Anthony Edward Stark, sin duda un nombre muy sofisticado que calzaría a la perfección con un importante hombre de negocios dueño de una descomunal fortuna, un nombre que infunde respeto y admiración. Sin embargo, éste Anthony Edward Stark no es nada más ni nada menos que un pobre chico huerfano que a penas tiene un par de monedas y billetes para pagar una renta compartida junto a un buen amigo. Si tan siquiera el departamento que pagan fuera un poco más decente no tendría objeciones de desempeñar su trabajo actual, sin emabargo, su lugar de vivienda era una posilga con un precio de renta demasiado elevado, y su trabajo, bueno su trabajo consistía en complacer a hombres que alquilaban su cariño por un par de horas. Sí, Tony Stark, como era conocido, era un prostituto. Cualquiera que lo escuchara decir que era prostituto le corregiría y diría que la palabra correcta era "gigolo" pero para Tony, ese era un nivel de profesión mucho más alto que el que él desempeñaba.
"Un gigolo no tiene problemas de solvencia monetaria"
"Un gigolo siempre consigue increíbles regalos"
"Y principalmente un gigolo decide con quien acostarse, yo no puedo darme ese lujo"
Esas eran las frases que siempre repetía Tony, cada vez que alguien hablaba del tema, entonces, ¿Qué otro nombre se le puede dar a alguien que tiene sexo con desconocidos por unos cuantos dolares? Para él no había palabra más acertada que prostituto.
Aún con todos esos pensamientos muy presentes en su mente, Tony seguía teniendo una jovialidad envidiable, su alegría era contagiosa y su carácter fuerte era respetado, por esa misma razón es que ahora se encontraba peleando con una de las mujerzuelas que osaba apropiarse de SU esquina...
-Así es hermana, mueve tus flácidas nalgas de mi oficina- La voz de Tony se escuchaba por lo menos a dos esquinas del lugar.
-Cállate mariconcito, ésta esquina es de culquiera, ¿O es que acaso ya le measte encima para que sea de tu propiedad?- dijo la mujer con ropas de muy mal gusto, peluca desaliñada y pose de chica ruda con un cigarrillo en la mano.
-Tienes razón, es una buena idea orinarle encima, para que perras como tú sepan cuál es mi territorio- La sonrisa burlona de Tony era algo digno de admirar.
-Eres un cerdo, Stark- La mujer hizo un gesto de asco, arrojó su cigarrillo al suelo, cerca de los pies del castaño y ya para acabar ese inútil pleito decidió mejor marcharse. Pues ella estaba conciente que estuviera en la esquina que estuviera, Stark siempre se llevaría sino todos, la mayoría de los clientes y le doliera a quien le doliera ese chiquillo era el más solicitado de todo ese barrio. Hombres que toda su vida proclamaron disfrutar más con una mujer ahora se olvidaban de ellas para pasar un buen rato con ese castaño de grandes y expresivos ojos chocolate.
-Sí, sí, lo que digas zorra, atrevete a insultarme cuando ganes más que yo en una noche- Tony se agachó a recoger el cigarro que antes había tirado la tipa aquella -Y espero no tengas ninguna cosa contagiosa, porque me voy a quedar con tu cigarro- le gritó pues la mujer ya estaba lejos.
-Pudrete Stark- gritó igualmente la mujer , que aunque ya estaba lejos, Tony pudo apreciar el gesto obceno que le hizo al sacarle el dedo medio. El castaño solamente rio divertido y le dió una profunda calada al cigarrillo.
-¿No te aburres de pelear con esa pobre chica?- Bruce, amigo y compañero de piso de Tony, hacía su aparición en ese momento, bastante divertido estaba viendo la escena de Tony peleando con aquella tipa. Aunque intentaba disimularlo su sonrisa lo delataba.
-¡¡Bruciee!!- Un eufórico Tony se abalanzó a los brazos de su amigo, colgándosele del cuello -Te fuiste todo el día ¿Estuviste con tu novio?- Tony se separó a penas de su amigo para encararlo con tremendo puchero.
-Tony, te he dicho que no es mi novio- refutó Bruce arreglandose los anteojos con nerviosismo.
-Bruce, por favor, el tipo te busca sin descanso, ¿Como le llamas al chico que te invita a almorzar y cenar casi a diario? ¿Con el que hablas todas las noches hasta quedarte dormido? ¿Con el que quedas para citas sin que sea una fecha especial? ¿Al chico por el que has dejado toda ésta vida de lado?...- Aunque no lo pareciera Tony envidiaba, de buena forma, la suerte de su amigo, pues él deseaba encontrar a la persona ideal por la que dejar todo de lado y que no importara nada más.
-Él es... Bueno, él solo es... Mi cliente frecuente...- Y el semblante de Bruce se volvió oficialmente triste -Clint es solo mi cliente...- Y si ver a Brucie triste no era suficiente, a eso se le sumaba un tono melancólico. Pero Tony no se doblegaba ante eso, oh no, por supuesto que no. Había pasado ya demasiado tiempo con Bruce como para darse cuenta que esa solo era una treta de su amigo para evadir temas.
-¿Y sabes porqué es que ese tal Clint no es nada más que tu cliente?- El castaño, que le daba la última calada a su cigarro, arrojó la colilla y se cruzó de brazos tomando su caracteristica pose de desinterés.
Bruce lo vio con el ceño fruncido denotando su confusión.
-Es obvio mi querido Bruce, que el que no se decide a dar el siguiente paso eres tú- y señaló acusadoramente a su amigo.
-¿¡Yo?!- preguntó el de cabellos rizados con bastante dramatismo señalandose a si mismo.
-Pues claro que sí, piensalo, ¿De verdad crees que ese rico empresario, dueño de la mitad de Brooklyn, joven, guapo, influyente y demás cosas, estaría buscandote todo el tiempo solo porque le encanta ser tu cliente, cuando podría tener a cualquier persona que quisiera?- y Tony alzo las cejas de forma que nadie le podía combatir su implacable lógica.
-Es una pregunta muy larga, Tony...- Bruce suspiró sabiendo que nunca podría ganarle en un debate a su amigo.
-Pues dejame decirte que...-
-¿Disculpen chicos, puedo hacerles una pregunta?-
Un tercer personaje se unió a la conversación en ese instante, dejando a Tony con las palabras en la boca al ver semejante ejemplar de hombre. Un rubio, ojos azules, alto, musculoso, guapo y exageradamente elegante hombre frente a él, hizo que olvidara todo lo que tenía en su mente en ese momento. Su vida estaba a punto de cambiar... O tal vez no... Sin duda tendría que averiguarlo