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Viejo mundo por NovenaCampanada

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Notas del capitulo:

uwu lei muchoas historia de esta pareja gasta que me dio por hacer una ;U

                                                     Desconocido 

El cielo permanecía encapotado desde hace ya varias semanas, un manto gris que no daba idea si era el medio día o la media noche. El mar se mecía amenazante azotando el casco del barco con repetidas y fuertes estocadas que ya habían borrado parte de la pintura negra dejando un cascaron plateado al descubierto. El mar se presentaba como un valle de montañas de agua agitadas con furia. Para los muy aventurados marineros de la embarcación la violencia del mar no representaba algo de gravedad, ellos lo describían como una dama con carácter; algo hermoso y digno de apreciar, pero que debía ser bien respetado si no se quería pagar caro por la imprudencia. El cielo, por otra parte, era un símbolo de mal presagio.


      -La última vez que el cielo permaneció tan callado la guerra oscura plago la tierra- El maestre repetía lo mismo día tras día al mirar hacia arriba y no ver cambios. Todos los trabajadores escuchaban las palabras del viejo hombre con temor, pues él había sido desafortunado al nacer durante la guerra oscura, pero bendecido con la dicha de sobrevivir y ver el final de la misma. El respetado anciano, al entrar en calor con los amargos tragos del espeso licor que cargaba consigo en una antigua petaca de madera ya oscurecida por el tiempo, contaba historias de las abominables cosas que presencio, cosas que a los más audaces y temerarios les hacía recorrer un sudor frio por toda la columna, a excepción de un caprichoso joven de cabellos azules que pasaba los días en proa mirando el horizonte ensimismado como para darle importancia a algo más que el mismo. El día del abordaje el chico llamado Grimmjow miro al capitán como si fuese algo menos que basura y con aquella simple demostración de arrogancia se ganó el eterno odio de cada uno de los marineros, cosa que no le importaba en lo más mínimo. 


      Mirando como las olas se retorcían como iracundas culebras la atención de Grimmjow fue captado por un destello color naranja, al mirar más adentro del revolcado mar vislumbro un pequeño bote de madera que era sacudido por el oleaje sin el menor cuidado, como un juguete en manos de un niño.Sin pizca de miedo Grimmjow salto al mar.

 -¡Hombre al agua!-  Grito a todo pulmón uno de los marineros que lo vi saltar


    En un segundo todos se amontonaron el proa, el capitán del barco se abrió paso entre los perplejos e inmóviles ayudantes hasta llegar al frente solo para ver algo increíble. Grimmjow nadaba con toda naturalidad entre las salvajes olas que intentaban tragarlo y llevarlos hasta las profundidades sin ningún éxito. 


      Miro por el borde del bote; era un chico de cabello naranja y una piel blanca como la nieve. No partencia a su reino. 
      Sacando al inconsciente y empapado chico del bote emprendió el regreso con el acuestas.


      -¿Qué esperan para ir por una cuerda? ¡Rápido!- El capitán rujió y como si el cielo fuera rasgado por un rayo todos corrieron a sus puestos y uno más arrojo una cuerda al mar, Grimmjow se aferró a ella y con una increíble fuerza el viejo capitán Barragan los trajo a ambos abordo con un solo tirón.  Los observo con repentina ira a través de unos pequeños ojos negros y brillantes. 


       -¿Qué demonios crees que haces mocoso?- La voz del capitán fue áspera y dejando en total claridad que no aceptaría una estupidez como respuesta. Grimmjow no se molestó en responder. 


       -En este barco no hay lugar o comida para regalar-  Barragan se aliso la barba con la mano y escudriño al chico- Cabello naranja, piel blanca y una escuálida apariencia, este chico no es de ningún lugar cercano y sin duda no pertenece a mi bote-
       El viejo maestre tan alto y ancho como una ballena echo una mirada al joven inconsciente


       -Este mocoso- dijo dando un trago a la petaca que escurrió por las comisuras de sus labios- Tiene una esencia parecida aquellas criaturas que atacaban en la guerra oscura: los huecos-  todo mundo se estremeció- Deberíamos tirarlo por la borda, el mar parecía intentar devorarlo con tanta fuerza- Dando otro trago lo miro como si de un ser repúgnate se tratara.    

  -Este chico no recibirá ni alimento ni hospedaje, esto no es una posada- Gruño Barragan      

 Grimmjow ignoro a los viejos  y se echó el joven al hombro y lo llevo consiguió hasta el camarote donde el residía y arrojándolo sin ningún cuidado sobre la cama.  Luego salió de la habitación.


       La noche callo y por primera vez en semanas el cielo era esmaltado por las estrellas que formaban senderos de luces tintineantes en el basto mapa de la bóveda celeste usado por los pocos capaces de leerlo. Alumbrado por la luz plateada de la luna llena el mar por fin se había tranquilizado permaneciendo inmóvil como un espejo reflejando el firmamento, era como navegar entre dos cielos oscuros, profundos y centellantes.  


      El joven de cabellos naranjas se revolvió y retorció entre las mantas estirando cado uno de los agarrotados músculos. Abrió los ojos, miro de un lado a otro y luego echo un vistazo por la escotilla donde la luna se asomaba.
  

    -¿Cuál es tu nombre?- Pregunto Grimmjow cruzando el umbral con una pieza  de pan, algo de bebida y un cuenco con sopa fría bien ordenado en una charola de metal.


      Cobijadas por la penumbra las aguas ondeantes producían sonidos dulces y serenos.
      -Ichigo- Respondió el joven con la mirada perdida en la luna, luego se giró  hacia Grimmjow, la tenue luz parecía resplandor como un diamante sobre la piel del muchacho. 


     Grimmjow dejo la charola en la cama, ichigo la contemplo.


     -Esta fría, sabe horrible y el pan esta rancio y duro, pero es todo lo que hay. Este navío no cuenta con cocineros- Grimmjow se tumbó sobre el suelo recostando la cabeza en sus brazos cruzados mirando al techo.


      Ichigo bajo de la cama e interpuso la charola entre ellos dos. Grimmjow lo seguía con la mirada.  De entre sus ropas ichigo extrajo un vaso y vacío la mitad de la bebida, partió la pieza de pan en dos y  bebió la mitad de la sopa, engullo el trozo de pan y paso todo con la bebida, poniendo el resto frente a Grimmjow que lo miraba perplejo.


      -¿Qué carajo haces?- Pregunto sentándose


      -Me enseñaron a compartir lo que tenía- Respondió ichigo empujando la charola más cerca de él.
     

 -¿Quién fue el idiota que te enseño algo así? Si yo como eso los dos pasaremos hambre-


      -Mi madre fue quien me enseño eso y es verdad los dos pasaremos hambre, pero entenderemos por lo que sufre el otro- Ichigo volvió a la cama, Grimmjow  sin chistar devoro la comida. Ichigo no era un idiota o un niño mimado con su apariencia lo mostraba.
      

Ambos quedaron profundamente dormidos en el bamboleo del barco y el crujir de la vieja madera como la nana de cada noche amada por lo marineros.


       Los primero rayos del sol naciente anunciaron una tranquila mañana que se alargaba con una brisa fría cargada con olor a sal, cubierta por los velos de una tenue bruma. Los tripulantes tomaron los puestos y en proa como un tiburón el capitán barragán giraba alrededor de ichigo con una mirada fría y desaprobatoria.


       -Eres demasiado enclenque para cumplir con alguna labor, tus manos son como las de una doncella- Barragan se detuvo frente a él. Grimmjow miraba desde la lejanía al igual que todos abordo- No servirás para nada, en este barco no hay lugar ni comida para holgazanes-


       -Qué tal si lo mandas a las cocinas, es el lugar perfecto para una dama como el- Gruño el maestre con las mejillas rojas por el licor.


        Arrastrado al lugar una terrible peste saturaba la atmosfera; moho en los muros, la duela ennegrecida por la grasa y cucharas buscando refugio entre los sartenes y platos sucios.Ichigo permaneció inmóvil indiferente, Barragan lo miro. 
   

  -Quiero este lugar impecable o el fondo marino será tu nuevo hogar-    

Dicho eso  salió por la puerta que chirrió por el desuso.Las horas volaron en un día normal de trabajo, para cuando todos habían entrado al lugar designado para comer quedaron sorprendidos por el banquete digno de un rey, pescados, langostas incluso pulpo adornaban los platos con frutas y verduras acompañándolos.


     -Te dije que su lugar era la cocina- Rio el maestre engullendo un pescado frito de un solo bocado. Barragan corrió a la cocina, estuvo a punto de dar la vuelta y salir creyendo que el lugar era el  equivocado, pero después un minuto reconoció el sitio aún que ahora brillaba como la primera vez que subió al barco. Ichigo lavaba los sartenes y Barragan lo miraba incrédulo.      

 -¿Dónde conseguiste la comida?- Pregunte con un hilo de voz un tanto más amable de lo normal    

   -Lo pesque- 

   -No eres un total desperdicio como yo esperaba. Esta vez Grimmjow por fin trajo algo bueno a este barco-      -

¿Grimmjow?- Pregunto Ichigo mirándolo

  -Fue el sujeto que te salvo-

 Sin más ichigo salió pasando a un lado de Barragan, incluso la puerta fue aceitada.  En proa Grimmjow miraba el horizonte por el borde del barco. Tomando un puesto al costado del joven Grimmjow. Ichigo miro el horizonte con nostalgia. 

  -Gracias- Dijo con un hilo de voz dulce      

Grimmjow se sorprendió un poco luego lo miro-¿De dónde bines?-  

  Echando una mirada furtiva alrededor ichigo suspiro –De un lugar más allá, donde el mar muere y la vida también. “Las noches”-  
       Una luz fugaz curso los ojos de Grimmjow -¿Te refieres al infernal desierto donde nunca sale el sol?-   Ichigo asintió mirando el mar

   -¿Es verdad que el rey hueco que fue exiliado a ese lugar lo domina?   

   Ichigo asintió  frunciendo el ceño y estremeciéndose con horribles recuerdos una lágrima broto de su ojo para caer al mar. 
       La noche llego tan desapercibida con un suspiro y tras ella el mar de estrellas.
      Grimmjow cambiaba sus ropas para dormir
    

  -¡Tu!- Ichigo lo miraba con ojos abiertos como platos, en donde debería estar el estómago de Grimmjow un enorme aguerro lo cruzaba de lado a lado y a través de él la luz de la luna se colaba.
    

-¡Demonios! ¡Olvide cerrar la puerta¡-  Grimmjow salto de un extremo a otro de la  habitación en un fugaz momento que casi pareció teleportarse, un segundo después un golpe seco por el sonido que fu incapaz  de seguirlo resonó. Cubrió la boca de ichigo mostrando unos afiliados caninos mirándolo con rabia- Ojala no hubieras visto ahora tendré que matarte- Siseo en voz baja 
Ichigo acaricio la cabeza de Grimmjow y con la yema del dedo pulgar recorrió el contorno de su cara deslizándola por los labios finalmente ichigo suspiro y aflojo el cuerpo listo para el final. Ambos quedaron estáticos entre las sombras, el viento silbando a coro con las olas arremolinándose. El ambiente se cargó de sensaciones que ambos cuerpos inmóviles recordaban, una descarga le llego hasta la medula y Grimmjow dio tres paso atrás. 
   

 -¿Quién eres tú?- Pregunto respirando agitadamente. Era la primera vez que Grimmjow sentía como si él fuera la presa; indefenso, impotente y frágil. Como si ese chico pudiera dañarlo muy en lo profundo. 
   

  La tristeza retoma las facciones de ichigo- ¿No me recuerdas?- Ichigo absnazo y Grimmjow retrocedió hasta que su espalda golpeo contra la madera quedando arrinconado. Sin darle tiempo de huida Ichigo lo tomo con un beso lleno de ira y amargura. Grimmjow lo aprisiono entre sus fuertes brazos devolviéndole el beso con furia y confusión, introdujo su lengua y fue bien recibida. Finalmente Grimmjow arrojo a ichigo contra el suelo.
   

  -¿Quién mierda eres? ¿Por qué me siento así?-  Intercambiaron miradas, pero ninguno parecía saber que ocurría.  Ichigo se reclino contra la puerta y Grimmjow hizo lo mismo quedando bajo la luz azul que pasaba por la escotilla 

-Yo no se lo diré a nadie-  Murmuro ichigo   

-¿Decir que?- Inquiero Grimmjow cansado  

-Que eres el hijo del Rey hueco-     

A Grimmjow le zumbaron los oídos ¿Cómo es que el sabia eso? Lo miro pero algo lo hacía creer en su palabra   

 -Espero que así se sea de lo contrario te matare- Grimmjow  se tumbó en el suelo- Cunado el viaje termine y toquemos puerto será la última vez que me veras-    

-Tan Grimmjow como siempre- Sonrió Ichigo, Grimmjow gruño

   Mecidos por los brazos del mar ambos chicos quedaron dormidos con el canto del barco, las aguas y el viento.


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