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In The Light por MidNightFlower

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Pareja: Harry Potter/ Draco Malfoy

Disclaimer: Nada del mundo de Harry Potter, todo es de J.K. Rowling y a la Warner Bros.

Advertencia: Es un EWE, con contenido SLASH (relación Chico /chico)

Título: In The Light”

Capítulos: 2/4

 

Sweet Words

 

Entre el horror, la devastación y la decadencia era donde siempre se encontraba cada que cerraba los ojos en profunda soledad. Siempre era lo mismo sin falta cada anochecer, era como si el señor tenebroso aun estuviera rondando en la tierra, con su silencioso caminar y su siseante voz gélida, calándole hasta la médula, haciéndole temblar de miedo con solo encontrarse su mirada roja.

 

“Solo fue un mal sueño” le decía Harry a su lado instándole a seguir durmiendo. Aquella calmada voz siempre sabía reconfortarle y más aún su abrazo ligero a su espalda, con su tranquilo palpitar golpeando rítmicamente; reiterándole con su muda presencia que no estaba solo.

 

Para Draco aquella convivencia era algo extraño sacado de algún libro de ficción o de antología de la profesora Trelawney, pero no por ello le desagradaba.

 

Potter era extrañamente cálido y una buena compañía, a veces se encontraban charlando durante horas como amigos de años atrás, otras con silencios agradables donde simplemente con un gesto o una sonrisa podían comunicarse sin la necesidad de hablar, solo su presencia y acogedora compañía.

 

-Mira Draco- llamó Harry mostrándole algo que estaba en el suelo con tal emoción como si hubiese descubierto una nueva piedra filosofal.

 

Al rubio aquello siempre le fascinaba, como siempre el león heroico con pequeñas y simples cosas podía mostrarse con tal felicidad y regocijo, aquella sonrisa infantil que apenas y mostraba afuera de esas cuatro paredes del salón de desuso que habían acomodado a modo de guarida, donde solamente existían ellos dos, “Harry y Draco”, sin apellidos ni títulos ostentosos y expectativas y pasados macerados por la guerra, solo dos jóvenes con una pequeña luz para disipar las tinieblas.

 

-¿Qué se supone que es eso Potter?- dijo algo jocoso acercándose a ver más de cerca, riendo de lo lindo cuando el otro hizo un puchero por llamarle por su apellido.

 

-Si serás… y luego dices que yo soy el ciego…- dijo mostrándole un nido de ramitas secas y hojas con tres pequeños huevos blancos en él.

 

-¿De dónde sacaste eso? No sabía que los Gryffidor tienen gusto por la cleptomanía- Harry le sacó la lengua.

 

-Claro que no… estaban solos en el bosque… y no pude dejarlos solos…- dijo algo avergonzado jugando con sus pulgares. Draco ocultó una traviesa sonrisa tras su mano y se le quedó viendo analítico. Era obvio que el moreno era sensible al tema “huérfano”, aquello lo sabía y de sobra, así que dejando ese tema de lado, decidió picarlo por otro lado.

 

-¿Y qué vas a hacer con esos huevos de tritón?- Harry abrió más los ojos y regresó a ver a los huevos como si no pudiera creerlo -¿o tal vez son de cocodrilo?-

 

-No inventes Draco, que no hay cocodrilos en el lago Negro…- dijo avergonzado sentándose con la piernas cruzadas frente a los huevecillos para acariciarlos con devoción.

 

-O tal vez de serpiente ¿aún sabes hablar pársel?- dijo tomándole la mano, una acción bastante intima que compartían cuando nadie los veía.

 

-No creo que sean de serpiente… había plumas cerca…- hizo una comisura.

 

-Humm… a los doxies les gusta cambiar sus huevos con un hospedero tranquilo….- dijo como que no quiere la cosa.

 

-¡Pero no están peludos!-

 

-¿Una mutación?- Harry rodó los ojos dándole un codazo –yo solo decía-

 

-Claro…- contestó el moreno con una cálida sonrisa. En definitiva esa sonrisa y esa calma hacia que todo fuera mejor -¿entonces nos los quedamos?- Draco arqueó una ceja de la manera más aristocráticamente posible.

 

-Pues si tú los cuidas, estoy de acuerdo-  Harry amplió su sonrisa a modo de respuesta.

 

*°-*°-*°-*°-*°-*°-°*

 

Conocer cada matiz de Draco era algo tan maravilloso como descubrir ese pequeño punto exacto en el que el sol y la luna convergen para dar inicio la mañana, tan preciado, pero tan raro que Harry apenas y podía perderle un segundo de vista.

 

Draco podía ser tan obstinado y terco como él, tan inamovible y testarudo como ninguno; intelectual y metomentodo a ratos, con un sentido del humor ácido y un comentario sarcástico bajo la manga, que a veces pareciera que nada lo afecta o conmueve como los pequeños huevos que encontró el otro día.

 

Siempre tratando de ocultarse bajo capas y capas de indiferencia bajo el ojo de curiosos, escondiendo aquella vena  tan sensible y suave que Harry comenzaba a conocer. Ese genuino cariño que profesaba hacia cualquier cosa que valorará era adictivo, pues más de una vez lo sorprendió acariciando uno de los huevecillos o hablándoles como si acaso la pequeña criatura en su interior comprendiera, era imposible que fuera tantas cosas como se veía ante sus ojos, pero así era y como le gustaba cada cosa que descubría.

 

Las pesadillas por las noches se mantenían a raya cuando escapándose  de  sus respectivas casas, recurrirán a la fraternal guarida que siempre los esperaba y sellando su confianza en un abrazo encontraban la paz.

 

Aunque tanto Ron como Hermione no veían con buenos ojos la peculiar relación que tenía con Draco, aquello no podía importarle menos. Adoraba a sus amigos con toda su alma, pero Draco en ese poco tiempo se había convertido tan parte de él que era imposible existir sin ese momento al día o noche, donde con ambas manos luchaba sus propias batallas para no perderse en el intento, donde todo en el mañana era mejor.

 

-Me pregunto cuando nacerán- dijo jugueteando con el cabello platinado que se escapaba rebelde de la gomina sin perder ni un segundo de los huevecillos blancos que permanecían aún dormidos al mundo que les rodeaba.

 

-Eres tan desesperado, seguro que ya no tardan- dijo Draco sin dejar de leer su libro -¿ahora tu novia comadrejita no vendrá a molestar?- preguntó el rubio mirando por encima de su libro al moreno que bufó.

 

La pelirroja desde que había descubierto su escondite, se dejaba caer cada que podía y con comentarios mordaces y bochornosos para Harry hacía más de una insinuación a lo que se traían entre manos.

 

-¿Ginny?-  preguntó arrugando la nariz.

 

-¿A quién más vez que le queda el nombre?- dijo como si era lo más obvio del mundo.

 

-No es mi novia... dejó de serlo cuando regresamos a la escuela... sólo somos buenos  amigos-

 

No entendía cuál era el gusto tanto de Ginny como de Draco emparejarlo con urgencia con el otro. “Aunque no estaría mal que…” pensó detenidamente mirando la rubia ceja arqueada y la sonrisa ladeada frente él y tragó saliva con dificultad apartando esos pensamientos.

 

-Ya decía yo que no se haya puesto en modo posesivo con su niño dorado que duerme en la misma cama que un Mortifago-  Harry rodó los ojos sin dejar de acariciar el pequeñín huevecillo que estaba en la perfecta temperatura.

 

-No eres un Mortifago  y aunque lo fuiste, no fue por decisión propia...- Draco sonrió disimuladamente ocultando su risa tras su grueso tomo  de pociones como si hubiese escuchado exactamente lo que quería escuchar.

 

 


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