¿Ni un poquito?
Konnichi Wa
Este es un one-shot de afrodita y Death Mask, todo es visto desde el punto de vista de afrodita, los que esta en comillas son pensamientos y los guiones diálogos…
Bueno espero que les guste se me ocurrió a las tres de la mañana ya que no tenia sueño, es un poco trágico, al principio iba a terminar feliz pero me agarro la depre y pues he aquí el resultado.
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¿Qué somos? Dime que somos… ¿novios?, ¿amantes? O solo uno de tus caprichos… por que lo que siento por ti no es un capricho y mucho menos un juego, eres la persona que yo amo, y lo sabes, creo que no te gusta lo que yo siento, te da miedo; cada vez que te abro mi corazón te alejas y yo sufro, me encierro en mi habitación y lloro silenciosamente con ahora.
Han pasado cuatro días, se que tal vez hoy vengas a buscar lo que deseas, ¿por que yo no puedo tener lo que deseo?, salgo de mi habitación y camino a la entrada de mi templo, esperándote con una sonrisa fingida mientras por dentro me desmorono. Como lo pensé ahí vienes, subiendo los escalones para llegar hasta acá, te plantas enfrente mío y me sonríes, tus ojos muestran un toque de deseo y lujuria como siempre que estamos solos, pero nunca con amor, como yo quisiera que me miraras.
Me abrazas, me besas, me deseas, eso lo se, pero para mi no es suficiente, no me amas…
Recorres mi cuerpo con tus manos, palpando cada centímetro de mi piel, me conoces tan bien, sabes lo que me hace sudar, gritar, vibrar.
por inercia llegamos a mi habitación sin separarnos ni un minuto, me desvistes con desesperación, haces saltar unos cuantos botones de mi camisa pero no importa, yo también te desvisto rápidamente quiero sentirte junto a mí sin que nada nos estorbe.
Caemos en la cama, siento tus labios recorrer mi torso, tu lengua trazando senderos en mi piel, enredo mis dedos en tu cabello, tus labios buscan desesperadamente los míos, nos fundimos en un profundo beso que me roba la respiración, tu deseas mas, y no tardas en conseguirlo.
En las afueras de mi habitación solo se escuchan respiraciones entre cortadas, jadeos, gemidos…y ningún te quiero.
Siento que voy a terminar, me llevas al éxtasis total, para mi es un ritual de amor donde nuestras almas se unen y no bastan las palabras para decirte cuanto te amo, y para ti…para ti es un desahogo, una simple sesión de sexo que necesitabas.
Terminamos al mismo tiempo, sales de mi cuerpo y te recuestas a mi lado, tu respiración todavía irregular, pero tratas de hablar.
“por favor,¡¡ por favor dime que me quieres, dime que me amas, que quieres estas con migo por siempre, dímelo, lo necesito!!...por favor…”
- afro, eres el mejor- me dices mientras te remueves y te cobijas con las sabanas, ni siquiera me abras, es como si ya no te sirviera para nada mas.
Al escuchar tus palabras no lo soporto más, mis ojos no pueden reprimir las lagrimas que luchan por salir, y una resbala por mi mejilla.
-¿Qué pasa, te lastime?- me preguntas, ¿que es eso, un poco de preocupación en tu voz?, no lo creo, solo mi imaginación.
- no, no pasa nada- esquivo mi mirada, no quiero que me veas, no así, cuando estoy sufriendo por ti.
“¡Si!, si me lastimaste, no de esa manera, pero me lastimaste… ¿por que DM?, ¿Por qué no puedes amar?”
Cae un silencio incomodo entre nosotros, yo me muero de ganas de decirte mil cosas, a ti no te interesa entablar una conversación al fin y al cabo ya obtuviste lo que querías.
Pronto caes en los brazos de Morfeo, pero yo no puedo, mis pensamientos me lo impiden. Pasan las horas y la noche llega así fin, dándole paso al amanecer, ese amanecer, que irónico el amanecer era una de las cosas que mas me gustaba admirar todas las mañanas, le daba una paz a mi ser, era relajante y ahora, ahora le tengo miedo, lo odio, por que eso significa que te vas de mi lado una vez mas, como ha pasado en estos dos años.
Te remueves entre sabanas, ya estas por despertar, tengo miedo, mucho miedo…
Abres los ojos, observas a t alrededor como tratando de recordar en donde pasaste esta vez la noche. Te levantas y recoges tu ropa del suelo, empiezas a vestirte; me siento en la cama y cubro mi desnudez con la sabana.
Y otra vez, vuelvo a caer en lo mismo, mis sentimientos me dominan por completo y no puedo evitar preguntarte…
- ¿DM, me amas?- cierro los ojos momentáneamente y aprieto las sabanas en mi pecho, esperando tu respuesta, pero no la escucho, abro mis ojos, veo que te abrochas la camisa con una calma que me desespera. Abro la boca para volver a preguntar, tal vez no me oíste, pero me ganas y te escucho.
- no afrodita, no te amo- escucho las palabras salir de tu boca y siento como si perforaran mi pobre corazón.
Me quedo helado, muy adentro de mi conocía la respuesta, pero tenia la esperanza que esta vez, me dijeras que me amas, que me abrazaras y me susurraras al oído lo mucho que me quieres y que lamentabas haberme hecho sufrir todo este tiempo, pero no es así.
Lagrimas corren libres por mis mejillas, siento como si me quemaran.
Terminas de vestirte, y das unos pasos hacia la puerta, bajo la mirada, no quiero verte marchar.
- ¿ni un poquito?- me oigo preguntarte en un susurro, se que me oíste, por que detienes tus pasos un momento.
- no, ni un poco, adiós afrodita- no me miras a la cara, ni una mirada eres capaz de regalarme, cierro los ojos fuertemente, oigo como cierras la puesta tras de ti, pienso que tal vez es un sueño, que no he despertado y que cuando abra los ojos estarás a mi lado, nos abro lentamente y veo que estoy solo, te fuiste, llevándote con tigo mi corazón, mis esperanzas, mis sueños y mis ganas por vivir…
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