Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Conociendo al novio de papá por Lure89

[Reviews - 18]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Hola! Les traigo este short fic que solo contará con este capítulo y uno más. La verdad que me inspiró una escena que escribí en otro de mis fics y tuve la necesidad de relatar la posible reacción que tendrían los muchachos al enterarse que su padre sale con Superman.

Aquí los cuatro chicos son Dick Grayson, Jason Todd, Tim Drake y Damian Wayne. La edad va en el orden como fueron presentados siendo Dick el mayor y Damian el menor. Solo lo aclaro por si alguno no tiene idea cómo va la mano.

Sin más los invito a leer y espero que lo disfruten.

Notas del capitulo:

 Todos los personajes aquí descriptos son derechos reservados de DC comics. La historia solo es de mi autoría.

Capítulo 01: Justo en el acto.

 

Una de las tantas habitaciones grandes que posee la mansión Wayne es sin lugar a dudas la biblioteca. Esta tiene todas sus paredes cubiertas de muebles repletos de libros ordenados de manera prolija por autor, año de publicación, género literario y otros tantos detalles específicos. En el centro del lugar se hallan dos amplios y cómodos sillones enfrentados y a los laterales de estos un par de sofás, todos dispuestos de manera elegante y armoniosa en forma circular. Los colores de los mismos hacen juego con la tonalidad de todo el mobiliario que se encuentra en la habitación y la luz que se deja entrever a través las formidables ventanas hace resaltar la belleza del espacio en su totalidad.

Sentados en la habitación anteriormente mencionada se encontraban Clark y Bruce, uno delante del otro conversando desde hacía unos quince minutos aproximadamente mientras esperaban que arribaran los hijos del último que habían sido convocados el día anterior para una reunión familiar.

 

—No dejas de moverte Clark… ¿Acaso estás nervioso? —preguntó el mayor al ver a su novio que no dejaba de agitar las piernas y jugaba torpemente con los dedos de sus manos.

 

—¡Y cómo no estarlo! ¡Les darás a conocer a tus hijos que tienes una pareja que resulta ser un hombre! ¡Y no solo eso!, sino que además es un extraterrestre de otro planeta —exclamó asustado pensando en las posibles reacciones de los hijos del playboy—. ¿Cómo crees que se lo tomen? —interrogó suspirando de frustración.

 

—Realmente… no lo sé —contestó aunque se imaginaba las reacciones de algunos pero prefirió guardarse el comentario para sí.

 

Superman estaba tan nervioso que ni siquiera había tocado el té que le habían servido y tratando de calmar sus nervios comenzó a jugar con su pie derecho mientras se mordía el labio inferior. Miró ansioso el reloj en su muñeca por tercera vez y volvió a suspirar al ver que la hora no pasaba más, algunos de los muchachos todavía estaban en clases en ese mismo momento. Bruce solo sonrió al ver la actitud del héroe de acero, le parecía tierno observar al hombre más fuerte del mundo actuando de esa manera tan perturbada, simplemente por ser presentado ante sus hijos. No lo había visto así de nervioso desde la vez en que se le había declarado.

Batman se levantó de su asiento y se acercó al reportero hasta apoyar ambas rodillas sobre el sillón donde este estaba sentado intercalando las piernas con el otro. Superman lo miró sorprendido desde abajo y tomó su cintura delicadamente sin apartar la vista de los ojos de su amante. Luego, Bruce tomó la barbilla del menor y la alzó hacia su boca suavemente para inmediatamente besarlo con ímpetu. Con claras intenciones de distenderlo, jugó con la lengua de su pareja con violencia marcada y excitación. Clark trasladó sus manos hacia la espalda del millonario acariciando la misma delicadamente mientras no dejaba de saborear los labios del otro con ansiedad. El murciélago apoyó sus manos sobre los hombros del joven y se separó rudamente para observarlo detenidamente complacido por un instante. Los ojos del Kryptoniano ardían levemente y un ligero rubor se había hecho presente en sus mejillas.

 

—¿Relajado? —preguntó con media sonrisa notando como el cuerpo de su amante había dejado atrás cualquier resto de tensión.

 

—Bruce… aún tenemos una hora antes de que vengan tus hijos, ¿cierto? —preguntó anhelante por continuar lo que recién habían empezado.

 

—Si… ¿qué propones? —dijo de manera lasciva acariciando el mechón que caía siempre delicadamente sobre la frente del súper hombre.

 

—Bueno… no me vendría mal relajarme un poco más —comentó quitándose los lente para dedicarle una mirada libidinosa.

 

Tras este comentario ambos arremetieron nuevamente contra la boca del otro degustando y explorando con frenesí la cavidad ajena. Clark aproximó sus manos hasta el pantalón del señor de la noche y desabrochó el botón del mismo para luego abrir la bragueta. Bruce sin despegar sus labios de su pareja alzó su cadera para permitirle al Kryptoniano descender sus prendas por debajo de sus glúteos. El menor llevó sus dedos mayor e índice hasta su boca para embeberlos con su saliva y luego descendió su mano hasta el orificio de entrada de su amante. Estimuló vigorosamente la zona mientras daba delicados besos sobre el cuello del mayor sintiendo como el cuerpo de este se estremecía con cada contacto. Bruce un tanto agitado por las atenciones de su pareja tomó el pantalón del reportero y se dispuso a desprender el botón y luego retirando un poco hacia abajo la prenda interior dejó expuesto el pene que se alzaba palpitante y estimulado. En medio de jadeos ahogados comenzó a masturbar a su amante con firmeza hasta sentir que su miembro estaba completamente duro. Sin poder contenerse más y sintiendo la necesidad de ir más lejos trató de hablar lo mejor que pudo.

 

—Cla-clark… ya estoy… ¡Ahh! suficiente…mente dilatado —balbuceó con dificultad mientras trataba de contener sus repentinos e incontrolables gemidos.

 

Kal-El continuaba inspeccionando la zona con insistencia sin dejar de dar los besos sobre la piel del mayor hasta asegurarse que efectivamente su pareja estaba lista para dar el segundo paso. En seguida Clark lo levantó de la cintura y lo recostó boca abajo sobre el sillón y sin hacerlo esperar ingresó su pene con energía dentro de la cavidad del señor de la noche. Bruce dio un respingo al sentirse completamente invadido y comenzó a gemir audiblemente mientras era embestido con dureza por su novio. El héroe de Metrópolis mantenía un ritmo constante mientras acariciaba la espalda del menor hasta posar sus manos sobre la cintura del otro para arremeter con más fuerza incrementando la velocidad. Ambos cuerpos estuvieron unidos por ese formidable contacto que duró por largo rato mientras se entregaban a sus más profundos deseos hasta sentir como la sensación del inminente orgasmo estaba cerca.

 

—¡Clark! ¡Ah!... ¡Mgh!... ¡No puedo más! ¡Ahh! ¡Me… me vengo! —gritó lleno de pasión el murciélago sintiendo como su punto más sensible era estimulado constantemente.

 

—Si… ¡Mgh! Yo… también —contestó el Kryptoniano hundiendo su rostro sobre el cuello del otro.

 

—¡Buenos días Bruce! —dijo Dick alegremente abriendo la puerta de la biblioteca repentinamente quedándose paralizado por la inesperada escena.

 

—¡Ahh, Ahhhhhhh! —gimieron ambos héroes acabando con apenas unos segundos de diferencia y automáticamente la puerta se cerró abruptamente.

 

—¡Dios mío! —exclamó Nightwing tratando de borrar de su cabeza la imagen que había visto.

 

Dick permaneció con la puerta cerrada sin soltar las manos de la manija con la cara completamente encendida. Su hermano menor se estaba acercando hacia él tranquilamente y este lo miró confundido al ver al mayor actuar de esa manera.

 

—¡Jason! ¡Por nada en el mundo entres allí! —grito aún completamente avergonzado sosteniendo la puerta con fuerza.

 

—¿Qué sucede Dick? —preguntó apresurando sus pasos y un deseo incontrolable por abrir la puerta le surgió de en medio del estómago.

 

—¡Na-nada! ¡Bruce! El… estaba… —trató de explicar pero estaba tan aturdido que las palabras se tropezaban en su boca antes de poder salir de esta—. ¡Solo hazme caso y no entres! —pronunció con firmeza mirándolo a los ojos con seguridad.

 

Decirle a Jason que no haga algo era como incitarlo a que lo hiciera. Tomando con fuerza la manija comenzó a forcejear con su hermano para tratar de abrir la puerta. Ahora necesitaba ver qué era lo que lo había puesto tan nervioso y colorado a Nightwing.

 

—¡Vamos Dick! ¡Hazte a un lado! ¡Déjame abrir la puerta! —gritó frenético por saber lo que había detrás.

 

—¡Te dije que no! —volvió a exclamar el mayor haciendo más fuerza.

 

Una vena en la sien del más joven se hizo presente y tomando distancia comenzó a darle patadas a la puerta con fuerza hasta lograr romper una de las bisagras y abrir la puerta de un golpe. Ambos muchachos miraron al interior de la habitación y al instante en que Dick observó que el súper hombre se había marchado suspiró tranquilo. Bruce se encontraba parado recostado sobre un escritorio con una cara llena de satisfacción y una enorme sonrisa mientras trataba de regularizar su respiración. Al instante Jason caminó apresurado hasta al playboy y quitando el seguro de su arma la apoyó directamente sobre la cabeza de este.

 

—¿Quién eres tú y dónde está el señor Wayne? —escupió con ojos enardecido mirando la figura del millonario con desconfianza.

 

En seguida Nightwing sorprendido corrió hasta su hermano y tomando con fuerza el brazo de este retiró la mira del cañón hacia un costado logrando que un disparo se saliera incrustando la bala en una de las paredes.

 

—¡¿Qué diablos haces Jason?! ¡Él es Bruce! —. Luchó con el brazo del menor que quería volver a apuntar el arma al cuerpo del murciélago.

 

—¡No me jodas! ¡Bruce jamás sonríe! ¡Este es un impostor! —gritó desenfrenado tratando de sacarse de encima a su hermano.

 

Ambos jóvenes forcejearon y terminaron en el suelo enmarañados mientras continuaban su contienda para ver quien dominaba al otro. Nightwing logró hacerle una llave al brazo armado hasta dormir los músculos de este haciéndole soltar el arma. Pero Red Hood fue veloz y con su otra mano libre quitó de su cintura otra de sus pistolas y volvió a apuntar al dueño de la casa con claras intenciones de disparar.

Bruce tranquilamente se acercó al menor y tomando el cañón del arma la desmontó fácilmente y al instante arrugó su cara enojado por completo. Le dedicó una mirada severa al joven desarmado y acercándose a la otra pistola que estaba en el suelo retiró el cargador de la misma y tiró al cesto de basura ambos artefactos.

 

—Cuantas veces te dije Jason, que está prohibido traer armas a la mansión —espetó severamente sin quitar su cara fruncida del descontento.

 

La mirada rabiosa de Jason se fue aflojando lentamente al escuchar estas palabras y relajó su cuerpo por completo. Suspiró cansado de tanto que había forcejeado con su hermano y dándole varios golpecitos sobre la pierna del mayor le indicó que podía destrabarlo.

 

—Ya suéltame Dick —dijo más calmado examinando al murciélago que tenía en frente.

 

Dick aún dudando, soltó lentamente la llave que había hecho liberando el cuerpo de su hermano. Este se removió incómodo y comenzó a hacer círculos con su brazo hasta sentir el músculo despierto nuevamente. En ese mismo momento, Nightwing se puso de pie y le tendió su mano al menor para ayudarlo a levantarse del suelo. Jason aceptó la ayuda un poco molesto y se puso de pie mirando aún con desconfianza a su padre analizándolo detenidamente y tratando de descifrar lo que había pasado minutos atrás. Por el contrario, Dick no podía sostener la mirada y sintiendo vergüenza mantuvo la vista baja hacia el suelo.

Bruce acarició sus sienes en círculos mientras cerraba sus ojos buscando las palabras justas para no entrar en ningún tipo de discusión. Por lo visto no era el mejor momento de presentar a su pareja.

 

—Tendremos que posponer la reunión para mañana… Me… surgió algo, así que lamento que hayan venido hoy en vano. Son bienvenidos de quedarse si así lo desean para esperar a mañana —comentó tranquilamente el señor de la noche y miró directamente a Nightwing que aún desviaba su ojos hacia otro lado—. Lamento lo sucedido Dick —dijo suspirando y se encaminó hacia la salida.

 

—De-descuida. Yo entré sin golpear —comentó apenas levantando sus ojos y su rostro volvió a incendiarse.

 

Apenas retirado el señor de la noche del lugar, Jason se cruzó de brazos y miró al mayor con ojos penetrantes. Nightwing que se había quedado mirando la estela de su padre marchándose fue sorprendido por un fuerte golpe en su hombro producto del puñetazo de su hermano. Este aún se sentía furioso por quedar inmovilizado frente a la llave que le había hecho el otro.

 

—¡Ya mismo me dirás lo que has visto! —soltó decidido a obligar al que tenía enfrente a que hablara.

 

—Vi… vi a Bruce… vi a Bruce teniendo sexo con Superman —comentó sin rodeos mirándolo apenado por pronunciar esas palabras—. Cuando tú entraste afortunadamente él ya se había ido —dijo suspirando y tembló al recordar la escena—. Jamás voy a poder olvidarlo—. Sacudió su cabeza varias veces para intentar borrar la imagen que se le había quedado grabada.

 

Jason abrió grandes sus ojos incrédulo por lo que acababa de oír y apretó fuertemente sus puños.

 

—¡No lo puedo creer! ¿Mi padre y ese Alien juntos? ¡Eso es imposible! —exclamó receloso y se desplomó en uno de los sillones tratando de asimilar lo dicho por Nightwing.

 

El mayor se puso duro al ver justo donde se había sentado el menor y temblando se encaminó al sillón de enfrente sin mencionar nada al respecto mirando con aborrecimiento el lugar que tenía adelante. Red Hood se incorporó y apoyó ambos codos sobre sus rodillas y miró con ojos decididos la cara de su hermano.

 

—Tenemos que hacer algo al respecto —dijo seriamente y recordando sus armas tiradas al cesto se levantó para ir a buscarlas.

 

—¿Qué tienen que hacer? —preguntó Damian que se apareció de la nada junto con Tim ingresando tranquilamente a la habitación—. ¿Dónde está mi padre? Se suponía que nos encontraríamos aquí —dijo extrañado de ver solo a los dos muchachos en la biblioteca.

 

—Suspendió la reunión para mañana, le surgió algo —comentó el mayor y sus mejillas volvieron a tomar color.

 

—Eso es raro, estaba bastante ansioso por juntarse con todos nosotros—comentó Tim tomando asiento al lado de Grayson.

 

—¡Eso ahora no importa! Lo más importante es que sepan que Dick acaba de ver a Bruce teniendo…— y la voz de Jason es interrumpida automáticamente por la mano del mayor que se levantó de su asiento velozmente para taparle la boca y evitar que terminara la frase.

 

—¡Jason, no digas eso en voz alta, ellos aún son menores! —recriminó el mayor que retiró en seguida la mano de la boca del otro al sentir como este le daba un fuerte mordisco.

 

—Grayson, no me tomes por alguien inocente e ingenuo, aunque parezca un niño tengo de sobra conocimientos de un adulto —dijo Damian poniendo las manos en puño y apretando la mandíbula molesto.

 

—Probablemente Bruce nos quería presenta a Superman como su pareja el día de hoy —dijo Tim despreocupadamente abriendo un libro que traía en la mano—. Dick… por tu cara roja seguramente acabas de verlos justo en el acto, que desafortunado lo tuyo —acotó sin quitar la vista de la lectura y dando vuelta una hoja.

 

—¿Tú lo sabías? —preguntó sorprendido el mayor. Sabía que su hermano era muy listo pero no creía que sería tan perspicaz de descubrir algo tan importante como eso.

 

—Por supuesto —comentó levantando los ojos del libro por un instante y sonrió al verlos a todos mirándolo con asombro—. Bruce está saliendo con Superman hace tiempo.

 

—Inadmisible —replicó Damian al instante cruzándose de brazos.

 

—Si ese es el caso, nosotros no somos quienes para entrometernos en su vida —comentó Dick en un suspiro tratando de mediar por su padre.

 

—Claro que tengo derecho, soy su hijo —sentenció el pequeño Robin con firmeza—. Y hasta que no lo apruebe no voy a permitir que salga con ese Alien. No sé ustedes pero no voy a consentir que el Kryptoniano vuelva a ponerle las manos encima a mi padre.

 

—Estoy de acuerdo con la opinión del mocoso —afirmó Jason con seguridad—. Aunque mucho realmente no me importa el asunto, yo lo apoyo. Además… no me fío de Superman.

 

—¿Qué estás diciendo Jason? ¡No lo alientes! Tú a penas conoces a Superman, no puedes hablar así de él. Además si Bruce es su pareja y confía en él, no tenemos porque desconfiar nosotros —dijo Dick y al instante miró a Red Robin buscando apoyo—. Tim, tú que eres el más lógico de nosotros cuatro, ayúdame —pidió con mirada angustiada solicitando refuerzo.

 

—Tienes razón —dijo el muchacho con seriedad y el rostro del mayor se iluminó contento de saber que tenía al joven de su lado—. Debemos saber las intenciones del hombre de acero antes de dejarlos continuar.

 

La cara de Dick se frunció de decepción al instante y bufó cansado de tratar de hacerles entrar en razón a sus hermanos. Luego sonrió dulcemente y se sumó a la charla animada sobre el plan de batalla que estaban ideando y que había comenzado segundos atrás.

 

 

 

Mansión Wayne. Estudio.

 

 

Bruce al salir de la biblioteca se encaminó al estudio sabiendo que el reportero estaría cerca dando vueltas esperando a que él estuviera solo. En cuanto se acercó a una venta y la abrió el héroe de traje azul se hizo presente y descendió con cara afligida en la habitación.

 

—¡Lo siento Bruce! ¡Qué vergüenza! Lo primero que atiné a hacer fue salir volando desesperado del lugar —dijo repentinamente apenado Clark después de lo sucedido minutos atrás.

 

—No es culpa de nadie Clark, no imaginábamos que se aparecerían tan temprano —comentó cerrando sus ojos sabiendo lo que estaba sucediendo en la biblioteca en ese mismo momento.

 

—¡Tus hijos me van a odiar! ¡Ya deben saber todo! —acotó nervioso caminando de un lado a otro logrando irritar al señor de la noche.

 

Bruce lo observó por un rato creyendo que el súper hombre se calmaría de un segundo a otro, pero viendo que solo iba murmurando cosas para sí y que cada vez se iba poniendo más nervioso lo tomó del brazo abruptamente para darle un sorpresivo beso y así lograr callarlo y detener su alterado caminar.

 

—¡Ya cálmate Clark! —dijo apenas se separó de sus labios—. Mañana cuando se enfríe la situación te presentaré como mi pareja como corresponde frente a mis hijos y verás que no hay nada de qué preocuparse.

 

Kal-El sonrió dulcemente y se acercó nuevamente a la boca del mayor con intenciones de volver a besarlo pero detuvo su accionar al sentir la puerta abrirse salvajemente. Damian se había hecho presente y miró para todos lados dentro de la habitación buscando señales del Kryptoniano, pero este se había marchado a una velocidad indescriptible siendo imposible de ser captado por el ojo humano.

 

—Hola Damian, ¿qué sucede? —preguntó Bruce y se asombró de verlo con una caja bajo el brazo.

 

El pequeño se acercó con ojos entrecerrados porque estaba seguro de haber oído algo y sin mencionar nada al respecto apoyó la caja sobre el escritorio que estaba en frente de su padre.

 

—Juguemos al ajedrez —espetó seriamente mientras se sentaba en una silla.

 

Bruce alzó una ceja incrédulo y no pudo evitar levantar la comisura de su labio en una leve sonrisa. En todo este tiempo en que Damian había convivido con él, jamás se le había acercado para pedirle jugar a algo, a pesar de la edad del pequeño. Le resultaba divertida la proposición porque intuía por donde venía la mano.

 

—Es extraño viniendo de tu parte el querer jugar conmigo Damian —comentó tranquilamente el señor de la noche mientras se sentaba y lo ayudaba a armar el tablero.

 

—¿Es que acaso no puedo pasar un tiempo de caridad con mi padre? —preguntó el niño sin quitar su cara de descontento. Igual que Bruce, raramente se lo veía sonreír.

 

—Pues claro que puedes, solo me llama la atención, eso es todo —dijo divertido haciendo el primer movimiento al tener las piezas blancas.

 

 

3 Horas Después…

 

 

Tanto padre como hijo estuvieron jugando durante varias horas y la contienda estaba lejos de ser resuelta. Ambos eran excelentes jugadores que meditaban cada movimiento que hacían pensando en las próximas posibles jugadas del adversario.

Damian se había quedado mirando el tablero ya hacía más de cuarenta minutos casi sin pestañar decidiendo cual sería la próxima figura a mover y Bruce esperaba paciente a que el muchacho eligiera mientras tomaba una taza de café que Alfred le había servido. Luego, una alarma en su celular sonó quitando la concentración de ambos y el señor de la noche recordó que debía de ocuparse de ciertos asuntos como Bruce Wayne. Mirando la hora bufó frustrado, ya no le quedaba mucho tiempo.

 

—Damian, debo ir a la ciudad, tengo cosas que resolver en Wayne Industries, ¿qué te parece si lo dejamos en un empate? —preguntó cansado al ver la cara indecisa del muchacho que probablemente pretendía analizar su jugada un rato largo antes de decidir qué hacer.

 

—Si abandonas la partida… pierdes —soltó luego de unos segundos sin apartar la vista del tablero.

 

—Está bien, lo siento, lamento el tener que marcharme así. Hay una reunión a la cual no puedo faltar —dijo levantándose de su asiento y el muchacho lo miró unos segundos para al fin realizar el tan esperado movimiento.

 

—Entonces gano yo —comentó tumbando el rey del millonario y luego se dispuso a guardar el juego. Damian hizo unos segundos de silencio pensando y luego un poco dudoso acotó: —Padre… se supone que teníamos una reunión nosotros pero en vez de eso preferiste perder el tiempo conmigo por más de tres horas. ¿De que querías hablarnos?  —preguntó Robin repentinamente y miró a los ojos del playboy de manera fría.

 

Bruce solo sonrió y apoyó su mano en el hombro del niño con cariño.

 

—Te prometo que lo sabrás mañana Damian, necesito que alguien más esté presente para poder darles la noticia a todos—. Dio un suave apretó y luego se alejó del niño—. Juguemos nuevamente en otra oportunidad —acotó con sonrisa divertida antes de salir por la puerta.

 

Robin no dijo nada al respecto y continuó guardando las piezas en silencio. Luego al ver que su padre se había marchado, tomó su comunicador y raspó sobre este dos veces para inmediatamente volverlo a guardar en su bolsillo. Con el juego bajo el brazo chistó frustrado y se encaminó para salir del lugar con una nueva idea rondándole la cabeza. Debía ocuparse él mismo si quería resolver el problema.

Notas finales:

Y? que les pareció? Yo me divertí mucho escribiéndolo, el próximo capítulo tendrá el cierre jeje. Espero oír sus comentarios XD

Para los que me leen por primera vez los invito a ver mis otros fics: Quiero ser tu Apoyo y 50 Sombras de Wayne que también son de estas parejitas.

Espero que les haya gustado y nos leeremos por ahí! Byes!!!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).