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Un lazo que no pedí, aquella otra personalidad de mí por Almaschmetterling

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Notas del fanfic:

 Advertencia: en este fanfic Akashi es torpe, muy torpe, asi que si no les gusta mejor busquen otro

Fic algo relacionado a Lazos involuntarios puesto que el entorno y algunas transformaciones son las mismas. Es como un AU del AU. 

Los personajes no me pertenecen ni la de Kuroko no basquet todo es propiedad de Tadatoshi Fujimaki

Notas del capitulo:

Kuroko no basquet y sus personajes son de Tadatoshi Fujimaki yo solo hago santa mierda con sus personajes c: 


Mi fic Lazos involuntarios esta siendo un fracaso de lecturas en amor-yaoi, fanfiction.net y en la pagina porque amamos el Akafuri, no lo leas se que lo vas a odiar. (?)

Era sumamente torpe aquel pelirrojo, todos lo conocían por ello, aun así era de la raza de los cambiaformas leones, lo cual no tenía sentido porque parecía débil y daba aspecto de ser un omega aunque en realidad no era sino un clase Supreme o S.

A pesar de todos los esfuerzos de su padre de que pareciera un Alfa fueron inútiles, sus entrenamientos de parecer un hombre fuerte eran en vano.

Aunque por suerte jamás un Alfa lo había tocado. Todo gracias a su amigo de infancia Furihata Kōki, quien siempre lo defendía de aquellos Alfas insistentes, aunque e fuese bastante débil en realidad y tembloroso sabia disimular y aparentar fuerza y fiereza como buen chihuahua que era para cuidar a su amigo.

Aunque el chihuahua estaba secretamente enamorado de aquel león pero este no tenía ni idea.

Pero el león se había enamorado de un chico que se volvía algo transparente cuando estaba en situaciones incomodas o que le daban pena. Su nombre Kuroko Tetsuya y era omega o al menos eso es lo que se sabía.

Aunque el pelirrojo no sabía cómo llegar a él porque prácticamente este lo tomaría por omega al ser tan torpe, al menos eso fue lo que su propio amigo Furihata le había dicho. Tenía que hacer algo para impresionar a aquel chico "fantasma"

-¿Por qué no me enamore de alguien como tu Furihata?-Se lamento Akashi un día mirando a su amigo de la infancia quien se sorprendió por aquella confesión mientras estaban en la casa humilde del chihuahua quien vivía solo.- Eres el único al que le puedo hablar normal sin parecer idiota.

El chihuahua resoplo molesto. Pero ¿Qué otra cosa esperaba de su amigo de infancia? Cerró los ojos antes de decir lo siguiente

- Tengo una idea. Pero vamos a entrenar duro para hacerlo. Vas a entrar a esa competencia de la que tanto hablan conmigo y fingiremos tener una batalla intensa donde me derrotas impecablemente, quedara impresionado.

-¿Esa del torneo similar a un juego de básquet?

El de ojos castaños asintió con una sonrisa tratando de animar al león quien no confiaba en sí mismo, era débil, demasiado débil. Akashi aún se preguntaba cómo era un león y no un animal más débil.

-Animo, se que lo harás bien. Tenemos que impresionar a Kuroko ¿No?

-Tienes mucha razón.-

Un hombre de apariencia seria apareció en la casa de Furihata tenía el pelo castaño claro y los ojos tan rojos como los de su amigo Akashi pero este tenía una mirada muy dura y parecía que podría matar a alguien con su mirada.

- Seijūrō… -Menciono el hombre después de saludar cortésmente al chihuahua -Vámonos, voy a llevarte a un reformatorio donde te aleccionarán y te harán un hombre fuerte como debes ser.

El pelirrojo frunció el ceño, ya su padre venia tercamente a tratar de hacer de él un hombre fuerte. Si podía saber de muchas cosas, pero fuerte no era, ni siquiera de personalidad había sido fuerte, al menos que supiese desde que su madre murió el recordaba que era demasiado débil para el mundo.

-Creo que eso te haría bien Akashi, tendrás más personalidad. –Comento como si nada Furi, además si su amigo se alejaba quizás por fin dejaría de sentir atracción por este. Se notaba que el de ojos rojos jamás se fijaría en él.

-No quiero ir padre ¡Entiende que quiero ser yo mismo!- Hizo un puchero aferrándose a Furihata.

-¡Eres la vergüenza de la familia! ¡Tú deberías estar protegiendo al chihuahua no él a ti! Aunque…preferiría que te casaras con Furihata, creo que como vas es el único que podrías conmover para tener descendencia y es lo único que me haría desistir de obligarte a llevarte a que te reformes y seas de carácter duro.

Furi se coloreo entero al escuchar eso de la descendencia.

-¡Voy a mejorar por mi cuenta papá! –Tropezó con su propia ropa y casi cae al suelo, de no ser que su propio padre y Furihata lo sostienen.

Masaomi, el jefe de los leones resopló enojado. Ya estaba cansado de este teatro que se repetía prácticamente TODOS LOS DÍAS. Y no sabía siquiera porque aun no lo había llevado a un reformatorio antes o a la milicia. Ah, sí, aun tenía la idea de que por si solo se desarrollara y fuera un empresario brillante y prometedor por ser un león y sangre Akashi.

-Esta bien-Lo apunto con el dedo moviéndolo de manera amenazante como si fuese una vara-Una última oportunidad te daré. LA ÚLTIMA. Y si fracasas harás lo que yo te diga.

-¡Sí! –Abrazo contento a su padre, lo quería mucho a pesar de lo estricto que era con él.

-Furihata Kōki, lamento si te perturba demasiado la imbecilidad de mi hijo, cuídalo bien por favor.

-Si, lo haré, siempre lo hago. –Suspiro con un poco de resignación el castaño.

-Eres un buen chico y me gustaría que pensaras en la oferta de casarte con mi hijo. Serias millonario.

-¡Papá!

-No me interesa ser millonario Akashi-sama. Tengo mi propia idea de hacerme un negocio de aguas termales si logro comprar la casa vecina y vivir de mis propias ganancias.

-Eres un buen chico, en verdad, por eso me agradas para mi hijo, piénsalo por favor.-Menciono el hombre mayor retirándose del lugar. En cierto modo el motivo principal es que pensaba en que ese pequeño perro quizás podría algún día despertar su lado más fiero.

Suspiro el chihuahua, pensando "Pero no soy del gusto de su hijo" desvió su vista al pelirrojo luego que lo miraba algo enojado.

-¿Por qué lo animas a que me lleve a ese lugar tan feo?

-Porque creo que te haría bien. Tu carácter debe modificarse, incluso para ser un clase S estas mal al menos deberías tener algo de fiereza.-Hizo una pausa-Aunque a mí me agradas tal y como eres.-Dijo este un poco para sí mismo.

El pelirrojo sonrió demasiado feliz de que dijera eso aunque no le dijo una palabra ¿Por qué? Sabía que era por amistad pero sentía un sentimiento raro en el pecho. Pero eso no importaba debía concentrarse en lo importante conquistar a su amado Kuroko ya.

-Como sea, vamos a entrenar para la competencia.

-Si, vamos.-Dijo el chihuahua sin muchas ganas. –Sintió que el otro le había ignorado por completo.






 

Y después de unas semanas intensas de entrenar todo quedo en nada pues, sin querer Furihata había terminado ganándole al león. Akashi trago saliva, ganarle a un león significaba casarse con la persona que le había ganado y lo peor Kuroko había visto su fracaso en primera fila. Esto era lo peor que podía pasarle. ¡Furihata era su amigo no alguien con quien quisiera casarse maldita sea!

¡Esto era lo peor que podía pasarle!

Furihata se acerco al pelirrojo tratando de ayudarle a ponerse de pie, pues con todo el ajetreo este se había caído al suelo, pero este lo manoteo de mala gana tratando de pararse él solo con dificultad.

-¿Esto era lo que pretendías? –Lo miro muy serio- No solo quede en ridículo, también quedamos comprometidos debido a la ley de los leones.

-No, la verdad no.-Dijo Furi preocupado por la mirada de odio que se estaba ganando por parte del león.

-¿Mi padre tuvo algo que ver con esto?- Tomo de las ropas al de cabellos castaños tratando de parecer fiero pero no podía simplemente, termino simplemente apoyándose en sus ropas. -¿Ahora qué voy a hacer?-No lloro, simplemente tenía demasiada impotencia y simplemente sus lagrimas no salían aunque quería hacerlo.

-Lo solucionaremos Akashi-san, ya verás. -

Se fueron juntos con un peliceleste mirándolos de reojo mientras estos se marchaban sin decirles nada, sabía que algo tramaban esos dos y que no les había resultado, pero no sabía que era exactamente.








 

Después de varias horas en la casa del chihuahua…

-Y mi padre quiere que viva contigo Furi ¡Tenemos que detener esto! ¡No nos puede obligar a casarnos!-Dijo el pelirrojo desesperado remeciendo a Kōki quien trataba de pensar en algo-Tu ni siquiera sientes algo por mi ¿Verdad? ¡Te será fácil!

-Si…es verdad-El castaño bajó la mirada un poco y asintió. Si supiese.

"¿Eres idiota?" Sintió una voz que el pelirrojo que no supo identificar de donde, miro hacia todos lados de la casa.

-¿Pasa algo?-Pregunto el chihuahua un poco preocupado de la actitud del otro.

-¿Trajiste a otra persona a tu casa?
-No, yo vivo aquí solo bastantes años ¿A quién podría traer? ¿Estás enfermo Akashi-san?

-No, solo me pareció haber oído algo.

"Si, definitivamente eres estúpido. Pero creo que arreglare eso"

-Pareces un poco enfermo. Haré un poco de sopa, te ves pálido.

-¡Espera! Aun no me dices si me ayudaras a firmar la separación. ¡Tienes que hacerlo o mi padre nos obligara a casarnos!-Dijo mientras el pequeño perro se dirigía a la cocina.

-Akashi-san, no nos puede obligar a menos que tengamos relaciones. Y eso no pasará-Apretó los dientes.-Pero lo haré, solo para que puedas conquistar a Kuroko ¿Te parece bien ahora?

-¡Sí! ¡Eres el mejor de los amigos Furihata!-

El cachorro mostró una sonrisa forzada y cansada. Obviamente el superficial de su amigo pelirrojo no lo noto.

"Es increíble tu nivel de ceguera"

Esa vocecita que escuchaba el león realmente lo estaba irritando. ¡Déjame en paz! Pensó.

"Lo siento, pero no lo pienso hacer. Acabo de despertar y tu no volverás a hacerme dormir"

¿Qué carajo? ¿Esa voz le estaba respondiendo a sus pensamientos?

Sintió que involuntariamente su cuerpo se movió hacia el baño hasta el espejo y una sonrisa apareció en el reflejo, pero eso no era lo más extraño: Uno de sus ojos se estaba volviendo dorado.

"No puedo dejarte en paz porque formo parte de ti mismo y voy a corregir tus errores."

Luego de esto todo se volvió negro.








 

Masaomi Akashi había entrado a la casa de Furihata siendo recibido por este de manera cortés.

-Kōki, me alegro que hayas derrotado a mi hijo ¡Podemos arreglar todo para la boda ahora!

-Akashi-sama no creo que Akashi-san quiera… ¿Por qué me llama Kōki?-El chihuahua alzo las cejas un poco avergonzado.

-Vamos, no seas así, sabes que ahora seremos familia así que puedes decirme padre.-

-P-pero…Akashi-san quiere que-Miro al piso ¿Como decirle algo que en realidad no quería hacer pero tenía que hacer por la felicidad de la persona amada?

-¿Qué sucede Kōki? si mi hijo te lastimo dímelo. Sé que estas enamorado de él ¿Por qué no aceptas que la suerte estuvo de tu lado?

-No creo que lo esté, es que Akashi…

Sintió una mano que lo tomaba de la cintura y lo pegaba a él. Furi miro al pelirrojo que le sonreía, pero no su sonrisa boba de siempre era una sonrisa confiada y segura. Parecía otra persona.

-No te preocupes de nada padre, Kōki y yo vamos a unirnos pronto si no hoy mismo. Así que organiza la fiesta más grande que puedas.

El padre de Akashi no pudo evitar sonreír. Al parecer su hijo había reflexionado y así sus nietos harían lo que su hijo no pudo. No tendría que llevarlo a reformar obligadamente.

-¿Akashi-san? ¿Qué te sucede?-Parpadeo un poco extrañado Furi. Había algo raro en el pelirrojo.

Seijūrō tomo del mentón al cachorro de manera cariñosa y planto un beso apasionado en aquellos labios de su supuesto mejor amigo.

Continuará.

Notas finales:

See you


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