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Yo soy especial por Oblivious

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Notas del capitulo:

Les agradezco sinceramente a los que se atrevieron a dejar un review, me hacen muy feliz. Lamento no responder a ellos, pero me entretuve tanto leyendo los reviews que me motivaban demasiado, tanto como para querer escribir deprisa otro capítulo.

Por eso no esperaba escribir un segundo capítulo tan pronto, de hecho, no creí posible que pudiera escribir más de 2000 palabras.

Aquí les dejo el siguiente capítulo, espero y te guste. Mil disculpas por los errores ortográficos.

Escrito esto, comencemos.

Un molesto sonido inundó mi habitación, era la alarma. Llevé las manos a mis orejas y las cubrí, quería dormir más… qué sueño, mi cama es tan cómoda por las mañanas, ¡no dan ganas de levantarse!

 

—Taehyung, ¡despierta bebé! —una voz dulce se sumó al molesto sonido de la alarma, era mi mamá—. Sabes que debes hacer estas cosas solo cariño.

 

Me senté en la cama, aún con las orejas tapadas, mientras mi mamá caminaba por mi cuarto hasta llegar a la alarma para apagarla. Yo le observé en silencio, con uno de mis ojos abiertos. Hice una divertida mueca que sacó una risa a mi linda mamá.

 

—Vamos, TaeTae. No debo repetirte las cosas, ¿cierto? —volvió a hablar.

 

Cierto, no debe.

 

Me paré de la cama y sonreí, refregando uno de mis ojos con la mano. El frío de la mañana llegó a mis pies, manos y rostro. Esta vez reí.

 

—Perdón —me disculpé—. Mi cama es muy suave y cómoda, es difícil salir de ella —dije, con un ligero tono robótico.

 

Uh, no recuerdo si te lo mencioné, pero me cuesta un poco expresarme, a veces siento que soy una máquina en vez de un alíen. No, no, en vez de un humano, tampoco soy un alíen. De todas formas, alíen o robot —o puede que humano—, me alegra saber que estás leyendo esto.

 

¡Espera! Los robots no sienten, ¿verdad? Ellos no sienten, ellos no aman a Hoseok hyung. Entonces eso descarta una posibilidad.

 

—Ve a darte una ducha, yo te prepararé el desayuno —interrumpió mis pensamientos, gracias mamá. Creo que no podré vivir sin ella, pero de todas formas ella trata de que me autogobierne y sea algo independiente.

 

—Entendido —asentí.

 

¿Qué hará de comer?

 

Caminé al baño, y a su vez, mi mamá dejó la habitación y fue a la cocina. Retiré mi ropa y miré mis pies, subí lentamente por mis piernas hasta mi entrepierna, luego mi abdomen y al final mi pecho. Recuerdo que hace diez años le escuché a mi nutricionista que debido a mi discapacidad tendría ansiedad y por eso comería mucho para poder relajarme, o algo así, y que eso era malo para mi salud, por lo que debían controlar mi dieta. Al final no importó demasiado, no soy tan ansioso como se esperaba y no subo de peso fácilmente, gracias a mi papá.

 

Mi papá y mi mamá actualmente son delgados, pero a diferencia de papá, mamá sube y baja de peso constantemente. A veces es gordita y otras veces delgada con una modelo, pero no como esas modelos horribles que son solamente huesos. No, como ellas no, sino que una modelo bonita, con bonitas curvas y un bonito, además de largo, cabello. Mi papá no, es siempre esbelto y alto, muy alto, casi quince centímetros más alto yo, con… ¿semblante? Creo que así era. Con semblante serio pero muy bondadoso.

 

Me miré en el espejo, en rostro me parezco a mi mamá, excepto mi nariz, que es un poco más gruesa que la de ella. Sonreí. Últimamente me considero más lindo que hace un tiempo, como si me estuviera dando motivos por los que Hobi hyung podría fijarse en mí.

 

Pequeñas lágrimas se acumularon en mis ojos, ni siquiera me di cuenta hasta que comenzaron a nublar mi vista, iba a llorar en cualquier momento.

 

Eso es imposible, ¿no crees? Él nunca se fijaría en mí, yo soy el chico especial, la mayoría de los estudiantes me ven con lástima, otros se burlan, puede que no intencionalmente, pero eso es lo que hacen, se burlan. Y unos pocos me ignoran, así como yo suelo ignorar mi entorno y a cualquiera que no es el maestro que enseña en la clase —al que de todos modos suelo ignorar a no ser que de las clases—, pero en menor cantidad.

 

“No es normal que una persona sana se fije en alguien con discapacidad”, escuché eso de dos chicas que hablaban en la banca de un parque.

 

Tristeza, eso fue lo que sentí al oír aquello.

 

Primero, porque en ese entonces yo ya sabía mis sentimientos hacia Hobi hyung. Y segundo, porque yo no me considero alguien con discapacidad. Sólo soy distinto.

 

Entré deprisa a la ducha y dejé que la tibia agua de la regadera se llevara todo esos feos pensamientos por el desagüe. No debo distraerme, no debo perder el tiempo y no debo hacer que mis padres se preocupen. Algún día seré un profesional, lo sé, sé que podré mostrarles con orgullo mi título a mi mamá y a mi papá. Será difícil, por qué no voy al mismo tiempo que alguien de mi edad, pero lo lograré… aunque por ahora no tengo alguna carrera en mente.

 

Todo en mi cabeza es tan claro cuando lo pienso por mí mismo, pero si quiero decirlo ya es cosa aparte.

 

Terminé la relajante ducha y tomé la toalla que… espera, ¿toalla? ¿En qué momento vino mi mamá? Wow, sí que me ayudó el agua a perderme en el espacio aunque sea por unos minutos. Sequé mi cuerpo y desnudo volví a mi habitación, me puse el uniforme y me dirigí a la cocina, no sin antes tomar mi mochila con mis cuadernos, lápices, y algunos libros.

 

—Te tomaste tu tiempo, Taehyung —una voz se escuchó, más grave que la mía—. ¿Te irás conmigo, cierto?

 

—Sí, papá —sonreí, adoro sonreír, aunque la mayoría del tiempo es porque me pierdo en mis pensamientos.

 

—Cuando termines de desayunar me avisas —habló, como siempre, con amabilidad. Tomó su taza de café y se levantó de la mesa, sólo para ir al sillón y sentarse allí, frente al gran televisor.

 

—Ya~

 

Comí alegre y disfrutando cada bocado, podría ser un desayuno simple, pero como mi mamá lo hizo, lo convierte en un desayuno delicioso. Algún día debes almorzar conmigo algo que prepare mi mamá, te aseguro que te va a encantar.

 

—¡Listo! —di un largo sorbo al resto del té y agarré mi mochila mientras me paraba.

 

Vi a mi papá dejar la taza vacía sobre la mesa de centro. Contuve la risa mientras él se acercaba a mí, mamá le va a regañar después.

 

–¡Adiós mamá! –grité, lo más fuerte que pude. Para asegurarme de que me escuchase–. ¡Nosotros ya nos vamos!

 

–¡Nos vemos chicos! –noté que su voz venía del cuarto suyo y de papá, lo más seguro es que se estaba arreglando.

 

Di pequeños brincos hasta llegar a la puerta para salir del departamento en que vivíamos, supe de inmediato que mi papá venía detrás de mí. Bajamos por el ascensor al subterráneo, nunca me gustó ese lugar, una vez me perdí aquí y lloré por horas hasta que mis padres asustados me encontraron. Subimos al auto y me senté en el copiloto, normalmente era el asiento de mamá, pero por las mañanas me gusta decir que es mío, por lo menos en época de clases.

 

Viaje corto, como siempre, no más de quince minutos y ya estaba frente al edificio que frecuentaba de lunes a viernes. Estaba dispuesto a bajar cuando mi papá habló.

 

—Taehyung.

 

Cierto, cierto, cierto. Debo despedirme apropiadamente de la gente, más aún si se trata de mis padres.

 

—Lo lamento —vi que señalaba su mejilla con el dedo índice y me acerqué para darle un suave beso allí, su barba pinchó mis labios, parece que olvidó afeitarse—. Nos vemos más tarde.

 

—No te duermas en clases.

 

Bajé en silencio, como si no hubiera escuchado a mi papá, digo, no es mi culpa, ¿verdad? No soy responsable de tener sueño durante las mañanas, además, no soy el único que duerme mientras el profesor explica algo, ¿me entiendes?

 

Uno, dos, tres, cuatro pasos, cinco, seis…

 

¡Espera, allí está hyung! Ah~ Esto ha alegrado mi día, ¡es que en serio! Hobi hyung es muy lindo, adoro su cabello negro y corto que mantiene hacia arriba, creo que usa gel o algún otro producto para el cabello, es lo más lógico. Está sonriendo, ¿no te parece guapo? Oh… e-ese chico se llama… era algo con H, o G… ¿quizás con Y?

 

Sabía que mi mirada de confusión en algún punto perdido llamaba la atención a los que estaban cerca de mí, da igual. Alcé los hombros sonriendo, algunos murmullos se hicieron presentes, solo seguí con mi camino, era normal que hagan comentarios sobre mí, aunque sean inofensivos.

 

Había perdido la ubicación de Hobi, todo por pensar en aquel chico que tenía la suerte de recibir las sonrisas de Hoseok hyung.

 

Suspiré, de nuevo alguien me miró raro, era una chica, creo que estábamos en el mismo curso.

 

Me adentré a la sala y tomé asiento en mi lugar correspondiente, cerca de la ventana y frente al escritorio del profesor, tres puestos nos separaban. Busqué mi celular en la mochila y me puse a jugar en él, de todos modos tengo unos minutos antes de tener que apagarlo.

 

*No debo usar el celular en clases, ¡recuerda qué pasó la última vez que me lo quitó la profesora!

 

Esa nota… cada vez que la leo o pienso en ella, me da risa. Aunque esa vez, cuando mi maestra me lo quitó, me puse a llorar demasiado. Fue hace un año, en la otra escuela y varios se rieron de mí por eso, sé que fue mi culpa por usarlo mientras ella explicaba, pero me daba miedo que mis papás se enojaran ya que ellos me lo habían advertido antes.

 

Contuve la risa lo que más pude, aunque fallé en el intento. Aquella nota realmente me da risa. Me considero una persona que puede reírse de sus penas pasadas, ¿es raro? Cuando hablo con alguien siempre son cosas puntuales, realmente no sé cosas relevantes sobre los demás, al igual que ellos no saben cosas relevantes sobre mí, como el hecho de que supero las tristezas con facilidad.

 

El profesor correspondiente llegó, así que apagué aquel aparato que recibí por mi último cumpleaños.

 

Después de dos horas y diez largos minutos era momento de un descanso, teníamos veinticinco minutos de receso antes de seguir con las clases.

 

Vi como todas mis compañeras salían de la sala, era un grupo grande de diecinueve chicas. Creo que es bueno que sean unidas y no estén peleando por tonteras, como en las películas, donde la chica más popular y su grupo de amigas molestan a las demás haciéndolas sentir inferiores.

 

Luego salió Jeon Jungkook, tiene quince años y lo distingo por la cara de conejito que tiene. Es el que más impresión causa en mí por eso, y además de que es muy inteligente y talentoso. Varias chicas se le han declarado, pero las rechaza con mucha amabilidad.

 

Dos chicos más salieron, como siguiendo a Jungkook. El resto de los hombres que estaban en el salón se dividieron en tres pequeños grupos.

 

Cerré los ojos mientras ponía las manos en mis bolsillos, recargué la frente en la mesa y traté de concentrarme en mi alrededor a través de mis oídos, pero solo pensaba en dormir.

 

Cinco minutos antes de que el recreo terminara escuché unos rápidos pasos por el pasillo, seguramente corrían. Me sobresalté al sentir cómo la puerta era abierta con fuerza, abrí los ojos y vi a los dos chicos que habían salido después de Jungkook, empujándose entre ellos para entrar primero.

 

Sonreí, se veían tontos.

 

Lograron entrar finalmente y se acercaron a uno de los grupos de chicos que se encontraba allí. Hablaron un poco, relatando algo que no pude escuchar porque susurraban. Al terminar hubo un silencio en ese grupo, se miraban a las caras sorprendidas —excepto los que hablaron al llegar—, hasta que uno preguntó:

 

—¿Es broma?

 

—¡Claro que no, es en serio, lo escuchamos! —dijeron a la vez los que corrieron y pelearon para entrar al salón.

 

La respuesta fue tan automática que no me lo esperaba. Un segundo más tarde las risas de ellos inundaron el lugar.

 

—¡Eso explica mucho! —gritó uno, tratando de regular su respiración por tanta risa.

 

—¡Ahora todo tiene sentido! —dijo otro.

 

—¡Sabía que algo raro había!

 

Varios comentarios así escuché hasta que la campana sonó, las clases iban a continuar. El silencio volvió y cada quien fue a su asiento, incluso los que salieron de la sala llegaron a tiempo.

 

Nuevamente, dos horas y diez minutos exactos fueron de la clase de biología, la profesora de despidió y salió junto a unas chicas, parece que se llevaban bien porque hablaban con comodidad.

 

Encendí mi celular, quería jugar un rato y después iría al baño.

 

Noté que Jungkook, que se sienta en la primera fila, se iba a levantar pero un chico que pasó a su lado le tomó el hombro y evitó que se parase. Le sonrió al conejito, en cualquier momento parecía que iba a estallar en carcajadas, el que estaba de pie miró a todos los que estaban allí y habló:

 

—¡Pero quién se iba a imaginar el motivo por el que rechazabas a todas esas chicas, Jungkook! ¡Es realmente inesperado! —rió, con tanta agresividad que me dolieron los tímpanos—. ¡No creí que fuera porque eras marica!

 

El rostro confuso de Jungkook al principio no me importó, pero de un momento toda esa confusión se convirtió en asombro, el chico, del cual no me acuerdo su nombre y que tampoco me molestaré en recordar, reía, junto a la mayoría de mis compañeros allí presentes. Jungkook comenzó a temblar, miró hacia atrás, notando a todo aquel que se burlaba de él por aparentemente ser “marica”, bajó la mirada y apretó el borde de su camisa con fuerza.

 

Pobrecito… parece un animalito a punto de ser cazado, está temblando mucho y yo solo estoy congelado.

 

Nunca había pensado en mí como un marica, ya que un marica es aquel hombre que se siente atraído por otro hombre, ¿o me equivoco? Ahora más que nunca siento miedo de que se enteren que estoy enamorado, antes solo era miedo a ser descubierto, ya que todos hablarían de que el chico especial está enamorado, como si fuese muy raro.

 

Mi psicóloga siempre me habla de estos temas, yo puedo enamorarme de quien quiera, hombre o mujer. Siempre me cuenta que muchas personas piensan que yo por tener discapacidad cognitiva asumen que soy asexual, que nunca me voy a enamorar, eso es mentira. Aun así, ¿por qué tengo miedo de que se enteren? No soy alguien que siente vergüenza, pero me aterra que se enteren, estoy confuso. Sé que no está mal enamorarse de alguien con tu mismo sexo, pero no quiero ser el centro de atención como lo está siendo Jungkook ahora mismo, puedo asegurarte que conmigo será peor. Lo sé, algo me lo dice.

 

Oh… Jungkook se está mordiendo el labio inferior y sus ojos parece que no pueden contener más esas lágrimas.

 

No me imagino en su lugar, no lo hago, definitivamente no lo hago. Pero, ¿por qué me puse pie? ¿Por qué estoy caminando hacia aquel chico que molesta a Jungkook solo por qué le gustan los hombres? No es raro, no es raro que te guste alguien de tu mismo sexo y mucho menos es malo, además no hay nada confirmado, pero la reacción de Jungkook parece decir que algo de verdad hay en eso.

 

Tengo miedo, tendré problemas después de esto, mi mamá y mi papá me van a regañar, y me llevarán más seguido a la psicóloga para saber por qué de mi actitud, aún así, no me preocupa eso.

 

Todas las risas se detuvieron, el silencio reina. Todo era por mí. Les sorprendía que estuviera enojado y lo mirara con el ceño fruncido, les sorprendía que me acercase a paso lento al que molestó y gritó las preferencias sexuales de Jungkook, les sorprendía que mi mano formase un puño.

 

Les sorprendía que ese chico, que hace poco tenía tanta seguridad en sí mismo como para burlarse de alguien más, me mirase con miedo.

 

Di una de mis mejores sonrisas.

 

Les sorprendió que mi puño golpease con precisión la nariz de aquel chico.

Notas finales:

Creo que este capítulo no fue como creí que sería, me parece que estuvo mucho mejor que mis expectativas. Espero no haberte decepcionado.

Debo decir que cuando publiqué el primer capítulo no me atreví a ver nada con respecto a este, fue como un experimento. El título no es muy llamativo y el resumen no revela nada que cause impacto sobre la trama.

Mis apuestas van a que el 85% de las lecturas, hasta ahora, han sido porque el resumen dice VHOPE, aun así espero que las historia llame su atención no solamente por la pareja, tengo que ser honesta y decir que estoy poniendo bastante de mis sentimientos en ella.

Muchas gracias si eres de lo que leen hasta las notas, te mereces toda mi gratitud.

Para terminar, lamento todo error ortográfico y/o de coherencia, también lamento si en algún momento la lectura fue tediosa para ti.

Gracias por leer, nos vemos.


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