- ¿Hola? – dijo levantando el teléfono.
- ¡Hola! ¿Llamo a la pizzería? –
- No. Lo siento. Número equivocado – contestó con suavidad y una leve sonrisa indulgente.
- De acuerdo. Quiero cinco ordenes de pizza: una de peperoni, otra de anchoas sin peperoni…-
- ¿Eh? ¡Eh! Señor, ya le dije que esto no es una pizzería, es un Bar…-
- …y luego le quita el queso, porque, ¿sabe?, soy intolerante a la lactosa. La tercera pizza que sea una hawaiana…-
- Señor, ¿me escucha? –
-…entonces le quita el tomate y deja sólo el queso y la masa…-
- ¡Oiga! ¡Qué esto no es una pizzería! – exclamó comenzando a molestarse.
- Y me las traen en la Cajita feliz edición Hello Kitty –
- ¿¡Qué clase de retrasado mental es usted!? ¡Tampoco es McDonalds! –
- ¡Disculpe, señorita – dijo la persona del otro lado del teléfono aparentemente ofendida – esa no es la forma de hablarle a un cliente! ¡Los demandaré! –
- Pues usted que me demanda y yo que le rompo la ma…Un minuto. ¡Conozco esa voz! ¡Reno! – gritó fúrica.
- Eh-eh… ¡No, no soy Reno! ¡Yo no conozco a ningún Reno! ¡Ni estoy haciendo una broma telefónica porque esté aburrido…! –
- ¡Clouuuud! – gritó la muchacha aún sosteniendo el teléfono.
- ¡No molestes, Tifa! – contestó el rubio de mala gana mientras veía el futbol sentado en la barra – Ya limpié el baño, ¿Ahora qué quieres? –
- ¡Reno está molestando de nuevo por teléfono! –
- ¿Y a mí qué me dices…?–
- Que vayas a ponerlo en paz –
- Dame dinero –
- ¡¿Ni siquiera puedes hacerme ese insignificante favor?! Todavía que te mantengo a ti y a tus amigotes –
- ¿Hola? – llamó Reno aún en la línea – ¿Alguien vendrá a golpearme o algo? Lo pregunto para salir corriendo…-
- No exageres. Si sólo son…- comienza a contar con los dedos – Yuffie, Barret, Nanaki, Reeve, Caith Sith, y el tipo indigente que come de la basura… –
- ¡Me llamo Johnny! – saliendo de la nada – ¡Y como de la basura porque ustedes no me dan de comer! –
- Me da igual tu nombre…-
- Ay, ¿Sabes qué, Cloud? No tengo ganas de discutir contigo – dijo dirigiéndose a la puerta del bar echando humos. Justo iba saliendo cuando vio al pelirrojo dentro de una cabina telefónica – ¡Reno! –
- Oh-oh…- colgó el teléfono y salió corriendo más rápido que un tal Sonic the Hedgehog, pero eso no le sirvió de nada porque Tifa lo alcanzó y comenzó a golpear – ¡AAAH! ¡NO! ¡EN LA CARA NO, POR FAVOR! –
- ¡Que esto te sirva de lección para que pienses bien la próxima vez a quien molestas! –
- ¡AUXILIO! ¡LLAMEN A CONTROL ANIMAL! – Reno seguía gritando.
Tras cinco dolorosos minutos Tifa terminó de golpearle, dándose palmadas en las manos satisfecha y más tranquila.
– Ay, mis órganos…-
- ¡Oh, Reno, perdona! – dijo con ojos llorosos – ¡No era mi intención lastimarte tanto! - sacó un monedero – Toma 10 gil y ve a un hospital a que te curen – se los tiró encima.
- ¿Y si usas Cura? – preguntó con voz débil.
- No voy a gastar mi MP contigo – contestó con el ceño fruncido y se fue de regreso al bar.
- Bueno, al menos dejó dinero…-
El tipo indigente que come de la basura se roba los 10 gil.
- Demonios…-
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Todo estaba absolutamente tranquilo en la mansión Shin-Ra en Nibelheim. La paz reinaba por cada rincón de la casa hasta que…
- ¡Vincent! – gritaba al tiempo que golpeaba insistentemente el portal de la mansión. Estuvo así diez minutos hasta que Vincent se decidió por abrir.
- ¡Ya basta! – abrió la puerta – ¿Qué quieres, Yuffie? –
- Lamento haberte levantado de tu tumba, querido amigo, pero ¡Vine a venderte galletas de niñas exploradoras! –
- ¿Galletas de niñas exploradoras? – preguntó extrañado – ¿Para qué vendes? –
- Para comprar Materias – sonrió como niña buena.
- ¿Qué no las robas? –
- Últimamente la policía me tiene vigilada…-
- Si te compro galletas, ¿Me dejarías tranquilo? –
- Emm…no –
Vincent dio un portazo, golpeando la nariz de Yuffie.
- Auch…Eso dolióooo – se quejó sobándose la cara. Sacudió la cabeza y continuó – ¡De acuerdo! ¡Te dejaré en paz si eso quieres! –
- ¿Cuánto cuestan? – preguntó abriendo la puerta.
- 300 gil por caga –
- ¡300 gil?! ¿Estás loca o qué?–
- Nooooo. ¡Eso es lo que cuestan las Materias! –
- Espera. Si no tienes dinero para Materias, ¿Dónde rayos sacaste las galletas? –
- ¡Las encontré en el cuarto de Marlene! Ella es como Dora; una exploradora –
- Entonces no te compraré nada…-
- Entonces no dejaré de molestarte – sonrió desafiante.
- Entonces te presento a Cerberus – dijo sacando una pistola y dirigiéndola a Yuffie justo en la frente, amenazando con darle al clic.
- ¡Entonces yo ya me iba! – mientras corría las galletas caían desparramadas al suelo.
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- Awww ¡Tifa! –
- ¿Qué pasa, Marlene? ¿Por qué lloras? – le sonrió con ternura, agachándose para estar a su altura.
- ¡A-alguien me robó cajas de galletas, y fueron muchas! ¡Ya no podré conseguir la medalla de la exploradora que más galletas vendió! –
-Tranquila – acariciándole la cabeza – Aún puedes ganar alguna, sólo vende las galletas que te quedan –
- Me queda una caja…-
- ¡Ah, mira! Véndesela a Cloud. Seguro te la compra –
- Está bien –
Marlene fue con Cloud.
- Tío Cloud, ¿me compras una caja de galletas? – dijo poniendo su cara más angelical.
- Oh, lo siento, Marlene. Sabes que no me gustan las cosas dulces –
- Pe-pero…snif…snif…-
- ¡Eh! ¡No vayas a llorar! –
- ¿Entonces me compras una caja? –
- Es que no tengo dinero…-
- ¡Cómprame una caja, te digo! –
- ¡Oye, niñita! Tú no me das órdenes. Soy mayor que tú y…- Marlene le da un puntapié – ¡Auch, auch, auch! –
- ¡Le voy a decir a mi papá que me estás amenazando para que te pegue!–
- ¡Pero si no te hecho nada! –
- ¡Papá! ¡El tío Cloud me quiere pegar! –
- ¡Marlene, mira! – saca una Materia. La niña se le quedó viendo hipnotizada – ¿La quieres, la quieres? –
- ¡Sí, sí! – brincando de emoción.
- ¡Pues alcánzala! – lanzó la Materia por la ventana y Marlene corrió tras ella.
- Cloud, te he dicho que no le des Materias a la niña – le regañó Tifa posando una mano en la cintura.
- Descuida, era un Cura. No dañará a nadie con eso –
Se escucha gente gritando, la sirena de los bomberos, y autos chocando contra botes de basura con gatos.
- ¿Decías, Cloud…? –
- Maldición – murmuró con la mirada entornada y una gota estilo anime.
- ¡Estoy bien! – gritó Marlene desde afuera.
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- Jajaja. Mi plan para que Cloud se enamore de mí dará comienzo – decía Aerith escondida detrás de una barda fuera del bar.
- Señorita, ¿Por qué está habla sola? – preguntó un niño de la calle.
- ¡Calla, niño! No molestes -
- Seño, ¿Al menos tiene algunos gil que me regale? –
- Toma 5 gil y vete de aquí – le extendió el dinero con el cejo fruncido y sin mirarlo.
- ¡Gracias! Oiga… ¿Y cómo piensa hacer para que ese tal Cloud se enamore de usted? – preguntó curioso.
- ¡Ach! Sí que eres metiche. Pero te lo diré de todas formas porque ando de buenas y para que los lectores no se enteren hasta el próximo capitulo... ¿Ves esto? – de la chaqueta sacó una Materia de color rosa – Esto es una Materia Amor. Yo la cree. Esta belleza puede hacer que las personas se enamoren de quien sea, con lo cual la usaré con mi Cloud. JAJAJA – levantó un puño al cielo triunfante mientras reía como maniática.
- Usted me da miedo…- dijo el niño y se fue.