Después de haber comido tomaron dirección rumbo a aquella planta de reciclaje donde Zoro vendía los cartones recolectados durante el día. Aquella enorme pila era pagada con 5000 berries lo cual era bastante poco para todo el esfuerzo realizado, no obstante peor era nada así que el peliverde se conformaba. Luego de entregar el cargamento ambos chicos salieron de aquel distrito para tomar rumbo a la agencia Donquixote. Luffy pagó los boletos de metro por lo que no tuvieron que caminar, ahorrándose bastante tiempo. Al llegar fueron recibidos por los guardias quienes inmediatamente y al verles la facha a ambos solicitaron las credenciales. Cuál fue su sorpresa al ver la credencial de Luffy con un sello dorado de invitado distinguido teniendo que disculparse por haberle hecho perder tiempo. Y cual fue la sorpresa de Zoro al ver que los guardias les dejaban pasar sin problema.
-Tranquilos es su trabajo- les respondió entrando al edificio junto con su nuevo amigo-
-Es..espera Luffy ¿qué rayos haces?- preguntó sorprendido el peliverde-
-¿a qué te refieres?-
-¿Dónde obtuviste esa tarjeta?, ¿acaso la robaste para seguir con tu juego de busca talentos?-
-¿De qué diablos hablas Zoro?- rio animadamente- ya te dije que soy busca talentos y me invitaron de esta agencia- ambos comenzaron a caminar hacia el hall del edificio-
-Luffy está mal engañar a las personas… deja ya esto, podrías perjudicar a alguien y harás que nos expulsen por entrar aquí sin autorización- se quejaba Zoro ya bastante irritado con aquella situación-
Mientras el peliverde parecía concentrado únicamente en convencer a Luffy de que volvieran y dejara de llamar la atención éste solo se dedicaba a reír. Aunque ya eran casi cerca de las 07:30 el movimiento de gente dentro del edificio era ya alto. Los ascensores subían y bajaban y hasta la cafetería del primer piso estaba abriendo sus puertas dada la cantidad de trabajadores que a esa hora ya estaban circulando. Una mujer alta con finas facciones y pelo negro se acercó a ellos apenas los vio entrar. Sonriéndoles les saludo amablemente:
-Buenos días mis señores, ¿podré ayudarlos en algo?-
-Buenos días- respondieron ambos, quedando Zoro atrás de Luffy y mirando extrañado a aquella dama-
-Sí, necesito maquillaje para él, será el nuevo modelo para la campaña- respondió orgulloso el moreno a la vez que señalaba a su amigo quien se sonrojó levemente-
-Oh! Ya veo eso me alegra demasiado, como ves la campaña comienza mañana y ya hay todo un caos aquí-
-Es el trabajo previo- exclamó sonriendo- entonces llévalo a maquillaje porfavor mientras voy por mi desayuno-
-Este chico qué rayos cree que hace dando órdenes… de seguro esta mujer es amiga de su madre y le sigue el juego… lo más probable es que siempre llegue con desconocidos y los presente como modelos. Esto es humillante- se decía Zoro a sí mismo-
- Señor Luffy ruego a usted no se preocupe, su desayuno está servido en el camarín, así podrá asesorar a nuestro estilista y maquillador para que no cometa ningún error con su modelo-
-¡qué alegría!... lo siento Zoro no podrás comer hasta dentro de cinco horas-
-¿Qué?...- preguntó Zoro incrédulo, quedando perplejo ante la situación-
La mujer los guio en dirección a las salas donde trabajaban maquilladores y estilistas. Luffy había decidido entregar al chico nuevo listo para fotografiarlo con la intención de sorprender a Doflamingo y a la chica del pelo naranjo. Caminaron a través de un larguísimo pasillo por el cual transitaban muchas personas, algunas cargando enormes cantidades de archivadores, otros carros con ropa y accesorios, una infinidad de cosas que iban y venían desde todas las secciones de aquel edificio. Zoro miraba incrédulo todo aquello, aun dudando que se trataba de un juego de Luffy, sí eso debía ser. Lo más probable era que sus padres trabajaran en aquella agencia y nunca vieran a su hijo por lo que éste debía ir donde ellos para conseguir su atención y dinero.
Tomaron un ascensor hacia el 3 piso donde los esperaba, según les había comentado su anfitriona, el estilista y maquillador estrella de la agencia Caesar Clown.
-Bien ya estamos aquí- exclamó sonriendo la mujer-debo decirle que nuestro maquillador no tiene mucha paciencia así que les pido su cooperación con este tema-
-Descuida no hay problema, solo debe hacerle algunos retoques- respondió Luffy más preocupado por el desayuno que por su modelo-
-Excelente, entonces adelante- exclamó a la vez que abría la puerta-
Dentro había una amplia sala blanca con tres sillas de peluquería, las cuales lucían bastante cómodas y lujosas, frente a estas tres enormes espejos y bajo estos a modo de tocador repisas repletas con cosméticos, productos para el cabello y cremas humectantes. Todo lucía muy costoso y Zoro miraba sorprendido y curioso por todo lo que le rodeaba. Alrededor de cinco personas se encontraban en aquel cuarto y al verlos llegar inmediatamente comenzaron a atenderlos. Por una parte un grupo se llevó a Luffy a un costado de la habitación donde tenían una mesa de buffet llena de fruta, jugos y pan para que el distinguido invitado desayunara.
-Shorororo buenos días, bienvenidos a mi sala - señaló el maquillador-
-Buenos días- respondió Zoro con timidez mientras veía a Luffy abalanzarse sobre la mesa-
-Bien supongo que él debe ser nuestro invitado de Red Hawk…-
-Sí… ¡hola soy yo!- gritó del otro extremo de la habitación con la boca llena de comida-
-Soy el afamado estilista y maquillador de las estrellas Caesar Clown ¿cuál es tu nombre chico?- preguntó aquel sujeto a la vez que le indicaba que se sentará frente a uno de los espejos al peliverde-
-Zoro…- respondió casi cortante y queriendo golpear a Luffy por ponerlo en esa situación tan incómoda-
Aquel sujeto era bastante alto y muy extravagante. Su cabello era color morado y muy muy largo, sujetándolo a modo de cola de caballo, era bastante pálido con ojos color miel y los labios los llevaba de color morado al igual que su cabello. Zoro se sentía un tanto perturbado ya que aquel tipo no hacía más que mirarlo y estudiar su rostro.
-Entonces Luffy ¿qué clase de maquillaje quieres para Zoro?- vociferó Caesar dirigiéndose al moreno que comía sin parar-
-Esto pues no sé, algo simple… quiero que esté listo para las fotografías-
-¿Fotografías?...- pensó Zoro ya comenzando a dudar de su teoría sobre Luffy, después de todo aquellas personas parecían hablar en serio y ninguna tenía cara de broma. ¿Acaso podía ser que realmente Luffy era un busca talentos?... después de todo ¿por qué esas personas le tenían todo un desayuno a modo de buffet sólo para él?-
Con nerviosismo intentó levantarse de la silla con la excusa de ir al tocador para luego escapar de aquel lugar, ya estaba entendiendo que quizás no se trataba del juego de un crío loco. No obstante Caesar notó esto e inmediatamente le indicó que se sentara provocando que un escalofrío recorriera su cuerpo.
-Necesito ir al tocador- articuló con dificultad a la vez que tragaba saliva-
-No, una vez sentado en mi silla debes esperar- contestó cortante Caesar-
La risa de Luffy hizo eco en toda la sala.
-Tranquilo Zoro, no intentes escapar ya te dije que no era una broma y tu aceptaste-
El peliverde miró atónito a su pequeño amigo y cabreado exclamó:
-¡oi Luffy!… deja ya esto, no hagas que estas personas pierdan su tiempo conmigo-
-¿Qué crees que dices?- preguntó Caesar cabreado- estate quieto de una buena vez que comenzaré a trabajar… y no te muevas!- interrumpió el maquillador-
Con aun más tensión en su cuerpo Zoro se encontraba sentado en aquella silla lamentándose por haber seguido a ese maldito niño. Mientras aquella mujer que los había guiado sonreía con tranquilidad.
Transcurrieron unos minutos durante los cuales Caesar no hacía más que mover la cabeza de Zoro de un lado a otro mientras éste miraba irritado.
-No tenses tu cuerpo niño… ni tampoco tu rostro. Quita ese ceño fruncido…- replicaba molesto el maquillador-
-¡Tranquilo Caesar! Ten un poco de paciencia con Zoro, él pensaba que todo se trataba de una broma mía, no sabía que realmente sería mi modelo- interrumpió Luffy aun comiendo de aquel enorme buffet-
La mujer de cabello oscuro caminó hacia Caesar y le susurró algo que Zoro no alcanzó a escuchar. Por el espejo vio al hombre hacer una mueca de disgusto a la vez que salía de la habitación.
-Zoro- se dirigió a él sonriendo y nuevamente susurró algo que solo el peliverde pudo escuchar-
Lo que fuera que le dijo logró que el chico se relajara y aunque algo sonrojado después de aquella situación tan incómoda, permaneció inmóvil y mucho más aliviado.
Pocos minutos después regresó Caesar junto con una chica que cargaba una bandeja con muchas tazas de café. Extendiéndole una al peliverde se dispuso a repartirlas por la sala.
Una vez todos bebieron café para calmar los ánimos Caesar se dispuso a trabajar.
Zoro se dedicaba a mirar lo que hacía aquel extraño sujeto. Primero tomó su cabello y comenzó a peinarlo de distintas formas, no obstante optó por dejarlo como estaba y solo desordenarlo peinándolo hacia atrás. Con un enorme secador de cabello le dio un look rebelde, posteriormente tomó una crema y la aplicó sobre el rostro del moreno para luego untarle una base con un tono muy similar al de su piel aunque con un ligero matiz dorado.
Era evidente que aquel sujeto era un experto puesto que su maquillaje estaba quedando preciso y hacía resaltar las facciones de aquel chico. No obstante había algo que todos desconocían, más bien ignoraban, de aquel sujeto y se trataba de sus constantes celos profesionales e intentos por ser despedido con el objeto de ser indemnizado por sus años de servicio en la agencia y con ese dinero crear su propio salón de belleza. Sin embargo sus planes siempre se veían frustrados ya que a todos parecían agradarles los resultados de sus maquiavélicos planes de maquillaje extraño e ignorando su verdadera intención, era alabado como un maestro en su arte hasta por el mismo Doffy.
Transcurrieron unos 15 minutos hasta que Zoro estuvo listo.
-¡Perfecto! Zoro te ves genial- exclamó a la vez que volvía a repasar su peinado-
El moreno apenas parecía reconocerse, lucía como aquellos sujetos de las gigantografías de las grandes tiendas de la ciudad.
-¡Vaya Zoro! Luces fantástico- gritó Luffy mientras se acercaba a la silla donde se encontraba el chico- Uhmmm hay un detalle…-
Caesar pareció emocionarse al escuchar aquello, quizás al fin recibiría una crítica por su trabajo y exageraría la situación para hacer enfadar a Doffy.
-Es un detalle magnífico… aquella sombra bajo sus ojos queda muy bien- sonrió a la vez que observaba a su amigo-
-¡¿ehhh?!- exclamó con un aire de sorpresa y decepción- rayos- pensó-
-Excelente trabajo Caesar… como siempre nos sorprendes-
-¡maldición!- se dijo a sí mismo-
Zoro lucía realmente bien, su piel morena ahora tenía un ligero brillo dorado como aquellos bronceados caribeños que las modelos de trajes de baño lucían. Debían dirigirse hacia la sección de vestuario donde le buscarían la ropa que debía usar para las fotografías de presentación a la agencia. Si bien todos le indicaban lo que tenía que hacer el peliverde se sentía desorientado y sorprendido de todo lo que veía a su alrededor, aún no entendía qué rayos estaba haciendo ahí pero se sentía bien que al caminar los demás le quedaran mirando y le sonrieran.
Al llegar a la sección de vestuario fueron recibidos por los encargados del piso quienes inmediatamente comenzaron a medir a Zoro y buscando entre los enormes armarios le pasaron unos ajustados jeans y una camiseta básica blanca que le quedaba bastante ceñida al cuerpo dejando a la vista unos trabajados pectorales.
Todos en la sala le observaban desde distintos ángulos y comentaban entre ellos. Luffy le hacía señas de que todo estaba bien y que se relajara.
-¿Dónde encontraste a este chico?- preguntó uno de los encargados de la sección-
-En la ciudad- se limitó a responder Luffy-
En esos momentos la puerta del cuarto se abrió y un desarreglado Cavendish entraba vistiendo una sudadera gris y un pantalón de buzo holgado, su cabello iba tomado con una cola y un jockey le cubría la cabeza. Al ingresar todos se voltearon a mirarlo y él observando a su alrededor cayó en la cuenta de aquel estupendo chico moreno con el cabello verde.
-Cavendish buenos días… no te esperábamos tan temprano por aquí- exclamó la mujer de pelo negro-
-Señorita Robin buenos días… decidí llegar más temprano hoy…-
-Me alegra que estés aquí. Ven tengo que presentarte al nuevo integrante de su equipo- dijo a la vez que lo tomaba de la mano y llevaba frente a Zoro- él es Zoro nuestro nuevo rostro para la campaña y él es Luffy de la agencia Redhawk-
-Hola!- respondieron ambos-
El rubio les dirigió una mirada de pies a cabeza, deteniéndose en Zoro e inspeccionándole completamente.
-Hola… soy Cavendish supermodelo- dijo sonriendo dejando a la vista su hermosa dentadura- así que tú eres el busca talentos de Red Hawk… no olvides llamarme a mí para la campaña de invierno- le dijo a Luffy casi en un susurro-
-jajaja está bien, entonces sólo debemos escoger al otro- sonrió-
-y tú Zoro ¿hace cuánto modelas?-
-¿eh?... yo…-
-Hace unos dos años- interrumpió Luffy golpeando con el codo al peliverde-
-ahhh ya veo… luces bien, nos vemos a la tarde- se despidió a la vez que le guiñaba un ojo provocando un ligero sonrojo en Zoro-
Un grupo de personas se acercó al rubio mientras se desvestía y le buscaban la ropa que debía usar para la primera fotografía del día.
-ya son cerca de las 08:30 debemos ir a la oficina de Doffy…- exclamó Robin. Aquella mujer era la encargada de la sección de diseño y maquillaje. Su nombre completo era Nico Robin, diseñadora de ropa con muchos años de experiencia en la agencia-
-¿Quién es Doffy?...- se limitó a preguntar despacio Zoro-
-Ahh es el dueño de la agencia-
Un escalofrío recorrió el cuerpo del peliverde a la vez que su estómago comenzaba a experimentar un vacío, en parte por los nervios de aquella situación tan inesperada y extraña y además por no haber comido nada. Después de todo la noche anterior se encontraba recogiendo cartones en las calles y ahora iba a modelar para una agencia multimillonaria… ¿de qué rayos venía todo esto?, en primer lugar ¿por qué diablos estaba ahí?, no recordaba haberse sacado ninguna fotografía en su vida y ni siquiera era muy preocupado de su apariencia física. Aquel trabajado cuerpo era producto de su constante entrenamiento para kendo, no para figurar como un sex symbol. Quería largarse de ahí, no obstante estaba siendo escoltado y ahora que comenzaba a recordar bien Luffy le había hecho una propuesta secreta que aún no sabía de qué se trataba.
-maldito crío- pensó- en qué me he metido… aunque lo más probable es que no le guste a ese tal Doffy y todo volverá a ser como antes-
Unas horas antes de que todo esto ocurriera Nami despertó sobresaltada. Había dormido apenas 5 horas hasta que no pudo conseguir volver a conciliar el sueño. Miró la hora… las 05:45, debía levantarse a las 07:30 para ducharse, desayunar y luego partir rumbo a la agencia. No obstante con tantas preocupaciones en su mente no era capaz de cerrar los ojos. Tomó su móvil y comenzó a redactar un mensaje para Robin, quien era su amiga, dudando si enviarlo o no a esa hora optó por hacerlo:
Amiga mía, disculpa que te moleste a esta hora pero me es imposible conciliar el sueño… hemos tenido un pequeño gran problema con aquel tipo que Redhawk envió a que nos ayudara con el modelo nuevo. Resulta que no escogió a nadie en el casting y se dio a la fuga hoy! Hasta hace unas horas no teníamos noticias de él y cuando veníamos de camino lo vimos pasar junto con un tipo raro de pelo verde en dirección a los suburbios… porfavor si volviera en la mañana mantenlo contigo y que no escape hasta que yo llegue porfavor
Cariños Nami
Transcurrieron apenas unos pocos minutos hasta que su celular vibró y recibió respuesta a su mensaje.
Querida Nami, no te preocupes. De alguna manera me enteré del casting fallido de hoy y me contacté con el pelirrojo (le conozco de hace años), te daré su correo para que le envíes tus quejas, según me comentó está dispuesto a retribuirnos por el mal rato que te ha hecho pasar Luffy. Aun así insiste en que confiemos en él y que le hagamos caso en sus decisiones… sé que parece difícil confiar en aquel joven pero ya todos conocemos cómo es Redhawk. Estaré atenta y te aviso en cuanto llegue, porque estoy segura que lo hará.
Cariños Robin
De alguna manera ese mensaje pareció aliviar a la pelirroja puesto que fue capaz de dormir un rato más. No obstante a eso de las 07:40 se despertó nuevamente sobresaltada al darse cuenta que había dormido 10 minutos extras. Rápidamente realizó sus tareas matutinas y despertó a Perona quien también había pasado de largo. Ambas amigas desayunaron y cuando iban de camino el celular de Nami vibró.
-Tu móvil Nami, tienes un mensaje-
-ehh porfavor revísalo tú, debe ser Robin. ¡ay Dios espero que haya aparecido este crío!- exclamó Nami mientras conducía-
-Veamos… lo leeré en voz alta: “Ha llegado Luffy a eso de las 07:30 junto al nuevo modelo, no te estreses más que está todo en orden” eso dice… ¡quiere decir que Luffy regresó junto con el modelo!-
-¿ehhh? ¿De verdad crees?... gracias al cielo- sonrió Nami, al fin ese día lucía prometedor-
-Menos mal… y nosotras que nos apuramos en salir… no pude terminar de beber mi café-
-No te preocupes… pasemos a comprar unos al Baratie-
-Pero Nami esos cafés son los más costosos de la ciudad –
-Tranquila yo invitó- sonrió alegre- espero Doffy no se haya enterado de nada-
-Descuida creo que durante las noches sólo piensa en una cosa…-
Ambas rieron con malicia a la vez que tomaban dirección al Baratie.
De vuelta a la agencia eran las 08:30 cuando Luffy y Zoro junto con una pequeña escolta esperaban a Doffy fuera de su oficina. Los viernes el rubio solía llegar tarde no obstante Robin le insistió que porfavor lo hiciera temprano antes de la campaña pues había un montón de papeles que firmar y cosas que revisar. Por lo que no transcurrió mucho tiempo hasta que el rubio se hizo presente e ingresó a su oficina por una entrada privada que solo el manejaba. Marcó al teléfono de la secretaria, quien no se encontraba en esos momentos por cuestión de horario, recibiendo un cordial buen día de Robin.
-Buenos días mi señor, espero haya descansado. Le informo que estoy junto con Luffy y el chico nuevo y queremos que lo vea-
-Robin… buenos días, aún estoy un tanto dormido ¿no puede ser más tarde? Quisiera beber un café-
-Como usted desee, sin embargo no puedo dejar de preguntar ¿a qué hora?-
-Uhmmm veamos… ¿qué te parece a las 10:00?-
-Muy bien, a las 10:00 estaremos aquí-
-Gracias, nos vemos-
Robin les informó a los demás del cambio de planes y optó por llevar a Luffy y a Zoro al camarín de los supermodelos.
-Lo siento por hacerlos esperar un rato chicos, me imagino que están cansados. Pueden aprovechar de dormir unos minutos aquí y luego volvemos a la oficina- les indicó Robin-
-Ahhh yo me pondré cómodo- exclamó Luffy a la vez que se extendía sobre un enorme sofá-
El sonido del estómago de Zoro hizo eco en toda la sala, provocándole un sonrojo en su rostro.
-Cielos Zoro no has comido nada, creo que podemos permitirte comer algo liviano… después de todo ahora debes esperar hasta las 10:00 para las fotografías-
-Ehh… más importante que eso quisiera ir al baño- replicó el peliverde-
-Qué pésima anfitriona soy, he olvidado completamente indicarte donde están los baños, perdón- sonrió la mujer- al salir a mano izquierda, hay un cartel fuera de la puerta-
-Gracias- respondió Zoro a la vez que se ponía de pie y salía de la sala-
Cerró despacio la puerta tras de sí y caminó siguiendo las indicaciones que Robin le dio, no obstante llegó a lo que parecía ser el final del corredor y a cada lado un pasillo. Miró extrañado y decidió tomar el camino a la derecha llegando al final de una escalera.
-¿dónde demonios estarán esos baños?- se decía a sí mismo-
Decidió volver por donde había venido y sin percatarse pasó de largo la puerta de la sala de los supermodelos llegando nuevamente al final de aquel corredor, miro otra vez a los lados cuando de pronto vio a un sujeto alto y rubio vestido de negro acercarse lentamente cargando un bolso.
-Creo que lo mejor será preguntarle a ese tipo- pensó y caminó en dirección a él-
A medida que avanzaba se podía percatar que aquel sujeto tenía una facha bastante particular. Llevaba gafas de sol y vestía una camisa negra de lino bastante asentadora y unos jeans rotos del mismo color, sin embargo lo que más llamó su atención fueron sus extrañas cejas rizadas. Ya estando a pocos metros de él el peliverde se detuvo y exclamó:
-ehh amigo disculpa… ¿podrías indicarme donde está el baño?-
El sujeto rubio se detuvo mirándolo de pies a cabeza y haciendo caso omiso de la pregunta siguió su camino ignorándole completamente.
-Oi ¿sabes o no dónde está el baño?- insistió Zoro volteándose a hablarle nuevamente-
Aquel chico rubio se detuvo unos pasos delante de él. Se volteó y quitándose las gafas exclamó:
-¿crees que soy alguien de mantención que me preguntas esa mierda?... ¿acaso no sabes quién soy?-
El peliverde lo miró desconcertado, ¿Quién rayos era aquel tipo tan irritable?. Cabreado le contestó:
-¿qué demonios dices? Sólo te estaba preguntando por el baño, y no me interesa quien mierda seas cejillas-
-¡¿qué has dicho?!- gritó- ¿qué mierda te crees llevando ese cabello raro? Pareces un alga… ¡marimo!- volvió a gritarle-
El peliverde se limitó a levantarle el dedo medio causando que el rubio se enfureciera.
Zoro se dio media vuelta y volvió en dirección a la sala dejando a aquel tipo totalmente irritado. Caminando se percató que los baños estaban apenas unos metros más allá de la habitación de la cual había salido.
-¿Quién rayos es ese tipo tan irritable?- pensó Sanji a la vez que caminaba en dirección a su nuevo camarín- de todas maneras no es importante, de seguro es un don nadie que vino a rogar por empleo… este Doffy últimamente contrata a cualquiera. Además ese pelo verde tan extraño, me recuerda a esos delincuentes que duermen bajo los puentes. De todas maneras hoy será un gran día-
Entró a su nuevo camarín el cual era enorme y lujosamente adornado. Contaba con tres sofás nuevos, un enorme espejo junto con un tocador de mármol blanco, a un costado había un jacuzzi y junto a este la puerta de su baño privado.
Todo relucía de limpio y la atmosfera estaba impregnada del aroma de cosméticos y productos para el cabello.
-al fin ha acabado mi calvario… ya no tendré que compartir el baño con esos descerebrados ¡mi propio baño privado!- sonrió para sí mismo-
Dejo el bolso en el piso y se desplomó sobre uno de los mullidos sofás sonriendo de oreja a oreja. Odiaba tener que compartir su espacio con los demás supermodelos por lo que casi amenazando a Doffy le obligó a darle aquella sala antes en desuso para transformarla en su camarín. A su lado disponía de un teléfono por el cual podía solicitar lo que quisiera que le llevaran a cualquier sección, así que animándose a comer algo ligero pidió un sándwich de rúcula, tomates, quesillo y atún junto con un café. Mientras esperaba, porque sabía que tardarían, de su bolso sacó un libro y se dispuso a leer.
Mientras tanto en la sala de los supermodelos Robin le comentaba a Zoro en qué consistía la campaña de verano a la que tanto se referían.
-Es un evento sumamente importante en la agencia… verás cada temporada los diseñadores creamos distintos estilos y tendencias que las grandes tiendas venderán en esos meses, por ejemplo ahora en verano- comentaba con entusiasmo Robin- entonces lo que ocurre es que todas las grandes marcas y tiendas solicitan que nuestros chicos modelen su ropa para posteriormente promocionarlas en el mercado. Cada marca que participa debe pagarle a la agencia por las fotografías y los modelos-
-Comprendo, entonces la agencia recibe el dinero y posteriormente paga a los modelos- añadió Zoro-
-exacto, bueno y no sólo a los modelos sino que a todo el personal… pero eso a nosotros no nos incumbe, las finanzas las manejan en otra sección. Lo más importante ahora es tu presentación- sonrió Robin causando en el peliverde un ligero sonrojo- bien… casi lo olvido llamaré a la cocina para que te traigan algo de comer… ¿te parece un sándwich?-
-Estaría bien-
Robin tomó su móvil y llamando a la cocina solicitó un sándwich con un café para Zoro. Apenas colgó notó que tenía una llamada entrante de la peli naranja.
-Nami buenos días… sí ya está todo listo… no, aún no lo ve…- Robin parecía responder a todas las preguntas de Nami- estamos en la sala de los supermodelos… me dijo que fuéramos a las 10:00, está bien te espero aquí-
Transcurrieron unos minutos hasta que Robin le comentó a Zoro que la manager venía en camino a conocerlo, así que lo mejor era que bajara rápidamente a la cocina a comer y luego volviera. El peliverde asintió, puesto que su estómago nuevamente comenzaba a gruñir.
Salió de la sala en dirección al pasillo por el cual había encontrado esas escaleras, no obstante al no verlas en ninguna parte optó por devolverse. De camino pudo ver que alguien se acercaba con un carrito, de estos que usan en los hoteles para transportar comida, y se detenía unos pasos más adelante. Rápidamente se acercó al sujeto.
-Ehhh buenos días amigo, muchas gracias por el sándwich- exclamó a la vez que tomaba del carro un enorme sándwich y comenzaba a mordisquearlo-
-Esto… esto... no, debe haber un error… me pidieron que trajera este sándwich a…-
-Tranquilo me dijeron que bajara pero ya que te encontré aquí, mejor lo termino de comer rápido- contestó Zoro con la boca llena mientras aquel sujeto lo miraba nervioso-
De pronto la puerta que se encontraba justo frente a ellos se abrió bruscamente saliendo aquel sujeto rubio y al ver a Zoro nuevamente, hizo una mueca de disgusto.
-Oi tú el de la cocina…. Mi sándwich aún no ha llegado- preguntó irritado-
-Esto mi señor Kuroashi… yo… el.. este…- respondía con dificultad el tipo-
Zoro se limitaba a comer mientras observaba la escena. Sanji avanzó unos pasos hasta que sorpresivamente tomó con brusquedad al sujeto del cuello.
-He dicho que mi sándwich aún no llega…-
Aquel pobre hombre tragó saliva y se limitó a apuntar a Zoro, quien miró indiferente. El rubio lo observó atentamente y al percatarse que aquel sándwich tenía los mismos ingredientes que el suyo se enfureció.
-¡¿QUÉ DEMONIOS TE CREES COMIENDOTE MI SANDWICH?!- le gritó a la vez que soltaba al hombre y se dirigía hacia el-
-¿qué dices?, este es mi sándwich…-
-Mira imbécil cabeza de alga… no sé quién rayos seas pero aquí a los don nadie no les llevan la comida a su cuarto, tienes que bajar por esas escaleras e ir a la cocina a comer con la gentuza- señalaba Sanji furioso- así que irás tú mismo y me traerás mi sándwich en menos de lo que canta un gallo…-
Zoro se limitaba a observarlo mientras terminaba de beberse aquel café que estaba realmente delicioso.
-Bien… estaba delicioso, nos vemos cejillas- le respondió haciendo una señal de despedida a la vez que se alejaba-
-¿Quién diablos te crees tú?...- le preguntó Sanji no obstante fue totalmente ignorado y vio como el peliverde desaparecía tras doblar hacia un pasillo- Y TÚ QUE MIRAS! Date prisa y tráeme mi sándwich-
-Sí señor, como ordene- respondió el sujeto y se alejó rápidamente dejando a un Sanji completamente en sus casillas-
Sacó de bolsillo una cajetilla de cigarros y encendiendo uno se dispuso a fumar. Aunque estaba prohibido fumar dentro del edificio a Sanji parecía importarle una mierda, ya que nunca nadie se atrevía a cuestionar sus acciones. No obstante aquel recién llegado salido de quizás primero se había atrevido a preguntarle algo y después se había comido su sándwich sin siquiera disculparse…. Estaba cabreado y totalmente irritable, si volvía a ver a aquel tipo seguro le plantaría un golpe en aquel rostro de imbécil. Apretó los puños con fuerza y volvió a entrar a su camarín dando un enorme portazo tras de sí.
Cuando Zoro entró en la sala lo primero que vio fue el rostro sonriente de Robin quien charlaba junto a otras dos mujeres, una de pelo naranja y la otra con el cabello rosa. Apenas abrió la puerta se voltearon a mirarlo.
-Zoro me alegro que hayas vuelto, quiero presentarte a Nami la manager y contadora de los supermodelos y a Perona la secretaria y encargada de la oficina de Doffy… chicas él es Zoro, el nuevo modelo-
Ambas chicas lo miraron de pies a cabeza.
-Hola Zoro- respondieron al unísono-
-Hehehe… Zoro eres muy alto y musculoso…- exclamó Nami mientras lo inspeccionaba con nerviosismo- bien hehehe… Robin acompáñame un segundo, olvidé que teníamos que firmar unos papeles, ¡ya volvemos Zoro!-
Nami tomó a Robin de la mano y salieron de la sala apresuradamente.
-Robin creo que no he entendido bien la situación… ¿me dices que aquel chico es el modelo que Luffy trajo?- preguntó Nami con nerviosismo-
-Sí, Zoro es el nuevo modelo ¿por qué?-
-… alto, blanco y rubio… ¡ESA ERA LA DESCRIPCIÓN! Y este crío ha traído a un tipo ¡MORENO Y CON EL CABELLO VERDE! … dios en qué mierda estaría pensando- Lloriqueó Nami-
-Nami tranquila, yo pienso que Zoro está bien. Además pienso que es bastante guapo- sonrió Robin-
-No basta solo con ser guapo… necesitamos actitud y este tipo lo único que me hace sentir es que ha salido de la cárcel recientemente-
-¡Nami! No seas así porfavor, no dificultes más la situación. Además estoy segura que a Doffy le agradará y a los diseñadores también-
-No lo sé…. Quiero llorar- Se cubrió el rostro con las manos- ¿fue a maquillaje?-
-Sí, a Caesar le encantó-
-Ahora sí que estoy acabada-
-Nami tranquilízate, todo saldrá bien-
-Shorororororo buenos días Nami ¿has visto mi trabajo?- exclamó Caesar quien venía caminando por el pasillo-
-¡TÚ! Maldito traidor- respondió Nami a la vez que lo jalaba del cuello-
-¡¿Qué rayos dices?! – Preguntó cabreado el maquillador-
-¿Por qué maquillaste a ese tipo?-
-¿EHHH? Porque es mi trabajo… ¿tienes algún problema?-
-Sí, tú sabías la descripción del modelo que necesitábamos y aun así no dijiste nada al ver llegar a este peliverde…. Tintura su cabello ahora-
-Estás demente Nami, no puedo hacer eso-
-Nami detente porfavor, esperemos la opinión de Doffy-
-¡NO! Necesito que le tintures de rubio el cabello… ¡porfavor Caesar! O será nuestro final- lloriqueó Nami a la vez que caía al piso-
-Cálmate mandarina… no puedo teñirle de rubio el cabello… pienso que luce muy bien así. Además ya tenemos a tres rubios en el equipo… necesitamos algo distinto y ese chico parece tenerlo- replicó Caesar quien parecía orgulloso de haberlo maquillado-
-¿Por qué todos están contra mí?... no entienden lo que pasará si Doffy lo ve-
-¿Ver qué dulce mandarina?- interrumpió una voz conocida por todos-
Se voltearon y tras ellos se encontraba Doffy, vestía una camisa bastante sentadora blanca y unos jeans holgados del mismo color, además de sus características gafas. Un escalofrío recorrió la espalda de Nami quien se levantó a duras penas.
-Ehhh ehhh buenos días Doffy… esto- exclamó Nami con nerviosismo-
-Doffy menos mal ya estás acá- dijo Robin a la vez que sujetaba a Nami del brazo- ven a ver a nuestro nuevo modelo… Nami está un tanto preocupada pues la descripción se aleja un poco de lo que solicitaron, pero déjeme decirle que mi opinión es que este chico tiene potencial-
-Ahh ¿sí?- preguntó intrigado el rubio- ¿tú qué opinas Caesar?-
-Pienso que Robin está en lo cierto-
-Entonces no hay de qué preocuparse dulce mandarina- dijo el rubio a la vez que acariciaba el rostro de la peli naranja- ahora bien ¿Dónde está el chico?, ¿podré conocerlo ahora?-
- Si usted desea, se encuentra en la sala de los supermodelos- respondió Robin-
-Bien, vamos antes de que lleguen los demás- sonrió Doffy mientras avanzaban hacia aquella sala-
-Dios mío… estoy acabada- pensaba Nami mientras caminaba atrás de Doffy-
Abrieron la puerta y se encontraron con Perona riendo a carcajadas producto de las caras que Luffy ponía, a un lado se encontraba sentado en el sofá el peliverde quien parecía ajeno a la escena.
-Buenos días mi señor- exclamó Perona al ver entrar a Doflamingo-
-Buenos días querida, buenos días chicos-
-¡mingo!- dijo Luffy al ver al rubio entrar- ven a conocer al modelo que conseguí para ti- dijo Luffy-
-Así es pequeño señor-
-¡bien!, Mingo él es Zoro el nuevo modelo… Zoro el es Mingo el jefe de esta agencia- Luffy se puso en medio de ambos-
El peliverde se puso de pie y extendió su mano para saludar a aquel sujeto tan extravagante. Se sentía observado por todos en aquella sala, especialmente por aquel tipo que Luffy llamaba Mingo quien probablemente fuera ese Doffy del que todos hablaban.
-Buenos días- dijo Zoro-
-Así que Zoro… muy bien. ¿Qué te parece si vamos a mi oficina para que podamos conversar tranquilos?- preguntó el rubio- Luffy acompáñanos... ah y Nami ven conmigo-
La peli naranja casi da un salto al escuchar su nombre. En ese momento Sanji entró a la sala donde antes solía compartir el espacio con sus colegas.
-Sanji buenos días- saludo cortésmente Robin-
-Buenos días querida… ¿por qué tanto alboroto aquí?- preguntó intrigado el rubio-
-Doffy vino a saludar al nuevo modelo-
-¿nuevo modelo?... ¿ya lo encontraron?-
-Así es, su nombre es Zoro-
-¿Zoro?... y ¿dónde está?- Debido a lo estrecho de la sala y las personas delante de él no podía distinguir a nadie-
-Ahí- indicó Robin con su dedo señalando al peliverde, quien se encontraba hablando con Doffy- él es Zoro, nuestro nuevo modelo-