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Él nos separa y el destino nos une por aiakafuri

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Notas del fanfic:

DEdicado a Suemy

Espero te guste

 

Aun que me confundi con el nombre de Teppei
cual es el nombre o el apellido

Notas del capitulo:

Mi primer MuraKiyo

espero les guste

dedicado a Suemy

—No puedo seguir así— pensaba un castaño alto y varonil, mientras observaba a su primer amor besar a un pelinegro.

—Vamos, Teppei— dijo Hyuga al ver a su mejor amigo triste. Se supone que estaban en ese lugar para celebrar la graduación de Teppei, no para que se deprimiera.

—Está bien— bebió lo que quedaba de la copa y siguió a su mejor amigo, Hyuga Junpei.

Su nombre era Kiyoshi Teppei y lo conocían como: corazón de hierro y era un docel, aunque no lo pareciera (media casi dos metros, tenía grandes manos, voz gruesa, un cuerpo varonil) pero la marca de una flor de Sakura en su tobillo, lo confirmaba. Actualmente tenía 23 años y se acababa graduar de la universidad; a su corta edad era voluntario en bomberos, un trabajo arriesgado para un docel pero su físico lo ayudaba.

Tres años atrás había viajado a América con Alex García, la operación fue un éxito, el médico le había advertido que sí tenía otro accidente no habría otra oportunidad; por lo que decidió abandonar el juego por precaución.

Un año después regreso a Japón solo para ver que el amor de su vida estaba en una relación con Himuro Tetsuya desde hace unos meses; Kagami le había comentado que se hicieron novios unas semanas después de que se marchara. La noticia fue muy fuerte para él, su corazón quedo destrozado ¿Por qué? Simple. Unas semanas antes de marcharse a América se había confesado al peli morado, quien le dijo que lo iba a esperar… —Mentiroso— grito una y otra vez frente Kagami, quien no entendía que pasaba, solo veía llorar de forma desconsolada al corazón de hierro.

Después de ese día estuvo muy deprimido. Junpei y Riko eran quienes lo ayudaban a salir adelante y animarlo. Se inscribió en la Universidad para la carrera de Economía y se presentó como voluntario en con los bomberos junto con Kagami.

Cerca de tres años estuvo evitando al amor de su vida, pero si se había encontrado con Himuro unos meses después de haber regresado.

—¿Teppei?— preguntó al verlo entrar a su pastelería.

—Buenas tardes— dijo con una sonrisa fingida como siempre ¿Qué hacía ahí? Escuchó que vendieron la pastelería pero nunca espero que Murasakibara la atendiera.

—¿Cu-cuándo volvisteis?— preguntó.

—Hace tres años ¿Su NOVIO no se lo dijo? Me encontré con Himuro unos meses después de que regresé— dijo sonriendo.

—Teppei, yo..

—Le agradecería que no me llamara de forma tan íntima... Me gustaría hacer un pedido para el sábado, quiero un pastel de fresas para 40 personas, 30 brownie y dos tartas de fresas— dijo manteniendo la sonrisa.

—Teppei... Claro, el sábado a las ¿3?— preguntó.

—Hmmm está bien ¿Cuánto es?— pago la mitad del pedido y agregó antes de salir —Gracias, alguien vendrá por el pedido— se alejó rápidamente de la pastelería mientras grandes lágrimas surcaban sus mejillas.

Después de ese día pasaron varios meses y, ahora, se encontraba siguiendo a su mejor amigo. No debía deprimirse, ya estaba cansado de su llorar y sufrir por Atsushi Murasakibara, ya no lo esperaría, ya no lo amaría... Pero no fue así... Dos meses después abrió la puerta porque alguien tocaba de forma desesperada y estruendosa —¿Murasakibara?

—Te amo Teppei-chin. Siento la espera— dijo el peli morado y besó al castaño.

Respondió al dulce primer beso y luego recordó algo —¿Himuro?— preguntó apartándolo.

—Terminé con él. Quiero a Teppei-chin— respondió y volvió a besar al castaño, quién respondió al beso y cerró la puerta después de que Atsushi rodeara su cintura.

—————

—Aghhh mura... Nggg— gemía mientras su cavidad era preparada para la gran intromisión de ese enorme miembro.

—¿Ya?— preguntó.

—Sii.. aghh... Us—usa condón... Soy d...— fue jalando y Atsushi se colocó entre sus piernas, mientras se besaban fue penetrado de una sola estocada —Agghhh dueleee.

—Respira Teppei— gruñó mordiéndole la oreja izquierda.

—Aghh nghg— jadeaba tratando de acostumbrarse. El pene en su interior estaba partiéndolo, jamás pensó que fuese tan doloroso. El llanto surcaba sus mejillas.

—Tranquilo, te daré muchos dulces— susurró en los labios del castaño. Teppei rió por las ocurrencias Atsushi y se relajó.

Atsushi comenzó a moverse y a disfrutar de esa estreches. Las paredes internas de Teppei lo succionaban.

—Mura... Aghhh... Mnghhhh— gimió al sentir que salía y entraba lentamente.

—Teppeeiii— gruñó mientras mordía el cuello a su disposición.

—Aghh no más— sus brazos ya no resistieron en aquella posición (en cuatro) —me corro.

—yo... También— gruñó, dio unas estocadas más y se corrió.

—Aghh Murasakibara— gimió al sentir un calor en su interior y se corrió.

—Te amo Teppei-chin— le besó la mejilla y se acostó a su lado abrazándolo posesivamente.

—Te amo Atsushi— murmuró antes de quedar dormido.

Los siguientes días fueron perfectos, Atsu le había pedido formalmente ser novios y obviamente aceptó.

En menos de tres días todos sus conocidos sabían que Murasakibara había dejado a Himuro por el corazón de hierro. Junpei estaba temeroso por él y lo comprendía, después de todo él también estaba temeroso y no solo era por ser novios.

Entonces dos meses y dos semanas recibió la noticia que le partió el alma. Himuro Tatsuya tenía 15 semanas de gestación.

—¿Qué?— estaba en la estación de bomberos cuando vio al pelinegro frente a él.

—Como escuchaste ¡Estoy embarazado! Le quitaste su padre a mi bebé— lloraba un pelinegro.

—Yo...

—Por tú culpa me dejo a mi bebé. Atsushi sabe y no regresa con nosotros por tú culpa.

¿Atsushi lo sabía? ¿Por qué no lo había dicho?

—¡Tienes que hacer algo! No puedes dejar a mi bebé sin su padre— gritó y se fue.

Se mareo por la noticia y fue auxiliado por sus compañeros, lloró en brazos de su jefe. Todos sabían lo feliz que era el castaño por su noviazgo.

El jefe lo mando a casa al verlo mal. Cuando llegó vio al peli morado sentado esperándolo, tenía el cabello revuelto y ojeras visibles; tenían 3 días sin verse.

—¿Atsu?— preguntó llamando la atención del peli morado.

—Teppei-chin— dijo levantándose.

Abrió la puerta y lo dejó pasar —¿Tienes algo que decirme?— al ver que no decía nada agrego —¿Es por tu hijo?

Atsushi lo miró con los ojos como platos —¿Cómo?

—Fue a mi trabajo a decirme... ¿Ya has tomado tú decisión?— preguntó con un nudo en la garganta, sabía la respuesta.

—Sí, yo...

—Veté. No te quiero cerca de mí. No quiero ser quien te separe de tú hijo— no puedo evitar llorar.

—Teppei.

—¡Se feliz!— exclamó intentando sonreír.

—Te amo, Teppei-chin— dijo abrazándolo.

—Te amo, Atsushi— dijo llorando. Se besaron una vez más y Atsushi Murasakibara salió de su casa... Y de su vida.

El llanto lo estaba ahogando y ya había comenzado a temblar, de pronto el mareo inundo su sentido y el intentar sostenerse fue lo último que hizo antes de perder la consciencia.

————————————

—Gracias a Dios despiertas— le dijo un preocupado Junpei.

—¿Qué pasó?— preguntó sentándose. Estaba en la camilla de un hospital.

—Fui a la estación y me dijeron que te sentiste mal, llegue a tú departamento y la puerta estaba entre abierta. Estabas inconsciente y al ver que no despertabas llame a la ambulancia... Hey — no dijo nada al ver la grandes lágrimas en el rostro de su mejor amigo —¿Qué pasa?

—Está embarazado— logró decir.

—¿Quién?

—Himuro— lloro desconsoladamente en los brazos del peli negro.

—¿Murasakibara?— preguntó.

—Él tomó su decisión... Se fue con él y su hijo— dijo llorando.

—Teppei— abrazo fuertemente al castaño. La puerta se abrió y entró un peli verde bastante conocido —Midorima— El castaño de limpió las lágrimas.

—Ya tengo los resultados— dijo leyendo el sobre.

—¿Resultados?— preguntó Teppei.

—Como no despertaba, le hicimos unos análisis— explicó Shintarō —Los resultaron arrojaron positivo para..

—¿Para qué?— interrumpió Junpei.

—Bueno felicidades, serás padre— de seguro Murasakibara estaría muy feliz.

—¿Embarazado?— dijo Junpei y miró rápido al castaño.

Sería padre. Estaba embarazado de Atsushi... Lágrimas surcaron sus mejillas.

Shintarō miró extrañado al castaño.

—Teppei— dijo Junpei tratando de consolarlo, sin duda una noticia inesperada.

—He estado llamando a Murasakibara pero no responde— dijo Shintarō.

Respingó al escuchar el nombre. Él también le daría un hijo, pero Atsushi lo había dejado por otro doncel e hijo. —Midorima. Como médico tiene que resguardar la información de su paciente— el peli verde asintió —No le diga a nadie que estoy embarazado. Eso incluye a toda la generación de los milagros, sus novios, su esposo y a at... Murasakibara.

—Pero— trató de decir.

—Murasakibara se fue con Himuro— Shintarō abrió los ojos como platos —Él también esta embarazado. Murasakibara se fue para ser feliz con ellos— explicó llorando.

—Teppei— Junpei lo abrazó.

—Creo que al final aceptaré aquella propuesta— dijo llorando en los brazos del pelinegro.

———————————————

Pv Atsushi

Desde que recordaba siempre había amado a Teppei, cuando se confesó quiso aceptarlo de inmediato pero tenía una confesión pendiente que tenía que rechazar, por ello le dijo que lo esperaría. Pero nunca pensó que una fiesta y una noche copas iba propasarse con Himuro Tetsuya, quién se había confesado antes Teppei. Inicio la relación bajo la amenaza de Kagami Taiga. Pasó el año y Teppei no regresó, luego otro y nada pero ese día Teppei se apareció y le dijo que llevaba en Japón tres años y sabía de su noviazgo, entendió por qué el castaño no se presentó ante él.

Le había roto el corazón a la persona que amaba. Tardó varios meses para hacer que Himuro fuese separándose de él, pero nada funcionaba. A últimas le dijo que se iba, que nunca lo amo que amaba a Teppei y se fue. Busco al amor de su vida y comenzaron su noviazgo.

Pero ahora todo se había complicado, sería padre... Y, tenía sus dudas. Pues siempre había usado protección, Akashi y Midorima le mandaban lotes de preservativos mensualmente. Ahora estaba esperando a que Himuro abriera la puerta.

—Atsushi— dijo llorando abrazándolo.

—Contaras conmigo. Seremos la familia para mi hijo, pero no te tocaré... Sólo por bebé-chin estoy aquí— fue lo primero que dijo, le partía el corazón haber dejado a Teppei.

Los reclamos y gritó de Himuro Tatsuya no se hicieron esperar —¿Es lo que querías, no? Aquí estoy por mi bebé-chin… mañana iremos con Mido—chan para conocer a bebé-chin.

Fue una gran alegría ver su bebé, hasta había llorado de la emoción. En esos días no había tenido corazón para ir a ver a Teppei. Sus amigos estaban molestos e incluso Akashi le decían que podía haber tomado otra decisión, pero quería a su bebé. Estar con él, verlo crecer, amarlo, cargarlo.

Dos semanas después fue buscando a Teppei y no estaba en la estación de bomberos y su casa. La vecina le dijo que se había mudado dos semanas atrás. Aquello no le gustó, estuvo buscándolo y nada. Los meses pasaban y no había noticias de Teppei, Hyuga no lo quería no ver. Nadie sabía nada. Akashi le dijo que hubo varios boletos en el aeropuerto a su nombre y todos habían sido abordados a la misma hora

Entre cumplir los antojos de Himuro (aunque Kagami y su esposo, Tetsuya, lo ayudaban), el cuidado, la pastelería y la búsqueda de Teppei llegó la hora del nacimiento.

Estaba atendiendo a sus últimos clientes cuando recibió una llamada de Tetsuya Kagami —¿Kuro-chin?

—Himuro-san entró en labor, ven al hospital Midorima.

Le entregó las cosas a los clientes, los corrió y cerro la pastelería —Lo siento, mi bebé va a nacer— gritó cuando corría al auto.

Llegó al hospital y entró justo cuando llevaban al pelinegro al quirófano. Siguió las órdenes de Shintarō, llegó al quirófano y se cambió.

—Atsushi— dijo Tatsuya al verlo.

—Tranquilo ambos estarán bien Himuro— aseguró tomándolo de la mano. Desde que regreso ya no lo llamaba Muro-chin.

—¿Amas a mi bebé?— preguntó.

—Por supuesto. Es mi hijo— respondió viendo que el pelo verde comenzó la cesárea. el pelinegro no dijo nada.

Shintarō logró ver al bebé... Sacó al menor y corto el cordón umbilical —Murasakibara tranquilízate, espera a que termine— ordenó después de entregarle el bebé a la enfermera.

—¿Qué pasa?— escuchaba el llanto de su hijo pero la mirada perdida de Atsushi no lo ayudaba.

Atsushi Murasakibara miraba a su hijo y lágrimas surcaban sus mejillas. Tatsuya estaba aterrado por las palabras del peli verde.

Shintarō término la cesárea y le indicó a Murasakibara que continuara y explotara, aquello lo había tomado por sorpresa.

—Himuro...

—¿Qué tiene mi bebé?— dijo llorando.

—¿Te... Acostaste con Kagami?

—…

—Responde— gruñó. Las enfermeras y Shintarō tuvieron miedo por la mirada fiera del peli morado.

—S-sii.

—Tú y Kagami son padres— dijo y salió hecho una fiera del quirófano.

La enfermera se aproximó a Tatsuya y le entrego un bebé pelirrojo.

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Tetsuya vio caminar a Murasakibara Atsushi a grandes pasos y con cara de terror. Algo malo había pasó con Himuro y su hijo.

—¿Qué sucedió?— preguntaron Taiga y Tetsuya.

Un puñetazo directo a la cara fue el golpe que mandó a Taiga a volar contra la pared.

—¿Qué demonios te pasa?— gritó Tetsuya ayudando a su marido a levantarse.

—¿Qué me pasa? ¡¿Qué me pasa?!— gritó, los de seguridad ya iba para detenerlo —Tú lindo e inocente tigre es el padre del bebé. Es idéntico a él, Himuro aceptó que se acostaron, eso es lo que pasa. Perdí al amor se mi vida por culpa de dos bastardos infieles— dijo llorando.

—Es mentira... Taiga no— Tetsuya miro a su esposo.

—Es verdad— confeso.

—No… no puede ser— logro decir Tetsuya antes de cubrir su boca mientras lagrimas surcaban sus mejillas.

—¿Cómo pudieron hacernos esto? ¿Desde cuándo son amantes?— gruño Atsushi. Varios guardias llegaron e intentaban detenerlo.

—¿Desde cuándo?— murmuro Tetsuya al borde del colapso.

—4 años— confeso mientras tosía sangre.

El mundo de Tetsuya colapso. El hombre que amaba lo engañaba con su “hermano”.

—¡Malditos! Por su culpa perdí a Teppei— grito furioso, se zafo del agarre e iba a golpear nuevamente al pelirrojo pero lo detuvieron.

—Detente ¡Lo vas a matar!— grito Aomine Daiki aferrándose al torso del peli morado; mientras que Akashi Seijūrō lo ayudaba junto con Kise Ryōta y Yukio Kasamatsu. Sakurai Ryō y Furihata Kōki sostenían a un desmayado Tetsuya.

—Eso es lo quiero. Esos malditos arruinaron mi vida y la de Kuro-chin— Por su culpa perdí al amor de mi vida. Teppei se marchó por el hijo de ellos— grito llorando,

—Tranquilízate, Atsushi— dijo Seijūrō pero el pelo morado no cedía.

—¿Qué me tranquilice? Esos idiotas me embaucaron y me separaron de Teppei por sus estupideces. Perdí a Teppei, él se fue— dijo llorando.

—Yo sé dónde está— confeso. Todos voltearon y vieron a Midorima Shintarō.

—¿Dónde? ¿Desde cuándo lo sabes?— Atsushi se soltó del agarre de sus amigos, camino hasta Shintarō y sujeto de la ropa.

—Desde hace 5 meses… Está en New York.

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PV Teppei

Al ser dado de alta por Midorima, fue a su departamento, saco sus pertenencias y lo puso en renta. Estuvo uno días en casa de Junpei. Riko y su amigo trataban de convencerlo para que le dijera al pelinegro, pero no quiso; nada más recibió la llamada de la empresa en la que trabajaría y se marchó del país. Con la ayuda de Hanamiya Makoto, quien hackeo las bases de datos de las aerolíneas, logró que pareciera que abordo y aterrizo en varios destinos a la misma hora y el mismo día de su vuelo.

Llego a New York, directo al pequeño departamento que la empresa había rentado por él. Estaba ubicado en la sexta avenida y estaba en la planta baja, pues les había dicho su estado y aun así aceptaron. A los tres días se presentó en el despacho de contadores y comenzó su vida laboral. Todos los días era la misma rutina: levantarse, volver el estómago, desayunar y en ocasiones volver el estómago, trabajar, regresar a casa y llorar durante las noches hasta quedar dormido.

Cada día que pasaba, era peor para él, no por su bebé sino porque Murasakibara, el padre de su hijo y el amor de su vida no estaba con ellos. No podría ver su pansa crecer, no podría acompañarlo a los ultrasonidos, no elegirían juntos la ropa, su cuna, pintar la habitación para su hijo… no podría y no estaría en sus vidas. A esas alturas, ya los imaginaba casados y Atsushi cargando a su otro hijo. Todo eso lo tenía triste y deprimido, pero saldría adelante, tenía a alguien que cuidar y criar.

Las semanas avanzaban lentamente, cada día su vientre iba creciendo y vaya que había crecido a pesar de esperar un bebé y no gemelos o trillizos, pero lo comprendía: él era alto y Atsushi mucho más. A sus 7 meses y unos días, su vientre parecía de 9 meses. Últimamente le costaba levantarse, pero aun así lo hacía, tenía que moverse y era por eso que en ese momento se dirigía abrir la puerta de su departamento –Espere un momento— grito algo irritado. Abrió la perta y se quedó petrificado.

Abrió los ojos como platos al ver a su Teppei, tenía una gran barriga ¿Teppei era doncel? Pero se vino dentro del castaño varias veces, eso significaba que...

—Atsushi…— murmuro viendo al pelo morado.

—Teppei-chin— dijo y se abrazó al castaño –Al fin te encontré. Te he estado buscando desde que te marchaste.

—¿Qué haces aquí? ¿Cómo me encontraste?— pregunto en shock.

—Aka-chin contrato investigadores desde hace meses, al fin dieron con tú dirección— dijo olfateando el cabello castaño.

Reacciono y empujo a Atsushi —¡Veté! Ve con tú esposo e hijo ¡Largo!— se mareo un poco y Atsushi lo detuvo.

—Cálmate, te hará daño— dijo cargándolo al estilo princesa, cerró la puerta con una pierna y llevo a Teppei a la cama.

—Vete— dijo llorando. No sabía que estaba haciendo ahí, pero no quería ilusionarse –Ve con tú hijo.

Atsushi se sentó en el lado contrario de la cama y miro al castaño. –Nunca me case. Te dije que me haría responsable de mi “hijo” y así lo hice, más no viví con Himuro, ni lo toque.

El corazón de Teppei latió ante esa confesión pero dudas surgieron al notar que no lo llamaba “Muro-chin”.

—Fui a buscarte unos días después pero ya te habías marchado. Desde entonces he estado desesperado. Hyuga no quiso decirme dónde estabas, al contrarío me golpeo, y dijo tantas cosas que no entendí… pero viéndote ahora sé por qué lo hizo ¿Por qué no me dijiste?

—…Tenía miedo— confeso entre lágrimas —Tú ya habías tomado tu decisión, pensé que te casarías con él.

—No llores. Debí explicarte antes de salir de tú departamento, pero se me paso. Lo siento— Alzo la playera y toco el vientre, el bebé lo pateo – Bebé-chin soy papá— dijo llorando.

—Atsu…— se le rompió el corazón verlo así. Le acaricio el cabello.

—Te amo, Teppei-chin— dijo y luego devoro los labios del castaño.

—No deberías estar aquí, Himuro no tarda en dar a luz— comento viendo al pelo morado.

—Ya dio a luz… El parto se adelantó— comento besándolo en la mejilla.

—¿Cómo se llama? ¿Cómo es? ¿Heredo tus ojos o cabellos?— pregunto.

—No lo sé.

—¿Eh?

—Desde un principio todo fue un engaño. Me hice novio de Himuro porque me pase de copas y desperté desnudo junto con él, amenazado por Kagami comencé a andar con él. Himuro me confeso que no dormí con él aquel día, idearon eso para usarme de tapadera. Kagami y Himuro son amantes desde hace años y el bebé es de ellos. El niño es idéntico a Kagami, pelirrojo y ojos rojos. A golpes le saque toda la verdad ese día después de que nació el bebé—

—Atsushi— murmuro llorando.

—Lo lleve al médico, iba con él a todas la citas, le cumplí cada antojo. Hice todo lo que me he perdido contigo y nuestro bebé para que no fuera mía y Himuro ni sabía quién de nosotros era el padre— dijo llorando.

—No llores amor— dijo abrazándolo. Atsushi lloro en sus brazos un rato –Nee Atsu ¿y Kuroko?

—Está destrozado. Aka-chin me dijo que le pidió ayuda para el divorcio— respondió limpiándose las lágrimas.

—Pobre. Llevaban varios años juntos— susurro.

—Kuro-chin está muy triste— agrego.

El estómago de Teppei gruño –Bebé tiene hambre ¿Me harías una tarta de fresas con chocolate y mucha crema?

Atsushi sonrió – Ahora mismo la hago— le beso y se dirigió a la cocina.

—¿Dónde te vas a quedar?— cuestiono cuando Atsushi regreso de haber dejado el pan orneando.

—Por hoy aquí. Mañana en la tarde regresamos a Japón— dijo en un tono aburrido.

—¿Perdón?

—Mañana en la tarde abordaremos el jet privado de Akashi Corp y viajaremos a Japón— explicó quitándose los zapatos deportivos.

—Pero mi trabajo— dijo rápidamente.

—Akashi hablo con tus jefes y ya te despidieron. Si quieres trabajar después de que nazca bebé-chin, será en Akashi Corp— dijo acostándose a su lado.

—¡Ustedes dos tomaron decisiones que no les correspondían!— gimió avergonzado por sus jefes.

—Como tu futuro esposo claro que si me corresponde, Aka-chin lo dijo— respondió con un puchero.

—¿E-es-esposo?— grito.

—Teppei Kiyoshi ¿Aceptas casarte conmigo?— dijo enseñándole el anillo.

—Sí— respondió entre lágrimas.

—ops no te queda— dijo intentando colocarlo –Aka-chin dijo que era tu medida.

—Sí pero “Aka-chin” no sabía que estoy embarazado y obviamente no me va a quedar. Mañana, antes de irnos, compraremos una cadena y me colgare— dijo besándolo en la comisura de los labios.

—Teppei-chin— gruño y besó a su prometido. Se posiciono sobre el castaño pero sin aplastarlo, y de un tirón rajo la playera que traía puestas. Una vez más atrapo aquellos labios que tanto amaba, profundizo el beso, antes de separarse mordió el labio inferior.

—Atsu— jadeo.

—Déjame tocarte— pidió besándolo y mordiéndole el cuello. Teppei accedió y entonces rompió la playera que su prometido vestía dejando expuesto su gran pancita, con dedicación y cuidado de no aplastarlo, beso y acaricio el abultado vientre. Repartió besos y caricias a lo largo del torso y se concentró en jugar con los pezones erectos.

—aghh… mgghh Atsuuu— gimió removiéndose. No podía creer que estaba con él… Lo amaba y sí regreso a su lado, no lo dejaría ir, no una segunda vez.

Atsushi quito el pantalón chándal del castaño junto con el bóxer, y luego se deshizo los suyos. Se acomodó entre sus piernas de Teppei, tomo ambos miembros entre sus manos y comenzó a masturbar los.

—nggg atsuu— jadeo. Atsushi cuando podía devoraba los labios del castaño mientras se concentraba en darle placer.

—Tómame— pidió entre gemidos y jadeos.

—No. Puedo lastimar a Teppei-chin y Bebé-chin— el susurro en los labios.

—Por favor— rogó.

—No— aumento el ritmo del vaivén de sus manos hasta que llegaron al orgasmo.

—Eres cruel— lloriqueo después de que Atsushi se había acostado a su lado.

—Teppei-chin los puedo lastimar— se justificó acariciándole el vientre y besándolo en la frente.

—Está bien. Te amo Atsushi— se acurruco al lado de su prometido.

—Al fin podremos estar juntos. Te amo Teppei— murmuro abrazándolo.

—————————

Al siguiente día compraron la cadena y Teppei se colgó el anillo. Llegaron al aeropuerto donde el Jet estaba listo para despejar. Atsushi ayudo a Teppei a subir las escaleras y tomaron sus respetivos asientos y el jet despejo. Tras varias horas de vuelo, al fin llegó su destino; ambos había dormido gran parte del vuelo por lo que ahora estaban algo cansados por estar sentados. 
Al desbordar, una limusina los estaba esperando. La abordaron, y grande fue su sorpresa al ver que los llevaban a la mansión Akashi.

Arribaron a la mansión y vieron varios autos conocidos. Teppei se estremeció al ver el auto de Junpei, sin duda alguna mataría a Atsushi. –atsu… creo que no es buena idea.

—¿Por qué lo?…— vio la mirada asustada de teppei y guardo silencio. Cuando vieron ya le estaban abriendo la puerta para que salieran. Descendieron de la limusina y entraron a la casa.

——————————

Junpei y Riko estaban ansiosos, miraban de vez en cuando al pelo verde, quien negaba y luego miraba a su prometido: Takao Kazunari.

Seijūrō miraba al matrimonio Hyuga y a su amigo, algo sabían y no decían nada. Junto con Kōki y Kuroko Tetsuya (recién divorciado) planearon la fiesta de bienvenida y celebración del compromiso para Atsushi y Teppei.

—Seijūrō-sama sus invitados acaban de llegar— anuncio el mayordomo.

—Hazlos pasar— ordeno.

Vieron entrar al pelo morado —Bienvenidos— Las demás palabras murieron al ver el gran vientre.

—Gracias— dio Teppei algo cohibido por las miradas. La mayoría tenía abierto los ojos como platos y su boca hacía un “o” perfecta.

—Te ves hermoso, Teppei— dijo Riko abrazando a su amigo.

—Gracias— respondió abrazándola, pero no alcanzaba muy bien que digamos.

Junpei abrazó a su amigo y luego encaro al gigante –No abra una próxima vez.

—Lo sé— respondió serio.

—¿Cómo? ¿Eres doncel? ¿Cuánto tienes?— preguntó Seijūrō, al parecer los otros dos ya sabía, y al parecer Shintarō también, por eso sabía dónde estaba el castaño.

—Voy a cumplir 8 meses— respondió mientras era felicitado por los demás –Sí lo soy pero no lo parezco— dijo con una sonrisa.

—Definitivamente no, sempai— dijo Tetsuya. Nunca pensó que fuese doncel, creyó era otro varón enamorado de otro varón.

Teppei observo al peloceleste y realmente se veía mal. Estaba ojeroso y delgado —…

Tetsuya noto que el castaño intentaba decirle algo, de seguro Murasakibara ya lo había puesto al tanto —No se preocupe, ya estoy mejor. Apenas ayer me dieron la sentencia, soy Kuroko nuevamente.

—Lo siento.

Negó –No tiene nada que sentir. Nosotros fuimos las victimas de ellos y más usted Kiyoshi-san— dijo al tocarle el vientre —¿Sabe que tendrá?

—Al parecer un varón— respondió sonriendo – Y uno muy grande, el doctor casi se desmaya al ver su tamaño pero le dije que Atsushi media más de dos metros así que se tranquilizó.

—Eso es normal, ya lo suponía— comento Shintarō — Me alegra verlo de regreso.

—Gracias.

—… ¿Mido-chin sabía de bebé-chin?— cuestiono Atsushi.

Shintarō sudo frío, pero Teppei lo salvo –Como médico debe mantener la confidencialidad con sus pacientes o puede ser demandado.

—Así que lo amenazaste con demandarlo— afirmo Seijūrō.

—Sí— confirmo mientras le besaba la mejilla al pelo morado.

—Bueno pues celebraremos por el bebé y el compromiso – dijo Kōki sonriendo.

————————

Los siguientes días pasaron rápido. Los conocidos ya sabían de la infidelidad de Kagami y Himuro, que el niño era del pelirrojo y el divorcio. Y, claro, el regreso de Teppei y su embarazo, así como su compromiso.

Al fin la felicidad había tocado su puerta, y estaba muy feliz. Estaba comprometido con el amor de su vida y esperaban a su primer hijo. La familia Murasakibara estaba muy feliz de la noticia del embarazo, la madre y el padre del peli morado había insistido que viviera con ellos, pues no podía estar la mayor parte del tiempo solo. A regañadientes acepto, pensó que habría más gente en la casa y resulto que los hermanos mayores de Atsushi ya se habían casado y marchado de la casa; solo Atsushi seguí viviendo con ellos.

Las semanas restantes la paso tranquilo. Su suegra lo ayudaba y entre los cuatro intentaban elegir un nombre para su bebé, algo en lo que no concordaban. Los días pasaron y faltando dos semanas, el momento del parto llego.

—Atsu… Atsushi— grito moviendo al pelo morado. El mencionado abrió los ojos —¿Qué pasa?— pregunto frotándose los ojos y bostezando. —Nacer— se levantó y le grito a sus padres desde la puerta, rápido regreso y lo cargo.

En media hora la familia Murasakibara entraba al hospital con el castaño gritando por las consecutivas contracciones. —Por aquí— dijo Shintarō indicándole donde poner al castaño. Rápido lo llevaron al quirófano y comenzó la cesárea.

—¡Tú tendrás a los siguientes! No abra una segunda vez, maldito. No te recibiré imbécil — gritaba por el dolor.

—Kiyoshiii— murmuraba. Sabía que podía reaccionar mal, pero no esperaba todas las groserías subidas de tono que le estaba diciendo.

Shintarō reía internamente mientras esperaban al anestesista. La cara de espanto de Atsushi no tenía precio. Al fin llegó el anestesista y kiyoshi se calmó. Atsushi suspiro aliviado. El peloverde comenzó la cirugía.

Sintió un tirón, luego un vacío en su interior y el llanto de su bebé resonó por el quirófano –Quiero ver— pidió pero la cortinilla no dejaba verlo.

Atsushi sintió una gran emoción al ver a su hijo en las manos del peli verde. Era lo más hermoso que había visto –Es precioso. Gracias Teppei-chin— dijo llorando y le beso los labios a su prometido.

—Quiero verlo— dijo llorando.

—Lo están limpiando— informo mientras le limpiaba las lágrimas.

—Murasakibara-san venga.

Atsushi se acercó y recibió a su hijo. Sonrió –Hola bebé-chin— Las enfermeras rieron.

Kiyoshi Teppei vio cómo su prometido se aproximaba con un pequeño bulto envuelto en una sábana. Atsushi le acomodo a su hijo entre sus brazos y lo vio, su corazón latió rápidamente al verlo. Su hijo era un hermoso bebé peli morado, una copia de su padre –Es precioso, es idéntico a ti Atsu— dijo llorando.

—¿Cómo se llamara?— cuestiono Shintarō.

——————————————

—Es hermoso. Es idéntico a Murasakibara-san— dijo Tetsuya cargándolo.

—Los genes de Atsushi ganaron— dijo Seijūrō.

—Eso aún no se sabe— dijo Kōki y todos lo miraron por contradecir al pelirrojo —¿Qué? Su color de ojos, tez o rasgos pueden ser de Sempai.

—…— Toda la razón, pensaron.

—————————

Tal como lo había dicho Kōki Furihata, Akiyoshi Murasakibara era un niño pelo morado al igual que sus ojos pero sus rasgos y tez de Murasakibara Kiyoshi. Ya había paso un año desde el nacimiento de su hijo y 9 meses desde que contrajeron nupcias, los invitados fueron amigos de ambos.

—Vamos amor, ven con papá— decía Kiyoshi a su hijo.

—Bebé-chin— dijo Atsushi.

El pequeño Akiyoshi miro entre sus padres y los adultos que celebraban su primer cumpleaños. Entonces los vio y camino hacia ellos —Ku-ku.

Todos voltearon y vieron al peli celeste sentado en la mesa más cercana y Akiyoshi se aferraba de su pierna. —Aki-kun— dijo cargándolo.

—Ku— dijo riendo.

—Se ve hermoso, Kuroko-san.

—Mayuzumi-san— murmuro sonrojado.

Sus amigos veían aquella escena. Tras darse a conocer el divorcio del pelo celeste, Mayuzumi Chihiro comenzó a cortejarlo… a su manera pero lo hacía. Ellos ya eran cercanos por su hobby con la literatura pero el inexpresivo Mayuzumi hacía de todo para conseguir el corazón de Kuroko Tetsuya.

—Atsushi, Kiyoshi es hora del pastel— anuncio la madre del pelo morado.

 

Tomaron a su hijo y se aproximaron a partir el pastel. Los invitados cantaban las mañanitas al pequeño pelo morado, quien reía por las luces de la vela que adornaban su pastel. 

 

 

 

Fin

Notas finales:

¡Gracias por leer!
Besos

 

Ai Akafuri


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