UNA ARDIENTE INVOCACIÓN
Capitulo I
Pov´s Naruto.
Hola mi nombre es naruto uzumaki, tengo 16 años, y bueno, no creo que necesite una descripción física, así que no la diré.
Desde que era pequeño, no, desde que recuerdo, siempre me ha gustado lo oculto; y hoy va haber un eclipse de luna, por el cual estoy
ansioso, estoy preparando todo para una invocación, tengo velas, sal, un pentagrama, sangre se reptiles y anfibios, y por supuesto, sangre
de un humano virgen, aunque me toco usar la mía, ya que nadie me la quiso donar; bien, en estos momentos me dirijo al cementerio de
san orochimaru, falta cerca de una hora para que comience el hechizo, estoy muy nervioso.
Pov´s Normal.
Una figura algo robusta sin exagerar, llegaba a las puertas del cementerio, claro que cerca de media noche no iba a estar abierto, pero eso
no detuvo a la figura, la cual estaba cubierta por una capa negra, con la cual se escabullo por encima de las rejas junto con su maleta, al
caer miro en su reloj de mano, diciendo que faltaban treinta minutos, corrió con cautela hasta el centro del cementerio, saco las cosas que
tenía en su mochila, organizando todo justo en el cruce de dos caminos, el eclipse estaba comenzando, poniendo roja la luna llena, el rubio
encendió las velas negras alrededor del pentagrama, y se metió al interior del circulo de sal, mirando su reloj y pronunciando unas palabras
que quizás sean desconocidas para muchos; en esos momentos el viento se torna agresivo y caliente, apagando las velas, el rubio se
asusta un poco, pero sigue con sus palabras; de pronto frente a este se empieza a formar un vértice del color de la sangre, saliendo del
centro de este un ser con alas esqueléticas y azabaches al igual que su cabello y ojos, el rubio se queda si palabras, pero no por miedo si
no por emoción, una gran sonrisa se forma en sus labios, y más cuando aquel ser baja suavemente a su posición.
-¿tú eres el que me ha llamado?
Pregunto con voz de ultratumba aquel ser.
-sí, he sido yo.
Respondió sin miedo el rubio.
-entonces, ¿Qué es lo que deseas?
-quiero ser igual, a ti, quiero ser un demonio.
-todo deseo tiene su precio, y yo no he podido alimentarme en mucho tiempo, así que aliméntame.
-¿quieres sangre, carne?
-(risa) chiquillo, soy un incubo, necesito sexo.
El rubio al oír estar palabras se le abrieron los ojos, pero no quiso que aquel individuo se enterara.
-no te preocupes, necesito al dueño de la sangre que usaste para invocarme, necesito al dueño de esa magnífica y virginal sangre, solo
dámelo y te concederé cualquier deseo.
-he de decir, que no puedo traerte al dueño.
-¿por qué?
-porque ya está aquí.
-(risa) eres el humano más idiota que he conocido, eres al único al que se le ocurre usar su propia sangre en un ritual de invocación, pero no importa, en estos momentos solo quiero alimentarme.
Dicho esto aquel individuo se acerco al rubio, el cual sin pensarlo huyo, haciendo que la criatura sonriera.
-no te servirá de nada huir, pequeño, tengo tu sangre, sé en donde estas.
Al rubio se le helaron los huesos al escuchar eso, pero más al sentir el aliento cálido de la criatura en su cuello, la cual le sujeto de brazos y piernas con unos espinos que salieron del suelo.
-(sonrisa) ahora no podrás escapar.
El rubio se comenzó a tensar, y más cuando la criatura se acercaba más a él.
-(acariciando el rostro del rubio) no tengas miedo, solo será una vez, ademas si lo haces hare tus deseos realidad (sonrisa).
-e… está bien, lo hare por mi cuenta, no tienes por qué atarme, hare lo que quieras así que suéltame.
-mmm, está bien, pero si intentas escapar (mirada directa y carmesí) te degollaré y violare tu cuerpo, ¿entendido?
-si
-muy bien.
Dicho esto la criatura retiro los espinos de las extremidades del rubio, cayendo este al suelo.
-muy bien pequeño, quiero que me excites, así que haz algo divertido.
Naruto se levanto de suelo quitándose la capa negra que lo cubría, mostrando una camisa blanca embombada, unos pantalones negros algo apretados, unos guantes negros, unas botas negras que le llegaban un poco mas debajo de las rodillas y un cinturón con un símbolo de una extraña hoja.
-oh, vaya, me he encontrado con un noble, impresionante, pensé que ustedes siempre estaban rezando a su Dios, siempre devotos, especialmente tú familia, la familia konoha, no, la familia del vaticano.
-en estos momentos no soy nada, solo soy un instrumento para darte placer.
Dicho esto, el rubio se acerco a la criatura que se había sentado en una lapida, el rubio se quito los guantes lentamente con su boca mientras que con su mano bajaba un poco su camisa dejando ver sus pezones y comenzándolos a recorrer con sus dedos, haciendo que sus mejillas se sonrosaran, termino de quitarse los guantes, arrojándolos en donde estaba su capa; acercándose a la criatura se monto en las piernas de este, abriendo las suyas, y quitándose la camisa mostrando su hermosa piel, termino de quitarse la camisa comenzando a tocar su pezones de nuevo, mientras movía su trasero tratando de enterrarse el miembro de la criatura atreves de la ropa, el rostro del rubio estaba rojo, mientras que el demonio tenía una sonrisa de oreja a oreja, pero preguntándose “¿enserio esa sangre era de él?” porque no parecía muy virgen que digamos; la criatura se levanto tirando al suelo al rubio, posicionándose entre sus piernas.
-creo que ya es el momento, el eclipse no va a durar para siempre.
Dicho esto, la criatura arranco los pantalones en la parte superior, dejando solo las botas, el corazón del rubio latía como nunca, estaba con una criatura sumamente hermosa entre sus piernas, y el completamente desnudo, la criatura prosiguió, tomo el miembro del rubio comenzando a masturbarlo, pero luego paro.
-hazlo tú.
Ordeno prepotente.
El rubio obedeció, el mismo comenzó a masturbarse algo torpe, ya que nunca lo había hecho, ademas estaba muy apenado; la criatura alzo las piernas del rubio introduciéndose de una estocada, el rubio paró en seco y lagrimas comenzaron a salir de sus ojos, ademas de que comenzó a sangrar.
-no dejes de mastúrbate.
De nuevo ordeno la criatura.
El rubio prosiguió, movía su mano arriba y abajo por su miembro aun con el dolor que sentía, la criatura comenzó a embestir; más lagrimas comenzaron a salir de sus orbes azules, pero no dejo de masturbarse, así aliviaba en algo el dolor, el cual era insoportable, el miembro de aquella criatura era demasiado grande, claro que la criatura de por sí ya era de tamaño enorme; el rubio creyó que no resistiría más, sentía que se partía en dos, y el demonio no es que ayudara mucho, seguía embistiendo fuertemente, el rubio iba a gritar, no lo soportaba, más, pero ese grito se transformo en un jadeo, al sentir los colmillos de la criatura en su cuello, haciendo que la excitación subiera, era tan delicioso sentir sus colmillos atravesando su piel, ademas aquellas criatura comenzó a recorrer su cuerpo con esas negras, largas y afiladas uñas, causando varias heridas, pero a su vez aumentando la excitación, el rubio, no aguantaba más, saco fuerzas de quien sabe dónde, para cambiar de posición con la criatura, el rubio estaba encima de la criatura y aun con su miembro en su interior, comenzando a auto penetrarse, la criatura esbozo una sonrisa macabra, tomando las caderas del rubio y ayudando a que su miembro llegara más hondo.
-dije que no dejaras de hacerlo, continua.
El rubio de nuevo tomo su miembro comenzando a masturbarlo, mientras era empalado, la criatura no aguanto más y se vino alzando un poco el cuerpo del rubio, el cual al sentir ese liquido en su interior soltó su esencia; el rubio respiraba fuerte, estaba muy cansado y adolorido, tanto que se recostó en el cuerpo de la criatura, sin sacar su miembro de su interior.
-que delicioso alimento has sido (sentándose)
-Ah!
-creo que ya puedo cumplir tu deseo.
Dicho esto la criatura se acerco suavemente al rostro del rubio, mordiendo sus labios justo antes de unirlos a los del rubio.
-toma mi sangre, yo ya he tomado la tuya.
Dicho eso los dos se unieron en un pasional beso, el rubio tomo el liquido carmesí que la criatura le daba con su lengua, al separarse se miraron a los ojos, perdiéndose mutuamente en los contrarios.
-ahora le diré mi nombre al humano que está próximo a convertirse en alguien igual a mí, tu próximo nombre será naruto Namikase del migran de Belcebú, yo tu creador sasuke uchiha de madarita de Junín, te hago mío, ahora eres de mi propiedad, al decir esto los ojos del rubio se tornaron carmesí, comenzando a salir viento de su cuerpo, sasuke aún dentro del rubio lo abrazo fuertemente mientras este gritaba y trataba de zafarse, se sentía como el viento era cada vez mas fuerte al igual que los gritos, en el rostro del rubio aparecían tres marcas en cada mejilla; mientras su cabello crecía dos bultitos comenzaron a aparecer en su espalda, los cuales se veían cada vez más grandes, comenzando a perforar su piel, para mostrar unas esqueléticas alas negras, justo con algo de sangre, las uñas empezaron a crecer negras y afiladas, mientras que el cabello termino de crecer, llegando hasta el suelo; (aun estaba encima de sasuke) El rubio dejo de gritar, para desmayarse en el abrazo del azabache, terminando sus colmillos de crecer.
-muy bien mi pequeño, ahora vamos a casa.
Decía el demonio, mientras aparecía el remolino de nuevo desapareciendo sus cuerpos y mostrando una hermosa luna llena.
FIN