La vida para un juguete no es muy fácil que digamos, aunque sea humano, no tiene derecho a nada. Una vez los blancos gobernaron a los negros y ahora no es por su color si no por su posición social.
La clase alta arrebata de las manos de la clase baja a sus hijos de 7 Años, llevándolos a la empresa más grande. La empresa Human-Toy, donde no crean si no que enseñan. ¿Su único objetivo? Servirle a su amo.
Kim JongIn es el jefe de la empresa Human-Toy, un hombre rico con un hijo y sin esposa, solo mujeres que cada noche duermen en su cama. El una vez tuvo una esposa y con ella tuvo un hijo, pero lamentablemente su esposa falleció cuando su pequeño hijo Seung nació.
— Amo, los australianos quieren una nueva mercancía. — Hablo el asistente de JongIn. Kim Jun Myeon, quien una vez llego a ser entrenado en la misma empresa.
— ¿Nueva mercancía? — Murmuro JongIn, mientras se daba la vuelta en su silla, apoyando sus brazos en el escritorio y para después fijar sus ojos en su asistente. — Siempre han llevado lo mismo ¿Porque cambiaron de opinión, Jun Myeon?
— N-No lo sé amo, pero ahora quieren entre los 13 y 14 años.
— ¿13 y 14? — Murmuro JongIn, mientras sobaba su mentón. — Supongo, que eso no cambiara nada, solo su precio y mientras ellos se propongan a pagar demás por mí no habrá problema.
— Entonces les avisare que es un sí. — Hablo Jun Myeon. Su mirada siempre iba al suelo; evitando cualquier contacto con su amo.
—Jun Myeon. — Llamo JongIn a su juguete quien estaba a punto de salir. Jun Myeon se voltio. — ¿Pasa algo?
— S-Su hijo está aquí, amo y de...desea un juguete.
— ¿Y por qué rayos lo trajeron aquí? — Jongin se puso de pie, caminando ahora hacia su juguete.
— Amo, Y-Yo — Una fuerte bofetada fue lo que retumbo en la oficina. JongIn le había pegado. La mejilla de Jun Myeon ahora estaba roja; le ardía.
— Escúchame bien Jun Myeon quiero que lo saques de aquí ¡ya mismo! — Grito lo último. Jun Myeon temblorosamente asintió —: S-Si, amo. —Jun Myeonsalió hecho nada.
JongIn volvió a su asiento, suspiro casado y cerro sus ojos. No era parte de el maltratar a sus juguetes; Sin embargo muchas veces lo sacaban de quicio.
El teléfono que tenía en su escritorio comenzó a parpadear; era el pequeño bombillo anunciando un mensaje. Apretó el botón y escuchó el mensaje.
Amo, su hijo pide verlo. Esta llorando y quiere llevarse consigo uno de los juguetes que recién acaban de pedir.
Eso enfureció a JongIn. Apretó otro de los botones y con una voz grave le respondió —: Tendrás un castigo Jun Myeon. Ya voy para allá.
Tomo su abrigo que reposaba en su asiento. Se lo puso y salió azotando la puerta.
Camino entre los pasillos de su empresa. Las personas que trabajan allí parecían asustadas, sudaban frío y sus cuerpos involuntariamente ya comenzaban a temblar.
— ¡¿Que está pasando aquí, Seung?! — Grito enfurecido. Su hijo lloraba y jalaba la mano de un pequeño que se encontraba detrás de las personas que trababan de soltarlo de su agarre.
— ¡Papa, yo lo quiero! ¡Quiero a este juguete! — Exclamo el pequeño de 10 años de edad.
— Seung suéltalo ahora, lo estas lastimando. — Jongin se acercó al menor.
— ¡No!,¡No! Y ¡No! — El niño salto furioso.
— Seung no estoy jugando estas armando un escándalo y no me gusta eso ¿Entiendes? — Jongin puso sus manos sobre las muñecas del juguete quien lloraba.
— Po-Por favor suéltenme. Me lastiman. — Gimió de dolor el juguete.
— Suéltenlo. — Ordeno Jongin a los hombres que trataban de apartar al juguete de Seung.
— ¡¿Papa me lo darás?! — El estado emocional del pequeño cambio de repente.
— Te lo daré Seung, pero ya suéltalo.
— Esta bien. — Bufo molesto el menor mientras soltaba las muñecas del juguete.
El juguete Sobo sus muñecas, haciendo muecas de dolor, todos habían estado jalando de ellas.
— Llévenlo a la enfermería. — Ordeno Jongin pero antes de que los hombres se acercaran al juguete Seung prácticamente se le tiro encima.
— ¡No!... ¡No quiero que toquen mi juguete! — Grito de repente, sorprendiendo a todos lo que estaban presentes.
— Seung, solo lo van a curar. Cuando tú te golpeas también te hacen lo mismo ¿Recuerdas? — Habló JongIn mientras sobaba el rostro de su hijo.
— Ya lo sé, pero es que él es un juguete así que no necesita que lo curen.
— Claro que sí. Seung mi empresa se caracteriza por entregar juguetes en un buen estado y no voy a permitir que tú dañes esa imagen. Así que deja que lo lleven a la enfermería.
El niño soltó un bufido para después alejarse el juguete. Los hombres se acercaron al juguete y se lo llevaron consigo. Seung se quedó de brazos cruzados y le dio la espalda a su padre.
— ¿Cómo se llama Jun Myeon? — Pregunto JongIn, preguntando principalmente por el juguete.
— Es Do Kyungsoo, pero solamente será Kyungsoo. — En la empresa Human-Toy siempre que llegaba un nuevo "Juguete" Borraban su apellido de cualquier lado. Eso para todos era un privilegio.
— Entiendo y ¿Cuántos años tiene?
— Tiene 13 años, amo. — Contesto Jun Myeon.
— Entiendo. Diles a los australianos que elijan otro.
— Pero amo, ellos lo pidieron a él.
— Y esta es mi empresa, pero diles que es un regalo de mi parte.
— ¿S-Se los reglará? — Pregunto asombrado Jun Myeon.
— Así es, ¿es como un intercambio?
— Oh, entiendo, amo.
— ¿Puedes volver a tu trabajo?
— Claro que sí.
— Y Jun Myeon. — Lo llamo una vez JongIn antes de que el juguete se fuera. — Recuerda que recibirás un castigo.
— L-Lo sé, amo. — Tartamudeo para después salir del pasillo.
— Ahora si Seung es hora de volver a casa. — Anuncio Jongin.
— ¡No quiero!, esperare a mi juguete. — Exclamó furioso el niño.
— Te lo llevaran hasta tu cuarto si así lo deseas.
— Pero...
— Vamos Seung…
JongIn tomo la mano de su pequeño y le ordeno a su chofer que llevara a su hijo sano y salvo hasta su mansión. Allí esperaría a su juguete, el "juguete" llamado Kyungsoo...
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