Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Pink Cocktail por LovingTales

[Reviews - 234]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

!Hola mis queridas! aquí me reporto con un nuevo capi de esta serie :D

Les cuento que nuevamente me he extendido y me disculpo si hay algún error de redacción u ortografía por ahí escondidillo. 

Espero lo disfruten y espero muy pronto actualizar.

Las amo! un beso y todos los comentarios, opiniones o críticas son bien recibidas :)

 

 

En el capítulo anterior....

-¿nuevo modelo?... ¿ya lo encontraron?-

-Así es, su nombre es Zoro-

-¿Zoro?... y ¿dónde está?- Debido a lo estrecho de la sala y las personas delante de él no podía distinguir a nadie-

-Ahí- indicó Robin con su dedo señalando al peliverde, quien se encontraba hablando con Doffy- él es Zoro, nuestro nuevo modelo-

 

---------------------------------------------------------------

 

Los ojos del rubio quedaron como platos al ver a aquel chico peliverde charlando con Doffy. ¿De qué venía todo esto?, ¿Acaso era una broma?, no podía ser que aquel idiota con cabellos verdes fuera el nuevo modelo, debía ser un error… sí probablemente de eso se trataba. Sanji comenzó a buscar la cámara indiscreta que seguramente había oculta en la sala para gastarle una broma a Doffy o quizás hasta a él, después de todo en los programas de farándula estaban de moda.

Miró a su alrededor pero no le pareció ver nada extraño. Caminó hacia donde se encontraba el peliverde abriéndose paso y exclamó:

-¿Qué rayos haces tú aquí?- inquirió mirando al moreno e ignorando completamente a Doffy quien lo observó sorprendido-

-Sanji! Buenos días… ¿conocías a Zoro?- preguntó Doflamingo-

-NO! No tengo idea quien es, pero de una cosa estoy segura y esa es que me robó mi sándwich y ni siquiera tuvo la decencia de disculparse- replicó Sanji a la vez que apretaba un puño con fuerza. Sentía una necesidad tremenda de golpear a aquel sujeto en su horrible rostro-

El rubio lo miró y comenzó a reír.

-Tranquilo Sanji, relájate. Después solucionen ese problema ahora yo debo irme con Zoro… vamos chico- dijo a la vez que salían de la sala-

Sanji estaba a punto de estallar en cólera. Entonces era cierto que aquel pelafustán era el nuevo modelo… apenas sabía caminar, de seguro era un asco  en la pasarela y cuando humillara en público a Doffy él podría reír tranquilo.

Dio media vuelta y cuando quiso salir de la sala fue retenido por Robin.

-Sanji… perdón por lo del sándwich seguro fue mi responsabilidad. Le dije a Zoro que su sándwich venía en camino y cuando salió a buscarlo tiene que haber pensado que era el suyo-

El rubio suspiró y trató de calmarse. No le gustaba ser grosero con las damas, aunque si estas lo buscaban terminaba comportándose mal. Sin embargo Robin podría decirse que era su “amiga” ya que era la única en quien confiaba un poco más y parecía entenderlo.

-Está bien Robin… si tú lo dices lo dejaré pasar por esta vez. Aun así esperaré mi sándwich- contestó con un esfuerzo por no gritarle y sonar calmado-

-Gracias- sonrió- y vio como aquel rubio se alejaba-

Nico Robin era de las pocas personas que conocía el pasado de Sanji. Cuando Doffy lo conoció en aquel restaurante era apenas un muchacho. Fue durante un viaje de vacaciones junto con su esposo, habían decidido entrar a aquel famoso restaurante francés para cenar algo diferente. Al sentarse y ser atendidos Doffy divisó al chico rubio en la barra preparando tragos con destreza y rapidez dada la cantidad de gente que había en el local. Le costó quitarle la mirada de encima puesto que algo tenía aquel muchacho que le llamó enormemente la atención, su esposo pareció notarlo puesto que le dijo:

-¿Hasta qué hora piensas mirar a ese chico?... no quisiera que fuéramos tres esta noche en la cama-

Sorprendido el rubio le respondió:

-No me jodas amor… es sólo que ese chico tiene algo especial. Porfavor obsérvalo atentamente-

-Está bien….-

Ambos se quedaron observando como el chico trabajaba. Al parecer no había notado que  aquellos hombres se interesaban en él puesto que seguía en sus labores. Esa noche vestía un smoking negro bastante sentador irradiando elegancia en aquel lugar que ya lo era. Doflamingo se levantó de la mesa y caminó en dirección a la barra y cuando se hubo acercado lo suficiente a él preguntó:

-Quisiera una botella de vino para esa mesa de allá- indicó con el dedo- ¿Cuál podrías recomendarme?-

El joven rubio le miró con curiosidad e inmediatamente respondió:

-¿quiere el mejor?-

-Quiero el mejor que tengas… no me importa el precio-

-En ese caso ¿qué le parece este?- preguntó a la vez que le mostraba una botella- vino tinto Chateau Pétrus-

-Me agrada… sírveme una copa- indicó- ¿cuál es tu nombre?-

-Sanji… Vinsmoke Sanji-respondió el chico a la vez que abría la botella y servía una copa-

De pronto uno de los jefes se acercó a la barra. Parecía furioso y comenzó a gritar a aquel muchacho sin importarle la presencia de Doffy.

-¡Gar­con idiote! ¿Qu`est-ce que tu as fait? Que le vin était réservé!- exclamó en francés aquel sujeto-

-Désolé, je pensáis avoir une autre bouteille- contestó el chico rubio haciendo un gesto de disculpa-

Doffy miraba la escena. Aquel sujeto impertinente ignoraba que el cliente frente suyo comprendía perfectamente lo que estaba diciendo, a pesar de su pinta de extranjero.

-Je vais écarter de votre salaire ... en pensant que vous êtes mieux tiré- exclamó el jefe apretando la oreja del más joven-

Lo que estaba pasando en ese momento es que el joven de la barra vendió a Doffy una botella del vino más caro conocido en todo el país y resultaba que ésta botella estaba reservada a un cliente muy importante. Lo hizo pensando en que podría haber más de una botella guardada no obstante dada la categoría de aquel vino sólo tenían uno y cuando se vendía traían la siguiente, así evitarían mayores pérdidas en caso de ser robado.

Para colmo de estar siendo reprendido el jefe amenazó con despedirlo y además descontarle el salario para cubrir la pérdida

-Excusez-moi monsieur- interrumpió Doffy-  Je vais payer le prix de deux boutilles-

El viejo lo miró sorprendido. En primer lugar porque le estaba hablando en su idioma y eso quería decir que había entendido todo lo ocurrido y en segundo lugar porque aquel sujeto estaba ofreciéndose a pagar por dos botellas ¡más de 1 millón de berries!.

-Que dites-vous Monsieur?- preguntó incrédulo el jefe

-Ce qui´l a entendu… Je ne veux pas que ce jeune homme a des problemes dans cette bouteille de vin- respondió Doffy sacando su billetera y comenzando a rellenar un cheque- 

El hombre mayor miró al más joven y se largó a reír.                        

-Si vous insistez...mais alors son diner sur la maison- sonrió el viejo diciéndole que estaba bien pero que la casa invitaría su cena-

-Muchas gracias señor ¿cómo podría pagar su bondad conmigo?-preguntó el muchachito rubio queriendo retribuir de alguna manera la ayuda prestada por aquel extravagante cliente-

-Sí podrías pagarla… ven y trabaja conmigo. Sé mi modelo-

El muchacho se sorprendió y una vez enterado de que Doffy era dueño de una agencia de modelaje no dudó en largarse de aquel local y partir rumbo con el rubio y su esposo para dedicarse al modelaje.

De esa historia habían transcurrido ya varios años y Sanji era el mejor modelo que Doffy tenía en esos momentos, y a pesar de su personalidad arrogante era en el que más confiaba, claro después de su amado Law.

Iban de camino a la oficina de Doffy cuando se les unió el fotógrafo, conocido por todos como Bartolomeo o simplemente Bartolo (XD) un muchacho bastante alto y fornido de cabello verde y piercings en su rostro. Sobresaltado se acercó a ellos y exclamó:

-Lulululuffy… señor Luffy al fin puedo conocerlo-

-¿eh?- musitó Luffy- ¿Quién eres tú?-

-Soy Bartolomeo el fotógrafo. He venido a ayudar con la sesión del señor Zoro- respondió agitado, al parecer había tenido que correr para alcanzarlos-

-¡Genial!-

Avanzaron hasta llegar a la oficina de Doffy la cual era enorme. A un costado de esta había telones, focos y fondos de distintos colores donde solían realizar las fotografías de presentación. Era costumbre que el rubio dirigiera la actividad debido a su experiencia en el tema, además de su ojo entrenado para las fotos.

-Bien Zoro esta es mi oficina. Trabajo aquí prácticamente toda la semana, así que cuando necesites algo no dudes en venir a visitarme- sonrió amablemente Doffy a la vez que se sentaba en una enorme silla- Primero tomaremos las fotos y luego veremos el estilo que modelaras-

El peliverde parecía confundido con tanta información. Le indicaron que subiera a una tarima con fondo blanco, mientras Doffy y Bartolomeo movían unos focos.

-Oi Zoro! Luces genial desde acá!- vociferó Luffy sentado en el sofá metros más atrás-

El moreno se sonrojó ligeramente y observó cómo la chica pelinaranja parecía afligida.

-Bien Zoro necesito una foto de frente, de perfil y de espalda- señaló Bartolomeo-

-Esto… ¿sólo miro a la cámara?-

-Sí, relájate por el momento solo mira a la cámara-

 

Una vez sacadas las primeras fotografías Doffy volvió a mover los focos y se dirigió a su escritorio por un archivador. Dentro venían las imágenes de la ropa que las marcas y diseñadores utilizarían en la campaña. El rubio las observó atentamente y hojeando con paciencia se detuvo en una.

-Oye Luffy, quisiera tu opinión sobre un tema. ¿Qué opinas de este estilo para Zoro?-

-Uhmmm me parece bien. Creo que le viene- sonrió el pelinegro-

-Perfecto- Doffy sacó su móvil y llamó a Robin- Querida necesito que me traigas el armario de Nigiri… sí, completo. Tendremos mucho trabajo… ah y que Caesar venga con su maletín para retoques, Muchas gracias-

La marca que escogió Doffy para que Zoro modelara era nada más y nada menos que Nigiri una famosa franquicia de ropa de estilo rocker muy costosa y famosa en el mundo. La campaña que ellos traían para el verano venía plagada de estampados militares y colores tierra. Robin no tardó en llegar junto con Caesar arrastrando un armario móvil en el cual se leía Nigiri. Correspondía a toda la ropa masculina que la marca había pagado para que modelaran los chicos de la agencia. Generalmente era Ace quien modelaba para esa marca, pero esta vez Doffy quería ver al pecoso en un estilo Surfer. Por lo que Zoro era el candidato perfecto.

Robin y Caesar eran los encargados de pasarle las tenidas al peliverde quien se desvestía con dificultad, por miedo a estropear aquella ropa tan costosa.

-Vamos chico, debes acostumbrarte a hacerlo con rapidez- replicó Caesar al ver como Zoro se tomaba su tiempo para desabrocharse los pantalones-

-Paciencia Caesar, todo a su ritmo- interrumpió Robin-

Una vez estuvo vestido con el primer atuendo subió nuevamente a la tarima y todos le observaron sonriendo. Realmente lucía genial con aquella chaqueta de estampado militar oscuro, jeans índigo gastados y rotos, bototos largos con una pequeña plataforma y un pañuelo a modo de pirata en la cabeza. Sus pectorales habían quedado al descubierto dejando lucir una hermosa piel que Caesar no dudó en broncear.

Nuevamente movieron los focos y Bartolomeo se subió a la tarima junto con Zoro.

-Bien amigo Zoro, necesito que hagas poses espontaneas. Luego cuando te hayas acostumbrado a la cámara te pediré que hagas ciertas poses- indicó Bartolomeo-

-Entendido- respondió Zoro nervioso recibiendo una palmada de ánimo en su hombro-

Procedieron a tomar las primeras fotografías las cuales salieron a decir verdad un tanto tensas. Bartolomeo subió a la tarima otra vez dando algunos consejos a Zoro quien imitándolos obtuvo mejores resultados.

-Bien vamos mejorando amigo…- sonrió Bartolomeo detrás de la cámara- es solo cuestión de tiempo para que te acostumbres a la cámara-

Nami miraba un tanto más aliviada al darse cuenta que a pesar de que el chico no cumplía las exigencias requeridas, al menos lucía bastante bien la ropa de Nigiri. Doffy por su parte estaba bastante animado al ver que los resultados de las fotografías iban mejorando. Si bien el solía fotografiar a los modelos de vez en cuando, prefería hacerlo al aire libre por lo que en esos momentos solo se dedicaba a arreglar la iluminación.

Transcurrió una hora durante la cual Zoro fue fotografiado en distintas poses y ángulos. Habiendo obtenido más de 100 imágenes del peliverde Doffy dio por finalizada la sesión

-Bien chicos haremos un receso… pueden salir a comer algo.  Nami tú te quedas conmigo- exclamó Doffy a la vez que tomaba una carpeta y la llevaba a su escritorio-

La pelinaranja dio un respingo y al quedar solos permaneció en silencio esperando por ser reprendida.

-Dulce mandarina… creo que hay algo que tienes que decirme- inquirió el rubio-

Nami se sonrojo y tragó saliva. Era la primera vez que se sentía nerviosa en presencia de Doffy, no era para menos después de todo le había mentido y ahora todo quedaba en evidencia. Optó por contarle todo tal y como sucedió, desde el comienzo del casting hasta la desaparición de Luffy y las intenciones por parte de ella de no querer preocuparle.

-Lo siento mi señor… sé que le mentí, pero le juro que fue para no darle más preocupaciones. Confiaba en que Luffy encontraría al chico y bueno después de todo lo hizo… aunque no cómo esperábamos-

-Nami de toda esta agencia tú eres en quien más confío Me duele un poco que hayas mentido aun así sé que lo hiciste para que no me estresara y pudiera descansar bien y eso me hace feliz- sonrió el rubio- y bueno los planes a veces no resultan como se espera, no obstante pienso que este chico tiene potencial-

-¿Usted lo cree?-preguntó Nami aún dubitativa-

-Así es… siento que tiene algo muy especial-

-Si usted lo dice yo seguiré sus órdenes, pero si déjeme decirle que aún tenemos mucho trabajo que hacer con él-

-Lo sé querida, pero no te desanimes… además no puedes negar que hay fotos muy buenas-

-Sí es cierto, creo que Nigiri fue una excelente elección para él-

En ese momento la puerta se abrió de golpe a la vez que Doffy y Nami miraban exaltados. Se trataba de Sanji quien avanzaba hasta el escritorio a paso prepotente.

-¿Quién me puede explicar qué rayos está pasando aquí?- preguntó cabreado-

-¿A qué te refieres Sanji?-

-Me refiero Doffy a que últimamente me dejas bastante sorprendido con tus decisiones. En primer lugar me sacas de la campaña de Concasse y me pones para Diable Jamble sabiendo que Concasse me queda mucho mejor a mí que a ese retrasado de Hawkins… y ahora apareces diciendo que el nuevo modelo es aquel sujeto de mechas verdes, ¿qué está pasando por tu cabeza?- respondió el de cejas rizadas-

-¡Sanji! ¿cómo puedes hablarle así a Doffy?, porfavor tranquilízate-

-Nami esto no tiene nada que ver contigo, así que no te incumbas- Sanji hizo un gesto para que la pelinaranja saliera de la sala, dejándola perpleja-

-Dulce mandarina creo que mejor déjanos solos- añadió Doffy- luego terminaremos nuestra charla-

-Está bien…-

Nami se retiró de la habitación dejando a ambos rubios solos.

-Bien Sanji debo admitir que últimamente no he tenido mucho tiempo para estar con ustedes e informarles ciertos cambios… lamento lo de Concasse, lo cierto es que fue una decisión mía puesto que Diable Jamble nos ofreció el triple por tenerte a ti de rostro, creo que entiendes. Y bueno respecto a Zoro es cierto que no tiene mucha experiencia pero tiene mucho potencial ¿no crees?-

-¡DEFINITIVAMENTE NO LO TIENE! ¿Es que acaso están todos ciegos?, aquel tipo parece un recolector de cartón, esa piel morena con bronceado de camionero ¿no te fijaste que su piel no estaba pareja?-

El rubio rio y señaló:

-Sanji te fijaste antes que yo en esos detalles, pero como te digo son DETALLES y los iremos puliendo. Además si mal te recuerdo tu no tenías esa piel lozana que tienes ahora cuando llegaste a la agencia… ¿o me equivoco?-

-No me compares con ese marimo-

-Entonces ¿cómo puedo ayudarte?-

-Deshazte de aquel sujeto, no es compatible con nosotros, no luce bien y te humillará en público si te atreves a hacerlo desfilar-

-No Sanji, no lo haré. No dejaré pasar esta oportunidad que tenemos con Redhawk, por si no lo sabías sus utilidades cuadruplican las nuestras… ese es su nivel y nosotros apenas les podemos hacer la competencia-

-¡Te arrepentirás de esta decisión Doffy y cuando estés acabado recordarás que te lo dije- exclamó Sanji saliendo de la habitación y dando un portazo tras de sí-

 

Doffy se quedó sentado en su escritorio durante un rato. Aquella situación volvió a ponerlo tenso y el estrés comenzó a invadirlo. Miraba por la ventana tras de su lujosa y cómoda silla, la ciudad y las montañas que la rodeaban eran el panorama. Le llamó la atención unas oscuras nubes que se aproximaban por el horizonte, probablemente se tratara de una tormenta eléctrica, las cuales eran bastante comunes en verano. De pronto el vibrador del móvil lo distrajo de sus pensamientos, observó el número entrante y habiéndose percatado que se trataba de su esposo dudó durante unos segundos si contestar o no. Sin embargo prefirió hacerlo para evitar cualquier problema.

-Hola amor ¿cómo estás?- se escuchó la voz del otro lado-

-Cariño… hola, estoy trabajando en la agencia, ¿tú cómo estás?-

-No muy bien, te extraño, me haces mucha falta… creo que no soportaré mucho tiempo más en este lugar-

-Yo también te extraño y quiero que vuelvas pronto, ya han sido muchos meses sin verte- respondió el rubio a la vez que contemplaba el horizonte-

-sí… han sido muchos pero he tomado una decisión. Adelantaré mis vacaciones y tomaré un vuelo hacia allá el domingo ¿qué te parece?-

El corazón de aquel rubio dio un salto al escuchar esto y una extraña sensación de angustia comenzó a invadirlo.

-¿lo dices enserio?- preguntó tratando de sonar sorprendido-

-Así es… ¿estás feliz?-

-No puedes imaginarte… entonces ya nos veremos al fin-

-Sí… Doffy te amo-

Nuevamente aquella sensación de angustia y nervios se apoderó de él.

-Y yo te amo más-

-Bien hablamos más tarde… debo volver a trabajar. Hasta pronto mi amado-

-Hasta pronto amor- dijo a la vez que colgaba y se dejaba caer aún más sobre aquella silla-

 

Parecía que los problemas no se le quitaban de encima a aquel rubio. Apenas solucionaba un tema, surgía otro y así era todos los días. Primero el asunto con el modelo, luego los celos de Law y finalmente la inesperada visita de su esposo. Las cosas marchaban bien en la agencia no obstante su vida personal era un desastre y aunque le costaba admitirlo era culpa suya en gran parte.

No dejaba de pensar en lo que diría Law cuando le contara la situación. Aunque el moreno tenía más que claro que él era un hombre casado, ya eran amantes desde hacía varios meses y lo más probable era que estuviera ilusionado con el divorcio. No obstante esto era imposible, ya que aquel matrimonio también tenía ciertas condiciones económicas detrás que le perjudicarían enormemente en caso de separarse. A esas alturas ¿qué podía hacer?.... quizás si evitaba que Law se enterara podría preparar algún plan para verlo a escondidas. El asunto era complejo, de hecho bastante complejo puesto que sus sentimientos estaban involucrados.

En primer lugar debía autoanalizarse y pensar qué sentía realmente por Law y por su esposo. Si se detenía a reflexionar en este tema llegaba a la conclusión de que Law le volvía loco, le quería demasiado y si pudiera divorciarse y casarse con él lo haría, sin embargo ya sabía que eso era imposible y que Law merecía algo mejor que ser el amante de un hombre como él. A pesar de esto no podía imaginarse no viéndolo, ni hablándole, ni haciéndole el amor como solían hacerlo todas las noches. Y su esposo… a veces se sentía culpable de engañarlo, no obstante fue él quien lo arrastró a esa vida de infidelidades.  

Resultaba ser que cuando Doffy tenía apenas tenía 15 años, su padre solía apostar enormes cantidades de dinero en el casino. Si bien su familia era bastante adinerada, ya a esas alturas sufrían muchas crisis económicas a causa de los vicios de su padre. La situación se agravó cuando su madre cayó enferma y sin contar con el dinero para su tratamiento murió dejando a sus dos hijos a manos de aquel hombre desconsiderado. El padre cayó en depresión y dándose al alcohol y las drogas terminó por perder la casa y hasta a los niños, a quien los vendió al dueño del casino para que trabajaran con él.

Doffy junto con su pequeño hermano comenzaron a trabajar en el casino, primero en la cocina lavando platos y copas y unos años más tarde como crupieres. En aquel tiempo Doffy conoció y experimentó la vida bohemia de aquel lugar. Cayó en algunos vicios como el alcohol y las drogas, además de constantes amoríos con clientes y compañeros de trabajo. Y fue entonces cuando pareció tocar fondo que lo conoció a él, aquel joven unos años menor: alto, de tez blanca, cabello negro y ojos color miel… el único problema: era hijo del dueño del casino, algo imposible. No obstante no pasó mucho tiempo para que aquel chico heredero de la compañía Baroque se enamorara perdidamente de Doffy, solía visitarlo durante toda la noche y observaba como trabajaba hasta que un día se animó a hablarle convirtiéndose primero en buenos amigos y luego en amantes.

Se veían a escondidas en el departamento que Doffy arrendaba con su hermano pequeño. A pesar de que ambos se querían bastante, el rubio continuaba dándose a los excesos de drogas y alcohol hasta que su novio logró sacarlo de aquel estado y lo convenció de que estudiara fotografía. Así fue como Doffy comenzó su carrera como fotógrafo antes de crear la agencia, no obstante por motivos familiares su amante tuvo que irse del país durante varios años dejando al rubio solo y apesadumbrado.

-Podría decir que ese idiota me rompió el corazón…- pensaba Doflamingo mientras navegaba en aquellos recuerdos-

Al parecer y según recordaba él mismo ese había sido el comienzo de su perdición. Mujeres y hombres pasaron por su cama tratando de llenar ese vacío en su corazón, no obstante nunca era suficiente. Nuevamente se dio al alcohol a la par de un horario de trabajo extenuante para evitar el tiempo libre que terminaba por perjudicarlo. Gracias a esas arduas jornadas laborales inició su propia agencia de modelaje con ayuda de unos amigos, quienes al comenzar a recibir cuantiosas acciones se retiraron dejándolo a punto de la quiebra. Nuevamente fue en ese momento que apareció el heredero de Baroque, ya convertido en todo un hombre y dueño de todos los casinos del país después de la muerte de su padre. Fue él mismo quien le compró las acciones restantes de Donquixote, salvando la empresa de una ruina inminente.

Y entonces la historia volvió a repetirse, sólo que esta vez ambos no se hicieron de rogar. Apenas estuvieron juntos dieron rienda suelta a su deseo, con años de necesidad acumulada en sus cuerpos. Meses después se casaron y todo estuvo bien durante unos años hasta que el magnate de Baroque tuvo que realizar largos viajes por el bien de su empresa, viajes durante los cuales los vicios de Doffy nuevamente se apoderaron de él originándose los conocidos amoríos con sus primeros supermodelos.

Uno de estos rumores llegó a oídos de su esposo quien al enterarse regresó de inmediato a la ciudad. Aquel romance con el supermodelo y actor Dracule Mihawk casi le cuesta su matrimonio y más de la mitad de las acciones de su empresa, sin embargo fue perdonado y como condición debió trasladar a Mihawk a otra agencia donde hizo fortuna. No obstante pocos meses después su esposo nuevamente tuvo que marcharse a resolver asuntos de la empresa quedando Doffy solo otra vez. Durante ese tiempo volvió a tener aventuras con sus trabajadores aunque no tan relevantes como para que se esparcieran rumores.

Y así habían transcurrido los años, con idas y venidas de su esposo y sus muchos amantes que le ayudaban a llenar aquel vacío que sentía al estar solo. No lo veía hacía casi 1 año tiempo durante el cual comenzó su romance con Trafalgar Law.

¿Era amor lo que sentía por aquel moreno?, ¿o sólo era uno más de tantos otros con los que trataba de sentirse feliz cuando su esposo no estaba?

-Maldito Crocodile- se dijo a sí mismo- creo que aún te amo como la primera vez-

Un golpe en la puerta lo hizo reaccionar.

-Permiso señor… ¿está todo bien?- se trataba de Nami quien lucía preocupada-

-Nami… sí. Es sólo que Sanji está molesto conmigo- contestó desviando el tema en el cual pensaba antes-

-Pero mi señor Sanji siempre está molesto con todo el mundo, no debiera tomarlo en cuenta-

-Lo sé, aun así siento que tiene razón… últimamente he tenido mucho trabajo y he descuidado a los chicos. Me siento ingrato con ellos, después de todo siempre me ayudan cuando lo necesito- exclamó apesadumbrado-

-No se sienta mal… quizás deba hablar con ellos y explicarles todo el trabajo que ha tenido. Aunque a decir verdad pienso que el único que reclama es Sanji, los demás parecen conformes-

-¿Tú crees que no están molestos?-

-Pienso que ellos entienden que usted está ocupado, sobre todo por la campaña de verano… Sanji es el único que parece molestarle-

-Si ese es el caso debo lograr que Sanji esté feliz, no puedo permitirme que se vaya ahora, sería un completo desastre. ¿Debiera aumentar su salario?- preguntó Doffy a Nami con preocupación-

-¡¿aumentarlo aún más?!- respondió sobresaltada- no… creo que eso nos perjudicaría porque Sanji es quien más gana de todos. Además con las ganancias de la campaña prácticamente podría dejar de trabajar toda su vida…. Aunque bueno ya sabemos su problema con el dinero-

-¿entonces qué piensas que podríamos darle para que esté feliz?-

La pelinaranja pareció reflexionar durante un momento, siento interrumpida por Doffy.

-¿Qué te parece si le buscamos un asistente?, ya sabes alguien que le ayude a maquillarse, que lo lleve de compras, que lo asesore… conociendo como es Sanji estoy seguro que se pondría feliz-

-Sí conociendo a ese tipo arrogante ya sabemos que le gusta ser atendido… me parece buena idea, ahora ¿Dónde encontramos un asistente que quiera trabajar con él?-

-¿Qué hay de este chico Usopp, él no era su asistente?, quizás si le pagamos más quiera quedarse con el-

-Usopp fue despedido por el mismo Sanji… al parecer le agregó endulzante a su limonada y reaccionó pésimo despidiéndolo en el acto. Ahora aquel chico es el asistente de Ace, fue el pecoso quien me contó que lo había contratado y le pagará él mismo… apenas ayer vi a Ace junto con Usopp en el club de golf, dudo mucho que aquel chico quiera volver después de las humillaciones que este rubio le hizo pasar-

-Uhmmm tienes razón, tendremos que buscar un chico nuevo-

De pronto Nami pareció iluminarse.

-¡se me acaba de ocurrir una idea genial!... no nos significará un dolor de cabeza-

-¿qué tienes en mente dulce mandarina?-

-Mi señor piense en esto: Sanji necesita un asistente, alguien que le ayude con sus tareas diarias y nosotros necesitamos que Zoro aprenda a ser modelo…- exclamó con una sonrisa en su rostro-

-Ya veo… ¿entonces sugieres que Zoro sea el asistente de Sanji?-

-Así es y que al mismo tiempo Sanji le enseñe a Zoro a modelar, posar, caminar, etc. ¿qué opina?-

El rubio pareció aliviado.

-No sé qué haría sin ti Nami… me parece una excelente idea- respondió sonriendo-

-Entonces mi señor porfavor no siga preocupándose por Sanji, deje todo en mis manos- la pelinaranja se dispuso a salir de la sala, iba bastante emocionada- Nos vemos y por ahora relájese-

-Gracias Nami- contestó Doffy deseando poder hacerlo-

La pelinaranja se dirigió a toda prisa a la sala de los supermodelos. Al entrar se encontró con los cuatro chicos, a excepción de Sanji, junto con Luffy, Robin y Zoro. Al parecer lo habían presentado ya que todos se encontraban conversando muy animadamente.

-Hola chicos ¿cómo están?- saludo Nami-

-Nami hola- respondieron animadamente-

-¿Han visto a Sanji?-

-Está en su camarín privado…. Me pregunto cuando tendré el mío- respondió Cavendish con una mueca de disgusto-

-¡Gracias!- exclamó Nami y salió raudamente en busca del rubio-

Avanzó unos metros por aquel pasillo hasta que se encontró frente a una puerta de color dorado en la cual se leía “No molestar”.

-Me pregunto de quien será esta puerta- pensó sarcásticamente a la vez que golpeaba-

Al no recibir respuesta volvió a golpear más fuerte, sin embargo fue ignorada nuevamente. Finalmente dio una patada a la puerta causando que pocos segundos después el rubio abriera furioso.

-¿Qué crees que haces Nami?... ¿acaso no leíste el cartel?-

-Perdón no lo ví- respondió irónicamente- permiso, déjame entrar-

-Estoy ocupado….-

-No te pregunté- contestó la pelinaranja haciéndole a un lado y entrando al camarín-

-¡¿Qué crees que haces?! ¿Qué son esos modales que tienes?- preguntó irritado Sanji a la vez que cerraba la puerta-

-Mejores que los tuyos Sanji Vinsmoke… yo no voy a gritarle en la cara a nuestro jefe-

-Me importa una mierda, ya te dije que estoy molesto con él-

-Lo sé y por eso he venido- Nami sonrió- Sanji tengo una propuesta para ti y no aceptaré una respuesta negativa…-

El rubio pareció sorprendido.

-¿De qué se trata tu propuesta?-

-Bueno en realidad es más una recompensa que una propuesta-

-Te escucho…- respondió Sanji interesado en lo que tuviera que decir-

-Doffy me comentó que quiere que estés feliz en la agencia, y siente mucho estar ausente pero en verdad ha tenido mucho trabajo. Entonces a modo de disculpas te daremos un nuevo asistente-

El rubio sorprendido y dubitativo respondió:

-¿Hablas enserio?... ¿Me darán un nuevo asistente?-

-Así es Sanji… fue idea de Doffy-

-al fin recibo una  buena noticia-

-Así es- dijo Nami sonriendo- pero…-

-¡Sabía que habría un pero- le interrumpió el rubio quien vestía una bata blanca-

-Pero tendrás que pagarlo-

-Me acabas de decir que Doffy me quiere recompensar ¿y yo tengo que pagar?, ¿Cómo puedes llamar a eso una recompensa?- inquirió cabreado a la vez que se sentaba frente al espejo y comenzaba a aplicar una lujosa crema en su rostro-

-Sí, Doffy quiere recompensarte no obstante sabes que para mí nada es gratis en la vida, y ya que nosotros financiaremos el salario del asistente tu tendrás que enseñarle-

-¿Qué se supone que pueda yo enseñarle a un asistente?-

-Ya sabes, lo que haces mejor… modelar, posar, sonreír….-

-Espera un momento, ¿me estás diciendo que debo hacer las veces de profesor de un mocoso que se supone será mi asistente?- preguntó el rubio con el ceño fruncido-

-Así es… pero con tu experiencia no debiera resultar difícil- Nami le hablaba en un tono suave para tratar de convencerlo-

-Agradezco tus halagos Nami… bien supongo que no hay de otra. Podré enseñarle algunas cosas, además después de todo me hace falta alguien que me ayude-

-Exacto-

-Bien, acepto. Aunque tengo una duda, ¿de quién se trata?, ya sabes que no soportó a los mocosos mal criados-

-¡Para nada!, no es un mocoso- respondió Nami con algo de nerviosismo-

-¿Entonces quién es?, no me digas que Usopp…-

-No, se trata de Zoro el chico nuevo-

-…………………-

El silencio reinó en aquella sala durante unos segundos hasta que se escuchó un grito que resonó en todo el pasillo.

-¡¿QUÉ DIJISTE?!-

-Ehhh esto pues lo que acabas de oír… ZORO SERÁ TU ASISTENTE y tú le enseñarás lo que mejor sabes hacer-

-Haré como que no escuché nada de lo que dijiste… así que porfavor repite el verdadero nombre de mi asistente… hoy no estoy paciente Nami…-

-ZORO… tu asistente se llama ZORO y no olvides porque de ahora en adelante será tu sombra-

-Estás demente Nami… déjame decirte que yo no seré profesor de ese sujeto cabeza de alga… ¿acaso no lo has visto bien?, ese tipo parece salido de una cárcel, ¿cómo puede Doffy hacerme esto?- exclamó furioso el rubio a la vez que entraba al baño y comenzaba a vestirse-

-Sanji como puedes decir eso… Doffy ha tenido la mejor intención dándote un asistente y tú dices algo así-

-¿Mejores intenciones?, ¿es que acaso no comprendes que ese sujeto no calza con mi perfil?, ¿de los demás super modelos?- inquirió Sanji articulando con exageración-

-No… no lo comprendo. Si Doffy y aquel mocoso de Redhawk lo dicen  es ley para nosotros…-

-Ya veo… ahora entiendo todo Nami, ¡ha sido idea tuya!, lo sé… estoy seguro y me las pagarás-

El rubio lucía amenazante, no obstante a Nami parecía importarle una mierda lo que dijera o reclamara.

-Así es, fue mi idea y no me interesa escuchar tus reclamos porque ya está hecho… Zoro será tu asistente y tú su profesor-

-¡NO NO NO!, no lo haré y si sigues insistiendo me largo de esta agencia de mierda-

-¡Sanji! ¿cómo puedes amenazarnos de esa forma?, ya te dije que Doffy lo ha decidido por tu bien-

-¡Me importa una mierda lo que Doffy diga!, ME LARGO DE ACÁ…. Me iré a Redhawk, estoy seguro que ellos sabrán cómo tratarme- exclamó a la vez que salía del camarín seguido por Nami-

-¡Sanji detente! ¿Cómo puedes ser tan malagradecido?- gritaba Nami mientras se apresuraba en alcanzarlo sin embargo el rubio parecía ignorarla-

Ambos llegaron a la oficina de Doffy siendo recibidos por Perona quien extrañada por la actitud de Sanji no pudo evitar exclamar:

-Señor Sanji, el señor Doffy está ocupado, en estos momentos no lo puede atender…-

-¡A MI NADIE ME HACE ESPERAR!- respondió a la vez que abría la puerta de la oficina encontrándose a un sorprendido Doffy-

Doflamingo se encontraba sentado en su escritorio junto con Bartolomeo examinando las fotografías de Zoro ahora impresas en papel fotográfico. Esto irritó aún más a Sanji.

-¿Qué ocurre Sanji?- preguntó Doffy sorprendido por la entrada del rubio-

-Ocurre que renuncio… me largo de aquí-

-¡Sanji detente porfavor!- vociferó Nami desde la puerta-

-¿qué dices?- preguntó Doffy incrédulo y mirando a Bartolomeo quien hizo un gesto de retirarse-

-Lo que acabas de oír Doffy, me largo de tu agencia. Me iré a Redhawk… sé que allá me tratarán como corresponde-

-Nami entra y cierra la puerta porfavor…. No quiero que nadie escuche este escándalo- La pelinaranja hizo tal y como le indicó Doffy- ¿por qué quieres renunciar Sanji?-

-Por tus estúpidas decisiones que nos llevarán al fracaso…-

-¿a qué te refieres?- Doffy parecía molesto, odiaba que cuestionaran sus deciciones-

-Me refiero a la idea de mierda que has tenido de darme como asistente a ese idiota de cabello verde-

-ahhh ¿entonces es por eso?- el rubio pareció relajarse- pensamos que te agradaría tener a un asistente para ti solo-

-Sí, me agrada la idea, pero me niego a aceptar a ese retrasado como asistente-

-¿y por esa razón quieres renunciar?, ¿no te parece que le estás dando mucha importancia al hecho?... me refiero a aquel chico nuevo-

-¿QUÉ DICES?... no me importa aquel idiota. Pero tengo dignidad y no le enseñaré nada a un tipo como ese-

Doffy se detuvo un instante. Debía hacer que el rubio se quedara a como diera lugar puesto que de lo contrario estaría en serios apuros, y conociendo como era Sanji debía convencerlo antes de que se marchara y quedara cegado por el orgullo. Sin embargo había que bajarle el perfil a la situación y no alarmarse ni alarmar a Sanji. Rápidamente tuvo una idea y arriesgándose exclamó:

-Está bien Sanji, entiendo cómo te sientes y sé que estás molesto conmigo por no estar presente todo el tiempo y contratar a aquel chico sin mucha experiencia. Si decides marcharte lo entenderé y sé que alguien como tú triunfará en cualquier agencia… sin embargo si te quedas puedo ofrecerte la campaña de Diable Jamble y Concasse y en caso de que quieras incursionar en algo nuevo también te ofrezco Calm Belt Surfers-

Sanji pareció sorprenderse con lo que acababa de oír, ¿él en tres campañas? Era una oferta tentadora, sin embargo parecía muy cansador.

-¿Qué rayos está diciendo?- pensó Nami quien mientras escuchaba a Doffy calculaba mentalmente la cantidad de Berries que eso les costaría, aunque sin embargo sería mucha menos pérdida que la renuncia del rubio, aun así parecía preocupada-

-¿Qué dices Sanji?- preguntó Doffy percatándose que el peligro había pasado a juzgar por la expresión del supermodelo-

-¿Cuánto porcentaje por campaña?- preguntó con un aire de superioridad-

Doflamingo dirigió una mirada a Nami como esperando su intervención por lo que la pelinaranja en un rápido cálculo mental exclamó:

-¿Qué te parece el salario base aumentado en un 5% más un 10% de las tres campañas en total?- Le dolía el estómago tener que hacerle una oferta así a aquel sujeto tan arrogante, sin embargo era la opción más económica que se le había ocurrido-

Su oferta sorprendió tanto a Sanji como a Doflamingo quien se llevó una mano a la frente,  no obstante no tenían de otra.

-Dejémoslo en 37.000.000 mensual y 11% de las tres campañas sin ningún descuento- añadió Sanji haciendo su oferta. Sabía que podía regodearse y pedir un poco más-

La pelinaranja hizo un cálculo rápido y aceptó.

-Está bien, cerrémoslo en ese monto- rápidamente dirigió una mirada a Doffy quien le hizo un gesto de que estaba bien su decisión- Bien Sanji aun así debes cumplir tu parte del trato que es trabajar con Zoro como tu asistente y al mismo tiempo enseñarle-

-Eso les costará otro precio… estamos negociando mi permanencia no esa mierda del asistente-

La pelinaranja apretó los puños con fuerza, a veces realmente el rubio era insoportable.

-¿y cuál es tu precio por eso quisiera saber?-preguntó tratando de controlar su molestia-

-El monto mensual acordado más 3.000.000 de bonificación durante el tiempo que el chico aprenda de mí-

Nami casi estalla en ira y lo golpea en el rostro no obstante se contuvo y cuando estuvo a punto de responder fue interrumpida por Doffy, quien le hizo una seña de que le cediera la palabra.

-Está bien Sanji, te daremos lo que pides. No obstante debes cumplir el acuerdo de lo contrario te quitaremos esa bonificación-

-Bien… Nami trae los papeles, quiero terminar luego con esto- ordenó el rubio-

La pelinaranja volvió a apretar su puño y rápidamente salió de la oficina solicitando a Perona que porfavor le imprimiera los documentos requeridos para sellar aquel acuerdo, que a juicio suyo era bastante estúpido.

-Maldito Sanji… siempre gana- se decía a sí misma-

Habiendo juntado los papeles necesarios ambas partes firmaron y Sanji se  comprometió a cumplir el acuerdo al pie de la letra, aunque Nami lo estaría vigilando constantemente, después de todo sabía que para el rubio toda esa situación seguía siendo un castigo. 

Notas finales:

¿Les gustó mi francés? xD viva google traductor!

Hasta el próximo :D


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).