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Good Enough to my madness - Suficientemente bueno para mi locura. por Bokutosama

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Notas del fanfic:

Hey Hey Hey! me animé a escribir una historia un tanto fuera de lo convencional espero les agrade ;) ya saben dejen su review ~

Notas del capitulo:

Hey Hey Hey! Capitulo 1!

> El comienzo de todo, Un desafortunado accidente, una graduacion funebre <


Esta es mi historia
O eso debería ser, principalmente, así que supongo que es necesario presentarme.

Mi nombre es Tsukishima Kei tengo 18 años, en este momento voy en una ambulancia, sujetado a una camilla fría, me arden las muñecas y los tobillos. El estruendoso ruido de la sirena me esta dejando sordo, escucho pitidos lejanos en cada oído, supongo que son señales de que pronto dejare de escuchar por completo.

Junto a mi un hombre de cabello castaño en puntas sujetaba mi camilla para que no se mueva tan abruptamente gracias al maniobreo del conductor que intenta lidiar con el trafico.

No es que me este muriendo o me duela algo, simplemente me trasladan, me llevan en contra de mi voluntad al hospital Metropolitano Matsuzawa, por lo menos debería sentirme aliviado de no estar saliendo de la ciudad a un lugar inhóspito de ultratumba del que no pudiese salir nunca mas.

Hace apenas 6 meses me diagnosticaron con un trastorno de identidad disociativo, lo que significa que tengo múltiples personalidades o al menos una mas, una mas que no tiene nada que ver con la que les esta narrando esta historia, pero que tampoco rechazo completamente aun, esa fue la vana explicación que nos dio un psiquiatra mal pagado que me miraba con desdén el día que mi hermano mayor se dio cuenta que algo no andaba bien en mi cabeza, lo cual había sido el segundo empujón hacia mi caída.

Una fuerte caída

Mi vida había sido realmente normal hasta ese momento, es decir era el hijo menor de un matrimonio feliz, mi hermano mayor era mi héroe y mis padres fueron tan permisivos como estrictos, digamos que se balanceaban perfectamente y eso me dio afortunadamente una infancia tranquila, y feliz. Todo iba por buen camino, me iba a graduar de la escuela con notas excepcionales, no era muy bueno haciendo amigos pero tampoco había generado graves conflictos, era un chico normal y hubiese tenido una vida normal, me hubiese graduado, hubiese entrado a una de las mejores universidades en Tokyo en la que ya me habían ofrecido una beca, conseguiría una linda novia, me casaría, tendría un par de hijos, pasaría el resto de mi vida junto a mi familia y probablemente hubiese muerto de viejo quizá en la tranquilidad de mi hogar.

Eso suena como un cuento de hadas ahora.

Cercano a mi graduación de la preparatoria con apenas 17 años cumplidos mi hermano mayor tuvo la grandiosa idea de obsequiarme un auto, y no cualquiera, el primer auto que mis padres le habían dado, un Subaru pequeño de color gris, modesto pero el favorito de mi hermano.

Todo por celebrar mi graduación y la noticia de la beca los entusiasmo aun mas. Recuerdo haber hablado ese día con mamá, me había preguntado si estaba feliz...

Deje salir un suspiro mientras me concentraba en el techo de la ambulancia.

Aun podía sentir ese hueco sin fondo que se abría sin piedad entre mis pulmones cada vez que pensaba en ellos, mi madre una mujer esbelta alta y con facciones elegantes y hermosas, tenia un carácter suave y afable que contrastaba perfectamente el caracter rígido de mi padre, recordé como tomo mi mano y acaricio mi cabello, dejándome aspirar ese cálido aroma a manzanilla que usaba como perfume.

Aprete el puño en la sujeción alertando al hombre que iba sosteniendo la camilla.

-Oe, nada de truquitos niño bonito - bufo con una sonrisa sacartisca.

Parecia mas un reo condenado a muerte que un paciente tratando de "recuperarse" solté una risilla para mis adentros.

Cuatro meses despues de obtener el tan inesperado regalo, ya sabia como conducir a la perfeccion, akiteru mi hermano se habia empeñado en enseñarme aunque yo no hubiese estado muy interesado en el tema.

El dia en que cumpliera 18 iria por mi licencia de conduccion para poder ir por ahi por mi mismo ya que con mis 17 años aun no era legal conducir no sin un acompañante.

Luego de un par de meses mas llego el dia de mi graduación, mis padres estaban vestidos muy elegantemente para llevarme a la ceremonia, mi revoltoso hermano mayor estaba ausente, se suponia que llegaria en el vuelo que arribaría de paris donde mi hermano estaba haciendo sus pasantias universitarias a las 8 pm y eso le daria tiempo para llegar a la ceremonia a las 9 de la noche que era el horario de inicio.

El reloj marcaba las 7:30, mi madre le acomodaba una corbata de un rojo carmin a mi padre que le sonreia dulcemente, recuerdo haber notado ese ambiente calido entre ellos que me hizo erizar la piel, aunque no habia tenido novia, me daba curiosidad llegar a congeniar asi con una persona, aunque por supuesto nunca lo demostré, solia ser un chico apartado y silencioso en publico.

Papá conducia, sus fuertes manos se apropiaban del timon del auto con una naturalidad majestuosa, los admiraba demasiado, mas de lo que nunca llegue a aceptar, llegamos a la escuela y nos mezclamos con el gentío que se habia armado frente a la entrada principal.

10:40 no habia señales de mi hermano y mi padre furioso azotaba el telefono al intentar vanamente contactarlo a su celular.

Mi madre lucia preocupada, yo estaba sentado junto a ellos, estaba llamando uno por uno a la tarima mientras les entregaban sus diplomas, yo no queria subir, de cierta manera empezaba a sentirme intranquilo y solo queria salir de ahi con ellos.

Papá no lo soporto mas y llamó a la aerolínea, el vuelo habia arribado sin problemas a las 7:31 pm, esas eran malas noticias.

-Tsukishima Kei- el director de mi escuela pronuncio mi nombre añadiendo felicitaciones por los logros obtenidos y otras cosas que no recuerdo, sus palabras dejaron ecos en mi cabeza, mi cuerpo reacciono sin esperar ordenes mias, camine a la tarima recibi el rollo de papel y me dirigi de nuevo al asiento, que esperaban? una reaccion efusiva?, no me caraterizaba por ese tipo de acciones.

Mi madre me froto el cabello mientras me sonreia dulcemente, aunque estaba preocupada por Akiteru estaba genuinamente orgullosa de mi.

No esperamos mas y ni siquiera conversamos, luego de eso salimos del recinto a media ceremonia, mamá y yo esperabamos a papá que habia ido por el auto al estacionamiento, hacia frio, recuerdo sentir la nariz congelada mientras mi mamá me abrazaba por la espalda para mantener algo de calor, ella solia ser muy cariñosa y la verdad no me molestaba.

Apesar de medir 1.84 de alto mi madre lograba sobrepasarme por unos centimetros igual que mi padre, eramos una familia de gigantes, eso solian decir los amigos de mi hermano cuando iban a casa, solo a molestar.

Subimos al auto, papá condujo a la casa, Akiteru no habia regresado, mamá llamo a su novia pero la joven no tenia idea del paradero de mi hermano, papá estaba apunto de llamar a la policía cuando mi telefono vibró en mi pantalon.

11:34 Pm Numero desconocido

Conteste mientras las explosiones neuronales en mi cabeza me indicaban que algo malo estaba sucediendo, quiza un sexto sentido.

La llamada era de un hospital no recuerdo cual ni la reaccion de mis padres, recuerdo cuando nos montamos al auto, este no encendió, podria llamarlo casualidad del destino o una macabra jugarreta que nos ponia en el camino correcto, que para nosotros era el mas equivocado.

Papá me ordeno sacar el subaru que me habia regalado Akiteru, sin pensarlo mucho me monte y lo saque del garaje, mi madre subio a mi lado y mi padre atrás, el auto funciono de maravilla, estábamos a unos cuantos minutos del hospital, cruzábamos una via principal.

Abrí los ojos de golpe la ambulancia se había detenido, el hombre de cabello castaño ya no estaba a mi lado.

Estaba solo en medio de esas 4 paredes blancas amarrado a una camilla, y empezaba a sentir claustrofobia.

No recordaba mas de esa noche, el informe de la policia indicaba que un autobus fuera de control nos chocó justo por el costado del copiloto donde mis padres estaban sentados amarrados a la silla por sus cinturones de seguridad, asi como estaba yo dentro de la ambulancia.

Murieron al instante, gracias al impacto el auto salio volando por encima de otro auto cayendo a unos 20 metros del choque, yo quede atrapado entre mi asiento y otro auto, no hubo explosion y estabamos cerca al hospital asi que la policia logro sacarme apenas con vida y llevarme a la misma sala de cuidados intensivos donde yacía mi hermano mayor, su "percance" por así decirlo no habia sido tan grave, Akiteru sufría diabetes, aunque la habia manejado bien desde los 8 años.

Ese dia habia olvidado injectarse su dosis diaria de insulina y el viaje le habia provocado un ataque.

Para cuando llegue al hospital el ya estaba consciente y lo trasladaban a una habitación de recuperación.

Quizá pudimos habernos cruzado en el camino, pero dudo mucho que hubiese podido reconocer algo de mi entre tanta sangre y carne magullada.

Obtuve de ese accidente, unas profundas y escandalosas cicatrices que van desde mi cadera hasta mi cuello, un par mas en mi cabeza por el lado izquierdo donde ya no creció cabello de nuevo, raspones por toda mi cara que para este momento ya sanaron completamente, al menos no parezco un monstruo ahora.

- Bienvenido Tsukishima-kun - un hombre alto de cabello rubio peinado hacia atrás con raíces negras fue lo primero que vi, sin embargo quien me saludaba con su mano derecha era uno mas bajito de cabello castaño, lentes y una sonrisa calidad, no lograba distinguir mas detalle sin mis anteojos que me habían quitado para hacer mas seguro el trayecto.

Estaba mas que atado, aun con rastros de sedantes corriendo por mis venas a su antojo, que se suponía que iba a hacer con un par de lentes? ademas de ver con mas precisión claro esta.

En que momento me habían sentado en una silla de ruedas?, ya no tenia las sujeciones y mi cuerpo giraba instintivamente mis muñecas y movía mis pies celebrando su temporal libertad.

- Lamentamos las exageradas precauciones, pero ese es el protocolo - añadió poniendo su mano en mi hombro.

La silla de ruedas empezó a moverse pero no tenia energías para voltear a ver quien me empujaba por el pasillo mientras el castaño hablaba sobre las instalaciones y lo que venia a hacer ahí.

Yo sabia perfectamente a que me habían traído, ahí ahogarían hasta el mas mínimo síntoma de mi locura a punta de medicaciones y procesos lejanamente placenteros, de lo contrario me sepultarían entre esas perturbadoramente blancas paredes por lo que me quedara de vida.

Cada vez nos adentrábamos mas a lo que seria desde ese día mi cárcel o algo parecido, inesperadamente todo estaba en silencio, aunque no podía asegurar si ya estaba sordo por completo por el constante ruido de la sirena de la ambulancia, ladee mi cabeza como si mi cuello no pudiese mas con el peso y me fije un poco mas en el lugar.

Habia gente en batas blancas que ya no disfrutaban precisamente de ese color, por los pasillos algunos con poses defensivas, uno que otro escondía la cara entre sus brazos o simplemente estaban de pie mirando el techo como si de estatuas se tratara, en los primeros peldaños de unas viejas escaleras apiladas junto a otro pasillo estaba un grupo en ropa normal, no llevaban la bata raída igual que los demás, y de cierta manera no parecían tan locos ante mis ojos, entonces pensé que no había tanta gente como me lo había imaginado pero había algo en común en todos los que nos echaban una mirada en nuestro avance, me miraban con recelo, como si fuese un demonio del que sabían que debían escapar, y no estaban tan equivocados.

Me llevaron hasta lo que parecía una ala de reclusión, no lo se a ciencia cierta lo mucho que sabia del lugar me lo había mostrado mi hermano en folletos, desde cuando los manicomios se hacen publicidad como si fuesen sitios turísticos? acaso tenia elección? estaba ahí bajo una orden judicial, no tenia opcion.

Habían 6 puertas una al lado de otra, luego descubriría que los cuartos tras ellas eran igual de anchos.

-Tsukishima-kun por esta noche se quedara en el pabellón de aislamiento - me explico el castaño sonriendo.

- El día de mañana vendrá su hermano mayor y discutiremos los últimos detalles de su estadía - mientras el hablaba un grandulón que supuse era quien empujaba la silla de ruedas me metió una camisa de fuerza y empezó a abrocharla contra mi cuerpo, mis brazos quedaron inutilizados y cierta sensación de desasosiego me invadió.

El rubio alto al parecer nos había seguido sin decir nada, cuando pude ponerle algo de atención venia hacia mi con una jeringa, eso si que lo detestaba, quería oponerme al pinchazo pero era tarde, ya la aguja de metal había atravesado la piel de mi cuello y el sedante se colaba rápidamente entre la sangre que fluía de mi yugular.

Solo pude chasquear débilmente la lengua para caer en un profundo coma.

Notas finales:

Este es mi primer fanfic, decidí hacer una historia bastante elaborada que tendra como protagonista principial a Tuskishima Kei, asi que dejen su review podrian aconsejarme con quien emparejarlo ~ 

 

KurooTsukki o tal vez un TsukkiYama 

 


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