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Just Love Me .:One-Shot:. [[2/2]] por PandaZorro

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Notas del fanfic:


Nota: esto no es parte del fic! esto es gracias a una peticion de ustedes, los lectores. esta se basa en la pareja secundaria del fic Info-Kun X Ayano.Espero que lo disfruten.

Notas del capitulo:

Este, es el ultimo One-Shot.

Entre nuestro perverso Info-Kun y nuestro Viola- dio amado Ayano :)

como en el anterior One-Shot, esto es puro Lemon!! por que no pondre una historia melosa para algo que solo sera sexo y ya :v...su asi de romantica mis historias <3

bueno, sin más disfruten, pequeños pervertidos <3

No sabía qué hora era. Por las oscuras cortinas ni una mínima pisca de luz se filtraba y aun así, esa habitación estaba iluminada por una tenue luz azulada.

Con pereza abrió sus ojos, encontrándose recostado sobre una cama individual, cubierto hasta la mitad de su cuerpo por una blanca sabana. Se removió soltando aquella almohada que había abrazado mientras dormía.

-Agh –Reclamo llevando su mano a su cabeza sintiendo un fuerte dolor –Por qué mierda me duele la cabeza –Murmuro para sí mismo mientras trataba de calmar ese intenso dolor.

-Eh, Aishi-Kun ya despertaste? –Se escuchó burlona una voz en el cuarto.

-¿Eh?¿Joho? –Dijo viendo al pelirrojo de gafas quien llevaba un vaso de agua junto a unas pastillas.

-Hum, no me llames por mi apellido, estamos en confianza Ayano –Dijo divertido aquel chico dejando el vaso con las pastillas en la mesa auxiliar mientras se sentaba al costado de la cama.

-…-El menor  vio a su alrededor viendo el cuarto del chico –¿Por qué estoy en tu cuarto Kojin…y por qué rayos me quitaste la camisa y los pantalones?

-Wow! Dijiste mi nombre, me siento feliz –dijo bromeando el pelirrojo viendo divertido al chico.

-…Aun no respondes mi pregunta –Dijo el menor molesto mientras se cubría con las sabanas.

-Eh? Pues, te las quite por que te manchaste anoche –Dijo el chico de lentes divertido.

-Las manche?

-Claro, no recuerdas Haruki nos invitó…

-Arrastro querrás decir –Interrumpió el menor de forma molesta.

-Bueno, si nos arrastró a la fiesta, y te pusiste a beber hasta caer inconsciente…

-Corrección, me hiciste beber hasta caer inconsciente –Volvió a interrumpir, de forma molesta recordando que aquel chico frente suyo lo había emborrachado la noche anterior, metiéndole de forma brusca las botellas de licor en la boca.

-Bueno, bueno, el caso es que no podía dejarte haya, así que decidí traerte a mi casa porque es la más cercana y como habías vomitado y además estabas pasado a cigarrillo y alcohol te quite lar ropas –Dijo con simpleza.

Ayano lo vio de forma molesta mientras se cruzaba de brazos, en verdad que esta vez Kojin se había pasado, no era la primera vez que le metía alimentos o bebidas a la fuerza atragantándolo, pero el emborracharlo hasta caer inconsciente era colmo.

Molesto Ayano trato de levantarse pero las manos del de gafas rojas no se lo permitieron.

-Hey, adonde vas tan rápido? –Dijo volviendo a sentar al menor en la cama –Son las tres de la mañana, no creo que sea buena idea que te vayas ahora, mejor sigue durmiendo.

-Contigo cerca? Ni muerto –Dijo decidido a levantarse, pero las manos en su hombro ejercían más precio.

-Ayano, no hagas esto más difícil –Dijo borrando su sonrisa, aumentando el agarre hasta el punto de clavar sus dedos en la piel del chico.

-Agh! Mierda Kojin, duele –Se quejó tratando de quitarse las manos del chico, las cuales sujetaron sus muñecas en un movimiento rápido apegándolo a la cabecera de aquella cama –Q-Que crees que estás haciendo?! –Pregunto nervioso tratando de zafarse, pero el agarre incrementaba a cada movimiento.

-Vamos, no te opongas más Ayano, no podrás soltarte –Dijo el mayor de forma burlesca presionando las muñecas del muchacho.

-H-Hmp –El menor dejo de moverse relajando su cuerpo, viendo de forma molesta al chico frente suyo.

-Vez, no era tan difícil, ahora quédate quieto y veras que nada malo te pasara –Dijo divertido soltando las muñecas del chico que se quedaron en las misma posición –Bien ahora abre la boca –Dijo poniendo una de las pastillas blancas en la boca de Ayano, pero este apretó los labios corriendo la cara –¡Carajo, porque siempre tienes que hacerlo tan difícil! –Reclamo molesto tomando con brusquedad las mejillas del menor abriendo su boca a la fuerza metiendo las dos pastillas para luego coger el vaso y verter el agua en los labios del chico el cual trataba de escupir todo, pero una mano cubrió fuertemente su boca evitando que lo hiciera –No te atrevas a escupirlas –Amenazo –Ahora solo trágatelas y ya –Dijo mientras una torcida sonrisa florecía en sus labios.

Con nerviosismo el menor se tragó las pastillas, sintiendo las dos tabletas pasar por su garganta junto al agua. La mano que aprisionaba su boca salió dejándole respirar con tranquilidad, limpio los restos de agua que escurrieron por sus comisuras mientras recuperaba el aliento. Los molestos ojos de Ayano se giraron rápidamente al chico sentado a su lado, que sonreía muy tranquilo después de eso.

-S-Si querías darme las pastillas pudiste simplemente pasármelas en la mano –Dijo jadeando.

-Tú lo hiciste difícil –Dijo muy calmado –Por eso te di las pastillas, porque siempre eres tan arisco, solo me lo dificultas, pero bueno, ahora va a ser fácil –Dijo malicioso viendo al chico que no entendía.

-Eh?

-Ay! Ayano pero que inocente eres –Dijo el de gafas divertido mientras pasaba una de sus manos por el cabello del chico, el cual trato de golpearla pero no reacciono –Hmp, parece que surtieron efecto, vaya que son rápidas –Dijo entretenido viendo como el chico se movía desesperadamente.

-Q-Que mierda eran esas pastillas –Dijo sintiendo dificultad para moverse y hablar –P-Por qué no puedo…

-Moverte? Tal vez aceleraste mucho el proceso, no deberías anestesiarte tan rápido –Dijo mientras pasaba sus dedos por su barbilla –Pero, bueno eso me favorece y bastante.

Antes de que Ayano pudiera hablar, los labios del de gafas ya estaban atacando a los del menor con violencia, el beso era brusco, la lengua del pelirrojo demandaba entrar y ante la debilidad de Ayano, esta se adentró en toda la cavidad bucal explorando cada rincón de esta, jugando con la lengua del otro el cual trataba de zafarse zarandeándose, pero era inútil, no tenía fuerza.

Las manos del pelirrojo sujetaron los hombros del paralizado Ayano que, a pesar de todo trataba de soltarse. E de gafas recostó al menor azabache posicionándose encima de este sin dejar de besarlo, los ojos de Ayano se llenaron de lágrimas al sentir que el aire se le acababa, con dificultad movió su mano colocándola en el hombro del otro empujando sin poder moverlo, pero logrando llamar la atención del otro, que rompió el beso para ver al otro completamente rojo, con la boca entre abierta respirando y los ojos húmedos.

-Tks –El pelirrojo se sacó las gafas, para luego retirar la playera que llevaba en ese momento dejando su torso al descubierto, por ultimo saco sus gafas dejando notar correctamente sus ojos rojos, que ahora veían maliciosos al menor bajo suyo.

Nuevamente Kojin se posiciono encima del menor, retirando la sabana que lo cubría, dejando al pobre chico al descubierto, cubierto por la ropa interior de este. Divertido, Kojin deslizo su mano por el vientre del chico hasta llegar a la tira de la única prenda, jugueteando con está disfrutando la desesperación del chico, al no ser capaz de moverse. Paso sus dedos por sobre el flácido miembro presionando, viendo como el cuerpo de Ayano reaccionaba ante las caricias. Al sentir como aquella hombría comenzaba a ponerse dura el pelirrojo decidió, finalmente y después de torturar un poco el erecto miembro del chico, retirar aquella ropa interior ya húmeda por el líquido que secretaba la hombría del menor.

El pelirrojo paseo su lengua por el pecho del chicho dejando un camino húmedo hasta el vientre donde se detuvo para morder de forma brusca, clavando los dientes, marcando aquella piel disfrutando del grito de dolor que había soltado el chico. Las manos del menor se aferraron a las sabanas a pesar de estar adormecidas. La manos del mayor no dejaba de jugar con el falo del pequeño azabache, que no era capaz de defenderse, cual muñeca de porcelana.

La mano del pelirrojo no paraba de tocar el miembro del chico, el pobre no era capaz de hacer nada, su vientre se contraía, y sentía los espasmos propios del orgasmo que se avecinaba. Kojin, al ver las intenciones de Ayano, tapo con su dedo apretando evitando que el chico lograra eyacular, regocijándose ante el grito que dio el menor. Las piernas del menor tiritaban mientras su miembro hinchado rogaba por dejas salir aquella esencia blanquecina.

-P-Por favor –Rogo el menor viendo con desesperación al otro –S-Solo déjame correrme –Rogo tratando de mover sus manos.

-Hmp –Esa fue la única respuesta del pelirrojo, quien decenio hasta el miembro del más bajo, jugando con él, disfrutando de los escalofríos y dolor que sentía el chico en esos momentos.

Los labios del pelirrojo rodearon la cabeza del miembro mientras retiraba el dedo que impedía que el chico se corriera, dejándole engullir por completo el falo del menor, dejando que este se corriera en su boca.

-Q-Que rayos, porque –murmuro el menor viendo como el de cabellos rojos retiraba su boca, llena de su semilla. La sonrisa maliciosa que le dedico al menor le provocó escalofríos.

Kojin tomo las mejillas del menor abriéndolas mientras depositaba hay el semen del menor dejando que callera por sus labios directo a la boca del chico, el cual no era capaz de cerrar la boca, para evitar aquel blanquecino chorro de esperma entrara en su boca.

-Trágatela –Dijo demandante al tener la boca vacía, mientras cubría la del menor impidiéndole botarla. A duras penas y soportando el asco, el menor se tragó su propio semen, dejando escapar unos hilos que cayeron en la almohada en donde su cabeza reposaba –Buen chico –Felicito Kojin mientras retrocedía colocándose entre las piernas del menor.

El pelirrojo introdujo sus dedos en su boca, humedeciéndolos dejando que la saliva escurriera por ellos, todo a la vista del azabache, que sonrojado desvió la vista evitando ver aquella escena. Al sentirlos suficientemente húmedos, el pelirrojo acaricio la entrada del menor, el cual se estremeció tratando de alejarse, pero solo lograba mover su torso y eso no ayudaba en realidad.

Los dedos del mayor paseaban alrededor del ano del chico, el cual tiritaba de solo pensar en lo que haría el otro “Como si fuera una muñeca” pensó entre asqueado y asustado, ya que eso significaba que el otro podría hacer lo que se le viniera en gana mientras estaba drogado. De manera imprevista el de cabellos rojos introdujo el primer digito, moviéndolo en círculos, deleitándose ante los inevitables gemidos que escapaban de la boca del menor. Al sentir que la entrada del menor más floja, introdujo el segundo digito moviendo de forma más brusca, abriendo los dedos en el interior del menor, regocijándose de lo apretado que estaba, simulando envestidas con ambos dígitos Kojin bajo aquel pantalón que llevaba, dejando a la vista y sin pudor alguno, su miembro completamente erguido.

-Bueno, ya está –Dijo mientras retiraba ambos dedos, viendo como el otro jadeaba disgustado, viéndolo de reojo –ahora…

El pelirrojo había tomado una de las piernas del menor, posicionándola sobre su hombro mientras dirigía su miembro a la entrada del chico, con malicia paseaba la cabeza de su falo por la entrada sin penetrar, regocijándose de que el chico no supiera cuando iba a ser la envestida. Apretó fuertemente su mano que sostenía la pierna del menor mientras introducía la cabeza del miembro, abriéndose paso en el estrecho conducto del menor. Mordió su labio mientras movía sus caderas, aguantando las ganas de entrar de golpe, no sería divertido que fuera tan rápido ¿no es verdad?

-A-Ah!! –El menor gimió al sentir como el miembro entraba por completo, sin querer apretaba más su recto, volviéndose más estrecho que antes –S-Sácalo –decía adolorido sin ser capaz de siquiera aferrarse al de cabellos rojos.

-V-Vamos, al final lo disfrutaras –Dijo divertido el otro disfrutando como el anillo de músculos ejercían presión sobre él.

-P-Por favor –Rogo entre lágrimas, al no ser capaz de soportar la intromisión.

-Vamos no te pongas así –Dijo encorvándose, para besar las lágrimas que escurrían por el rostro del otro –Veras, que al final no te dolerá tanto –Susurro sobre el odio del otro mientras lo besaba, logrando que se calmara un poco.

Con cuidado, el pelirrojo comenzó a moverse, viendo como el rostro del menor se contraía, y las lágrimas seguían corriendo, la pierna que se encontraba en su hombro tenía pequeñas contracciones cada vez que movía sus caderas.

-Agh, ven –Dijo harto de solo ver el perfil del chico, bajando la pierna de Ayano de su hombro, lo tomo por las caderas sin sacar su miembro sentándolo sobre él, viendo como el chico caía sobre su pecho gimiendo al sentir como el falo se adentraba más en su interior.

Con algo de dificultad el pelirrojo tomo los brazos del menor azabache colocándolos en sus  hombros para luego, tomarlo de las caderas y comenzar a envestirlo, dejando caer al menor sobre su miembro y luego levantándolo para volver a repetirlo. Sus caderas se movían solas y ahora el menor lograba verlo a la cara y ahora él, lograba ver aquellas expresiones del menor completamente rojo, gimiendo ante cada envestida que se hacía más rápida y dura, escuchando el húmedo sonido resonar en el cuarto, junto al sonido del ordenador encendido.

Ambos cuerpos brillaban perlados de sudor, iluminados por la azulada luz del monitor, los gemidos mezclados con el pitido del ordenador y los rechinidos de los muelles de la cama. Los glúteos de Ayano se estremecían ante cada envestida, su cuerpo comenzaba a dejar el efecto de la droga y ahora se aferraba fuertemente a los hombros del otro mientras este le envestía apoyado en la cabecera, apretando fuertemente su cadera subiéndolo y bajándolo del miembro.

Las piernas del menor se enroscaron fuertemente mientras podía sentir las últimas estocadas del mayor quien apretando los dientes se corrió en su interior, mientras el manchaba ambos pechos con su blanquecina semilla.

 

Cayeron rendidos en la cama, uno al lado del otro, las respiraciones irregulares de ambos chocaban entre ellas,  mientras los ojos rojos y negros se miraban entre si.

-Idiota –Murmuro Ayano, sin poder moverse, dejándose llevar por el sueño que le ganaba.

-Claro, pero este idiota te acaba de desvirgar –Dijo orgulloso mientras arrastraba al chico hasta apegarlo a su cuerpo, abrazándolo por la cadera.

-…estas pegajoso…

-Claro que estoy pegajoso, me manchaste de semen –dijo sin vergüenza refregándose contra el chico.

-Dios! Que puto asco!! – se quejó el otro tratando de levantarse sin éxito.

-Oh, vamos tienes el trasero lleno de semen y esto de da asco!!

-El tener mi trasero lleno de semen también me da asco!!

-Pues te acostumbras –Dijo mientras apretaba la cintura del otro fuertemente apegándolo más a su cuerpo.

-Kojin…puedes apagar la computadora?

-No, que flojera, pronto se apagara la pantalla –Murmuro medio dormido apoyado en el otro.

-…vaya que te importa poco las cuentas de luz…

-Ya, ya feliz, voy a apagar la puta computadora –Dijo frustrado mientras se levantaba- Oh! Pero antes –dijo pasando la mano por encima de Ayano, para luego sin que este alcanzara a reaccionar colocarle un collar amarrado a la pared.

-…por qué mierda me pusiste un collar de perro…y por qué esta trancado a la pared…

-Bueno, para que no te escapes –Dijo calmado mientras apagaba el ordenador, volviendo a la cama, recostándose al lado del otro el cual seguía viéndolo de mala manera –Que? Que esperabas, sabes lo difícil que fue emborracharte y traerte?! No voy a dejar que te vayas!!

-…mis padres van a llegar…

-Y eso a mí que me importa –Dijo cayendo en el sueño –De ahora te quedas aquí y punto…

-Eso es secuestro…

-Y a quién le importa, muy fácilmente los despisto

-Abecés se me olvida que eres un hacker “Info-Kun

-Pues, recuérdalo y ya duérmete que se están acabando los diálogos….

((Hasta aquí nada más, mejor léete el fic. :v))

((.://Fin//:.))


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