El hielo tintineaba en el vaso grueso y pesado de vidrio y se mezclaba con ese líquido dorado tan fuerte pero tentador, como las gotitas de sudor que condensaban en el vidrio. Arjaim bebía de ese vaso un trago mas para después girarlo en un moviento circular.
Era un hombre de apariencia encantadora, todo de negro, pulcro y arreglado. Un tipo alto y elegante con una cabellera semi larga que arreglaba con una media cola de caballo, las muchachas murmuraban al verlo, que ruidosas se ponían, como culparlas querían saber más sobre ese intrigante caballero de lentes que se encontraba sentado ante la barra de un club nocturno de muy alto nivel, probablemente un ejecutivo; su traje negro satinado y su camisa de seda impecable, también su reloj plateado lo delataban, mientras que la flor blanca en su ojal le daba el toque de gracia único.
Que hacia ahí? era una pregunta más cansilla, ya que sus ojos recorrían con inquietud los lugares frecuentes de reunión, era evidente que esperaba a alguien, estaba seguro de que de un momento a otro aparecería por quien había estado inquieto, pero se estaba haciendo esperar.
Unos tragos más tarde por fin sus ojos negros brillaron y se incorporó de la barra, girando el cuerpo hacia quien venía hacia él, esperando la cercanía con cara de disgusto.
Aquella persona, como no notarla, si resplandecía con una especie de halo de luz propia, su cabellera brillosa gris no hacia más que reflejar hasta el punto de ser encandilante, contrastaba mucho con la apariencia del azabache, Arjaim todo de negro y ese sujeto tan plateado... con un traje gris plomo y una elegante camisa lila, iba con una abierta sonrisa que haría que el corazón mas frio irradiara un chispazo de emoción.
cundo llego a su lado Allen sonrió aún más abiertamente a un Arjaim, aparentemente molesto por la espera, pero en nada los dos se mimetizaban, como si un mundo paralelo hubiera nacido y el mundo, tal y como lo conocemos se hubiera vuelto hermoso, como una película en la que dos guapos actores interactuaban, entre los dos el ambiente se volvía más elegante.
- Finalmente decidiste dejarte caer - hablo el azabache mirándolo con un poco de cansancio
- Discúlpame por favor, no pude desocuparme antes, sabes lo ocupado que estoy
- ocupado? - Arjaim mostro una reluciente sonrisa - yo te hare estar ocupado de verdad
- Lo sé... - el peligris se llevó las manos a los bolsillos - estoy dispuesto a escucharte, por eso deje todo listo
- ya no hay mucho de que hablar, creí que lo habíamos dejado claro - miro hacia la barra levantando su dedo con una señal demandante - por favor, sírvale un trago al hombre
- gracias - Allen se dejó caer en el taburete de la barra junto a Arjaim y se desparramo de espaldas a la barra apoyando se en el borde y sus codos, ambos veían hacia la pista donde un show estaba comenzando - en que estás pensando para traerme a un burdel de stipers? - miro agobiado a la sensual bailarina que se contoneaba en el escenario.
Arjaim se rio - que tiene de malo? estos son mis ambientes y pronto los tuyos, te olvidaras de la luz del sol para reemplazarlas por las luces de led de colores y cambiaras el olor de la mañana por el olor de una habitación condensada después del sexo... te convertiré en el acompañante número uno y mejor pago de la zona rosa - extendía su mano para alcanzar la barbilla del peligris que se sorprendió bastante al verlo tan cerca, el terror y la incomodidad lo asaltaron por un momento al ver los afilados ojos de esa hermosa persona que se le clavaban como el cazador a la presa, pocas personas podían causarle esa inquietud y hacerlo dudar por instantes mortificantes.
- ... el número uno, dices? - hablo para no suspirar pero su vos tembló un poco por nerviosismo, aunque Allen hizo todo por evitar que se le notara hasta esbozar una sonrisa
- Exacto, con tu apariencia y personalidad puedes conseguir lo que sea y yo me encargare de que mi negocio sea el mejor, pero te necesito - dijo sinceramente largando la barbilla de Allen y mirando al barman que finalmente cargaba el vaso de Allen, haciendo una seña con la cabeza dio a entender que rellenara su bebida también
Allen espiro tras cortarse la tensión que le ocasionaba el contacto visual con ese tipo, un rival natural, que a pesar de sentirse amenazado en especificas situaciones veía como un igual y alguien a quien respetar - Porque no lo haces tú mismo? - murmuro, casi como si se le hubiera escapado de los pensamientos cuando se dio cuenta le entro el pánico, pero se sorprendió al escuchar una risa volteando a ver a su acompañante
- No es que me crea un santo, pero simplemente soy solo un ser humano no puedo hacerlo todo yo solo - se quedó mirando al escenario perdidamente. He estado esforzándome mucho para conseguir mis deseos, finalmente estoy cerca, solo quiero lo mejor para alcanzar mis metas y eso eres tu Allen, vamos, puedes tener todos los gatitos que quieras, los mas preciosos, los mas castos, los mas dulces... todos ellos rogaran por estar contigo una noche, por tomar una bebida y tal vez, si te sientes generoso te dejare jugar con ellos...
- Ya se! - se froto la frente con impaciencia - como puedo negarme a ese ofrecimiento? Yo mismo se lo popular que puedo llegar a ser, pero hacerlo solo por hobby ya no me satisface, me estaba preguntando que tan bueno seria hacer lo que me gusta y encima ganar dinero por eso, creo que es una oferta espectacular. - se giro sobre si mismo hacia la barra a agarrar el vaso de whisky que le habían servido - odio esta bebida de viejos - dijo tintineando los hielos y tomó impulso para empinar el codo tragándoselo
- jajaja me hubieras dicho que no te gustaba, no era necesario tomártelo como si fuera medicina
- cállate, me gustan las emociones fuertes, por eso estoy aquí - dijo un poco asqueado y otro poco exaltado por el ardor que se deslizo dentro de su garganta.
- claro que si, este es un mundo para los valientes - asintió Arjaim con sabiduría
- entonces, trabajare solo? - pregunto curioso - por lo menos hay algo montado o aun me vas a hacer dar vueltas en mi trabajo? ya quiero dejarlo, estoy harto - se quejó un poco
- Es terrible tener un trabajo que no te satisface - asintió el azabache - estoy... he visto a alguien mas, aun no lo sabe pero trabajara para mi también.
- Tan típico de ti, tomando las decisiones, lo curioso es que tienes un don el cual consiste en que uno las acepta sin protestar - lo miro intrigado - y quién es?
- Porque no se pueden resistir a mis buenas tan buenas ofertas -Arjaim rodo la mirada - …Lo conocerás pronto, su nombre es Shinya, creo que te va a gustar…