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Amor a distancia por Haruki Kazuhiko

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Notas del fanfic:

Este fanfic conmemora el día 12 del evento en el grupo Kagakuro is love “El mensaje de una mariposa”

 

Notas del capitulo:

Ya saben lo que le gusta a Haruki, drama drama y mas drama, jajaja ojala les guste…

 

Aporte de las cartas “Haru-san”

¡Gracias por tu ayuda Totoro-san!

Estaban en el aeropuerto, Kuroko lo abrazaba fuertemente pegado a su pecho. A estas alturas ya no podía hacer nada, tenía miedo. Sería un largo año sin él. Pero había muy buenos motivos, no era egoísmo, simplemente el cumplimiento de un deber.

 

Kagami daba múltiples besos en su cabeza.  En forma de consolación, acariciaba su espalda y lo aferraba más a su cuerpo, la idea de estar un año separados también le aterraba pero momentáneamente no le quedaba de otra opción.

 

Su padre había enfermado gravemente y había pedido la presencia de su hijo inmediata, también había que hacerse cargo de la compañía, y debido a que era hijo único no se podía recurrir a alguien más, afortunadamente los doctores le habían comentado que ya estaba fuera de peligro, pero que aun asi debían de mantenerlo en observación y le recomendaron 1 año completo, aunque con 6 meses bastaría pero los otros 6 era para estar totalmente seguros.

 

 

 

PASAJEROS CON DESTINO A LOS ANGELES FAVOR DE ABORDAR…

 

Se comenzó a escuchar la orden de abordar, Kuroko abrazo más fuerte a Kagami, no quería soltarlo enserio, tenían mucho miedo, pero solo sería un tiempo. Solo un año, un largo y tortuorio año.

 

Kagami levanto  su cara del mentón y comenzaron a besarse. De una forma desenfrenada, como si nunca jamás se volvieran a ver, exploraban la boca del otro con la lengua, hasta que la vocina volvió a sonar.

 

-Kurokocchi, debes soltar ahora a Kagamicchi. –Kise no quería interrumpir, pero de que siguieran asi seguramente nunca se irían.

 

Kuroko solto los labios sonrojado, y Kagami le dio un largo beso en la frente.

 

-Te amo Tetsuya

-Y yo a ti Taiga.

 

Kagami levanto la mirada hacia Aomine y Kise, demasiado deprimido.

 

-Cuidenlo muy bien por favor, solo será un año, ni un día más.

-Lo aremos, y más vale que vuelvas pronto idiota –Aomine le miraba con cierto odio

-Lo hare –Kagami soltó una risa burlona.

 

Kagami se agacho a darle otro beso en los labios, se separo y comenzó a caminar, pero Kuroko alcanzo a jalarlo de la mano con los ojos llorosos, Kise se acerco a Kuroko abrazándolo por la espalda y comenzándolo a jalar, Kagami con todo el dolor de su corazón se soltó y comenzó a caminar hacia su avión.

 

Kuroko se tapo la boca para evitar los sollozos, nunca en la vida había dejado que nadie lo viera llorar así, ni el mismo Kagami probablemente, pero esta vez no podía ocultarlo, sería un largo año sin él. Se sentía culpable de no poder acompañarlo, Kagami muchas veces le dijo que tramitara su pasaporte para que fueran a América a conocer a su padre, pero Kuroko siempre lo dejaba para el final y ahora ahí estaba el resultado de las consecuencias, el podría estar yendo con él en ese mismo avión, lamentablemente tramitar un pasaporte llevaba tiempo, tiempo que seguramente abarcaría el año.

 

Kagami estaba a punto de entrar a la sala  de abordaje cuando volteo. Aomine  hizo un gesto de desagrado.

 

-Ya vete de una puta vez… -Susurro el moreno.

 

-¡¡TE ESCRIBIRE LO MAS SEGUIDO POSIBLE TETSUYA!!...¡¡LO JURO!!

-¡LO ESTARE ESPERANDO TAIGA-KUN!

 

Kagami se perdió de vista.

 

-¿Qué no conoce las redes sociales actuales? ¿Chats?

-¡Aominecchi basta!

-No soporto tanta….

-Aominechi… pareciera como si estuvieras… -Kise bajo la mirada en forma de puchero y celos

-¡Oye idiota!... Para nada

 

Kuroko volteo a verlos, sus ojos estaban empapados y sus mejillas rojas de lo mucho que había llorado.

 

-¡¡Kuroookochi!! –Kise se acerco a el y lo abrazo fuerte dándole consuelo –Ya, ya, tranquilo, ya verás que Kagamicchi vuelve lo más rápido posible

-Todo estará bien Tetsu  -Aomine comenzó a acariciar su cabeza –Ese idiota cumplirá su palabra, ni un día mas.

 

Kuroko no dijo nada, por primera vez en su vida (Desde que dejo de ser un niño) Se dejó apapachar, por ahora verdaderamente lo necesitaba.

 

Acostado  en su cama durante la madrugada, no le estaba importando que Kise y Aomine recién se hubieran mudado en su casa, Kise se opuso totalmente a dejarlo vivir solo durante todo ese año, el se opuso pero Kagami prácticamente les ayudo hasta a llevar las maletas, el tampoco quería que se quedara solo un año total.

 

1 hora y 30 minutos después sonó el celular de Kuroko, rápidamente se aventó al lado de la cama y se estiro para agarrarlo, era un mensaje de Kagami diciéndole que acababa de bajar del avión. Que estaba ya en tierra y solo era cuestión de buscar a su tío, que cuando llegara a su casa le mandaría otro mensaje.

 

Kuroko suspiro aliviado, otro miedo que tenia era los aviones, le aterraba que cayeran oh cosas así, pero si fuera con Kagami definitivamente se subiría mil veces a cualquier avión. Dejo caer su cabeza, se seguía sintiendo estúpido por no haber sacado su pasaporte cuando Kagami se lo estuvo insistiendo, ahora ahí estaba el castigo, respiro lentamente, el olor que llenaban sus fosas nasales era exquisito, ladeo un poco sus celestes ojos y se dio cuenta que la almohada en la que reposaba su cabeza era la de su amado.

 

Volteo su cabeza y aspiro ese olor que desprendía de él, no quería que lo perdiera, era por el momento lo mas cercano que le quedaba de el. Entonces recordó lo de la noche anterior, se habían despedido de la mejor manera, habían hecho el amor, Kagami había tocado cada parte de el de una manera celosa y posesiva, no hubo lugar que el pelirrojo no marcara. Y la frase continua “Eres mío, solo mío” “Cada parte de ti es mía”.

 

El miembro de Kuroko comenzó a despertar, y era lógico, el solo pensar en su tigre hacia que cualquier parte de él se encendiera.

 

Saco su miembro y sin despegar su cabeza de la almohada, daba largas respiraciones, mientras pensaba en Kagami, masturbaba su miembro frenéticamente.

 

-Taiga… Taiga…

 

Definitivamente sería un año largo y doloroso.

 

 

-¡¡Kurokocchi!! –Entro Kise gritando felizmente -¡Mira lo que te llego!

 

Kuroko se levantó tallándose los ojos, estaba por reñirlo cuando su vista se comenzó a acomodar, noto que en la mano de Kise había una carta, el peliazul rápidamente se la quitó, la abrió y comenzó a leerla:

 

¡Hola Tetsuya!

 

¿Así se inicia una carta? Jaja a decir verdad tengo años de no escribir una… Sé que quizás pienses es tonto porque ahora existen miles de cosas para comunicarnos más fácilmente, pero quiero que mis sentimientos te lleguen físicamente, que cada que veas una carta mía te pongas verdaderamente feliz.

 

Te extraño tanto, el ver siempre tus hermosos ojos azules y esa expresión que me trae paz y seguridad, Tetsuya, a partir del día de hoy contare los días para volver a estar contigo.

 

Te amo.

 

Kagami Taiga.

 

 

 

Kuroko estaba verdaderamente feliz, lloraba, lo extrañaba tanto, rápidamente contesto y envió.

 

Dos semanas después algo cambio, Kuroko comenzó a tener mareos, vómitos, bochornos, antojos. Para el era “estrés” pero a Kise no lo convenció, así que lo llevo a un doctor y el rectifico las sospechas de Kise.

 

“Felicidades, tiene 2 meses de embarazo”

 

Kuroko seguía en su shock mientras Kise brincaba por todos lados, ¿Cómo decírselo a Kagami? Si lo hacía seguramente sin duda regresaría hasta corriendo y eso no era conveniente, su padre estaba contando con él. Sería totalmente injusto

 

-¡Kurokocchi! –Kise le estaba tomando una foto a la pantalla del ultrasonido –Esto tiene que saberlo inmediatamente Kagamicchi

-¡No! –Kuroko se fue sobre Kise –EL no puede saberlo aun

-¿Qué? ¿Por qué Kurokocchi?

-Si lo sabe volverá rápidamente, no debería, y esta tampoco es la manera de que se entere

-Pero… EL no volverá hasta dentro de un año…

 

Kuroko miro al piso, y después de unos minutos  regreso su mirada a Kise

 

-Si debo de arriesgar mi embarazo, porque Taiga-kun cumpla su deber adecuadamente asi será.

-Kurokocchi…

-Es por eso que debes de prometer que no dirás nada

-Pero…

-Kise-kun…

 

La cara que ponía Kuroko era jodidamente tierna, a Kise no le quedo de otra mas que prometer.

 

Llegando nuevamente a casa Aomine ya los esperaba con la comida echa, apenas los miro, estiro hacia Kuroko una nueva carta, Kuroko se la arrebato y la abrió rápidamente.

 

 

Hey...

Creo que ya va siendo hora de que sea muy sincero contigo; creo que a pesar de tolerar tanta distancia y silencios... sigo despertando con ese pequeño aroma de tu ser rodeándome.

Todas las mañanas a veces dudo en arreglarme para ir al trabajo, pero siento tu calor, tu mano en mi espalda o la cálida sensación de tus abrazos y esa mirada tuya al reprocharme el no ir presentable; extraño verlo y no solo sentir que estás ahí.

 

Carajo, no sé ni si quiera como continuar escribiendo, ¿te extraño sabes?... no hay día que tu recuerdo me empuje poco a poco, que vaya ayudándome a seguir y no sé si está mal porque en algún momento eso deje de funcionar; pero mientras eso ocurre, disfruto y sigo... demostrándote que no soy tan frágil...

 

Aun así... espero cada día por regresar...

 

Kagami Taiga.

 

A Kuroko se le apretujo el corazón, siempre sus cartas eran tan lindas, quería decírselo, quería mandarle las capturas del ultrasonido, decirle “Seremos papás en unos meses más” pero no, el volvería sin duda dejando a su padre, no quería ser egoísta.

 

-¡Kurokocchi esta embarazado! ¡Sera mamá!

-¿Qué?

 

Kuroko salió de sus pensamientos

 

-¿Eso es cierto Tetsu?

-S…si… -volteo hacia el suelo, estaba tan confundido ahora

 

Aomine sonrió, levanto su vaso para tomar un poco de su jugo

 

-¡Aominecchi  también tengamos un bebé!

 

Aomine escupió el trago que le había dado al vaso y comenzó a toser, Kuroko no pudo ocultar su risa.

 

Y así cada mes, su vientre crecía y con esta, nuevas cartas llegaban.  Cada que respondida le carcomía el alma por no poderle contar que sería papá. Que esperaba un hijo suyo.

 

 

Llego el día del parto, todos sus amigos estuvieron presentes, el aun así con el corazón en el alma les pedía que no le contaran nada a Kagami, aún faltaban 3 meses más para su regreso y en sus cartas lo confirmaba, contaba cada día para volver, no había duda de ello.

 

Y cuando lo hiciera lo primero que vería  seria a su vivo reflejo en miniatura, eso daba un poco de recelo a Kuroko, él había aguantado 9 meses de nauseas, vómitos, dolores y un largo parto para que ese pequeño saliera a la misma imagen que su padre, pero bueno, agradecía que por lo menos tenía sus ojos.

 

2 días antes de cumplirse el año llego la última carta.

 

¡Tetsuya! Finalmente regreso a casa…

 

En unas horas más estaremos nuevamente juntos,  correré a tus brazos en cuanto te vea en el aeropuerto, puedes estar seguro de eso. Estos últimos meses tuve un sueño verdaderamente hermoso, donde finalmente teníamos una familia. Tetsuya esta no es la carta final, aún hay otra. Que a pocas horas de mi llegada tendrás.  Estaré llegando el día lunes 11 de Abril a las 6 de la tarde ¡Nos vemos en unas horas!

 

Kagami Taiga

 

 

Kuroko estaba realmente feliz, tanto que descuido algunas cosas, no le importaba nada más que su novio regresaría y conocería a su hijo, tanto era su felicidad que hasta olvido lo de la última carta…

 

Pasaban ya de las 8 de la noche, y el avión donde Kagami dijo por mensaje que llegaría no aterrizaba.

 

-Tranquilo Kurokocchi, iré a preguntarle a alguien de las señoritas de servicio que a pasado.

 

Tenía los nervios de punta, ya era mucho de retraso, y no contestaba su celular, se suponía que debía de llevarlo apagado en el avión, ¿No podía prenderlo ni por un minuto?

 

Kise regreso con la cara pálida, miraba de forma asustada a Kuroko y luego a Aomine, quien mecía con cuidado la carriola donde estaba el bebé

 

-Kise que pasa…

-Kise-kun, no nos asustes así por favor…

 

La voz del rubio se rompió.

 

-El avión en el que venía Kagamicchi… callo…

 

Kuroko sintió que sus piernas temblaron y se dejo caer al suelo.

 

-¡Eso no puede ser cierto! –Aomine corrió hacia los registros.

 

Kise se acercó a Kuroko abrazándolo, rápidamente la voz se comenzó a correr. Sollozos y gritos de otros familiares se comenzaron a escuchar. Aomine regreso y tomo entre sus brazos a Kuroko levantándolo mientras este seguía llorando.

 

-Toma al bebé Kise, vámonos.

-¿Qué paso Aominecchi?

-… EL nombre de Kagami está registrado en los pasajeros a bordo de el avión que se estrello, vámonos

-¡NO! –Kuroko recién salía de su shock –Eso no puede ser, yo necesito ver pruebas… No puede… eso no puede… -Ni siquiera podía forcejear dolía tanto.

 

 

El bebé a pesar de tanto grito y llanto, no despertó, dormia plácidamente. Pero Kuroko estaba incontrolable, lo recostaron en su cama. Kise acariciaba su cabeza, mientras el aun sollozaba.

 

-Iré a ver si Aominecchi ya no tarda con los calmantes ¿Si?

-Kise-kun… aún no hay pruebas… Taiga no puede…

-Kurokocchi… El nombre de Kagamicchi estaba en los pasajeros a bordo… -Kuroko cerró los ojos y gruesas lagrimas volvieron a correr por su rostro –Yo…  bajare a la farmacia a buscar a Aominecchi, no tardare ¿Si?...

 

No obtuvo respuesta, se levantó camino a la puerta y aun ahí se detuvo

 

-No tardare –Y salió.

 

Kuroko abrió sus ojos y miro en el moisés a su lindo bebé. La viva imagen de la amada persona a la que acababa de perder. Se levanto suspirando, miro un sobre en la mesa de noche, lo tomo. Era la última carta que Kagami dijo llegaría unas horas antes que el, de seguro mientras entraban Aomine oh Kise le habían recogido y puesto ahí. La tomo y con un gran dolor en su corazón la abrió.

 

Me alegra que después de tanto sigamos juntos... tus cartas me llenan demasiado, el leerlas hace que escuche tu voz en mi alma... y pareciera que incluso el tiempo y la distancia se acortara con cada una de ellas.

Si te soy honesto creo que he comenzado a sentir, a experimentar esa sensación de querer trascender contigo, de poder ser uno más que en lo íntimo, que cada mañana estemos juntos, que podamos ser un equipo, por lo menos hasta el final de mis días; espero que ya te estés dando cuenta de a lo que me refiero... y no lo escribiré, pero ve haciendo a la idea que las palabras que deseas leer aquí, esa propuesta que te imaginas... te lo diré frente a frente... por qué voy por ti... porque yo te elegí a ti.

 

Kagami Taiga.

 

 

Kuroko rompió totalmente en llanto, Kagami… iba a proponerle matrimonio, y ahora ya no estaba… nunca más volvería a estar.

 

Escucho que la puerta se abrió, se dejo caer de cuclillas al piso tapando su cabeza, ya no quería que sus amigos lo vieran así, era tan doloroso, quería morirse, quería estar junto a Kagami ahora. Pero no podía, no debía, tenía una vida más por la cual luchar, su pequeño y adorado hijo.

 

Escucho que la puerta de la habitación se abrió.

 

-¿Tetsuya?

 

Kuroko escucho aquella voz… ¿Estaba soñando?  Tanto ahora le estaba afectando… levanto la vista lentamente y ahí estaba, parado en la puerta mirándolo con el ceño fruncido, corrió y se agacho para abrazarlo.

 

-¿Qué pasa? ¿Qué tienes?

-¿Taiga? –Kuroko lo palpaba con sus manos

-Si soy yo… soy yo… ¿Qué pasa? ¿Por qué no res….

-¡Tu avión!... –Comenzaba a llorar nuevamente –Dijeron que tu avión se cayó…

-¿Mi avión?

-El vuelo 213… -Decía Kuroko con la voz débil y la respiración agitada ¿Era un sueño? Rogaba a dios que no

-Ese vuelo lo perdí y tuve que esperar el siguiente, pero ese tenía una parada en otro país asi que hizo me atrasara mas, pero te mande miles de mensajes avisándote…

-Taiga…. Taiga… Taiga… -Kuroko lo abrazaba fuertemente –Pensé que…

-¡Pero no!... Aquí estoy me vez… ¿Me vez? –Tomaba sus manos para que lo acariciara, le había causado un susto de muerte y ahora quería compensarlo.

 

De repente un pequeño llanto se comenzó a escuchar, y Kagami volteo percatándose del pequeño moisés azul que se encontraba a un lado, se levanto curioso, dándole miradas a Kuroko de sorpresa, la cara de angustia de kuroko cambio por una sonrisa tierna.

 

Kagami se asomo al moisés, ahí encontró a un pequeño pelirrojo que lloraba con sus manitas echa puño a cal y canto.

 

Kuroko finalmente limpio sus lagrimas y se acerco a Kagami por la espalda.

-Tetsuya...

-Yo... no dije nada porque estaba seguro que volverías 

-¡Claro que lo haría!... Debiste habérmelo contado... yo...

-Ahora todo está bien -Sonreía pero las lagrimas no dejaban de caer.

Kagami lo volvió a abrazar fuertemente, el pequeño bebé seguía llorando fuertemente a lo que Kagami lo miro más intensamente, sus pequeñas mejillas estaban rojas y empapadas de lágrimas. Poco le faltaba para morir de ternura

Kagami lo tomo entre sus brazos y, como si eso fuera lo que el bebé esperaba dejo de llorar,  lo mecía entre sus brazos mirándolo tiernamente, notando que el niño era totalmente parecido su misma imagen.  El pequeño bebé hacia tiernos pucheros, metió su manita echa puño a la boca y poco a poco fue abriendo sus ojos. Kagami se puso feliz al ver esos celestes ojos en su hijo.

-Pensé que te enojarías -Kuroko estaba con la cabeza agachada

-¿Porque lo haría? -Con una mano levanto su mirada

-El no avisarte sobre mi embarazo y... que cuando volvieras encontraras un bebé...

Kagami lo acerco a él, abrazándolo, apegándolo a él y su hijo.

-¿Bromeas? -Soltó una risa juguetona -No puedes hacerme más feliz, además... -Volteo a ver al bebé y le dio un beso en la frente -Se nota que te esmeraste a hacerlo igual a mi ¿verdad?

Kuroko también comenzó a reír

- No volveré a irme, jamás los dejare solos nunca más.

-Lo sabemos Taiga...

 

Kuroko volteo a ver la carta sobre la cama, Kagami lo apego mas a él, agachándose hasta su oreja dijo en un susurro.

 

-Entonces… ¿Tu respuesta?

-Acepto.

 

EL bebé dio un tierno bostezo entrecerrando sus celestes ojos, sacando una sonrisa de sus padres, desde ahora Kagami los protegería.

 

 

 

Notas finales:

¿Que dijeron? Esta ya nos mato a Kagami jajaja no :v

 

De antemano agradezco tu rew ¡Nos leemos pronto! 


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