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Separados y juntos en el universo por RyoMoon

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Notas del fanfic:

Este fic es un poco fantasioso, he agregado algo a la forma de ser narrado, para que lo disfruten más y puedan notar las diferencias, aunque hay un problemita que espero no les moleste, y es que ire al pasado y al presente.


Separados en el universo es el nombre original de la obra, pertenece a R.Campos (en esta vez pongo mis inicales), les ruego no copien, no deformen ni sustraigan la idea del fic, confio en ustedes

Notas del capitulo:

Hola a todas, espero que lo disfruten, aunque en este fic, tendré que publicar sólo una vez a la quincena o a la semana, dependiendo de como esten mis actividades.


Diamond no ace le pertenece a Yuji Terajima

Hace más de 300 siglos ya, existieron dos familias que dejaron sus huellas en la sangre de dos humanos, convertidos en hombres, destinados a ser separados por toda la eternidad, y a no encontrarse nunca en el tiempo, sin embargo hoy se reunirán, porque el destino decidió vanidosamente volver a unirlos en la sangre.


-Yo conjuro a estos niños, en la eternidad nunca se verán, desaparecerán si alguna coincidencia intenta parecer y se mantendrán separados como líneas paralelas, perderán su fuerza el uno por el otro y dormitarán como simples mortales, que su sangre pese aún en la más intensa desesperación-


Sawamura Eijun es un chico bastante normal, con una sonrisa hermosa y resplandeciente, de hermosos rasgos, su cabellera un tanto corta, le cubre parte de la frente, castaña oscura, complexión delgada, y figura ligeramente marcada, tendría comparación a los hijos de Afrodita, sus ojos hacen juego con su piel tenuemente apiñonada, este físico parece atraer a cualquier criatura viva, su aspecto delicado, impulsa el que cualquiera que lo vea, lo ame e intente protegerlo, aun así…


Miyuki Kazuya es un joven inteligente, de ojos castaño oscuro, que con el sol parecen otoño, los oculta muy bien bajo sus lentes, de cabellera un poco más larga que la que comúnmente lucen los hombres en la normalidad, su piel es como la leche apenas tocada por el café, de aspecto maduro y calmado, es violento cuando quiere, él es…


Ambos hicieron exámenes en una escuela de Tokyo, habían sido aceptados en la misma, una escuela normal, sin ninguna especialidad, nivel superior o taller importante, y el día de su ingreso fueron asignados a la misma clase <<por simple casualidad>>.


“Las coincidencias no existen, sólo existe el destino”


El sonido del timbre que indicaba el inicio del ciclo escolar, se escuchaba desde la puerta de entrada, hasta el último rincón de la escuela; los alumnos entraban a los salones, algunos se miraban y se reconocían, se llamaban, hablaban, sonreían y contaban algunas anécdotas esperando que entrara la profesora de la clase.


-Chicos, comencemos con las presentaciones, dirán su nombre, edad y lo que les gusta- “¡Qué bien! ¡Me ha tocado el alumno que dio el discurso de bienvenida!”


El pequeño sentado en la esquina superior derecha se levantó de su asiento y se acercó al frente del pizarrón “Qué tierno”, “Parece un ángel”, “Es hermoso”, “Decirle guapo es una ofensa” estas frases se escuchaban por todo el salón, él único que no prestaba atención era Miyuki.


-Mi nombre es Sawamura Eijun, tengo 15 años, me gusta el anime, no me gusta que la gente sea arrogante o creída-


“Es raro… que le gusté el anime” y otro pensaba “Me da igual lo que te guste o no, y como te llames”, “Es muy animoso”, “Habla muy fuerte”, “Espero que seamos buenos amigos”, “Es la clase de persona que me gustaría evitar”, “Exigente, pero amable”, “Me desagrada, su actitud deja mucho que pensar, no me hables nunca”.


-Gracias Sawamura, ya puedes ir a tu lugar, el que sigue- las palabras sonaban <<en falso>> para los oídos de Miyuki, todo lo que escuchaba, no le importaba, pero de todos, sólo existía una persona a la que no soportaba, Sawamura Eijun.


-Pasa, sólo quedas tú- la profesora mencionó viendo al alumno de la última fila sentado en la esquina izquierda inferior, y lo veía levantase con cierta elegancia poco conocida en los estudiantes de esa edad.


-Mi nombre es Miyuki Kazuya, tengo 16 años, me gusta leer y detesto el ruido-


El público tragó en seco cuando lo escucharon, era demasiado directo al decirlo, pero… “Parece que es conservador”, “No me prestaba atención cuando pasé, fastidioso lo describe bien”, “¿acaso reprobó algún ciclo escolar?”, “es mayor que yo, quizá reprobó”, “tiene muy claros sus pensamientos”, “Es un grosero”, “Es muy guapo”, “Es horrible”.


El joven caminó sin voltear a ver a nadie, mientras la profesora trataba de jalar aire, pues el joven tenía un aire <<un poco>> intenso, pesé a todo, sus palabras las dijo con una sonrisa sínica, que hizo que las chicas del salón babearan por él.


“Es sofocante su presencia, no sé si podré manejarlo, sonríe y todo, pero sigue siendo <<bastante>> fuerte su forma de hablar” –gracias por presentarte, puedes sentarte ya Miyuki-san-


Sin quererlo, la profesora se había dirigido a él como si fuera alguien muy importante, <<después de todo>> se había visto afectada por su presentación.


Antes de entrar a las filas, miró detenidamente a Sawamura y le contestó <<como si hubiera leído sus pensamientos>> -ah, sólo por aclarar, no reprobé ningún ciclo, tuve un accidente y estuve en coma 1 año, no me comparen con esas “cosas”-


“Arrogante”


-Tú lo eres más-


Nadie sabía por qué Miyuki había dicho esas palabras, parecía haber respondido a alguna acusación, y miraron a Eijun que parecía <<un poco>> molesto por la respuesta “¿Acaso adivinaba o leía sus pensamientos?”.


Ese día se quedaron sorprendidos por la situación a la que se habían enfrentado desde la primera clase esos dos, parecía que se odiarían para siempre, y que estaban destinados a no dejarse someter el uno por el otro.


Los días avanzaron rápidamente, y efectivamente, ninguno de los dos se soportaba, las chicas <<literalmente>> estaban embobadas por ambos, siempre estaban alejados lo más posible <<aunque siempre se veían>>, ambos populares, ambos guapos o hermosos, ambos con una enorme sonrisa en el rostro, pero uno el más inteligente y el otro el más idiota, uno el más inocente y el otro el más perverso, y así existían sus diferencias <<y similitudes>>.


La profesora estaba cansada de verlos discutir en silencio, o con miradas de odio lanzadas de un lado al otro, de que no se entendieran y se comportarán de forma infantil, los soportó por casi 1 año, por lo que decidió ponerle un alto a la situación.


-Yo sé que prometí que los dejaría hacer sus equipos como quisieran, pero esta vez los asignaré como mejor me parezca- era como una tontería o locura decir que con eso haría que se llevaran mejor, pero más valía intentarlo que lamentarlo.


-profesora, eso no es justo…- las quejas se escuchaban por todo el salón, sin embargo no estaba dispuesta a cambiar de opinión <<tenía que acabar con la discusión de esos dos>>.


“El agua se mueve y la tierra la detiene”


-Sawamura y Miyuki trabajaran juntos- las expresiones de los alumnos daban a entender que sentían lastima por la profesora porque eso era IMPOSIBLE, el frío recorría sus frentes y el sudor los inundaba, el dejarlos juntos era algo… <<complicado>>.


-Eso no es justo, no quiero trabajar con alguien como él- se levantó el menor de su asiento y lo dijo con voz <<inusualmente>> más escandalosa que de costumbre, dando un golpe en su mesa.


-No está a discusión, hazlo y se terminó la queja- “No pensé que lo aceptarían como si nada, <<aunque>> tampoco esperaba que tomara esa actitud”


En cambio Miyuki, escuchó en silencio y dedujo la razón por la que la profesora había tomado aquella decisión, cerró el libro que leía calmadamente y se levantó de su asiento para ir a la mesa de Eijun <<quien no paraba de quejarse y gritar como un escandaloso loco desesperado>> mientras sus compañeros se paralizaron del miedo, pues tenía un aspecto violento, todos sabían que no debían hacer que pusiera esa expresión o lo pasarían mal, rogaban al cielo porque no hubiera sangre.


-¿Acaso no tienes orgullo?- sin pelos en la lengua <<como de costumbre>> dijo directo al corazón de Eijun para hacer que bajara su volumen. Sawamura quedó en silencio después de semejantes palabras y se dispuso a poner atención frente a la mirada penetrante de su odiado compañero.


-¿Qué dices?- soltó este <<conteniendo su ira>> manteniéndose firme, no admitiría que la actitud del contrario le daba miedo.


-Digo que no tienes orgullo, si te quejas por una tontería como esta, <<está más que claro>> no quiero trabajar con alguien tan poco inteligente como tú, <<después de todo>> siempre arruinas el buen trabajo de tus compañeros con tonterías como tu actitud infantil, <<aun así>> me abstengo de objetar, porque tengo una cosa bien clara-


-¿Cuál señor orgullo?-


-No importa con quien tenga que trabajar, eso no hará que te trate mejor o… ¿Me estás diciendo que temes doblegarte ante mí?-


-Eso nunca- era incomodo verlo tan de cerca, si no lo toleraba a distancia, pues menos tan cerca de él.


-Entonces tus palabras no me sirven, demuéstralo como se debe, jovencito sin orgullo-


Eijun <<desde siempre>> había pensado que no había nadie más fastidioso que él, porque su actitud <<siempre>> lo detenía <<o lo movía>> a placer, le molestaba tener que obedecerlo, y más en una pelea que perdió olímpicamente frente al grupo.


“La sangre llama y pesa”


Ante aquellas declaraciones, comenzaron a trabajar juntos y combinaron sus habilidades para presentar un buen trabajo, y un día antes de su presentación, ambos se vieron involucrados en algo que nunca en su vida imaginaron <<tampoco lo esperaban>>.


Después de clases Miyuki <<técnicamente>> obligó a Eijun a ir a su casa, para terminar los detalles del trabajo, <<como siempre>> quería que todo fuera perfecto y que no lo arruinaran, <<sobre todo>> teniendo en cuenta las bajas calificaciones de Sawamura.


Terminando, el reloj marcó las 6 de la tarde, no habían hablado más que para decir cosas del proyecto, y tampoco habían comido nada, ni hablado con nadie, la casa de Miyuki estaba sola.


Sawamura se levantó para salir, a lo cual el mayor por fin bajo su agresividad y lo siguió para llevarlo a la parada <<no quería que alguien dijera que no era amable con los invitados que iban a su casa>>.


“Las palabras sobran cuando existe una conexión entre dos seres”


Eijun caminaba frente a Miyuki, este le veía con sus ojos profundos y determinados, él ya se había dado cuenta que Sawamura tenía algo que a él le incomodaba, no sabía expresarlo, pero parecía que no debía acercarse mucho a él.


-¿Qué sucede megane? Me miras tanto que parece que me quieres- lo odiaba tanto que no quería pronunciar su nombre


-Hahaha, déjate de bromas- intentaba no mostrar la venita que amenazaba con salir en su frente


-¿Entonces qué es?- estaba decepcionado <<por alguna razón>> de sus palabras.


-Dime Sawamura, ¿no sientes que no debemos estar juntos?- sonaba <<inusualmente>> serio.


-Ahora que lo dices, cuando estoy contigo siento que algo me pesa y debo alejarme- le molestaba <<demasiado>> que tuvieran que trabajar juntos.


-Hahaha lo sabía- <<extrañamente>> tenía idea de que eso podría pasar.


-¿A qué viene eso?- no podía entenderlo <<no era tan inteligente como para captarlo>>


-Intentemos ver qué pasa si te doy la mano porque a mí me pasa igual-


“La luz y la oscuridad permanecen juntos y separados”


Los jóvenes se dieron la mano, y al estar juntos, la mano de Eijun comenzó a doler, tanto que el pobre no pudo hacer otra cosa más que caer arrodillado al suelo, mientras Miyuki sufría por un dolor en el pecho que le provocaba <<mucho>> sufrimiento, ¿Quién diría que ni su sangre les permitiría estar juntos?


“Las cadenas en el alma matan de dolor o de amor”

Notas finales:

¿Les gustó?

Me esforcé con las frases, espero que no hayan sido tan complicadas :D

 No sé que pasó, pero se estuvo comiendo fragmentos por completo, así que lo edité


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