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¿Quién está bajo esa máscara? por NaniMe

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Notas del fanfic:

Ningun personaje me pertenece (a excepcion, tal vez, de los extras Y y Z que por allí se presentan) la historia es totalmente mía y por eso puedo advertir que será lenta y quizás no lo que esperan.

Notas del capitulo:

Bueno, este es el primer fic Spideypool que escribo, espero que sea de su agrado. No puedo decir que está ligado a la historia de la pelicula, la serie o el comic. Es una version más.

Esta es una historia de su amigable vecino: el hombre araña. Ya saben, una de esas normalitas donde salva el día de villanos menores y las personas lo ignoran. Es algo triste, ya quisiera el arácnido recibir tanta atención como los vengadores, pero no logra ser parte de ellos.

En su día a día, Spiderman va por allí columpiándose en lo alto de la ciudad, pasando junto a las ventanas de los pisos 40 o más, sin el más mínimo rastro de vértigo, es lo normal, la rutina. Es una noche donde el paisaje es obscuridad irrumpida por grandes cantidades de puntos iluminados; como un montón de luciérnagas, algunas quietas en los edificios, otras moviéndose en la carretera; son las suficientes para permitir a las personas transitar a través de las calles con seguridad. Y si en algún callejón, donde a las luciérnagas les dio por no encender o se descompusieron, hay algún tipo pasándose de listo con otro, justo allí es donde el increíble hombre araña llega. Malos: sí, normales: también. Por ello, todo lo que hace es atraparlos con una de sus telarañas y dejarlo colgado de cabeza para que la policía lo encuentre y atrape más fácilmente. La persona a la que rescató le agradecerá a veces, otras le reclamará. Cosa que el héroe nunca se explica, es decir, ¿Quién y por qué se queja con su benefactor justo después de qué lo ayudó? No lo sabía y lo peor del asunto es que spiderman se encuentra muchos de ese tipo. Pero estaba bien, aunque lo deseaba, no se había decidido a salvarlos para que le agradecieran “aunque bien podían ahorrarse los reclamos, es como un ahorro de oxígeno para ellos y hasta salvarían al planeta del CO2 y toda la cosa” pensó.

Las personas caminan tranquilas por los cruces nocturnos, sin problemas, no hay muchos a los que se les ocurra cometer algún crimen justo en ese lugar tan rodeado de policías. Dar por hecho que no sucederá serían conclusiones rápidas, claro. El hombre araña no se pierde detalle de lo sucedido en las calles que está protegiendo. Tal vez los avengers peleaban contra aliens y robots, salían en las noticias y tenían clubs de fans; el hombre araña evitaba que a una chica le robaran la bolsa y eso era suficiente.

Era el momento de regresar a casa, ya que el amigable vecino tenía su otra vida al quitarse el traje y necesitaba descansar aunque fuera solo un poco.

Peter Parker, la persona más inteligente de la escuela (segundo en realidad), el nerd que nadie notaba mas que cuando abusaban de él y que no pasaba de ratón de biblioteca. Excepto claro, para una persona: Gwen Stacy, su novia, la única que sabía sobre su doble vida y que lo apoyaba en todo. Era la principal razón por la cual sabía que no necesitaba la admiración de todos, con ella lo tenía todo y le sobraba. Esa vida era pacífica, descontando la división que ya de por sí hacía entre su vida como el hombre araña y como Peter, tenía que dividir esta última entre su novia, la escuela y su hogar con su tía. Sonaba complicado, pero al menos allí no tenía que luchar contra armas y sí, por eso era pacífico. Le agradaba esa vida que es considerada normal y así la quería mantener.

Bien, esa sería una introducción suficiente y es probable que cualquier cosa que pase con el amigable vecino sea digna de ser relatada a detalle, mas aquí nos concentraremos en una cosa en particular que le dio un giro de 180° a su vida. Probablemente esa frase suene cliché, pero esto es cliché así que no se puede hacer demasiado al respecto.

En el crepúsculo, el hombre araña se dirigía a casa de su novia para pasar un rato juntos antes de su ronda  que S.H.I.E.L.D. le había impuesto. Mientras saltaba de un edificio a otro, sobrevolando las enormes avenidas y multitudes que se veían atrapadas en el suelo, el tiempo y el espacio se ralentizaron un instante, algo dentro de su cabeza resonó advirtiéndole de algún inminente peligro, su sentido arácnido le gritaba que tuviese cuidado; no sabía de qué se podía tratar estando a tales alturas, pero en ese aspecto nunca se equivocaba así que agudizó todos sus sentidos. El sonido de vidrio rompiéndose lo hizo voltear a una ventana que estaba unos dos pisos por debajo de su posición actual, un cuerpo estaba asomándose peligrosamente, se mantuvo allí por unos instantes debido a un brazo que lo sostenía y que lo soltó pronto, haciéndolo caer. Tomando impulso con sus telarañas se dirigió de inmediato a salvarlo, pasó a una alta velocidad junto a aquella ventana rota, pues su objetivo principal era alcanzar al hombre que caía, así que eso más la penumbra que cubría todo en la habitación, no le permitió ver más que la silueta de un hombre y el brazo que recién había soltado, cubierto por alguna especie de guante rojo. Sin demasiados detalles.

En el instante en que atrapó al hombre su sentido arácnido volvió a reaccionar, se vio obligado a detener la caída y desviarse de dirección al mismo tiempo, hazaña bastante difícil considerando que debía agregar una persona adulta al peso que ejercía fuerza debido a la gravedad, para esquivar algunas balas provenientes del mismo lugar que el hombre con el que cargaba. Una vez que varios edificios los separaban de donde había caído en un principio, el hombre araña aterrizó y colocó a salvo a aquel señor en el suelo. Este alguien había sido golpeado fuertemente, tenía moretones y varias cortadas que sangraban, al parecer había llorado y su mano se torcía de una forma anormal.

-Lo llevaré a un hospital – dijo spiderman, pues como no se había percatado de ese estado no se había dirigido a ninguno y no había por las cercanías.

-Está bien, los hospitales no son lo mío.

-No puedo dejarlo así.

-Llamaré a alguien que vendrá por mí.

-Insisto…-

-Tu trabajo está hecho, ahora déjame en paz.

Y allí estaba esa actitud otra vez. “Ahh… lo de siempre” así que lo dejó con un último –Cuídese –  y fue de regreso al edificio para intentar encontrar al agresor, después de todo, si había herido a alguien una vez, existía la posibilidad de que eso se repitiera y sería peligroso para la comunidad.

Una vez en el edificio, el hombre araña entró por la ventana destrozada con bastante sigilo.

-Hoola. ¿Señor asesino? Si sigue aquí le estoy dando una oportunidad para rendirse. Nadie quiere dañar a nadie. – Spiderman continuaba ingresando al oscuro lugar con precaución, preparado para defenderse o atacar. -¿Hay alguien allí?

Su sentido arácnido le advirtió de algo proveniente de la habitación continua.

-Sí, claro. Estoy en la cocina haciéndome un sándwich. – le dijo una voz acompañada de algunos disparos a través de la delgada pared de madera que la destrozaron por completo y persiguieron a spiderman a lo largo de la habitación, al menos lo que alcanzaba ese alguien. Y una vez más presintió el peligro que lo llevó a lanzarse al exterior por la ventana; solo unos segundos después la habitación explotó y las alarmas del edificio entero sonaron. Spiderman se columpió al edificio de enfrente y regresó de inmediato a las habitaciones contiguas para ver si había personas que pudieron resultar heridas, por suerte los inquilinos sólo se llevaron un susto. El edificio fue evacuado bajo supervisión del hombre araña hasta que llegaron los bomberos. Luego de eso, no le quedó más que permanecer con la duda. Sólo una cosa estaba segura, ese alguien no tuvo forma de sobrevivir a esa explosión.

Al día siguiente, Peter Parker estaba viendo las noticias mientras desayunaba un tazón de cereal. Un sospechoso de haber robado una lista importante de números de seguridad había aparecido con un disparo en la cabeza en un callejón, esta noticia incluía una fotografía del hombre. Peter se levantó de golpe.

-¿Qué pasa, Peter? – le preguntó su tía por tan repentina acción.

La foto era una en la que se le veía bien vestido y con una expresión falsa de amabilidad, bastante diferente, sin embargo Peter lo reconoció.

-Ese hombre - Comenzó a contestar a su tía, titubeó al pensar en una respuesta adecuada - eh… ayer el hombre araña lo salvó.

-¿En serio? –May regresó la mirada al televisor - Parece que no hizo un muy buen trabajo. Había hecho la elección incorrecta,- negó con la cabeza como cuando regañaba a alguien por hacer algo mal aunque no era su intención - ya ves que era de los malos.

-Eso no tiene importancia, tía, sea bueno o malo, el hombre araña no lo dejaría morir.

Esa claramente era la filosofía de Spiderman.

El noticiero continuó informando sobre los detalles de lo hecho por el hombre y las altas posibilidades que tenían muchas personas de haberlo asesinado. La pista más evidente y por la cual se estaban basando las autoridades para su búsqueda, era que con la sangre de la víctima había dibujado un pequeño mensaje junto a su cabeza. Este era: “with <3 D” –con amor D-  dedujo Peter de inmediato. Le faltaba averiguar quién era ese tal D.

Pensó en que quizá podía tratarse de la misma persona que en aquel edificio, pero no era posible. Seguro era, entonces, otro con un objetivo similar. “Debí llevarlo a un hospital aunque no quisiera” se reprochó Peter.

El chico universitario al que nadie le ponía demasiada atención iba caminando por las transitadas calles de Nueva York cuando su sentido arácnido lo hizo voltear a un callejón que se encontraba un poco por delante de él. Caminó hasta allí y aparentando que era casualidad se fijó en lo que allí sucedía. Eran unos hombres que iban caminando con arma en mano, quizá decididos a asaltar o atacar a alguien. Peter se adentró al callejón distraídamente para ofrecerse voluntariamente como víctima. Los hombres tomaron la oportunidad de inmediato. Le taparon la boca y lo llevaron a una parte más recóndita donde nadie los viera. Una ventaja para Peter. Como los señores malos estaban ocupados amenazándolo ni siquiera habían reparado en su rostro por lo que con una patada hizo que ambos agacharan la cabeza y se puso su máscara.

Ahora era un Spiderman con unos jeans gastados, una sudadera, una mochila y unos converse viejos. La repentina aparición del arácnido -aunque en realidad había estado allí desde el principio- sobresaltó a los señores esos haciéndolos disparar sus armas por la impresión.

-Oh no, no. Eso es peligroso. – Dijo el hombre araña mientras les quitaba las armas y las dejaba colgadas con sus telarañas lejos de la altura de sus antiguos dueños –Pueden sacarle un ojo a alguien. No deberían vender esas cosas en cualquier lado. Y cuando estaba a punto de reprocharles su irresponsabilidad, los rebeldes se dieron a la fuga. Se encontraban cerca de la avenida cuando unas telarañas los jalaron repentinamente hacia atrás y los pegó a una pared. Spiderman, ya con su traje completo, se puso de pie frente a ellos y les dio un buen sermón sobre eso de apuntar a la gente con armas.

-Está mal, niños malos. – concluyó.

Regresó por sus cosas y como no quería volver a cambiarse de ropa en el callejón -había sido raro- salió como el hombre araña. Además así llegaría con Gwen más rápido.

Peter Parker se encontraba en otra incómoda cena con la familia Stacy hasta que el radio policiaco anunció de un asalto en un banco que no estaba demasiado alejado de allí. El coronel salió y cuando Peter estaba cerca de seguirlo una noticia en el televisor sobre otro asesinato le llamó la atención y lo hizo quedarse. La cámara de seguridad había captado al  culpable, o más bien, a una parte de su cuerpo mientras disparaba el arma. Por no pasar esa escena tan violenta por televisión abierta sólo hicieron una captura de lo que se había logrado diferenciar. Era la parte izquierda de la espalda. Con eso, al menos, deducían que se trataba de un hombre con un cuerpo trabajado, tonificado. Llevaba puesta ropa roja con unos guantes negros y un cinturón con algunas cosas sin identificar. La parte de piernas que se veía demostraba que su ropa inferior también era roja.

Eso fue suficiente para que Peter lo reconociera. Se trataba del mismo que había estado en aquel edificio. ¿Cómo había sobrevivido?

Notas finales:

Espero que hay sido de su agrado y entretenimiento!

Gracias por tomarte el tiempo de leer.

Leamonos en otra ocasion!


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