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Kai Bai Bo (가위 바위 보) por Ari_123_love

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Notas del fanfic:

Creo que no había escrito nada así desde "Hyung, ¿es un sueño?" Espero que les guste, o al menos que se entretengan un rato. 

Notas del capitulo:

Lamento tanto haber convertido un juego de manos en esto u.u ... 

La verdad, no me arrepiento tanto, de cualquier modo lo iba a publicar :) 

Taemin se abalanzó sobre Minho, soltando una risa bastante intoxicante. Era sólo una noche, los exámenes habían terminado y por eso se dieron el lujo de ir a beber a un bar, cuando usualmente no lo visitaban ni siquiera en fin de semana.

 

-Ya bebiste demasiado, Tae.- Minho rio, sosteniendo a su amigo por los hombros.

 

-Tú también, Minho ah.- Susurró, sin darse cuenta que ya estaba lo suficientemente desinhibido como para hablar sin los honoríficos apropiadamente.

 

-Vayamos a casa, Tae.- Minho le obligó a soltar su cerveza. -Aún debemos ir a revisión.

 

-Nooo...- Taemin se acomodó en el hombro del más alto. -Aún no coqueteo con nadie...- Gimoteó.

 

Minho chasqueó la lengua, no pensaba dejarle coquetear con nadie. Le arrastró a la salida, sosteniéndole por la cintura. Alcanzó a detener un taxi y mencionar su dirección para que les condujera ahí. Sería mejor que el menor durmiera en su casa esta noche. No habría problema, se conocían desde niños, venían del mismo lugar y habían terminado en la misma universidad. Siempre fueron unidos, y no pensaban hacer algo para separarse. Prácticamente dependían el uno del otro, en diferentes ámbitos, se complementaban y les hacía ser mejores.

 

Taemin se bajó del taxi como si ya estuviese sobrio, incluso coqueteando un poco con el conductor. Minho hizo una mueca, y tras pagar el monto, tomó al menor por la muñeca y le jaló introduciéndolo en el edificio, escaleras arriba, hasta llegar a su departamento. Taemin se colgó en los hombros del mayor, mientras Minho intentaba acertar a la ranura de la llave.

 

-¿Tienes que coquetear con todos?- Sonó a reclamo, pero no pasó de eso.

 

-Te dije que no había coqueteado con nadie aún.- Taemin se dejó caer en el sillón, recargando la cabeza en el respaldo y cerrando los ojos. –Minho, dame una cerveza.

 

-¿Piensas beber más?- Se acercó al menor, obligándole a quitarse la gabardina que llevaba puesta.

 

-No…- Volvió a abrazarse al mayor. –Los dos, bebe conmigo, hyung.- Rogó.

 

¿Cómo resistirse a eso? Minho estaba igual de bebido como para poder decir que no. Se levantó, dirigiéndose a la cocina para poder buscar las cervezas. No debería beberlas, pero realmente se habían abstenido de fiestas a lo largo del semestre, pasarse un día no estaría demás. Al volver le ofreció la lata de cerveza a su amigo quien no dudó en empinarla sobre sus labios.

 

-Hyung…- Taemin rezongó graciosamente. –Juguemos.- Se movió como si su cuerpo ardiera.

 

-¿A qué quieres jugar, Taemin ah?- Se terminó la cerveza.

 

-Kai Bai Bo.- Rio tontamente, moviendo sus manos sin cuidado alguno de derramar la cerveza que aún le sobraba.

 

-¿Cuál será el castigo para el perdedor?- Minho le detuvo, riendo como maniaco, Taemin se veía gracioso agitándose en el lugar donde estaba sentado.

 

-Ah~ El perdedor…- Las palabras de Taemin ya se volvían a poner torpes, sucumbiendo ante la nueva cerveza que se acaba de tomar. –El perdedor…- Rio como un niño pequeño. –Debe quitarse la ropa.

 

Minho no tuvo cabeza para entender lo que el menor decía, ni para ponerse a pensar en lo que implicaba el jugar a desnudarse. Taemin siempre tendía a desnudarse cuando estaba ebrio. Simplemente rio, sintiendo como un ligero mareo le nublaba la vista y los pensamientos. Asintió, aunque no fue sutil, ya no tenía la capacidad de serlo.

 

-Kai Bai Bo.- Corearon al mismo tiempo, mientras agitaban sus manos. Taemin puso tijeras, Minho puso roca, dejando un obvio ganador, y un perdedor que tendría que acatar su propio castigo.

 

-¡Vamos, Tae!- Minho le molestó.

 

-Dos de tres, por favor hyung…- Rogó, logrando que el mayor rodara los ojos y volviera a colocar su mano frente a la de Taemin.

 

-¡Kai Bai Bo!- Sin darse cuenta, Taemin volvió a perder, haciendo imposible otra partida para rescatarle. Bufó molesto, tenía que hacerlo. Sin embargo, Taemin subió los pies al sillón y logró sacarse los calcetines de manera torpe.

 

-¿Eso es todo?- Minho se quejó, puesto que el otro no hizo algún otro ademán de seguir desnudándose.

 

-Neh. Una prenda por juego.- Condicionó. Taemin seguía inventando las reglas. -¡Kai Bai Bo!- Fue más rápido, obligando a Minho a despertarse un poco y seguir jugando. Extrañamente ahora ambos pusieron roca.

 

-Una vez más ganaré, y esa camisa tendrá que irse.- Jaló el cuello abotonado de Taemin, abriéndola solo un poco.

 

-No pienso volver a perder, hyung.- A pesar de decir eso, Taemin colocó papel, mientras Minho puso tijeras, perdiendo de nuevo. Dibujó una mueca en su boca, no podía perder la siguiente vez, o tendría que quitarse la camisa. Aunque no estuviera tan mal, empezaba a sentir calor por culpa de las varias cervezas que se tomó a lo largo de la noche.

 

-¡Kai Bai Bo!- Minho rio, divirtiéndose tanto como Taemin lo hacía desde hacía rato.

 

Para suerte de Taemin, esta vez Minho perdió, dejando las cosas parejas. El que perdiera la siguiente vez tendría que quitarse la camisa –porque obviamente Minho siempre andaba sin calcetines en su casa- y empezar con el espectáculo que implicaba ese juego.

 

Una vez más. Todo era cuestión de suerte. Jugaron, cantando la cancioncilla pegajosa que todo el mundo conocía tan bien. Sólo tres palabras y un perdedor. Para suerte de Taemin, Minho tenía que quitarse su camisa.

 

-Hyung, odio el color de su camisa.- Susurró, arrastrando las palabras torpemente.

 

Minho rodó los ojos, desabrochando su camisa. Ni siquiera dudaba por qué se estaba desnudando frente a su mejor amigo, sólo estaba molesto por no poder haber hecho que Taemin se quitara la ropa. Lanzó la camisa a algún lugar de la sala, dispuesto a volver a jugar.

 

-Kai Bai Bo.- Se apresuró a decir, antes de que Taemin lo hiciera. Ganó, permitiéndose sonreír, no iba a dejar que Taemin se escapara de nuevo.

 

Taemin perdió la siguiente vez, obligándose a quitarse la camisa. Después perdió Minho, y con él sus pantalones desaparecieron del área. Taemin rio, pensando que sería fácil ganarle, sin saber que su suerte se acababa. Minho descifró, a pesar de su estado ebriedad, el patrón con el que Taemin siempre jugaba, sin saberlo. Tijeras, roca, papel, así era fácil poder saber qué poner para lograr que Taemin también perdiera sus pantalones.

 

-Ya no deberíamos jugar…- Taemin mordió su labio inferior, al lograr percatarse que sólo usaban ropa interior.

 

-¿Tienes miedo de volver a perder?- Le retó, obligándole a seguir jugando.

 

-¡Kai Bai Bo!- El menor aceptó el reto. Perdió.  Volvió a apostar a su suerte, aunque ahora todo dependía de lo poco que Minho aún estaba consciente. Obviamente Minho no le iba a dejar ganar. Perdió, sabiendo que lo único que podía quitarse ahora era la ropa interior que estaba usando. Resopló fuertemente, mientras sus manos viajaban hasta el elástico. Empezó a deslizarlos lentamente, sin ganas de querer quitarlos, y sin saber que con esos movimientos provocaba al mayor.

 

Tuvo que sacárselos, él había puesto las reglas, no podía retractarse ahora, y tampoco le molestaba mucho, estaba lo suficientemente mal como para darse cuenta que simplemente no estaba teniendo pudor.

 

-Kai Bai Bo.- Repitió, después de quedar desnudo.

 

Minho puso roca, sabiendo que Taemin pondría tijeras. Perdió una vez más. Habían ya olvidado que el juego castigaba cada tercer turno, ahora jugaban arriesgandose a ganar o perder en el primer intento.

 

-Ya estás desnudo, Tae…- Minho se acercó más al contrario, ¿qué más podía perder Taemin? El juego estaba obviamente llegando a su fin.

 

-Aun puedo hacer otra cosa como castigo.- Quizás realmente no debieron beber esa última cerveza, no estarían tan desinhibidos como ahora, o tal vez de cualquier modo terminarían jugando. Lo cierto era que, ahora, no había manera de regresar las cosas, y un juego bajo estas circunstancias no era más dañino, que un simple ebrio diciendo la verdad.- Hyung, acérquese.- Susurró, entre risas, colocando su mano en el hombro del mayor. Apenas fue un rose, pero logró juntar sus labios a los contrarios. –Kai Bai Bo.- Susurró.

 

Minho no pudo evitar reírse, mientras hacía su nueva jugada. Sabía que iba a ganarle, y le haría perder con tal de tener nuevamente contacto con los labios del chico. Nunca pensó besarle, pero bajo estas circunstancias, se podría permitir hacer cosas que usualmente no haría…como jugar piedra, papel y tijera, mientras se desnudan.

 

-Oh, vaya, he vuelto a perder…- Taemin cada vez hablaba más bajo y suave, mientras hacía un coqueto puchero. Siempre que estaba ebrio solía coquetear con algún chico, quizás levantarse en la cama de algún conocido, o un extraño. Pero ahora, Minho no se lo había permitido, así que no había tenido otro remedio más que coquetear con él. Esta vez besó el inicio de la mandíbula de Minho, cerca de su unión con el oído.

 

-Kai Bai Bo.- Minho volvió a mencionar, sintiendo un extraño placer al momento de ser tocado por los labios del menor.

 

Taemin rio, mientras hacía con su mano la figura de las tijeras. No le sorprendió ver que Minho le ganaba al haber puesto roca. Entonces murmulló una corta risa, bajando al cuello de Minho, donde besó una vez más. Se tardó un poco, puesto que succionó un poco al sentir el palpitar del mayor bajo su piel.

 

Lentamente los besos se hicieron más prolongados, bajando por el cuerpo del mayor. Tal vez Minho sabía cómo ganarle a Taemin, o él se dejaba ganar por el mayor. Las clavículas, el pecho, un pezón. Minho jadeaba acariciando de vez en cuando los cabellos del menor.

 

-Kai Bai Bo...

 

Era lo único inteligible que se podía escuchar en el lugar. Taemin frunció los labios, había vuelto a perder, pero tampoco podía ver muy bien qué hacía con sus manos, como para intentar ganar. Minho le sonrió, esa sonrisa tan característica de él, que hacía suspirar a cualquiera. Siguió con su castigo, que realmente no le hacía sufrir. Después de haber dejado un camino de saliva por los abdominales, mordió el ombligo de aquel chico, escuchando su resuello. Subió la mirada, sonriendo traviesamente.

 

-Kai Bai Bo.- Minho no se detuvo, le obligó a volver a jugar. Taemin rio, agitando su mano, para terminar haciendo lo más parecido a lo que sería la figura correspondiente a papel. Minho, por supuesto, logró poner tijeras.

 

-Hyung…- Taemin gimió. El siguiente lugar donde besar era…-No puedo seguir, usted no ha perdido aún.- Necesitaba que Minho también se deshiciera de su ropa interior, pero para eso él debía perder.

 

-Podemos arreglar eso.- Minho mordió su labio inferior, llegando hasta sus boxers. Por la apertura que suelen traer, sacó su miembro, mostrando ya una erección.

 

Taemin rio. Ninguno de los dos razonaba lo que hacían, pero no les interesaba razonarlo por ahora. Había perdido, debía de acatar las reglas del juego. Se acercó a la punta, besando rápidamente.

 

-…Kai Bai…Bo….- Minho suspiró. Un juego más. Ya no lo hacía por jugar, sino por saber hasta dónde llegaban envueltos en esto. El alcohol les picaba la curiosidad, el querer arañar lo que había después de su amistad, mezclado con lo físico sólo les incitaba a seguir adelante con esa excusa de un juego.

 

Taemin puso roca, Minho puso papel. Era un ciclo, como si hubiesen concordado que Taemin siempre perdería. Minho le obligó, entonces, a seguir con lo que había iniciado.

 

-Tae, chúpame.- Jadeó, sintiendo como casi de inmediato el menor hundía dentro de su boca su pene. –Agh…- Eran movimientos circulares, y suaves, dentro de un vaivén, combinados con la fricción de la lengua del menor. Se estaba volviendo loco con eso.

 

-…Kai…Bai…Bo…- Taemin exhaló. Si hacía rato no prestaban atención a sus movimientos por culpa de la ebriedad, ahora menos, gracias a la excitación que les embargaba el cuerpo.

 

Minho cerró los ojos, dejando que el destino esta vez dijera lo que seguía. Escuchó la risa del menor, indicándole que había perdido. ¡Al fin se desharía de sus malditos boxers! Le estorbaban a más no poder. Taemin le ayudó a deshacerse de ellos, regresando después a practicar la felación que momentos antes les mantenía ocupados.

 

Minho le cogió por el cabello, indicándole el ritmo deseado. Se suponía que Taemin ya no debería estar haciéndolo, le había ganado a Minho, pero eso no les detuvo. Los gemidos aumentaron, incluso por parte de Taemin, que su excitación se debía en mayor parte a los gemidos que el mayor soltaba.

 

Kai Bai Bo. Lo repetían, sin saber quién lo decía primero. Taemin alzó el rostro, obligado por Minho, había ganado y ahora ser daría el lujo de volver a besar los labios del menor. Le tomó por la nuca hundiendo esa boca en la suya. Sabía de lo carnosos que eran los labios de Taemin, pero ahora, después de haberlos probado, ya no quería soltarles. Taemin pasó sus brazos alrededor del cuello del mayor, tomando una posición más cómoda. Kai Bai Bo. Probablemente fue Taemin quien lo susurró, provocando que se desenredaran, para así poder jugar. Él gano, tomando como victoria el poder sentarse sobre Minho y torturarle con ligeros movimientos.

 

La voz ronca de Minho resonaba en cada rincón, mientras sentía los movimientos del menor. Necesitaba tocar. Juntó ambos penes para masturbarlos, dejando también que el menor empezara a hacer movimientos un poco más fuertes con sus caderas. Necesitaban el toque, les quemaba la piel y sólo así podían calmarse.

 

-Kai Bai Bo.- Minho suspiró sobre la boca de Taemin, terminado con una ligera mordida en el labio inferior.

 

Taemin puso roca, esperando a que Minho pusiera papel. Mordió el lado interior de su mejilla, esperando a saber qué era el siguiente castigo.

 

-Tae, voltéate, te quiero en cuatro.- Minho le ordenó. Por supuesto que seguía lo suficientemente ebrio como para no ponerse a pensar lo difícil que sería follar en ese reducido sillón.

 

El menor acató órdenes, separándose del cuerpo que tan bien le tenía tomado por la cintura. Se volteó, dándole la espalda al mayor, para así poder inclinarse hacia adelante poco a poco, hasta quedar en cuatro, mostrándole las nalgas  descaradamente. Minho se cernió sobre aquel cuerpo, besándole detrás de la nuca, bajando los besos por los hombros y después la columna vertebral. Acarició cada trozo de piel cuesta abajo, para después deslizar un dedo dentro del joven. Taemin gimió, agitando las caderas ante tal intrusión. Se dejó hacer por las manos de Minho, que le acariciaban por todos lados, dentro y fuera.

 

Minho mordió el lóbulo izquierdo del menor, jadeándole al oído, indicándole que iba a entrar a pesar de la poca preparación. Taemin no se opuso, en cambio, gimió, deleitado con lo que estaba sintiendo. Minho inició un vaivén, rápido, desesperado, agarrándole por la cintura, para mantenerle fijo.

 

-Agh, Minho...- Taemin mencionó su nombre tras gemir. Empezando a moverse frenéticamente, empalándose a sí mismo contra Minho.

 

-Tae...- Suspiró, una de sus manos recorriendo la espalda del menor hasta enredarla en sus cabellos. Le cogió con fuerza, para mantener la firmeza del agarre, mientras empujaba su cadera contra el cuerpo níveo.

 

Con una mano en la cadera, le obligó a cambiar de posición, sentándole sobre su cuerpo. Le besó la nuca, mientras el menor se seguía moviendo rítmicamente, brincando para poder sentir que Minho tocaba su próstata.

 

-Kai Bai Bo...- Minho jugueteó con Taemin, obligándole a seguir el juego que les había llevado a esto. Le rodeó el vientre con su mano, asemejando las tijeras con sus dedos.

 

Taemin jadeo, siguiendo el brazo de Minho que le abrazaba, hasta cubrir su mano con la propia, obligándole a hacerla puño. Era roca.

 

-Gané...Déjame girarme.- Rogó, mientras a Minho sólo le quedaba cumplir órdenes.

 

Permitió que el menor se soltara, para poder girarse y quedar frente a frente. Taemin volvió a deslizarse sobre él, regresando esa cercanía que sus cuerpos tenían desde hacía rato. Rodeó al alto con sus brazos, juntándose para poder conjugar sus labios con los del mayor. Se movían, esperando poder quitarse esa sensación que les quemaba, y que definitivamente ya no era el alcohol. Minho recorrió la espalda del menor, sintiendo como este se arqueaba ante su tacto, lo podía notar, Taemin estaba tan cerca. Él también lo estaba, desesperado por llegar.

 

Taemin gimió, Minho le mordía el cuello con insistencia, succionando y relamiendo las heridas que le iba dejando. No había modo de que se pudieran detener, el clímax realmente estaba más cerca de lo esperado. Se dejaron llevar entonces, olvidaron que estaban jugando, o que el alcohol había inundado sus cuerpos, sólo estaba ahí, siguiendo los movimientos delirantes que les hacían gritar.

 

Todo a su alrededor era oscuro, no podían ver nada más que no fueran ellos en el momento. Taemin arqueó una vez más la espalda, moviendo sus caderas de una diferente manera, que fue suficiente para hacer llegar al mayor. Pocos segundos después, Taemin también alcanzó el orgasmo, jadeando incongruencias. Juntaron sus frentes, con la respiración agitada, aún sin saber qué era lo que habían hecho. La noche era larga, y apenas estaban iniciándola.

 

 

 

♦♦♦

Minho se movió, lamento no haber cerrado las cortinas, ya que en estos momentos la luz del sol le calaba a tal grado de querer sacarse los ojos para no sentir más dolor. ¿Cómo había llegado a la cama? Quiso girarse hacia el otro lado de la cama, pero se detuvo al sentir la compañía a su lado. ¡Taemin! ¿Qué habían hecho? De recordar el estúpido juego no pudo evitar reír. ¿Qué iba a pasar ahora? Primero tenía que esperar a que Taemin despertara.

 

-¡Kai Bai Bo!- Una mano apareció frente a su mirada. Taemin desde atrás de él había gritado, poniendo su respuesta. En cambio, Minho se encontraba atontado, acababa de despertar, y la luz le calaba, haciéndole poner una figura extraña, que terminó cerrando en puño para poder formar una roca. Taemin rio, cubriéndole la mano, él había puesto papel.

 

-Te toca hacer el desayuno.- Susurró, después besándole la mejilla, para así volver a la posición en la que se encontraba dormido.

 

Minho se giró, descubriendo que Taemin había estado despierto desde hacía rato. No pudo evitarlo, se subió a horcajas arriba de él, atrapándole debajo de su cuerpo. Taemin se encontraba de buen humor, y eso era algo que no se podía desperdiciar.

 

-¿Sabes lo que esto significa?- Habló con la voz ronca.

 

-¿Qué tendremos el desayuno en la cama?- Preguntó inocentemente.

 

-Tonto.- Minho rio, robándole un beso tras ver el puchero que había hecho. –Esto significa que ya no dejaré que coquetees con cualquier persona en el bar.- Susurró, sobre esa boca que sonreía.

 

-Oh bueno…- Enredó sus brazos en el cuello de Minho. –Por mí está bien.- Alzando el rostro para volver a juntar sus labios con los contrarios.

 

Había iniciado como un juego, no estaría mal seguir jugando por un rato más. 

Notas finales:

Yo sé que les gustó, pillines ¬ u ¬

Cambiando de tema, ¿no están impacientes por el comeback de Taeminnie? Muero de ganas por poder ya verlo asfjdjsdhjl.fhjd. Además, en mi país van a pasar en los cines el SMTOWN IV, y ya tengo boletos e.e ¿Saben si en otro país lo pasaran? Si viven en México, ¿irán a verlo? sdshjkfdfkjkkdj necesito sacar mi emoción ^-^  


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