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Ensayos. One shot. Yoonmin. por taigaqueen

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Notas del fanfic:

Hola queridas lectoras!

Este fanfic va a ser un one shot Yoonmin (Yoongi x Jimin), donde Yoongi es el seme y Jimin su uke.

Espero que sea de su agrado y les guste!

 

Había intentado ocultarlo desde hacía mucho tiempo, prácticamente desde que se conocieron, pero ya no podía seguir negando que no sentía algo más que amistad por Jimin. Pero es que, joder, no podía evitar quedársele mirando como un completo idiota cada vez que hacía algo o simplemente le veía pasar. Siempre se había intentado excusar diciendo que era comprensible, ya que Jimin era adorable, pero aún así, ¿qué amigo piensa así de otro amigo? Ninguno, y lo sabía. Jimin era perfecto a los ojos de Yoongi, le encantaba casi todo de él: su aguda pero dulce voz, sus encantadores " ¡Suga-hyung!", su comportamiento tan amable y sobre todo cariñoso -aunque no lo quisiese admitir amaba cuando Jimin estaba a su lado siendo jodidamente empalagoso- y por no hablar de su físico, sus labios carnosos lo volvían loco, sus ojos, que cada vez que mostraba su bonita sonrisa hacia que se le achinasen más hasta el punto que pareciesen dos rayas, su nariz, le gustaba su nariz -no sabía porque pero tenía una linda forma-, su altura, porque si, le agradaba que fuera bajito, le hacía sentirse alto aunque solo fuese por unos centímetros, y sus abdominales, Dios, cada vez que los enseñaba los miraba disimuladamente, y es que le atraían de una manera insana, sentía una increíble necesidad de tocarlos. Podría pasarse horas diciendo todo lo que le gustaba de Jimin, pero para su suerte o desgracia una persona lo llamó tocando su hombro. Giró su cabeza para encontrarse con el pequeño de todos, Jungkook. Maldijo internamente. No es que odiase al maknae ni que le cayese mal, pero lo veía como un rival, porque Jimin se pasaba el día detrás suya molestandole y gastándole bromas, y esas eran cosas que le gustaría que se las hiciese a él, con más frecuencia.
Yoongi le miró fijamente, esperando a que dijese algo. 
-Hyung, vamos a ir todos a ensayar. Para que te despereces y vayas yendo al estudio. 
Yoongi simplemente se limitó a asentir con la cabeza a modo de respuesta. Y es que si, él seguía en la cama como un koala que no quiere despegarse de su árbol. Con pesadez, se levantó de la cama para dirigirse al baño. Ya dentro de él, se miró en el espejo y se lavó la cara para no parecer un muerto y acto seguido se bajó un poco los pantalones y se puso a mear. Salió, y se fue a la cocina a prepararse un desayuno que consistiría en un bol de cereales con leche. Hasta comer lo hacía con desgana. Se hacía viejo, o eso creía él. Cuando acabó, depositó el cuenco en el fregadero y andó hasta su habitación compartida con Jin -la compartía con él porque era el único que aguantaba sus horarios sin quejarse y que hacía que tuviese el cuarto un poco más ordenado y recogido-, y se dispuso a vestirse. Se puso unos pantalones de chándal oscuros con una camiseta blanca y unas Converse negras. Optó por no ponerse ninguna de sus gorras o de sus Beanies porque le gustaba volver a llevar el pelo negro y disfrutar de él. Cuando ya estuvo listo se lavó los dientes y se encaminó hasta el sitio donde iban a practicar sus canciones. Cuando llegó ya estaban todos cantando y ensayando, normal, había tardado bastante en ir. Fue mirando a uno por uno, hasta posar su mirada en Jimin. Estaba precioso, sin maquillar, al natural. Justo en ese momento él estaba cantando su nota alta en la canción de Let me know, y se imaginó cómo sería que un algún día le cantase así, sólo a él. Dejó de observarle para fijar sus ojos en Namjoon, ¿qué cojones era lo que estaba haciendo? Nunca le entendería, todo lo que tocaba lo rompía, literalmente. Acababa de coger un micrófono y sin saber cómo, lo destrozó, pero lo más gracioso de todo fue la colleja que Jin le dio. Rodó los ojos -en señal de no se puede hacer nada con ellos- y comenzó a colaborar también en las canciones.

Jimin se había acercado a él dispuesto a saludarle.

-!Buenos día Hyung! - exclamó Jimin con energía.

-Hola- contestó Yoongi.

Él era así y por mucho que quisiese tirarse a sus brazos y comerle a besos no lo iba a hacer. Aunque a Jimin eso no le importó, porque ya sabía cual era la forma de ser de su hyung, así que simplemente le mostró una sonrisa y se dio la vuelta para seguir con lo suyo.

Vale, reacciona, se decía así mismo Yoongi, pero es que, ¿por qué tenía que tener una sonrisa tan bonita? Le hacía quedarse sin aliento.

Después de unos cinco minutos de ensoñamiento consiguió salir de su trance y ponerse a trabajar como los demás.

Amaba lo que hacía, realmente todo su esfuerzo había dado fruto, después de tanto tiempo podía disfrutar plenamente de lo que hacía, y es que rapear era su vida, su fuga de escape. Sin duda entrar en BTS era lo mejor que le había podido pasar, conocer a esa panda de retrasaditos había sido genial. Los quería demasiado, y sobre todo el poder ver a Jimin junto a él cada día le hacía sentirse completamente feliz.

No sabía cuánto tiempo habían estado grabando pero se lo había pasado en grande. Estos eran los mejores momentos, donde podían ser ellos mismos enteramente. No paraba de sonreír cada vez que alguno de ellos hacía alguna tontería, sobre todo con Hobby, él era la alegría del grupo. Estos chicos... Su risa solo logró aumentar cuando vio a Hoseok bailar cuál idol femenina. Era increíble. Realmente le admiraba. Su vista se dirigió a Jimin que no podía parar de reír por la situación, y eso, era maravilloso.

Se acercó a su lado y le pasó la mano por el pelo, revolviéndolo un poco. Jimin se giró hacia él algo sorprendido por lo que acababa de hacer el mayor de los dos, y Yoongi le miró de vuelta. Se quedaron mirando fijamente por unos segundos, ninguno decía nada. Yoongi sentía que se perdería en los bonitos ojos de Jimin, y Jimin sentía que ya se había perdido en los de Yoongi, pero desde hacía mucho tiempo. Dejaron de mirarse y voltearon sus cabezas hacía el frente pero una pequeña sonrisa estaba plasmada en los rostros de los dos integrantes del grupo.

-¡A bailar, a bailar!- gritó emocionado Jin.

-Como si supieses hacerlo- le molestó Namjoon.

-Ey, cállate- dijo Jin sonrojándose.

Suga se había preguntado muchas veces qué clase de relación tenían esos dos.

Fueron directos a la sala de baile para comenzar a practicar.

Hobby, Jimin y Jungkook como siempre se encontraban ya listos y preparados para empezar.

La primera canción en sonar fue Danger. Amaba ese baile. Jimin se veía endemoniadamente sexy haciéndolo.

Todo parecía marchar bien hasta que Jimin comenzó a perserguir de nuevo a Jungkook. Yoongi intentaba no cabrearse, no sentirse celoso, pero le era imposible. Jimin no paraba de abrazar y sonreír al menor como si fuese la cosa más extraordinaria del mundo. Chasqueó la lengua en señal de desaprobación. Pero lo que más le sorprendió fue la reacción que tuvo TaeHyung al verlos, se le notaba enfadado, realmente enfadado y molesto.

Continuaron con los bailes pero sentía que no podía más. ¿Qué coño hacía Jimin? ¿Por qué mierdas no dejaba a Jungkook en paz? Creía que iba a morir de celos y ansiedad. Quería contenerse, de verdad que si, pero no sabía si iba a conseguirlo. El destino parecía que no quería que lo consiguiese. Jimin se encontraba abrazando al maknae por la cintura mientras le levantaba y le daba vueltas diciéndole lo adorable que era. Por la santa mierda. Pero no terminó ahí. Jungkook acababa de pasar sus brazos por alrededor del cuello de Jimin a la vez que este le pegaba más a su cuerpo. Su cara debía estar roja por el cabreo y si las miradas matasen Jungkook estaría muerto. Se empezaron a susurrar inaudibles cosas en el oído, y a darse besitos en las mejillas. ¿Es que nadie se estaba dando cuenta del cariñoso momento que estaban teniendo aquellos dos? Parecía que no, más que nada porque por arte de magia todos habían desaparecido. Miró el reloj que tenía puesto en su muñeca. Las dos y media del mediodía. ¿Cuánto tiempo había pasado desde que se habían ido? No tenía ni idea. Volvió a girarse para comprobar que realmente estaban solos. Quedaba una persona. El alíen del grupo. Tenía la cabeza gacha y los puños cerrados. Acto seguido, fue corriendo hacia la puerta y la cerró dando un portazo. Miró la escena. Jimin y Jungkook se encontraban a solo unos centímetros de distancia. Hasta ahí llegó. Fue directo hacía Jimin y le agarró del brazo directo hacía su habitación. En el camino vieron una nota pegada en uno del muebles del pasillo en la que ponía '' Nos hemos ido a comer fuera - Jin, Namjoon y Hoseok-'', genial, se encontraban solos para lo que planeaba hacerle a su pequeño dongsaeng. Jimin no había dicho palabras alguna en todo el trayecto hacía la habitación del mayor, el cual abrió la puerta y le metió dentro cerrándola tras de si. Le empujó hasta la cama. Jimin le miró confundido.  

-¿Te lo estabas pasando bien, eh Jiminnie? - le preguntó con tono sarcástico.

-Hy-hyung... - tartamudeó Jimin sin saber qué decir. Estaba nervioso. Era cierto que planeaba darle celos a Yoongi, pero nunca pensó que llegaría a funcionar, es más pensó que simplemente ignoraría la escena y se iría, pero no, y por eso ahora mismo se encontraba en la habitación de éste, concretamente en su cama, y Dios, que bien olía. La fragancia de Yoongi lograba embriagarlo por completo. 

Mientras tanto, el susodicho, se acercó lentamente poniéndose de cuclillas hasta quedar a la altura del más bajo. 

-¿No dirás nada, pequeño? - canturreó en su oído. De repente, soltó una carcajada, se acercó lentamente hasta quedar a unos centímetros de su boca. Podía notar su respiración contra la suya. Le volvió a sonreír y comenzó a repartir caricias por debajo de los pantalones de baloncesto que llevaba el otro, tocándole los muslos. 

Jimin soltó un suspiro a la vez que entrecerraba sus ojos por un momento. Min Yoongi perdió la poca cordura que le quedaba. 

- Estoy esperando tu respuesta - su voz sonaba ronca, estaba excitado, y es que solo Jimin podría excitarlo con una simple expresión. 

- Yoongi, yo... n-no estaba haciendo n-nada, Jungkookie tan solo es mi mejor amigo - intentó explicar el más pequeño sin éxito.

- ¿No estabas haciendo nada? Yo creo que si, Jimin. Eres un chico muy malo, ¿nadie te dijo que no deberías mentir a tus mayores? Mereces un castigo - sentenció dedicándole una sonrisa cargada de lujuria al igual que su voz, que cada vez sonaba más seductora, si es que era posible. La voz de Suga siempre había sido cautivadora. 

Y Jimin jadeó en respuesta. Sin hacerse esperar más, Yoongi acabó acortando las distancia entre los dos para al fin, unir sus labios. Pasó una de sus manos detrás de la nuca de Jimin y éste se aferró a sus hombres. Yoongi seguía acariciando las piernas del menor subiendo cada vez más arriba. Esto hizo que Jimin soltara un jadeo y Yoongi pudiese adentrar su lengua dentro de la boca del contrario. Había comenzado una batalla de lenguas por ver quién tomaba el control del beso. Sus lenguas se entrelazaban entre sí, recorriendo cada parte de la boca del otro. El beso aumentaba de intensidad haciéndolo más húmedo logrando calentarlos más a ambos. 

Se separaron por falta de aire. Se miraron a los ojos, tenían las respiraciones agitadas y un hilito de saliva continuaba uniendo sus labios. 

Sin necesidad de decir palabra alguna, Yoongi se levantó y Jimin se acomodó bien en la cama. Yoongi se subió en ella, separó las piernas de Jimin y se puso entre éstas.

Volvió a unir sus bocas. Parecía como si encajasen a la perfección. Los labios de Jimin eran carnosos y suaves. Una maravilla, y ni en sus mejores sueños Yoongi habría imaginado que fuesen así, porque aunque el beso fuese tan fogoso, Jimin lo hacía delicado, pero se notaba la desesperación en ambos. Habían querido hacer esto desde hacía muchísimo tiempo, y por fin hoy, lo estaban haciendo. 

Jimin tenía los brazos alrededor del cuello del más mayor a la par que enredaba sus dedos en su cabello, mientras que Yoongi se sostenía sobre sus codos teniendo los dos brazos apoyados a cada lado de la cabeza de su donsaeng. 

Yoongi se separó de su boca y bajó sus labios repartiendo suaves besos sobre sus mejillas hasta llegar al lóbulo de la oreja dándole un pequeño lametón y tirando suavemente de él con sus dientes. Jimin gimió en respuesta y se agarró más a su hyung. El contrario continuó bajando hasta su cuello. Comenzó besándolo suavemente, lamiéndose los labios antes para hacer que se humedeciesen y que el contacto fuese más candente. Después fue lamiendo poco a poco cada rincón del cuello del menor, alternando con mordidas, mordiendo más fuerte en la zona de las clavículas logrando sacar varios gemidos a su compañero y dejarle marcas que tardarían en quitarse, pero no le importó. Subió lamiendo la parte de la garganta hasta sus labios. Le miró a los ojos por unos segundo y volvió a atacarlos. Yoongi bajó una de sus manos clavando sus dedos en la cadera del contrario, Jimin jadeó y levantó su cuerpo hacia arriba queriendo sentir más contacto. Se encontraba más que erecto y solo lograba ponerse más duro con las caricias del otro y sintiendo su erección chocar contra su culo. Sus pelvis se rozaron y ambos gimieron. Volvió a hacer el mismo gesto y sus penes se frotaron por encima de la ropa. Comenzaron un vaivén de caderas mientras continuaban besándose con ansias. Yoongi despegó los labios de los del contrario y le miró a los ojos.

-No sabes cuánto tiempo llevo queriendo estar así contigo Jimin - confesó.

Jimin puso sus dos manos en las mejilla de Suga.

-Yo también, Yoongi - declara él.

Se sonríen y vuelven a besarse. Yoongi baja sus manos hacía al borde de la camiseta de Jimin, tirando de ella hasta quitársela. Se separan y Yoongi le mira con deseo, pasándose la lengua por sus labios. Baja hasta su torso donde comienza a repartir suaves besos, lamiendo sus abdominales. Pasó las yemas de los dedos ligeramente sobre sus pezones que comienzan a ponerse duros. Dirige su boca al izquierdo y lo lame. Lame alrededor de él, después chupa la punta del pezón y luego se lo mete en la boca, mientras que con la otra mano toca el derecho apretándolo entre sus dedos. Jimin siente que va a desfallecer. Había deseado tener a Min Yoongi tocándole así desde hacía bastante tiempo, y ahora lo estaba haciendo, no era ninguno de sus jodidos sueños húmedos y eróticos. Yoongi se deleitaba con cada gemido que Jimin le proporcionaba. Cuando pensó que había tenido suficiente de sus pezones - aunque él mismo sabía que nunca tendría suficiente de Jimin - volvió a sus labios para besarle. Tocaba cada centímetro del cuerpo de Jimin, y es que el chico estaba como quería. 

Después, deslizó su mano por dentro de los pantalones de Jimin, acariciando su miembro por encima de la tela de su ropa interior. Jimin soltó un sonoro gemido en respuesta. Dio leves caricias paseando su mano de arriba a abajo apretándolo de vez en cuando. 

- Y-Yoongi ... - suspiró él.

Yoongi rompió el contactos entre sus bocas para sonreirle lascivamente.

- ¿Te gusta Jiminnie? - cuestionó de manera burlona.

- Si, si, por favor sigue - rogó.

-Así me gusta cariño - sonrió satisfecho.

Bajó el pantalón de Jimin, hasta deshacerse de él por completo, dejándolo solamente en bóxers - rojos y blancos - pudiendo apreciar su más que notable erección.

- Hyung, el único siendo desvestido aquí soy yo - reclamó.

Jimin dio la vuelta a su hyung y lo dejó debajo de él, y se sentó a horcajadas, rozando su culo con el pene del mayor. Le quitó la camiseta al mayor dejando su blanca piel expuesta. Yoongi era precioso. Le besó durante unos segundos, y después bajo hasta su torso y abdomen besándolos hasta llegar a su ombligo, el cual lamió. Fue directo hacia el cierre de su pantalón, le dedicó una sonrisa pervertida y lo bajó con sus dientes quitándole el pantalón de paso. Volvió a juntar sus bocas mientras movía sus caderas hacia delante y hacia atrás, y en círculos provocando una increíble fricción entre sus cuerpos. Yoongi agarró del culo a Jimin, apretándolo. Le dio un par de azotes haciendo que Jimin gimiese en respuesta contra sus labios. Yoongi subió sus manos hasta sus caderas y le agarró fuertemente volviendo a dejarle debajo suya. 

- Voy a hacerte difrutar mucho Jimin.

Jimin cerró los ojos jadeando. De verdad que le encendía que Yoongi le hablase y le dijese todas esas cosas.

Yoongi bajó su cabeza hasta quedar a la altura de los bóxers del menor. Fue besando sus piernas, desde sus tobillos hasta llegar al interior de sus muslos, repartiendo besos y mordidas en estos que conseguían sacarle gemiditos a Jimin. 

-Yoongi, p-por favor ... - gimoteó Jimin. 

Y como si sus palabras fuesen órdenes, comenzó a repartir suaves besitos por encima del bóxers. Jimin suspiraba de placer. Finalmente los deslizó quitándolos. Tomó su pene con una mano y sopló sobre la punta. Jimin se retorció ante eso. Después, comenzó a mover su mano lentamente torturando al menor. Lamió desde la base hasta la punta con la lengua, con su otra mano acariciaba los testículos proporcionando aún más placer. Continuó así, solo lamiendo su glande hasta que se metió su polla en la boca por completo. No se movió notando la desesperación en el otro. En realidad quería castigarle por lo que había hecho con Jungkook. No pudiendo soportarlo, Jimin cogió de la cabeza a Yoongi tirando de él hacía abajo, metiéndole su pene prácticamente entero en la boca. Yoongi movió su cabeza de arriba a abajo dándole un inmenso a placer a Jimin que no paraba de gemir su nombre, y si, eso era extraordinario. 

Jimin sintió que iba a explotar en cualquier momento. No es como si nunca se la hubiesen chupado, se la chupó una vez una chica, su ex novia, antes de descubrir que era gay, pero que fuese Yoongi el que se lo hacía le volvía loco. 

Yoongi quería castigarle y no dejar que se corriera pero sus ganas por ver la cara que ponía al hacerlo le ganaban. Y su polla solo logró endurecerse ante ese pensamiento. 

Sin detenerse, aumentó la velocidad, hasta notar cómo Jimin le agarraba más fuerte del pelo a la vez gemía su nombre y arqueaba su espalda dejándose ir en su boca con una expresión de puro placer. Yoongi se tragó todo y se limpió los restos de semen de las comisuras de su boca con la lengua. Jimin era delicioso, en todos los aspectos. Yoongi subió hasta su rostro y le dedicó una sonrisa, Jimin seguía con los ojos cerrados y su respiración entrecortada, pero los abrió y le sonrió de vuelta tiernamente. ¿Por qué tenía que ser lindo hasta en esos momentos? Se preguntaba Yoongi.

Le besó, y luego puso tres de sus dedos en frente de la boca de Jimin, y éste entiendo lo que quería y los lamió de una manera más que sugerente. Cuando ya estuvieron lo suficientemente húmedos y ensalivados los bajó hasta la entrada del culo de su donsaeng. Pero lo que no se esperaba Jimin era lo siguiente: Yoongi bajó su cara hasta su entrada y comenzó a lamer ahí. Oh Dios santo. Magnífico. Metió su lengua simulando penetraciones, y sin previo aviso, la sacó y metió uno de sus dedos. Se sentía algo incómodo para Jimin, así que respiró intentando acostumbrarse. Lo movió un poco antes de meter un segundo dedo y hacer movimientos de tijera intentando ensanchar su entrada, y por último metió el tercero. Vale, ese si que dolió algo más. Lo movía de dentro hacia fuera, y Jimin cada vez se acostumbraba más. Comenzó a gemir sonoramente como muestra del inmenso placer que estaba sintiendo, aunque eso no se comparaba a lo que estaba por venir. Sus dedos se empujaban hacía su interior con rapidez, tocando un punto que hizo que el menor se doblase en la cama por el gozo. Era ahí, esa era su próstata. Sonriendo saco sus dedos haciendo que Jimin hiciese un sonido de desaprobación. Rápidamente se bajó sus bóxers azules dejando su miembro al aire libre, suspirando por el contacto de éste. La cara de Jimin era todo un cuadro, ¡era enorme! No imaginaba que la tuviese tan grande. De un momento a otro se encontraba gateando hasta que su cara quedó al frente de la polla de Yoongi. Dio un pequeño beso en la punta de ella, y comenzó a masturbarla con una mano mientras que la otra la apoyaba en la pierna de Yoongi que jadeó por la nueva sensación, aunque soltó un gruñido al notar como la boca y esos carnosos labios lo envolvían por completo. Jimin la chupaba malditamente bien. Yoongi sabiendo que si seguía así se correría, le apartó volviéndole a tumbar en la cama. Le abrió las piernas y se posicionó entre ellas.

- Yoongi, yo... soy virgen - murmuró el joven desviando la mirado hacia abajo.

- No me digas - habló sarcásticamente el otro. 

Jimin le miró apenado. 

- Ya lo sabía, tonto, además , yo también soy virgen, ¿vale? Así que no te preocupes, lo haré con cuidado - le miró y le acarició las mejillas con ternura. 

Jimin le besó en respuesta. 

Justo cuando iba a pentrarlo por fin, se dio cuenta de una cosa.

- Mierda, el lubricante ... - maldijo Yoongi. 

Se levantó de golpe y fue hasta uno de los cajones de SeokJin, y ¡bingo! Dio con lo que buscaba. Comprobado, Jin y Namjoon mantenían una relación. 

Volvió a posicionarse entre las piernas de Jimin, y echó un poco de lubricante sobre su pene. Después lo dirigió a su entrada y comenzó a introducirlo lentamente. Jimin soltó un grito de dolor, porque mierda, si que dolía. Lo fue metiendo poco a poco hasta que estuvo completamente dentro. Se quedó unos minutos parado esperando a que el pequeño se acostumbrase, después éste le indicó con un movimiento de caderas que podía moverse. Haciéndole caso, empezó a realizar movimientos metiéndola y sacándola. Se sentía malditamente bien, la estrechez de Jimin lograba deleitarle y complacerle de una forma increíble. Su interior estaba jodidamente caliente y lo apretaba deliciosamente. Cada vez aumentaba más sus movimientos. Por ese entonces, Jimin era todo un mar de gemidos y lloriqueos, se agarraba fuertemente a la espalda del mayor arañándola de vez en cuando. Mientras tanto Yoongi se dedicaba a besar sus labios y a lamer su cuello, afirmó sus dos manos a la cadera contraria e inició unos movimientos más fuertes y rápidos logrando golpear aquel punto que hacía delirar a Jimin, el cual gimió gloriosamente de satisfacción. 

- ¡Yoongi! - gritó - ¡Más fuerte! - pidió.

La velocidad aumentó considerablemente. Estaban cerca, y por eso, Yoongi tomó con una de sus manos el miembro del menor masturbándolo para darle más placer. Un par de embestidas más y Yoongi se corrió dentro del otro soltando un gran gemido. Minutos después, gracias a los movimientos que le proporcionaba Yoongi a su pene y las fuertes y rápidas penetraciones, Jimin también consiguió llegar esparciendo su semen sobre la mano de Yoongi y su propio abdomen. Yoongi se dejó caer sobre el cuerpo de su donsaeng. Sin duda, el mejor orgasmo que habían tenido, y estaba muy claro que no iba a ser el último. 

Jadeando y respirando entrecortadamente, Yoongi se levantó un poco y puso su mirada sobre la de Jimin. Los dos se miraron y se dedicaron una preciosa sonrisa llena de amor. 

-Yoongi.. - murmuró.

-Jimin, gracias, gracias por haber aparecido en mi vida y hacerme tan feliz. Lo siento por esto, pero, realmente necesitaba hacerlo. Cuando te vi con Jungkook, no aguanté más, me cegué por los celos, pero te necesito, más que a ninguna otra cosa. No puedo seguir intentando esconder lo que siento por ti, lo enamorado que estoy, lo mucho que te quiero. Quiero poder besarte, y abrazarte todos los días, sin necesidad de ocultarlo. Quiero que toda tu atención sea para mi, quiero que cada muestra de cariño o afecto sea hacia mi persona, te quiero a ti, quiero que seas mío y yo quiero ser tuyo - confesó soltando un largo suspiro después de haber soltado todo. 

Jimin estaba boquiabierto, no podía creérselo. Él también estaba enamorado de Yoongi, le quería tal como era, con su mala actitud y sus cambios de humor, pero siempre le había parecido un amor imposible y unilateral. Pero ahora, su mayor deseo se estaba haciendo realidad. Y estaba clarísimo que no iba a dejar escapar esta oportunidad. 

-Yoongi... yo... - tomó aire para seguir - también te quiero, muchísimo, no te puedes imaginar cuanto. Solo quiero ser tuyo, solo quiero estar contigo, Jungkook no es más que mi mejor amigo; lo de los celos, era un plan, quería ver si funcionaba, y resultó que si lo hizo, y gracias a eso, ahora estamos así, pero nunca pensé que llegaría a salir bien, porque me parecías inalcanzable, eres perfecto Yoongi, único. Siempre había pensado que eras hetero, y ahora que se que no, no te voy a dejar espacar, no voy a dejar que mi sueño se vaya. Siempre voy a ser tuyo Min Yoongi - dijo sonriéndole para después besarle. 

Se dieron un dulce beso, transmitiéndose todos esos sentimientos que habían escondido. 

-Entonces, ¿aceptarías salir con este viejo amargado? - preguntó Yoongi riéndose.

-Por supuesto. Espero que cuides bien de este mocoso, hyung - sonrió tomándole de la cara y acariciando sus mejillas depositando besos en ellas. 

-Te quiero Yoongi.

-Te quiero Jimin.

Notas finales:

Espero que les haya gustado!


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