-Espera Dalan...me estas dejando?- pregunté incrédulo al tipo que tenia delante.
La situación era humillante, yo estaba desnudo mirándolo con los ojos abiertos a mas no poder, en una habitación de hotel barato en el que hace solo un momento perdí la virginidad con el hombre al que amaba, el hombre que esperó dos años a que este listo para acostarme con él... el hombre que estaba rompiendo conmigo...
-Vamos Sean, no me mires así, tenemos 18 años, no me digas que esperabas algo serio de todo esto.
-Pero... yo creía que me querias- Y allí estaba yo , el mismo chico que se burla de las chicas que suplican a sus novios que no las dejen en las películas, con los ojos llenos de lágrimas y que gritaban NO ME DEJES a mi novio que acababa de dejarme. El karma es muy hijo de puta, señores.
-Mira Sean, lo voy hacer mas fácil para los dos, lo único que yo quería de ti, era sexo, que tu hayas creido que hay amor o lo que sea es problema tuyo. Yo no me ato a nadie, vale? Soy joven y quiero disfrutar de la vida.- Se estaba burlando de mi, lo veía en sus ojos, solo fué un estupido juego para él.
-Pero durante dos años tu... yo pensé que...
-Si no me crees, pregunta a los chicos del café al que siempre vamos, cuantas veces he follado con cada uno de ellos en estos dos años.
-Eres un hijo de puta, me quitaste la virginidad, sabias lo importante que era para mi - el shok del momento paso y empeze a sentir una ira enorme.- Como pudiste hacerme esto?- me levante de la cama sin importarme el estar desnudo, total ya lo ha visto todo, y le di una bofetada. Levante la mano para darle otra pero el me detuvo, estaba furioso.
-Mira, pequeña puta, no eres el primero ni el ultimo que pierde la virginidad de esta forma, deberias saberlo ya. Y en vez de darme hostias a mi, datelas a ti mismo por gilipollas.
Me quede mudo, Dalan nunca me habia hablado asi antes. Se vistio rapidamente y se fue dejandome solo en esa habitacion horrorosa. Lo peor de todo es que el tenia razon, era culpa mia por ser tan ingenuo al pensar que el playboy del instituto cambiaria por mi. Y pensar que hace solo unos dias estabamos eligiendo la universidad a la que iriamos juntos, ya que nos habian aceptado en varias.
Volvi a casa en taxi, que me cobro 80 euros, ese hotel de mierda estaba en el quinto pino. Cuando entre en el salon salude a mis padres con una sonrisa , disimulando la cojera que me provocaba el dolor que tenia en la espalda baja. Ellos no sabian de mi relacion con Dalan. Sabian que era gay y lo aceptaban de buena manera, de hecho mis padres odiaban a los homofobos desde antes que yo naciera, pero no les gustaba Dalan, sabian que jugaba con los sentimientos de los demas y siempre me decian que no me acercara a él. Me arrepiento de no haberle hecho caso.
Me fui a la cama temprano, queria que este dia de mierda acabara ya. Metido entre las sabanas, no pude evitar recordar todo lo que vivi con Dalan, cosas que a los demas podria parecerles normales, pero que para mi fueron momentos magicos. Me permiti llorar por el esa noche con la promesa de que al dia siguiente empezaria de nuevo, me iria a la universidad, buscaria trabajo y no volveria a pensar en Dalan nunca mas. El no se lo merecia.
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Al final me decidi por la Universidad que más cerca estaba de mi casa, ya que era una de las mejores el país y además tendría a mis padres cerca por si acaso. Pasé dos semanas buscando apartamento para alquilar, al final encontré uno que no era muy caro y estaba cerca de la Universidad, y a solo unas calles de mi nuevo trabajo. Al parecer mi madre mantenia el contacto con una amiga suya de la universidad que era propietaria de muchas cafeterias y restaurantes por todo el pais, y gracias a ella tendria trabajo en una de las tantas cafeterias que tenía.
Segun mi madre habia mucha gente importante, por asi decirlo, que frecuentaba esas cafeterias y que mas me valia no meter la pata. Venga que me animaba un monton.
En cuanto a la Universidad, desde pequeño me encantaba leer, era algo que hacia constantemente y de hecho lo sigo haciendo, no hay rincon en mi casa que no tenga algun libro, asi que cuando descubri lo que era ser editor de libros decidí que esa seria mi profesion perfecta, estoy completamente seguro que no hay nadie en el mundo que sienta tanta pasion por los libros como yo. Investigé durante mucho tiempo y al final descubrí que para ser editor lo mas importante era sacarte el titulo en periodismo, filosofia y idiomas. Las tres carreras me encantaban asi que no vacile cuando los marque en la inscripción de la Universidad.
Ahora me encontraba metiendo las maletas en el taxi, mientras mi madre,como la dramatica que es, lloraba sin parar balbuceando lo mucho que me quería y lo orgullosa que estaba de mi, algo que no entendi, aunque me habian aceptado en la Universidad no significaba que tendria un futuro brillante. Si, soy muuuy optimista, lo notasteis, verdad?
Miré al otro lado de la calle, Dalan estaba alli con sus amigos, nuestras miradas se encontraron y un escalofrio me recorrio todo el cuerpo. Me despedí rapidamente de mis padres y me meti al taxi. No podia seguir alli, sabia que si seguía estando cerca de Dalan, no podría olvidarle. Heché un ultimo vistazo en su dirección mientras el taxi arancaba. Él seguía mirandome, levantó la mano y hizo un gesto de despedida con la mano, mientras una sonrisa de burla se asomaba en su cara. Definitivamente, tenia que olvidar a ese hijo de puta.
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Cuando llegué eran las dos de la madrugada. Llevé mis cosas a lo que ahora sería mi casa, y me sorprendí al notar que era aun mas pequeña que en las fotos. Cuando abrias la puerta principal entrabas directamente a lo que era el salon, el comedor y al parecer tambien el dormitorio, todo en una habitacion. Despues había dos puertas, una llevaba al baño y la otra a la mini cocina que nisiquiera tenia microondas o tetera. Bueno, por lo menos habia muebles, no tenia sufisiente dinero para comprarme unos nuevos.
Ordené las cosas que habia traido de casa de mis padres esa misma noche a pesar del sueño que tenía. Al dia siguiente era mi primer dia de trabajo y no queria dar mala impresion desde el principio. Miranda, mi nueva jefa, me llamo unos dias antes para hablar del horario y la paga. Hasta que empiezen las clases en la Universidad, dentro de dos meses, trabajaré desde las nueve de la mañana hasta las nueve de la noche con una pausa para comer de dos horas y media y me pagarian mil euros al mes. Cuando empezaran las clases hablaria con Amanda sobre el nuevo horario segun que horas me ocuparan las clases y si no hay problemas me pagaran 900 euros al mes, trabajando en los dias que no tenga clases y festivos como mi horario actual.
Me acosté a las cuatro de la mañana, tenía más cosas de las que recordaba. Soñé con el día en el que Dalan me llevó al centro de atracciones que vino unos dias a la ciudad, recuerdo que Dalan no me dejó pagar nada y por la tarde me llevó a ver los fuegos artificiales. Parece cursi, pero a mi me encantó. En ese momento jamas hubiera pensado que estaba jugando conmigo.
Me levanté a las ocho y quince, me vestí rapidamente y me fui a coger el autobus, con solo 4 horas de sueño no estaba yo para paseos.
-Llegas tarde- me dijo Miranda cuando entre en el local. Miré el reloj, eran las nueve en punto.- A las nueve tienes que estar ya vestido con el uniforme y sirviendo mesas- me dijo al darse cuenta que no entendía porque estaba enfadada.- Ves a vestirte.
Entré a los vestuarios. Había taquillas para cada empleado, la mia estaba al fondo de la habitación. Dentro habia dos uniformes. Uno era normal, unos pantalones negros y camiseta naranja con una chapa donde pone Sean. El segundo... bueno antes me mato que ponerme ese. La camiseta era naranja como la otra pero mas ajustada, pero en vez de pantalones habia unos shorts negros super ajustados y muuuuuy cortos, la unica vez que vi a alguien con shorts tan cortos, fue a una compañera de clase que estaba más salida y no paraba de hacerle ojitos a Dalan, venga una puta total. Recuerdo que me ponía muy celoso de ella y Dalan me decía que no me preocupara, que él nunca me engañaria. A estas alturas me pregunto cuantas veses se la habrá tirado.
-Oye, ¿estas bien?- me giré y vi a un chico, un poco mas bajo que yo, pelo rubio y ojos azulos. Llevaba el uniforme ajustado.
-Si, pero... me tengo que poner eso?- le pregunté mirando con horror los shotrs ajustados. El chico me miro divertido.
-Eso de pende, en que lado trabajas hoy?
-Como que en que lado...- El me miró extrañado, pero luego pareció recordar algo, ya que me miró con una sonrisa.
-Tu eres el nuevo, no?- Asentí. - Y puedo apostar de que Miranda no te explicó nada de este sitio.- Le mire extrañado, que habia que explicar de un restaurante?- Mira...eh?
-Sean.
-Yo soy Raul. Mira ,Sean, este restaurante se divide en dos partes, - Raul comenzo a explicarme, mientras me daba el uniforme normal y empezaba a cambiarse él tambien- una parte es abierta para todos los clientes, esa es la parte a la que vamos a ir ahora tu y yo. Miranda me pidió que te hechara una mano los primeros dias, asi que si tienes alguna duda me preguntas.
Acabé de cambiarme y le seguí fuera, el restaurante todavia no estaba abierto, asique pude hablar con Raul sin ser reñido por no trabajar.
-Y la otra parte?- pregunté. Raul me miro dudando si debería decirme o no, suspiró y comenzo a hablar.
-La otra parte, es la zona Vip. Solo algunos clientes pueden entrar, ellos son muy importantes y ricos, si algo de ti o de tu forma de trabajar no les gusta puedes acabar despedido, en el mejor de los casos. Venga, en resumen, que la gente se lo piensa bien antes de meterse con ellos. Pero tu tranquilo- me dijo al ver que le miraba con los ojos como platos- eres nuevo, Miranda no te pondra en ese lado, hasta que tengas experiencia.
Miré a Miranda , estaba dando instrucciones a unos chicos de mas o menos mi edad de como organizar las mesas para una comida de negocios que alguien reservó.
-Hey- Raul me llamo la atención- ves a limpiar esas mesas y preparate, vamos a abrir ya.
El día estaba transcurriendo muy rapido. Había mucha gente en el restaurante y solo había tes chicos más tomando los pedidos aparte de mi. Eso me mantenía bastante ocupado. Ya era la hora de comer, y creo que lo estaba haciendo bién, ya que no resibí ninguna queja de nadie. Desde la mañana no volví a hablar con Raul, él parecía estar aun más ocupado que yo, corriendo de un sitio a otro, se notaba que tenía mucha experiencia.
Salí del restaurante y me quedé impresionado, justo delante mia habia aparcado un coche negro muy lujoso. La puerta del piloto se habrió y salió un hombre que fué corriendo a abrir la puerta de detras. Iba tan rapido que casi me caigo cuando paso a mi lado. Abrió la puerta y un hombre salio del vehiculo. Estaba de espaldas hablando por telefono y no le vi la cara, hasta que se giró para entrar en el restaurante de Miranda. Me quedé impresionado, este hombre era, por falta de palabras, perfecto. Su pelo era negro, al igual que sus ojos, que parecian leerte el alma. Me quede viendole embobado, mientras el caminaba hacia la entrada del restaurante, donde estaba parado. Cuando sus ojos se encontraron con los mios, me pareció como si mi corazón dejara de latir, el mundo parecía haberse detenido, el también pareció sorprendido, ya que dejo de hablar por el telefono y se me quedó viendo de una forma muy extraña, parecía que me comía con los ojos. Algo dentro de mi salto de alegría al pensar que yo podia interesarle a alguien tan glorioso como él.
-Sí, Brad, sigo aquí.- Su voz era tan perfecta como él.- Si, estoy en la puerta- siguió hablando el hombre mas perfecto del mundo.- Yo entraría, pero hay un chico, que parece estar en las nubes que no me deja pasar. - Espera.. que chico, iba a girarme para ver de quien hablaba, cuando me di cuenta que no me había movido de la entrada del restaurante. Me puse rojo y me maldecí internamente por pensar que él podría estar interesado en mi, es obvio que me miraba asi porque no le dejaba pasar.
-Lo lo siento - me disculpé como pude, intentando no parecer muy raro.
-Como sea, apartate- me dijo el hombre más perfecto, pero ahora tambien grosero, del mundo.
-Lo siento- me volví a disculpar, mientras me apartaba de la entrada. Él me ignoró y siguió su camino sin volver a mirarme.
Me quedé viendo el sitio por donde se había ido, sin creer lo que acababa de pasa. Había babeado por un tio que nisiquiera conocía! Y solo basto una mirada suya! Nunca antes me había pasado algo como esto, pero, tenia que admitir que nunca antes habia conocido a alguien como él. ¡Basta Sean! Alguien como él nunca se fijaria en alguien como tu, además él piensa que eres raro.
Mi mobil sonó, sacandome de mi ensoñasion, era mi madre. Contesté y me fui a un cafe alli cerca para comer. En ningun momento, el hombre más perfecto y grosero del mundo, salió de mi cabeza.
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