- 1. Princesa.
“La fuerza sin amor es energía usada en vano” eisntein
Este día era un día especial, y por curioso que fuera para Hyoga se había convertido en la sorpresa que más esperaba desde que se enterara de esa bella noticia, noticia que trajo de cabeza el mundo de su familia y el suyo. Si bien el cumpleaños de padre no se había celebrado como siempre, puesto que había comenzado a sentirse mal, situación que se atribuyó al nacimiento de un nuevo ser. No llegaría hasta al día siguiente, y era el 8 de febrero que estaría frente a frente.
Por ello Dicha era la que tenía Hyoga ese día, a sus escasos 10 años, tenía una emoción como ningún otro niño presentara. Hoy llevaba el mejor de los regalos que sus padres le pudieran dar, su hermanita, la princesa de la familia había nacido ese día.
Esa mañana su abuelo Degel, lo había llevado al hospital donde estaban sus padres, sus abuelos Kardia y Defteros, así como su abuela Natassia. El camino fue exasperante para él, deseaba conocerla desde que recibió la noticia. Estaba emocionado, a pesar de que muchos le dijeron que lo peor del mundo era tener un hermano, situación que Ikki le dijo que era lo mejor del mundo, puesto que el era el hermano mayor de Shun.
Su emoción era admirada por la familia, ayudando a decorar el cuarto del bebe, que al enterarse de que era una niña le emociono.
Camino con su abuelo camino al cuarto, imaginando como seria ella, puesto que él no se parecía en demasía a sus dos padres, solo tenia el color de piel de uno y los ojos del otro. Seria ella igual a ellos, o diferente como. Se la imaginaba de más grande, pidiéndole que la lleve a algún lugar, verla salir con niños y no la dejaría tener novio, le enseñaría a bailar ballet como su padre Camus a él, así como a nadar. Le gustarían los deportes o jugar solo con las muñecas. Muchas eran sus dudas.
Finalmente llegaron, su abuelo Kardia lo abrazo y le felicito por ser hermano mayor, abrió la puerta del cuarto y ahí estaba su padre Milo quien lo recibió con un gran abrazo. Miro al fondo y ahí estaba su papá Camus con un pequeño bulto rosado.
-Ven hijo- le llamo Camus
El niño corrió emocionado, y ahí estaba; el angelito que habían estado esperando. Su padre con cuidado le paso el pequeño bulto durmiente a su hijo que se sentó en la cama. Le pareció increíble ver al pequeño ser pequeñito, se sentía calientita por las mantas que tenía. Estaba contento, tanto que empezó a hablarle a la niña.
- Hola hermosa- dijo sonriendo- Soy tu hermano mayor Hyoga- esto último hizo sonreír a sus padres y abuelos presentes. – yo te enseñare a jugar y te protegeré como un caballero a una princesa, porque eres mi pequeña princesa-
Camus derramos algunas lágrimas al escuchar la felicidad de su hijo, estaba seguro que ese niño se debería por su pequeña hermanita, Es más el niño había sido quien había escogido el nombre. Ya que gracias a las clases de ruso dadas por su tío, el primo de Camus Mystoria, en sus visitas hicieron al niño entrar a clases, el decidió acompañarle en ellas. Y escogieron un nombre ruso para la pequeña.
Deprende el pequeño ser en brazos de Hyoga abrió sus ojos, mostrando dos esmeraldas atentas al niño rubio que sonrió, estirando unos regordetes y pequeños bracitos que capturaron un dedo muy grande para sus manitas, les regalo la foto perfecto a los felices abuelos de una nena. La beba sonrió al ver a su hermano mayor, quien comenzó a llorar, por efecto o inconciencia la bebe llevo las manitas ala mejillas de Hyoga por donde caían las lágrimas.
Ese fue el momento en que él supo que sería el protector de ella, y que nada ni nadie le haría daño a su pequeña princesa. Si ella su princesa, su hermanita menor.