujeto. No, realmente eso no era importante, es más podía considerarlo hasta como un desafío, ahora bien la gran interrogante que comenzaba a acosar su mente era ¿Sería el moreno capaz de olvidar su antiguo romance?... su corazón pedía a gritos que así fuera, porque al parecer Eustass Kid se había enamorado.

 El sonido del móvil del moreno lo distrajo de sus pensamientos (N/A: nótese muy puros pensamientos a pesar de ese beso fogoso!!!!). Sintió tristeza al ver como Law se deshacía del abrazo para revolver en sus bolsillos en busca del condenado teléfono.

Antes de contestar le dirigió una sonrisa la cual provocó mariposas en su estómago.

-Diga…-

-¡DONDE RAYOS TE HAS METIDO LAW!- se escuchó la voz de una mujer al otro lado de la línea-

-Nami… estoy… estoy en el parque…-

-¿Se puede saber qué mierda haces ahí?... ¿acaso olvidaste la reunión?-

Cerró los ojos y se mordió el labio.

-¿Reunión?... Ah! La reunión… no la he olvidado- mintió- iré enseguida para allá-

-Pues más vale que te apresures o te juro que de esta no te salvarás- amenazó la manager cortando la llamada-

Miró la hora y no pudo evitar largarse a reír, Kid sorprendido le sonrió también.

-¿Qué ocurre?-

-Es que… mira ya casi serán las 21:00 y había una reunión obligatoria en la agencia… la he olvidado por completo-

El ataque de risa de Law parecía no encajar con su personalidad, no obstante Kid no pudo evitar contagiarse con la alegría que estaba desprendiendo su amigo.

-Rayos… te van a reprender, aquella mujer no se anda con cosas-

-Es una bruja… bueno supongo que no queda de otra…-

Nuevamente se miraron a los ojos.

-Kid yo…-

-Silencio, ya te dije que no es necesario que digas nada…-

-Pero es que…-

-Pero nada- exclamó poniéndose de pie y extendiendo su mano al moreno para ayudarlo a levantarse- más vale que nos demos prisa antes de que quedes sin empleo-

 

Salieron de aquel bosquecillo hasta regresar al camino de adoquines que los llevaría a la entrada del parque. Las nubes habían vuelto a cerrarse, esta vez más oscuras y amenazantes que antes, tanto así que no pasó mucho tiempo hasta que se dejó ver el primer relámpago y seguidamente un trueno que espantó a las muchas aves posadas sobre las copas de los árboles. Parecía un día de invierno aunque el viento se había vuelto cálido y pequeñas gotas de lluvia ya anunciaban la tormenta. Caminaron lentamente por la vereda en dirección a la avenida que los llevaría hasta la agencia. Lo más sensato habría sido coger uno de los muchos taxis que pasaron junto a ellos, sin embargo ninguno de los dos parecía querer acelerar el paso.

 

-¿Qué rayos haces Eustass?- preguntó sorprendido al ver como aquel hombre serio y de aspecto oscuro jugueteaba a mantener el equilibrio sobre la orilla de la vereda-

-Es un desafío… nunca logro caminar muchos metros, creo que al parecer tengo pésimo equilibrio- respondió mientras se esforzaba con un pie adelante y el otro atrás en avanzar sin caerse-

-Que infantil eres-

-¡No te burles de mí! Jajaja es divertido… a qué no te atreves a intentarlo-

-No es que no me atreva, es que es ridículo-

-Vaya vaya así que Trafalgar Law es un pequeño cobarde- rio y esta vez casi cae a la calle-

-¿A quién llamas cobarde? ¿Quién podría temerle a mantener el equilibrio sobre la acera?-

-Creo que es miedo a hacer el payaso-

-¡Por supuesto que no!-

-Jajajajaja-

-¡Te lo demostraré!- el moreno imitó a su amigo y se dispuso en copiarle avanzando unos cuantos pasos hasta casi caer-

-Al parecer no soy el único con problemas de coordinación-

-Jajajaja bueno admito que he fallado-

 

Permanecieron jugando y avanzando tan lento que cuando lograron llegar a la academia, entre risas y bromas, la noche había caído completamente, oscura producto del espeso manto de nubes que cubría el cielo veraniego.

 

-Quien diría que me fueras a humillar de esa forma Law- admitió Kid rindiéndose ante el moreno-

-Quien diría que realmente tienes pésima coordinación… ¿cómo es que caminas?- bromeó-

-Con mucho esfuerzo Jajajaja… Law-

De nuevo aquella voz y expresión seria le hicieron estremecerse.

-¿Qué ocurre?-

-Me gustas mucho-

El calor no tardó en invadir las mejillas del moreno, quien haciendo esta vez un esfuerzo no desvió la mirada y la sostuvo sintiendo como su cuerpo comenzaba a arder  producto de los ojos de fuego que tenía enfrente suyo.

-Kid yo…-

-Ya te dije que no tenías que responderme nada… es que por alguna razón no puedo dejar de decírtelo… lo siento si es incómodo- Law bajó la mirada.

Caminaron hasta la entrada de la agencia, sin fijarse muy bien por donde pisaban pues las luminarias del estacionamiento apenas alumbraban unos cuantos metros. Ninguno de los dos parecía incomodarse ante el silencio, más bien mientras caminaban se miraban constantemente y sonreían al descubrir los ojos del otro espiándole.

-Al parecer ya terminó la reunión… no quedan muchos coches estacionados- Kid rompió el silencio-

-Es lo más probable… pero sabes realmente no me importa-

-¿No tendrás problemas?-

-Sí puedes llamar a los gritos histéricos de Nami un problema, claro que tendré-

-Ya veo… rayos me siento culpable-

-¿Por qué?- le miró curioso-

-Pues porque en parte es mi responsabilidad que no llegaras a tiempo, quiero decir yo me… yo te… ¡ah!- el pelirrojo lucía nervioso y apenas era capaz de hilar las palabras causando una sonrisa de ternura en el otro-

-No es tu culpa… así que puedes estar tranquilo. Aun así puede ser que encuentre a alguien que me diga de qué trató la reunión-

-Si tú lo dices…-

Llegaron hasta la entrada posterior de la agencia. Dentro se podía observar mucha gente que iba y venía de un lado a otro por lo que animándose a entrar Kid empujó la pesada puerta de cristal.

Law miró a su alrededor tratando de ubicar a Ace, sin embargo su corazón casi sale de su pecho al observar, apenas unos metros delante de él, a Doffy junto con Crocodile y aquel chico de Redhawk conversando animadamente. Su cuerpo se paralizó completamente y durante unos segundos se olvidó que estaba junto a Kid y sintió como si él y Doffy fueran los únicos en esa sala. Los recuerdos  comenzaron a invadirle y un sentimiento de rabia y tristeza se apoderó de él. Apretó las manos a la vez que trataba de calmarse y caminar hacia otro lado evitando cualquier contacto visual entre él y el rubio. No obstante todas sus intenciones de pasar desapercibido se fueron al carajo al escuchar un grito:

-¡oiiii! ¡Torao!-

Maldijo su suerte. Ambos chicos miraron hacia el  lugar del cual provenía la voz. El pelirrojo, quien no parecía haber notado la presencia del rubio, apretó los puños mientras clavaba su vista en el dueño de la agencia y sonreía. Law tragó saliva. ¡¿POR QUÉ DEMONIOS TODAS ESAS SITUACIONES INCÓMODAS LE OCURRÍAN A ÉL?!  Primero con Crocodile y ahora con Kid, ¿hasta cuándo seguiría esa mala racha?

Era imposible devolverse, imposible permanecer ahí de pie e imposible no avanzar. Law no tuvo más remedio que seguir lentamente a Kid, quien obviamente se dirigía a paso seguro con total intención de que el rubio les viera juntos.  

-¡Torao! Llegas más que atrasado jajaja- rio Luffy dándole una palmada en el hombro- Nami casi se vuelve loca preguntando por ti-

Trago saliva y con mucha dificultad intentó responder lo más naturalmente posible.

-Hola… lo lamento- se limitó a duras penas. Las palabras se atragantaban en su garganta-

-Buenas noches- exclamó Eustass Kid, quien inmediatamente pudo sentir la mirada de Doffy sobre él inspeccionándole perplejo e impresionado -

-Buenas noches- respondió Crocodile quien exhalaba el humo de su enorme cigarrillo-

Law sintió su corazón latir aceleradamente, a esto se le sumaba la mirada de Crocodile que parecía escudriñarlo y analizar cada movimiento que hacía. Quizás era su imaginación jugándole malas pasadas pero un pésimo sentimiento se apodero de él, sin embargo si se ponía muy nervioso pondría en evidencia su debilidad ante el rubio y aquella situación empeoraría y probablemente el magnate del Baroque notara la tensión entre su esposo y el.

Por su parte Doffy tenía los ojos fijos en Law, aunque podía disimular perfectamente para los demás, para éste era imposible no sentir su incertidumbre y molestia.

-Vaya Law, olvidaste completamente la reunión ¿no crees que es un poco tarde para llegar?- exclamó Doflamingo en un tono reprobatorio, el cual obviamente obedecía al estado exaltado que seguro estaba experimentando dentro de sí-

- No la olvidé señor, solo tuvimos un imprevisto en el parque- armándose de valor, y tras recordar los amargos días que había tenido que pasar por culpa de Doffy, contestó de forma maliciosa, buscando cabrearlo resultando victorioso pues el rubio apenas podía disimular su disgusto de verlo junto a otro-

Sintió la mano de Kid apretar su hombro, como dándole animo ante aquella molesta e incómoda situación. Doffy lo fulminó con la mirada.

-Ya veo… bueno Nami no estará muy feliz… dejaré que ella se haga cargo de ti- sonrió bromista el rubio-

-Doffy ya debemos irnos, recuerda que teníamos un asunto pendiente- interrumpió Crocodile tomando la mano de su esposo. Law se fijó en ese momento que llevaba puesta su argolla de matrimonio y aunque le costó admitirlo aquello le dolió-

Nuevamente temiendo que el esposo de su antiguo amante tuviera una especie de sexto sentido, Law no pudo evitar sentir como aquel hombre le miraba de forma extraña, como si quisiera descubrir algo de él. Disimulando su nerviosismo lo mejor que pudo permaneció erguido y con  la cabeza en alto mirando con normalidad al rubio, aunque su corazón no dejaba de latir aceleradamente y su mente lanzar maldiciones.

-Tienes razón amor mío ya debemos irnos… bueno chicos nos vemos, que tengan buenas noches- sonrió con una falsa amabilidad que no pasó desapercibida para Law- No olvides hablar con Nami…- dirigió una última mirada de molestia al moreno antes de darles la espalda y alejarse en dirección al estacionamiento-

-Adiós- se despidieron-

Apretó los puños y permaneció mirando al rubio hasta que lo vio desaparecer por completo.

-Bueno yo también los dejo chicos, debo irme al hotel ¡nos vemos!- se despidió Luffy a la vez que corría en dirección a la salida-

Law cerró sus ojos y suspiró, realmente aquella situación había vuelto a ponerle los nervios de punta. Ciertamente le había  incomodado la mirada indiscreta que Crocodile le dirigió, aunque a decir verdad y no fuera tan fácil admitirlo no sintió aquel dolor punzándole el corazón, más bien solo sintió rabia y tristeza al recordar que hace apenas una semana estaba durmiendo abrazado junto a Doffy, su Doffy…. Aunque había un detalle muy importante en esto… no podía seguir mintiéndose, por más doloroso que fuera él nunca había sido suyo realmente, sólo una ilusión, un sueño provisorio y con fecha de caducidad.

-Tranquilo Law, todo estará bien-

La voz del pelirrojo lo sacó de sus pensamientos. Volvió la vista y entonces lo vio, Kid se encontraba sonriéndole de una forma tan radiante que no pudo evitar sonreírle de vuelta.

Con algo de timidez Kid se acercó y lo rodeó con sus brazos-

Sin poder esperar, y cómo si la cercanía del pelirrojo le hiciera olvidar todo, Law se acercó a sus labios y lo besó  mientras Eustass Kid esbozaba una ligera sonrisa.

 

 

 

 

 

 

 

Notas finales:

¿Les gustó? espero que sí  sobretodo a las que soñaban con algo como esto xD!

Un besote y nos leemos pronto :D


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