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Calor de Verano por Yuiine

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Notas del fanfic:

NOTAS DEL AUTOR: No es la primera vez que escribo pero este es el primer fic que comparto. No les pediré que tengan piedad, si no les gustó son libres de expresarlo (de hecho prefiero recibir críticas) siempre y cuando respeten. Aclarado el punto solo me resta decir una cosa... long live love LAVEN!! ♥♥♥ ^3^

DERECHOS: Los personajes de D.Gray Man son propiedad de Hoshino sensei, yo solo estoy jugando un poco con figuras de acción (imaginarias).

Notas del capitulo:

LAVEN ♥

Algo de sufrimiento físico con un toque de romance y una confesión azucarada... junto con un lemon en los planes para los capítulos siguientes.

 

NOTA: ESTE FIC HA SIDO LEVEMENTE MODIFICADO. Sólo cambié algunas palabras (y horrores ortográficos) y agregue descripciones involucrando a cierto golem dorado. Nope-chan me hizo darme cuenta que obvie demasiado al pobre Tim, (no, no fue tu idea, nunca lo mencioné), pero ahora entendí que fue un error porque llegó a mi una nueva y fantastica idea :3

 

Lo que dicen en voz alta esta en letras normales y los pensamientos en itálicas (cursivas).

 

DISCLAIMER: Los personajes de DG.Man no me pertenecen, la imaginación si.

  Había tenido un día bastante ocupado con los mandados que le encargó Lenalee y para cuando regresó a la Orden ya estaba atardeciendo. El sol comenzaba a ocultarse en el horizonte tiñendo el lienzo celeste de tonos rosáceos y naranjas, un cuadro muy bello excepto por una cosa: el clima.

 

  Hacía un par de semanas que el verano había comenzado. Allen podía jurar que el sol se burlaba de él sobre todo esa tarde en particular en que sentía más calor que otras, y es que él odiaba el calor. Pero más odiaba pasar todo un día sin ejercitarse.

 

  No, no podía pasarlo por alto, salvo que se encontrara en una misión, él siempre encontraba tiempo para hacer ejercicio, si no podía en la mañana lo hacía en la tarde o en la noche. Esta vez las diligencias de Leena le habían robado gran parte del día, pero nada le impediría ahora completar su exigente rutina. Quería volverse más fuerte para proteger a todos.

 

..........

 

  La noche había llegado sin que él se percatara del rápido transcurrir del tiempo. Aunque las salas de práctica de la orden no tenían ventanas el albino no necesitaba mirar afuera para comprobarlo, simplemente sabía que era de noche porque cuando comenzó a calentar medio Sol ya había desaparecido tras el horizonte, tomando en cuanta que sus sesiones siempre duraban alrededor de dos horas era fácil deducir que a estas alturas el sol ya había cedido su trono a Luna. 

 


- Bien. - Se dijo así mismo al terminar.

 

  El jóven exorcista se sentó en el piso y se recostó para descansar. Un golem dorado se acercó y comenzó a aletear cerca de su cara. La suave brisa creada por la pequeña criatura era muy bien recibida.       - Gracias Tim. - Dijo cerrando los ojos sumamente agradecido. Esos sencillos gestos le dejaban ver cuan apreciado era por aquella existencia.

 

  Al cabo de unos segundos puso un brazo sobre sus ojos y se quedó así un par de minutos. Su pecho subía y bajaba rápidamente tratando de recuperar el aire faltante y así regresar su respiración a velocidad normal.

 

  - Me daré un baño y bajaré a merendar...Muero de hambre - Pensó mientras se ponía de pie y se dirigía hacia donde había dejado sus cosas. El golem en lugar de seguirlo voló en dirección contraria. - Sabes, admiro tu tenacidad. - Escuchó una voz a sus espaldas y giró por inercia aunque ya sabía de quien se trataba. - Lavi - Dijo levemente sorprendido al encontrar al pelirrojo recargado en la entrada.
 


Tomo una toalla, la colocó sobre sus hombres y seco su cara con un extremo. Aún después tenía parte del fleco pegado a su frente y las mejillas encendidas.

 

  Se sintió un poco incómodo de estar solo con pantalones y botas así que se puso su camisa y veloz cerró un par de botones. Los resultados de su arduo trabajo aún estaban a la vista para cualquiera que dirigiera sus ojos a su marcado abdomen. Lavi se acercó.     - Le agradas... a Tim. - Soltó tratando de llenar el silencio.  - Lo se. Ten – Le extendió la botella de agua que estaba junto a sus pertenencias. - Gracias – Contestó el chico tomando la botella, hechó la cabeza atrás y bebió como si hubiera pasado sed por varios días. Lavi se fijó como algunas gotas escapaban de sus labios para resbalar por su garganta.  - ¿Qué te...  trae por aquí? - preguntó el chico aún sin recuperar el aliento mientras se limpiaba la boca con el dorso de su mano. - Iba camino a la biblioteca y entonces te vi tirado en el suelo. - ... – Allen tenía problemas tratando de regular su respiración. - Wow, ni siquiera Kanda entrenó hoy. - Habló de nuevo el pelirrojo para darle más tiempo al albino. - Uff, su humor está peor que nunca, debe ser por el verano - Rió nervioso recordando esa mañana el filo de Mugen en su garganta, resultado de sus habituales bromas hacia el espadachín, bromas por las que normalmente recibía sólo una amenaza verbal. - No es nada - Dijo finalmente recuperando la compostura con una pose digna de caballero inglés. - Ooohhh - El pelirrojo puso una sonrisa burlona - Nuestro General más joven es muy confiado. - Eheem, General es algo...- Respondió apenado rascando su mejilla.

 

  El chico pensó en la batalla que tuvo con Tyki Mikk en el Arca. Tal vez fue un poco prematuro y algo forzado, pero había superado el punto crítico, algo que se suponía solo los Generales eran capaces de hacer. Sonrío ante la memoria, aquella vez el enorme poder que fluía por todo su cuerpo era tan cálido y agradable. Se sentía protegido y amado por su inocencia.

 

  Pero tan súbita como había llegado la sonrisa dejó sus labios. Su mirada se oscureció un poco.

 

- Tal vez tenga la habilidad pero aún no tengo la experiencia para ser nombrado como tal. – agregó al recordar el momento en que el Conde apareció.

 

Al ver la sonrisa del malvado el odio nubló a tal grado su juicio que de no haber sido por Cross que le detuvo, se hubiera lanzado al suicidio al intentar enfrentar al Conde en la condición en que se encontraba.
 

El pelirrojo notó la sombra de preocupación bajo esos ojos grises.


 
-... ¿Que tal un duelo Allen? - Dijo poniendo una mano en el pequeño martillo que tenía sujeto a su pierna.
- ¡¡¿EHH?!! ¿A-ahora?
- ¿Mejor otro día?... hmmm, después de todo si fue mucho para Moyashi-chan? 
- ¡¿MOYASHI?!- Sin duda había tocado un punto sensible. - ¡¡CUANDO QUIERAS BAKA-LAVI!! - Gruñó visiblemente indignado.
- Awn, te vez lindo cuando te enojas - Su burla ocacionó que el otro tartamudeara en sus reclamos.

 

  Tim volaba alrededor de Allen de manera inquieta haciendo la escena de alguna forma más cómica. Lavi se permitió un segundo para reírse de su compañero pero de golpe su mente le recordó la razón trás aquella egoísta petición y dejó de reír.

 

  - Perdóname se que estoy presionando en mal momento y ahora que estas cansado, pero no me gustó tu expresión de antes, las batallas reales son peores y bajo condiciones lejanas a ser justas y tú haz superado ese tipo de situaciones antes, eres fuerte y claro que tienes experiencia así que esto no será nada. Tal vez me estoy aprovechando de tu desventaja, pero quiero comprobar mi fuerza ahora que no estas al 100%, si aún así no estoy a la par entonces me falta mucho. No quiero que lo que pasó en Edo se repita.

 

  - Mejor ahora que he calentado. - Dijo serio el albino, sacando de sus pensamientos al pelirrojo. - ¡¡CROWN CLOW!! - Invocó su inocencia y adoptó sagaz su posición de combate. - ¡Ohh! - Lavi notó que las mejillas del chico aún estaban rosadas. - Supongo que aún fatigado no me la vas a dejar fácil ¿eh?. - Agregó sacando el pequeño martillo de la funda en su pierna - ¡¡ODZUCHI KOZUCHI!! - Yo estoy perfecto, ni aunque estuviera cansado podrías ganarme. - Le siguió el juego. - Que arrogante de tu parte Mo-ya-shi-chan.- Dijo el pelirrojo pretendiendo estar ofendido y haciendo especial énfasis en el mote. - ¡Ya verás! - Sonrió y lanzó el primer ataque pero su garra fue bloqueada por el martillo. - ¿Soy yo o te estas haciendo lento? - Tal vez tú te hiciste... un poco más rápido. - contestó retrocediendo de un salto. - Pero "un poco" no es lo suficiente. - Replicó corriendo hacia un lado para lanzarse al ataque de nuevo. Con una serie de golpes más veloces logró acorralar a Lavi contra la pared. - ¿Decías? - Ladeó levemente su cabeza haciéndose el inocente. - Si así lo quieres. Hora de ponerse serios. -  El pelirrojo puso una sonrisa confiada.

 

..........

    Lucharon no más de 10 minutos. Allen se veía claramente agotado y parecía que la victoria le sonreiría a Lavi sin embargo aún no finalizaba el combate y en los segundos siguientes el albino fue capaz de darle completamente la vuelta al encuentro. La derrota ahora se cernía rauda sobre Lavi.  

- ¡¡HI BAN: GOUKA KAIJIN!!- La rapidez con la que estuvo tan cerca de ser vencido lo tomó tanto por sorpresa que al sentirse amenazado gritó por acto reflejo.

 

Una gran serpiente de fuego rodeo al pelirrojo haciendo al albino retirarse lo más lejos posible del abrasante calor.
 

    - Huff huff - Jadeando, su cara estaba completamente roja. Un pequeño globo dorado volaba rápidamente alrededor de su cara. - ¿Sin... aliento...Moyashi? - ¡Mira...quién habla!. - Exclamó con media sonrisa frunciendo un poco el ceño. - ¿Lo declaramos... empate?
- Me parece...bien coff coff - Tocío un poco y recargó ambas manos en sus rodillas mientras trataba de recuperar el aire.  - Tu cara...me dice lo contrario. ¿Estas molesto porque no me...pudiste ganar? - Al pelirrojo igual le faltaba el aliento pero su respiración era mucho menos errática que la del albino. Tim actuaba raro. Fue ahí cuando se dió cuenta que algo no encajaba. - ¿Allen? - ... Estoy bien - Respondió él pero su voz apenas era audible.  Tocío un par de veces más y al tratar de enderezarse sus rodillas lo traicionaron. La invocación de Crown Clown lo abandonó, cayó al suelo sobre ambas manos y luego subió una para cubrirse la boca.  - ¡¡OI!!! - Gritó Lavi corriendo hacía su compañero. -¡¡ ALLEN!! ¡¿QUE SUCEDE?! - Al llegar junto a él se agachó a su altura y puso una mano en su espalda. - !!! - Bluurgh coff coff coff- Vomitó el albino. - ¡¡¡ESTAS HIRVIENDO!!!

 

  Tal temperatura no era normal ni siquiera siendo justificada con el ejercicio recién hecho, no, la temperatura de Allen superaba por mucho ese número.

 

  - ¿Un golpe de calor? - Pensó Lavi mientras acomodaba a Allen para cargarlo estilo princesa.   El más joven cerró los ojos con fuerza, un hilo de saliva escurría por su barbilla y el sufrimiento estaba inscrito en su cara.   - ¡Allen! -  Lavi pasó una mano tras su nuca para levantarle la cabeza y puso su otra palma sobre su caliente mejilla, el otro entreabrió los ojos.   Estaba a punto de preguntarse cómo era posible, cuando cayó en la cuenta de que sólo su rutina de entrenamiento en este sofocante verano era más que suficiente razón. Allen era resistente, pero había una razón para su odio hacia el calor, y esa era por que era débil ante él. Hasta era sorprendente que hubiera aguantado tanto, o probablemente el duelo había sido el detonante...      - Un momento... ¡¿Te sentías mal desde antes de nuestro combate?! -  Ahora pelirrojo le miró a los ojos con preocupación y culpa. - No es culpa tuya - Susurró el chico tocando la mano en su rostro. Su mirada parecía desenfocada pero al mirar a través de aquel verde esmeralda supo entender la pregunta que Lavi no había hecho. Se desmayó en sus brazos. - Ghhh - Lavi apretó los dientes mientras recordaba lo mal que se veía Allen durante su duelo y encima justo al final... se atrevió a usar un sello de fuego.  

 

.........  

 

  Corrió lo más rápido que pudo hacía la enfermería, al muchacho en brazos le costaba respirar. Al llegar con la jefa de enfermeras explicó las cosas lo más claro y rápido que pudo. El tiempo era un factor muy importante, si no bajaban la temperatura de Allen pronto su organismo se dañarían lejos de cualquier tratamiento curativo.  
  - ¡¡Preparen una tina con hielo ahora!! - Exigió a las dos enfermeras presentes - Pero ese es el método más peligroso. - Reprochó el pelirrojo.
- No si se le mantiene vigilado. Por como dices que pasaron las cosas y el tiempo que lleva...

 

  La jefa de las enfermeras debió ver la preocupación en su cara así que puso una mano en su hombro y habló segura y tranquila.


- Ya he hecho esto antes, no te preocupes que todo saldrá bien, este niño es fuerte.
 

De eso Lavi tenía dudas, su salud a veces contradecía a su fuerza.

 
  - Ahora Sr. Bookman, ayúdeme a desvestirle. - ¡¿Eehh?! - Exclamó confundido - Como puedes notar no hay mucho personal hoy.

 

Ninguno de los exorcistas estaba de misión así que no esperaban a nadie herido de regreso. Se suponía que sería un día tranquilo por lo que más de la mitad del personal había tenido el día libre.

 

- Necesitamos la ayuda posible. Iré a terminar los últimos preparativos. - Explicó la mujer y salió.
 

Lavi no tuvo opción e hizo lo que la mujer le pidió. La vida de su mejor amigo corría peligro, no había cabida para el pudor ahora. Le fue fácil remover su camisa ya que solo tenía dos botones en su lugar. Sin problemas soltó el lazo de sus botas y se las quitó. Se movía lo más rápido que podía, pero bajó su ritmo al llegar a su cintura. No le ayudaba mucho que Tim revoloteara tan cerca de él.

 

Con el ceño fruncido y un leve sonrojo, desabrochó sus pantalones y los deslizó poco a poco hasta sacarlos completamente. Cuando estaba por quitarle la ropa interior Allen pusó una mano sobre la de Lavi.
 

  - Se gentil... - Susurró.   Aquello tomó totalmente desprevenido a Lavi. Paró sus movimientos y cubrió su boca con un puño.     Bajo otras circunstancias le hubiera encantado arrancarle la ropa al menor y tirarlo a la cama para llenarle la piel de caricias y besos y otras cosas, poniéndolo simple, hacerle el amor. Lo había imaginado tantas veces, lo deseaba y fantaseaba con la idea, después de todo, Allen era el chico que despertó en Lavi los sentimientos que supuestamente no debía tener.

 

  Cuando lo conoció por primera vez pensó en él como un niño sin experiencia. Solo sentía curiosidad por la profecía de Hevlaska sobre "El Destructor del Tiempo", sin embargo día con día el joven exorcista se ganaba el respeto y lealtad de Lavi.

 

  Su mirada y determinación en combate, impropias de su edad, llamaron la atención del pelirrojo desde el primer instante. Se dedicó a observarlo más. Se dió cuenta que no todas las sonrisas de Allen eran reales, pero que las sinceras eran realmente brillantes. Descubrió que el chico había aprendido muy bien a mentir sobre sus sentimientos, que su pasado aún le dolía, que su futuro le atemorizaba, que apreciaba a sus amigos pero nunca les pedía ayuda, que cargaba con muchas cosas él solo pero no dejaba salir de sus labios ninguna preocupación. Descubrió que a pesar de todo, Allen tenía un alma noble y un gran corazón.  

 

  Comenzó a preocuparse por él, a considerarlo un amigo. En su presencia Lavi bajaba la guardia, dejaba de fingir, su personalidad alegre y bromista se volvía real y tomaba cualquier oportunidad para hacer reír al albino, solo porque quería ver de nuevo una de esas raras sonrisas sinceras.

 

Ahí se dió cuenta. Se había enamorado.

 

  Pero este no era momento para fantasear.     - Esta delirando, debemos bajarle la temperatura pronto... - Miró a Tim aúnque lo decía más para si mismo que para el golem, quería evitar sonrojarse aún más.     Mientras pensaba eso la jefa de enfermeras entró apurada.  
- Todo listo, ¡Deprisa! 

 

..........

 

Cada minuto parecía una eternidad y Lavi tuvo que esperar 30 eternidades antes de poder ver de nuevo a Allen. Lo habían trasladado a un cuarto fresco con una ventana junto a su cama. Parecía que lo peor había pasado, pero aún debían estabilizarlo y monitorearlo. Todavía tenía 38°C y existía el riesgo de un colapso cardio vascular.

 

La enfermera dejó a Lavi al cuidado. El pelirrojo abrió la ventana dejando entrar la suave brisa y arrastró una silla junto a la cama. Antes de sentarse examinó el cuadro delante sus ojos. 

 

  Allen se veía aún más pálido como si fuera posible, sus labios temblaban y su cara reflejaba sufrimiento. Lavi sintió una punzada en el pecho. El muchacho que había vencido un Noah, cuya fuerza rivalizaba con la de un General, era el mismo muchacho que ahora se veía tan... frágil.

 

- ¿Por qué no me dijiste?...¿Por qué siempre te exiges demasiado?.

Notas finales:

Pobre Lavi, se siente culpable, pero es culpa de Allen D:<, siempre se sobreesfuerza! Amo y odio esa parte de él, que no exprese su dolor o sus sentimientos es el detonante para muchas situaciones Laven (al menos en mi cabeza), pero no es bonito querer cargar con todo solo. 
 
En algunas partes sentía que exageraba demasiado pero lo consideré necesario, todo sea en nombre del dramatismo. Espero que lo encuentren lógico y no tan desapegado de la realidad.
 
Volviendo a lo de "no es la primera vez", tengo otros fics en standby. No se si les ha pasado que cuando estan escribiendo, cada vez que lo leen cambian algo.... o/ me pasa siempre y mucho, pero hoy decidí publicarlo porque si no sería cuento de nunca acabar (y aún ahora he hecho correcciones, pero mínimas).

Tenía pensado hacer de este un oneshot pero cambie de opinión. Increíblemente hoy 14 de Dic. 2017, casi alcanzo los 10 caps cuando creí que cerraría en 3. Espero continuen letendo ;)

 
Yuiine off!!


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