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Pink Cocktail por LovingTales

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Notas del capitulo:

Holii mis adoradas ^3^

Aquí reportandome nuevamente

!La loca del fic! (no se van a deshacer tan facilmente de mi waa!)

Estoy feliz por todos los lindos comentarios que me han dejado, de verdad se pasan !son las mejores!

Así que es por esta razón, y para hacer honor a mi etiqueta de LEMON (de la cual mi editora DAIKAI69 se burlaba diciendo que era una estafa) !LES HE DEJADO UNA SORPRESILLAAAAA!

Espero les guste y sea un paso a algo aún más grande!*//*

Siento que algo más tenía que decirles pero ya se me ha olvidado (atentas al final, tengo algo muy importante que preguntarles y espero me puedan ayudar respondiendo xD)

Nuevamente mil gracias a todas aquellas que me comentan! Y bueno a ustedes lectoras también, por leerme!

Un besote gigante y que estén todas muy bien. !Nos leemos pronto queridas!

 En el capítulo anterior....


 


Law cerró sus ojos y suspiró, realmente aquella situación había vuelto a ponerle los nervios de punta. Ciertamente le había  incomodado la mirada indiscreta que Crocodile le dirigió, aunque a decir verdad y no fuera tan fácil admitirlo no sintió aquel dolor punzándole el corazón, más bien solo sintió rabia y tristeza al recordar que hace apenas una semana estaba durmiendo abrazado junto a Doffy, su Doffy…. Aunque había un detalle muy importante en esto… no podía seguir mintiéndose, por más doloroso que fuera él nunca había sido suyo realmente, sólo una ilusión, un sueño provisorio y con fecha de caducidad.


-Tranquilo Law, todo estará bien-


La voz del pelirrojo lo sacó de sus pensamientos. Volvió la vista y entonces lo vio, Kid se encontraba sonriéndole de una forma tan radiante que no pudo evitar sonreírle de vuelta.


Con algo de timidez Kid se acercó y lo rodeó con sus brazos-


Sin poder esperar, y cómo si la cercanía del pelirrojo le hiciera olvidar todo, Law se acercó a sus labios y lo besó  mientras Eustass Kid esbozaba una ligera sonrisa. 


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Capítulo 15


 


Había sido un día de mierda, de la mismísima mierda… el rubio no encontraba otra forma de describir su jornada mentalmente mientras manejaba en silencio acompañado por su esposo. En primer lugar problemas con la campaña de otoño, problemas en el departamento de finanzas, problemas con algunas modelos femeninas… una verdadera pesadilla, sin olvidar además la reunión en la cual tenía cifrada sus esperanzas de poder ver siquiera de lejos a su moreno, a quien estaba extrañando. Finalmente la espera no había valido de nada, Law nunca llegó a la reunión y cuando ya estaba por resignarse y llegar a casa para descansar sucede lo impensable… ve a SU moreno llegar junto a otro… ¿de qué venía todo esto? ¿Por qué Law había llegado junto a Eustass Kid? Además si mal no recordaba había dicho que no asistió a la reunión por tener un imprevisto en el parque… ¿qué mierda hacía en el parque junto a aquel sujeto? ¡Ah! Tantas preguntas estaban haciéndole colapsar a la vez que la sangre comenzaba a hervir en sus venas.


 


-Mi amado ¿puedes estacionarte?, quiero comprar tabaco- le interrumpió Crocodile, sacándolo de sus pensamientos-


En un intento sobrehumano de responder bien exclamó:


-Seguro, ve tranquilo  - a la vez que se estacionaba-


El hombre se bajó y entró al minimarket mientras él tenía tiempo de maldecir y apretar el volante con fuerza, intentando exteriorizar la rabia que lo invadía.


-Law… ¿Por qué haces esto?- pensaba airado-


 


Lo peor de todo era el sujeto con el que se encontraba… ¡Eustass Kid! Ese drogadicto y supuesto ex convicto (N/A: sí, la gente inventaba muchas cosas de Kid xD así que no se sorprendan). Parecían muy cercanos y eso que hacía apenas unos días esa maldita banda había llegado a la agencia. Suspiró tratando de calmarse. En esos momentos lo único que deseaba era dormir, ni siquiera tenía ánimos de comer ni fumar ni mucho menos conversar con nadie. Maldijo por lo bajo y nuevamente tratando de calmarse respiró hondo.


 Vio a su esposo acercarse al coche cargando una bolsa, no recordaba que vendieran tabaco en tanta cantidad. Se tranquilizó, no quería que Crocodile notara su molestia además que en cierta forma se sentía culpable por seguir engañándolo, aunque fuera mentalmente.


 


-Te he traído algo…-sonrió mientras abría la bolsa-


El rubio lo miró sorprendido al ver que le extendía una bandeja con dulces árabes, sus favoritos. Un sentimiento de culpa lo invadió por completo y olvidando por un momento la rabia producto de sus celos, le sonrió a su esposo.


-Gracias…-


-Estoy preocupado por ti, luces agotado amor mío…- Crocodile clavó su mirada en esos  hermosos ojos celestes-


-No quiero que te sientas así por mi… ya sabes que esta fecha es complicada… sobre todo por la cantidad de cosas que tengo que manejar-


-Pero estás estresado… no quiero verte así, me da tristeza que…- se interrumpió a sí mismo, el otro lo miró expectante-


-¿Qué te da tristeza?- inquirió con preocupación, lo que menos le faltaba ahora era ver sufrir a su esposo, le amaba después de todo, aunque sonara extraño-


-No quiero causarte más preocupaciones, no quiero que te sientas aún más presionado por mi causa- bajó la mirada-


-Crocodile… puedes decírmelo, no debes guardarte esos sentimientos- trató de articular sin embargo apenas se escuchó su voz-


Hubo un minuto de silencio hasta que el otro respondió:


-Siento que cada vez me tomas menos en cuenta… es como si ya no quisieras verme o te molestara que esté junto a ti… si tú me lo pides ya no te acompañaré a la agencia-


Mierda. Aquello realmente causó estragos en el rubio, quien sin saber muy bien cómo reaccionar solo se limitó a abrazarlo.


-Lo siento, en verdad no ha sido mi intención que te sientas así-


Ya estaba, se sentía como un bastardo desconsiderado y, peor aún, infiel. Cerró sus ojos y se sumergió en el aroma a tabaco y chocolate de su esposo quien no pudo evitar que unas lágrimas cayeran por su mejilla.


-Te amo Doffy…- susurro despacio y apenas entendible debido al nudo en su garganta-


Se sobresaltó y hundiendo su nariz en el cuello de su amado le respondió:


-Yo también te amo Crocodile-


 


Al llegar a la enorme mansión fueron recibidos por Baby5 quien les ofreció algo de comer. Dada la negativa de ambos la mujer se retiró a su habitación, no sin antes obligar prácticamente a Crocodile para que bebiera un té de hierbas producto de sus ojos y mejillas rojas, ¡la pobre pensó que había cogido una fiebre!.


-Gracias linda, eres un ángel- le respondió a la vez que bebía despacio, sentado en el enorme mesón de la cocina-


Al terminar se puso de pie y caminó en dirección a su habitación, antes que nada debía darse una ducha así que deshaciéndose de su ropa se dirigió al enorme baño de mármol y entró a la ducha, la cual prácticamente era como un cuarto completo, solo que de piedra oscura y rodeado de plantas y flores. Echó a correr el agua, estaba muy caliente por lo que se alejó y esperó que regulara la temperatura. Apenas estuvo tibia cerró sus ojos y tomando una costosísima botella de shampoo comenzó a masajear su cabello.


Sin ánimos ni para pensar prefirió terminar ese asunto rápido, después de todo al otro día habría una reunión en el casino por lo que tenía que despertar temprano y esperar que su asistente le pasara a recoger. A veces se arrepentía de haber tomado esas vacaciones. Era cierto que extrañaba demasiado a Doffy, tanto así que estaba comenzando a entrar en depresión, no obstante se sintió egoísta. En ningún momento se detuvo a pensar que su esposo estaba trabajando y totalmente absorto en la agencia, especialmente por la campaña de verano, y sin importarle si  tendría la fuerza y ánimos para recibirle decidió viajar.


Entendía perfectamente a Doffy, aunque le costaba no sufrir al apenas ser tocado y besado por éste. Bueno tanto tiempo alejados quizás habían hecho disminuir el amor que sentía, y si ese era el caso lo comprendía totalmente y ni siquiera lo culparía. Quizás era momento de hacer que se enamorara nuevamente de él, parecía difícil pero no imposible, aunque en esos momentos era un desafío complicado. Perdido en sí mismo no escuchó los pasos que se acercaban hacia él hasta que de pronto los brazos de su esposo lo rodearon por detrás. Asustado se volteó y pudo ver el rostro del rubio sonriéndole. Era increíble, para él era como si los años no hubieran transcurrido y aun ambos fueran los adolescentes que se enamoraron perdidamente  y debían verse a escondidas. Doffy seguía siendo el mismo, era el mismo chico complicado y adorable al cual espiaba en el casino de su padre.


Ambas miradas se encontraron y por unos minutos no hicieron más que observarse fijamente. Crocodile pudo notar un dejo de tristeza en los ojos celestes de su amado, por más que se esmerara en ocultarlo, sabía que le estaba escondiendo algo… era como si un temor le obligara a actuar distante de él, el cual trataba de cubrir y olvidar con el trabajo. Prefirió no pensar más en eso y dejándose llevar por el momento se abalanzó a los labios del otro.


 


-Perdóname… perdóname por tenerte así- exclamaba Doffy mientras los ávidos labios de su compañero recorrían su cuello-


-Yo también lo siento… no quiero atormentarte con mi presencia- susurró. Sus palabras estaban llenas de dolor, esto causó que Doffy le rodeara con sus brazos. Hundió su cabeza bajo el cuello de su esposo y dejó que éste le acariciara el cabello. Así permanecieron unos cuantos segundos, ambos desnudos bajo el constante y cálido chorro de agua de la ducha.


 


-¿Qué te parece si vamos a descansar?-


Levantó la mirada y asintió con una sonrisa. Como hacía años no hacía, Doffy tomó entre sus brazos a su esposo y lo cargó hasta la cama. Estaba más delgado y su cuerpo, aunque seguía siendo fornido (N/A: *¬* xD!) se sentía mucho más frágil que antes. Nuevamente se dio una bofetada mental por ni siquiera haber notado este cambio. Apenas llegaron lo dejó caer sobre las suaves sábanas mientras se abalanzaba sobre él. Lo acarició en su mejilla y en el acto vio como cerraba los ojos, totalmente aliviado, como si hace años hubiera estado esperando eso. Sin pensarlo más comenzó a besarlo con desesperación, sus lenguas se entrelazaban necesitadas en un beso tan profundo que no tardaron en quedarse sin aliento. Se separaron por unos segundos para tomar aire y como si apenas se estuvieran conociendo ambos sonrieron felices para luego reanudar su tarea. La pálida piel de Crocodile estaba suave y aun húmeda producto de su rápida salida de la ducha, apenas había tenido tiempo para secarse cuando sintió que el rubio lo tomaba en brazos. Sus muslos estaban siendo acariciados con tal delicadeza que no pudo evitar deshacer el beso para soltar un gemido. La locura no tardó en invadir al rubio quien ante los quejidos de placer del otro no pudo controlarse y engulló por completo la erección de su amado.


 


-Do…do…Doffy- gimió apenas a la vez que se afirmaba con fuerza de las sábanas en un intento por no acabar en ese mismo instante-


Pero es que dios… se estaba volviendo imposible. Su mente antes llena de ideas ahora se encontraba completamente en blanco y a merced de sus sentidos. Había olvidado lo deliciosa que era, en todos los aspectos, la boca de su rubio quien ahora le succionaba y apretaba y recorría completamente. Con  mucho esfuerzo abrió sus ojos para encontrarse con esa mirada clavada sobre él, sintió su cuerpo arder y poco a poco comenzó a perder la fuerza.


 


-Doffy si sigues… si sigues así no- apenas y podía articular las palabras- no aguantaré mucho más-


Pareció ignorarle por completo, aumentando el ritmo con sus labios mientras sus caderas cedían al movimiento que le estaba obligando a tomar. Era extraño pero aquellos ojos fríos le estaban haciendo estremecerse y quemarse por completo, hasta que su cuerpo ya no fue capaz de soportar más y sintió salir toda su esencia en la boca de su amado.


-Doffy...- gritó mientras se afirmaba de la cabeza del rubio quien aún lo succionaba con fuerza-


Agitado por el reciente orgasmo abrió los ojos y vio un tanto borroso, a causa del placer, el rostro sonriente de su amado.


-Delicioso como siempre-


-Lo siento, no pude aguantar más-


-Está bien… eran mis planes- dijo esto y se abalanzó a sus labios nuevamente-


Crocodile sintió el sabor del semen junto a la saliva del rubio, quien no hacía más que compartirle su propia esencia la cual había contenido en su boca por unos momentos para luego vaciarla directamente a su lengua. Se abrazaron con fuerza mientras el sudor perlaba sus cuerpos desnudos y ansiosos ante lo que estaba por venir.


-Extrañaba sentirte sobre mí- le susurró despacio-


-Ahora que me tienes no me quitaré tan fácilmente de encima- llevó dos dedos a la boca de su esposo quien los engulló y babeó completamente-


-¡Aghh!- se quejó al sentir como su entrada era invadida lentamente- hazlo rápido…-


-¿Uhmmm? Vaya… qué rápido reaccionas- sonrió al ver aquel miembro completamente duro-


-Porfavor…- Doffy parecía ignorarlo y jugueteaba únicamente con sus dedos- Oh Doffy porfavor mételo ya, me estás cabreando-


-Adoro verte así-


-¡No me jodas!- completamente agitado solo pudo arquear su espalda al sentir esos dedos entrando y saliendo cada vez más rápido-


Por su parte Doffy solo le limitaba a sonreír. Realmente le excitaba ver a Crocodile desesperase y pedirle a gritos que se lo metiera de una puta vez. Los gemidos ya hacían eco por toda la habitación, su cuerpo ya no aguantaba más, sentía arder su entrepierna por lo que ya sin poder evitarlo dio la primera embestida. Ambos cerraron sus ojos rindiéndose por completo al placer.


-¡Aghhh! Delicioso… estás tan duro- decía a duras penas a causa de sus gemidos-


-Tú me provocas Crocodile… ¡agh! Que apretado estás… se siente… se siente increíble- el rubio aceleró el ritmo de sus estocadas hasta prácticamente hacer saltar a su compañero.


-¡Sí! ohh Doffy no te detengas… sigue así, más rápido- gritaba como si no existiera nadie más que ellos en el mundo-


-¿quieres que lo haga más rápido?-


-Sí, lo necesito… porfavor más rápido- desesperado Crocodile se abrió completamente de piernas mientras se sentaba sobre el rubio para alcanzar un nivel aun mayor de penetración-


Aceleró el ritmo provocando que el otro arqueara la espalda al sentir aquel enorme miembro rozar su próstata. No podría aguantar mucho más, aquello era el mismísimo cielo. Abrió los ojos con dificultad, apenas podía distinguir los labios entreabiertos del rubio dejando escapar su cálido aliento junto con una sinfonía de gemidos que le hacían estremecerse por completo. Su corazón se hinchaba de amor al sentir que su amado Doffy deliraba de placer junto a él, era su razón de vivir, el motivo por el que seguía respirando día tras día. Estaba seguro que nunca nadie en el mundo había amado al rubio tanto como él lo hacía. No tardaron mucho en llegar al clímax.  


Doffy tensó su cuerpo y dio una última y salvaje embestida, vaciando el precioso y blanquecino liquido dentro del cuerpo de Crocodile. Ahogó un alarido precipitándose a morder el cuello de su compañero, quien en ese momento dejaba salir libre su esencia, brillante, y mucho más líquida que antes, sobre el abdomen del rubio, llenando ambos cuerpos de aquel precioso y embriagante licor.  


-Te amo Doffy… te amo más que a nada en este mundo- exclamó, ahogando su voz en un susurro-


El corazón de Doflamingo se detuvo. Aquellas palabras que su esposo le dedicaba con tanta devoción le hicieron estremecerse y entonces lo sintió. Comenzó a latir de nuevo, agitado, nervioso y feliz.


-Yo también te amo Crocodile… nunca he dejado de hacerlo- respondió al tiempo que lo rodeaba con sus brazos-


 


 


En ese mismo instante….


-Vamos cejillas… ¿te falta mucho? Realmente me quiero ir a dormir- exclamó Zoro en un tono grave-


-Jajajaja espera, espera, esto está muy divertido-


-No eres capaz de controlar tu vicio… terminarás en la calle-


-¡CÁLLATE! Nunca vuelvas a decir algo tan horrendo como eso-


 


Para mala suerte de Zoro  el hotel Red Line había implementado una pequeña sala de casino para sus huéspedes, unos cuantos tragamonedas y ruletas llenas de luces eran la máxima atracción a esas horas de la noche, y más aún, en un día de lluvia donde a nadie le daban ganas de salir afuera. Luego de que los tres chicos bajaran a tomar un café, Sanji cayó en la cuenta de aquella sala y pensó en pasar a probar suerte luego de que terminase la fastidiosa reunión a la cual citó Nami. Pésima idea.


Para su mala fortuna aquella cita había sido peor de lo que pensaba, la manager no dejó de hablar y parlotear ¡durante dos malditas horas!. Al principio intentó poner atención, pero luego comenzó a hablar de números y cifras de la agencia y ¡Bah! ¿Qué mierda le importaba a él? Mientras le pagaran su sueldo a fin de mes no había nada más de esa agencia que le interesara. Así que se dedicó a pensar en cosas triviales mientras Nami dirigía la reunión.


Pasadas las dos horas le ordenó a su asistente que le llevara al hotel Red Line, éste sorprendido no tuvo más alternativa y sin poder avisarle a Luffy tuvo que hacer como su jefe le indicaba. Irritado al ver las intenciones del rubio, se limitó a hacerle compañía unos metros atrás de él, después de todo ¿qué tanto podría tardar ahí?... pensar aquello fue su peor error. Resulta que Sanji ya llevaba sentado jugando más de dos horas y ni siquiera parecía notar el transcurso del tiempo, totalmente absorto se dedicaba a presionar botones y más botones mientras Zoro ya no aguantaba más.


-Bueno no me interesa qué hagas… yo me largo a dormir- dicho esto dio media vuelta con la intención de salir de aquel maldito lugar, que para peor aún apestaba a tabaco y alcohol. Sin embargo sintió la mano del rubio sujetando con fuerza su brazo-


-¿Dónde crees que vas? No te he dicho que puedas irte-


-Es pasado medianoche… mi horario como tu asistente ha terminado hace mucho-


-Eso lo decido yo-


-No es cierto, firmaste un contrato-


-¿Y crees que esas mierdas me importan? No te atrevas a faltarme el respeto o nada bueno ocurrirá-


-Jajajaja ¿me estás amenazando?- respondió desafiante el peliverde, a esas alturas estaba cabreadísimo-


-Sí… lo hago y ¡lo seguiré haciendo hasta cuando me plazca! Soy tu jefe ¿lo olvidas acaso?- con una sonrisa burlona se apartó de la máquina y dirigió hasta la salida-


¡Al fin se había despegado de esa maldita caja llena de luces! Pero el peliverde sabía lo que estaba por venir…


-“Ahora llévame a casa marimo”- se adelantó en sus pensamientos-


-Ahora llévame a casa marimo- exclamó Sanji- Estoy muy cansado y mañana tengo sesión-


-Lamento informarte que tendrás que conducir tú mismo- le dirigió una sonrisa victoriosa mientras revisaba su móvil-


-¡¿ah?! ¿Cómo te atreves?, no te lo estoy preguntando marimo inepto, es una orden ¡LLÉVAME AHORA!-


-Ya te dije que no, no puedo hacerlo-


-¿Por qué no?-


-Pues para mi fortuna, Luffy me ha enviado un mensaje en el cual dice que el camino está lleno de policías, si pidieran mi licencia te verías en graves aprietos ¿sabes?-


El rubio lo miró con el ceño fruncido, ¿por qué aquel crío debía meterse en todo?


-Debe ser una mentira-


-¿Para qué mierda Luffy inventaría algo como eso?- Zoro arqueó una ceja, estaba molesto pero sin ganas de discutir-


-Pues para cabrearme… ¡para fastidiarme y tener que conducir yo solo a casa!- reclamó con total egocentrismo-


-¿Luffy cabrearte a ti?... espera, no me digas que… ¿acaso te da miedo estar solo?-


El rubio se sobresaltó-


-No digas idioteces asistente de mierda, pero alguien como yo no tendría por qué estar haciendo un esfuerzo si para eso estás tú… cumple con tu trabajo- señaló ya casi llegando a la salida-


-y tú cumple con el tuyo-


-No me contradigas marimo- el viento estaba fuerte y cálido, revolvió los cabellos de Sanji quien se cubrió la boca tratando de encender su cigarrillo- ¿lo ves marimo? No hay ningún policía en esta calle…- exhaló el humo y avanzó hasta su lujoso coche estacionado un tanto más allá-


Zoro perplejo corrió hasta la acera y no pudo divisar a nadie, ni siquiera un carro… estaba jodido. ¿Cómo mierda volvería al hotel? Esa tormenta no  parecía cesar y lo más probable era que ni un taxi pudiera coger.


-Rayos- se dijo a sí mismo a la vez que se rendía y caminaba hasta el vehículo-


-¿Lo ves? Ese crío es un mentiroso-


-Ya deja eso, quizás se han ido por la tormenta-


-Eres un idiota… ¿qué esperas para arrancar?-


El peliverde sacó su móvil del bolsillo.


-Espera, dame unos minutos llamaré a Luffy para que me acompañe-


-¿Qué? ¿Ese niño en mi coche? ¡Por ningún motivo!- Sanji se abalanzó a quitarle el teléfono, forcejeando y tironeándolo con fuerza mientras la llamada marcaba y marcaba-


-¿Qué crees que haces cejillas? Deja de forcejear-


-Ya dámelo, te prohíbo que llames a ese niño… podría hacer un desastre aquí-


-¿Quién mierda crees que eres prohibiéndome cosas?- con el ceño fruncido Zoro tiraba pero no había caso, el rubio no cedía-


-¿Qué quién soy? ¡TU JEFE! Así que debes obedecerme en todo-


Totalmente fastidiado soltó el móvil provocando un sonrisa de victoria en el rubio. Cortó la llamada no obstante comenzó a vibrar a los pocos segundos. Sin pensárselo dos veces contestó mientras le daba la espalda a Zoro, protegiéndose en caso de que quisiera arrebatarle el condenado teléfono.


-¿Zoro qué ocurre?- se escuchó la voz de Luffy-


-No soy el marimo, soy Sanji-


-Ahh ¡hola cejillas!-


-¡NO ME LLAMES ASÍ!-


-¿Qué ocurre, por qué Zoro me ha llamado?-


-Zoro está conduciendo en estos momentos, pero sólo quería avisarte que llegará muy tarde. Lo más probable es que le cueste coger un taxi de regreso de mi edificio así que caminará-


-Pero si quieres puedo…-


-Buenas noches- interrumpió y colgó la llamada. Sin que Zoro se percatara apagó el móvil- perfecto, ahora no tendré que lidiar con ese insoportable mocoso- pensó orgulloso-


-No caminaré de regreso ¿estás demente?-


-No me importa, sólo acelera, ya quiero llegar a descansar-


 


Recorrieron unas cuantas calles. Para su suerte en esas avenidas el tránsito estaba relativamente despejado por lo que sin mayor dificultad llegaron a la avenida principal, la cual llevaba al edificio de Sanji. Todo iba bien hasta que de pronto Zoro notó un carro policial que se acercaba a toda velocidad y les hacía señas para que se detuviera. El rubio se volteó y casi cae de espaldas por la impresión.


-Los policías ¡mierda! ¡Acelera!, acelera no te detengas! Podemos perderlos…-


-¿Estás demente? Si hacemos eso será peor-


-Si no lo hacemos te pedirán tu licencia-


-¿lo ves? Luffy tenía razón… eres un verdadero idiota-


-¿Ah? Solo ha sido una coincidencia… acelera-


-¡No lo haré!-


-sí lo harás, yo soy tu jefe! Tú haces lo que yo te digo-


-¡Eres un imbécil! No te haré caso, nos veremos en la corte cejillas- sonrió burlesco el peliverde a la vez que estacionaba el coche -


 


El policía se bajó y caminó hasta la puerta del piloto.


-Buenas noches chicos-


-Buenas noches oficial- respondió Zoro cortésmente-


El rubio apenas le dirigió la mirada, estaba furioso, ¡sobre todo por aquel maldito niño!


-¿Todo bien?-


-Sí, todo bien- se limitó a responder -


 -Necesito los documentos del coche y su licencia porfavor. Estamos haciendo un control  por los numerosos accidentes ocurridos hoy-


-Me imagino… espere un momento- se volteó y revolvió en los compartimientos hasta que los encontró- aquí están dijo cediéndolos al hombre-


-Veamos… todo en orden ahora deme su licencia-


-Respecto a eso yo…- de pronto sintió un pellizco en su hombro-


-Déjame a mí hacerme cargo de esto- le susurró Sanji a la vez que bajaba del vehículo y se ponía frente al oficial-


-Buenas noches, mi nombre es Sanji Vinsmoke, supongo que me conoces-


El hombre lo miró de pies a cabeza, realmente lucía como alguien importante, sin embargo no le prestó mucha atención.


-La verdad no, no lo conozco- le dio la espalda y se dirigió a Zoro- su licencia porfavor-


-Supermodelo de la agencia Donquixote…- interrumpió irritado-  verás respecto a la licencia de este sujeto, no debes preocuparte. Él es mi asistente personal y debido a la cantidad de trabajo que tuve hoy, se ofreció voluntariamente para llevarme hasta mi piso y por esa ra…-


-No me interesa quien sea usted, le estoy pidiendo la licencia al joven- extendió su mano hasta donde se encontraba Zoro-


-Mierda- pensó el peliverde- lo que faltaba…-


-¿ACASO ME ESTÁS IGNORANDO VIEJO DE MIERDA?- gritó Sanji furioso mientras lo tironeaba de la camisa-


-¿Perdón? ¡Me está insultando y amenazando!… eso es agresión a un oficial de policía. Retráctese-


-Perdón oficial… él no quiso decir eso… verá respecto a mi licencia es cierto lo que dice, bueno en parte. Aun no me la han entregado… perdone, solo denos la multa y ya-


-CÁLLATE MARIMO, NO TE METAS EN ESTO- Sanji lucía realmente molesto por poco y comenzaba a ahorcar al pobre hombre- A MI NADIE ME IGNORA….-


-Está atacando a  un oficial de policía, esto irá a la corte- el viejo lucía nervioso ante la agresividad del rubio-


-¡ME IMPORTA UNA MIERDA!-


-Ya basta, contrólate cejillas- totalmente molesto y fastidiado, tuvo que bajar del coche para detener a su jefe quien se estaba comportando como un verdadero desquiciado- está un poco pasado de copas… solo denos la multa quiere-


-Lo siento jovencito, pero tendré que confiscar su vehículo además de entregarle ¡tres enormes multas por esta infracción!-


-¡¿QUÉ?!- exclamaron ambos-


-Lo que escuchan… atento unidades, necesito apoyo en la avenida santa, hay dos jóvenes uno de ellos está drogado y me ha atacado- informó por la radio el oficial, ¡seguro que ya estaba! Lo único que les faltaba-


-No puede llevarse mi coche ¡es mío!-


-Detente idiota o lo empeorarás aún más- Zoro forcejeaba con su jefe quien estaba fuera de sí-


-¡CÁLLATE MARIMO! Por tu culpa me quedaré sin coche-


-¿qué has dicho? Te dije que habrían polis cerca y tú no me hiciste caso, ahora en lo que nos hemos metido… nos suspenderán las licencias a ambos ¿sabías?-


-Ya cállate…- recién en esos instantes cayó en la cuenta de la idiotez que había provocado y además ¡empeorado!-


-Aunque por mí está bien, así ya no tendré que soportar tener que llevarte a todos lados- fastidiado se apoyó en el coche. Realmente estaba agotado-


-Maldito viejo… me las pagará, apenas lleguen los demás oficiales los sobornaré a todos-


-Deja eso cejillas… no funcionará-


 


Pasaron unos minutos hasta que una patrulla se estacionó y luego de hablar algo con el viejo un oficial más joven se acercó a ellos.


-Buenas noches chicos, mala suerte la que han tenido ¿no?-


-Buenas noches oficial- respondió Zoro tratando de ver cómo solucionar aquello-


-Bueno lamento decirles que como dicta la ley, les confiscaremos el coche y además los multaremos con tres infracciones y suspensión de licencia… supongo que él debe ser el joven drogado-


-¡Yo no estoy drogado!- reclamó Sanji-


-No lo está oficial, solo estaba alterado por lo ocurrido- se sintió como un mentiroso por decir aquello. Odió tener que cubrirle las espaldas al rubio. No era como si estuviera realmente drogado… o pensándolo bien si lo estaba, solo que de su propio ego. Suspiró- Realmente lo siento… ¿hay alguna posibilidad de menguar esto?-


-¿Está sugiriendo soborno?- el tipo lo miró de forma reprobatoria-


-No, no para nada, porfavor no malinterprete mis palabras. Quiero decir el dinero no es problema, lo que me preocupa es la suspensión de licencia de este sujeto- señaló a Sanji. ¿Preocupar? Si claro, se lo tenía bien merecido, pensó-


-¿Le gusta el vino oficial?, porque si es el caso podría regalarle una botella de Petrus que traje directamente desde Francia…- interrumpió Sanji acercándose al joven-


-Ni siquiera lo intente señor Vinsmoke, para su mala fortuna no acepto sobornos-


-Debe haber alguna manera de arreglar esto oficial, este tipo no puede quedarse sin licencia-


-¿A qué se refiere? Lo siento pero el señor irá a juicio por su agresión verbal y física a mi colega, además de la infracción del coche… eso es un delito grave en esta región-


-Comprendo-


Luego de tomar los datos de ambos, el rubio tuvo que ceder con todo el dolor del mundo sus llaves, no sin antes bajar sus cosas del coche. Por suerte no estaba lloviendo pero parecía como si en cualquier momento un intenso aguacero se apoderaría de la ciudad. Sanji vio su lujoso coche alejarse, siendo conducido por el condenado oficial que le había hecho hervir la sangre. Aun furioso dio media vuelta y se encaminó hasta su edificio. Zoro se quedó contemplando como se alejaba y decidió tomar la dirección contraria.


-¡¿DÓNDE CREES QUE VAS?! ¿ACASO HAS OLVIDADO LA DIRECCIÓN DE MI PISO?- le gritó el rubio-


Ya más cabreado no podía estar. Cerró sus ojos y tomó aire.


-No lo he olvidado…. Pensé que eras capaz de caminar solo hasta tu edificio, no queda tan lejos… de hecho puedo verlo desde acá-


-Eres un mentiroso… todo esto ha sido tu culpa- avanzó unos cuantos pasos hasta que estuvo lo suficientemente cerca como para rozar el cuello del peliverde mientras lo apuntaba de forma acusadora-


-¿mi culpa? Estás demente…- Zoro se adelantó, dejando al rubio tras de sí-


-¿DÓNDE VAS?-


-Supongo que no hay de otra… apúrate ¿no estabas tan cansado?-


Apenas habían avanzado unas cuantas calles cuando pequeñas gotas de lluvia comenzaron a caer. Sanji miraba constantemente hacia atrás con la esperanza de coger un taxi, sin embargo y a medida que avanzaban esta esperanza cada vez se hacía más pequeña hasta prácticamente extinguirse apenas pusieron un pie dentro del edificio del rubio completamente empapados.


-Bueno marimo hasta mañana, ve la forma de venir a recogerme- exclamó mientras temblaba producto de la fría lluvia-


-¿estás demente? ¿Pretendes que camine de regreso al hotel así?- Zoro le hizo a un lado y entró al hall del edificio-


-¿AH? ¿Acaso insinúas que puedes quedarte en mi piso? Eres un desvergonzado y aprovechador-


-Di lo que quieras… todo esto es tu responsabilidad- sin preguntarle presionó el botón al piso cinco mientras el rubio no paraba de reclamar y culparlo a él por lo ocurrido. Ya a esas alturas ni le importaba escuchar las quejas del otro-


 


-¡Al fin! Hogar dulce ho… ! Achús!- un estornudo lo interrumpió-


-Vaya parece que has cogido un resfriado cejillas… ¿Qué ocurrió con tu super resistencia al frío?-


-Esto no es nada… solo espera a que mañana estaré mejor… - Se detuvo a mirar al peliverde, estaba completamente empapado desde la cabeza a los pies. Un sentimiento de culpa lo embargó, así que hizo un esfuerzo supremo por menguarlo- ¿cómo mierda has acabado tan mojado?-


-Pues de la misma forma que tú-


Aclaró su garganta antes de hablar.


-Esto… bueno yo… puedes sacar una toalla del baño… es decir si es que te sientes incómodo-


Su asistente lo miró dubitativo.


-¡Pues claro que me siento incómodo!- sin pensarlo dos veces Zoro se dirigió al baño y sacó de un estante una enorme toalla blanca antes de comenzar a desvestirse-


Por su parte Sanji se metió a su habitación y echando a correr el agua caliente se duchó rápidamente. Se sentía cansado y decaído y peor aún le dolían los huesos.


-Espero sea un resfrío pasajero- pensó poniéndose un abrigador pijama de algodón blanco-


Regresó a la cocina a por un té cuando se encontró con Zoro cubierto apenas con la toalla rodeando su cadera. Su trabajadísimo abdomen estaba desnudo dejando al descubierto una irresistible piel morena. No pudo evitar mirarlo detenidamente hasta que el calor invadió sus mejillas y desvió la mirada.


-¡No puedes pasearte por mi piso de esa forma! -


Zoro arqueó una ceja pero tenía razón, no podía dormir con esa toalla o probablemente terminara resfriado.


-¿Acaso no ves que mi ropa está empapada?- a esas alturas no tenía paciencia para nadie, mucho menos para aquel molesto sujeto que no hacía más que cabrearlo y cabrearlo-


Hubo un minuto de silencio.


-Ven, sígueme- le costó articular estas palabras, no solía tener visitas ni mucho menos tener que ser su anfitrión-


El rubio abrió una de las tantas puertas de su gigantesco armario y sacó un pijama azul el cual extendió sin decir nada al peliverde.


-Gracias…- se limitó a responder un tanto extrañado por la amabilidad ¿qué mierda le pasaba?-


-Tu cabello está mojado… si quieres puedes usar mi secador-


-Está bien así, nunca me he secado el cabello de todas formas- nuevamente se sintió raro-


-¡Estoy molesto!- reclamó inesperadamente el rubio a la vez que se sentaba en su cama-


-¿Por el viejo ese?-


-Sí… digo ¿qué mierda se creía? Ahora tendré que comparecer ante un tribunal por haberle gritado y apretado el cuello… que idiotez-


-Bueno digamos que tú te lo has buscado… además como mierda tienes cara para reclamar… ¿olvidas que casi lo ahorcas?... bueno deja de lado eso, de seguro podrás disminuir la suspensión de tu licencia de alguna forma-


-Eso espero…-


Zoro se sintió muy extraño nuevamente, a decir verdad realmente extraño. Era como si estuviera hablando con otra persona ¿acaso el cejillas era bipolar?, posiblemente podía serlo. Prefirió no provocarle con nada, ya estaba agotado y solo pensaba en dormir, otra pelea a esas horas sería fatal.


-Marimo puedes dormir en la habitación de invitados-


Sorprendido no pudo evitar abrir los ojos.


-Si tú lo dices…-


Con desconfianza lo siguió hasta un cuarto el cual estaba cómodamente decorado, más bien lujosamente decorado… una enorme cama y muebles que se notaban carísimos además de alfombras y pinturas por todas las paredes de la habitación.


- Si tienes frío puedes sacar una manta extra…- nervioso desvío sus ojos hacia la puerta- buenas noches-


-Gracias, buenas noches-


El rubio cerró la puerta tras de sí dejando a Zoro completamente desconcertado.


-¿Qué demonios ocurre con este idiota?- pensó a la vez que se ponía el pijama y entraba a la cama-


Tanto jaleo le había hecho olvidar llamar a Luffy para avisarle, miró su móvil pero estaba apagado, supuso que  serían alrededor de las tres, lo más probable era que estuviera durmiendo. Prefirió cerrar los ojos cayendo rendido a los pocos segundos.


Por su parte Sanji se sentía pésimo, no dejaba de estornudar y tenía mucho frío. Con los dientes castañeando se levantó y buscó en la cocina algo que pudiera calmar su malestar. Encontró un jarabe de hiedra, pero para su mala suerte estaba vencido.


-Maldita sea-


Finalmente se conformó con el jugo de un limón y regresó a la cama un tanto más aliviado. Mañana compraré un jarabe… rayos olvidé que ya no tengo coche, gruñó mientras se acomodaba y enrollaba entre las mantas.


 


A la mañana siguiente Zoro abrió sus ojos y miró a su alrededor. Vaya que sueño más reparador había tenido, esa cama era verdaderamente maravillosa. Dio un largo bostezo y con pereza se puso de pie  para luego estirar sus brazos. Ignorando completamente la hora, se dirigió a la cocina en busca de algo para comer.


-Veamos que tiene este cejillas para desayunar…- comenzó a intrusear la nevera hasta encontrar unos hermosos muffins de arándano- ¡bingo!- pensó y de un bocado comenzó a devorarlos- Le extrañó no escuchar al rubio llamarlo e incluso quiso largarse en ese mismo instante, no obstante recordó lo amable que éste había sido, a pesar de todo lo que ocurrió, y haciendo un esfuerzo caminó hasta estar frente a la puerta. Dudó si tocar o no, no obstante si no lo hacía podría terminar siendo reprendido durante toda una semana.


Se sorprendió al no recibir respuesta, por lo que con suma delicadeza abrió lentamente la puerta. Al principio le costó distinguir algo, la habitación estaba muy oscura así que optó por entrar. Al acercarse pudo ver al rubio durmiendo sentado, tenía una expresión muy demacrada y respiraba con dificultad. Una especie de preocupación le invadió y sin saber muy bien qué hacer se acercó y lo despertó.


-Oi… cejillas… despierta ¿estás bien?- dijo casi en un susurro al tiempo que lo zarandeaba con cuidado-


-¿Qué?... ¿marimo? ¡rayos! ¿qué hora es?- respondió con una voz apenas perceptible-


-Las 11:30-


-¡¿qué?!. Trató de gritar no obstante su voz se oía apagada-


-Olvidé poner la alarma… luces muy mal-


-me siento mal… creo que he cogido un resfrío… me duelen los huesos-


-Eso es gripe-


-Maldita sea… tengo sesión a las 15:00-


-No puedes ir así, contagiarás a todo el mundo en la agencia-


-Lo sé, pero tampoco puedo faltar-


-Espera… avisaré a Nami-


Sanji miró sorprendido a su asistente mientras éste marcaba el número de la manager. Apenas contestó salió de la habitación por lo que no pudo escuchar qué fue lo que hablaron. Suspiró y cerró los ojos, hacía tiempo no cogía un resfriado y ¡ahora lo tenía en el peor momento posible! Debía mejorarse pronto, después de todo odiaba atrasarse en el trabajo. 


-Bien ya está, le conté lo ocurrido a Nami… me dice que no te preocupes por la sesión, la puede retrasar por dos días así que me pidió que descanses y te recuperes-


-¿De verdad?- sorprendido ante la amabilidad de la pelinaranja-


-Sí, supongo que es razonable. Nadie puede ir a trabajar en esas condiciones-


-Qué alivio- suspiró-


 


De forma inesperada Zoro se acercó y puso su mano en la frente de rubio para examinarlo. Un sonrojo invadió las mejillas de éste quien se sobresaltó al sentir el contacto con su asistente.


-Tienes un poco de fiebre… debemos ir a un médico-


-No quiero levantarme, realmente no me siento bien y no olvides que por tu culpa no tengo coche- reclamó-


-No puedo creerlo ¡Eres un mentiroso!.. Veré si Trafalgar puede venir a revisarte- nuevamente cogió su móvil y marcó el número del moreno, no obstante al no recibir respuesta le envió un mensaje-  Por mientras algo debemos hacer…. Espera ya vengo- exclamó el peliverde poniéndose de pie-


Sanji estaba un tanto sorprendido con la actitud de su asistente. Pensó que apenas despertara se largaría, pero ahí estaba haciéndole compañía sin que él le hubiera pedido. Se sentía extraño, era como si Zoro estuviera preocupado por él… un momento ¿Zoro?, nunca lo había llamado por su nombre… la fiebre estaba causando estragos en su mente, si continuaba así al rato estaría delirando.


A los pocos minutos vio cómo se acercaba cargando una taza, la cual dejó apoyada en su mesita de noche.


-Te he traído un té con limón y miel… creo que eso podrá aliviarte mientras llega el médico-


Abrió los ojos más que sorprendido, Zoro pareció notar la sorpresa en su rostro por lo que con algo de nerviosismo se precipitó a la ventana y abrió las cortinas.


-Gra…gracias- respondió y dio el primer sorbo a la bebida, estaba caliente aun así se pudo sentir reconfortado casi en el acto. Sus ojos celestes no hacían más que seguir los movimientos del otro hasta que éste pareció notarlo-


- ¿Qué ocurre cejillas?-


-¿eh? Nada nada… Puedes marcharte o terminaras igual de resfriado que yo-


Hubo un minuto de silencio.


-No, me quedaré. Por lo menos hasta que Law venga y te recete algo-


Sin saber muy bien que responder, se limitó a cerrar los ojos.


-Bien te dejaré descansar….-


-¡No espera! No te vayas- exclamó sobresaltado causando una mirada de perplejidad en el otro-


-¿Ah? ¿Qué dices?-


-Esto… no puedes dejarme solo, quiero decir estoy enfermo ¿lo olvidas?-


-Claro que no, por esa misma razón deberías descansar-


-No tengo sueño-


-Claro que lo tienes-


-¡Que no lo tengo!-


-Puedo ver como se cierran tus párpados-


-¡Eso es mentira! Asistente mentiroso….-


-Vamos sólo cierra los ojos y ya- avanzó hasta encontrarse frente a él y comenzó a ordenar las muchas almohadas bajo los cabellos del rubio- ¿ahora sí estás cómodo?-


La mano de Sanji lo sujetó fuerte de la muñeca.


-Deja eso, ya te dije que no tengo sueño-


-No es bueno mentir cejillas… ya descansa de una buena vez- nuevamente acomodó aquellos cojines-


-No me dejes solo…-


El silencio no se hizo esperar. Zoro lo observó  sorprendido y pudo notar cómo el rubio desviaba la vista. ¿Estaba avergonzado por haber dicho aquello?, bueno en cierta forma era normal que las personas enfermas no quisieran estar solas, pero viniendo de él las palabras sonaban bastante extrañas.


 


 


En ese momento en la mansión Donquixote….


-Buenos días amor- Crocodile se encontraba abrazado a su esposo, observándolo mientras dormía-


-Buenos días… ¿cómo has dormido amor mío?- preguntó al despertar y mirar a su alrededor aun confuso-


-Muy bien…. Especialmente porque no te separaste de mí en toda la noche- ambos sonrieron-


-Aún estoy un tanto adormilado…. ¿qué hora es?-


-Casi las 10:00 pero no olvides que hoy tienes tu día libre-


-Es cierto, ya estaba por correr a la agencia-


-Ni lo sueñes… aunque yo ya debo ir a esa maldita reunión-


-¿reunión?-


-Sí… los socios han solicitado una reunión urgente. Al parecer les agrada la idea de cabrearme con su burocracia-


-Es probable- lo apretó contra su cuerpo- ¿qué ocurre si te rapto y no te dejo salir de esta cama?-


-Probablemente no podría quejarme- se acercó a sus labios y lo besó profundamente- prometo que volveré temprano-


-Está bien mi cielo… tranquilo. Después tendremos todo el día para nosotros-


 


Transcurrido un rato, y luego de muchas vueltas para levantarse, Crocodile salió rumbo al casino junto con su fiel ayudante mientras Doffy permanecía acostado. Era su única oportunidad de aclarar sus sentimientos, al fin se encontraría solo un buen rato por lo que llamó a Baby5 y le pidió que porfavor nadie le molestase hasta que él saliera de la habitación.


-Entendido joven amo- respondió totalmente fiel al pedido del rubio-


Era momento de un autoanalizarse.


 Law… de sólo pensar en el joven su cuerpo comenzaba a arder en deseo, ¿qué significaba eso?... probablemente aún le gustaba, por lo menos le costaba luchar contra la atracción física que experimentaba al verlo o tan solo pensar en él. Law se estaba transformando en una especie de tentación que lo acosaba en el peor momento posible, plena campaña de verano, un caos en la organización de la de otoño y peor aún los problemas en los cuales vivía la sección de modelaje femenino… esas mujeres estaban todas locas, y sin olvidar la presión psicológica que a veces le provocaba la presencia de su esposo. Era como si quisiera rebuscar en su mirada algún indicio que explicara su comportamiento.


¿Podría ser que Crocodile sospechara algo?, se negó a pensar esto porque, a pesar de su ausencia de un año, se encargó de encubrir a la prensa su romance con Trafalgar Law lo mejor que pudo y vaya que había funcionado pues en ningún medio había figurado, aunque esto no significaba que en la agencia fueran idiotas. Él sabía que todos dentro de Donquixote sospechaban su amorío, pero obviamente nadie abriría la boca. Por esta razón era bastante difícil que se enterara de su desliz con el moreno. Ahora bien que no supiera con quien no significaba que estuviera tranquilo, es decir vamos… él no era imbécil como para suponer que durante todo un año no se acostó con nadie, probablemente él también lo hizo, quizás hasta con su asistente. Si ese era el caso al rubio no le molestaba en lo absoluto, Crocodile podía acostarse con quien quisiera mientras estuviera alejado de él, ambos eran hombres con necesidades y vaya qué necesidades. Recordó cuando apenas pudieron estar juntos yacían en la cama prácticamente durante todo el día sin detenerse o siquiera mostrar signos de cansancio. Aunque su apetito no había cambiado en lo absoluto, sí sus obligaciones y esto se traducía en los largos viajes del magnate y en la estresante organización de la agencia.


Suspiró. Realmente aquella situación le estaba poniendo los nervios de punta. Una parte suya quería mandar todo a la mierda y dejar ir al moreno de una buena vez. Por más que quisiera engañarse diciendo que Crocodile de seguro yació con muchos hombres en su ausencia, esto no era una justificación válida para su obsesión actual. Y sí, pensó en una obsesión porque Law se estaba prácticamente convirtiendo en eso mientras que su matrimonio comenzaba a derrumbarse lentamente.


-No te mereces esto mi amado- pensó cerrando los ojos- realmente quiero solucionar las cosas-


Sin embargo y a pesar de replantearse el tema, la otra parte suya sólo pensaba en verse a escondidas con el moreno. Apenas recordaba al chico encima suyo haciéndole el amor salvajemente su cuerpo se encendía y ardía en deseo. No era como si no disfrutara hacerlo con Crocodile, ese hombre realmente no tenía límites y se comportaba como una verdadera puta en la cama. Pero Law…. Con Law era diferente. El chico pasaba todo el día preocupándose por él, le sonreía durante todo el día y cuando podía trataba de ayudarlo con el tema de la agencia solo para no verlo estresado, mientras que Crocodile no emitía palabra alguna y cuando lo hacía solo era para criticarle por su trabajo.


Aun así era imposible no sentirse culpable, es decir ya su romance con Trafalgar había acabado, de una forma inesperada, pero estaba acabado y Crocodile aunque sospechara todo lo que quisiera no podría descubrir a su antiguo amante tan fácilmente. Se detuvo en este detalle, ¿podría ser esa la razón?... Su amorío finalizó de forma abrupta y sin siquiera poder hablar con el moreno. Cerró los ojos y sintió el peso de la culpa caer sobre su cuerpo. Había herido a las dos personas que amaba. Law, al haberlo echado prácticamente de la mansión sin darle ninguna explicación, y Crocodile al seguirle mintiendo y además ignorándolo por sus propias inquietudes.


-Vaya Law… sí que fui un hijo de perra contigo…- se reclamó a sí mismo, al fin abriendo los ojos ante la situación-


El moreno era atractivo, obviamente se llenaría de pretendientes en un santiamén, y aunque le costaba admitirlo estaba bien. No podía continuar atormentándolo más tiempo pero para poder cerrar completamente esa historia, salvar su matrimonio y dar vuelta a la página tendrían que conversar. La gran interrogante era ¿Cuándo?


Joder…. ¿qué mierda hacía ahora? Al parecer necesitaba ayuda, si tan solo tuviera alguien que lo aconsejara… quizás era momento de recurrir a su única familia.


 


Las nubes no parecían moverse, era como si la tormenta se hubiera instalado en el cielo de aquella ciudad para hacer de las suyas en pleno verano. Lluvia y calor, vaya combinación tropical que tenían, y para más Sanji se encontraba muchísimo peor que en la mañana.


La tarde había avanzado lentamente y el esperado médico no había hecho acto de presencia. Siendo ya cerca de las 20:00 ambos se rindieron.


-No creo que venga-


-Ese desgraciado… me las pagará-


-¿Por qué no vas al hospital?-


-¿Al hospital por un resfrío?... creo que saldría aún más enfermo-


-¿Entonces?-


-Entonces la única solución es que…-


En ese momento el móvil de Sanji comenzó a sonar.


-¡Es Law!- exclamó sonriente- Aló- contestó presuroso-


-Sanji me habías llamado ¿qué ocurre?- se escuchó la voz del médico-


-Pues ocurre que me he resfriado y quería que vinieras a recetarme algo-


-… lo lamento, no puedo ir hasta mañana-


-No me sirve que vengas mañana, tengo toda la noche para sufrir-


-No exageres, si dices que es un resfriado solo debes tomar un antigripal o descongestionante-


-Está bien.. ¿Dónde mierda consigo eso?-


-En una farmacia… vamos Vinsmoke ¿Acaso te llevan los medicamentos a tu cama?-


-Sí, eso solía hacer mi médico, pero se ha ido de la ciudad-


-Vaya… bueno ¿alguna otra pregunta?-


-No, veremos si puedo recuperarme-


-Eso espero, nos vemos-


-Adiós-


Colgó la llamada y dirigió su vista a Zoro quien se encontraba jugando distraídamente con su móvil.


-Marimo… debes ir a la farmacia y comprar unos medicamentos que Law me ha recetado-


-¿farmacia?-


-Sí… ve rápido y busca alguna por ahí-


-¿No podrías indicarme la dirección?-


-Uhmmm la verdad no tengo idea, supongo que en el centro comercial. Debes darte prisa, de seguro cierran a las 21:00-


-Que idiota… de no ser por tu testarudez podría ir en el coche- reclamó Zoro poniéndose de pie y caminando hasta la puerta- Está bien, iré a comprar tus mierdecillas-


-¡Pues deja de parlotear y ve de una puta vez!- gritó el rubio con el ceño fruncido… ese maldito que tenía por asistente sí que sabía cómo sacarle de quicio-


 


 


-¿Puedo preguntarte algo?-


-Lo que usted diga señor…- respondió aquel hombre mientras conducía-


-¿Crees que las personas puedan cambiar?-


-No lo sé con exactitud, supongo que algunas sí y otras no… además también depende de la causa que impulse al cambio-


-¿A qué te refieres?-


-Me refiero señor a que si existe un error que ha impulsado al cambio, no obstante este error se repite muchas veces… creo que la persona no cambiará nunca-


-Ya veo…- exclamó Crocodile encendiendo su habano, el camino del casino a la mansión era bastante largo-

Notas finales:

¿Les ha gustado? Ay dios espero que sí xD

Perdonen si hay algún error por ahí!

Lo que quería preguntarles es lo siguiente....

¿Les gusta el LawxLu?

ACLARACIÓN: esto no tiene nada que veeer con este fic... es que mi mente ya tiene una nueva idea, cuando termine todo claro. Pero para poder planificar necesito saber que piensan ustedes!

Porfavor ayudaaaa! les prometo que las recompensaré a las que contesten ;)

Besitos y nos leemos!


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