La realeza siempre fue y será un símbolo de poder, valores y sobre todo de cultura, la realeza ahora en este siglo no existe y si lo hace son muy pocos solo como ejemplo de cultura y valores, pero ahora mismo deseo contar una buena historia de amor, entre dos personajes peculiares, esto ocurrió en la Europa antigua donde a un habían reinos poderosos, dichos reinos tenían todos sus herederos, asi como princesas y donceles pero donde estudiaban ellos o si en Europa en especial en Paris la ciudad del amor, hay habían dos prestigiosos castillos que eran como colegios internados de los futuros reyes y futuras reinas consortes duques, entre otros porque se dio esto para que no haya una guerra para que todos se lleven bien ese fue el fin de construir dichos palacios, asi no habría problemas, cada persona que allí estudiaba ya estaba comprometida asi que no se podía enamorar de nadie solo era educación lo que se brindaba en esos palacios ahora mismo voy a contarles la historia de esta peculiar pareja dispareja
En el reino de América del Norte se encontraban en la sala de juntas el rey regente, el futuro rey teniendo una amistosa discusión pero que prometía a más
- ¿Pero por qué me tengo que casar con ese Doncel? –era el grito del príncipe Steven, Heredero a la corona de su reino, tenía 17 años cuerpo musculoso como un adonis ojos azules como el cielo, tez blanca y con el cabello rubio corto dándole un toque de elegancia, digno de un rey
- ¡Por qué es la tradición! y todos nosotros debemos seguir con la tradición, no será la excepción contigo –respondió el rey con la voz firme no estaba dispuesto a ceder a los caprichos de su hijo
- Sé que esa es la tradición, no voy a ir en contra de ella pero porque yo no puedo escoger al doncel con el que me quiero casar –dijo Steven sentándose nuevamente y dando un sonoro suspiro
- No… desde luego que no… tu esposo fue elegido desde el momento que nació-dijo el rey mirando a su hijo quien lo miro con sorpresa- no sé qué te sorprende tu estuviste de acuerdo con la elección de él
- ¿Cómo que estuve de acuerdo yo? –Steven con cara de interrogación, preguntándose cuando conoció a su futuro esposo porque desde que él tiene memoria no conoció a nadie
- Si… es más cuando él nació fuimos desde luego a conocerlo, tú tenías apenas 3 años pero cuando viste al hermoso bebe te acercaste a él y le sonreíste coquetamente mientras le entregabas un collar en forma de estrella que tú mismo mandaste a confeccionar y él tomo tu mano antes que el collar que le ofrecías… un signo inigualable de que en el futuro se van a llevar bien –dijo el rey con una agradable sonrisa recordando el momento, cuando su hijo mostro esa hermosa sonrisa tan sincera que pocas veces deja ver, por eso quería que se casara su hijo para volver haber esa hermosa sonrisa de inocencia y amor infinito que mostro aquel día
- Mmm por que le sonreí… -susurro Steven con resignación como si eso fuera todo para saber cómo adivinos que iba amar aquel doncel y a protegerlo como a él doncel que ocupaba toda su mente en este momento, suspiro para responder a su padre algo coherente- si fuera por eso… yo debería tener mínimo 1000 espos@s, a mí me gusta sonreírle mucho a las chicas
- Bueno si… pero todas las demás no importan… cuando conociste a tu futuro esposo y le sonreíste en realidad ya tenían 3 meses comprometidos, solo se conocieron por protocolo si no te agradaba él bebe simplemente anulábamos el compromiso y buscábamos otro u otra esposa haciendo pacto con el reino talvez de América Central –respondió el rey como si fuera lo más natural del mundo
- 3 meses –susurro Steven ósea que era mayor a su futuro esposo con tres años y tres meses, suspiro una vez derrotado ya olvido las veces que suspiro en esta pequeña discusión que se llevaba a cabo con su progenitor
- Si… tenían ya 3 meses de comprometidos cuando se conocieron, debía pasar el tiempo de la cuarentena para saber si iba a vivir o no y que creciera un poquito para que no se viera tan feo –dijo el rey mientras se estremecía al solo imaginar al bebe rosado y lleno de cositas
- ¡Así que es feo! –dijo Steven mientras se ponía de pie y caminaba como león enjaulado encima que se entera que no puede robarse a su chico ahora se entera que su prometido es feo
- No… desde luego que no… todas los donceles son de una belleza exquisita, todos son encantadores… aunque al nacer… bueno normalmente los bebés son muy feos –rey con cara de horror y mirando la sorpresa de su hijo ante su verdad
- mmm yo he visto a muchos bebés y no los he visto feos –Steven mientras se detenía y miraba hacia la ventana donde se observa un hermoso jardín de diferente rosas con un largo camino para caminar y que pasee su futuro esposo, él se había encargado del diseño y el tipo de rosas en medio de todo el hermoso jardín se observaba una hermosa fuente en medio de esta estaba una hermosa hada tocando el arpa
- porque normalmente las madres los sacan de sus casas después de los 2 meses que ya no están tan feos –dijo el rey mientras suspiraba la discusión él la tenía ganada miro a su hijo este lucia realmente triste y nostálgico quizá solo quizá desearía enfrentar al reino contrario para romper el compromiso de su hijo si este no gustaba del doncel que se le escogió talvez desearía enfrentar una guerra con el reino vecino con tal de verle feliz a su hijo, suspiro cansado el solo quería nietos- Bueno eso no importa… lo importante aquí es que tienes que ir a recoger al doncel porque en unas semanas más es la boda y claro no puede haber boda sin que estén los novios o ¿me equivoco? –dijo el rey mirando a su hijo quien no le regresa a ver ni un solo instantes, observa como su hijo suspira y sonríe
- O sea que tengo esa opción de no llegar y ¿así no casarme? –respondió Steven con una sonrisa de esperanza
- No eso no trato de decir- suspiro cansado realmente esto estaba cansado dejo de atender sus asuntos reales a petición de su hijo quien deseaba hablar ahora tenía trabajo acumulado y su querido hijo no le estaba facilitando el trabajo- mira hijo hay que hacer las cosas bien… pero aun aunque tú no estés presente yo puedo celebrar el matrimonio sin que estén ninguno de los dos
- ¿Qué?
- En realidad desde que se comprometieron se puede decir que ya son esposos y la boda solo es trámite para que vivan juntos… pero si quieres estar con él desde que lo veas… pues adelante… él es tuyo –dijo el rey mientras miraba a su hijo y procedió a ponerse de pie no quería seguir en esta discusión absurda después de todo él era el rey y tenía asuntos que atender
- Ese no es el problema… ¿qué pasa si no me gusta ese doncel? –dijo Steven deteniendo al caminar de su padre, sabía que su padre luego de esto tendría algunos deberes extra pero pocas veces lograba tener toda la atención de su padre puesta en él
- Bueno… existe esa posibilidad pero te guste o no él es tu prometido… además que como es una tradición… bueno… ¿cómo podré decirte? –dijo el rey rascándose la nuca mientras se relajaba esto no quería decirle a su hijo pero no tenía otra alternativa
- Decirme ¿qué? –respondió Steven con su rostro con una gran interrogante
- Como es una tradición milenaria… pues el rey solo está obligado a traer a un heredero a la corona y puedes tener cuantas amantes quieras tener… no es mal visto –dijo el rey mientras suspiraba y miraba el rostro de asombro de su hijo y suspiro sabiendo la siguiente pregunta de su hijo
- …….. –Steven miro a su padre luego miro la ventana luego a su padre luego la ventana y quedo fija su mirada allí sin procesar todavía lo que estaba escuchando, y los pensamientos surcaron su mente Si era algo que había oído de los demás, de sus compañeros, en pláticas sobre mujeres, donceles y de que él tenía la mejor suerte del mundo por que como iba a ser el rey… pues podía tener a todas las mujeres y donceles de su reino si así lo quería. ¿Aunque escucharlo del propio rey? nunca lo pensó, aunque él solo quería a un doncel en particular, uno que conoció desde pequeño. Mmm si era cierto eso que podía tener a todos los donceles que quisiera a lo mejor podía tener también a ese hermoso chico de belleza exótica que conocía.Si se casaría y cumpliría con su deber de rey, pero también podía tener a ese chico del que estaba enamorado, si efectivamente estaba enamorado de este príncipe desde hace muchos años.- ¿Entonces me estás diciendo que me case con mi prometido y a las vez puedo tener al chico del que estoy enamorado? –dijo Steven emocionado mirando a su padre con esa sonrisa que deja cautivado a cualquiera y su padre sonríe no sería tan malo después de todo que su hijo sea el primer rey en tener un amante en palacio para siempre, el también lo tuvo pero fue bien breve
- Pues si hijo puedes tenerlo, es más puede vivir contigo en palacio, los reyes pueden dormir en habitaciones separadas en alas separadas para no tener ningún problema… así si él también tiene sus amantes nadie le puede decir nada –dijo el rey caminando hacia el exterior y preparándose para sus deberes reales quería ver a su reina cuanto antes
- Pero tu duermes con mi madre –dijo Steven mirando a su padre quien se detuvo y lo regreso a ver con esa sonrisa que decía que esperaba esa pregunta desde el principio
- Bueno… también cuando tu abuelo me dijo que ya era hora de que me casara… desde luego que proteste… había un chico que me gustaba muchísimo, según yo no había nadie más hermoso que ese chico en toda la tierra… también como tú, no estaba de acuerdo con la boda, pero nada más vi a tu madre… que belleza, en realidad ya la había visto en ocasiones anteriores, aunque como sabes es poco lo que puedes platicar en esas reuniones y en un principio tuve de amante a este chico que te platico pero tu madre me logro conquistar… termine con esa relación y ya vez dormimos juntos casi desde un principio –dijo el rey con una hermosa sonrisa de enamorado al recordar como su amada reina que por cierto no la había visto esta mañana desdés el desayuno, lo enamoro con esos pequeños detalles, debía preguntarle quien le dijo tantas cosas de él porque había cosas que ella hacía ya con premeditación
- ¿Que me quieres decir? –dijo Steven mirando a su padre quien lentamente camino hacia su hijo y miro el ventanal esta charle se había alargado más de lo previsto
- Bueno hijo si realmente estas enamorado de este chico pues lo puedes traer a palacio, nadie te va a decir nada, si quieres te puedo acompañar a traerlo… sus padres se van a sentir orgullosos de que el príncipe a la corona y el rey se fijaran en su hijo –dijo el rey mientras ponía una mano ene le hombre de su hijo quien lo miro como si tuviera otro ojo
- ¿En serió? ¿Me puedes acompañar a ir por él? –dijo Steven mirándolo dudoso
- Desde luego hijo ¿en qué parte del reino vive? –dijo el rey antes de ir por el pequeño doncel a Paris irían por el doncel que su hijo estaba enamorado
- Bueno… en realidad no vive aquí en el reino… más bien vive en Paris –dijo Steven ilusionado ya quería tener a su amado Doncel en sus brazos
- Habiendo tantas donceles bonitos aquí en el reino ¿tenías que fijarte en uno de Paris? –dijo el rey con una sonrisa, su hijo era una cajita de sorpresas volvió a caminar hacia la salida- bueno entonces lo traeremos igual que tu prometido y talvez se hagan amigos
- mmm si… a decir verdad del palacio donde viven los donceles y princesas – dijo Steven mirando la reacción de su padre quien paro su caminar y lo regreso haber furioso
- Estas loco… quizás te pueda conseguir a todos los donceles del planeta… pero de los donceles del palacio… a ninguno… ellos se destacan por su rectitud y por ser virtuosos… tratar de traer a cualquiera de los donceles sin promesa de matrimonio es faltarle al respeto a toda Paris… que digo Paris, a todos los reinos y tener hasta un conflicto internacional… todas las princesas y donceles desde que nacen ya están comprometidos… ¡NO TE PUEDES FIJAR EN NINGUNA DE ELL@S!–termino gritando el rey furiosos es que su hijo lo iba a matar de un infarto, decirle semejante cosa
- ¿En ninguno? –dijo Steven susurrando temía por su seguridad al ver el rostro enojado de su padre
- Solo en tu prometido–dijo rey en un suspiro ahora si necesitaba ver a su reina quería sonreírle a ella y que con su voz le quitara todo el peso de encima que le estaba causando esta discusión con su hijo
- Pero ustedes tienen la culpa… por más que quisiéramos saber quiénes eran nuestras prometid@s… nunca nadie nos dio esa información… así quizás nos podíamos acostumbrar a la persona con la que tendríamos que casarnos, para no enamorarnos erróneamente de otras personas
- Antes se hacía así… pero cuando hubo un suicidio se dejó de hacerlo… se pensó que lo más conveniente era mantener en secreto quienes eran los prometidos para que así por lo menos estuvieran más grandes para aceptar su destino –dijo el rey resignado mientras volvió a caminar hacia la salida
- padre podrías contarle del suicido nadie nos comentó eso, como paso eso
- …-el rey paro su caminar y mira a su hijo quien le ponía toda la atención- había una pareja que desde chicos peleaban mucho y cuando se enteraron que se tenían que llevar mejor porque eran prometidos… la princesa no soporto la idea y prefirió suicidarse… por eso son solo algunos pocos los que saben quiénes se van a casar con quienes creo que solo dos personas de todo el castillo saben quiénes son… a decir verdad te puedo decir que su nombre es Anthony Stark… pero si lo veo no creo reconocerlo por que como les cambian los nombres para ocultar toda su identidad a ustedes también les cambian los nombres o ¿no? –dijo el rey mientras regresaba a su asiento por hoy olvidaría sus deberes su hijo era la prioridad en estos momentos
- Si –susurro Steven mientras caminaba y se sentaba la derecha de su padre
- En realidad es para proteger su identidad y que no corran el riesgo de querer hacer una tontería… todas ellos y ellas ya saben que están comprometid@s y que quizás su futuro marido este entre los jóvenes que a veces acuden al castillos a las reuniones que se dan… pero también puede que nunca valla, no sé si te has fijado que en todas las reuniones siempre hay más princesas y principes que prometidos y es porque hay países lejanos en donde también se han pedido espos@s pero por la distancia simplemente no pueden venir a verl@s, algún día vendrán también esos pretendientes por ell@s y si te das cuenta, al castillo solo pueden entrar los futuros esposos de las princesas y casi nadie más –dijo el rey calmado ya se resignó su hijo quería conversar y debían hacerlo no siempre podría tener esta charla con su hijo
- Entonces ¿él está comprometido? –dijo Steven mientras inclinaba la mirada y sintió que su pecho se contrajo de dolor, después de todo él nunca le correspondió a sus sentimientos
- Me temo que si ¿no te lo ha dicho? –dijo el rey mientras miraba a su pequeño le acaricio el cabello en señal de consolación
- Pues si… aunque… no le creí –dijo Steven mientras sentía que sus ojos ardían quería llorar
- Así es el amor… no hace caso de lo obvio –dijo el rey para suspirar derrotado- Lo siento hijo, tendrás que resignarte… quizás te puedas enamorar de tu prometido como lo hice yo… o conseguirte algún amante… aunque no hay que perder la esperanza… puede que sea tu mismo prometido –rey
- Puede ser –sonrío Steven con esperanzas renovada
-el rey suspiro hondamente- Para que te engaño hijo… a tu abuelo le paso algo por el estilo… pero no… se casó con su prometida y cuando volvió a ver a la princesa de la que se había enamorado… bueno ya estaba casada con un duque… no te debes de fijar en ninguna de las princesas por muy bonitas que estén – dijo el rey mientras sonreía al ver el brillo en los ojos de su hijo
- Si… me lo advirtieron… pero ya era demasiado tarde cuando me lo dijeron –susurro Steven para mirar hacia las rosas que decoraban la mesa
- ¿No se supone que te dicen todo eso antes de ir a la primer visita al castillo? –dijo el Rey confundido por el comportamiento de su hijo
- A la primer visita oficial si… pero yo ya había ido varias veces acompañando a mi primo Thor… y cuando me di cuenta ya me había enamorado del niño más encantador de todo el castillo –dijo Steven con la voz enternecida recordando a su pequeño y exótico doncel
- ¿Es mayor que tú? Por qué si fuiste a una visita con tú primo Thor, mínimo debe tener tu edad – pregunto el rey con la duda palpable
- En realidad no… es más chico que yo… y no estaba en la reunión, pero desde que lo vi me pareció una criatura encantadora y sobre todo exótica y sexi –Sonrío Steven recordando