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¿San Valentín? [Ryuga x Kyoya] por Midori-Hikari1312

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Notas del capitulo:

Muchas gracias por darme la oportunidad *-*

 

Espero sus encantadores Reviews <3

 

Si tiene errores, perdón por eso. Como siempre no leo antes de publicarlo xD

 

¿Qué quieres para San Valentín?

 

La pregunta trillada que todas las personas hacen a su pareja en una época como esta.

14 de Febrero.

Una de las fechas donde las personas suelen gastar su dinero en grandes cantidades de regalos para demostrar su aprecio y respeto hacias las demás personas. Temporada en la cual los vendedores se vuelven más ricos. El día de amor y la amistad…. Sólo Ridiculeces.

Para ti, esta clase de fechas sólo alteraban tu paciencia. Ver a todas esas personas con una sonrisa que abarcaba toda su cara sólo por salir de una tienda con las mismas cosas que todos los demás: Chocolates, Flores, Grandes peluches y cartas de amor. Cosas tan ridículas y que tarde o temprano terminaran en la basura junto con la palabra mágica que todo hace desaparecer.

“Terminamos”

No entiendes las relaciones. Te parecen tan absurdas y sin gracia.

Te molesta lo confiadas que son las personas con otras, que se entregan todo su amor a la persona que creen la indicada, y luego, por sólo una pequeña pelea o cosas sin importancia como los celos, todo el amor acumulado por tanto tiempo desaparece dejando un río de sufriente tras de sí. Ya después de meses de tanto lamento, buscan a otra persona para realizar los mismos actos. Patético.

*******

 

Ya era de noche, la noche el 14 de Febrero. Faltaban pocas horas para que el día tan lleno de romanticismo acabara. Caminabas por las calles llenas de gente, hombres y mujeres que compraban regalos a última hora, literalmente. La gente corría de un lado para otro comprando regalo tras regalo y tu apenas y podía contener tu ganas de reír. Que personas tan tontas.

La noche era fría, tuviste que usar una playera verde oscuro debajo de una chaqueta negra manga larga. Tal vez te guste usar ropa muy “descubierta", por no eres un tonto, y sabes que debes usar ropa abrigada para días como esos.

Seguiste caminando, cruzando calles y veredas a un paso neutral, ni rápido ni lento mientras admirabas lo bella que estaba la noche hasta llegar a tu destino. Lejos de todo ese bullicio y alboroto de los días feriados, el lugar donde siempre podías estar solo. Tú queridísimo y siempre confiable almacén abandonado.

Había pasado tanto tiempo desde que habías entrado ahí. Aunque claro, después de pasar tantos años fuera de Bey-City, teniendo tú ahora 23 años, ya no eres un niño. Ya no puedes ir y jugar Beyblade como antes, tan lleno de emoción y energía. Todo eso desapareció. Pero bueno, no tienes de que quejarte, vives bien y la vida te sonríe la mayoría de las veces.

Lo admiraste por fuera, recordando fugazmente todas las cosas que hiciste cuando eras un niño, pero decidiste pasar de largo y no entrar, llegaste al muelle donde te sentaste dejando tus pies colgando sobre el agua. El lago estaba calmado y la luna se reflejaba hermosamente en el agua cristalina. Diste un suspiro notando como tu aliento se convirtió en una bola de humo. Cerraste los ojos un momento y te recostaste en la madera relajándote.

Desde que tenías 14, cuando aún eras un orgulloso, amargado y egocéntrico chico deseoso de ser me mejor de todos, siempre te encantó mirar hacia el cielo en esa posición justo en el lugar donde estas ahora. La luna se encontraba en el mismo lugar de siempre rodeado de tantas estrellas y colores y haciendo que se vea tan hermoso que parecía irreal. Pasaste noches enteras de desvelo sólo viendo tal obra de arte. Ese era como el gran secreto que guardabas celosamente para que nadie más pueda ver tal belleza.

Te sorprendiste al escuchar pasos detrás de ti, te enderezarse rápidamente y te volteaste a ver a la persona que se encontraba parada mirándote.

-Vaya, así que aún estás vivo- dijiste con asombro a la persona que se encontraba frente a ti. Que era nada más y nada menos que Ryuga Kishatu, el ex-emperador dragón y el que antes les acusaba a ti a tu grupo un dolor de cabeza horrible.

-Esa es mi línea, Tategami- dijo acercándose a ti y sentándose a tu lado.

-No te di permiso de sentarte- dijiste mirándolo de reojo. El aire de tranquilidad que emanaba de él era tan diferente a el Ryuga de hace 7 años.

-No necesito tu permiso…- susurró mirando el cielo con una sonrisa y se quedó callado unos segundos- Ésta es la parte donde me preguntas qué es lo que hago aquí- dijo mirándote por unos segundos para volver su vista al cielo.

-Siento decírtelo, pero no me interesa en lo absoluto- no pudiste esconder una perqueña sonrisa. Ésta conversación se estaba tornando tan extraña, como si se conocerán de todo la vida, como si todo el tiempo tuvieran conversaciones como esa, como si en el pasado no hubiesen sido tan inmaduros y no se hubieran odiado por tanto tiempo. Jamás te diste el lujo de observar tan de cerca las facciones de Ryuga, y ahora que las vez tan cambiadas y maduras te sientes extrañamente atraído.

 -Ja-Ja, muy gracioso. A ti te interesa que hago aquí y no puedes negarlo- dijo esta vez mirándote a los ojos.

-Ok, me atrapaste, ¿Qué demonios haces aquí después de desaparecer por más de 7 años?- dijiste sin despegar tu mirada de la suya volviendo a analizar su físico. Se notaba que seguía siendo más fornido y ancho que tu, y por supuesto más alto. Sus ojos no habían cambiando mucho, excepto por la mirada tan relajada y tranquila que ahora llevaba en vez de la fría y en ocasiones desquiciada que tenía cuando joven. Su cabello era un poco más largo y estaba peinado elegantemente hacia atrás haciéndolo ver más atractivo. Todo de él combinaba perfectamente.

…Espera un segundo. Tú, Kyoya Tategami, director de uno de los edificios de la WBBA y que piensa que todo lo que tenga que ver con el romance y esas cosas cursis era completamente absurdo, ¿estaba admirando la elegancia y atractivo de un hombre?, o para ser más exactos, ¿De su antiguo rival y la persona que le sacaba de quicio cuando joven, Ryuga Kishatu?

Algo está mal.

Al darte cuenta de esto ladeaste tu cabeza mirando el agua cristalina ondear debajo de tus pies esperando a que tu acompañante responda tu duda mientras movías tus manos, sin explicación aparente, muy nervioso.

-Bueno, viaje a varios lugares después de lo de “Némesis”. Y poco a poco me fui alejando del Beyblade. Disidí comenzar la universidad poco tiempo después y créeme, los peores cinco años y medio de mi vida. Pero, al fin pude graduarme, fundé mi propia empresa que está a punto de cumplir sus tres años y ahora según mis empleados de confianza soy el típico "Jefe PlayBoy” que hace babear a cualquiera- no pudiste evitar soltar una carcajada ante tal confesión- Y como vez, estoy de vuelta en Bey-City buscando expandirme- dijo todo esto con aires de grandeza y orgullo, junto con una gran sonrisa que de alguna manera te dejo embobado.

-Wow, que historia tan interesante. ¿Y dime, que tanto de eso es real, Señor PlayBoy?- dijiste con un tono de picardía.

-Sigues siendo el mismo engreído de siempre, ¿Sabías?- dijo sin dejar de sonreíste. Era como una clase de complicidad, ya que tú en ningún momento tampoco dejabas de hacerlo.

-Lo sé. Es un alago viniendo de un PlayBoy como tú- la misma sonrisa orgullosa y presumida que te caracterizaba tanto adornó tu cara.

Al escuchar una agradable carcajada venir de tu acompañante por alguna razón volviste a sentirte más atraído y casi hipnotizado ante él. Sentiste tu cara arder sin poder despegar tu mirada del que reía a tu lado. Hasta que te diste cuenta. ¿Estabas sonrojado?

¡Si, estabas sonrojado!

Volteaste tu cara a seguir mirando el lago para tratar de disimular esta clase de extraño comportamiento que ahora tu cuerpo presentaba.

¡¿Por qué demonios tu corazón latía tan rápido?! Quieres que se detenga, pero no puedes controlarte ¡¿Qué demonios te estaba pasando?!

Sea lo que sea. ¡Quieres que se detenga ya!

Suspiraste tratando de calmarte y reorganizar tus pensamientos y emociones… ¡Pero Ryuga no ayudaba en lo absoluto!

Tu cuerpo se exaltó cuando sentiste sobre tu mano algo frío, y cuando bajaste la mirada con disimulo notaste que era la mano de Ryuga. ¡¿Qué demonios es lo que se supone que debías hacer ahora?!

-Bien, creó que es mi turno de preguntar- dijo sin apartar su mano de la tuya, pero al igual que tu, miraba hacia el cielo contemplando nuevamente la luna- ¿Qué haces aquí tu solo en un día como este?- preguntó casi en un susurro.

-No estoy solo, un tonto está molestándome- era extraño, ya que por alguna razón no te molestaba del todo el hecho de que prácticamente se estaban agarrando de las manos...ustedes...dos hombres adultos...en el día más empalagoso del año...completamente solos.

-Sabes a lo que me refiero, Tategami- sentiste como apretó sus dedos entre los tuyo entrelazándolos ligeramente, aunque de una forma extraña, ya que su mano seguía sobre la tuya. Volviste a sentir tu corazón latir fuerte y le rogabas a quién te estuviera escuchando allá arriba, que Ryuga no lo escuchara.

-…Nunca me han gustado las cosas románticas. Flores, Chocolates, Peluches, Cartas de Amor. Las veo ridículas. Y en eso también se incluyen las relaciones. No soy de los hombres que están detrás de una mujer como si fuera un perro. He tenido relaciones, sí. Pero no suelen durar mucho por la misma razón. Las mujeres quieren tanta atención que me fastidia. Parecen niñas de cinco años, Que quieren esto, Que les gusta aquello, Que quieren que le diga “Mi amor, Te quiero, Mi princesa”- la última palabra te costó algo decirla- Es desesperante- suspiraste con pesadez- Por es por eso que Kyoya Tategami aún está soltero en sus 23 años de edad-.

Ambos se quedaron callados por unos segundos más, sin dejar de mirar a la lunar. Y justo cuando notaste esa mirada ámbar clavado en ti fue que te disidiste a mirarlo y volvieron a quedarse así un rato.

-…Eres pésimo con las mujeres- dijo para luego volver a reír.

-Cállate imbécil. Es la verdad. ¿Qué quieres que haga?- dijiste fastidiado. Sabes que lo que dice es verdad y no necesitas que un millonario PlayBoy te lo diga.

- Ok, ok- dijo aun entre risas- Dejando eso de lado, si vas a tomar un café conmigo no me molestaría que te comportaras como una de ellas- sabías que se estaba burlando de ti nuevamente pero, pensándolo bien… ¿Te estaba pidiendo un cita? ¿Era eso?

-¿Es eso una cita?- preguntaste mirándolo confundido.

-¿Quieres que sea un cita?- esa respuesta te dio a entender que la habías cagado. Y tus pómulos volvieron a adquirir un color rojo fuerte mientras movías ambas de tus manos frente a ti en forma de negación.

-N-No yo…Quise decir…No…Tu…Imposible yo… No dije…- comenzaste a balbucear como un idiota y cada vez te sentías más avergonzado. Eras patético. Parecías una colegiala tratando de confesarse. Completamente estúpido.

Tu balbuceo terminó cuando sentiste algo cálido posaste en tus labios y unas manos frías en tu cara. Abriste tus ojos tanto como pudiste al notar que eso tan cálido y suave eran los labios de Ryuga. ¡Estaba besándote! ¡¿Qué demonios estaba pasando ahora?!

Tu cabeza estaba hecha un rollo y por más que quisieras alejarte de él, tu cuerpo no se movía un centímetro.

Sentiste como se alejó de ti sólo unos milímetros. Pego sus frentes, tenías sus parpados cerrados justo frente a tus ojos. Sentiste su respiración tibia sobre tus labios y su nariz rozar la tuya antes de volver a besarte. Sus labios se movían lento sobre los tuyos que lo estaban correspondiendo. La sensación de esos húmedos labios te hacían marear, tu cabeza daba vueltas y no podías pensar en nada, te quitaban el aire, se sentían tan bien que ya te estabas volviendo adicto en tan poco tiempo.

-Es una cita entonces…- con voz ronca y pausada te dijo al separarse del beso, nuevamente sólo unos milímetros de tu cara, ambas respiraciones estaban agitadas y tú aún estabas mareado de tal sensación, era tan sofocante como adictiva al mismo tiempo. Y esa mirada tan apasionada y llena de deseo no ayudaba mucho.

-S-Si…- susurraste casi para ti mismo, se te iba la voz y no podías negarte ante tal mirada.

Volvió a darte un beso, tan profundo y apasionado que te dejo literalmente sin aliento. Sentías como tus labios eran perfectamente entrelazados con los de él, como si hubieran nacido para estar juntos. Y es en ese momento cuando paso por tu cabeza un pensamiento tan indigno de ti:

“Al besar, este hombre te lleva al cielo”.

Se separó nuevamente de tus labios, esta vez sí lo hizo de verdad. Dejaste de sentir sus dedos que hace un momento jugaban con tu cabello y trataste de recuperar el aliento, preguntándote aún cómo con un beso, pudo dejarte en ese estado tan débil y deseoso de más.

Por tu espalda corrió un escalofrío al escuchar de nuevo esa voz grave, aunque esta vez detrás de tu oído susurrándote “Te llamaré…” de una manera que a ti te pareció lasciva y provocadora que sentiste que tus manos temblaron. Para por último escuchar sus pasos alejarse.

Y ahí en cuando te das cuenta, de que deberías conseguirte un teléfono personal.

-…*~FIN~*…-

Notas finales:

Hola owo

 

¿Qué les pareció? *^*

 

Espero les haya gustado tanto como a mi escribirlo >w<

 

Quise romper con la rutina de las “Cincuenta sombras de Ryuga” xD

 

Y me salió eso todo “melosito” ewe

 

Sin más, espero sus Reviews, Sugerencias, Peticiones, Galletas, Lechuga, Tomate, Pan y Queso (?)

 

xD

 

Que les vaya bien owO

 

Nos vemos >wo

 

Besos <3


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