Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Pink Cocktail por LovingTales

[Reviews - 234]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

!Hola mis queridas!

Les traigo un nuevo capi de este humilde Fic :) que al parecer les ha gustado. Debo mencionarles que este cap está un tanto breve pues era la primera parte del 3, sin embargo preferí dejarlo como simplemente el 3 y me extendí en el 4 que espero subir mañana como un regalillo atrasado de San valentín. 

Besitos :D

 

 

Los personajes son propiedad de Eiichiro Oda

Luffy decidido a hablar con aquel extraño joven de cabello verde se acercó a él y preguntó:

-ehh tú… ¿qué buscas ahí?-

El muchacho extrañado sacó su cabeza del basurero y mirando al moreno de pies a cabeza contestó:

-Pues buscó cartones… ¿no tendrás algunos por ahí?-

-¿Para qué necesitas cartón?-

-Esto…pues para conseguir unos cuantos berries-

- Y ¿para qué necesitas el dinero?- preguntó bastante intrigado-

El peliverde lo miró con enfado.

-Para comer…. Y beber de vez en cuando un buen sake-

-Ahhh ¿y es la única forma que tienes para conseguir dinero?-

-Sí… ¿de qué va todo esto niñato?, ¿acaso te has separado de tu mami?- inquirió irritado el joven-

-Jajaja- rio en respuesta- pues no-

-¿entonces necesitas ayuda con tu tarea?... espera ¿por qué un niño como tú anda a estas horas de la noche solo?... si me ven contigo podrían pensar que soy un secuestrador-

-Jajaja que divertido-

-¡No estoy para divertirte!... ya basta de esto, vete a tu casa niño- exclamó y acomodando unos cuantos cartones en aquel extraño carro se dispuso a marcharse-

-¡Espera! No te marches aún, creo que puedo darte un poco de cartón-

-¿De veras?-

-Sí… dame unos minutos, no te vayas aún-

Diciendo esto el chico se alejó corriendo dejando al muchacho de pelo verde un tanto confuso. Al cabo de unos minutos regresó con cinco cajas desarmadas.

-¿Te sirve esto?-

-Sí… gracias-

Nuevamente las dispuso en su triciclo acomodándolas. Lo cierto es que a esa hora su trabajo recién comenzaba por lo que no llevaba mucho cartón recolectado.

-¡Está decidido!- exclamó Luffy al tiempo que se subía al carro de aquel triciclo sentándose encima de las cajas apiladas- te acompañaré esta noche y podremos recolectar el doble de lo que generalmente consigues-

-¿qué dices? Estás loco, ya te dije que regreses a tu casa, tus padres deben estar preocupados-

-Mis padres están al otro lado del país, ya dije que te acompañaré esta noche- sonrió-

-¿Qué clase de padres dejan a su hijo adolescente para largarse de vacaciones?- pensó el peliverde resignado a que esa noche aquel solitaria labor se vería interrumpida por aquel chico entrometido- Está bien… supongo que no aceptas una negativa-

Luffy sólo se limitó a sonreírle mientras él comenzaba a pedalear en dirección opuesta al edificio de la agencia.

-Por cierto mi nombre es Luffy ¿Cómo te llamas?-

-Zoro, mi nombre es Zoro-

-¿hace cuánto tiempo que trabajas en esto Zoro?-

-¿vas a preguntarme cosas toda la noche?- exclamó irritado-

-jajaja- rio- no es sólo que quería saber más de ti, si no quieres responder no tienes porque hacerlo-

Zoro lo miró con desconfianza, sin embargo pareció resignarse.

-uhmmm creo que ya van unos cinco meses-

-ya veo… ¡mira por allá hay una pila de cajas!- dijo Luffy apuntando en una dirección-

El mayor se dirigió hacia aquel lugar y bajándose junto con su nuevo compañero comenzaron a apilar las cajas.

 

Mientras tanto en la agencia Nami se encontraba al borde de un ataque de nervios.

-Estoy acabada… acabadaaaaa- se lamentaba Nami apoyada sobre la mesa donde previamente se había sentado Luffy a realizar aquel maldito casting-

-Tranquila Nami… todo estará bien-

-¡Nada está bien!, no sé qué le diré a Doffy…. Quizás me despida… después de todo siento como si todo fuera mi culpa-

-¡Qué dices! Eso no es así tú has hecho lo que tenías que hacer, si este tipo se ha marchado es porque quiso hacerlo… ya sabes cómo parecen ser estos tipos de Red Hawk, sus métodos puede que sean un tanto distintos de los nuestros- le consolaba Perona-

-Y ¿qué le digo a Doffy? No quisiera preocuparlo, le dije que todo saldría bien-

-Qué tal si le dices que todo está bien y han encontrado al chico-

-No quisiera mentirle, si después lo descubre sería peor… además ya ha tenido suficiente estrés… creo que lo mejor será decirle la verdad-

-Nami… está bien  debes hacer lo que tu consideres correcto-

-Sí… dame de ese café- pidió Nami extendiendo su brazo en dirección a la secretaria quien bebía un doble choca moka-

-Ten bébelo completo-

-Gracias- exclamó dando el primer sorbo- Ahhh delicioso nada como un café para calmar los nervios-

En ese momento la puerta de la sala se abrió entrando Doffy junto con Law, Nami casi se desmaya al verlo.

-Do Do Doffy…- sonrió nerviosa- Pensé que ya se habían marchado-

-No sin antes saber cómo resultó todo- sonrió animado el rubio mientras Law se mantenía tras de él sin expresión alguna- ¿tenemos al chico?-

-Por supuesto! Se ha hecho un excelente trabajo así que ya puede ir a descansar… porfavor- exclamó con una sonrisa forzada-

-Ya veo… ¿qué ocurre chicas? Las noto tensas-

-Para nada mi señor, sólo es el cansancio- contestó Perona quitándole importancia a la situación-

-Entonces vayan a descansar… bien Law vamos, al parecer ya está todo en orden- dicho esto comenzaron a caminar hacia la puerta mientras Nami parecía a punto de romper a llorar. Sin embargo Doffy volteándose preguntó- ¿y dónde se fue Luffy?-

-ehh!... se marchó hace un rato al hotel estaba bastante cansado, ya sabe el viaje y el día ajetreado-respondió tratando de ocultar su nerviosismo-

-Ya veo… entonces todo bien. Buenas noches chicas nos vemos mañana… ahora sí que puedo dormir en paz- dijo al tiempo que cerraba la puerta tras de sí-

-¡Estoy acabada!- susurró Nami-

-Sólo nos queda esperar a mañana y confiar… confiar plenamente en el señor Luffy- respondió Perona animando a Nami a la vez que tomaba sus carteras en señal de que ya debían marcharse de ahí-

Caminaron ambas hacia el estacionamiento fueron despachadas por los guardias. Aquel edificio  prácticamente funcionaba toda la noche, algunos trabajadores solían quedarse hasta altas horas de la madrugada trabajando, ensayando o en cualquier otra actividad relacionada con la agencia sin embargo la seguridad debía doblarse por razones obvias. Después de las 22:00 nadie entraba sin credencial.

-Porfavor Perona conduce tú, mi cuerpo y mente ya no dan más- exclamó Nami extendiendo las llaves a su amiga-

-Está bien vamos a casa de una vez- suspiró la pelirosa tomando las llaves y subiéndose al auto- EHH! ¿Y esas bolsas?-

-¡Cierto! Son mis compras en el aeropuerto… cuando lleguemos a casa te muestro, de hecho te compré unas camisetas-respondió Nami animada nuevamente, al parecer todo lo que tenía que ver con ropa le subía el ánimo al instante-

-¡Genial! Vamos-

Nami vivía junto a Perona y otra amiga más en un barrio tranquilo muy próximo a las universidades de la ciudad. Aceleraron en dirección a su hogar, ambas estaban cansadas pues había sido un día bastante agotador, por suerte mañana ya era viernes y como cada viernes Doffy había permitido que los trabajadores llegaran a las 09:30 aunque ya era medianoche podrían descansar al menos 1 hora más.

-No sabes cuánto odio a ese tal Luffy… no puedo creer que Red Hawk funcione así tan desorganizadamente- decía Nami a su amiga-

-La verdad es que yo tampoco comprendo… me cuesta creer aun que ese chico sea quien se supone qué es… bueno es sabido que el pelirrojo es excéntrico su hijo obviamente lo será también-

-Necesito vacaciones, al menos Doffy se fue tranquilo realmente no quería preocuparlo más, después de todo la campaña comienza el sábado-

-Ni que lo digas… ni te imaginas la cantidad de correos que debo enviar- El auto se detuvo en un semáforo rojo-

Las calles a esa hora se encontraban desiertas excepto por unos cuantos chicos que pasaban en grupos de vez en cuando, era jueves y comenzaba el fin de semana de los universitarios y por ende las fiestas.

-Bien, mañana ya empieza la acción para nosotras….espero que Luffy se aparezca sino tendré que ir a recogerle al hotel. Como quisiera golpearlo… maldito niño- gruñía Nami apretando los puños con fuerza-

-Tranquila Nami - comenzó a andar al ver la luz verde- ya te dije qu… ¡MIRA!- se interrumpió a sí misma Perona- ¡es Luffy!-

-¡¿Qué?!- preguntó al tiempo que veía por la ventana de su lado pasar al moreno sentado sobre una pila de cartones en un triciclo conducido por un tipo de pelo verde- Síguelos, da la vuelta, da la vuelta!- Nami se abalanzó sobre el volante del auto provocando en Perona un grito de espanto-

- ¡AHHH NO VEOOO NADA! Quítate Nami o vamos a chocar-

-Debemos seguir a ese maldito…-

-No puedo, iría contra el tránsito-

-¡Maldita sea! ¡Qué rayos cree que hace ese niño! Terminará costándome el empleo- lloriqueó Nami- exclamó volviendo a su asiento-

Producto de aquella alocada situación su auto había ido a parar directo a una vereda aunque sin sufrir ningún rasguño. Ambas suspiraron aliviadas.

- Casi nos matas Nami-

-Lo siento ¡lo siento! Estoy tan desesperada-

-De todas maneras me preguntó qué demonios hacía ahí y con aquel chico… ay Dios hay gente tan extraña en este mundo-

-¡Estoy acabada!- Nami se cubrió el rostro con sus manos-

No habían exclamado palabra desde que salieron del edificio. Doffy manejaba en silencio un tanto preocupado por la actitud que Law presentaba hacía un rato. Parecía cabreado y molesto por alguna razón desconocida hasta el momento, sin embargo el rubio no quiso preguntarle nada. Se sentía aliviado al fin como para arruinar todo por algún capricho del moreno, aun así ya estaba cansado de la actitud de su amante y decidió hablar de cualquier cosa.

-Bajaré a comprar cigarros, ¿quieres algo?-

-No gracias-

-¿Qué ocurre Law?, ¿Has tenido un mal día?- preguntó de forma cariñosa, acariciándole la mejilla-

-No, ha sido un día genial- respondió cortante haciendo caso omiso de las caricias del rubio-

En ese momento el móvil de Doflamingo comenzó a vibrar, lo sacó de entre su chaqueta y mirando la pantalla se quedó inmóvil durante unos segundos dudando en si contestar o no. Law lo fulminó con la mirada.

-Aló- contestó-

-Buenas noches mi amor- respondió la voz del otro lado del teléfono-

-Querido… mi amado tantos días que no tenía noticias tuyas-

-Sí… lo siento había estado ocupado… ¿Estás solo?- inquirió la voz-

El rubio se volteó a ver a Law quien parecía a punto de golpearlo.

-Sí sí, acababa de estacionarme- respondió a la vez que salía del vehículo y se alejaba en dirección a la tienda-

Law no hacía más que maldecir y apretar los puños con fuerza. Pensó en largarse y dejar al rubio ahí, aún más preocupado por la situación sin embargo una parte suya lo único que deseaba era llegar pronto a casa y desnudarse para su amado. Observaba como el mayor se paseaba de un lado a otro aún con el móvil, hablando con una expresión de preocupación cada vez más marcada en su rostro. Sabía de quien se trataba, después de todo el solo era uno de sus tantos amantes supuestamente el único que tenía en esos momentos y hacía casi siete meses.

Vio como Doffy colgaba y entraba a la tienda a por los cigarros saliendo a los pocos minutos. Subió al auto y sin dirigirle palabra aceleró en dirección a la mansión.

-Era él ¿verdad?-

-Sí…-

-¿Qué dijo?-

-Nada de qué preocuparse- sonrió nervioso Doffy a la vez que le tomaba la rodilla a su copiloto, este respondió quitándola con un movimiento brusco-

Llegaron a la mansión y Law no había exclamado palabra alguna. Se dirigió a la habitación antes que Doffy puesto que éste tenía que resolver unos pequeños asuntos con sus empleados. Se metió a la cama con pijama, cosa que nunca hacía, y trató desesperadamente de quedarse dormido sin embargo le era simplemente imposible. Estaba cabreadísimo, una cosa le había estado dando vueltas durante todo el día y para colmo aquella llamada a su rubio le había puesto los nervios de punta. Sumergido en sus pensamientos no sintió a Doflamingo entrar en la habitación y desvestirse para entrar en la cama hasta que sus brazos lo rodearon y comenzó a ser besado en la mejilla.

-¿Qué pasa amor mío?, ¿por qué estás así?... ya sabes que puedes confiar en mí y contarme lo que sea-

-No es nada, solo estoy enfadado- contestó casi en un susurro-

-¿enfadado conmigo?-

-No… conmigo mismo-

-¿a qué te refieres?- inquirió el mayor un tanto preocupado-

-Es algo idiota, no quiero que pienses que soy un imbécil-

-¿Por qué iría a pensar algo así de ti mi amor?-

Law se volteó quedando cara a cara con el rubio.

-Tengo miedo… me asusta el hecho de que te puedas interesar en el chico nuevo… ¿Qué pasa si te enamoras de él?- pregunto de forma pausada a la vez que sus mejillas se sonrojaban más y más-

-Así que se trataba de eso- sonrió mientras incorporaba su cuerpo y se ponía sobre el moreno, aprisionándolo bajo la almohada con sus fuertes brazos- Law es cierto que antes solía tener aventuras con muchos de mis modelos, sin embargo desde que te conocí a ti no he tenido ojos para nadie más… si pudiera divorciarme tu sabes que lo haría-

Los ojos plateados del moreno brillaban con devoción hacia aquel hombre encima de él. Desde la primera vez que lo había visto una extraña sensación lo había invadido, algo cálido que recorría su cuerpo y lo hacía querer estar más y más cerca. Al principio había renegado de sus sentimientos puesto que sabía que el jefe era casado y además muy conocido por sus romances con los modelos, este hecho le había hecho dudar en si acercarse al rubio, sin embargo hubieron unas semanas durante las cuales Nami se había ausentado por problemas de salud teniendo que Doffy trasladar a los supermodelos y muchas veces solo a Law a sus sesiones de fotos. De esta manera se habían acercado aún más y cruzando miradas el rubio comenzó a interesarse por aquel joven de ojos plateados. Lo invitó a cenar unas cuantas veces, luego para que lo acompañara durante las tardes a su terraza hasta que un día Doffy ya no pudo seguir conteniendo su deseo por el moreno y terminó confesándole sus sentimientos.

-Doffy… te quiero- exclamó y sus brazos rodearon el cuello del mayor atrayéndole hacia sí-

El rubio le sonrió y susurrándole despacio en el oído le respondió:

-yo te quiero aún más Law-

Permanecieron  abrazándose durante un buen rato hasta que ambos se durmieron en esa posición. Law amaba sentir aquellos fuertes brazos sobre él, protegiéndole de todo.

 

Luffy y aquel extraño chico de pelo verde se encontraban ya a kilómetros de aquel distrito donde estaba la agencia. Habían logrado recolectar muchísimo cartón y el triciclo ya no era capaz de contener nada más así que dando por finalizada la tarea se sentaron a descansar en la vereda durante un rato.

-Ehhh está comenzando a hacer frío Zoro… ¿te gusta el café?- inquirió Luffy-

-Prefiero el sake-

-No veo que vendan sake por aquí pero iré por unos cafés, espera aquí-

Luffy corrió en dirección a un minimarket ubicado unas cuadras más abajo, regresando a los pocos minutos con dos doble choca moka. El aroma de la bebida llegó al olfato del peliverde quien con curiosidad examinaba el contenido del vaso que su nuevo compañero le cedió.

-Huele delicioso ¿qué es?-

-Es uno de mis cafés favorito ¿lo habías probado antes?-

-Ni siquiera sabía que existían más tipos de café- respondió a la vez que daba el primer sorbo al líquido y sentía como este comenzaba a recorrer cálidamente su garganta-

Luffy lo miró y  sonriéndole se dispuso a beber también.

-¿Y bien Zoro qué haces después de haber juntado todo el cartón?-

-Espero que abran la planta  de reciclaje, eso es alrededor de las 06:00 am- respondió el chico apretando sus manos contra el vaso para darse calor-

-¿y te pagan bien?-

-Lo suficiente como para comer durante 1 día y a veces uno que otro vaso de sake-

-jajaja ya veo, ¿cómo es que terminaste trabajando en esto?-

-¡Seguirá con el interrogatorio!- pensó Zoro irritado no obstante después de haberle ayudado y regalado aquel delicioso café no tenía más opción que responderle a todas sus preguntas- esto… la verdad creo que fue al salir del orfanato. Mis padres murieron cuando era muy pequeño así que me crie en el orfanato de la ciudad… nunca me adoptaron, la gente prefería a las niñas después de todo la mayor parte del tiempo se portan bien. Así que al cumplir 18 años me vi en la obligación de trabajar en lo que fuera-

-¿no intentaste entrar a la universidad?-

Un aura de tristeza pareció rodear al chico del cabello verde.

-No… sin embargo quería asistir a la escuela de  deporte profesional, un tiempo soñé con ser campeón de kendo-

-¿y qué pasó?-

-No me dieron la beca, a pesar de haber tenido el mejor puntaje- suspiró un tanto cabreado de las preguntas de aquel chico-

-¿qué? ¿Cómo es eso posible?-

- No me aceptaron porque venía de un orfanato… si hubiera tenido padres que me respaldaran con dinero la historia sería distinta-

-¡eso es injusto! Quisiera hablar con esos tipos ahora mismo…-

Zoro lo miró con curiosidad.

-Déjalo Luffy ya de eso van más de 2 años, dudo mucho que recuerden siquiera mi nombre… ven vamos a mi casa por algo de comer-

-¡comida!-

Ambos chicos avanzaron por entre unos callejones hasta llegar a unos suburbios,  calles rodeadas por basura y grafitis en cada rincón eran el panorama. Pasaron unos edificios rojos en pésimo estado y junto a estos una pila de casas de no más de tres pisos se encontraban apiladas casi como si de un juego de tetris se tratara. Subieron unas pequeñas escaleras que daban a un pórtico de madera que por poco se caía a pedazos, Zoro sacó de su bolsillo un llavero y buscando una llave procedió a abrir la puerta principal para luego dirigirse a otra puerta junto a la escalera del primer piso.

-Lo siento Luffy te haría pasar pero alguien podría robarse los cartones. Espérame aquí y vigila- exclamó el chico a la vez que entraba al piso-

-Descuida Zoro yo vigilaré-

Transcurrieron alrededor de 10 minutos hasta que el peliverde salió cargando lo que parecía ser una bolsa de meriendas. Luffy sonrió de oreja a oreja y agradeciendo por la comida se dispusieron a comer sentados en la vereda.  Permanecieron en silencio durante unos minutos, comiendo concentradamente.

-Oye Zoro… ¿qué te parece si me ayudas con un trabajo y te pago con el cartón que necesitas?-

-¿pagar con cartón?  Me parece bien, ¿qué clase de trabajo es?, ¿a quién quieres matar?- inquirió el joven  con curiosidad-

-¡no no no! Jajaja- rio Luffy- no quiero matar a nadie, necesito que modeles para unas fotografías.  ¿Recuerdas aquel  edificio de al lado del basurero donde te encontré?-

-Sí, ¿qué pasa con eso?-

- Es una academia de modelos y necesitan un nuevo modelo, pidieron mi ayuda para hacer un casting, soy busca talentos y lo cierto es que no me gustó ninguno de los candidatos así que los rechacé a todos, salí a darme una vuelta por la ciudad a ver si lograba encontrar a un nuevo talento escondido y entonces te encontré!- sonrió-

El extraño pareció marearse con tanta información.

-¿modelo? ¿Estas jodiendome?... no sé qué demonios dices pero ya veo que te falta un tornillo… además tú eres apenas un mocoso-

-jajaja si la verdad aún soy bastante joven, pero si no me crees debes venir conmigo para comprobarlo-

-Que te jodan… realmente estas tocado amigo. Ahora que lo pienso lo más probable es que te hayas escapado de tu casa-

-Vamos vamos, no seas así conmigo. Realmente necesito que vengas y lo compruebes-

-¿Estás demente?, apenas te conozco hace unas cuantas horas… además si fuera verdad… ¿que tengo yo de modelo?… solo mírame- indicó el moreno-

-Sí lo sé ¡tienes todo lo necesario! Sólo debes confiar en mí… si quieres… si quieres puedo pagarte el triple de lo que ganas con el cartón, tendrías comida para tres días- sonrió nuevamente. Aquel chico tenía algo convincente en su voz aunque se tratara de apenas un crío, quizás decía la verdad pensaba Zoro a la vez que lo miraba sorprendido-

-No lo sé Luffy, pienso que eres un mocoso que sólo trata de llamar la atención-

-Vamos Zoro, esto va enserio. Si vienes conmigo te haré una oferta que no podrás rechazar-

-¿ah sí?, ¿de qué se trata?- preguntó con simpleza-

-jajaja para saberlo tendrás que acompañarme-

-Eso no es justo-

-Lo podrás descubrir si vienes-

El peliverde dudó si aceptar o no durante unos segundos. Le parecía que todo lo que decía aquel moreno debían ser inventos de alguien con falta de afecto y atención, no obstante terminó por ceder a la presión del chico. Sus grandes ojos cafés parecían emocionados esperando por una respuesta.

-Está bien Luffy, te acompañaré- dijo resignado y sintiéndose como un idiota-

-¡yajuu! Vamos entonces- exclamó Luffy poniéndose de pie-

-Espera ¿Dónde crees que irás a estas horas? Son las cinco de la madrugada, además de todas formas debo esperar que abran la planta de reciclaje-

-Tienes razón- rio el pelinegro-

 

Notas finales:

Doffy no puedo evitar amarte

PD: ya se viene el salseo chicas *-*


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).