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Ya me enteré por Haku1008

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Notas del fanfic:

Los personajes mencionados en el fic son propiedad de las CLAMP usados sin ningún fin de lucro y porque son la principal fuente de inspiración.  

Notas del capitulo:

Ah, apenas escuche la canción esta historia llegó solita a mi mente, así que me puse manos a la obra n.n

Canción: Ya me enteré de Reik

https://youtu.be/ywdcfhAi6Jk 

Ya me enteré

 

Respiró con profundidad antes de decidirse a adentrarse en el auditorio de su escuela, aquel que, entre adornos, globos y luces, no parecía tratarse del mismo lugar; sin contar con aquella variedad de trajes, escotes y vestidos que desfilaban de aquí para haya; Suspiró, el tan “esperado” baile de graduación había llegado ¿eh? y para ser honestos, no era nada como había imagino que sería apenas unos meses antes. No es que él haya visualizado la noche de sus sueños ni nada por el estilo, de hecho no le iban nada esas cursilerías, era tan sólo que esperaba estar en compañía de cierta persona rubia aquella noche.

Se adentra más en el lugar, esquivando a unos cuantos pequeños grupos de personas, buscando discretamente con la mirada y, realmente no tarda demasiado en encontrar lo que está buscando, de hecho, cualquiera en aquel lugar notaría casi por obligación a aquella presencia ¿cómo no hacerlo cuando parece brillar con luz propia? ¿cómo no robar miradas con aquella hermosa sonrisa? ¿y qué decir de aquellos ojos hechizantes? Casi por inercia -¿o por costumbre?- una pequeña sonrisa se forma en sus labios nada más al verle.  

Fye D. Flowrite estaba a unos cuantos metros de él, metros dolorosamente largos, una distancia más grande que la de un océano, o al menos así lo siente él porque, en otras circunstancias, el hermoso y sensual rubio que hoy deleitaba las vistas con aquel traje blanco, podría estar sentado justo a su lado, circunstancias no muy lejanas que, por una u otra razón, no eran hoy.

Un amargo sabor se hace presente, una incómoda y exasperante sensación se anida en alguna parte de sí mientras permanece tan sólo ahí, observando a la distancia a aquella luna que, sin importar cuánto la mirase, jamás podría llegar a tocar. Le observa reír y el malestar aumenta, preguntándose si en verdad esa sonrisa es sincera, cuál es el motivo de aquella sonrisa ¿será acaso que su corazón se siente ahora liberado de todo recuerdo referente a un viejo amor? ¿ah olvidado acaso a aquel a quien amó, a aquel que le amó… aquel que aún le ama?

Una voz al micrófono les recuerda a todos en la fiesta el votar por sus candidatos a rey y reina de la noche, menciona además que pronto cerraran las votaciones y otras cuantas cosas más que le pasan por completo desapercibidas, su mente no puede estar en otro lugar que no sea en cada detalle del arreglo del chico rubio, su cabello más que otra cosa, aquel peinado bien elaborado que dejaba su cabello suelto y la frente que siempre cubría con su flequillo, al descubierto. Tan cuidadoso en su imagen como siempre, tan vanidoso y caprichoso…. tan… tan casi perfecto, un solo detalle lo arruinaba esa noche.

Un enorme defecto….

Y ese defecto era el tipo a su lado que posaba su brazo sobre los hombros del rubio en un confiado abrazo.

su nombre es Yamato” escucha decir a su lado, casi podría considerarse sorprendido por tan repentina aparición pero está más interesado en el tipo al lado de Fye que por otra cosa, así que se evita los insultos por el susto a su amigo y le interroga con la mirada para que continúe.

“Andaba tras Fye desde hace años, pero como Fye tenía novio nunca hizo nada en concreto. Al menos hasta ahora que… bueno, Fye es libre ahora.”

Evita un gruñido, su amigo no tiene la culpa de decir la verdad, Fye es libre ahora para elegir salir con el tipo que le de la gana, incluso si ese tipo no es más que un oportunista.

“No te tortures, vamos Kurogane, se supone que esta noche la disfrutemos”. Su amigo intenta animarle, parte de él sabe que tiene razón, la otra parte no puede dejar de observar al rubio y a su acompañante, pero al final termina cediendo y opta por intentar distraerse acompañando a su amigo a la mesa de bebidas para tomar algún trago.

Toma un trago, dos, luego vasos enteros como si de agua se tratara, intentando miserablemente ahogar la sensación de frustración en su cabeza, la ansiedad en su cuerpo… pero su intento es vano y sin estadísticas de mejorar.

Estaba por zamparse un nuevo vaso cuando un codo picando ligeramente sus costillas se lo impide. Dirige su mirada a su amigo, éste simplemente señala discretamente con un movimiento de cabeza, por automático Kurogane desvía la vista en aquella dirección preguntándose qué es tan interesante para apresurarlo de aquella manera. Y es cuando los orbes rubíes se encuentran directamente con los zafiros a una distancia más cercana de lo que han estado en meses, y aun así a unos cuantos pasos bastante distantes.

La sorpresa brilla en ambos dando paso rápidamente a la evidente incomodidad.

El moreno quiere decir tantas cosas pero simplemente no sabe qué con exactitud, su boca le parece de pronto tan rígida que le es incapaz de moverla con la soltura que su ansiedad necesita, así que simplemente se permite perderse un poco más en el silencio entre ambos y en aquella mirada siempre tan cristalina que, por más que el rubio quisiera, no puede ocultarle nada.

Es el rubio quien termina desviando la mirada primero, rompiendo cualquier tipo de atmosfera entre ellos con la misma facilidad que se hace con una burbuja. Fye apresura su camino pasándole por el lado casi con indiferencia. Casi. Sus movimientos nerviosos delatan que su presencia puede serle todo, menos, indiferente. Una ligera sonrisa se forma en los labios del moreno al notar que al tal como le sucede a él, así mismo sucede con Fye, que el amor aún no ha muerto, no del todo. No necesita más. Apresuradamente le pasa su bebida a su amigo y sin decir nada se aleja en la misma dirección que el rubio, le ve entrar en los sanitarios y no tarda demasiado en entrar también.

El lugar parece desierto, el rubio aún no se percata de su presencia y el moreno sonríe con ternura al verle arreglando su cabello frente al espejo con mucha concentración. Sin pensarlo se acerca hasta él lentamente ¿y qué hay que pensar? aunque su mente le dijese que no es buena idea él lo haría de todas maneras, porque es así, uno no lucha contra la fuerza de gravedad y es que Fye era para él como la gravedad misma, era así de simple, así de sencillo que, no había nada que pensar. 

 

[   https://youtu.be/ywdcfhAi6Jk   ]

 

Ya me enteré

Que hay alguien nuevo acariciando tu piel

Algún idiota al que quieres convencer

Que tú y yo somos pasado

 

A través del espejo el rubio le ve acercarse a sus espaldas, se congela pero no hace nada más. Ambos se miran a través del espejo, el moreno termina de acercarse y sus manos se posan sobre los brazos ajenos tomándolos con cuidado, con dulzura y un sentimiento tan palpable que pareciese una caricia. Se pega a aquel cuerpo cerrando los ojos e inhala el olor de su cabello… parece extraño cómo aquel simple acto puede llenarle de aquel cálido sentimiento. 

 

Ya me enteré

Que soy el malo y todo el mundo te cree

Que estás mejor desde que ya no me ves

Más feliz con otro al lado

 

Un apenas perceptible suspiro escapa de los labios Fye justo antes de que se diese la vuelta y quedaran de frente. Las blancas y níveas manos se posan sobre su pecho, alejándole con sutileza para poder marcharse. Pero el moreno no puede dejarle hacer eso, no, aun no. Se apresura a alcanzarle y su mano se estampa contra una de las puertas de los cubículos bloqueándole el paso a la salida con su brazo.

 

¿A quién piensas que vas a engañar?

Sabes bien que eres mi otra mitad

 

Todo parece colapsarse entonces, no puede más y su voz se eleva, preguntándole por qué le mentía, por qué se mentía así mismo, por qué no aceptaba lo que aún sentía. Se tranquiliza y entonces suplica, pidiéndole que olvidaran el pasado, los orgullos y los errores de ambos, le recuerda el amor que se tenían, ese mismo amor que apenas hace unos segundos había sentido… Y el rubio no puede hacer más que quedarse callado con un brillo en la mirada y los ojos humedecidos, él sabe la razón, sabe que Fye no se atrevería mentirle negando lo que aún siente por él.

Acaricia con ternura su mejilla, Fye suplica con la mirada pero él no puede aceptar aquella petición y continua, sus labios se acercan a centímetros de fundirse…..

 

Olvídate de ese perdedor

Y repítele que yo soy mejor

Que no le eres fiel con el corazón

Que eres mío y sólo mío amor

 

Pero no alcanza a rozarle siquiera, el rubio ladea el rostro y cuando vuelve a mirarle lo hace con lágrimas surcando sus mejillas, además de aquella mirada herida y molesta en sus ojos, y antes de que pueda pedir perdón por ser el causante de esas lágrimas -y de las otras tantas que aunque no presenció, sabe que existieron- una bofetada cruza su mejilla.

Duele y sabe que lo merece.

El rubio se aleja de inmediato y él… sus pies parecen clavados al piso, la frustración crece, le está perdiendo y no puede hacer nada para evitarlo.

 

Despídete de ese perdedor

Que imagina que ya no existo yo

Deja claro que

Aunque intente no, no vas querer

 

Golpea con fuerza la puerta, ahogando un llanto que no puede dejar salir, jadea y vuelve a golpear una vez más…

Cuando sale lo primero que hace es buscar al rubio con la mirada, ha vuelto a su mesa al lado de aquel desconocido quien le susurra palabras muy cerca del oído, intentando animarle seguramente, Fye mantiene la mirada gacha y asiente de vez en cuando, en algún punto intenta sonreír pero no lo logra.

 

La verdad es que me extrañas tanto lo sé

 

El nombramiento de los reyes llega, una chica sube al escenario para dar los resultados de la votación, un chico a su lado carga las dos coronas para los ganadores, el moreno mira sin interés, tan sólo buscando poner su atención en algo más que no fuese su actual situación.

 

Ya me enteré

 

El nombre de la reina es anunciado, al instante hay aplausos y gritos emocionados, el moreno se sorprende pero no demasiado, por su parte Fye, desde su mesa, parece confundido, no entendiendo la razón de que de pronto la atención de todos en el lugar se volviese hacia él. Unas chicas tiran del rubio, levantándolo y llevándolo casi a arrastras hasta el escenario. Los aplausos aumentan y Fye es coronado reina de la noche por mayoría de votos y, la belleza del rubio deja en claro que no, no se trata de ninguna broma.

 

 

El nombramiento del rey viene a continuación y no es difícil imaginar que muy probablemente será el acompañante del rubio, Kurogane no se siente capaz de soportar aquello por lo que se da la vuelta encaminándose a la salida, sin embargo termina deteniéndose al escuchar su propio nombre.

 

Regresaras

Estoy seguro de que regresaras

Estas con él por pura comodidad

Aburrido entre sus brazos

 

Los aplausos vuelven a llenar el ambiente. Lentamente se gira, nunca fue popular realmente, no entiende cómo es que alguien votase por él pero, supone, ser nombrado junto con Fye como la pareja del año en el anuario escolar debe tener mucho que ver, a pesar de que ahora ellos ya no sean una pareja.

Siente el impulso de marcharse pero lo desecha al instante. Con decisión camina hasta el escenario, escuchando en el camino gritos emocionados de algunas chicas y frases al aire con la palabra “yaoi” siendo muy frecuente. Se coloca al lado de Fye e inevitablemente sus miradas vuelven a encontrarse.

Es coronado y alguien menciona que es tradición que el rey la reina abran el baile, Fye se tensa, el moreno sonríe como quien no quiere la cosa. Todos abren espacio para el primer baile, el de ellos.

 

¿A quién piensas que vas a engañar?

Sabes bien que eres mi otra mitad

 

Estira su mano hacia su reina, el rubio duda… pero al final termina por tomar su mano también. Caminan hacia el centro de la pista, la música comienza y ellos también.

 

Olvídate de ese perdedor

Y repítele que yo soy mejor

Que no le eres fiel con el corazón

Que eres mío y sólo mío amor

 

Se mueven lentamente al compás de la melodía, sus ojos no se apartan de los ajenos en ningún momento, creando la impresión de que estaban solos ellos dos…

 

Despídete de ese perdedor

Que imagina que ya no existo yo

Deja claro que

Aunque intente no, no vas a querer, no….

 

La canción termina, una nueva comienza y todos a su alrededor se dispersan, algunos tomando una pareja para bailar, otros se desplazan a sus respectivas mesas…. Ellos continúan estáticos aun observándose a los ojos, el instante perfecto, un momento mágico que sólo se alcanza con la magia llamada amor.

 

La verdad es que me extrañas tanto lo sé

 

Pero así como es posible crear la magia, es posible romper con ella.

Y el hechizo se rompe cuando una mano se posa en el hombro de Fye, ambos dirigen su mirada al responsable. El acompañante del rubio dirige una mirada de advertencia hacía el moreno, Kurogane corresponde sin inmutarse pero es Fye quien termina con aquello murmurando un “necesito aire”, su acompañante se apresura a atenderle guiándole hacia la salida posando sus manos sobre los hombros de Fye, el moreno se pregunta si sabe -tanto como él- que en realidad aquella es una mentira.

 

Ya me enteré…

 

Aun alejándose el rubio vuelve su mirada hacia él y… 

 

La verdad es que me extrañas tanto lo sé

 

Su mirada vuelve al frente dejando al moreno atrás…

 

Ya me enteré…

 

Ya me enteré.


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