Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Skizoo por liqe_lishee

[Reviews - 0]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Un Fan Fic perturbador pero lleno de romance. Te invito lector a que te sumergas en las mentes extrañas de André y Dean, que vivas a su lado los problemas y vivencias de un par de amigos forzados a estar juntos por el hilo rojo del destino. 

 

Notas del capitulo:

Hola despues de mucho tiempo. 

Espero que este pequeño capitulo les ayude a conocer un poco de mis (Por ahora pequeños personajes). QUe se sientan atraidos y sobre todo que despierte su curiosidad sobre el "bello" futuro que les espera a estos pobres. 

Enjoy.

La primera vez que lo vi fue en primavera, por las fechas era primavera pero en realidad hacia mas frio que en el mismo invierno. Yo iba caminando de la mano de mi madre cerca del centro comercial Maximmun y a unas calles había un grupo de vagabundos pegados los unos con los otros para calentarse un poco. En medio de todos ellos estaba un niño de tan solo 9 años que tiritaba escandalosamente. Mientras nos acercábamos no podía quitar la mirada de encima de él, fue impactante pensar que niños de mi edad pudieran pasar por esas situaciones.  




 




Entramos a realizar las compras lo que no nos llevo mucho tiempo, sin embargo cuando salimos y pasamos por esa misma calle ni el ni los vagabundos continuaban ahí. Aquel día me quede con una extraña sensación de vacío,  preocupación y tristeza.  




 




No paso más de una semana cuando volví a verlo, en esta ocasión fue al atardecer, el sol brillaba con fulgor y parecía que el mismo cielo estaba contento. Ese día había ido con mi prima pequeña al parque, estábamos corriendo cerca de la caja de arena y el estaba recostado en una banca desoldada cubriendo su rostro y apretando con fuerza un trozo de pan. Recuerdo que lo estuve mirando todo el tiempo temeroso de que volviera a desaparecer, sin embargo en toda la tarde no se movió en lo mínimo,  cuando el cielo se comenzaba a oscurecer Jaqueline se quedo dormida y entonces aproveche para tratar de acercarme.  




 




Su cabello era negro azulado de cerca los matices azules sobresalían notoriamente de lejos parecía simplemente negro. Mantenía su mano cubriendo sus ojos por lo que no supe de que color eran hasta después, su piel era oscura. Estuve parado ahí sin saber que hacer por varios minutos, por un momento tuve miedo de que estuviese muerto pues había permanecido estático. 




 




- ¡Dean es hora de irnos! - llamo mi madre y sin pensarlo todo lo que hice fue quitarme la chaqueta y colocarla sobre el, estuviese vivo o muerto de algo le serviría. Antes de marcharme di un ultimo vistazo, se había descubierto el rostro y un par de ojos bermellón sin brillo me observaron  de una forma espelúznate pues parecían sin vida.  




 




Corrí con todas mis fuerzas al lado de mi madre quién me regaño por haber "perdido" mi chamarra nueva. Eso no me importo, mi corazón estaba acelerado y mi cuerpo temblaba pero no de frio, aquella noche permanecí inquieto todo el tiempo. No pude dormir pues cada que cerraba los ojos veía y profundo color de su inusual mirada.  




 




De nuevo paso poco tiempo para que lo viera de nuevo, esta vez se veía diferente. Aunque nunca creí que en realidad fuera un vagabundo  en esta ocasión parecía un chico normal, llevaba ropa limpia y estaba bien arreglado. Permanecía de pie fuera de una panadería del centro moviendo sus ojos en busca de algo. Como siempre lo mantuve fijo con la mirada hasta que sus ojos se cruzaron con los mío y un vuelco en mi pecho me hizo retirar la mirada en seco.  




 




Mi madre estaba distraída comprando un poco de carne y apenas prestaba atención a cualquier cosa que no fuera la interesante platica sobre política del señor Charles. Trate de no mirar pero comencé a sentir un extraño peso sobre mi nuca que me hizo girar y ahí estaba él, caminando en mi dirección a poco menos de dos metros, me aferre con fuerza al brazo de mi madre queriendo ocultarme y desaparecer, aquel niño me hacia sentir algo muy parecido al miedo, sus ojos eran muy inusuales, no había conocido a nadie más que tuviera los ojos bermellón.  




 




Traté de no mirarlo como si con ello pudiera hacerlo desaparecer por completo, pero por lógica fue inútil.  




 




- Esto es tuyo - Su voz era muy diferente a lo que hubiese imaginado - Muchas gracias -  




 




Despegue el rostro de la ropa de mi madre para volver la mirada en su dirección. Ahí frente a mi había un chico muy diferente al de aquella noche. Sus ojos ya no parecían tan rojizos eran cafés, de un tono muy intenso casi naranja o cobre, pero no rojos. Tenia una muy ligera sonrisa en sus labios y sus manos extendidas ofreciéndome mi chamarra. Un poco titubeante estire la mano para tomarla y asentir con la cabeza. Tenia un poco de miedo aún.  




 




- ¿Quién es este chico? - La voz de mi madre me libero de mi parálisis momentánea.  




-....- Intente decir algo pero no sabia que responder ¿Un vagabundo que no parecía serlo? ¿Un completo desconocido? En realidad yo tampoco lo sabía así que no podía responder.  




- Me llamo André mucho gusto - Tenía una sonrisa encantadora y mi madre lo aprecio enseguida.  




- ¿Es amigo tuyo? - pregunto encantada - encantada André - dijo aun sonriente.  




- Si somos amigos - mintió con cierta naturalidad lo que me puso nervioso en un segundo. Mientras tanto seguía sin poder hablar.  




- No conozco a los amigo de Deán, creí que aún no tenia ninguno - Volteo la mirada buscando - ¿Tu madre o tu padre donde están? Deben andar cerca de aquí - En ese momento vi un chispazo bermellón saltar de su mirada, algo verdaderamente inusual.  




- Ellos.... no están por aquí -  




-¿Viniste solo? - La sorpresa de mi madre parecía incomodarlo.  




- Si bueno, solo quería devolver esto, esos es todo - Dijo levantando mi chamarra. En ese momento la tome velozmente.  




- Gracias...- pude decir a menos y el volvió a sonreír de una manera muy peculiar.  




 




Había algo en ese niño que me hacia sentir intranquilo y no sabía con exactitud que era, así que lo observe con suma atención tratando de deducir que era sin mucho éxito.  




 




- Deberías venir a casa a cenar- mi madre era una mujer bastante animosa que actuaba sin pensar mucho- Podrías traer a tus padres y charlaríamos un poco - de nuevo ese fulgor bermellón en su mirada.  




- Gracias será un placer - Dijo dirigiéndome una mirada indescifrable - Nos veremos DEÁN - Su voz parecía arrastrarse cuando pronunció mi nombre. Asentí aun nervioso sin soltar a mi madre.  




 




Se giro haciendo una despedida con la mano y desapareciendo entre la gente que en ese momento caminaba a prisa por las calles.  




 




-Que niño tan peculiar - Fue todo lo que dijo  mi madre antes de hacer que continuáramos con nuestras compras. 




 




Cuando regresamos a casa lo único que quería era correr a mi habitación y esconderme, un nerviosismo no me había abandonado desde que André se había ido. Entre y distendí la cama arropándome entre sus cobijas. Tenia miedo sin saber por que. Sin notarlo me quede dormido por varias horas. El golpeteo en mi puerta me hizo despertar un poco atolondrado por la pesadez.  




 




-Deán... ¡Te has quedado dormido! Cielo santo no vas a poder dormir esta noche - me levante con cansancio y a regañadientes.  




- Lo siento madre - Fue mi única disculpa.  




- Como sea. Ayúdame a poner la mesa hoy vendrá a cenar tu padre -  




 




Mi Padre era representante legal de una gran empresa de electrónicos por lo que rara vez estaba en casa. Tiempo atrás habíamos estado viviendo en una gran ciudad donde se encontraba la cede de su empresa, sin embargo ni aún así lo podíamos ver con frecuencia y a mi madre le disgustaba el ajetreo de las grandes ciudades, por lo que decidieron que nos mudaríamos al pueblo de origen de mi madre, según ella, así a menos podría frecuentar a sus hermanas y yo podría encontrar alguien con quien jugar ya que nunca fui un chico de muchos amigos.  Lo primero había resultado bien ya que a menos cada tercer día comíamos en casa de alguna de mis tías, y lo segundo excusando a mis primos (la mayoría mas grandes que yo) no había hecho ningún amigo ni en el colegio ni con los vecinos.  




 




Termine de poner la mesa rápidamente, colocar tres lugares no era una gran misión en realidad. Fui a la sala y prendí el televisor sin verdaderas intenciones de verlo en realidad. Pasaron unos minutos y el timbre de la puerta sonó. En automático me levante y corrí a la puerta con algo de emoción, hacia un mes que no veía a mi padre. Abrí la puerta y ahí estaba tal alto como siempre me levanto en sus brazos y le despeino el cabello.  




 




- Deán estas enorme-  




- He crecido un poco - Dije con un amplia sonrisa que se desvaneció e un segundo.  




- ¡Oh! Este pequeño me dijo que sería nuestro invitado para cenar - dijo al ver la perplejidad en mi rosto.  




- Hola de nuevo DEÁN - Dijo sonriente.  




 




Mi madre llego rápidamente a la puerta y se arrojo sobre mi padre también muy feliz de verlo después de tanto tiempo. Enseguida noto la presencia de André que permanecía de pie detrás de mi padre.  




 




- Bienvenido André ¿Tus padres no han venido? - Dijo buscando en la espesura  de la noche.  




- No. Solo me han dejado aquí, mas tarde vendrán por mi - la simpatía en su voz era empalagosa pero encantadora.  




- Esta bien André. Pasa y … - Me volteo a ver con un gesto de desaprobación - Y tu podrías ser más amable, lleva a tu amigo a tu habitación, en unos minutos estará la cena lista -  




 




No pude decir nada. Era como si la sola presencia de ese niño me enmudeciera. Camine escaleras arriba con un poco de resignación intentando no parecer un ratón asustado. Al llegar a la puerta me gire para verlo y estaba a solo un paso detrás de mí. Abrí la puerta y entre corriendo al refugio de mi cama, el entro enseguida y observo mi habitación con los ojos muy abiertos.  




 




- ¿Cómo llegaste aquí? - pude decir sin que se quebrara mi voz. 




- Tu me trajiste ¿Lo olvidas? Tu madre te dijo.... -  




- ¡Basta! No me refiero a mi habitación ¿Cómo llegaste a mi casa? ¿Cómo sabias donde vivo? - Estaba muy nervioso, ese chico me ponía nervioso.  




- Investigue - Respondió con simplicidad exasperante.  




- No te conozco ¿Por qué dices que somos amigos? - Trataba de tranquilizarme para poder hablar.  




- No lo se. Me agradas - Dijo con la misma voz infantil que desentonaba con la presencia fuerte que tenía- 




- ¿Por qué te agrado? - dije sin pensar.  




- Por que eres bueno - Me sorprendía la agilidad con que respondía a mis preguntas.  




- No lo soy -  




- Lo eres - Dijo dando algunos pasos hacia mi - ¿Te doy miedo? - pregunto con ingenuidad.  




- N...no - fingí indiferencia.   




- Mientes - me causo un sobresalto - Pero a pesar de que te doy miedo fuiste amable conmigo - sonrió con aquel encanto que conquisto a mi madre.  




- Yo, solo creí que tendrías frio -  




- Nadie lo había hecho nunca- sonrió de lado. 




 




Mi cuerpo se había relajado y él estaba al borde de la cama.  




 




- ¿Por qué estabas en la calle? ¿No tienes familia? - Era la principal duda que tenía. Vi como sus ojos se afilaban ante mi pregunta y comenzaban a centellear.  




- N...- Antes de que pudiera decir algo mi madre entro con su esplendida sonrisa.   




- La cena esta lista. Bajen pronto o se enfriara - dejo la puerta abierta tras salir.  




- Tu madre es linda - se giro y yo baje de la cama para seguirlo.  




 




Mamá era una excelente cocinera, amaba cocinar. Una vez me conto que desde pequeña soñaba con tener un esposo a quien prepararle la comida y esa era su mas ferviente ambición la cual consiguió a medias ya que pocas veces cocinaba para mi padre.  




 




Durante la cena mis padres platicaban de lo lindo y de vez en cuando le hablaban a André que respondía con impecable respeto. Toda la velada no despegue mis ojos de el, era extraño observarlo y darse cuenta de cuan cambiante era, en unos momentos parecía feliz y en otros un tanto perturbado. Me provocaba mucha incertidumbre.  




 




Cuando terminamos de cenar me ofrecí a limpiar la cocina con la esperanza de que no tuviera que hablar más con ese chico extraño, sin embargo el se ofreció de igual manera tratando de ser respetuoso y agradecido por la cena.  




 




- Parece que yo no te gusto - dijo con una pizca de tristeza.  




- ¿He? - lo mire un poco confundido.  




- Te percibes muy incomodo con mi presencia, creí que de verdad podríamos ser amigos - continúo diciendo sin despegar la mirada de un plato que secaba meticulosamente.  




- Pues yo...- en realidad no sabía que decir. Era verdad que me incomodaba pero verlo con esos ojos tristes me partía el alma.  




- No te preocupes, estoy acostumbrado al rechazo. No volveré a molestarte - torció una sonrisa verdaderamente lastimera.  




- No digas eso. Es solo que no te conozco - Trate de consolarlo. Volteo a verme con esa mirada indescifrable que me erizaba la piel.  




- Sé mi amigo -  




 




Con esa orden comenzó una amistad que duraría por muchos años, una amistad única que traería a mi vida caos, problemas y dolor, pero que a pesar de todo sería tal vez la única cosa de la que nunca me arrepentiría. Aunque tuviera la oportunidad nunca borraría de mi vida a André.  




 




 




 




 




 

Notas finales:

¿Y ...? Me gustaria saber su opinion.

 

Este capitulo avanza lentamente pero espero que sea de su completo agrado. 

 

Mata Ne 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).