Los rayos de sol se hacían cada vez más fuertes, obligándolo a abrir los ojos y a cubrirse el rostro con una de sus manos sintiéndose desorientado, observo a sus alrededores y se dio cuenta que estaba acurrucado a la puerta del automóvil de sus padres, su cabeza había estado recargada contra el cristal, mientras que sus piernas estaban sobre el asiento, no sabía cuanto tiempo había estado durmiendo en aquella posición, pero su cuerpo dolía, aun así no se comparaba con el dolor que sentía en el pecho, aquella opresión parecía no desaparecer con nada, y con el solo hecho de abrir los ojos era consciente de la devastadora realidad.
Se lo estaban llevando lejos.
Lo que más le dolía no era el hecho de que se lo estuvieran llevando de la ciudad, se había acostumbrado a ir viajando por muchos lugares debido al trabajo de sus padres. Lo que más le dolía era que lo estaban alejando de Wonsik… Pensó que todo lo que había hecho sería suficiente para que lo dejaran permanecer en Busan, pero se había equivocado y se sentía horriblemente culpable, quiso arrepentirse de sus palabras, pero no había sido suficiente, nadie le había creído. Dio un hondo suspiro notando como el clima había cambiado drásticamente y el viento mecía con brusquedad la copa de los árboles mientras que pequeñas gotas de lluvia caían sobre el parabrisas, habían anunciado una fuerte tormenta para aquel día y él no podía sentirse más identificado con el clima, toda la calma que había tenido en su vida se había esfumado, convertirse en el inició de una gran tormenta, la cual no sabría cuando terminaría. Apoyo la cabeza en el cristal, veía los distintos paisajes que iba dejando atrás mediante los kilómetros avanzaban y no podía evitar sentir como su corazón se seguía rompiendo a pedazos mientras que las lágrimas se acumulaban en sus ojos, no lloraría, se había prometido no llorar mientras lo llevaban a su nuevo destino, pero no podía cumplir su propia promesa, parecía que el dolor se había adueñado de cada parte de su cuerpo y el sentimiento de nostalgia y de perdida no desaparecería con nada, las lágrimas comenzaron a descender lentamente por sus mejillas a la vez que pequeños sollozos se escapaban de sus labios, no importaba cuantas lágrimas derramara, todos parecían ajenos a su dolor. No soportaba escuchar que “todo lo hicieran por su bien”
Se había enamorado profundamente de Wonsik, el hermano de una de sus compañeras de clases , pero un día sus padres los habían encontrado besándose, se había armado un gran escándalo, el cual no había hecho más que empeorar en el momento que los padres del pelinegro se enteraron. Hyuk podía recordar todas las palabras hirientes y cargadas de odio que le habían dedicado al mayor y para aumentar su culpa, podía recordar sus propias palabras haciendo que toda la culpa recayese sobre Wonsik. Sentía tanto miedo que no era capaz de pensar en todo el daño que estaba causando, solo había querido protegerse y así lo había hecho, pensó en lo que sería mejor para él, sin imaginar que sus padres decidirían que lo mejor para él era llevárselo lejos de la ciudad.
Aún no podía entender porque era incorrecto amar a otro hombre, no dejaba de preguntárselo una y otra vez, ¿El sexo de la otra persona realmente importaba si había amor de por medio? No lo entendía, verdaderamente no lo entendía, él había tenido miedo de ser juzgado, sentía miedo de lo que los otros pudiesen decir, pero ¿Por qué importaba tanto el qué dirán? No eran las otras personas las que estaban viviendo su vida, ni los que veían los verdaderos motivos de su felicidad, él no vivía de los demás y no entendía porque se había preocupado de lo que los otros pudieran opinar.
Lo que había comenzado con unas cuantas lágrimas recorriendo sus mejillas de forma silenciosa, se había convertido en un llanto desesperado, no podía acallar los lastimosos sollozos que salían de sus labios, lo único que quería era que aquel dolor que sentía en el pecho desapareciera, no obstante las dos únicas cosas que había logrado habían sido que su cuerpo temblaba debido a los espasmos producidos por el llanto y que sus padres se detuvieran en una estación de descanso en medio de la carretera, para que el pudiera ir al baño a mojarse la cara. Al entrar al baño de aquel lugar se detuvo frente al espejo situado frente a los lavamanos, sus ojos estaban rojos e hinchados por tanto llorar, estaba ojeroso y su rostro estaba pálido. Se veía horrible, se sentía como un muerto en vida y no pudo evitar pensar si aún con ese aspecto le seguiría pareciendo atractivo a Wonsik.
Wonsik…
Una pequeña sonrisa surco sus labios al pensar en él, se había sentido atraído hacía él desde el primer momento en que lo vio, le encantaba esa actitud humilde y a la vez de autosuficiencia que tenía pelinegro, siempre le había gustado ver como protegía a Jiwon de cualquiera que pudiera hacerle daño, sin importar si él salía herido, él siempre había pensado que Wonsik era de aquellos héroes que no tenían capa y deseo ser una de las personas que también pudieran ser protegidas por él y lo había logrado, pero se sentía culpable y lamentaba enormemente no haber sido él quien lo hubiese protegido aunque fuese una vez.
Se preguntaba si Wonsik estaría tan destrozado como él lo estaba en aquellos momentos, suponía que se encontraba igual o incluso peor que él, de todo aquello sin duda el otro se había llevado la peor parte, se había culpado para protegerlo, haciendo que toda la culpa recayera sobre sus hombros, sin importar las consecuencias que eso pudiese traerle.
Necesitaba a Wonsik…
Lo necesitaba cerca, quería que lo abrazara con sus fuertes brazos para sentirse protegido mientras le susurraba al oído que todo estaría bien, no importaba si todo fuese una mentira, quería dejarse engañar y pensar que las cosas mejorarían y podría salir el sol después de la tormenta, pero parecía que todo iba de mal en peor. Lo único que podía calmarlo era estar bajo la lluvia, sintiendo como esta se encargaba de empapar todo su cuerpo, necesitaba sacar todo aquel peso que se encontraba en su corazón por lo que comenzó a gritar con todas sus fuerzas, intentando que eso lo ayudara a sacar parte de la rabia y tristeza que sentía, no obstante por más que gritara no conseguía nada más que sentirse aún más vacio, lo único que lo consolaba un poco era pensar que el temporal que lo rodeaba podría entenderlo, la lluvia caía con tal fuerza que parecía querer acabar con todo lo que se encontrara a su paso, caían con la misma intensidad que sus lágrimas, las cuales se mezclaban con la lluvia.
-Te va a dar una pulmonía si sigues aquí, es hora de irnos – Le había dicho su madre con voz suave, observando como su hijo caía de rodillas al suelo a la vez que lo golpeaba con fuerza, hiriendo sus manos. – Sanghyuk basta, te harás daño –
-¿Eso importa? – Respondió en un hilo de voz, su garganta ardía por haber gritado tanto.
-Todo esto lo hacemos por tu bien. Es lo mejor-
-¿Lo mejor para mí? ¿O lo mejor para ustedes? – Preguntó con rabia contenida.
-Sanghyuk ya te lo hemos explicado, todo es su culpa, él te hizo creer en que te habías enamorado de él, solo estás confundido, es solo cosa de tiempo para que lo olvides. Ya volverás a ser el mismo de siempre, él no te transformara en eso– Dijo despectiva refiriéndose a que él no se convertiría en un homosexual.
Hyuk río con frustración ¿Él mismo de siempre? Estaba cansado que lo trataran como si estuviese enfermo, estaba cansado de que trataran a Wonsik como si fuese el malo de la película, él no lo había transformado en nada, no creía en que el hecho de que te gustara un chico fuese un virus que infectaba a las personas, no se sentía menos persona por haberse enamorado de Wonsik y se sentía tan desolado al ver como sus padres lo miraban con lastima, como si les hubiera fallado.
-No estoy enfermo –Dijo levantándose del suelo y caminando hacia su madre, la cual con una mano sostenía un paraguas cubriéndose de la lluvia y en la otra tenía una bolsa.
-Ve a cambiarte de ropa, no quiero que te enfermes – Dijo mientras le pasaba la ropa y Hyuk la tomaba, su cuerpo comenzaba a temblar de frío producto de todo el tiempo que estuvo bajo la lluvia.
Una vez de vuelta en el auto, cerró los ojos por unos momentos y sin darse cuenta se quedó profundamente dormido apoyando la cabeza en el cristal, le hubiese gustado que al despertar se hubiera encontrado en su cama en Busan y que todo eso no hubiera sido más que una pesadilla, pero no tenía tanta suerte y todo era real.
“Un par de brazos rodeaba su cintura en un abrazo, sintió el cuerpo del otro apegarse a su espalda y como su aroma parecía inundar todos sus sentidos, se sentía tan bien de esa forma.
-Wonsik… Te amo –
-Yo también te amo Sanghyuk –
-¿Cómo pudiste enamorarte de mí? – Le preguntó deshaciendo el abrazo para poder verlo a los ojos.
-Eso es muy fácil – Respondió con una sonrisa – Eres muy inteligente, lindo y por sobre todo muy, pero muy adorable – Decía mientras le jalaba ambas mejillas.
-No soy adorable – Decía ligeramente sonrojado.
-Claro que sí y ahora todo rojo te ves tan hermoso- Decía delineando con los dedos los labios del otro.
-Mentiroso – Decía Hyuk comenzando a reducir la distancia entre ambos, para comenzar a besarlo suavemente. -¿Estaremos juntos para siempre? –
-Por supuesto y si alguien intenta separarnos, yo siempre te voy a proteger –
-¿De verdad? –
-Si, siempre- “
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El tiempo transcurría tan lentamente que era asfixiante, había aprendido a convivir con aquella angustia que parecería consumirlo por completo, creía estar bien, le hacían creer que las cosas habían mejorado al cambiarse de ciudad, que al alejarlo de Wonsik todo lo malo había terminado, pero Sanghyuk no creía lo mismo, seguía extrañando al pelinegro y sufría el estar incomunicado, sus padres le habían quitado el teléfono y el ordenador, para que no pudiera relacionarse con Wonsik ni con nadie que lo conociera.
Lo habían llevado a numerosos psicólogos, psiquiatras e incluso lo obligaban a ir a hablar con un sacerdote, para que pudiese volver a ser “el de antes” y mediante iban pasando los meses, comenzaba a convencerse de que todo lo que había sucedido con Wonsik no había sido más que una equivocación, había confundido su amistad con amor y se sentía mal por haberse sentido atraído por otro chico, pero ahora que estaba lejos de él su vida comenzaba a cambiar, tenía una novia y creía ser feliz con ella, por fin estaba haciendo las cosas como correspondían.
Una de las veces en la que Wonsik lo había llamado, él se había excedido con las palabras, le había gritado todo lo que tantas veces le habían dicho a él, que su relación había sido un error, que le daba asco haber estado con él, que estaba bien junto a su novia, que podría volver a comenzar desde cero, sin nadie que los juzgara, sin nadie que le causara daño.
Quería que lo dejara de llamar, necesitaba que no lo volviera a hacer. Cada vez que Wonsik lo llamaba sentía un hormigueo en el estomago, sabía que no debía sentir eso, quería seguir creyendo que lo había olvidado, quería convencerse de sus propias palabras y pensar en que había sido un error, quería sentir asco al recordar su besos y sus caricias, pero se le era imposible no anhelar sus besos cada vez que besaba a su novia. Dio un hondo suspiro intentando calmarse, sentía una opresión en el pecho que solo era comparable a la desolación que sintió al momento en que se lo llevaron de Busan, tenía un mal presentimiento y por más vueltas que diera por su habitación no lograba calmarse, por lo que después de mucho pensarlo decidió llamar a Wonsik, necesitaba disculparse por sus palabras, quería dejar de sentir esa culpa que lo estaba carcomiendo por dentro.
-¿Diga? – Contestó una voz femenina que se le hacia familiar, se sintió ansioso, el mal presentimiento que tenía era cada vez mayor.
-¿Está Wonsik? –
-¿Hyuk? – Preguntó ella sorpendida – Habla Jiwon, ha pasado mucho tiempo -
-Sí, han sido varios meses –
-¿Para qué quieres hablar con Wonsik? ¿Pretendes seguir culpándolo? ¡Acaso no te basta con todo el daño que le has causado! – Dijo con rabia y dolor mientras que su respiración se entrecortaba.
-Quiero disculparme –
-¿Disculparte? – Dijo irónica – No creo que eso sea posible –
-¿Por qué? –
-¡Porque está grave! – Gritó angustiada la chica -¡Se intento suicidar! – El dolor que sentía era palpable en sus palabras y a pesar de no poder verla, Hyuk estaba seguro de que ella intentaba retener las lágrimas.
-¿Qué? – Dijo sintiendo como se le detenía el corazón, eso no podía ser posible, Wonsik era la persona más fuerte que el conocía, no hubiera sido capaz de hacer algo así.
-Cómo escuchas, se intentó suicidar y casi lo logra – Dijco entre sollozos - ¡¿Qué rayos fue lo que le dijiste como para que intentara ser algo así?! – Gritó con la voz quebrada
-Yo… jamás pensé que él haría algo así – Su voz sonó entrecortada, sentía que le habían enterrado un puñal en el pecho, le costaba trabajo hasta respirar. – Hable sin pensar, le dije que lo nuestro había sido un error – Dijo con un hilo de voz, omitiendo la gran mayoría de las cosas que le dijo.
-No importaba quien intentara herirlo, él soporto muchísimas cosas por ti, después de que se enteraron de su relación su vida se convirtió en un infierno, incluso acepto toda la culpa para que tú no salieras herido, lo soportó… pero el no podía soportar tu rechazo, ahora creo entender porque lo hizo- Soltó un hondo suspiro – Te agradecería que nunca más lo volvieras a llamar – Dijo ella antes de colgar.
Las lagrimas corrían desesperadas por sus mejillas, parecía ser que el mundo se le estaba cayendo a pedazos, se sentía estúpido, era el mayor imbécil que había pisado la tierra y no sabía que hacer para quitarse aquel peso de encima, no podía cargar con la culpa. Puede que él no haya obligado a Wonsik a pensar en suicidarse, pero era consciente que con sus acciones lo había orillado a tomar una decisión así, él sabía como lo habían tratado sus padres aquella vez que los descubrieron besándose, sabía como lo trataban en la escuela luego de que se fuera y a pesar de todo eso, él se las había empeñado en culparlo de todo y además le había dicho que todo había sido un error, aquel era el momento en el que se daba cuenta de que nada de lo que había hecho había valido la pena, a pesar de querer mentirse a sí mismo, Wonsik seguía siendo lo más importante para él.
-Mi amor, ¿Qué pasa? – Preguntó su madre preocupada entrando a su habitación.
-Me quiero morir – Respondió abrazando sus piernas para quedar en posición fetal.
-No digas esas cosas, tienes un gran futuro por delante –
-¡Soy un asesino mamá! ¡Un asesino! –
-¿Qué estás diciendo? – Preguntó confundida
-Wonsik se intentó suicidar por mi culpa – Decía llorando.
-No es culpa tuya, él ha sido quien a tomado esa decisión-Hizo un pequeño silencio antes de seguir hablando – No eres un asesino bebé, él aún sigue vivo ¿No?, no deberías preocuparte por él -
-Yo aún lo amo mamá – Confesó en un susurro.
-Pero habías dicho que solo fue un error, que estabas confundido y que lo habías olvidado –
-Fue una mentira, quise creer eso, pero no pude –
-Deberías descansar y aclarar tu mente –
-¿Cómo voy a descansar sabiendo que él esta grave?-
-Piensa en que se pondrá mejor -
-Lo intentaré- Dijo intentando conciliar el sueño, pero se le era imposible, no podía con la culpa y por más que cerrara los ojos, solo venían a su mente recuerdos que le recordaran todos los errores que había cometido.
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La tormenta que esta vez se había creado en su vida parecía no cesar con nada, sus padres ya no sabían que hacer, no quería comer, no quería ir a la escuela, ni salir con sus amigos e incluso había roto con su novia para no saber nada de ella y sus padres estaban demasiado preocupados, no sabían que hacer para que su hijo se animara.
-Mi amor – Dijo su madre sentándose en el borde la cama – Te tengo noticias de Wonsik – Con solo oír su nombre, Hyuk se había acomodado en la cama para poder ver a su madre.
-¿No me dirás una mentira? – Su madre negó con la cabeza.
-He hablado con una vieja amiga, me contó que se fueron de Busan, nadie sabe a donde, pero el chico está bien –
-Eso me alegra – Dijo dando una sonrisa sincera – Lo único que quería era saber que él esta bien-
-Sabes, con tu padre nos inscribimos en un grupo de ayuda – Hyuk la miro curioso- Para poder aceptar lo que eres – Dijo con un hilo de voz –No quiero que hagas lo mismo que él, no lo soportaría -
-No lo haría mamá, la mejor manera de pagar mis errores es viviendo, encontraré la manera de poder compensarlo por todo el daño que le hice. Le he escrito cartas, las he mandado a casa de su tía, no se si las reciba algún día – Dijo dando un hondo suspiro.
Todo lo que había sucedido con Wonsik había sido un duro golpe en su vida, pero si de algo estaba seguro, era de que por mucho que intentase convencerse así mismo de no sentía nada por él, no lo había conseguido y lo amaba incluso más que antes, por lo que haría hasta lo imposible por lograr que Wonsik lo perdonase y le diera una segunda oportunidad. Necesitaba compensar todo el daño que le había causado y dejar de sentir aquella culpa que lo carcomía por dentro, esta vez, quería hacer las cosas bien.