Habían vuelto de matar a un demonio Raum, cómo siempre Will se llevaba toda el protagonismo. Jem por su parte prefería cubrir su espalda y proteger que no se dañará.
-¡Jaja! ¿Lo has visto Jem? Lo mate de un golpe.
-Pues no era un gran demonio que digamos.
Will ofendido le dio un golpe en el hombro, no muy fuerte sólo para desquitarse, Jem sólo avanzó dejando a su compañero atrás.
-Vamos apresúrate que no quiero perderme la cena.
-¿Cena? ¡Podríamos ir a beber! Es mucho mejor que una cena.
Jem se detuvo mirando a su parabatai, will lo miro a los ojos y sonrio juguetonamente. Entorno los ojos y siguió avanzando entre las calles de Londres.
-¡Hey! espera sólo jugaba -Gritó Will siguiéndolo.
El joven lo ignoró, caminó acomodando la gabardina mientras sostenía su bastón en la mano derecha, hacía frío y podía ver su aliento en el aire. Una neblina cubría la calzada haciendo que el camino fuera más traicionero y difícil de visualizar a más de dos metros.
Podía sentir las quejas de su compañero unos metros más atrás. Un agudo dolor atravesó su cuerpo y comenzó a toser frenéticamente, detuvo la caminata para apoyarse del bastón. En sólo segundos William estaba delante de él muy preocupado.
-¡James! ¿Estás bien? -Preguntó tocando el hombro del joven.
Jem siguió tosiendo, unas gotas de sangre cayeron desde su mano, muy angustiado Will lo cargó y comenzó a correr hacia el instituto.
-Estarás bien, ya lo verás. -Decía Will tratando de darle ánimos.
Entraron por las rejas del instituto, con prisa corrió hacia la puerta, solo empujó de esta haciendo que se abriera. Siguió la frenética carrera hasta llegar a la habitación de James, entró y recostó a su parabatai sobre la cama. Él estaba casi inconsciente, un agudo dolor recorrió el cuerpo de Will, temía perderlo, siempre lo temía.
-¡Charlotte, alguien ayúdame! -Gritó buscando ayuda.
Sophie entró por la puerta preocupada y al ver a Jem salió corriendo. Will se sentó junto a su parabatai y tomó su mano cerrando los ojos.
-Resiste James, no te rindas, jamás te rindas... -Musitaba will.
Charlotte no demoro mucho en llegar, traía un vaso con agua, se acercó a la caja de Yin fen y con una cuchara mezcló un poco de la droga con el líquido.
-Will levantándolo un poco. -ordenó ella.
El joven tomó a jem por los hombros haciendo que se levantará, Charlotte se acercó y lo hizo beber la mezcla. Cuando acabo de beberla will volvió a recostarlo, lo tapó con el edredón, estaba frío. Pudo sentir la mano de la mujer sobre su hombro, seguía sin soltar la mano de su amigo que descansaba dormido.
-Mejorará will, si sucede algo avísame yo llamare a los hermanos silenciosos.
Él asintió con la cabeza mientras ella se iba de la habitación, Sophie la siguió cerrando la puerta detrás de ella. Miro a su parabatai recostado en la cama, estaba pálido, sudaba frío y algunos escalofríos recorrían su cuerpo de vez en cuando.
-James... ¿Te conté alguna vez como me sentí cuando te conocí? -Mantuvo el silencio. -Estaba practicando en el salón de entrenamiento y llegaste tú con Charlotte, recuerdo que te trate muy mal... pero lograste cautivar mi atención. Eso es único en ti, siempre sabes sacar lo mejor de mí.
Pudo sentir como la mano que sostenía de jem se apretaba contra la suya, lo estaba oyendo, con una sonrisa miró la cara del joven pero seguía dormido.
-No sé que sería de mi sin ti... James Carstairs eres lo que me hace seguir vivo.
Se levantó de un golpe, se había quedado dormido junto a James, miro hacia la dirección de su parabatai. Ahí estaba, mirandolo con una sonrisa, la sonrisa que solo jem podía darle.
-¿Cómo te encuentras?
-Mucho mejor, gracias por cuidarme Will.
-Sabes que haría lo imposible por ti.
Will se levantó del piso, le dolía el cuerpo por la mala posición y el duro suelo pero lo valía todo por su parabatai. Caminó hacia la puerta dándole la espalda a jem.
-Iré a buscarte desayuno, debes comer.
-Tu también debes comer. -Protestó él levantándose de la cama. -Iré contigo ya estoy mejor.
Con un leve mareo perdió el equilibrio, will como siempre muy atento ya estaba ayudándolo a mantenerse en pie. Jem recibió la cara de "Te lo dije" de parte de su parabatai, sin reclamar volvió a acostarse.
-Más te vale quedarte en cama para cuando vuelva o te amarraré a ella.
-No me moveré lo prometo.
Will lo miro y alzó las cejas, gesto que hizo que Jem riera, solo él podía mover las cejas con tanta libertad. Volvió a caminar a la puerta y haciéndole un gesto de "te estoy vigilando" salió de la habitación.