Fanfiction original por Syry
One-Shot
TODO ES PRODUCTO DE MÍ ¿MAQUIAVÉLICA? MENTE, PERSONAJES Y SITUACIONES. CUALQUIER PARECIDO A LA REALIDAD ES PURA COINCIDENCIA. NO COPIES, TEN ALGO DE AMOR PROPIO!!!! TODOS CONTRA EL PLAGIO!!!! CAMPAÑA POR KATRINNA LE FAY A LA CUAL ME ADHIERO TAMBIEN *^^*
Pequeña nota: las palabras en cursiva, son expresiones que se usan aquí, abajo pondré una traducción por si las dudas ^^
Había una vez, dos chicos muy guapos y atractivos, los cuales eran los mejores amigos. Eran como hermanos, por lo que nadie jamás, ni siquiera ellos mismos, se preguntó el porqué incluso, a pesar de contar con ya dieciséis años, dormían en la misma habitación. Era algo tan sumamente habitual, que llegó a ser normal.
Mark era alto, moreno, de pelo negro como sus ojos, tan oscuros como la noche. De cuerpo moldeado, con un trasero respingón y redondo, aunque firme. Labios carnosos y gruesos. Lo que más llamaba la atención de él eran las negras y tupidas pestañas negras, las cuales eran la envidia de muchas.
Leo era ligeramente más bajito, de pelo color chocolate con leche y de ojos pardos. Con un cuerpo contorneado, anchos y musculosos hombros, piel morena y fibrosa. Los labios muy gruesos y la boca bastante grande. Sus rasgos aún eran muy infantiles, los cuales le daban un aire inocente por demás sensual.
Ellos eran los mejores amigos. Eran casi como hermanos. Siempre estaban juntos. Siempre eran Leo y Mark. Siempre dos niños que fueron creciendo. Juntos. Hasta que una noche, una simple y habitual noche, un pequeño ‘desliz’, cambió el rumbo de su historia.
Viernes, 19 de julio de 2006, 20:36 p.m.
Habitación de Leo.
-¡he! ¡Mark!-susurró Leo en mitad de la oscuridad de la habitación
-dime pesao,[1] ¿qué quieres?
-tio, que son las ocho y media de la noche nada más
-¿y?
-que no tengo ni pizquita de sueño
-pues habla
-pa’ que [2] si no me vas a oír
-te prometo que no me duermo
Mark se incorporó ligeramente en la cama complementaria en la cual estaba acostado, al lado de la cama nido de su mejor amigo, para poder oírlo mejor, y de paso no quedarse torrao [3]
-verás, tio, últimamente no ligo
-¿y a mí que me cuentas? Yo estoy to picao [4] por Susana, lo sabes
-ya, ¿y que con eso? Lo que quiero decir es que este viernes deberíamos salir de copas, a ver si pillamos a un par de pivones [5], porque Eva no me hace ni puñetero caso
-paso, si de todos modos yo no ligo ni pa’ tiros [6] el que ligas eres tú
-pues no será con quien quiero. Además, el guapo y ligón eres tú
-lo que digas lo que digas
-tio... ¡déjame cojerte la mollita![ 7] -le dijo Leo a Mark, agarrandole un diminuto michelin que sobresalía de la camiseta, consciente de las cosquillas que eso provocaba a su amigo
-¡no! ¡Quieto! ¡Déjame en paz!-dijo entre risas y jadeos el chico de ojos negros
-jajaja, ¡sufre pecadorrrrr de la pradrera...[8]
-¡eres jajaja pésimo jajaja!-dijo nuevamente entre risas el moreno, empujando con sus pies el cuerpo de su amigo, alejándolo así de su persona
-¡mira como me has dejado, jajaja!-dijo Leo encendiendo la luz. Estaba con el culo en pompa, la cara en un ángulo muy propicio por el que coger tortícolis y las manos debajo de su cuerpo
-jajaja, ¡eso por jugar con mi michelin! –gritó divertido Mark. Leo volvió a apagar la luz, a la vez que se lanzaba sobre su amigo
-¡ya veras mal parido, voy ha hacer que te arrepientas!-se sentó a horcajadas sobre el de ojos noche y le sujetó las manos por encima de la cabeza-mmm, a ver... ¿te hago cosquillas o te pego una leche?[9]
-¡suéltame!-dijo Mark, sin poder evitar reírse por la situación
-¡no! ¡Lo decidí! ¡Te mataré a cosquillas!-dicho y echo, sujetó las muñecas de su amigo con una sola mano mientras que con la otra atacaba a su amigo, todo sin dejar de reír
-jajaja, ¡pa-para! Jajaja-Leo le hizo caso, parando el ataque. Y más tarde, cuando el relax invadiera sus cuerpos se arrepentirían.
Quietos, uno sobre otro, con las mejillas sonrosadas, la suave luz de la luna y las farolas de la calle, las respiraciones agitadas y las hormonas a mil. Eso era lo que se veía en el dormitorio. Ambos muchachos, sin tomar en cuenta lo que hacían, sin preguntar como, cuando, o porqué, se acercaron, como si de imanes se tratasen, besándose primero tentativamente, devorándose después.
Leo soltó las manos de Mark, para acariciar de manera dulce, como venerando el cuerpo de su amigo, toda la extensión del torso. Bajó lentamente, acariciando con sus manos el contorneado torso de su amigo por sobre la camiseta de ‘sprite’. Al llegar al borde de la camiseta, se la subió lentamente, tocando suavemente con las yemas de sus dedos, la caliente piel.
Con parsimonia la sacó por su cabeza, separándose pese a su disconformidad de los labios de su amigo. Cuando lo observó sin camiseta, su creciente erección se alzó un poco más, orgullosa, en sus pantalones. No pudo esperar un solo minuto más para volver a posesionarse de los rojizos labios de su amigo.
Mark, arto de su pasividad, giró sobre sí mismo sin dejar de besar a su amigo, repitiendo lo hecho por su amigo, pero con mayor rapidez, y no rozando solo con las yemas, sino que le acariciaba con toda la palma, palpando todo lo que era capaz de abarcar su suave mano.
Seguían sin pensar en las consecuencias, sólo sentían.
Sólo sentir.
Mark, mirando a los ojos a Leo en todo momento, comenzó a descender por el cuerpo del ojipardo, besando y lamiendo, chupando, mordiendo y succionando. Prestó real atención, a esas pequeñas protuberancias rosadas, esos pequeños pezones que se alzaban erectos por la excitación y el continuado toque de las expertas y dulces manos del pelinegro.
Siguió bajando... hasta que el borde del pantalón le interrumpió el paso. Alzando de nuevo la mirada, pidió un mudo permiso. Su respuesta fue el arqueamiento de espalda que hizo leo, plantando su miembro casi a la altura de la boca de su amigo.
Sin dudar, el chico moreno bajó lentamente el pantaloncillo corto de algodón que cubría lo que ansiaba. Al bajarlo descubrió, con agradable sorpresa, que no llevaba nada más, y que sus caricias habían tenido un gran efecto en su... ¿cómo llamarlo ahora?
Miró hipnotizado la larga y ancha extensión de carne palpitante que se presentaba ante su mirada, alzado y orgulloso, caliente y necesitado. Quizás sin pensar, o tal vez haciéndolo más que nunca, tomó ese pedazo anhelado en su mano, permitiéndose depositar pequeños besos en la punta, arrancando profundo y audibles gemidos en Leo.
Leo estaba ido, sumido en un creciente y enloquecedor placer, que le nublaba la mente y los sentidos. Agarró los negros cabellos de Mark, tirando de él, empujándolo con lujuria contra su miembro, queriéndose hundir en él, queriendo sentir más, mucho más.
Cuando estaba cerca de correrse el pelinegro se apartó. Con una sonrisa lobuna se quitó el boxer con el que dormía, mostrando una gran erección. ¿hablar? ¿preguntar quien sería dominado? No hacía falta. Se conocían, una mirada no más, y Mark ya sabía que Leo sería el dominado.
Y eso acentuaba su deseo.
Subió gatunamente de nuevo marcando con más besos el cuerpo de su Leo, hasta llegar a sus labios, que volvió a devorar con ansias. Condujo uno de sus dedos a la diminuta entrada de Leo, tanteando alrededor del círculo de carne primero, presionando ligeramente después.
Leo gemía de anticipación dentro del beso, beso que se rompió cuando el castaño gritó, mezcla dolor y placer, ante la intrusión completa del primer dedo. Al fin y al cabo era su primera vez. Mark comenzó a acariciar suavemente el miembro ajeno, para mitigar el dolor, consiguiendo que los gemidos de Leo fuesen de placer.
Poco a poco, con cuidado y entre besos y caricias, Mark preparó a Leo, con un dedo primero, dos luego y por último tres. Cuando Leo ya no aguantaba más, y Mark dudaba de su autocontrol, este último comenzó a penetrar a su Leo, poco a poco.
Leo se agarraba a la espalda de Mark, arañándolo, mordiendo también su hombro, conteniendo las ganas de gritar de dolor. Cuando estuvo todo dentro, ambos se detuvieron completamente, esperando a que la sensación de dolor de Leo acabase.
Leo comenzó a empujar hacia abajo sus caderas, indicando así que se podían comenzar a mover. Empezaron con un ritmo lento, acompasado, también un poco tentativo, pues se estaban guiando mediante instintos. Cuando el extasis estaba próximo, el ritmo se volvió más frenético, más placentero, con embates erráticos y profundos.
Con un grito de placer al unísono, la locura se vio culminada. Mark cayó sobre Leo, tratando de acompasar su respiración. Cuando lo logró al menos un poco, salió del interior de su... ¿amigo?
Fue entonces cuando ambos se miraron, dudosos, confusos, cansados y sí, arrepentidos.
Cada cual estaba ya enamorado. Eran amigos. Eran heteros. Lo que acababa de suceder era... sólo... sólo un desliz. Con una mirada más de mutuo acuerdo, se vistieron, cambiaron las sabanas y se acurrucaron a dormir, decidiendo olvidar todo lo recién sucedido
FIN
diccionario:
*1--pesado, molesto, cargante ^^ que es muy cargante
*2--para que atrofiado xD
*3--dormido^^
*4-- enamorado a lo chico-murciano xD
*5--muy guapas, atractivas, 90-60-90
*6--una expresión, que haga lo que haga, no liga ^^
*7--pues esas carnecillas que nos sale a tod@s en la barriga xD
*8--un chiste malo, una imitación a chiquito de la calzada ^^
*9--un guantazo, puñetazo ^^
si tienen mas dudas pregunten
¡¡y dejen rr!!