Jamás besado.
I don’t understand, don’t get upset I’m not with you
We’re swimming around, it’s all I do when I’m with you.
Instant Crush- Daft Punk
-No puedo creer lo que estoy escuchando…- se quejó Nami, completamente frustrada en su tercer intento de volver a dormir aquella noche, habían anclado hacía unas cuantas horas pero sus nakamas no tenían intención de descansar pese a sus recomendaciones de dormir unas cuantas horas pues se acercaban a territorio desconocido, pero no, los chicos debían desvelarse hablando idioteces como siempre.
“-Nee, nee, Sanji ¿has dado tu primer beso ya?-“ se escuchaba la vocecita de Chopper.
“Por supuesto mi querido Chopper…a mis tiernos y dulces 15 años, una bella dama unos años mayor que yo y que conocí en el Baratie me robó mi primer beso y además me mostró los artes amatorios justo en su embarcación y...”
“Solo preguntaron por un beso, hentai*. No escuches lo demás, Chopper” se escuchó la voz molesta del espadachín del grupo.
“Maldito marimo, ¡nadie está hablando contigo!”
“Me importa una mierda, ¡nadie te cree un carajo acerca de eso cocinero!”
“¿Quieres pelea cabeza de musgo?”
“Nee, nee, chicos, paren...” Chopper intentó calmar los ánimos.
“Quizás Zoro tenga razón y Sanji esté alardeando de más...” Reflexionó Ussop mientras miraba a su capitán asintiendo seriamente a su lado.
“Shishishi...-rio bajito el azabache-¡Se supone que el mentiroso es Ussop!”
“¡Basta! ¡No estoy mintiendo! Apuesto a que todos ustedes ni siquiera han dado su primer beso” se defendió el rubio
Luffy y Ussop aceptaron con la cabeza haber dado ya un primer beso, mientras Zoro –y un tímido Chopper- negaban meneando la cabeza ambos lados.
“¡¿QUÉEEEEEEE!? ¡ZORO JAMÁS HA SIDO BESADO!” gritaron al unísono el cocinero, el capitán, el mentiroso y el pequeño renito.
“¿Cómo es posible que incluso Ussop haya dado su primer beso y tú no, marimo...?”
“Es normal, bola de pervertidos. Yo quiero ser el mejor espadachín del mundo, no tengo tiempo para pensar en esas estupid...-
“¡Jamás has sido besado” Gritó el rubio, golpeando la cubierta con un puño, aguantando la risa ¡Nunca, nunca, espadachín mierdoso!”
“JAJAJAJAJAJA!” rieron todos, ante los gestos burlones que el cocinero le hacía al peliverde, que estaba rojo de la vergüenza.
“¡CALLENSE MALDITOS!” Comenzó a amenazarlos con las espadas y sus nakamas se reían más y más, mientras huían por toda la embarcación.
Robin se giró de su cama en dirección a Nami – Navegante-san, ¿no piensas callarlos?- preguntó con una media sonrisa, ella tampoco lograba conciliar el sueño con el escándalo que sus compañeros tenían. No es que no estuviera acostumbrada pero llevaban toda la semana escapando de los marinos y se estaba volviendo bastante cansado.
-Ya verán esos malditos...-Nami se levantó de la cama, con un aura asesina rodeándola. Pobres, los iba a moler a golpes, dejarlos inconscientes y que no despertaran hasta dentro de muchos días.
-¡MALDITOS! ¡ESTAMOS INTENTANDO DORMIR!- gritó la chica, mientras sostenía a Luffy y Ussop de la solapa para proceder a darles un puñetazo en la cara. Ambos quedaron K.O.-¡CHOPPER! Ven acá- tronó sus dedos y el renito tembló de miedo.
-¡NAMI-SWAN SE VE TAN HERMOSA ENOJADA!- Obviamente, Sanji.
-Es una maldita loca...- Gruño por lo bajo Zoro, mientras cobijaba a Chopper a sus espaldas. El pequeño reno temblaba del miedo que le tenía a Nami, cuando estaba enojada, era bastante peligrosa más que un Shichibukai, pensaba.
-¿QUE DIJISTE IDIOTA?- rugió la peli naranja, iba a matar a ese espadachín a punta de puñetazos.
-¡OYE TÚ NO INSULTES A NAMI-CHAN!- el rubio sujetó al marimo por el cuello y lo miró amenazadoramente- ¡TE MANDARÉ A VOLAR TAN LEJOS DE UNA SOLA PATADA SI TE ATREVES A INSULTARLA NUEVAMENTE!-
-¡ME IMPORTA UN COMINO COCINERO MIERDOSO, ELLA ES UNA LOCA DEMENTE!- Reaccionó de la misma manera en que Sanji lo sujetaba, acercando sus rostros furiosos cada vez más.
-¿QUE DIJISTE?- Vinsmoke pegó su frente a la del espadachín, tratando de transmitirle la rabia que sentía cuando una dama era tratada de esa forma.
-¡LO QUE ESCUCHASTE, PEDAZO DE IDIOTA!- ninguno de los dos se echó para atrás, ambas frentes unidas, sus narices tan pegadas y su respiración tan cerca que sentían el calor emanar el uno del otro. Sus labios tan cerca, los dientes casi hacían contacto...Nami miraba todo esto, absorta.
“Zoro jamás ha sido besado”
“Sanji ya ha dado su primer beso”
Y la imagen frente a ella, de esos dos hombres con sus rostros tan cerca que si quisieran, si pusieran solo un poco de su parte, ya se estarían besando con tanta pasión y violencia que quemarían, hundirían y desaparecerían para siempre el Going Merry.
Su aura asesina cambio por un aura maligna, estaba decidida a fastidiar a sus nakamas.
-Oh, no te preocupes Sanji-san...- dijo ella, con una voz aparentemente dulce, se sobo un brazo y comenzó el acto dramático- estoy acostumbrada a que Zoro me llame así, por lo que tendré que tomar medidas drásticas al respecto...-
-¿Qué medidas?- preguntó el espadachín con un tic nervioso en el ojo.
-Oh, pues, solo en estos minutos me llamaste loca dos veces y demente una y la tarifa por cada insulto hacia mí es de 50,000 B por lo que tu cuenta asciende a 150,000 B en lo que va de la noche, kukuku~- la risita maligna al final fue la gota que derramó el vaso para que el marimo estallara e intentara estrangularla, de no ser por Chopper que lo detenía de las piernas para que no cometiera tal acto a su nakama. ¿Por qué Nami le ponía tarifa a todo lo que Zoro hacía o decía? Era injusto. Si le daban bien sus cuentas, en dos semanas había acumulado la cantidad de 550,000 B de multas impuesta por Nami. Desistió de intentar asesinarla, pues estaba seguro que del más allá el fantasma de la navegante vendría a cobrarle sus deudas.
Un escalofrío le recorrió la espina dorsal al pensar en eso. –Tch! Me voy a dormir, buenas noches perdedores...-cargó a Chopper como si fuera un osito de peluche y se metió al cuarto que compartían todos los varones de la embarcación. En el trayecto, arrastró los inconscientes cuerpos de Luffy y Ussop.
-¡OH NAMI-SWAN ES TAN MARAVILLOSA PARA VENGARSE DE SUS ENEMIGOS!- canturreó Sanji con sendos corazones en sus ojos, mientras se tallaba una y otra vez contra el menudo cuerpo de la peli naranja; ella dio golpecitos en la rubia cabellera de su nakama.
-Es hora de dormir, Sanji-san...- le susurró dulcemente y con un ademán se despidió hacia la habitación que compartía con Robin.
El cocinero le lanzaba besos de buenas noches y gritaba, emocionado por las recientes pequeñas “caricias” que la peli naranja le brindó -¡DESCANSA NAMI-SWAN! ¡BUENAS NOCHES NAMI–SWAN! ¡QUE SUEÑES CON LOS COCINERITOS, NAMI-SWAN!-
-¡CALLATE DE UNA BUENA VEZ, SANJI!- gritó enfurecida, cerrando la puerta de un portazo.
-¡OH! ¡ES TAN HERMOSA CUANDO SE ENOJA!- y, brincando como colegial enamorado, se dirigió a la cocina a preparar el material que necesitaría para el desayuno dentro de unas horas y minutos después se dispuso a dormir.
En la habitación de las chicas, Robin medio adormilada se dirigió a la menor –Eres muy efectiva cuando de dormir se trata, navegante-san. Buenas noches, descansa.-
-Gracias Robin-chan. Descansa tú también...- tomó su pequeña libreta de cuentas y un lápiz y redactó dos pequeños párrafos antes de cobijarse y envolverse en un sueño reparador.
Tenía un plan, de esos planes que de repente se te ocurren en un momento donde todo es tan claro, deslumbrante, como si el sol y la brisa del mar te golpearan de repente en medio del camino... Ella era la navegante, ella era la guía en la cual sus compañeros confiaban ciegamente. Ocuparía esa ciega confianza en una travesura.
Una pequeña y sucia pero inofensiva travesura.
Continuará...?