Hace unos años...
Me encontraba en mi típico lugar esperando a mi mejor amigo y mi primer amor Yusei Fudo, no era más que un simple acosador, aunque él siempre me protegía como si de su hermano se tratara me sentía feliz con solo estar a su lado.
-Yuki-san-levante mi vista mirando a...
-¿Anderson?- el compañero más popular de nuestro años, era extraño que un chico así me hablara.
-podemos... hablar un minuto...-me extraño un pocos sus palabras para comprender todo de inmediato.
-vienes a pedirme que te haga la tarea... creí que tenías a más personas que pueden...-
-claro que no... yo jamás pediría algo así, y menos a ti... solo...-desvió su mirada, parecía nervioso, pero no era mi problema-necesito decirte algo...-
-puedes hacerlo ahora-
-pero no sé cómo...-
-con la boca-suspire frustrado, esperando unos minutos para decidirme en irme-escucha no tengo tu tiempo así que me iré-cuando estaba a punto de irme, me tomo de mi brazo deteniéndome.
-me... me gustas...-en ese momento todo se detuvo, absolutamente todo; solo podía empezar a analizar las palabras que ese chico me había dicho... ¿gustar?... ¿alguien como yo?... ¿a él?... comencé con una risa seca para hacer que me soltara.
-¿gustar?... debes estar bromeando, tal vez solo estas confu...-
-¡¡Claro que no!-me grito mirándome serio-en serio me gustas Yuki-san. por favor... no pienses que estoy bromeando, en verdad me gustas mucho y...-
-es un fastidio-suspire- como si yo "no lo hagas"-pensé-fuera a enamorarme de alguien como tú "no seas cruel"... es asqueroso "te equivocas... no lo es... el amor, no lo es.." me das asco, así que te pediría que me dejaras solo y si no es molestia nunca vuelvas a dirigirme la palabra-me fui de ahí ignorando todo, sabía que aunque eso no era lo que sentía fue simplemente palabras que pensaba de mí mismo, sabía que al desquitarme con alguien como Anderson simplemente me hacia la peor persona del mundo, pero... ¿qué podía hacer?... era así y jamás podría cambiarlo, incluso seguía siendo un cobarde por no decirle a mi mejor amigo que me gustaba.
-oh Judai-me encontré con Yusei, quien me dedico una sonrisa-¿esperaste todo este tiempo?-una sonrisa automática se hizo presente mientras asentía-te dije que podías irte antes-
-está bien, vamos a casa-le dedique una sonrisa jalándolo, fue cuando desperté de aquel sueño que constantes veces me atacaba después de eso pasaron 4 años, jamás pude confesarme a Yusei y a diferencia mío, él se volvió un exitoso médico, yo en cambio me volví un solitario escritor de novelas románticas, a pesar de que varias adolecentes y amas de casa amaban mis novelas la verdad es que jamás había tenido la oportunidad de enamorarme de verdad o tener una cita, esto debido a que jamás pude dejar de amar a Yusei.
-esto será todo-
-¿eh?...-mire a mi editor y amigo Manjoume.
-otra vez estabas durmiendo despierto, bueno no importa debo irme-
-y... ¿qué hay de la historia?-escuche suspira a mi amigo mirándome.
-te acabo de decir que está perfecto como todo lo que escribes, sé que muchos lo amaran, bien será mejor que descanses un poco-asentí levemente mientras suspiraba acomodando mis lentes-por cierto-lo mire quien me miro de reojo antes de irme-me gustaría que la próxima novela que hagas no incluya a Yusei Fudo-
-pero ¿de qué?...-
-hablo de que en cada uno de tus trabajos a pesar de que sea perfectos, siempre tienes que incluir su carácter, no digo que este mal, es claro que todas tus fans sueñan con un amor así... pero podrías intentar buscar a un nuevo protagonista que no se valga solo de la amabilidad y su sonrisa... no es como decirlo... un poco más... independiente-
-¿independiente?...-
-sí, hablo que no tema dar la cara por algo o incluso que muestre interés y desinterés alguien más común, bueno piénsalo-se fue mientras me quedaba pensativo.
-primero muerto antes que escribir algo así-suspire dejándome caer en el suelo mirando el techo-independiente...-susurre mientras cerraba los ojos pensando una vez más en sus palabras.
La verdad es que jamás he pensando en eso, todas las personas que he conocido así simplemente eran unos cabrones, a diferencia de hace 4 años lucía un poco más normal, incluso se puede decir que lo era, a pesar de que no querer hablar con mis otros compañeros no lucia como lo era ahora, un soltero que se la vivía solo y con gatos además de que solo salía cuando tenía que comer y lucia siempre desarreglado, incluso dejaba de visitar a mi familia, claro mi madre siempre me echaba la bronca siempre que podía pero mi hermana menor Yuzu siempre intentaba visitarme siempre que podía, la verdad no es que odiara a mi familia simplemente me sofocaba tener que ver la habitación de la persona que más ame en el mundo, nuevamente a mi mente llegaba aquel chico de hace 4 años.
-¿Por qué tengo que recordarlo otra vez?-suspire-¿aun siento culpa por haberlo rechazado?...-me quede reflexivo, tal era cierto y todo en este tiempo solo buscaba una disculpa que jamás di, después de aquel día Anderson jamás se me acerco como se lo pedí, se poda decir que para el deje de existir como yo, había algunas veces que nos veíamos pero actuábamos como si no nos conociéramos, él siempre rodeado de gente y yo completamente solo...
Aeropuerto
El vuelo Francia con destino a Japón llego, bajo de entre lo pasajeros un joven quien sonría al salir de la estación.
-vaya, vaya, jamás pensé que volvería a venir-
-joven amo-miro a un sirviente, quien abría la puerta de un auto-su padre lo está esperando, el chico suspiro.
-por favor Suki-san, acabo de llegar puede tener un poco de piedad con su hijo... además de que soy el único que heredara su...-
-su padre me dio órdenes de llevarlo como sea, lo conoce bien por eso...-
-de acuerdo, pero primero quiero ir a unos lugares-el hombre viejo suspiro, contra su joven amo no podía, por lo que lo llevo hasta donde había pedido en el trayecto el chico no dejaba de sonreír mirando por la ventana todas esas edificaciones y edificios característicos de Japón.
-joven amo, ¿cómo se encuentra su madre?-
-no la menciones-pronuncio frio.
-lamento ser inoportuno...-susurro-entonces dígame porque acepto la propuesta de su padre-
-bueno digamos que tengo cosas que hacer en Japón... como buscar a alguien-rio.
-¿alguien?...-
-digamos que es un viejo amor, nada de qué preocuparse... o tal vez si...-comenzó a reír pensativo-bueno no importa, de seguro mi padre ya te dijo que no viviré en la mansión-
-por supuesto, aunque lo que más desea es que sus dos hijos y...-
-recordemos que entre Rei y yo no hay cierta amistad de hermanos... además prefiero mi propio espacio, así estaré mas cómodo-
-entiendo y ¿cómo está el joven yugo?-
-se encuentra bien, aunque también deseo venir pero conociendo a nuestra madre diría que no-
-su familia a veces es difícil-
-por eso deseo que yugo siga sus propias ideas y no las influencias de mi estúpida madre-
-hemos llegado joven-
-gracias-el chico sonrió mientras salía del auto, llegando a la escuela donde había conocido al chico castaño, varios recuerdos pasaron por Johan mientras entraba varias alumnas lo miraban riendo al ver lo guapo que era, él en cambio les guiño haciéndolas gritar.
-Gracias nuevamente por tu ayuda-dijo uno de los profesores a Judai, quien sabia de la biblioteca.
-no descuide, sabe que me encanta ayudarle en todo-
-en verdad no sabría qué hacer si no estuvieras aquí Yuki-kun, sabes deberías pensar bien en la oferta del director y unirte como uno de nuestros profesores de literatura-
-no creo profeso Lee, la verdad es que no me gusta mucho eso de...-
-tonterías piénsalo, nos vemos luego-el chico asintió mientras iba de caminó a la salida deteniéndose al ver al mayor, quien miraba a todos lados curioso.
-"¿un padre que quiere inscribir a su hijo?"-pensó oji café-"no... es muy joven como para tener hijos... tal vez... ¿un pervertido?" disculpe-se acercó un poco temeroso llamando la atención del contrario-usted, quienes...-
-oh... soy un ex alumno, solo venía a pasar un buen rato de recuerdos, aunque suene extraño-rio.
-ya veo...-
-¿y qué hay de ti?-
-bueno soy también un ex alumno, pero ayudo en todo y...-
-¿eres uno también? –rio mirándolo-desde hace cuánto que te graduaste-
-3 años...-
-vaya, entonces debemos ser la misma generación, eres de un salón diferente verdad tu rostro no me suena, ah por cierto soy Johan Anderson-
-Johan... Anderson... Anderson... eres tu-se sorprendió retrocediendo mientras se quedaba en shock, en cambio Anderson se quedó confundido.
-oye...-
-lo siento, debo irme...-se fue corriendo causando conmoción y duda en el mayor.
-pero que chico más raro...-
Al pasar unos días Johan se encontraba en un hospital revisando varios papeles mientras se presentaba con cada uno de los doctores.
-bueno creo que iremos con el ultimo-
-por fin, no sabes lo molesto que es presentarse con todos esos viejos doctores-rio Johan mirando a su amigo Axel O'brien, quien simplemente reía.
-y solo estas empezando, descuida en todo el hospital solo estamos el doctor Fudo y yo que somos jóvenes-
-¿Fudo?... me suena ese apellido, pero de donde...-se quedó pensativo mientras caminaba con su amigo, quien se detuvo.
-ah hablando del rey de roma, Fudo-san-oji esmeralda levanto su vista cruzando miradas con el mayor que al verlo aquella sonrisa que llevaba se esfumo de inmediato.
-Yusei... Fudo...-susurro mientras el mayor lo miraba confundido.
-doctor O'Brien y...-
-ah Doctor Fudo, él es Johan Anderson, a partir de ahora será parte del hospital-
-¿Anderson?... ah debes ser el hijo del director, un placer soy...-
-se quién eres, íbamos en la misma escuela hace 4 años-
-¿en verdad?, que extraño jamás tuve entonces la oportunidad de conocerte-
-digamos que no, aun así será un placer trabajar contigo-sonoro falso intercambiando un apretón con el contrario, al pasar un rato Johan decidió explorar el hospital por él solo-jamás pensé que de todos primero me encontrara con el odioso de Fudo-suspiro frustrado llamándole la atención en la sala de esperar el mismo chico que había conocido ayer pero con diferencia que tenía una bolsa, se acercó un poco mientras una enfermera lo miraba.
-oh doctor Anderson ¿sucede algo?-
-ese chico...-
-oh te refieres al amigo del doctor Fudo-
-¿su amigo?...-
-sí, ese chico siempre viene este día para ir a comer con el doctor Fudo-
-entiendo...-
-sabe al parecer se llevan muy bien, siempre lo busca incluso recibe llamas de él... como era su nombre, Yuki-kun me parece-
-Yu...ki...-lentamente todo comenzaba a tomar forma mientras Johan fruncía el ceño-con que Yuki-kun, eh- al despedirse de la enfermera se acercó al chico sentándose a su lado-¿esperas a alguien?-el menor volteo mirando a Anderson asustándose.
-¿tú otra vez?...-
-sí, que tal si pasamos un rato juntos-le guiño el ojo, ante de que respondiera el castaño lo jalo fuera del hotel caminando por varios minutos en silencio.
-disculpa...-oji esmeralda se voltio haciendo que ambos se detuvieran mientras lo miraba serio.
-me gustas-
-¿eh?...-
-dije que me gustas y mucho sabes-sonrió burlonamente mientras trascurría en silencio, pero todo eso se acabó al oír la risita del mayor-vamos es tu turno de rechazarme y decirme que soy asqueroso, ¿o no?... Yuki-san-
-Anderson...-susurro asustado Judai sin poder moverse ni hacer nada, su mente estaba en blanco.