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Después de todo… te amo (omegaverse) por jashinista

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Notas del fanfic:

Ok subí este fic porque se lo prometí a una amiga y bueno u.u sé que borre el otro fic de Akaba x Kotaro pero les prometo que este no lo borrare 

Más adelante are imágenes relacionadas al fic 7u7 para que sea más emocionante 

Notas del capitulo:

Dedicada a mis dos amigas Vanessa (por qué bueno lo prometí y lo cumpliré y me dio la mayoría de las ideas, por no decir todas), Fernanda (por que le gusta esta pareja, borre la otra que estaba leyendo u.u) requiero mucho Fer y Naranjamorada (por corregirme el capítulo) estaría perdida sin ti naranjita XD ok no 

En fin a leer 

— ¿Desea pedir algo señor, o va a seguir esperando? —dijo con voz suave mientras me sonreía, en ese momento no supe qué contestar, mis ojos se perdieron en el joven mesero, en su cabello morado peinado hacia arriba, sus ojos fijos a mí, su figura delgada… Una criatura hermosa —.Señor—volvió a hablarme.

— ¿Eh?

—Que si va a pedir algo.

—Sí —enfoqué mi mirada en el pequeño menú, pero a la vez desviaba mis pupilas para ver al chico que estaba esperando a que ordenara, este se estaba impacientado, la libreta la tenía en su mano derecha y la pluma en la izquierda, posadas en su cintura mientras esperaba a que hablara, había notado que lo miraba por lo que se estremeció levemente y levantó la libreta, enfocándose  en la hoja blanca.

—Sólo dame un té de manzanilla —dije, el chico apunto rápido y se marchó, en todo momento no dejaba de verlo, notaba como iba a otras mesas y luego regresaba para entregarle la orden a otro chico. En sus manos traía mi vaso con el té caliente, después de todo el día estaba nublado y un poco frío, no le di la oportunidad que lo dejara en la mesa ya que agarré el té de su mano, nuestros dedos se rozaron. El chico parecía no importarle, no fue así cuando me vio a los ojos, en ese momento su cuerpo se estremeció, lo sentí. Se retiró con una pequeña reverencia y se alejó de mí.

Después de eso me concentré en la bebida caliente que estaba en mis manos, cerré los ojos al momento que mis labios tocaron la porcelana vertiendo el líquido a mi boca, sentía una relajación que no creí tener después de que me dejasen plantado. Quizás eso había sido bueno, si hubiese llegado Julie no hubiera notado al chico.

Desvié de nuevo mi mirada hacia el mesero, tenía un carácter algo extraño: Era amable pero a la vez hipócrita, una combinación extraña y única,  con un aire de superioridad. Cerré los ojos, quería concentrarme en su olor, sin duda el chico era un omega con aires de alfa, sonreí de lado sorprendido, intentando que se notara a plena vista que estaba mirando a todos lados: Al piso de madera clara, a la enorme ventana a mi izquierda, la barra de pedidos a unos metros de distancia de mí, era un lugar un poco pequeño pero el aire se sentía acogedor.

Estaba tan concentrado perdido en mi mundo que no noté cuando ese mesero se volvió a acercar, pero percibí algo más en su aroma, algo que no me había dado cuenta  anteriormente, pero era casi inexistente el olor.

— ¿Otro alfa? —desvié mis pupilas hacia el chico que estaba al lado mío, no podía creer que ese chico ya tuviera a alguien.

— ¿Disculpe?

—No, no es nada —por un momento me decepcioné, maldije en mis adentros que hoy en día los Alfas, Betas y Omegas fueran iguales, no quería irme del restaurante: Quería verlo, saber más de él, conocerlo.

— ¿Va a pedir otra cosa?

—No, no es necesario —bajé un poco la mirada a la par que sacaba el dinero para pagarle el vaso de té.

— ¿Lo dejaron plantado?

— ¿Qué?

—Su mirada —dijo apuntándome al rostro —, es obvio que le dolió que lo hayan dejado plantado—se llevó las manos a la cintura, ¿acaso se burlaba de mí?

— ¿Y qué sabes de eso?

—Pues primero, que duró dos horas sentado sin pedir nada —cruzó sus brazos —.Miraba constantemente la ventana y la puerta, simplemente es obvio.

—Es la primera vez que un Omega me habla así —sus ojos se abrieron repentinamente, en ese momento entendí que el chico ocultaba su olor, quizás no le gusta ser Omega.

— ¿De qué habla? —desvió la vista mientras sus mejillas se volvían rojas del coraje.

— Vamos, tu olor quizás sea débil pero aun sigues teniendo el aroma de un Omega.

— Deje de decir esa vergonzosa palabra —respondió y sonreí de lado, era tierno a pesar de que ese sonrojo no era precisamente por vergüenza sino por enfado — ¿Ya se va? —En ese momento sentí como el celular de mi bolsillo comenzaba a vibrar, levanté mi dedo índice y lo coloqué en los labios del omega y este se enojó más, acerqué mi celular a mi oído.

— Habla.

Tenemos un problema —chasqueé la lengua, les dije claramente que ese día no me hablaran.

—Dile eso a Hiruma, lo dejé a cargo para que no me molestaran hoy.

— Es que él es el problema —en ese momento escuché los balazos típicos de él al igual que su risa, rodé los ojos, ese idiota sólo gasta munición.

— Entonces háblale a Agon, lo calmará.

—Pero… —colgué antes de que terminara, miré al chico que me veía con odio ya que mi dedo aun lo tenía en sus labios sin siquiera importarme el lugar en que estaba o que alguien nos estuviera viendo, comencé a mover mi dedo índice de tal manera que ahora mi pulgar estaba encima de sus labios, acariciándolos levemente, hecho eso salí del restaurante directo al problema dejando atrás al chico que me llamó mucho la atención, su olor era muy débil, quería pasar inadvertido, el problema era esa esencia de un alfa.

Después de caminar rápidamente hasta mi coche, prendiéndolo y arrancándolo, tenía que  resolver el problema con ese demonio, en el camino había dejado volar mi imaginación hacía con el chico, una luz de alto me detuvo,  teniendo más tiempo en enfocarme más en el omega que negaba su naturaleza.

Posé mi codo izquierda en la ventana del  Ferrari rojo, sí, era algo extravagante pero a mí me gustaba. Me concentraba en traer de nuevo a mi mente al mesero, ese lindo chico que ni siquiera pude saber su nombre, cuando la luz cambió a verde. Me puse en marcha hacia mi destino, al llegar abrí la puerta de la bodega. Suspiré cansado al ver a Hiruma usando las balas para dispararles a unos trabajadores mientras estos intentaban esquivarlas, sabía que Hiruma no usaba balas verdaderas pero el problema era que ellos no lo sabían.

— Hiruma —este detuvo su balacera para voltea a verme.

— Araña de ojos rojos, creí que no vendrías aquí —mientras me decía eso yo me quité los lentes oscuros que traía para ocultar el color tan extravagante de estos.

— No me llames araña —cerré los ojos, abriéndolos a los dos segundos, mirando a Hiruma — ¿Qué estás haciendo?

— Me aburrí —dijo colocando el arma en su hombro y su mano libre en la cintura —.Estaba divirtiéndome —miré a los pobres chicos que estaba siendo sometidos para la diversión de ese rubio, dos chicos de una estatura pequeña, uno castaño y el otro un castaño más oscuro casi negro.

— ¿Y Agon?

— Salió —dijo quitando el arma de su hombro, cargándola para luego apuntar con ella a los dos chicos.

— ¿Ahora por qué discutieron? —dije llevándome las manos a los bolsillos mientras caminaba para estar a su lado.

— No fue nada —su  mirada se puso seria, obvio era por los múltiples “amores” que Agon se buscaba.

— ¿Ahora con quien lo viste?

— El idiota —apretó el gatillo para de nuevo aventar una lluvia de disparos a los dos chicos que comenzaron a esquivarlos, pero al ver su rostro este seguía serio —.Me llamó mientras estaba cogiendo con otra puta.

—Qué descarado —ambos miramos a los chicos esquivando las balas.

Ke, ke, ke —su sonrisa macabra se mostró de nuevo —.Lo curioso era que estaba cogiendo con Julie.

En ese momento sentí mi sangre hervir por la ira, la muy perra me había dejado plantado por estar con Agon. Pero en ese momento el recuerdo del rostro del mesero invadió mi mente, sacándome una sonrisa estúpida que no pasó desapercibido para Hiruma.

Ke, ke ke, esa sonrisa me dice que tienes algo en mente.

— ¿Sabes de alguien que pueda darme información detallada de una persona?

— ¿A quién quieres acosar?

— No lo quiero acosar —Miré mi mano, la que había sentido esos suaves labios —.Sólo quiero saber más de una persona que vi.

— Depende de cuanta información quieras de esa persona —dijo mientras cambiaba el cartucho, en serio estaba molesto.

— Todo, quiero saber todo de él.

— Claro —terminó de cargarla para de nuevo dispararles, al terminar colocó de nuevo el arma en su hombro y su mano libre en la cintura —, conozco al hombre que quieres —Me miró con esa típica sonrisa, si Hiruma confiaba en él de seguro hacia bien su trabajo —.Se llama Shin —añadió sacando de su bolsillo una tarjeta de presentación para entregármela, por mi parte me limité a tomarla y observarla —.Te investigará todo, lugares que frecuenta, gustos, pasatiempos, trabajo, horario, incluso el tiempo de sangre, su pasado y ambiciones, todo.

— ¿Y cómo sabe todo eso?

—Ese es la condición que pone —me sonrió de nuevo— .Nunca preguntes el cómo lo consiguió.

Miré a Hiruma y luego la pequeña tarjeta, esta clase de hombres no me dan buena espina ya que sé que es eso de no preguntar el cómo lo consiguió, yo también aplicaba eso en mis trabajos debido a que por detrás eran un sinfín de malos actos que no vale la pena decirlos en esos momentos, pero igual tomaría el riesgo, quería conocer a ese chico, tenerlo y marcarlo como mío, pero lo primero que quería saber de él era si ya tenía un Alfa tras de él, ese olor que logré captar era de otro Alfa, un aroma diferente al mío, si era así quizás lo nuestro no funcionaría pero si no me daba elección lo convertiría en un omega obligado, esclavizado a mi hasta que se diera cuenta que yo lo amo y tiene que entregárseme, yo no busco placer de su cuerpo, yo lo busco a él, su corazón, su amor, quiero tenerlo a mi lado el resto de mi vida como mi compañero,  ya lo veras, lo haré ver que yo lo amo y no me rendiré hasta que lo note.

Continuara…

Notas finales:

¿Qué tal? Les gusto?

Hasta la próxima semana

Y Vanessa… espero con ansias mi oneshot 7u7


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