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Del Crepúsculo al Amanecer por konohanauzumaki

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Notas del fanfic:

Puedo ver el crepúsculo desde el balcón de mi habitación. Y con este, no puedo dejar de pensar en él, en quien amo…y en él, en quien se supone que amo…en los dos… Debería odiarme…Pero solo puedo pensar como, tarde o temprano, haré el corazón de alguno, o de ambos, sangrar como el tono de las nubes que tiñen mi cielo de rojo…de amor y dolor.

¿Qué debería hacer? Sé que uno y otro me aman, pero, ¿a quién debería de amar? ¿de olvidar?
Si tan solo pudiera volar a donde el sol creciente se desvanece…Sin causar dolor…
Y es así como solo puede volar mi pensamiento, en otra noche más que sé que el insomnio me atacará y despierto, hacía el horizonte y el mañana, veré el amanecer…

Del crepúsculo al amanecer…

 

Notas del capitulo:

1° capítulo. 

Mucho tiempo atrás, en las memorias del corazón de Naruto...

Mucho tiempo atrás.

Naruto siempre miraba a Sasuke con suma admiración. No entendía como él podía ser tan genial, y tener a tanta gente a su alrededor, mientras que él no tenía nadie a su alrededor realmente...aunque, eso no era del todo verdad, y era ello lo que realmente no entendía, como, pese a eso, Sasuke era su amigo, y estaba a su lado.

-Usuratonkachi, ¿nos vamos ya?- preguntó el moreno al pequeño rubio, una tarde al salir del colegio, quien justamente se ponía a pensar en ello, columpiándose al vaivén del viento, en el árbol donde, hacía tiempo, solía ver a Sasuke solo de lejos.

-Sí, vamos, ¡vamos!- confirió Naru-chan, avanzando a su lado. Siempre se sentía orgulloso de poder caminar al lado de Sasu-chan, y no por que este fuera popular, sino porque, le brindaba una extraña seguridad, y, una íntima dicha.

Por las calles de Konohagakure, iban los dos.

-Estos días ha sido algo pesado el entrenamiento, pero, creo que valdrá la pena.

-Ni que lo digas Sasuke, pero tu no aguantas porque eres un debilucho, y por eso te quejas.

-¿Me quejo? Pero si yo no soy quien hacía todos sus ejercicios incompletos.

-¿Eh? Eso no es verdad!!- reclamaba el ojiazul, riéndose al unísono del su amigo.

Al final, esa era la única felicidad que Naruto podía experimentar. Y lo único que le importaba pensar. Y sentir… Ese amor por Sasuke en él…

-Si no es verdad, alcánzame, ¡usuratonkachi!!- gritó Sasu, echándose a correr por un camino solitario, donde solamente un lago se extendía por lo ancho, cerca de los terrenos Uchiha.  Acto seguido, Naruto corrió tras suyo, con todas sus fuerzas y el viento chocando en sus mejillas, sonrojadas en secreto.

100, 200, 500 metros, uno y otro iban corriendo, hasta que, Uzumaki alcanzó al de ébanos cabellos, jalándolo de la ropa, y, resbalando los dos, rodando por un camino inclinado lleno de pasto y flores, cayendo, riendo, y quedando a orillas del cristal de agua, quien reflejaba el atardecer de nubes de colores: naranjas, azules, lilas, blancas.
Y dos sonrisas, encontradas en aquél instante…

Sasuke miraba de forma encantadora y dulce a Naruto. Sonreía, como nunca ante los demás lo hacía; en ese momento, le daba tal regalo al rubio, quien, no percibía que su corazón latía sin cesar. Que sus mejillas se arrebolaban. Que su sonrisa, se abría de forma tierna e inocente. Que el mundo no existía y que vivir el momento, era justamente aquello.

Un segundo, dos, quien sabe cuánto tiempo pasó. Solo el sol se hizo más rojo y el cielo de más color. Y, de pronto, gotas de agua volaron, cayendo al rostro del ángel rubio.
Era Sasuke, quien, rompía ese momento, ante la sorpresa de Uzumaki.

-¿Dónde quedaron tus reflejos ninja?- reprochó Uchiha, quitándole con sus dedos, algo brusco, aquellas gotas transparentes del cálido rostro de su amigo. -Ves, el débil eres tú.

-Lo sé…-respondió Naruto, mordiéndose el labio inferior, decepcionado con el momento roto, pero, más con él, al sentir su corazón estallar y no tener valor para expresarlo. Notando el cambio de estado el ojinegro.

-¿Pasa algo?

-No, nada, nada. ¡No me hagas caso!

-Pero, si algo te pasa, quiero saberlo; para eso somos amigos, ¿no?

-Amigos…- pronunció, con un dejo triste, Naru-chan, desviando su mirada al lago, extrañando aún más a Sasu-chan.- No me pasa nada, descuida, creo que es solo el cansancio del día.

-Naruto…- susurró Uchiha, sin forzar más a su amigo. Respirando hondo, y, ante el inminente anochecer, poniéndose de pie. – Vamos, te acompaño a tu casa entonces.

-Está bien- contestó el de ropas naranjas, tratando de disimular.

De ese modo, todo el camino, se fueron apenas hablando de trivialidades, en una continua duda de Sasuke sobre que le pasaba a Naruto y de este, en un enojo consigo por no poder decir más, siquiera, de su sentir hablar, en esa única oportunidad.

Al llegar a casa de Naruto, en una plática más normal sobre la escuela, Uchiha, confirió a su amigo.

-Hay algo que hace rato no te conté. Algo que pasó hoy.

-¿Qué pasó? ¿estás bien Sasuke?- cuestionó, asustado, el pequeño.

-Si, descuida, es solo que… Amm, pues- respondió, dubitativo, el ojinegro.- Es que, Sakura quiere que seamos novios y…- pero no siguió más. La cara de asombro de Naruto lo acalló.

-Oh, yo, wow, no sé qué decir- comentó, rápidamente, el ojiazul, apretando sus puños, fingiendo estar bien. Bajo la luz de una farola donde luciérnagas revoloteaban, y a los rehiletes, el viento hacía correr hacia la nada. -Más bien, ¿Qué le vas a decir?

Sasuke solamente observo en esa luz opacada por la luna llena, una cara desconocida para él por parte de su amigo. Y sin aguantar esa mirada de Naruto que, le parecía emocionada por verse a punto de llorar, dijo.

-Le diré que sí…

-Pues, felicidades a los dos. Mañana serás el tema en la escuela, jaja- contestó el rubio, fingiendo, y, metiéndose al umbral de su edificio, oculto entre las sombras, donde no se podía ver como se le llenaban más lo ojos de lágrimas. -Gracias por acompañarme; ¡nos vemos mañana!- desapareciendo en la nada, ante el asombro de Uchiha, quien, en las calles solitarias, se marchó, más lleno de dudas que de palabras.

Al final, él ignoraba que, desde su balcón, envuelto en llanto, Naruto lo veía alejarse, con una herida tan grande en el corazón que, ni un kunai le hubiese podido causar. En la noche silenciosa, donde, al no poder sostener la nada, el rubio se aferraba al barandal, como si pudiera así al destino cruel estrujar.

-¿Por qué? ¿por qué tiene que ser así? Yo sabía que él nunca se fijaría en mí, pero, eso no significa que sea fácil saber que, mañana, ella caminará a su lado y yo, tendré que aguantar sin poder más hacer o decir…- se reprochaba en tono doloroso Naruto, con un corazón que le dolía, y un sueño utópico, muerto de golpe. -Aunque, sabía que así sería un día; su mañana nunca estaría escrito con el mío…Como su corazón jamás sentirá lo que hoy vibró en el mío…Sabía que sería efímero…Pero, duele, y mucho… Porque yo, yo… Yo te amo Uchiha Sasuke…

Y, limpiándose los ojos con el antebrazo, suspirando y lleno de pesar, con el corazón en la mano, y un amor roto sin remediar, el ángel rubio, con voz quebrada, se expresó…

-Pero, eso nunca lo sabrás, porque, mi corazón jamás te lo dirá; prefiero tenerte como mi amigo toda la vida a perderte un día si te digo esto… Porque, hoy me puedo confirmar que tú algo así jamás, sentirías por mí. Porque ella es hermosa, y te gusta y tú le gustas, y yo, solo, puedo ser tu amigo, como lo ha sido en el pasado, y, como puedo aceptar vivir en el futuro; mientras pueda estar a tu lado, lejos, pero a tu lado, lo he de aceptar así…Sasuke…

 

Aquella noche, con el corazón roto, Naruto no pudo dormir. El rubio había amado en secreto al moreno desde hacía mucho, y no lo amaba por ser popular o inteligente o talentoso como ninja, ni por ser un Uchiha; lo amaba porque él había sido la primera persona que le había dado una sonrisa cuando estaba triste, y lo había apoyado y escuchado como nadie antes. Porque había visto que él era una persona, y, había, con su amistad, llenado el vació de soledad que, durante años, Naruto había sentido. Porque, con Sasuke podía ser él mismo, y, ser feliz. Porque, desde que lo vio por vez primera, sintió una calidez que hizo sonreír a su corazón. Por eso y por mucho más, se había enamorado de Sasuke, pero, el ojinegro jamás lo haría de él…

Y así se quedó en su balcón, con la mente vacía y el dolor a flor de piel, del crepúsculo, al amanecer…

Continuará…

Notas finales:

Pueden descargarlo en PDF en mi página de deviantart, donde tengo más fanfics yaoi.
Pueden consultarlos también aquí, y agradeceré todos sus reviews =) 

Gracias =D 


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