TimeoTestificado ha comenzado a trolear a TurntechGlorioso.
TT: Eh Dave, ¿puedes venir un momento a mi habitación?
TG: ¡Pero Dirk estas en la habitación de al lado! Podrías perfectamente venir
TT: ¡Por favor! Es importante… es algo que no puede esperar
TG: ¿Y no podrías escribirlo aquí o gritarlo?
TT: Está bien… ¡tú pediste!
TimeoTestificado ha dejado de trolear a TurntechGlorioso
— ¡Te amo Dave Strider!- Escuchaste gritar a Dirk desde su habitación— ¡y adoro darte por detrás! — te sonrojaste completamente y te asomaste a su habitación.
—eres un hijo de puta Dirk... también te amo idiota—susurraste molesto, intentando borrar de tu mente el comentario pervertido.
— ¡¿Qué?¡ ¡¿tú también me amas?! —grito nuevamente, genial ahora todo el puto piso sabía que éramos un par de enfermos de mierda, diste media vuelta aguantando las ganas de mandarle un putazo en todo su perfecto rostro.
TurntechGlorioso ha comenzado a trolear a TimeoTestificado
TG: ! TE ODIO Dirk Strider!
TT: Mientes… tú me amas y lo sé perfectamente J
TG: Ahora todos los putos vecinos saben que somos unos enfermos
TT: ¿Y eso que importa? Además yo creo que ya lo saben… con los gritón que eres en la cama, todo Texas lo sabe
TG: …
TG: Púdrete…
TG: Púdrete con amor…
TurntechGlorioso se ha desconectado de pesterchum
Te acostaste en tu cama con el rostro hundido en la almohada, para soltar un grito de rabia y vergüenza, aunque su comentario te causara algo de gracia, te daba vergüenza en solo pensar en que los vecinos te oyeran gemir por las noches…
Te levantaste decidido y fuiste a la habitación contigua corriendo y derribaste a tu hermano de la silla de computador de una sola patada, te lanzaste encima de él de una manera algo incomoda, a la mierda lo que pensaran los vecinos, solo querías a Dirk de una manera más fuerte que la fraternal, ¿acaso eso estaba mal?, bueno si… que se vayan todos a la mierda, lo amas, él te ama y no necesitas a nadie más en el mundo, quizás al chico cara de ratón John Egbert pero él es otro rollo.
Después de haber mirado a Dirk durante un momento como un estúpido, decidiste que lo mejor que podías hacer en ese instante era besarle, quitaste sus gafas de su rostro para observarlo mejor, el hizo lo mismo contigo y ambos fueron absorbidos por los orbes contrarios, después de la intensa mirada ambos se acercaron lentamente y se fundieron en un beso tierno pero posesivo, y debes admitir que te encanta eso de Dirk, que no permite ni que Egberto se te acerque, amenazándolo con sus tan amadas katanas, pero él no te tiene miedo y solo se ríe de su escena de celos
—Te amo idota— soltaste sin poder apartar tu vista de los ojos naranjos de Dirk.
—¡yo también te amo! —grito nuevamente como el descerebrado que es.
—¡pero deja de gritar de una puta vez! —gritaste medio enojado, medio divertido, Dirk Strider nunca cambiaria.